Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XIX, nº 1097, 5 de noviembre de
2014
[Serie  documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]

 

UNA EXCELENTE Y MUY BREVE INTRODUCCIÓN A UNA HISTORIA ECONÓMICA GLOBAL.
A PROPÓSITO DE LA PROPUESTA DE ROBERT ALLEN
[1]

ALLEN, R. C. Global Economic History. A Very short Introduction. New York: Oxford University Press.Col. Very Short Introductions, nº 282, 2011. 170 p. [ISBN: 978-0-19-959665-2]. 

Carles Carreras i Verdaguer
Universitat de Barcelona 

Recibido: 22 de septiembre de 2014; aceptado: 30 de septiembre de 2014-10-03  

 


Palabras clave: historia económica, historiografía, crecimiento económico

Key words: economic history, Historiography, economic growth


 

Las reseñas bibliográficas constituyen una actividad erudita que tiene diversas finalidades. En una primera instancia la de la simple catalogación bibliográfica para dar a conocer una obra y ofrecer unas informaciones cualitativas sobre ella que, en función, del reseñador, pueden orientar a los posibles lectores, más allá del catálogo[2]. En el momento en que se pone en cuestión la profesión de bibliotecario (quizás debiera aún decirse en femenino dada la predominante tradición, cosa que parecería más justa  al alternar el género de las profesiones en función de la tradición que no usar machaconamente los dos géneros políticamente correctos) vale la pena señalar, la admiración por la dedicación documentalista que permite a esos profesionales el atribuir las palabras clave a cualquier obra, de cualquier especialidad que no conocen, para facilitar su disponibilidad al máximo número de especialistas; y ello sin la necesidad de leer completamente, ni de entender la obra en cuestión. Los catálogos de las innúmeras bibliotecas del mundo constituyen un monumento al trabajo bien hecho de generaciones de bibliotecarias en todo el mundo. Catálogo y orientación pueden caer en la deriva individualista de querer manifestar que se ha leído o adquirido el libro antes que otros.

Ello no obsta para que se busque la finalidad de invitar a compartir la lectura con otros profesionales, al menos los de la corporación del autor de la obra y del de la reseña, cuando no son de la misma, o aun siéndolo no comparten los mismos puntos de vista.

En uno y otro caso, otra importante finalidad de la reseña, muy destacada, es la de, desde el máximo respeto a las opiniones y resultados de los autores, abrir el debate que cualquier obra científica inevitablemente busca.

Desde esta perspectiva, un geógrafo presenta su lectura del trabajo de un gran historiador económico, para compartir las reflexiones teóricas y metodológicas que una de sus obras más populares le ha suscitado.

En primer lugar, se quiere destacar la importancia de la síntesis y de la divulgación en el trabajo de cualquier científico, como el que representa esta obra. El conjunto de la colección Very short Introduction, de las prensas universitarias de Oxford, es un modelo en este sentido que combina la actualidad de los temas, con la profundidad de los puntos de vista que se presentan. Aparece como nueva versión anglosajona de la famosa Que sais-je francesa, de las prensas universitarias francesas (la popular PUF de tantas bibliografías universitarias), que fuera traducida a otras lenguas, entre otras al castellano por la editorial Oikos-tau, de Vilassar de Mar[3], y que fuera tan importante en la formación de diversas generaciones de estudiantes. Cientos de títulos de las temáticas más diversas constituyen el fondo de esta colección. Destacar la importancia de la síntesis se realiza desde la experiencia propia de un esfuerzo similar realizado en 1980 para una Geografía humana de Catalunya a instancias de Enric Lluch[4] y posteriormente de muchas otras obras de síntesis y de divulgación científica.

Pero mucho más importante resulta, en este caso, la necesidad de un debate serio entre las diversas Ciencias Sociales, con el fin de entender, comprender y explicar mejor la realidad de la sociedad humana, en el pasado y en el presente, con vistas en el futuro.

Este debate se aborda aquí a partir de esta obra al menos entre la Geografía y la Historia Económica, disciplinas que compartimos tantas cosas y podemos aún compartir muchas más.

El libro que se reseña, breve y conciso, parte de un precedente importante, de la obra del 2009, sobre la historia económica inglesa en el marco de la economía mundial[5].Se trata de un análisis profundo y original dentro de la historiografía, que ha concitado el mayor interés en la disciplina. En ella, el autor aborda el estudio de una de las evoluciones económicas más conocidas, erigida en modelo muchas veces en lo que se refiere a los procesos de la industrialización, que intenta superar el pragmatismo positivista tradicional yendo de la parte al todo. El intento de insertar la historia particular en la global supone un destacado esfuerzo por superar los estudios de caso y alcanzar un marco teórico general válido. El éxito de aquel intento a buen seguro ha determinado la selección del autor de esta breve historia económica mundial a los responsables de la edición.

Solo  por ello, el libro merece ser leído, ya que se trata de un esfuerzo original, destacado y loable en conjunto, que abre nuevas posibilidades dentro de la disciplina y fuera de ella. La apariencia reducida y sintética del libro podría hacer pensar en una lectura fácil y recomendable para los estudiantes en cursos diversos, pero su comprensión ha de resultar difícil, a pesar de su forma, ya que la divulgación no esconde ni la profundidad de las investigaciones cuyos resultados se aportan, ni la alusión a las interpretaciones a las que se adhiere o critica el autor.

El libro está organizado en nueve apartados distintos en los que analiza, para empezar, la llamada gran divergencia, para aludir a la dicotomía en el desarrollo de la riqueza de las naciones a partir de la difusión del capitalismo desde el siglo XVI, el tema fundacional de Adam Smith (1723-1790). Seguidamente explica el crecimiento del mundo occidental y la revolución industrial que lo consolida. Posteriormente analiza el ascenso de los países ricos y, luego realiza un análisis geográfico de la disparidad con un apartado dedicado a los grandes imperios en Asia, otro a las Américas y otro al continente africano. Para terminar con dos apartados en los que analiza el modelo típico de la industrialización y sus aplicaciones tardías, así como el gran impulso de la industrialización a guisa de explicación completa. Un brevísimo epílogo abierto al debate concluye la obra. Además, como es tradicional en la excelente bibliografía anglosajona, el texto se acompaña de las listas de ilustraciones y tablas, al inicio, y las referencias teóricas y bibliográficas de cada capítulo, más una bibliografía para ampliar los conocimientos y un índice de términos, topónimos y antropónimos, al final.

La obra formalmente está muy bien escrita, con un estilo directo y claro, aunque difícilmente escapa a la necesaria simplificación que exige un libro de esas dimensiones. Ello es notorio especialmente en los títulos de apartados y subapartados en los que abundan los adjetivos aumentativos, en diversas formas, como great o big.

Dicha claridad y simplificación no supone, en modo alguno, vulgarización ni tampoco facilidad para lectores no familiarizados con la temática y la bibliografía. En la bibliografía, no llama la atención por lo habitual, pero cabe destacar el hecho de que se citen tan sólo autores anglosajones, excepto algunos clásicos, como Friedrich Engels o Alexander von Humboldt.

En cuanto a los contenidos son diversos los comentarios que el profesor Allen estimula a un lector geógrafo, interesado en la historiografía. Muchos de ellos posiblemente debidos a los distintos enfoques disciplinares y a la brevedad del texto que obliga a ofrecer mucho contenido en poco espacio, lo que supone una escala de análisis muy pequeña que obvia los detalles. Por otro lado también debe considerarse el hecho de que el autor se basa en la bibliografía existente y conocida y resulta ilusorio esperar un tratamiento igual para los casos y problemas desigualmente conocidos y estudiados. Por ello se presentan comentarios críticos para el debate, en ningún caso recriminatorios, ni alternativos. 

En primer lugar se constata la voluntad de Allen para escapar del enfoque tan común de presentar una historia europea como historia de todo el mundo. Voluntad que no siempre consigue culminar con el éxito que el mismo desea. A pesar de la posición explícitamente crítica de Allen contra el eurocentrismo excesivo que privilegia el papel de las instituciones británicas como único modelo de crecimiento económico, los resultados muestran cuán difícil resulta escapar a ello. Hay que destacar el buen conocimiento de Allen del caso soviético[6] y del británico, pero mucho menor del resto del mundo, a pesar del reto que se impone al analizarlo.

Desde un punto de vista geográfico llama la atención el exceso de simplificación que supone la aproximación continental; parecería que un historiador económico debería estar más próximo a una regionalización del mundo de tipo cultural o político, que permitiría una mayor matización y comprensión de los hechos. El problema de las escalas que tanto preocupa a los geógrafos aparece aquí con claridad, aunque probablemente no contemplado ni por el propio autor. La mayoría de los estudios de historia económica acostumbran a ser empíricos y realizados a gran escala, los famosos estudios de caso que buscan la generalización a través de la construcción de modelos, como máximo. La búsqueda de una visión a escala global, por tanto, se hace difícil, por rara y compleja, más allá de obras como la de Eric Hobsbawn (1917-2012), que cita el autor en su primer apartado.

La escala intermedia es la que menos aparece en la obra, con muy escasas referencias al Estado, probablemente a causa de la voluntad de Allen de rehuir las aproximaciones institucionalistas que suelen dominar la historiografía económica, por lo menos en el mundo anglosajón. Por ello, la aproximación continental se instituye en esa escala intermedia entre lo regional y lo global; se pretende así generalizar sobre lo que se ignora o no se puede abordar por falta de informaciones y estudios. Algunas ausencias resultan más llamativas que otras; por un lado la del mundo árabe, que no aparece en el apartado dedicado a África; quizás una aproximación mediterránea como la de Fernand Braudel (1902-1985) hubiera permitido este abordaje. Una lógica y mayor debilidad a nuestros ojos se detecta en el análisis de América Latina; Brasil parece totalmente ignorado, incluso en la actualidad con su inclusión en la discutible categoría de los BRICS, cuyos otros componentes se tratan de una forma u otra; Argentina y Chile, por otro lado, aparecen en el texto tan lejanos como su explicación de su desconexión antes de la revolución de los transportes.

La adopción tan interesante y original de la perspectiva global supone un enfoque teórico en sí mismo, pero en cambio la teoría no se explicita, ni en el texto, ni en las referencias de los apartados.  Ello repercute negativamente en la percepción de la explicación que se pretende, al menos para los no expertos en la bibliografía específica.

Se podría esperar una interpretación sistémica de la interrelación entre las diversas economías y territorios, al estilo de la que realizara el sociólogo norteamericano Immanuel Wallerstein (n. en 1930), por ejemplo, que no aparece citado. En caso de discrepancia el lector agradecería la explicitación de los argumentos. Se recurre, eso sí, a algunas teorías, como la llamada staples theory, de la historiografía canadiense, pero que ni se define, ni se cita, o como la de la Industrialización por Substitutción de Importaciones (abreviada ISI) del economista argentino Raul Prebisch (1901-1986), difundida a través de la CEPAL. No se mencionan tampoco los ciclos que tanto debate han generado en la historiografía económica,apartir de la divulgación que el economista austríaco Joseph Allois Schumpeter (1883-1950) realizara de la obra pionera del malogrado estadístico ruso Nikolaj D. Kondratiev (1892-1938). Tampoco las teorías centro-periferia que podrían ser de aplicación en el período estudiado y que tanto predicamento han encontrado en la Geografía. Con la falta de esta definición, el análisis del colonialismo parece algo contradictorio, ya que al utilizar la evolución de los precios de algunos bienes (junto con la de algunos salarios) parece no valorarse el hecho de que sea la bolsa de Londres (en algunos casos, la de Viena) el lugar en el que se marquen estos precios.

En general, puede deducirse implícitamente que la evolución económica viene a ser entendida casi exclusivamente como el proceso de integración de las diversas economías nacionales al mercado mundial, concediendo el valor de variable explicativa fundamental al comercio exterior. Destaca muy favorablemente el hecho de que concede al consumo un papel importante en el crecimiento económico, por lo menos en relación con los relativamente elevados salarios de los trabajadores ingleses a partir del siglo XVIII. Predomina, en general, la explicación económica, ya que afirma explícitamente que sólo la política económica puede explicar cualquier evolución de la economía. A partir de este principio, aparece una más implícita afirmación de la importancia de la planificación económica frente al neoliberalismo imperante. Cabe destacar, además, que se concede importancia tanto a la planificación liberal (en el caso de las colonias americanas) como a la socialista (en los casos de la Unión Soviética o China) o a las formas intermedias (caso de Japón).

Quizás en este punto, es donde el debate sería más fructífero si se consiguiera contraponer el excesivo determinismo geográfico que habitualmente  aceptan, demasiado acríticamente los historiadores, con el determinismo de la innovación técnica que suele dirigir implícitamente los estudios de la geografía. Además sería necesario emprender un diálogo más pluricultural que atendiera a las distintas tradiciones disciplinares y los enfoques que dirigen unas naciones y otras y en momentos distintos. Parecería como si en la Historia económica, como se da en la Geografía, las organizaciones internacionales y sus congresos no sirven realmente para potenciar el diálogo y la abertura, sino para afianzar los grupos de presión y los centros del poder académico, disfrazados de excelencia.

La simple lectura del libro resulta altamente recomendable y más aún su constructivo debate, que ha de permitir avanzar en el conocimiento de la evolución de la sociedad humana que tanto interesa a nuestras disciplinas. La aportación posterior del economista francés Thomas Piketty (n. en 1971) ha venido a ofrecer un análisis empírico profundo a escala global, con detalle en la escala nacional, que permite ahondar en el conocimiento de la cuestión fundamental de porqué unas naciones son ricas y otras no y como el desarrollo del capitalismo (que a menudo se diluye dentro de la modernidad) no ha hecho sino aumentar las desigualdades. Todas las Ciencias Sociales están llamadas a este debate y ninguna aportación es pequeña; la política económica es sin duda fundamental, pero en su concepción y aplicaciones, junto a las variables económicas y tecnológicas, cabe tener en cuenta los valores culturales y la diversidad territorial, entre otras.

 

Notas

[1] Se trata de una reseña de la obra que con este titulo en inglés publicó (Allen, 2011)

[2] Conviene recordar que la Universidad de Barcelona mantiene una publicación tan sólo de reseñas bibliográficas en el amplio campo disciplinar de la historiografía, el Índice Histórico Español, creado por Jaume Vicens Vives en el año 1953.

[3] La editorial que creara Jordi García a partir de la imprenta familiar, con el asesoramiento de los hermanos Enric y Ernest Lluch i Martín. Editora, imprenta y personajes todos ellos hoy ya desaparecidos.

[4] Se trata de la Geografia humana que publicara Los libros de la frontera en una colección denominada Conèixer Catalunya (Carreras, 1980). También Enric Lluch publicó los estudios del autor sobre la Unión Soviética (Carreras, 1983), área de estudios que también comparte con el profesor Robert C. Allen (Allen, 2003).

[5] Se trata de Allen, 2009.

[6] Como se ha señalado en la nota 2 el autor de la reseña publicó un estudio sobre la Unión Soviética en la Geografia que editó Enrich Lluch (Carreras, 1983).

 

Bibliografía 

ALLEN, R. C., Farm to factory: A Reinterpretation of the Soviet Industrial Revolution. New York: Princeton University Press, 2003.

ALLEN, R. C. The British Industrial Revolution in Global Perspective. London: Cambridge University Press, 2009.

CARRERAS, C. Geografia Humana. Barcelona: Ed. Dopesa, 1980. 108 p.

CARRERAS, C. La URSS y los países socialistas. In LLUCH, E. Geografía de la Sociedad Humana. Barcelona: Editorial Planeta, 1983, Vol. 7, p. 105-592.

 

© Copyright: Carles Carreras i Verdaguer, 2014.
© Copyright: Biblio3W, 2014.

 

Ficha bibliográfica:

CARRERAS i VERDAGUER, Carles. Una excelente y muy breve introducción a una historia económica global. A propósito de la propuesta de Robert Allen. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 5 de noviembre de 2014, Vol. XIX, nº 1097 <http://www.ub.es/geocrit/b3w-1097.htm>[ISSN 1138-9796].