Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XVIII, nº 1020, 5 de abril de
2013
[Serie  documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]

 

MUJERES EN LA GEOGRAFÍA UNIVERSITARIA MEXICANA ACTUAL: UNA APROXIMACIÓN CUANTITATIVA.

Martín M. Checa-Artasu
Paula Soto Villagrán
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa

Recibido: 25 de junio de 2012; Devuelto para revisión: 8 agosto 2012; Aceptado: 20 de diciembre de 2012


Mujeres en la geografía universitaria mexicana actual: una aproximación cuantitativa (Resumen)

En las tres últimas décadas las “geografías de género” han tenido como principal objetivo poner en el centro del análisis geográfico el problema de la visibilidad de las mujeres, en cuanto a la producción de paradigmas teóricos. Sin embargo, poco se sabe de la situación de la mujer dentro la geografía académica, mucho menos en México, donde este tema ha sido escasamente tratado. El trabajo que presentamos es una aproximación cuantitativa sobre las mujeres que ejercen docencia e investigación en universidades y centros de investigación de geografía y ciencias afines en México. Dos pautas marcan el análisis: la paridad entre géneros y los parámetros de equidad.

Palabras clave: género,  geografía, mujeres, equidad, México


Female in the current Mexican geography: a quantitative approach (Abstract)

During the past three decades the geographies of gender have aimed at placing the problem of female visibility in the center of geographical analysis as far as the production of theoretical paradigms is concerned. Nonetheless, we still know little about the condition of women geographers in academia, and much less in Mexico where the issues has been poorly addressed. This paper presents a quantitative approach regarding the diverse aspects of women engaged in Geography (and related disciplines) teaching and research at Universities and Research Centers in Mexico. Two concepts have been considered in this analysis: gender parity and equity parameters.

Keywords: gender, geography, women, equality, Mexico



La reflexión de género en la Geografía Humana ha tenido uno de los más rápidos desarrollos teóricos y empíricos dentro de los campos del saber geográfico en las dos últimas décadas. Las geógrafas estudiosas de aspectos vinculados al género en sus inicios problematizaron la larga exclusión e invisibilidad de las mujeres en la producción de paradigmas teóricos; se cuestionó las premisas universalistas y esencialistas sobre las cuales se habían conformado la disciplina, quedado silenciado el punto de vista de las mujeres. De ahí que la sostenida crítica a las incoherencias teóricas, analíticas y conceptuales dentro de la disciplina geográfica basada en modelos masculinos, llevo a afirmar que “La geografía ha considerado a la sociedad como un conjunto neutro, asexuado y homogéneo, sin plantear las profundas diferencias que se dan entre hombres y mujeres en la utilización del espacio. Se puede afirmar que las mujeres fueron invisibles para la Geografía[1].” Se configuraron nuevas áreas de estudio y se utilizaron nuevas categorías teóricas que buscaron explicar de modo directo el papel de la mujer en la organización del espacio en diferentes culturas, como su conservación y transformación en el devenir histórico.

Pese a lo anterior sería simplista hablar de las Geografías de género como un campo del saber geográfico homogéneo. Una diferenciación sustancial han sido las diferencias territoriales que se registran en su desarrollo. En efecto, es ineludible reconocer que la incorporación del enfoque de género en la Geografía en los diferentes países e instituciones no ha ocurrido de manera simultánea[2]. Mientras en la Geografía anglosajona la discusión de género comenzó hace más de treinta años, en los países mediterráneos su incorporación ha sido tardía y parcial. Aun así, es posible encontrar aspectos en común que permiten analizar el camino recorrido.  Uno de estos caminos comunes ha sido la preocupación por analizar la condición de las mujeres dentro de la geografía académica y profesional en diferentes países.

Intentando dibujar un breve trazado, que no pretende exhaustividad, de los hitos más importantes en torno al debate sobre las académicas en la disciplina geográfica, se puede ubicar en primer lugar el contexto anglosajón, donde las indagaciones comenzaron en los años setenta orientándose a documentar la menor presencia de las mujeres en la academia[3]. En el caso de Europa mediterránea tal como se ha planteado, el papel de las mujeres en la ciencia y en la academia no se empezó a debatir sino hasta los años ochenta, generalizándose en los noventa[4]. Si bien la presencia de las mujeres en cifras fue un punto de partida para el análisis, posteriormente se han incorporado a la reflexión las condiciones diferenciales de acceso, la producción científica, las escalas promoción y remuneración. En este contexto es que aparecen los primeros trabajos que analizaban la situación y condición de las mujeres geógrafas en la universidad española. Sin embargo, pese a este gran aporte, en la geografía latinoamericana son escasos los trabajos sobre geografías de género en general, y aún más los trabajos realizados en la perspectiva de considerar a las propias geógrafas y sus trayectorias académicas como material de análisis. Un texto interesante que lleva a matizar los hallazgos de Europa y Norteamérica es el de Rodríguez Moya (1992), publicado en los Anales de Geografía de la Universidad Complutense de Madrid. En este texto la autora documenta para el caso mexicano[5], la mayor presencia de las mujeres en la academia en relación a los contextos territoriales antes descritos. Incluso su mayor visibilidad se da a nivel de investigación. Ahora bien, la particularidad del personal académico femenino es que las mujeres se encuentran concentradas en los nombramientos más bajos “casi la mitad de las mujeres investigadoras tienen nombramiento de asociado B frente al 23,5 por ciento de los hombres. Por el contrario, el 11,8 por ciento de los investigadores titulares con nivel superior C son hombres y entre las mujeres no llega a representar el 7 por ciento”[6].

Así, seguimos estas pistas de indagación intentando dar una visión general a partir de datos cuantitativos de la situación de las mujeres en la disciplina geográfica en diferentes centros académicos y de investigación en México. Para tal objetivo hemos diseñado un camino analítico que distingue cuatro momentos. En primer lugar se reconstruyen algunas reflexiones en torno al desarrollo histórico de la geografía universitaria en México. En un segundo momento se describen algunos apuntes metodológicos que orientan el trabajo. Un tercer apartado analiza la situación de las mujeres en departamentos y centros de investigación en geografía en México intentando mostrar la condiciones de paridad de género. En la cuarta parte de este artículo se profundiza en algunos indicadores de género para pensar la equidad en la academia: nivel de estudios y grados académicos, cualificación académica, cargos administrativos. Y, por último, puntualizan algunas conclusiones preliminares.


La geografía universitaria en México en la actualidad

Es un hecho que la geografía universitaria en México no ha tenido una presencia notable en las instituciones de educación superior del país hasta época reciente. Esta circunstancia ha sido resultado de una lenta evolución dentro del contexto teórico de la disciplina pero sobretodo es la consecuencia de un largo proceso de posicionamiento y fortalecimiento institucional dentro de la educación superior en México para atender a una demanda profesional que no ha detonado en el mercado laboral hasta en las últimas décadas.

Como resultado de ello, podemos determinar tres grandes fases en esa evolución dela geografía universitaria en México. La primera, iniciada en 1910 con la reapertura de la Universidad Nacional de México y desarrollada hasta 1970. En este periodo, la geografía que se impartía estaba más pensada para la formación de docentes y mucho menos para la formación de técnicos o investigadores. Formalmente, la disciplina geográfica tendría presencia con diversas cátedras, primero en la Escuela de Altos Estudios de 1912 a 1933, después en la facultad de filosofía y letras entre 1933 a 1939; más tarde en la facultad de ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de 1939 a 1943, retornando a filosofía y letras a partir de 1943 y hasta la fecha. Será este el marco donde se desarrollará la docencia en geografía nivel universitario, casi de forma exclusiva, hasta los años setenta del siglo XX cuando la geografía toma presencia en dos centros universitarios fuera de la capital del país[7]. En 1943, se creara el Instituto de Geografía de la UNAM, entidad que focalizará la investigación geográfica del país de forma unilateral hasta las décadas finales del siglo XX, cuando otras instituciones universitarias consiguen vertebrar unas primeras líneas de acción científica.

Efectivamente, en 1970, se inicia la segunda etapa del desarrollo geográfico en México. En ésta, la docencia y la investigación geográfica se instalan fuera de la capital, surgiendo centros de formación en el Estado de México y en Jalisco. En Toluca, alumnos egresados de la UNAM fundaran la Escuela de Geografía en la Universidad Autónoma del Estado de México, iniciando la licenciatura de geografía en el otoño de 1970 con 18 alumnos inscritos[8]. En la Universidad de Guadalajara se empezará a gestar una licenciatura en geografía a partir de 1977. Misma que se formalizará al unísono que una facultad de Geografía en 1980[9].

La tercera etapa del desarrollo de la geografía en México tiene su punto de partida en 2002. Ese año marca la eclosión de la geografía en distintos universidades del país. En ese curso, se va a dar la creación de la licenciatura de geografía en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, retomando aquí el espíritu de una efímera experiencia docente desarrollada entre 1959 y 1961 de formación de ciencias sociales y humanidades en ese estado[10].  Creada por académicos de distintas procedencias surgirá una licenciatura en Geografía Humana en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, que tomará partido por las corrientes más humanistas de la disciplina y una notable influencia de la geografía francesa del momento. También, iniciará actividades el Centro de Estudios de Geografía Humana de El Colegio de Michoacán, centro público del Consejo Nacional de Ciencia y tecnología. Este centro mantendrá un notable contacto con otras ciencias sociales, - historia, antropología, estudios rurales y arqueología, -que forman parte de su estructura institucional. A partir de 2004 ofertará cursos de maestría en la sede de La Piedad de Cavadas, Michoacán[11].

En 2002, también, iniciará cursos la Licenciatura en Ciencias Geo informáticas de la Universidad Autónoma del Estado de México, siendo ésta pionera en México en cuanto a su especialidad[12]. Asimismo en 2004, iniciará su trayectoria la licenciatura de geografía en la facultad de ciencias económicas de la Universidad Veracruzana, en su campus en Xalapa[13]. En 2005, la UNAM institucionaliza una unidad académica en Geografía en Morelia, la cual poco después, en agosto de 2007, se constituirá como el Centro de investigaciones en Geografía Ambiental, fruto éste, de la descentralización de esa casa de estudios[14]. También, en febrero de ese mismo año, iniciará en la Universidad de Quintana Roo, un doctorado en geografía[15]. Éste estará asociado al cuerpo académico de Geografía y Geomática, creado en la primavera de 2002 conformado tanto por jóvenes académicas, originarias del sudeste de México, en su mayoría recién doctoradas en geografía por la UNAM como por académicos de diversa procedencia y larga trayectoria que habían recalado en esa institución[16].

Igualmente, en esos años, se iniciará la impartición de asignaturas de geografía en distintas licenciatura del Sistema de Universidad Abierta de la UNAM y se creará una licenciatura de geografía[17]. Otra iniciativa de enseñanza abierta y descentralizada se activará en 2001, con la creación de la licenciatura en geografía en la Universidad del Desarrollo del Estado de Puebla, una universidad pública con 14 centros en ese estado y con un enfoque social y de atención a colectivos indígenas[18].

 Relacionado con el quehacer geográfico, en 2001 iniciará sus pasos el Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo” A.C. (Centro Geo), un centro público del Consejo Nacional de Ciencia y tecnología, asentado en México DF, especializado en investigación y docencia en geomática y sistemas de información geográfica.

Más recientemente, en otoño de 2008 se inician las clases de la licenciatura en Geografía, en la Unidad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Guerrero, con sede en Taxco[19]. En 2009, en la extensión Cuauhtémoc de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez se inician los cursos de la licenciatura en Geoinformática[20]. En 2010 se aprobó la licenciatura en Geografía Ambiental en la Universidad Autónoma de Querétaro que ha iniciado cursos en el curso 2011-2012 y se ha anunciado la próxima apertura de la licenciatura de Geohistoria, coordinada por Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM, el Centro de Estudios en Geografía Humana de El Colegio de Michoacán A. C. y el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo[21]


Breves apuntes metodológicos

Todo este desarrollo y creación de estas nuevas licenciaturas ha llevado parejo la necesidad de profesorado y de creación de plantas docentes e investigadores en los lugares antes mencionados. Como no podía ser de otra forma, la presencia de la mujer se ha hecho sentir, ocupando plazas y espacios necesarios por la oferta educativa desarrollada. De forma general, se puede decir que a día de hoy, 4 de cada 10 docentes o investigadores en departamentos o centros de investigación en geografía son mujeres. Se trata investigadoras que han articulado docencia, proyectos científicos y trabajos académicos, algunas desde hace varias décadas sobre los cuales se han realizado escasísimos análisis, aunque ninguno de conjunto[22]. Una falta de estudios que conlleva la invisibilidad de este colectivo e impide una caracterización del mismo.

El trabajo aquí presentado es una primera radiografía del papel y quehacer de las mujeres en la geografía que actualmente se desarrolla en las facultades y centros de investigación de México. En primera instancia se trata de un análisis cuantitativo que conlleva una serie de aspectos metodológicos y de acceso a la información a considerar. En posteriores trabajos se pretende incidir en aspectos más cualitativos, para determinar temáticas y ejes de investigación que actualmente están desarrollando las mujeres que trabajan en instituciones universitarias de geografía.

De forma general se han analizado 14 unidades del país donde se imparte docencia o se realiza investigación en geografía. Conviene alertar de la diversidad de formas administrativas e incluso jurídicas que estas unidades tienen. Con el ánimo de racionalizar este trabajo, se ha optado por consignar esas unidades de la siguiente forma:

Por una lado, hemos considerado como unidades separadas a cada una de las licenciaturas que se imparten en sus respectivas universidades, independientemente de su vinculación con un departamento o una facultad, aun cuando en muchos casos esta era de geografía o ciencias afines. Por otro lado, hemos considerado como entidades autónomas los centros de investigación, tanto los dependientes del CONACYT como de la UNAM, excepcionalmente, por tratarse de un grupo cohesionado y activo, hemos considerado un cuerpo académico vinculado con la formación en geografía. Como resultado de esta clasificación resultan las siguientes unidades:

1. Colegio de Geografía, U. Nacional Autónoma de México. (COLGEO-UNAM)

2. Instituto de Geografía,  U. Nacional Autónoma de México. (IG-UNAM)

3. Departamento de Geografía y ordenamiento territorial, U. de Guadalajara. (UGdl.)

4. Licenciatura en Geografía, U. Veracruzana (UV)

5. Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM. (CIGA-UNAM)

6. Licenciatura en Geografía, U. Autónoma del Estado de México (UAMex)

7. Licenciatura en Geo informática, U. Autónoma del Estado de México (UAEMex)

8. Centro de Estudios en Geografía Humana de El Colegio de Michoacán A. C. (CEGH-COLMICH).

9. Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo” A.C. (Centro Geo)

10. Cuerpo Académico de Geografía y Geomática, U. de Quintana Roo (UQRoo).

11. Licenciatura en Geografía Humana, U. Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.

12. Licenciatura en Geografía, U. Autónoma de San Luis Potosí (UASLP)

13. Licenciatura en Geo informática, U. Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ)

14. Licenciatura en Geografía, Universidad Autónoma de Guerrero (UAG)

Los datos cuantitativos: número de mujeres académicas, los grados académicos e incluso trayectorias profesionales para este análisis, han sido extraídos de forma mayoritaria de las webs institucionales y diversos informes y planes de desarrollo[23]. Esto pudiera resultar un hándicap, especialmente en lo relativo a las webs, ante la falta de actualización de los datos que pudiera suponerse. Con todo, en tres de los centros estudiados, Licenciatura en Geografía Humana, U. Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, Cuerpo Académico de Geografía y Geomática, U. de Quintana Roo y Centro de Estudios en Geografía Humana de El Colegio de Michoacán, los datos han sido confirmados dada actividad profesional en el pasado reciente de uno de los autores de este trabajo, en dichos centros. De igual forma, se han corroborado los datos a través de interlocutores en esas instituciones, en dos de los casos: Departamento de Geografía y ordenamiento territorial, U. de Guadalajara y la Licenciatura en Geografía, U. Autónoma de San Luis Potosí.

Se ha procurado que la recopilación de datos se ciñera a una imagen fija del grupo analizado en una temporalidad concreta, aquí centrada en el curso 2011-2012. Como se puede intuir, con posterioridad a ese periodo se han podido producir variaciones en las plantillas laborales de los centros analizados, aun cuando estas pudieran ser menores.

De igual forma, a tenor de las características de cada institución se deben hacer las siguientes salvedades. En todos los casos, en que la información lo permitía se han considerado para las licenciaturas de universidades, únicamente, los profesores de tiempo completo, adscritos a los programas o departamentos de geografía. Únicamente, en el caso de la licenciatura en Geografía de U. Veracruzana se han considerado todos los profesores que imparten docencia en la licenciatura, dado que no ha sido posible discernir una categorización laboral claramente definida. En cuanto a los centros de investigación se han considerado en primer término, todos los investigadores adscritos. Sólo en el caso del Instituto de Geografía y en el Centro de investigaciones en Geografía Ambiental, ambos de la UNAM, se han considerado los técnicos académicos dado que esta institución recoge esa categoría y le atribuye características de valoración y mérito basadas en rendimiento y grado académico.

Finalmente, conviene alertar que para este análisis inicial de carácter cuantitativo, no se han considerado, por ser su número reducido y por ser difícil su seguimiento, aquellas geógrafas de formación que desarrollan actividad académica en instituciones o centros de investigación ajenos a la disciplina geográfica, aun cuando forman parte de planteles docentes de instituciones de educación superior.


Mujeres en departamentos y centros de investigación en geografía en México. La paridad de género

Como ya adelantábamos en las líneas precedentes la aparición de nuevos departamentos y nuevas licenciaturas en la última década ha conllevado que algunas plazas laborales hayan sido ocupadas por mujeres. En la actualidad, se estima que hay 360 profesores y técnicos académicos que desarrollan su actividad en alguna de las catorce unidades de educación superior relacionadas con la geografía, aquí analizadas. De estos, sólo 142 son mujeres, es decir el 39,44 por ciento del total. Cifra que podemos considerar como la medía nacional en términos de paridad de género, por lo que se refiere a las entidades estudiadas.

 En términos generales, este porcentaje pudiera explicarse por el aumento del número de mujeres que han accedido a estudios universitarios que se ha dado en las últimas tres décadas, - actualmente en México existe una paridad entre géneros en cuanto a la matricula universitaria-,  y que ha derivado en mayores niveles de inserción laboral en las plantas docentes universitarias de la mujer en ese mismo período[24].

En términos más específicos, la inserción laboral de la mujer en las academias de geografía del país responde a las necesidades particulares de cada institución en cuanto a la forma de dotarse de personal y también, a un proceso progresivo de cobertura de plazas laborales dependiente, siempre, de dotaciones presupuestales. Ello se traduce que la mujer a medida que adquiría por su formación, las características para dichas plazas, se incorporaba aparentemente de forma igualitaria al hombre en la competencia por las mismas.

Retornando a la media en términos de paridad, cabe decir que se trata de una proporción que no es homogénea para todas las entidades analizadas.  Dos de estas, Centro de Estudios en Geografía Humana de El Colegio de Michoacán y el Cuerpo Académico de Geografía y Geomática, U. de Quintana Roo presentan una paridad positiva en cuanto a la presencia femenina, apuntando porcentajes del 60 por ciento y 71,4 por ciento respectivamente. En exacta paridad, es decir igual número de mujeres y de hombres, se encuentra la plantilla de profesores de tiempo completo de la licenciatura de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México.  Del resto de entidades, únicamente, tres centros presentan una proporción de mujeres superior a la media presentada y cercana a términos de paridad exacta entre géneros: Instituto de Geografía (43,59 por ciento), el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM (44,4 por ciento) y el cuerpo de profesores de una licenciatura, la de Geo informática de la Universidad Autónoma del Estado de México (40 por ciento).

Figura 1. Distribución por género de las plantas docentes y de investigadores de las instituciones de educación superior que imparten estudios de geografía en México (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQRoo (2010); UASLP (2012); Centro Geo (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010, 2012); UAMex (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)

Las restantes instituciones presentan porcentajes por debajo de esa medía, tal como queda reflejado en las figuras 1 y 2, lo que apunta a una presencia femenina alejada de parámetros de paridad de género. Se trata de cifras difícilmente explicables sólo por causas generales, teniendo en cuenta que aspectos como disponibilidad y dotación de plazas, situación local de los centros universitarios, capacidad presupuestaria, relaciones intrainstitucionales, etc.

Figura 2. Desviaciones respecto a la paridad de género ideal en las plantas docentes de las instituciones de educación superior que imparten estudios de geografía en México (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010, 2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)

La distribución por unidades y territorial

En cuanto a la distribución entre el conjunto de entidades analizadas, se observa una mayor presencia de mujeres en dos centros del país, sitos en la capital. Estos son también, los que concentran al mayor número de profesores o investigadores del país (ver figura 3).  Así, el Instituto de Geografía y el Colegio de Geografía de la UNAM, concentran el 49  por ciento del total de las mujeres investigadores en geografía.  Se trata de un aspecto, que pudiera parecer lógico, dado por la larga trayectoria de ambas entidades y dado el volumen general de investigadores que concentran.

Con un 12 por ciento se localiza la licenciatura de geografía del departamento de geografía y ordenamiento territorial de la Universidad de Guadalajara. El 39 por ciento restante se reparte con porcentajes entre el 8 por ciento y el 1 por ciento entre las restantes instituciones. De esos datos pudiera intuirse una cierta tendencia, por otro lado lógica, a mayor número de profesores investigadores en geografía, mayor número de mujeres en proporción y una concentración muy notable en el Distrito Federal. Con todo en las restantes instituciones, la mayoría creadas entre 2002 y 2010, se presentan plantillas de menor tamaño aunque con algunos casos con mayor porcentaje de mujeres en las mismas.  

Figura 3. Distribución por instituciones de educación superior en México que imparten estudios de geografía de las mujeres docentes e investigadoras (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010, 2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)

Un análisis de la distribución por marco territorial, es decir por entidades federativas, nos plantea similares conclusiones (ver figura 4). El Distrito Federal concentra al 54 por ciento de las investigadoras en geografía del país, repartidas en 4 instituciones. Michoacán apunta el segundo porcentaje en cuanto a la concentración, aquí sumando las investigadoras que laboran en dos instituciones, ambas, centros de investigación con una oferta en formación de postgrado. En tercer lugar, encontramos al estado de Jalisco con un 12 por ciento, aquí en una sola institución. Veracruz apunta un 7 por ciento y el Estado de México aporta un 6 por ciento de las geógrafas universitarias, aquí repartidas en dos licenciaturas que oferta la universidad pública estatal de mayor tamaño y trayectoria. Todo ello significa que el 80 por ciento de las investigadoras se concentran en 4 entidades federativas, siendo la concentración más numerosa la de la capital del país. El 20 por ciento restante, se distribuye en porcentajes entre el 3 por ciento y el 1 por ciento, en los estados de Chihuahua, San Luis Potosí, Guerrero y Quintana Roo, siendo académicas fincadas en las universidades públicas estatales y en licenciaturas afines a la ciencia geográfica. Con todo, se deja entrever que sólo 9 entidades federativas concentran a las mujeres geógrafas, pero también a los hombres geógrafos, aspecto que certifica la escasa, todo y su reciente expansión, presencia de la geografía en los campus universitarios de otros estados del país.

Figura 4. Distribución por estados de las mujeres docentes e investigadoras adscritas a instituciones de educación superor en México que imparten estudios de geografía (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010, 2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)


La equidad de género: algunos indicadores

Las estadísticas de género han sido reconocidas como una herramienta imprescindible para dar visibilidad a las distintas manifestaciones de las desigualdades de género[25]. El análisis de éstas no se debería limitar a una simple comparación entre hombres y mujeres, aunque se requiere de esta para realizar un análisis apropiado de la realidad social. Por eso, un primer paso consiste en lograr la visibilidad estadística de las diferencias, aun cuando, como en este ejercicio, se ciñan a un recuento de elementos cuantificables centrados en una actividad profesional[26].

Debido a que la equidad de género, entendida como existencia de derechos, obligaciones y oportunidades similares entre las personas, independientemente de su género, no se ha incorporado, a pesar de los esfuerzos, en las políticas públicas como una de las tantas dimensiones de la necesaria equidad social[27]. Y considerando que por regla general, las mujeres, independientemente del grupo social al que pertenecen, son objeto de discriminación y se encuentran siempre en desventaja respecto al hombre son justificables ejercicios como el aquí planteado que a través del análisis estadístico de distintas variables muestran un panorama, si acaso general, de un colectivo susceptible de no hallar en equilibrio paritario en términos de equidad de  género. Un análisis que requiere la generación de unas variables con las que empezar a sustentar las diferencias y dificultades en cuanto a la equidad de género. En el ejercicio realizado tres han sido los parámetros consignados a través de la estadística: el nivel de estudios entre las mujeres geógrafas investigadoras, el nivel de cualificación y certificación científica y en especial, su presencia en cargos administrativos y ejecutivos tanto al interior como al exterior de las dependencias donde laboran


Nivel
de estudios y grados académicos

Por lo que respecta al primero de los parámetros, el nivel de estudios (ver figura 5). Se constata que un 51 por ciento de las mujeres que tienen categorías de profesora investigadora o técnico académico en centros de geografía son doctoras, especialmente en geografía, aun cuando también las hay en otras disciplinas. Un 40 por ciento de las investigadoras tienen estudios de maestría y un 9 por ciento tienen el nivel de licenciatura. De forma general podemos decir que esos índices alertan que pudiera quedar por recorrer un camino formativo por parte de muchas docentes de los centros geografía y que se trata en términos generales de un colectivo relativamente joven, que aún tiene margen para adquirir un mayor grado académico.  A nivel particular, debemos considerar que algunas  instituciones recogen la figura de técnico académico (CIGA-UNAM, IG-UNAM y Dep. de geografía de la U. de Guadalajara[28]), siendo esta donde se concentran niveles de formación de maestría y licenciatura, ya que son los requeridos para ocupar ese tipo de puestos.

Figura 5. Porcentaje de nivel de estudios entre las mujeres docentes e investigadoras en las instituciones de educación superior en México que imparten estudios de geografía (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010, 2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)


Con todo, un análisis más preciso detecta que hay varios casos donde localizamos una presencia mayoritaria de maestras similar a la que presenta la totalidad de la plantilla de esa institución geográfica. Ello nos hace atender a la edad,- ya sea biológica o en términos de experiencia laboral-, para tratar de entender esa circunstancia. Así,  podemos decir que muchas de las entidades analizadas son de reciente formación, ello hace que pudiéramos pensar que sus plantillas son relativamente jóvenes.

Así, resulta en el caso del CIGA de la UNAM que en 2007, reportaba una media de edad de 45,5 años, donde los investigadores menores de 40 años eran el 8,3 por ciento de la plantilla (CIGA-UNAM, 2008c: 9). Similar tesitura tendría el CEGH-Colmich, que reportaba en 2008 una media de edad de 41 años, siendo un 85,5 por ciento de los investigadores menores de 40 años. En 2009 tras una serie de variaciones en la plantilla, la media de edad era de 43 años y el número de investigadores menores de 40 años era de 86 por ciento[29]. En 2011, la edad media de la plantilla de profesores de la licenciatura de Geografía humana de Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa era de 48 años, siendo el 45 por ciento de los profesores menor de 45 años. Por lo general se puede deducir en los ejemplos citados que la media de edad es relativamente joven, propia de investigadores en proceso de madurez científica a los que se asocian unos pocos investigadores de mayor edad plenamente consolidados.

De igual forma, más allá de la edad, se deben considerar dos elementos más que están interrelacionados. Por un lado, los años de experiencia docente y por otro, los años transcurridos tras la conclusión del doctorado.

En este sentido, dos casos, nos ilustran de que en muchos de los ejemplos y afectando a hombres y mujeres se da un retardo en la consecución de doctorados debido a la inserción en un ambiente laboral altamente demandante. Así, por ejemplo, la U. de Guadalajara, 11 de las 17 investigadoras son maestras, aun cuando esa entidad tenga ya 30 años de trayectoria[30]. Sin embargo,  la media de años de antigüedad en la universidad de las mujeres profesoras a tiempo completo de esa licenciatura es de 19 años. Esa cifra combinada con el hecho de que el 65 por ciento de la plantilla docente tiene entre 40 y 49 años,  23 por ciento entre 50 y 59  y 8 por ciento más de 60 años y el promedio de edad es de 48 años, nos revela que se trata de investigadoras aún con posibilidades de mejora en cuanto a su grado académico; que están en consolidación y que han ralentizado la obtención de la misma, amen de por cuestiones personales, también por el peso de la demanda laboral cotidiana, a la que se debe sumar toda la serie de aspectos vinculados al género: la maternidad, el cuidado de los hijos, etc. 

Una mirada con perspectiva temporal, parece corroborar la idea de que la mujeres geógrafas, - probablemente, también los hombres-, de esa unidad, han sabido conciliar profesión, presencia en un centro de trabajo en crecimiento con su propia formación y logros académicos. En este sentido, en 1993 el nivel académico de la planta docente era el siguiente[31]: 9 por ciento Doctores, 22 por ciento Maestría, 18 por ciento Especialidad y 33 por ciento Licenciatura, lo cual al compararlo con las cifras actuales,- 36 por ciento doctores, 49 por ciento maestría y 15 por ciento licenciatura-,  muestra el crecimiento numérico y el fortalecimiento que ha tenido  la planta académica de esa unidad a lo largo de 18 años.

Un caso similar, es el del Cuerpo Académico en Geografía y Geomática de la U. de Quintana Roo, donde la media de años experiencia docente de las mujeres profesoras a tiempo completo es de 18 años, aunque en este caso, se combina la presencia de personas con experiencia docente de entre 10 a 15 años con otras con experiencia de más de 30 años. En los casos de profesoras con doctorado, los mismos fueron obtenidos entre 2004 y 2006, es decir, ralentizaron el proceso por causas diversas, aun cuando desarrollaban una actividad académica notable, consistente en la creación de un cuerpo académico, un doctorado y docencia en licenciaturas afines a la geografía[32]. Ambos ejemplos, nos ilustran en relación a una circunstancia que se dio en las universidades mexicanas en las décadas de los ochenta y los noventa del siglo XX y que en cuanto a la geografía universitaria se dio en a principios del siglo XXI. En esos años debido a una alta demanda se crearon  nuevas universidades y también nuevas licenciaturas que tenían una alta necesidad de personal docente. Mucho de los contratados entonces, no tenían estudios de postgrado en el momento del acceso y la propia actividad docente para la que fueron contratados ralentizó la obtención de mayores grados académicos en los años sucesivos. Ese fenómeno dejo en las plantillas docentes a algunos profesores sin estudios de postgrado y que hoy se enfrentan a los nuevos lineamientos y políticas de contratación que demandan docentes con grados y estudios de postgrado. Estas precisamente, son las que incentivan a la obtención de mayores grados académicos entre los primeros contratados con el fin de equiparse  con las nuevas contrataciones[33].

De igual forma, en los centros de investigación del CONACYT (Centro Geo y CEGH-Colmich) se observa que mayoritariamente las mujeres geógrafas investigadoras son doctoras, dado que ese es un requisito para el acceso y la permanencia en dichos centros. Con todo, se observa que para el primer centro, el 72 por ciento de los poseedores de ese titulo lo tenía desde hacía más de 5 años, mientras para el segundo caso, el 71,4 por ciento lo tenían desde hacía menos de 5 años. Un dato que revela un proceso de conformación de las plantillas diferente entre si. En el CEGH-COLMICH, por ejemplo, en el momento de su formación en 2002 se opto por contratar a académicos jóvenes que no contaban con doctorado con el fin de que la experiencia laboral sirviese para que pudiesen articular una carrera profesional en progresión y obtener en el medio plazo esa titulación.

Figura 6. Porcentaje en el grado de estudios de los docentes e investigadores de las instituciones de educación superior que imparten estudios de geografía en México (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010, 2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012)


Otro caso, que ilustra la dificultad de un análisis de conjunto debido a las especificidades administrativas y de contratación de personal académico de cada uno de los centros es el de la licenciatura de geografía humana de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Aquí, de las tres mujeres docentes todas tienen el grado de doctor, siguiendo una pauta general, dado que toda la planta docente de tiempo completo de esa licenciatura, tiene ese grado, ya que éste se considero un requisito indispensable en los concursos para optar a la plaza de profesor titular.

Figura 7. Porcentaje de pertenencia al Sistema Nacional de Investigadores entre las mujeres investigadoras de las instituciones de educación superior en México que imparten estudiso de geografía (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010, 2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)


En el interés de determinar, si existen diferencias sustantivas entre los grados de formación de las mujeres respecto a los hombres, se realizó una comparativa para confrontar diferencias (ver figura 6)[34].  En cuanto al nivel de doctorado apenas se apuntan diferencias: 62.93 por ciento en los hombres contra el 58.24 por ciento en las mujeres. Mayores diferencias se anotan en el grado de maestría: 27.97 por ciento en los hombres y 38.88 por ciento en las mujeres y en el grado de licenciatura,- aquí se incluye los títulos de ingeniero-, donde los hombre apunta un 9.42 por ciento y las mujeres, un 15 por ciento. Si bien, la consecución de un grado académico es algo de carácter particular, pudiera intuirse un menor grado de formación entre las mujeres que laboran en centros universitarios de geografía, en comparación con los hombres, especialmente en los niveles  más bajos.

Las causas de ello, difícilmente generalizables, pudieran estar de nuevo en el hecho de tratarse de estudios de reciente creación en territorios fuera de la capital y por otro lado, la existencia de categorías laborales que sólo ameritan el grado de licenciatura o de  maestría para poder insertarse en las mismas. Aquí, debemos tener la relación existente entre la provisión de una plaza de docente debido a necesidades concretas en un entorno con esa oferta de docentes y la adaptación que por ello, realizan las instituciones universitarias con el fin de proveerse de candidatos.


La cualificación académica

Otro parámetro a considerar, en cuanto a la equidad de género es la cualificación académica, entendido como la obtención de un nivel de logros y de productividad científica medible en el tiempo. Para este trabajo, hemos considerado como un indicador el número de mujeres que trabajan en centros universitarios de geografía que están adscritas al Sistema Nacional de investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y tecnología (CONACYT), por ser este una clasificación que valora los logros de productividad científica (ver figura 7)[35].  En primer lugar, hay que considerar que los pocos análisis realizados sobre la presencia de la mujer en el Sistema señalan la baja participación de esta en el mismo y la notable disparidad de esa presencia entre géneros. Todo ello debido en gran medida, a la inexistencia de una política pública en ciencia y tecnología en México que facilite el ingreso o la permanencia de más mujeres[36]. Factores como la maternidad, el embarazo, tener o no apoyo familiar, la situación civil, etc. inciden de forma notoria en las posibilidades de incluirse en el Sistema, mismos factores que impactan tanto en la producción académica, principal parámetro de medición del Sistema como en las posibilidades de desarrollo de una carrera académica profesional.

Con todo, y a pesar de esa situación dispareja, algunos análisis apunta que desde 2002 a 2012, la presencia de la mujer en el Sistema Nacional de investigadores ha crecido a una tasa promedio anual de 9.47 por ciento, siendo la rama de las ingenierías y el nivel de candidato los que más han crecido en el mismo periodo (FCCT, 2012). Focalizándonos en el colectivo que estudiamos, el 67 por ciento de las mujeres geógrafas no están adscritas al SNI.  El tercio restante se concentra de forma preponderante en el nivel 1 (20 por ciento). Apuntando porcentajes más bajos para los otros niveles: 4 por ciento en nivel candidato,  6 por ciento en nivel 2 y sólo el 3 por ciento están adscritas al nivel 3, el más elevado y el que conlleva amplia trayectoria y numerosa producción acumulada.

Cuadro 1
Comparativa entre las mujeres  investigadoras de las instituciones de educación superior en México
que imparten estudios de Geografía adscritas al S.N.I y el total de investigadoras adscritas al Sistema

 

Candidato
S.N.I.

Nivel 1
S.N.I.

Nivel 2
S.N.I.

Nivel 3
S.N.I.

Mujeres IES GEO S.N.I.

4

20

7

3

Total mujeres S.N.I.

1344

3605

946

311

 % /IES GEO

0.30

0.58

0.74

0.96

Distribución  (%) según nivel S.N.I.

 % Nivel IES GEO

11.76

61.58

20.59

8.82

% Nivel total
22
58
15
5

 Fuente: Elaboración propia a partir de: UQRoo (2010); UASLP (2012); Centro Geo (2012); CEGH-COLMICH (2011);
UGdl (2010, 2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012);
COLGEO-UNAM, (2011) y  FCCT, 2012


Todo ello responde a varias causas. Por un lado, como citábamos en las líneas precedentes, el 51 por ciento de las mujeres geógrafas tienen un grado académico por debajo del nivel de doctorado, lo que las excluye en buena medida de este sistema de valoración científica, ya que es requisito tener ese grado para obtener alguno de los niveles. Ahora bien, si atendemos que el 49 por ciento de las mujeres tienen el grado de doctor y que el 32 por ciento de las mujeres doctoras si que están en el SNI, se deduce que sólo el 17 por ciento no han sido evaluadas por el Sistema Nacional de Investigadores. Se trata de cifras que de forma general apuntan a la alta capacidad científica que muestran las mujeres que laboran en los centros universitarios en geografía.

Por otro lado, atendiendo a la distribución de los niveles entre las mujeres geógrafas que si que están inscritas en el Sistema observamos una notable  concentración en el nivel de candidato y el nivel 1 (ver tabla 1) El 73.34 por ciento poseen esos niveles. Ello apunta tanto a la juventud relativa de las investigadoras y las posibilidades de progresión en el medio y largo plazo como a un mantenimiento en ese nivel. Un aspecto este, que también se observa en los datos generales del Sistema Nacional de Investigadores, pues el 80 por ciento del total de mujeres investigadoras inscritas están en esos niveles[37].

En cuanto a los niveles 2 y 3, se observan porcentajes ligeramente superiores entre las investigadoras geógrafas con respecto al total de mujeres investigadoras, lo que pudiera hacer pensar en una mayor predisposición a posicionarse en esos niveles. Con todo, la cifra de mujeres que trabajan en instituciones geográficas que tienen esos niveles es extraordinariamente baja, sólo 10, lo que representa el 6,94 por ciento del total de mujeres que labora en esas instituciones y son además, las académicas que apuntan a una mayor edad y experiencia laboral en el medio.

Con respecto al total de mujeres investigadoras y su distribución por niveles, existen 6.206 mujeres inscritas en el Sistema, tal como apunta la tabla 1, el peso de las mujeres geógrafas es muy bajo, apenas representan el 0,54 por ciento del total de las investigadoras. De igual forma, si atendemos a la distribución del Sistema por áreas de conocimiento y suponemos que la mayoría de las investigadoras adscritas a centros de geografía están enmarcadas en el área de conocimiento V. Ciencias Sociales, - hay un total de 970 mujeres en esa área, - el porcentaje de las mujeres geógrafas es apenas del 3,50 por ciento. Se trata de una cifra, también muy baja, y que pone en evidencia la poca presencia de la geografía en el conjunto de las disciplinas científicas en México.

Todo y que no se ha hecho el ejercicio, atendiendo a las cifras generales del SNI, podemos intuir que hay una clara diferencia en la presencia en el SNI entre los hombres y las mujeres que laboran en centros universitarios de geografía. Los datos generales apunta que el 2009 sólo 31.38  por ciento, es decir, 4.707 de los miembros del SNI eran mujeres, contra una gran mayoría masculina (9.852)[38]. En 2010 de los más de 17.000 miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI),  apenas el 33 por ciento son mujeres[39]. Para 2012, el 34 por ciento de los investigadores inscritos en el sistema eran mujeres[40].

Figura 8. Distribución por estados de las mujeres investigadoras de las instituciones de educación superior en México que imparten estudios de geografía que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (2011)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010, 2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)


La ubicación geográfica de las mujeres investigadoras en geografía en el SNI también resulta un dato relevante a considerar. Un análisis de la distribución por entidades federativas corrobora la asimetría territorial en términos de producción y desarrollo científico que tiene México, aquí exacerbada por el reciente e incipiente desarrollo de los centros de geografía en el país (ver figura 8). El 59 por ciento de las mujeres adscritas al SNI se concentran el Distrito Federal distribuidas en tres entidades.  Es también en la capital donde localizamos a la totalidad de las investigadoras en geografía con nivel 2 y 3 del SNI.  Las restantes investigadoras se distribuyen de la siguiente forma: el 14 por ciento lo están en Michoacán, estado donde se ubican dos centros de investigación en geografía, uno del CONACYT y otro dependiente de la UNAM. Los requisitos académicos y de grados para el acceso y la continuidad en esas plantillas explican una mayor presencia de mujeres adscritas en el Sistema. En el resto del país, la presencia en muy minoritaria con ejemplos puntuales en Jalisco, Veracruz, San Luis Potosí y con concentraciones de dos o tres investigadoras en Quintana Roo y en el Estado de México.

Es importante mencionar que si bien el objeto de este artículo es eminentemente cuantitativo, contemplamos realizar una segunda etapa de profundización cualitativa, donde podremos indagar en otro orden de causalidades referidas a factores de carácter cultural y sociológico que permitan interpretar la menor presencia y reconocimiento de las mujeres en el Sistema Nacional de Investigadores.


Los cargos administrativos: otro indicador de equidad de género

Otro elemento que identifica la equidad de género en los ámbitos profesionales es la presencia de mujeres en cargos administrativos y directivos a distintos niveles. Para el grupo aquí analizado, el 88 por ciento de las mujeres investigadoras no ocupa ningún cargo, siendo el 12 por ciento que si lo hacen. A todas luces, se trata de un porcentaje bajo que muestra el largo camino por recorrer en cuanto a la inserción de lineamientos de equidad de género en las instituciones de educación superior que derivan en una mayor presencia de mujeres en cargos directivos.  Aun así, se deben tener en cuenta que las estructuras administrativas y gerenciales de cada una de las entidades analizadas y sobretodo al hecho de que muchos centros e instituciones que han creado estudios en geografía en el país son relativamente recientes. Si se atiende a estas consideraciones el panorama apuntan algunas otras cuestiones.

Figura 9. Porcentaje de cargos administrativos docentes entre las mujeres investigadoras de las iinstituciones de educación superior en México que imparten estudios de geografía (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010,2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)

 

Figura 10. Distribución tipo de cargos administrativos docentes entre las mujeres investigadoras de las instituciones de educación superior en México que imparten estudios de geografía (2011-2012)
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010,2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011, 2012); CIGA-UNAM (2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)


Analizando los tipos de cargos que ocupan las mujeres investigadoras en geografía, el 70 por ciento son coordinadoras de licenciatura o de departamento, lo que sumado a que el 12  por ciento sean coordinadoras de cuerpo académico, nos apunta a un alto porcentaje de dedicación a puestos administrativos que tienen que ver con el desempeño docente y la administración de problemáticas directamente relacionadas con ello. Las plantillas reducidas de muchos de los centro, el 54 por ciento sólo tienen entre 15 y 5 profesores investigadores ponen en evidencia que quizás las dificultades para acceder a esos cargos no sean tantas y que los mismos respondan a la necesidad de atender esas tareas (ver figura 11). El hecho de ser plantillas más reducidas ayuda a ello, pues pudiera pensarse que se dan así mayores oportunidades, a veces convertidas en obligaciones perentorias, para que una mujer ocupe ese tipo de cargos.

 Sólo dos mujeres adscritas a instituciones geográficas ocupa cargos de alta dirección, representando el 18 por ciento de la distribución de tipos de cargos y el 1.37 por ciento del total de la mujeres docentes. En este rubro, es donde probablemente, se deje sentir el llamado “techo de cristal” que impide a la mujer acceder a cargos gerenciales de relevancia aun cuando haya ocupado cargos medios con anterioridad. Todo ello debido a estructuras administrativas, gerenciales y políticas que bloquean el acceso a puestos elevados a las mujeres, exacerbadas en el caso mexicano, con un marcado machismo cultural.

Figura 11. Distribución de las plantas docentes y de investigadores de las instituciones de educación superior que imparten estudios de geografía en México por número de investigadores adscritos
Fuente: Elaboración propia a partir de: UQROO (2010); UASLP (2012); CENTRO GEO (2012); CEGH-COLMICH (2011); UGdl (2010,2012); UAMEX (2010);  UACJ (2009); UAG (2011);  IG UNAM (2011,2012); CIGA-UNAM
(2012); UV (2012); COLGEO-UNAM, (2011)

Conclusiones

El análisis del colectivo de mujeres docentes e investigadoras que laboran en instituciones de educación superior que imparten estudios de geografía planteado en las líneas precedentes nos determina una radiografía del mismo, aquí eminentemente cuantitativa.  Se trata de un colectivo distribuido en 14 instituciones académicas que representa apenas el 39 por ciento del total de los docentes de esas instituciones. Más de la mitad del colectivo se concentra en la capital del país, en cuatro instituciones. El resto se reparte en porcentajes menores al 15 por ciento en 8 estados más de México. Esta distribución tiene una correlación con el proceso evolutivo de inserción y presencia de la geografía universitaria en el país, acometida y vertebrada en la última década.

En términos de paridad de género se apunta a una notable disfuncionalidad entre la presencia de hombres y mujeres en gran parte de las instituciones analizadas. Ello demuestra que todo y que en las últimas tres décadas la presencia de la mujer como estudiante en las universidades ha alcanzado la paridad, esta no se refleja en las plantas docentes, que siguen marcadas por la inexistencia de políticas de inclusión y atención al género.

De igual forma, en términos de equidad de género, sólo la mitad de las académicas tienen el grado de doctor, a similitud de los hombres, pero presentan cómo grados académicos máximos alcanzados, estudios de maestría y licenciatura en mayor proporción que los hombres. Ello puede ser reflejo de la necesidad de cubrir plazas docentes de forma acelerada, dada la creación reciente de centros universitarios de geografía, en lugares donde no existe personal suficientemente preparado o con el máximo grado académico.

En relación a su cualificación académica, su presencia en el Sistema Nacional de Investigadores es reducida, ya que sólo el 32 por ciento de las investigadoras están en él. El 73  por ciento de esas investigadoras se incluyen los niveles de candidata y nivel 1 del sistema. Los niveles que alcanzan en ese sistema, sumado a los porcentajes relativos a sus grados académicos, hace pensar que estamos ante un colectivo relativamente joven, en crecimiento y con altas posibilidades de progresión en el medio plazo.

Finalmente, son muy pocas las mujeres de este colectivo que ocupan cargos administrativos de medio o alto nivel, todo y que se intuye que las que tienen alguna responsabilidad, la han adquirido más por necesidades coyunturales e imposiciones circunstanciales debido al tamaño de las plantillas docentes, el 54 por ciento están formadas por entre 15 y 5 profesores, de muchos de los centros analizados en este ejercicio.


Notas

[1] Sabaté et al, 1995, p.14

[2] García Ramón, 2005

[3] Zelinski, 1973; McDowell, 1979

[4] Pujol, García Ramón, Ortiz, 2012; Castañer, Centelles, 1985

[5]> Cabe mencionar que el texto al que aludimos se enfoca a analizar la situación de las académicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, específicamente en el Instituto de Investigaciones Geográficas y el Colegio de Geografía.

[6] Rodríguez Moya, 1992, p.167

[7] Castañeda, 2003, p. 339-341; Gómez Rey, 2009, p.79-81

[8] Coll-Hurtado, 2008, p.194; Reyes, 2011, p.8; UAMEX, 2010, p.47; Franco, 2007, p.27

[9] Castañeda, 2006, p. 28

[10] Aguilar; Almazán, 2003, p. 317; UASLP, 2002

[11] Fernández Christlieb, 2011, p.114-116

[12] UAMEX, 2010, p.52

[13] Luna et al, 2007, p.235

[14] CIGA-UNAM, 2008a, p. 2; 2008b, p.14; UNAM, 2006

[15] UQROO, 2006a

[16] UQROO, 2006b, p.1-2

[17] Galindo, 2003, p.207-210

[18] UNIDES, 2005

[19] ANUIES, 2008, p.26

[20] UACJ, 2009

[21] Arreola, 2010; UNAM, 2012

[22] Rodríguez Moya, 1992

[23] La totalidad de informes obtenidos para este trabajo, son públicos y se encuentran disponibles en las webs institucionales de los departamentos y facultades de geografía.

[24] Bustos, 2003; De Garay; Del Valle-Díaz-Muñoz, 2012

[25] Milosavljevic, 2007, p.60

[26] Gálvez, 2000, p.2

[27] Guzmán, 1997, p.2

[28] El grupo de técnicos académicos del Dep. Geografía de la U. De Guadalajara,  no ha sido considerado para este trabajo.

[29] Checa, 2010, p.15

[30] UGdl, 2010, p.46

[31] Aguayo, 2006, p.56

[32] UQROO, 2006b, p.3

[33] Galaz; Gil, 2009

[34] Para este conteo se desestimo por falta de información precisa los datos del Colegio de Geografía de la UNAM y los de la licenciatura de Geografía de la U. Veracruzana.

[35] El Sistema Nacional de Investigadores fue creado por Acuerdo Presidencial en Julio de 1984, para reconocer la labor de las personas dedicadas a producir conocimiento científico y tecnología de universidades públicas, privadas y centros de investigación dependientes del Estado mexicano. El reconocimiento se otorga a través de la evaluación por pares de la producción académica del investigador y consiste en otorgar el nombramiento de investigador nacional. Este tiene cuatros niveles de valoración (candidato, 1, 2 y 3) que conllevan una remuneración económica mensual durante el periodo de obtención del nivel que suele ser de 3 o 4 años, siendo posible renovarlo, tras nueva valoración, al final del período. La adscripción al mismo es voluntaria, aunque no pocas instituciones estimulan a sus académicos a incorporarse por el prestigio que ello conlleva.

[36] Ayala, 2004

[37] FCCT, 2012

[38] Olivares, 2009, p.2

[39] De Garay; Del Valle-Díaz-Muñoz, 2012, p.4

[40] FCCT, 2012

 

Bibliografía

AGUAYO MOYA, Norma Griselda. Origen y Evolución de la Licenciatura en Geografía. El comportamiento de la matricula 1980-2001. Tesis de Licenciatura. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2006.

AGUILAR, M.; ALMAZÁN A. La geografía potosina como antecedente para reinstalar el campo profesional de esta disciplina en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. In  SÁNCHEZ CRISPÍN, A. (Ed.) La enseñanza de la geografía en México a inicios del siglo XXI. México DF: Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; INEGI, 2003, p.317-331.

ANUIES. La Universidad Autónoma de Guerrero integra la Geografía como licenciatura. Boletín Confluencia, 2008, n°161, p.26.

ARREOLA, J. J.  UAQ crean carreras ambientales. El Universal, [En línea]. 16 de diciembre de 2010,  < http://www.eluniversal.com.mx/notas/731042.html>, [6 de junio de 2012].

AYALA RUBIO, A. Las Académicas en el Sistema Nacional de Investigadores: Evolución, Problemática y Retos. Cuarto Congreso Nacional y Tercero Internacional: “Retos y Expectativas de la Universidad”. [En línea]. Saltillo: Universidad Autónoma de Coahuila, 25-28 de Febrero de 2004, < http://www.congresoretosyexpectativas.udg.mx/Congreso por ciento204/Mesa por ciento203/m301.pdf>> [7 de junio de 2012].

BUSTOS ROMERO O. Recomposición de la matrícula universitaria en México a favor de las mujeres. Repercusiones educativas, económicas y sociales. In SIERRA R. y RODRÍGUEZ G. (Comps.). Feminización de la matrícula de educación superior en América Latina y El Caribe . México DF: UDUAL-IESALC/UNESCO, 2005, p.257-290.

CASTAÑEDA RINCÓN, J. La formación geográfica en la UNAM (1910-2000). In  OLIVERA, Patricia E.  Espacio geográfico, Epistemología  y diversidad.  México DF: Universidad Nacional Autónoma de México, 2003, p.339-376.

CASTAÑEDA RINCÓN, J. La enseñanza de la Geografía en México: Una visión histórica, 1821-2005. México DF: Plaza y Valdés, 2006, 220 páginas.

CASTAÑER, M.; CENTELLES, N. (1985) La mujer y la geografía universitaria española.  Documents d'Anàlisi Geogràfica, 1985, núm. 7, p.103-140.

CHECA-ARTASU, M. La investigación en geografía en México. Un análisis comparativo de unidades académicas de pequeña dimensión, Inédito, Enero de 2010, 15 páginas.

CIGA-UNAM. 1er. Informe de actividades, 2007-2008, Centro de investigaciones en geografía ambiental. Morelia: Universidad Nacional Autónoma de México, 2008, 97 páginas.

CIGA-UNAM.  Plan de desarrollo institucional, Periodo 2007-2011, Centro de investigaciones en geografía ambiental. Morelia: Universidad Nacional Autónoma de México, septiembre 2008, 34 páginas.

CIGA-UNAM. Diagnóstico y autoevaluación, Centro de investigaciones en geografía ambiental. Morelia: Universidad  Nacional Autónoma de México, 2008, 39 páginas.

COLL-HURTADO, A.  La geografía mexicana a principios del siglo XXI. Anales de Geografía, 2008, vol. 28, n° 2, p. 191-204.

CONACYT.  Sistema Nacional de Investigadores, Investigadores vigentes,  México DF: Consejo Nacional de ciencia y tecnología, enero 2012.

DE GARAY, A.; DEL VALLE-DÍAZ-MUÑOZ, G. Una mirada a la presencia de las mujeres en la educación superior en México. Revista Iberoamericana de Educación Superior, 2012, vol. 3, n°6, p.1-21.

FERNÁNDEZ CHRISTLIEB, F. Paradero 2010: La geografía universitaria en México setenta años después. In   BOCCO, G.; URQUIJO, P.; VIEYRA, A.  (Eds.). Geografía y medio ambiente en América Latina. México DF: Centro de investigaciones en Geografía Ambiental, Universidad Nacional Autónoma de México; Instituto Nacional de Ecología, 2011, p.87-126.

FCCT (2012) Madres Científicas 2012. Estadísticas de género en el SNI 2012.  [En línea].México DF: Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC, 10 de mayo de 2012, http://www.foroconsultivo.org. mx/documentos/acertadistico/ otras/DiadelasMadres_2012.pdf , [7 de junio de 2012].

FRANCO PLATA, R.  Plan de desarrollo 2008-2012, Facultad de Geografía. Toluca: Universidad Autónoma del Estado de México, 2008, 101 páginas.

GALAZ  FONTES, J.F.; GIL ANTÓN, M. La profesión académica en México: Un oficio en proceso de reconfiguración. Revista electrónica de investigación educativa. 2009, vol.11,  núm. 2, [En línea].<http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1607-40412009000200008&script=sci_arttext>,  [7 de junio de 2012].

GALINDO MENDOZA, M.G. El proyecto de Universidad Abierta y a Distancia en la Universidad Nacional Autónoma de México. Importancia y trascendencia de la geografía económica y política. In SÁNCHEZ CRISPÍN, A. (Ed.) La enseñanza de la geografía en México a inicios del siglo XXI. México DF: Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; INEGI, 2003, p.201-213.

GALVEZ, T. Aspectos económicos de la equidad de género. Documento de referencia: Séptima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, CEPAL-Comisión Económica Para América Latina y el Caribe, Lima, Perú, 8 al 10 de febrero del 2000, 65 páginas.

GARCIA RAMON, M.D.  El análisis de género y la Geografía: reflexiones en torno a un libro reciente. Documents d'Anàlisi Geogràfica, 1985, núm. 6, p. 133-143

GÓMEZ  REY, P. El establecimiento de los estudios geográficos en la Universidad Nacional de México. In MONCADA MAYA, J.O.;  GÓMEZ REY,  P. El quehacer geográfico: Instituciones y personajes (1876-1964). México DF: Universidad Nacional Autónoma de México, 2009, p. 79-105.

GUZMÁN, V. La equidad de género como tema de debate y de políticas públicas. Feminismo en transición. Transición con feminismo, Memoria del Foro Internacional sobre Ciudadanía, Género y Reforma del Estado, México DF: Grupo de Educación Popular con Mujeres, A. C., 1997, 16 páginas.

IG UNAM. Informe de actividades 2011-Dra. Irasema Alcántara Ayala. México DF: Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, enero de 2011, 422 páginas.

LUNA MONZALVO, M.J.; GUTIÉRREZ MARTÍNEZ, R.; SOSA MARTÍNEZ, Y.; MARTÍNEZ ALARCÓN, J. El modelo educativo integral flexible, una metodología para la implementación de la licenciatura en Geografía en la Universidad Veracruzana. In D.A. Nuevas perspectivas en la enseñanza de la geografía en México. México DF: Universidad Nacional Autónoma de México; Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, 2007, p.234-276.

McDOWELL, L. Women in British Geography.  Area, 1979, vol. 2, núm.11, p.151-154.

MILOSAVLJEVIC,  V. Estadísticas para la equidad de género: magnitudes y tendencias en América Latina. Cuadernos de la CEPAL, núm. 92, Santiago de Chile: Publicación de la Naciones Unidas, 2007, 190 páginas.

OLIVARES ALONSO, E. Altamente asimétrica, presencia de miembros del SNI en el país, Periódico La Jornada, 28 de julio de 2009, p. 2.

PUJOL, H.; GARCIA RAMON, MD; ORTIZ, A. El profesorado universitario de geografía en España y sus trayectorias profesionales: una mirada de género. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 2012, núm. 59, p. 323-344.

PUJOL, H.; ORTIZ, A.; GARCIA-RAMON, M.D. La presencia y la carrera profesional de las mujeres en la geografía académica. Estudio de las peculiaridades del caso español. Estudios Socioterritoriales, Revista de Geografía, 2009, núm. 7, p. 136-159.

REYES TORRES, C. La deserción en la licenciatura en geografía de la UAEM, un análisis desde las trayectorias escolares. Cohorte 2004-2009,  XII Congreso internacional de teoría de la educación, Barcelona, 20-22 de octubre de 2001, 17 páginas.

RODRÍGUEZ MOYA, J.M. Mujer y Geografía en México. Anales de Geografía de la Universidad Complutense, 1992, núm. 12, p.165-174.

SABATE A.; RODRÍGUEZ MOYA,  J. M.; DÍAZ MUÑOZ,  M.A. Mujeres, espacio y sociedad. Hacia una Geografía del género. Madrid: Editorial Síntesis, 1995

UACJ. Licenciatura en Geo informática, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Tríptico informativo, 2009.

UAG. Licenciatura en Geografía, Unidad académica de ciencias de la tierra, Universidad Autónoma de Guerrero.  [En línea]. Tríptico informativo, 2011.
< http://uact.uaguerrero.net/sites/default/files/Triptico por ciento202_ por ciento20Geografia por ciento202011.pdf >, [7 de junio de 2012].

UAMEX.  Informe PRODES, Ciencias  naturales y exactas,  Programa integral de fortalecimiento institucional (PIFI)  2010-2012, Toluca: Universidad  Autónoma del Estado de México, 2010, 141 páginas.

UASLP. Propuesta curricular para las carreras de antropología, geografía e historia en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. San Luis Potosí: Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Mayo de 2002, 117 páginas.

UGDL. Diagnóstico del programa de la Licenciatura en geografía. Periodo 2004-2009, Guadalajara: Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, Universidad de Guadalajara, Mayo 2010, 105 páginas.

UNAM. Propuesta de creación del Centro de investigaciones en geografía ambiental. Universidad Nacional Autónoma de México, Morelia: Instituto de Geografía, Unidad Académica de Geografía, Campus Morelia, Septiembre 2006, 64 págs.

UNAM.  Proyecto de creación del plan de estudios de la licenciatura en Geo historia, [En línea]. Tomo 1, México DF: Universidad Nacional Autónoma de México, 2012, 71 páginas, < http://www.caahya.unam.mx/planesyprogramas/geohistoria/Tomo por ciento20I por ciento20pdf/Tomo por ciento20I por ciento20Geohistoria.pdf>, [7 de junio de 2012].

UNIDES. Programa institucional 2005-2011. Puebla: Universidad del Desarrollo del Estado de Puebla, 2005, 20 páginas.

UQROO. Plan de estudios del doctorado en geografía. Chetumal: División de ciencias e ingeniería, Universidad de Quintana Roo, Enero 2006, 29 páginas.

UQROO. Plan de Desarrollo 2006-2008. Cuerpo Académico de Geografía y Geomática, Chetumal: División de ciencias e ingeniería, Universidad de Quintana Roo, 2006, 17 páginas.

ZELINSKY, W. The Strange Case of the Missing Female Geographer. The Professional Geographer, 1973, vol. 2, núm. 25, p. 101-105.

WEBS CONSULTADAS

IG UNAM.  Directorio de  investigadores, Instituto de Geografía UNAM, [En línea]. 2012, < http://www.igeograf.unam.mx/web/sigg/investigacion/perso_aca/perso_aca.php>, [7 de junio de 2012].

UGdl. Directorio de investigadores, Dep. Geografía y ordenamiento del territorio, 2012, [En línea]. < http://www.geografia.cucsh.udg.mx/directorioAcad.html>, [7 de junio de 2012].

UV. Directorio de investigadores, Licenciatura de geografía, Universidad Veracruzana, 2011, [En línea].  < http://www.uv.mx/personaldoc/Default.aspx?d=11303&p=14147>, [Consulta: 7 de junio de 2012].

CIGA-UNAM. Directorio de investigadores, CIGA-UNAM, 2012, [En línea].  < http://www.ciga.unam.mx/ciga/index.php?option=com_contact&Itemid=49>, [7 de junio de 2012].

CEGH- COLMICH. Directorio de investigadores, CEGH-COLMICH, 2012, [En línea]. < http://www.colmich.edu.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=98:planta-docente&catid=52:centro-de-estudios-en-geografia-humana&Itemid=442>, [7 de junio de 2012].

CENTRO GEO. Directorio de investigadores  CENTRO GEO, 2012, [En línea].  < http://www.centrogeo.org.mx/es/investigadores>,  [7 de junio de 2012].

UQROO. Dirección investigación y posgrado. Cuerpo Académico Geografía y Geomática, 2011, [En línea]. < http://www.uqroo.mx/dip/anexos/geografia.html>, [7 de junio de 2012].

UASLP. Directorio de investigadores de la Licenciatura de Geografía, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2011, [En línea].  http://www.uaslp.mx/Spanish/ Academicas/ccsh/pacad%c3% a9mico/PTC/licgeografia/ draayllon/Paginas/default.aspx , [7 de junio de 2012].


 

© Copyright Martín Checa Artasu y Paula Soto Villagran, 2013.
© Copyright Biblio3W, 2013.

 

Ficha bibliográfica:

CHECA ARTASU, Martín; SOTO VILLAGRAN, Paula. Mujeres en la geografía universitaria mexicana actual: una aproximación cuantitativa. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 5 de abril de 2013, Vol. XVIII, nº 1020.<http://www.ub.es/geocrit/b3w-1020.htm>. [ISSN 1138-9796].


Volver al índice de Biblio 3W

Volver al menú principal