Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. 
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796]  
Nº 107, 23 de julio de 1998

RAMIRO ROCA, Enric. La institucionalització i difusió de la geografía escolar: la percepció del profesorat de la comarca de la Ribera. Tesis Doctoral dirigida por los Drs. Julia Salom Carrasco y Xosé Manuel Souto, Unversidad de Valencia, Departament de Geografia, junio 1998. 3 vols.

Horacio Capel


Son poco frecuentes los estudios sobre la difusión de los conocimientos científicos universitarios en el nivel de la enseñanza secundaria. Por ello resulta especialmente destacable esta Tesis dotoral de Enric Ramiro Roca, presentada en la universidad de Velencia y que ha sido codirigida por dos geógrafos, los Drs. Julia Salom, Profesora Titular de Análisis Geográfico Regional de esa Universidad y Xosé Manuel Souto, Catedrático de Instituto de Enseñanza Media. Este último ha sido durante varios años director del Centro de Profesores del País Valenciano y autor de una larga serie de publicaciones didácticas, entre los cuales podemos destacar el reciente libro Didáctica de la Geografía (Barcelona, Ediciones del Serbal, 1998).

La Tesis consta de tres volúmenes, de los cuales los dos primeros (con 1.136 páginas) constituyen el texto, y el tercero (de otras 800 páginas) incluye los anexos documentales de la investigación. Se trata, por tanto, de un trabajo muy voluminoso, pero que está al mismo tiempo muy elaborado, y es resultado de una investigación bien planteada y resuelta.

El texto está organizado en una breve introducción, en la que se exponen las motivaciones del trabajo y las hipótesis de partida, y cuatro grandes partes.

La primera parte -titulada "Las bases teóricas de la geografía regional en el sistema escolar"- se dedica a la institucionalización universitaria y al desarrollo de esta disciplina como materia científica y escolar, utilizando para ello la amplia bibliografía producida en nuestro país en los últimos veinte años.

La segunda ("La formación disciplinaria del profesorado no universitario de geografía", págs 153-423) trata de la formación de estos docentes en España durante la época contemporánea, prestando atención a la legislación educativa que condiciona los contenidos de la enseñanza y las metodologías didácticas. La geografía ha sido una materia privilegiada, que ha estado presente siempre tanto en los niveles primario como en el secundario. También se analizan los planes de estudios universitarios, que permiten conocer la formación adquirida por los licenciados en geografía, los que luego se convertirían en profesores. El análisis de esta evolución se basa en estudios publicados y en materiales reunidos por el autor, y va siendo contrastado con las percepciones de los profesores universitarios entrevistados, cuyas opiniones son utilizadas para elaborar interpretaciones sobre el desarrollo de la disciplina a nivel universitario.

En conjunto, esta parte tiene interés tanto por la sistematización que realiza del material disponible como por los testimonios recogidos y presentados paralelamente. La documentación elaborada es valiosa, e incluye: los miembros de los consejos de redacción de las revistas geográficas del País Valenciano, la dirección de Tesis y Tesinas en las tres universidades valencianas y en la Complutense de Madrid, las filiaciones intelectuales de los profesores, los planes de estudios en la Licenciatura de Filosofía y Letras y, más tarde, en las licenciaturas de Geografía e Historia y en la especialidad de Geografía. Son interesantes las valoraciones que hacen los profesores universitarios de la evolución más reciente en los estudios geográficos, con una cierta coincidencia en la crítica de la excesiva fragamentación de las asignaturas.

También se analiza en esta parte el Curso de Aptitud Pedagógica (CAP), creado a partir de la Ley General de Educación de 1970 para la formación de los licenciados que desean dedicarse a la docencia en el nivel secundario, curso que ha presentado numerosas deficiencias; y los planes de estudio de las Escuelas de Magisterio, donde se forman los profesores de enseñanza primaria, con especial atención a los planes de las Escuelas valencianas.

La formación permanente del profesorado en ejercicio ha tratado de ser asegurada esencialmente por dos instituciones, los Institutos de Ciencias de la Educación y los Centros de Profesores (CEP). Los primeros se crearon en el marco de las reformas emprendidas por la Ley General de Educación de 1970, y han estado siempre adscritos a la Universidad, y los segundos en los años 80 con el modelo de los Teachers Centres británicos. Se dedica especial atención a los CEP, sustituidos a partir de 1997 por una nueva institución creada por el gobierno autónomo valenciano, políticamente de derechas, los Centros de Formación, Información y Recursos Educativos (CEFIRE). Dicha creación se interpreta como resultado de "la lógica aplicación del modelo neoliberal del actual gobierno valenciano, aplicada a la formación permanente del profesorado" (pág. 394), aunque en realidad supone mas bien un intento de control autoritario de la educación, ya que se establece una mayor regulación centralizada de los centros, con pérdida de su autonomía, el nombramiento directo de los directores, sin concurso, y la prohibición de algunos actos de debate público.

Se examina asimismo la formación permanente del profesorado, impulsada y realizadas a partir de mediados de los años 70 en el marco de los movimientos de renovación pedagógica y de las Escuelas de Verano. Se trata de movimientos de participación voluntaria que han permitido la difusión de una formación crítica de gran trascendencia en la enseñanza primaria y secundaria.

La tercera parte está dedicada a "La geografía en el País Valenciano y en la comarca de la Ribera" (págs. 425-675). Se trata de un capítulo especialmente interesante por la investigación original que presenta.

En el País Valenciano la geografía "se ha encontrado tradicionalmente conectada con mayores o menores lazos con su recuperación nacional, a pesar de constatar el carácter mayoritariamente español de sus habitantes" (pág. 425).

En el primer apartado se plantea la institucionalización de la geografía en Valencia y la cuestión de la posible existencia de una Escuela valenciana de geografía. La mayor parte de los docentes de la Ribera se han formado en universidades y escuelas normales valencianas (Valencia, Alicante, Castellón), y especialmente en la primera ciudad, que hasta hace relativamente poco tiempo fue la única en contar con Universidad. La Escuela valenciana estaría formada a partir del magisterio del Profesor Antonio López Gómez en la Universidad de Valencia, continuado luego por sus discípulos directos (Vicente Roselló, Pedro Pérez Puchal, Eugenio Burriel de Ortueta, Antonio Gil Olcina, Vicente Gozálvez Pérez) y los discípulos de éstos. La totalidad de los docentes de las tres universidades del País Valenciano tienen esa filiación, debido al fuerte control que el grupo ha tenido en los concursos-oposición para la selección del profesorado.

La aportación de este grupo de geógrafos al conocimiento de la geografía y de la realidad social de País valenciano ha sido muy importante. Durante mucho tiempo la mayor parte de la producción científica de este grupo ha estado centrada en el estudio de la región. Estos geógrafos han puesto énfasis en los estudios regionales, en la geografía física y en la geografía histórica. Se percibe un cierto espíritu de grupo y un cierto aislamiento respecto a la evolución internacional, ya que todavía en los años 1980 cuando la concepción regional era cuestionada en otras universidades españolas, los geógrafos valencianos la mantenían sin fisuras, lo que está relacionado también con un escaso conocimiento del inglés (pág. 462-463). La enseñanza y la investigación se realizaron en relación con el esquema regional, "pero no a partir de problemas reales". Lo cual tuvo un fuerte impacto en la geografía no universitaria. Como escribe el autor:

"Esta situación evidentemente, influye en gran medida en la enseñanza no universitaria, pues por mimetismo se utilizará la misma tipología y contenidos de los esquemas que han aprendido y que además son los empleados en los libros de texto realizados normalmente por personas vinculadas a la universidad y formadas en el paradigma regional clásico (...) Al mismo tiempo el pretendido carácter sintético de la geografía se reduce a la suma de los elementos regionales y los geofactores tradicionales (...) pero no al planteamiento del problema esencial de un territorio o de la humanidad, y a partir de aquí ver como se organiza el espacio resultante" (pág. 499).

Solo bien avanzados los años 1980 algunos profesores se rebelaron contra esa formación, e iniciaron la realización de Tesis doctorales de carácter temático. Lo que abrió el camino a una especialización e hizo surgir, a su vez, los debates sobre la unidad de la geografía.

En total entre 1957 y 1993 se leyeron en la universidad de Valencia 51 Tesis doctorales de geografía, lo que representa el 11,1 % del total de Tesis de la Facultad de Filosofía y Letras (y luego de Geografía e Historia, tras la división) en el mismo período. Aunque en comparación con el desarrollo de la Historia, de más antigua tradición en la universidad valenciana la geografía representa todavía poco, sin embargo su desarrollo ha sido fuerte. En todo caso la actitud de los geógrafos valencianos ha sido siempre de fe en la geografía y en el trabajo de los profesionales de esta disciplina, hasta el punto de que uno de los maestros de la Escuela, el profesor Vicente Roselló, ante una pregunta sobre el carácter científico de la disciplina, afirma: "lo que importa es que haya geógrafos, haya o no geografía" (pág. 510).

La Tesis constata la falta de contactos entre la Universidad y la enseñanzas medias (y más aún primarias), e incluso una falta general de reflexión sobre los problemas de la didáctica de la geografía entre los docentes universitarios, y por los problemas pedagógica. En general los profesores universitarios de la primera generación consideran que han formado esencialmente investigadores y docentes; como dice el profesor Roselló, los profesores de su generación pensaban "que solo eran geógrafos aquellos que se quedaban en la universidad. Y se quedaban casi todos, porque aquí ha habido unas cuantas generaciones en las que señor que hacía Tesina pasaba directamente, y muchos han llegado al final sin muchos merecimientos. Yo he participado de esta visión que solo veía la geografía como objeto de investigación y pienso que incluso la adecuación era excesiva. Solo hablabas para investigadores y tal vez la otra parte quedaba desatendida" (pág. 541). En general esa separación entre geografía para la investigación y geografía para la enseñanza se ha mantenido hasta nuestros días.

Las interpretaciones de la evolución de la geografía se realizan a partir de las percepciones de los profesores, las cuales tienen una parte importante de subjetividad. El hecho de que los profesores universitarios encuestados sean todos de la "Escuela de Valencia" se puede suponer que sesga sistemáticamente las respuestas en el mismo sentido, ya que todos aluden a una misma evolución y comparten determinados presupuestos. Desde luego su análisis quedará como un documento importante para conocer la formación, la evolución, los ideales docentes y científicos de sus componentes. Un grupo de profesionales dedicados, buenos profesionales, bien formados en la geografía regional, pero con grandes obstáculos para conocer y adoptar otras corrientes geográficas, según ellos mismos declara una y otra vez.

En el balance crítico del grupo se destaca que han estado cerrados durante mucho tiempo a las relaciones con el exterior; que han sido reticentes a la participación en congresos y reuniones internacionales, en parte por el reducido manejo de lenguas extranjeras; el mantenimiento de una estructura jerárquica de escuela, que ha hecho muy difícil las disidencias que tanto contribuyen a enriquecer la investigación científica; la realización de un gran trabajo de investigación pero eco limitado entre los estudiantes universitarios, que encontraban las clases pesadas; escasa atención a los aspectos didácticos, y por ello reducida influencia entre los profesores de enseñanza secundaria. Pero en todo caso la Tesis reafirma que se trata de un grupo científicamente muy sólido, con una vasta obra detrás, y que está teniendo una importante evolución por el trabajo de los más jóvenes.

Esta parte de la Tesis acaba con un apartado sobre la producción geográfica y comarcal en la Ribera, donde se efectúa un análisis bibliométrico acerca de los trabajos realizados acerca de este ámbito territorial: un total de 1038 referencias, de los cuales 322 libros. El análisis bibliométrico del conjunto de la producción científica sobre la comarca de la Ribera, incluyendo el estudio de las dos revistas locales fundamentales, Al-Gezira y Quaderns de Sueca, es una aportación también destacada de la Tesis. La mayor parte de esta producción es de carácter histórico, y solo minoritariamente de geografía: entre los libros un 42,1% de historia y un 5,9 de geografía; en total de las 1038 referencias bibliográficas solamente 104 títulos, es decir menos de un 10 % se refieren a geografía.

La cuarta parte de la Tesis se dedica a la difusión del conocimiento de la geografía en la comarca de la Ribera y ocupa todo el segundo volumen (págs.677-1071). Constituye una aportación de gran importancia para el conocimiento de la realidad de la enseñanza de la geografía tal como se realiza.

Esta parte se inicia con una exposición sobre el concepto de comarca, elemento esencial en la estructuración del País valenciano y de la enseñanza de la geografía impartida en ese territorio, el problema de la comarcalización en el País Valenciano, las delimitaciones y características de la comarca de la Ribera, y la cuestión de la cohesión comarcal. Se concluye que la comarca tiene un alto grado de cohesión y que es bien percibida por sus habitantes.

El siguiente apartado se dedica al profesorado de la Ribera, y el papel desempeñado por el movimiento de renovación pedagógica CODERI. Tradicionalmente ha existido en la comarca un gran interés por la renovación educativa, que ha disminuido en los últimos años "como consecuencia de la carrera docente impulsada por la administración". Según el autor, "el voluntarismo pedagógico e idealista impulsor de numerosas iniciativas ha dejado paso a la acumulación de certificados a base de cursos, cursitos y seminarios de dudosa rentabilidad en el aula y funcionamiento" (pág. 785). El autor tiene un profundo conocimiento del tema, ya que ha sido responsable de la coordinación y asesoramiento de los grupos de ciencias sociales y geografía e historia de la comarca en el marco del centro de formación de profesores (CEP).

El estudio de los grupos de trabajo de la Ribera muestra la existencia de un cierto dinamismo en la comarca en lo que se refiere a la participación en movimientos de renovación pedagógica, aunque no sean precisamente los docentes de geografía los mas destacados en este sentido. En esta parte del trabajo se utiliza una encuesta a los profesores no universitarios, a partir de una muestra que se ha intentado que sea representativa de las diversas áreas que se incluyen en la comarca estudiada y de las distintas edades. Pero es una muestra reducida, de solo 55 profesores, y sesgada por la voluntad de responder, lo que implica que representa a la fracción mas renovadora y movilizada. De esos 55 profesores el 60 por ciento se dedican a impartir ciencias sociales en el ciclo superior de la EGB y primer curso de ESO, y se han formado en las Escuelas de Magisterio; el resto enseñan Geografía e Historia en bachillerato, y han estudiado en la Universidad. En cuanto a la formación que han recibido, es mayoritario el grupo cuya formación se realizó antes de los años 1980, lo que significa que tuvieron una formación general en historia y geografía, con mayor número de asignaturas de la primera disciplina y con un dominio absoluto de la concepción regional en geografía.

En la encuesta se preguntaba también sobre la formación recibida, y sobre la opinión y el recuerdo que conservan acerca de sus profesores. Las respuestas son mas bien decepcionantes. La mitad no recuerdan ningún nombre ni tampoco trabajos de geografía (págs. 837-839), y piensan que en la formación que recibieron en la universidad y en las escuelas de magisterio había "un predominio absoluto del memorismo y de la cultura enciclopédica, donde la comprensión estaba ausente de forma general y donde la repetición 'al pie de la letra' se valoraba de manera contundente" (pág. 842). Ante la pregunta de si recuerdan algún tema de geografía de sus estudios, la mayoría no es capaz de recordar ningún asunto significativo referente a su formación inicial.

El estudio del desarrollo de la formación permanente del profesorado en la comarca de la Ribera muestra el papel importante que ha tenido en la difusión de nuevos conceptos y metodologías, a través de los Centros de Profesores, los Institutos de Estudios Comarcales, y los Movimientos o Asociaciones de Renovación Pedagógica.

En general, los profesores de estos niveles de 10 y 20 tienen un escaso conocimiento de las publicaciones y del trabajo desarrollado por la comunidad científica universitaria, lo cual es especialmente grave porque se trata de profesores renovadores que han asistido a cursos diversos de reciclaje. Tampoco conocen las publicaciones de geografía regional sobre el País Valenciano realizadas por los geógrafos. La encuesta trata también de la preparación de las clases, la utilización de centros de recursos o la discusión con otros compañeros, con resultados mas bien negativos. En general el recurso mas utilizado es el libro de texto como manual básico, y secundariamente las fotocopias y la prensa; es minoritario en cambio, o excepcional, la utilización de libros de ámbito local y comarcal, de cartografía, de audiovisuales o de nuevas tecnologías. La conclusión es que "la invitación al profesorado a realizar otras interpretaciones curriculares y dejarles la responsabilidad de diseñar el qué , como, cuando, porqué y en que lengua enseñar y evaluar, pero sin darles los instrumentos adecuados para conseguirlo, parece que está llevando a los trabajadores de la enseñanza a la burocratización y a la frustración y en ultima instancia a su abandono en manos de los libros de texto y todos los elementos complementarios que han ideado las grandes editoriales" (pág. 973).

En cuanto a las nuevas concepciones científicas en el campo de la geografía, cuya llegada a las universidades valencianas ha sido limitada y realizada ya en la década de los ochenta, la encuesta muestra que han tenido una nula repercusión en el profesorado de secundaria y, desde luego con mayor razón, en el de primaria. El profesorado de uno y otro nivel sigue apegado a las concepciones regionales tradicionales y "continúa poniendo en práctica las experiencias voluntaristas adquiridas durante su formación inicial" (pág. 1049).

En conjunto esta Tesis nos aporta no solo una investigación de gran calidad, sino también una reflexión crítica de un docente de la Ribera sobre su práctica diaria. La investigación muestra el escaso atractivo de la concepción regional en la enseñanza secundaria; algo que coincide con lo sucedido en otros países europeos desde la década de 1960, y de lo que tuvimos en España temprana noticia a través de algunos trabajos publicados en la revista Geocrítica durante la década siguiente (Geocrítica14, 21, 22, 24, 38). Pero al mismo tiempo a través de esta Tesis se percibe la existencia de grupos de profesores preocupados por la calidad de la enseñanza y la importancia de los movimientos de renovación pedagógica en el País Valenciano. Por ello el trabajo realizado por Enric Remiro, debe ser valorado no solo por su calidad científica sino porque nos permite mirar el futuro con optimismo, en contra de las voces de desaliento que tan frecuentemente -y a veces tan justificadamente- se oyen hoy en las escuelas y en los institutos de bachillerato.

La Tesis fue defendida el día 20 de julio de 1998 ante un tribunal constituido por los siguientes miembros: Presidente, Dr. Eugenio Burriel de Orueta, Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Valencia; Vocales: Dr. Horacio Capel Sáez, Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona, Dr0. Consuelo Serrano Navajas, Catedrática de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de Valencia, Dr. Franciso Juan García Bacete, Profesor Titular de Psicología Experimental de la Universidad Jaume I de Castellón, y Dr. Javier Pérez Esparcia, Prefesor Titular de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Valencia. Obtuvo la calificación de Sobresliente cum laude.
 

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  ntilde;ar y evaluar, pero sin darles los instru€0. Consuelo Serrano Navajas, Catedrática de Didác