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X Coloquio Internacional de Geocrítica

DIEZ AÑOS DE CAMBIOS EN EL MUNDO, EN LA GEOGRAFÍA Y EN LAS CIENCIAS SOCIALES, 1999-2008

Barcelona, 26 - 30 de mayo de 2008
Universidad de Barcelona

NUEVOS MODELOS DE GESTIÓN DE ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS (ENP) EN EL SALVADOR
COMO RESULTADO DE LA POSTGUERRA: EL CASO DEL ÁREA NATURAL DE CINQUERA

Doribel Herrador
Departamento de Geografia, Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
doribell_h@yahoo.com

Martí Boada
Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals y Departamento de Geografía UAB
marti.boada@uab.cat ,  http://www.martiboada.com


Nuevos modelos de gestión de espacios naturales protegidos (ENP) en El Salvador como resultado de la postguerra: el caso del Área Natural de Cinquera  (Resumen)

En El Salvador la gestión de ENP es centralizada a nivel gubernamental y una de sus características ha sido el predominio de un enfoque tradicional que considera incompatible la conservación con actividades humanas. El Área Natural de Cinquera alberga un bosque secundario producto de regeneración natural en tierras agrícolas abandonadas durante el conflicto armado que vivió el país. En la postguerra, los repobladores se plantean la conservación del área natural que para el territorio tiene un valor histórico y ecológico invaluable, iniciando la gestión bajo un modelo alternativo aún en construcción, que intenta combinar objetivos de conservación y desarrollo endógeno y que vislumbra un nuevo rumbo en la gestión de áreas naturales en El Salvador.

Palabras clave: El Salvador, Cinquera, gestión de áreas naturales, conservación-desarrollo, participación ciudadana.


New models of management of natural areas in El Salvador as a result of the postwar: the case of the Cinquera natural area (Abstract)

In El Salvador, management of natural areas is centralized at the government level. One of its characteristics has been the predominance of a traditional approach that considers conservation and human activities as incompatible. The Natural Area of Cinquera includes secondary forest which is the product of natural regeneration in agricultural land that was abandoned during the armed conflict that occurred in the country.

In the postwar period, the new populators are proposing the conservation of the natural area, which is historically and ecologically invaluable for the territory, under a new model that is still under construction which attempts to combine the objectives of conservation and endogenous development. This new model foresees a new route in the management of natural areas in El Salvador.

Key words: El Salvador, Cinquera, management of natural areas, conservation-development, citizen participation


El Área Natural de Cinquera se encuentra en la región montañosa al norte de El Salvador, conformada por un bosque secundario de aproximadamente veinte años de edad que se regeneró en tierras abandonadas por sus propietarios durante el conflicto armado que vivió el país aproximadamente entre 1970 y 1990. Es gestionado por una organización local de repobladores y excombatientes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, constituido después de los Acuerdos de Paz en partido político), que han iniciado un nuevo modelo de gestión para el país, combinando objetivos de conservación y de desarrollo local.

Ubicada en un rango altitudinal que va de los 200 a 754 msnm, el área natural tiene una extensión aproximada de 5,300 ha.4, comprende los municipios de Suchitoto, Tenancingo, Cinquera, Jutiapa y Tejutepeque, en los Departamentos de Cuscatlán y Cabañas.3 Sus atributos naturales ubican la zona dentro de los Bosques Secos del Pacifico de Centroamérica, la cual es una de las ecoregiones que ha sido clasificada como Críticamente Amenazada a nivel global, debido a su estado de fragmentación (véase figura 1).

Figura 1
Área Natural de Cinquera

Con la finalización del conflicto armado y la firma de los acuerdos de paz en 1992, se inició un proceso de repoblación de la zona de Cinquera con personas originarias del lugar, y con excombatientes del FMLN, que fueron beneficiarios del Programa de Transferencia de Tierras (PTT).5 Durante el tiempo transcurrido el paisaje se transformó y los repobladores encontraron sus antiguas áreas de cultivo convertidas en área boscosa que para muchos resulta emblemática, decidiendo su protección a pesar de varias dificultades.

El objetivo del presente artículo es dar a conocer el cambio en los modelos de gestión de áreas naturales en El Salvador como resultado de los cambios ocurridos en la posguerra. Cambio que comienza a vislumbrarse con experiencias como las de Cinquera, donde la gestión no solo ha tomado en cuenta objetivos de conservación, intenta combinarlos con objetivos de desarrollo endógeno iniciando una nueva etapa en la protección de áreas naturales en el país.

El conflicto armado y la regeneración del bosque en Cinquera

En la década de los 70, los municipios de Cinquera, Tejutepeque, Tenancingo, Jutiapa y Suchitoto organizaron sus comunidades, integrándose en varias organizaciones. A principios de la década de los 80 se agudizo el conflicto bélico, incrementándose la represión del ejército contra las manifestaciones populares. Varios pueblos fueron golpeados fuertemente siendo masacradas muchas familias. Los bombardeos obligaron a la población sobreviviente a abandonar la zona y alojarse en iglesias, seminarios y campos de refugiados establecidos en esa época. Añorando un regreso que comenzó a vislumbrarse tras la finalización del conflicto armado a principios de 1990, cuando se inicia el proceso para la firma de los acuerdos de paz.6

Una pequeña caravana compuesta por 30 personas salió del Comité Pro desplazados de El Salvador (CRIPDES), el 17 de enero de 1991, a bordo de un viejo camión y acompañados, en muestra de solidaridad, por una delegación alemana. Inesperadamente, el viaje fue interrumpido por un retén militar en el Municipio de Suchitoto, alegando que no llevaban salvoconducto. Frente a esta negativa, el pequeño grupo resolvió quedarse junto al retén, decididos a no dar un paso atrás. Al quinto día de su llegada, más de 600 campesinos de la zona les apoyaban con su presencia. Después de una serie de negociaciones, las barricadas fueron desalojadas y el grupo continuó su camino hacia Cinquera, el 21 de febrero de 19917 .

“La llegada fue traumatizante, el pueblo había desaparecido casi por completo, producto de los intensos bombardeos. Sólo habían quedado como testigos la fachada de la iglesia colonial y algunas paredes de adobe que se resistían a caer. Las calles y caminos del antiguo pueblo se habían perdido en medio de la vegetación”.8

Después de la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, continúo un retorno progresivo de pobladores originarios del municipio, así como de otras comunidades aledañas, con la esperanza de reiniciar una nueva etapa. A este grupo se unieron excombatientes del FMLN, quienes como parte de los Acuerdos de Paz, recibieron entre 1 a 3 ha, dentro del Programa de Transferencia de Tierras (PTT), dispuestos a iniciar la reconstrucción del pueblo.

En el ámbito nacional, la superación de la problemática básica posterior a los acuerdos de paz originó mecanismos como la Promogestora de Repoblación Solidaria (PROGRESO) y el comité regional del CRIPDES. PROGRESO funcionó como organismo regional hasta el avance en la consolidación de los poderes locales a niveles municipal y departamental en Cabañas.

El cambio ocurrido en el paisaje era notorio, el bosque se constituyó en un icono para la población, pues salvaguardó la vida de muchos combatientes y constituyó el escenario de varias batallas. En el periodo 1992-1993 PROGRESO desarrolló un pequeño proyecto de protección del Bosque de Cinquera, con el apoyo de organismos internacionales, mediante la conformación de un equipo de cuatro guardabosques y pequeñas acciones de educación ambiental.

La organización comunitaria fue un factor crucial para enfrentar los retos sociales, económicos y políticos que tenían por delante. En 1994, la administración municipal retornó al pueblo de Cinquera, viniendo a fortalecer el proceso de desarrollo que se había iniciado.

Más tarde, la Asociación de Desarrollo Integral de Tejutepque (ADIT) y la Asociación para la Reconstrucción y el Desarrollo Municipal en Cinquera (ARDM), como expresiones de la sociedad civil organizada, inician acciones por el desarrollo social, económico y ambiental de las comunidades.9

En la postguerra, la importancia del área natural trasciende al contribuir a la provisión de agua de la zona, con lo que tanto ADIT como la ARDM incluyen la protección del área entre los puntos importantes de su quehacer, más tarde, el área natural se constituye en el eje alrededor del cual se plantea el desarrollo de la zona.

El paisaje antes y después del conflicto armado

En los años posteriores a la independencia (1821), el añil se cultivaba en casi todo el país. Durante esta época, Cinquera fue una región dedicada a este cultivo, a su alrededor giró la economía del país durante casi 300 años, desde finales del siglo XVI hasta finales del siglo XIX.10

La abundancia de corrientes de agua y suelos con buen drenaje propiciaron la expansión del “jiquilite” (Indigofera sp) en la zona. Su introducción trajo consigo un cambio drástico del paisaje: cientos de hectáreas de bosques fueron taladas para dar paso a este cultivo.

A partir de 1880, la época dorada del añil llegó a su fin, debido al descubrimiento de los colorantes artificiales. Esto provocó una brusca caída de los precios internacionales por lo que los campos añileros fueron dedicados al cultivo de maíz, maicillo y frijol, sufriendo un progresivo deterioro y pérdida de fertilidad a consecuencia de las prácticas inapropiadas empleadas en estos cultivos; la siembra en terrenos con pendientes muy fuertes y sin actividades de conservación de suelos, la tumba roza y quema son algunas prácticas que aún persisten.

El abandono de las tierras de cultivo tras la huida de la población por el ataque militar durante el conflicto armado, ha cambiado nuevamente el paisaje, en el cual ahora predomina el área boscosa que por haber constituido refugio en muchas batallas, resulta emblemático para buena parte de la población; con todo, el área de bosque se encuentra rodeada por cultivos de granos básicos y pastizales.

En la actualidad la importancia del área está vinculada a su rol hidrológico, presentando una compleja red hídrica, conformada por aproximadamente ocho ríos.

La protección del área natural como objetivo central después del conflicto armado

Desde el inicio de la repoblación, los antiguos habitantes de Cinquera consideraban la protección del área boscosa una de sus prioridades. Un fuerte arraigo por el bosque desde la época del conflicto los anima a protegerlo hasta ahora.

“Para los que se quedaron combatiendo, el bosque formó parte de su vida, sin el bosque no podían vivir porque las flotillas de aviones bombardeaban Cinquera a diario, a partir del uno de mayo del ochenta y tres… Después de finalizado el conflicto nos planteamos: si el bosque nos defendió, ahora nosotros lo vamos a defender”.11

La protección en un principio fue literal, ya que al finalizar el conflicto, se desató un saqueo en zonas abandonadas, los pobladores de Cinquera se enfrentaron a grupos de personas que llegaban a talar y extraer madera sin ninguna autorización, al grado que crearon grupos vecinales voluntarios de vigilancia, para defender la zona de los incendios y las talas con sus propios machetes, esta fue según manifiestan, la primera y más dura etapa en la protección del área natural.

La defensa del bosque les ganó el calificativo de “conservacionistas” y “ecologistas”, en parte también porque el movimiento de izquierda estaba impulsando los temas de medio ambiente y género. Con el tiempo, su visión con respecto al área natural ha evolucionado:

“Iniciamos la protección del bosque porque es nuestro patrimonio, nos identifica con el pasado, así fuimos aprendiendo…Hoy concebimos un área natural con gente, con actividades que modifican el paisaje y que dan sostenimiento al área… El área natural juega un papel importante en la búsqueda de solución a los problemas socioeconómicos de la gente”.12

Así, desde la conformación legal de la ARDM en 1996, la organización retoma el tema de la protección del bosque como una de sus prioridades, inicialmente con la organización de un foro ambiental, el cual se ha venido realizando cada año hasta la fecha. Estos foros representan un instrumento de participación para la divulgación de la problemática ambiental y la puesta en común de las actividades realizadas, los logros y los retos a futuro.

Desde su inicio, la ARDM establece una alianza permanente con el gobierno municipal, lo que ha potenciado el trabajo de ambos. En sus tres primeros años, la ARDM contó con el apoyo de organismos internacionales solidarios, más tarde iniciaron la búsqueda de financiamiento con distintas organizaciones que apoyaron a través de pequeños proyectos las actividades de promoción del desarrollo y la protección del área natural.

Percepciones sobre la importancia hidrológica del Área Natural de Cinquera

En el área boscosa se encuentran una serie de nacimientos naturales que permiten a las comunidades abastecerse de agua para usos múltiples. La presencia de numerosos cuerpos de aguas superficiales, como ríos y nacimientos, es considerado por la población como un indicador  de la capacidad de reserva de agua en el área boscosa.

Sin embargo no hay hasta la fecha información hidrogeológica que pueda ayudar a confirmar esto; se considera que esta información es valiosísima, pues permitiría determinar zonas clave para la protección del agua, dada la particularidad hidrogeológica de la zona, ya que los suelos de la zona corresponden a suelos volcánicos antiguos, cuya permeabilidad es de media a reducida.

El tema del agua es uno de los más importantes para la población, pues en Cienquera, como en todo el país los ríos han visto reducido su caudal considerablemente en los últimos años, por lo que la protección del bosque es vista como sinónimo de conservación de agua por la población local. Este tema se ha convertido en uno de los motores para la conservación del área natural.

En la ARDM se considera que con el correr del tiempo han adquirido conocimientos técnicos y experiencia en el tema de la gestión, pues en un principio este esquema de área natural combinado con acciones de desarrollo local, no calzaba precisamente con el enfoque tradicional de conservación en El Salvador.

La gestión de áreas naturales en El Salvador

En la actualidad el Sistema de Áreas Naturales Protegidas de El Salvador (SANP), está conformado por 87 áreas naturales. Estas áreas han sido propuestas para integrar el SANP, y suman un total de 63.670 ha, lo que representa un 3 por ciento de la superficie total del país13.

La protección de áreas naturales en El Salvador retoma en sus inicios, al igual que el resto de América, el modelo de Yellowstone y va siendo influenciada por los distintos convenios y convenciones ratificados, que por mandato han propiciado la conservación de las áreas y recursos contenidos en las mismas.

El final del conflicto armado en 1990, abrió una nueva etapa para la gestión de las áreas naturales, aunque el tema no formara parte de la agenda gubernamental de la época. Así, con muy escasos recursos y aprovechando el surgimiento de organizaciones no gubernamentales ambientalistas, se crea la figura de coadministración, conocida como “comanejo”, mediante la cual se cedía en comodato por un período determinado de tiempo, varias áreas naturales a distintas ONG’s, de tal forma que la gestión fuera realizada por estas14. En la actualidad, varias de estas ONG’s aún continúan gestionando las áreas.

La figura de Comanejo ha sido muy importante ya que el tema ambiental no ha sido prioritario en las agendas gubernamentales y particularmente se ha dado muy poco apoyo financiero a la gestión de áreas naturales protegidas, desde sus inicios, tanto para la anterior División de Parques Naturales y Vida Silvestre, como para la actual Gerencia de Áreas Naturales Protegidas y Corredor Biológico (GANP-CB), la constante ha sido un bajo e insuficiente presupuesto. Por ejemplo, en el año 2006 la GANP-CB recibió 54 por ciento del ingreso de la Dirección General de Patrimonio Natural del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARN), un total de $376,930 anuales15.

La ratificación de convenios internacionales ha modelado la gestión de las áreas naturales en El Salvador, ya que al ser signatario de los mismos adquiere el compromiso de realizar acciones en la dirección establecida en el ámbito internacional. Es importante mencionar la influencia de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en la gestión, señalando que los avances que UICN ha marcado en cuanto a un enfoque socialmente incluyente, que busca compatibilizar la conservación con el desarrollo de las comunidades locales, si bien es cierto, han sido retomados en el discurso de la gestión en El Salvador, aún falta mucho para que sean llevados a la práctica.

La Ley de Áreas Naturales Protegidas como instrumento legal para la gestión

La Ley de Áreas Naturales Protegidas, de reciente creación (2005), es el instrumento legal que rige la gestión en el país, asignando al MARN la competencia de normar la gestión. La ejecución no está del todo clara y se ha venido realizando con muchas deficiencias.

Desde su aprobación, se esperaba que la Ley de Áreas Protegidas cumpliera un importante papel en la gestión, desafortunadamente, dado que la mayor parte de las áreas no posee estatus legal como tales, dicha Ley carece de elementos para que el Estado pueda intervenir, podría decirse que el avance hasta ahora alcanzado con el instrumento se ha quedado muy corto.

La problemática que enfrentan las áreas naturales en El Salvador

Los problemas que enfrentan las áreas naturales son los derivados de una alta presión humana que ha sido vista como depredadora y que desafortunadamente, se identifica siempre con la población pobre que habita dentro o en los alrededores de las áreas.

Así, la producción agrícola con técnicas inapropiadas o en zonas no adecuadas para la actividad es uno de los problemas generalmente mencionados, ya que desafortunadamente en El Salvador, la herencia de la revolución verde aún persiste y la agricultura amigable con el ambiente está despuntando en algunas zonas.

Otro problema lo constituye la extracción de recursos maderables y no maderables, problema que se magnifica en casos de talas de extensiones considerables generalmente en tierras privadas con fines de parcelación y posterior venta para cambio de uso del suelo tales como agricultura e incluso habitacional. También es importante mencionar la cacería furtiva y extracción de especies de fauna para la venta ilegal.

La Ley de Áreas Naturales Protegidas no ha resultado ser un instrumento legal eficaz para atacar la problemática, precisamente porque quizá el mayor problema que enfrenta el SNAP es que la gran mayoría de las áreas naturales no han sido declaradas legalmente como tales y son tratadas en algunos casos como bosques y otros como simples matorrales que la Ley Forestal no protege suficientemente. Este es el caso del área natural de Cinquera, que no obstante está incluida en el SNAP, no posee una categoría legal.

Más de la mitad de las áreas naturales que conforman el SNAP provienen del proceso de reforma agraria, durante esa época, las áreas fueron asignadas al Estado, pero administradas por el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA). No obstante, que tanto el ISTA como el MARN son organismos gubernamentales, debe existir un engorroso proceso de “transferencia”, ya que únicamente siendo trasferidas estas tierras al MARN pueden ser declaradas ANP. En el caso de áreas privadas, únicamente bajo el acuerdo voluntario del o los propietarios y cumplidos los requerimientos técnicos puede otorgarse la declaratoria.

La falta de peso institucional del MARN se pone indiscutiblemente de manifiesto, ya que su limitada capacidad mediática no ha alcanzado los niveles decisorios del actual gobierno.

La dispersión de criterios técnicos y de enfoque dentro del mismo MARN, no han logrado enviar un mensaje adecuado a los tomadores de decisión y sector empresarial del país, complicando la comprensión de la prevalencia del interés público de conservación de los recursos naturales valiosos e irreemplazables, sobre los intereses privados.

Así, el tema es relegado de la agenda gubernamental y como consecuencia se tiene una baja presencia institucional en algunas ANP, el personal técnico resulta insuficiente en cantidad. También es importante mencionar que los escasos recursos y personal con que cuenta la gestión de ANP a nivel gubernamental, dificulta la investigación tan necesaria y además, el seguimiento de alianzas con la sociedad civil para el logro de una gestión compartida.

La gestión del área Natural de Cinquera bajo un modelo novedoso en el país

La gestión del Área Natural de Cinquera por la ARDM desde sus inicios ha enfrentado muchas dificultades y también logros, uno de los primeros logros ha sido el reconocimiento del área natural como tal por parte de las instituciones gubernamentales, que inicialmente se negaban a su reconocimiento aduciendo que el área no cumplía con los atributos de ninguna de las categorías de gestión existente. Fue a través de los primeros estudios de investigación sobre el área, que se reconoció e incluyó el área dentro del SANP propuesto.

Este reconocimiento, les ha valido para contar con una limitada asesoría por parte del MARN y la oportunidad de gestionar financiamiento con distintos organismos, que han apoyado la gestión bajo el enfoque de ARDM que combina objetivos de protección y desarrollo local.

La experiencia acumulada por un núcleo de la población en las áreas de desarrollo local y protección es otro de los logros mencionados. El hecho mismo de que la ARDM se mantenga y fortalezca es otro gran logro, ya que muchas organizaciones locales surgen y tienen muy corta vida en el país. Esto va amarrado al establecimiento de alianzas tanto con organismos estatales como no gubernamentales, dichas alianzas han sido clave en el trabajo de la ARDM.

El establecimiento de alianzas y convenios ha permitido la realización de estudios básicos de investigación, tales como listados de flora y fauna, análisis de la sucesión vegetal, así como estudios específicos de algunas especies de mamíferos e incectos.

La gestión del área natural a través de la ARDM

La ARDM está enfocada en la búsqueda y promoción de alternativas que puedan compensar, en algún grado, la conservación de la cobertura boscosa, a los propietarios que no están cultivando sus propiedades por estar dentro del área núcleo del bosque. Una de las alternativas es incluir a las comunidades locales en el desarrollo de turismo rural (agroturismo y ecoturismo), a fin de canalizar beneficios económicos. En este sentido, el turismo rural es una opción que articulada con otras actividades, resulta viable para el desarrollo de la población local.

El desarrollo del turismo rural en el área natural tiene como eje fundamental la “Montaña de Cinquera”. Se ha iniciado preparando guías comunitarios y diseñando unas rutas para los visitantes, además, se está apoyando la creación de micro-empresas agro-eco turísticas como las de servicio gastronómico y zoocriaderos. A través de estas acciones, la ARDM persigue incorporar tanto a hombres como a mujeres de diferentes edades en actividades productivas, de tal forma que los beneficios no se restrinjan a un solo sector de la población.

La infraestructura con que se cuenta es muy limitada, únicamente se ha trabajado en la demarcación de senderos y recientemente la construcción de un mirador, así como la delimitación de un área de acampar. Convendría avanzar en la mejora de infraestructura de alojamiento, alimentación y servicios al turista, así como de servicios básicos como servicios sanitarios. Hasta ahora los ingresos del turismo logran cubrir únicamente los costos de operación y parte del mantenimiento del área.16

Las apuestas desde lo local para la gestión del área natural

El área natural se visualiza como un eje alrededor del cual puede impulsarse el desarrollo de la zona. En la actualidad se considera que los temas prioritarios de la gestión son la delimitación y declaratoria legal del área natural, el diseño y puesta en marcha el plan de manejo del bosque, la promoción de actividades productivas como la producción agrícola orgánica, el turismo rural vinculado a la educación ambiental y la gestión del agua.

De esta forma, la idea es integrar a la población en la gestión, potenciando las capacidades locales en el uso de los recursos y oferta de servicios. El alto grado de organización y las redes sociales que han logrado, así como el área de bosque son los principales activos con que cuentan en su apuesta de desarrollo; están conscientes sin embargo, que aún les hace falta mucho camino que recorrer y lograr nuevas alianzas que les apoyen en su apuesta de desarrollo.

En un país como El Salvador, con una fuerte humanización y un ruralidad dinámica, se hace necesario ampliar la visión de las áreas naturales protegidas, más allá de instrumentos de protección del medio natural. También se deben pensar como instrumentos de ordenación del territorio y de gestión del medio rural, redescubriendo su carácter multifuncional donde la función medioambiental, además del carácter agrícola, tiene cada día mayor significación territorial y también económica17.

En la mayoría de los casos se considera a la población rural aledaña o que habita dentro de las áreas naturales como verdaderos depredadores. Justificándolo tras la realidad de una agricultura con una fuerte influencia de la revolución verde y con prácticas agrícolas no sostenibles. No obstante, algunas pequeñas experiencias de agricultura bajo prácticas amigables con el ambiente, anuncian la posibilidad de un cambio necesario e impostergable de cara a la sostenibilidad.

Se hace necesario como sugiere Toledo (2005) “repensar la conservación”, la cual, para ser operativa y eficaz, requiere de planteamientos activos que permitan que las áreas protegidas funcionen como instrumentos articuladores de modelos de desarrollo sustentable de los territorios donde se localizan. Superar la visión estrictamente biologista lleva a incluir aspectos históricos y culturales que han sido deliberadamente dejados en el olvido18.

Conclusiones

No obstante las serias dificultades que enfrenta la gestión de áreas naturales en El Salvador, experiencias como la del Área Natural de Cinquera resultan alentadoras y pioneras, generando desde ahora lecciones importar a retomar no solo para el conjunto de áreas naturales privadas sino también para las estatales, como punto de partida hacia la evolución del enfoque de conservación en el país, hacia un nuevo enfoque socialmente más incluyente.

Los logros en la gestión conseguidos hasta ahora tienen como factor determinante la presencia de una organización social consolidada con vínculos tanto locales como internacionales, así como la apropiación de la población de Cinquera con la gestión del área natural.

Para los pobladores de Cinquera, el área natural constituye una herencia del conflicto armado y un aliciente para iniciar la reconstrucción del pueblo, años después del conflicto, su importancia trasciende a la revalorización del espacio a través de su rol hidrológico y su potencial para el desarrollo local. En el ámbito nacional, iniciativas de gestión como las de Cinquera por parte de la ARDM, resultan ejemplares como modelos alternativos de gestión que logren articular estrategias de conservación y desarrollo. El reconocimiento de que estas formas de conservación activa son viables y sobre todo necesarias en el país, puede resultar un catalizador hacia la resolución de la problemática de la conservación de áreas naturales y la del desarrollo rural en El Salvador.


Notas

2. En El Salvador la división político administrativa es de Departamentos, municipios y cantones.

3. Herrera, N. 2006

4. A raíz de los acuerdos de Paz entre el Gobierno y el FMLN, se produjo una distribución de tierras a excombatientes tanto del ejército nacional como del FMLN, el objetivo era dotar de tierra para trabajar a los excombatientes y así reintegrarlos al proceso productivo nacional; sin embargo, las tierras entregadas en la mayoría de los casos fueron tierras con vocación forestal o bosques propiamente dichos.

5. Erazo, 2006

6. Erazo, 2006

7. Alvarenga, 2006, comunicación verbal

8. Erazo y Monterrosa, 2000)

9. Browning, 1998

10. Alvarenga, 2006, comunicación verbal

11. Fuentes, 2006. Comunicación verbal

12. Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, 2003

13. Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, 2003

14. Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, 2006

15. Saurí y Boada, 2006

16. El coste de entrada al parque es de $1 por persona. $0.5 para estudiantes y $3 para los extranjeros. El coste del guía por grupo es de $8

17. Toledo, 2005


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