Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796]
Nº 100, 5 de julio de 1998

RIBERA CARBÓ, Eulàlia. Herencia colonial y modernidad burguesa en un espacio urbano. El caso de Orizaba en el siglo XIX. Tesis Doctoral dirigida por el Dr. Horacio Capel Sáez. Universidad de Barcelona (Departamento de Geografía Humana), 1998, 341 págs.

José Ignacio Muro Morales



Este trabajo presentado como Tesis Doctoral analiza la ciudad mexicana de Orizaba en un contexto temporal en el que tuvieron lugar importantes transformaciones en las tramas urbanas preindustriales. Un asentamiento que los aztecas denominaron como la 'Alegría del Agua' y que las características ambientales confieren el carácter de 'Pluviosilla'. Entre el altiplano de la capital novohispana y la costa de Veracruz, Orizaba mantiene desde el siglo XVI su relevancia como lugar de paso y de intercambio en una de las rutas que desde el dominio colonial tuvieron un mayor desarollo. Esta Tesis Doctoral muestra las características básicas de su crecimiento y su organización urbana bajo dos ejes principales: el cambio y la continuidad. Los procesos de cambio generados como respuesta a la organización urbana de la ciudad colonial, y las continuidades manifestadas en el control de su desarrollo entre la Guerra de la Independencia mexicana y el inicio del gobierno de Porfirio Díaz a partir de la década de 1870.

La Tesis Doctoral de Eulàlia Ribera fue defendida en la Universidad de Barcelona el día 19 de mayo de 1998 y obtuvo la calificación de Sobresaliente Cum Laude por unanimidad. El tribunal que la juzgó estaba constituido por el Presidente, el Dr. Joan Vilà Valentí, Catedrático de Geografía de la Universidad de Barcelona y los Vocales, el Dr. Antonio Bonet Correa-Calderón, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, el Dr. Miquel Izard Llorens, Profesor Titular de Historia de América de la Universidad de Barcelona, el Dr. José Luis Oyón Banyales, Profesor Titular de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès, de la Universitat Politècnica de Catalunya y el Dr. José Ignacio Muro Morales, Profesor Titular de Geografía Humana de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona.

Esta es una investigación centrada en el análisis de los elementos básicos que definieron la estructura y la actividad de la ciudad, resaltando el papel de los grupos sociales que incidieron en su evolución durante el período estudiado. Un trabajo, como su autora destaca, entre la historia urbana y la geografía histórica, donde la estructura física es leída y cartografiada a través de las contradicciones sociales. El resultado es una idea de ciudad en un contexto hispanoamericano con amplias referencias a la realidad mexicana y a los procesos históricos generales. Es un trabajo sobre los procesos que configuraron la ciudad de Orizaba entre la superación y transformación de las características urbanas del Antiguo Régimen y el diseño de una ciudad inmersa en el liberalismo decimonónico. Para ello su autora ha manejado aportaciones de carácter general, que han servido de comparación con un análisis pormenorizado de las fuentes locales. A pesar de todas las dificultades que de forma recurrente aparecen como transfondo de la investigación, Eulàlia Ribera ha sabido interpretar y contextualizar los datos y noticias del Archivo Municipal, y otros especializados. Asimismo debemos destacar el esfuerzo de reconstrucción cartográfica y de recuperación de la imagen gráfica que la autora ha realizado sobre el conjunto de problemáticas investigadas.

Estamos ante un trabajo escrito en un estilo directo y claro, donde aparecen reseñados los prestamos intelectuales y la distancia crítica ante las fuentes. Los diversos niveles de explicación que contiene nos ha llevado en forma gráfica y sentida por el paisaje de la Orizaba del siglo XIX y nos ha invitado a conocer su espacio social hasta finales del ochocientos. Y lo ha hecho manejando distintos y ricos discursos interpretativos. La estructuración de la tesis ha evitado el uso de los esquemas clásicos de ordenación temática y nos ha presentado las diversas caras de la construcción de una ciudad, para un período en el que la historiografía ha insistido más en las permanencias y continuidades cuando no en el desconocimiento.

Un recorrido espacial, histórico y social por una ciudad mexicana decimonónica ya justifica la realización de una investigación. Pero además, en este caso, se han alcanzado conclusiones válidas para la comparación con otros desarrollos urbanos. Este estudio sobre el entorno urbano de Orizaba muestra, entre otras cuestiones, la progresiva consolidación de los regímenes liberales, la desarticulación de las estructuras urbanas coloniales que pervivieron con un margen de continuidad notable, los proyectos de ordenamiento emprendidos por los gobiernos de la ciudad, así como la progresiva secularización de la vida ciudadana.

Paralelamente a los cambios políticos generados con la Independencia mexicana se iniciaban en México y en otros lugares del mundo importantes transformaciones en el sector productivo que dejaron sus huellas en los espacios urbanos. La ciudad de Orizaba mantendrá su aspecto preindustrial hasta las postrimerías del siglo. Las primeras y aisladas experiencias industrializadoras no fueron suficientes para romper una dinámica urbana, heredera del orden colonial. Sin embargo y como la tesis resalta, la ciudad fue moldeándose y adaptándose a una nueva etapa de desarrollo económico. Durante el medio siglo que separa la Independencia mexicana del Porfiriato la intensidad de los cambios estuvo relacionada con la capacidad de adaptación de los agentes locales a las manifestaciones de orden socio-económico. A pesar de que es un período en el que destaca un estancamiento urbano, la autora muestra los progresivos cambios en el funcionamiento y en el uso social de los espacios urbanos, bajo iniciativas públicas y privadas, y reflejadas en la burocracia municipal. Todo ello tuvo efectos significativos en la estructura urbana de Orizaba, alejando de ella las intensas segregaciones que acompañaron a la industrialización. Una modernización que implicó diferenciaciones acusadas, pero también notables hipotecas de la etapa colonial.

En una ciudad como Orizaba, rodeada de corrientes de agua y adaptada a los riesgos naturales que la asolan periódicamente, el reparto de la tierra confirió a la trama urbana una de sus características esenciales. Desde los primeros asentamientos quedó definida una estructura prácticamente inalterada hasta finales del ochocientos. Con la sustitución de las importantes plantaciones azucareras por el monopolio estatal del tabaco, Orizaba consiguió un significado aumento demográfico, alcanzando el título de villa en el último tercio del siglo XVIII. A partir de 1821, la ciudad novohispana, con una nueva estructura de poder ante la deserción de los colonizadores, entró en una nueva dinámica. Por un lado, una continuidad con el viejo orden de cosas representado por los grandes terratenientes, a los que hay que añadir intereses como los militares, del clero, o los de altos funcionarios, entre otros. Por otro, las clases medias urbanas, los profesionales, los artesanos, los comerciantes, los nuevos intereses agrarios. Un difícil equilibrio entre posturas liberales y conservadoras en un período convulso de conflictos entre oligarquías tradicionales y una burguesía en ascenso, así como las nuevas dependencias externas. Ello explica, como en otros lugares, las dificultades para el desarrollo industrial y para la construcción de un estado moderno.

Esta investigación contiene 21 capítulos, además de un prólogo, una introducción, un epílogo, tres anexos cartográficos o reproducciones documentales de la época, la bibliografía, la relación de los documentos de archivo, la cartografía y la notación de los testimonios orales empleados. El contenido de la tesis doctoral está estructurado en dos niveles bien articulados: el planteamiento de las cuestiones teóricas iniciales y un apartado de antecedentes en el que se inscribe a Orizaba en el marco del México decimonónico. A continuación y bajo el epígrafe de 'La Orizaba en el siglo XIX', el núcleo de esta Tesis doctoral, la autora inicia una serie de capítulos estructurados en tres partes con entidad propia: 1) las actividades económicas y la oligarquía urbana; 2) la morfología urbana; y 3) la organización de la vida ciudadana: servicios públicos y recreación. Las conclusiones muestran una reflexión comparada de los resultados obtenidos con otros contextos y procesos más generales, bajo el hilo conductor de las consecuencias territoriales y sociales de los cambios, los proyectos no alcanzados y el papel de las instancias municipales en la modernización urbana. En el epílogo la autora interrelaciona los distintos aspectos tratados en la investigación desde la formulación de las hipótesis iniciales.

En la primera parte de 'La Orizaba del siglo XIX', quedan planteadas las relaciones entre las actividades económicas y la formación de una oligarquía urbana. La desaparición de los grandes mayorazgos coloniales en la zona plantea el problema de la propiedad de un suelo fértil, generándose intensos negocios de compra-venta de tierras con repercusiones para el propio diseño de la ciudad. A continuación Eulalia Ribera centra su atención en la implantación industrial y su reflejo en la transformación urbana, desde la tradición manufacturera y sus grados de transformación y adaptación, a la instalación de un gran centro fabril de hilaturas que iniciaba la modernización, pero que de hecho es interpretado como una excepción. En este mismo apartado la autora ha diferenciado la actividad comercial de los servicios, con frecuencia ligados al intercambio, como la instalación de un matadero, la organización de los transportes o de instalaciones de hospedaje para viajeros y comerciantes.

La segunda parte analiza la morfología urbana desde las características y cambios en el plano, la ocupación del espacio, el uso del suelo y segregación, la parte de ciudad construida y el mantenimiento urbano y, por último, la imagen de Orizaba a través de su aspecto físico, el ornato y el ambiente integrado en el entorno urbano.

La última parte incluye una serie de capítulos bajo la rúbrica de 'organización de la vida ciudadana', y que abordan cuestiones derivadas de las infraestructuras, los servicios públicos y los aspectos relacionados con el diseño de espacios con funciones como las del castigo o la relación social. Los tres últimos capítulos están dedicados a una reflexión teórica sobre algunos elementos comparados que el caso de Orizaba ha sugerido: los procesos de segregación e integración urbana, la delimitación de los espacios del privilegio y la plaza como unidades con múltiples lecturas; la diferenciación entre los proyectos y las realizaciones urbanas; el papel del municipio en el inicio de las transformaciones de finales del siglo XIX con la introducción de elementos importantes para la dinámica urbana; las comunicaciones, la cuestión sanitaria o el triunfo de un determinado orden político y social en el país.

Esta investigación finaliza con un epílogo donde su autora destaca las especificidades de Orizaba entre las ciudades de creación española en América. El ordenamiento de la trama urbana se produce fundamentalmente a partir de un camino y de forma subsidiaria alrededor de la plaza central. Pero en este asentamiento mexicano quedan entremezclados los usos del suelo agrícolas y los residenciales que definen la existencia de un lugar central y de ámbitos periféricos, con contenidos sociales y económicos segregados. La autora nos muestra que el período de estancamiento urbano viene determinado por la destrucción del monopolio tabaquero y por la incapacidad de los recursos municipales para llevar adelante proyectos de cierta entidad. La dimensión y la escala del primer ensayo industrializador empieza a romper el modelo preindustrial de ciudad, aumentando de forma notable la proletarización y los efectivos demográficos, aunque sin continuidad.

A través del papel de los principales protagonistas en el diseño de la ciudad, esta investigación muestra con rigor metodológico los procesos de adaptación morfológica y el contenido social de una ciudad media mexicana durante una parte del siglo XIX. Y lo resuelve eficazmente, a pesar de las dificultades de recuperación de la memoria de un entorno que no es central en el sistema urbano de México. Para superarlas la autora ha manejado las fuentes de archivo, realizando un notable esfuerzo de síntesis de la siempre árida documentación administrativa. Desde la misma burocracia, Eulàlia Ribera ha sabido trasladarnos las imágenes del desarrollo urbano y social de Orizaba.

Las dificultades aludidas afectan a cuestiones importantes de esta Tesis Doctoral. Algunas de gran importancia para hacerse una idea de las dimensiones del crecimiento o de la propia imagen que los responsables municipales tenían de la ciudad. Como otros trabajos sobre las ciudades mexicanas han puesto de relieve, la ausencia de información sobre la dinámica demográfica urbana, la misma documentación cartográfica local, o la inexistencia de levantamientos catastrales son carencias de gran relevancia para la comprensión y hasta comparación de las urbes mexicanas del siglo XIX. La autora de este trabajo ha resuelto esos vacíos con bases cartográficas propias, reflejando en ellas el conjunto de la información disponible.

En este trabajo sobre el papel de la herencia colonial y la modernidad burguesa en un espacio urbano como el de Orizaba aparecen de forma recurrente contextualizaciones que lo alejan de parámetros localistas. Analiza buena parte de las dificultades en la modernización urbana de un ámbito particular, opción que permitirá una continuidad temporal y al mismo tiempo sirva de comparación sobre los procesos en otros estudios urbanos de México. La perspectiva de análisis es lo suficientemente amplia y ambiciosa como para conseguir ese doble objetivo. Como ha afirmado Hira de Gortari Rabiela, para algunos períodos de la historia urbana mexicana como el que esta tesis doctoral aborda no existen datos de ningún tipo, como si esa historia empezara de hecho en la década de 1870. Una razón más de la valía de los resultados obtenidos por la autora.

Las cuestiones que esta investigación sugiere trascienden la voluntad de síntesis impuesta por su autora. Entre todas las posibles nos ceñiremos a dos grandes consideraciones: la importancia de los factores económicos en el desarrollo urbano y el papel de arbitraje y ordenación de la administración local. A partir del año 1856, la siembra y la manufactura del tabaco se liberalizan definitivamente, cuestión que planea sobre el mercado de la tierra de Orizaba y sus alrededores. Además de las consecuencias para la ciudad propiamente dicha, debió producir importantes cambios de usos del suelo y por ello transformar en parte el paisaje orizabeño.

En las primeras décadas del siglo XIX se instaló en Orizaba la fábrica téxtil de Cocolapan, ejemplo, dice la autora, de una iniciativa económica nacional impulsada por políticos conservadores. Esta impresionante colonia industrial organizó su propio espacio industrial integrado en la ciudad. Cocolapan tuvo una especial incidencia en el diseño urbano, redefiniendo usos del suelo y ordenando la red de comunicaciones del entorno. La investigación de Eulàlia Ribera pone de manifiesto el esfuerzo del capital nacional para hacer realidad este proyecto. Pero el contenido de ese centro fabril, la orientación de su producción, los procesos productivos, su arquitectura y la disposición espacial de sus componentes parecen replicas de modelos repetidos en otros lugares.

En un apartado específico dedicado al mundo del comercio se considera a Orizaba como el centro de una región que organiza una zona de influencia. Una actividad comercial fuertemente controlada por las autoridades, que a través de la recaudación de alcabalas en las aduanas proveían ingresos a las arcas municipales. La tardía desaparición de las aduanas interiores podría concretar algo más el área de influencia de Orizaba en base a esta actividad de intercambio y de derechos de paso de mercancías.

Entre los protagonistas de esta tesis destacamos el papel de la autoridad municipal. Muy probablemente a lo largo del período estudiado por la autora la composición del cabildo municipal respondía a los intereses de los notables de la ciudad. Pero no queda explicitada la composición política de éstos, que grado de representación manifestaban en esos años convulsos de las décadas centrales del siglo.

Esta investigación mantiene que el diseño de su plano es el resultado de una ordenación no buscada. En cualquier caso, muy distinta a la organización alrededor de una plaza central, modelo típico de ciudad hispanoamericana. Sin embargo, el centro o los centros de Orizaba son las áreas protagonistas de los intereses comerciales, municipales y en general de la política de ornato e imagen simbólica de la urbe. El mercado de la ciudad, al que el municipio dedica reglamentaciones propias, representa una parte muy relevante de los ingresos municipales devengados por los derechos de plaza. Una actividad comercial que denota un proceso de adaptación notable, aumentando la participación extranjera y modificando la tradicional relación con el entorno regional.

En este trabajo aparecen diferenciaciones de las unidades urbanas, esquematizadas en el área central y la periferia, cada vez menos residencial, unidas o separadas del resto por cuatro puertas que marcaban el ámbito de jurisdicción urbana. Una jurisdicción que se vió fragmentada interiormente en los años sesenta, con la división de la ciudad en nueve cuarteles. Sin duda un instrumento más en manos de las autoridades municipales para ejercer un control más eficiente sobre la ciudadanía y la actividad urbana.

En el centro urbano de Orizaba se daban la mano el escenario económico, político, ciudadano, religioso, simbólico, una representación en la que las distintas oligarquías tenían asignado un papel. El mantenimiento de una localización central parece como si igualara a todos, como sí los intereses urbanos fueran los mismos. Las esquematizaciones tipológicas pueden ocultar polémicas y defensas corporativas o de intereses individuales contrapuestos, donde la escala de observación (municipal, regional o estatal) puede tener una significativa relevancia.

El desarrollo de la ciudad decimonónica origina una serie de reglamentaciones, desde las ordenanzas municipales, los reglamentos de polícia urbana, los de funcionamiento del mercado, de las plazas, del teatro y de las diversiones públicas, o de los carruajes. Estos ejemplos de legislación urbana reflejan la voluntad de control, de orden o de ornato por parte de las autoridades del cabildo y representan una forma de intervención de los intereses públicos y privados sobre el espacio urbano. El análisis de la legislación urbana es muy relevante en sus más diversos aspectos. En primer lugar quizás sea preciso enmarcarla en la labor ordenancista del estado mexicano desde la independencia, y tal vez realizar comparaciones con otros modelos sobre el funcionamiento de la ciudad. El mismo ayuntamiento aparece en este trabajo como un constructor y un agente productor de espacio urbano, además de policía de intereses particulares.

No se agotan aquí las sugerencias de la investigación de Eulàlia Ribera sobre un espacio urbano mexicano. Este trabajo está insertado en un programa de investigación que ha dado provechosos frutos a la investigación sobre el pensamiento geográfico y la ordenación del territorio en el Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona, bajo la dirección del Dr. Horacio Capel Sáez. También tiene relación con el desarrollo de una geografía histórica de las ciudades medias mexicanas en el período inmediato a la finalización del domínio español en Nueva España. Desde una y otra orilla Eulàlia Ribera Carbó ha resuelto de forma brillante las preguntas que la investigación planteaba y ha avanzado nuevos interrogantes que posibilitan desarrollos y ampliaciones posteriores.

Bibliografía

BONET, A. El urbanismo en España e Hispanoamérica. Madrid: Cátedra. 1991.

De GORTARI, H. Las ciudades decimonónicas mexicanas: itinerario de estudio. L'Ordinaire Latinoamericain, 160-161, nov. 1995-feb. 1996. p. 35-42.

HARDOY, J.E. La forma de las ciudades coloniales en Hispanoamérica. Historia Urbana, Valencia: 4, 1997, p.102-129 (publicado inicialmente en Psicon, Florencia: 5, 1975).

OLIVERAS, J. Poder municipal y urbanismo en el siglo XIX. Ciudad y Territorio, Madrid. 94. 1992. p.79-92.

ROBINSON, D.J. La ciudad colonial hispanoamericana: ¿símbolo o texto?. In Peset, J.L. (Coord.) Ciencia, vida y espacio en Iberoamérica. Madrid: CSIC. 1989. p.249-280.

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