Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796] Nº 178, 5 de noviembre de 1999 |
RANDLE, Patricio, MAESTROJUAN, Pablo. Atlas digital de la Argentina. Buenos Aires: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (en edición).
Pablo Maestrojuan
El proyecto actualmente en curso, el "Atlas digital de la Argentina",
está en ejecución desde 1990 bajo la dirección
del arquitecto Patricio Randle y la co-dirección del arquitecto
Pablo Maestrojuan. A partir de entonces se produjo una importante transformación
tecnológica en el manejo, procesamiento y análisis de la
información con la incorporación de los Sistemas de Información
Geográfica.
El equipo de investigación
El grupo de colaboradores incluye quince personas entre investigadores
y personal de apoyo a la investigación. Hay
geógrafos, arquitectos y urbanistas, primordialmente, aunque
no faltan quienes hacen su aporte desde la Historia, la Ciencia Política,
la Cartografía y las Matemáticas. También se cuenta
con un centro de documentación para uso interno y servicios
de consulta a terceros a cargo de profesionales en bibliotecología.
A medida que surgen trabajos parciales o de menor envergadura dentro del
marco general del atlas digital se forman equipos de trabajo sobre la base
de la afinidad con el tema del proyecto en cuestión. A pesar de
esta necesaria división del trabajo se sigue la política
de mantener a todos informados sobre el rumbo que siguen las investigaciones
a través de una comunicación fluida y de la realización
de reuniones de trabajo.
Objetivos
Desde 1990 en adelante se puso todo el esfuerzo en la realización
de dos grandes objetivos: por un lado se buscó
conformar una base digital cartográfica y alfanumérica
a escala 1:1000000 con datos relativos a toda la República
Argentina y, por otro, formar una base de datos urbana a escala
1:10000. Esta información, de suyo muy completa y
variada, está llamada a servir de soporte a proyectos de investigación
propios o por cuenta de terceros. Por
entonces no existía en la Argentina nada parecido y aún
hoy sigue siendo una base única por las características apuntadas.
La realización del primero de esos objetivos y yendo de lo más
general a lo particular, también se acometió primero en el
tiempo. Se incluyeron los datos de dos censos nacionales de población
y vivienda, 1980 y 1991, otros tantos censos
económicos, estadísticas agrícolas e información
sobre temas de infraestructura y servicios.
Como fruto de esa etapa se obtuvieron dos resultados parciales: el “Atlas
agrícola” y el “Atlas de población y
equipamiento” que están a punto de difundirse en forma de CDRom.
Para la confección del Atlas agrícola se utilizaron
los datos de las estadísticas oficiales de los diecisiete principales
cultivos del país para el período 1970-1995 en
forma de quinquenios. El "Atlas de población y equipamiento"
abarca, en los temas de población, un período que va desde
el Censo Nacional de 1914 hasta el de 1991, mientras que para otros, como
vivienda y servicios, el de los censos de 1980 y 1991.
Atlas urbano
El cumplimiento del segundo de los objetivos, el proyecto "Atlas urbano",
se ha concebido como un plan de largo
alcance con una duración de tres años en su primera etapa.
Incluye todas las localidades del país con 50000 o más
habitantes. Se considerará la información suministrada
por los censos nacionales de 1991 y el próximo del 2000
desagregada por radio censal que se analizará, como se dijo,
sobre una base cartográfica de escala 1:10000. En esta
etapa se usarán imágenes satelitales Landsat y Spot sobre
todo para la determinación de usos del suelo y para la
actualización esquemática de amanzanamientos inexistentes
en la cartografía de base.
Esa base de datos, que ya está conformada al menos con los datos
existentes para el Gran Buenos Aires, es el punto
de partida para proyectos de investigación que giren alrededor
de los temas urbanos. Se ha comenzado precisamente por el Area Metropolitana
de Buenos Aires que incluye la Capital Federal y los 19 partidos 11 La
provincia de Buenos Aires está dividida en jurisdicciones departamentales
que se llaman partidos cada uno de los cuales conforma un municipio. aledaños.
Teniendo en cuenta el crecimiento producido en esta aglomeración,
habrá de extenderse a los 14 partidos que componen el cordón
periurbano del mismo.
Estudio sobre calidad de vida
Dentro de ese marco general, está en ejecución un estudio
de la calidad de vida en dicha área usando los datos del
censo nacional de 1991 y previendo agregar, más adelante, los
del censo del 2000. En el futuro el análisis se hará
extensivo a otras localidades. Se utilizan como indicadores de calidad
de vida aspectos que hacen a la población y a las
condiciones de vivienda: disponibilidad de espacios verdes; provisión
de agua corriente y cloacas; presencia de
basurales clandestinos y centros de disposición final de basura,
contaminación de cursos superficiales de agua y de
las aguas subterráneas que se usan para el consumo humano; calidad
de la vivienda, nivel de hacinamiento, disponibilidad de centros de salud
y escuelas; así como nivel de educación. Tras el diagnóstico
para cada corte temporal será posible marcar la evolución
y la tendencia sufrida por el fenómeno.
Disponibilidad de espacios verdes
El primer tema de análisis ha sido el de la disponibilidad de
espacios verdes en el Area Metropolitana de Buenos Aires
que dio lugar a un trabajo que se presentó en la 60ª Semana
de la Geografía organizada por GAEA Sociedad Argentina
de Estudios Geográficos y que será uno de los elementos
del índice de calidad de vida. El centro de la atención está
puesto en el hombre que vive en las ciudades, ámbito en el que la
gente necesita alcanzar sus objetivos personales, familiares y sociales
encontrando en ellas un “espacio de vida” y una identidad. Se tuvo en cuenta
que los espacios verdes cumplen variadas funciones dentro del ambiente
urbano: de valor estético, urbano, social, científico y ambiental.
El análisis giró en torno a los
espacios verdes de libre acceso (parques, plazas, plazoletas, bulevares)
cualquiera sea su superficie con la condición
descripta de que sean públicos. Se dejaron de lado, al menos
en esta etapa, otros verdes como los de las viviendas privadas, las nuevas
urbanizaciones o clubes privados que, si bien cumplen algunas de las funciones
consideradas, no sirven de lugar de reunión y vida comunitaria para
todos. Esa exigencia de accesibilidad se expresó como una condición
de distancia máxima de 500 m desde el centro de manzana dentro de
los 19 partidos que forman el Gran Buenos Aires y de 250 m en la Capital
por
tratarse de un área más densamente ocupada y poblada.
Se establecieron áreas de influencia con esas distancias y se
contó la gente que caía dentro de las mismas para establecer
un valor de m2/hab. Es bueno advertir que para mejorar el cálculo
de densidad de población utilizado se habían restado del
mismo todas aquellas áreas (calles, fábricas, edificios públicos,
etc.) en las que no vive la gente. Se adoptó el standard internacional
de 10 m2 de espacio verde por habitante, con la seguridad de que se trata
solo de un indicador y no de un dato comparable.
El resultado del análisis fue un mapa de la situación actual que muestra con crudeza el déficit de espacios verdes existente. Luego se incorporaron áreas que hoy son propiedad del Estado –nacional, provincial o local- en un análisis que se llamó de "verde posible". El resultado mostraba grandes posibilidades de cambio y saltó a la vista que sin un objetivo claro y sin la cooperación de todas las jurisdicciones involucradas no podría lograrse nada que estuviera decididamente a favor del bienestar de todos.
Una visión crítica del trabajo de espacios verdes
En el trabajo se realiza un análisis de la situación actual
que pretende ser realista ofreciendo una metodología apropiada
para el caso. Se trata de un intento válido sobre todo si se
tiene en cuenta que, aunque podían encontrarse algunos
antecedentes parciales referidos a la Capital Federal, no había
ningún estudio anterior que englobara toda el área
considerada. En el seno del mismo equipo de trabajo surgieron las primeras
críticas. Se vio que era necesario estudiar estos espacios verdes
en función de su escala, distinguiendo los que por su tamaño
pueden considerarse de envergadura regional, de los locales o de los
netamente barriales y ya se ha seguido en esta línea de análisis.
Por otra parte, ha resultado claro que faltó una evaluación
final de la metodología empleada.
Otros investigadores dentro de la institución no han estado de
acuerdo con la propuesta de soluciones aduciendo que la
falta de aplicación de políticas ambientales en nuestro
país es notoria y que la concertación de voluntades resulta
utópica dada la inoperancia de los dirigentes.
El futuro inmediato
Después de la primera aproximación al estudio sobre la
disponibilidad de espacios verdes se ha continuado, tal como se dijo más
arriba, separándolos en función de su tamaño. De esa
forma se han formado amplias regiones alrededor de los grandes parques
y se ha dado un tratamiento distinto a los de menor escala, locales o barriales.
Siguiendo con la idea de que es importante la disponibilidad real y la
accesibilidad a los mismos, se incorporarán las barreras (cursos
de agua, rutas) que
imposibiliten o dificulten en forma grave el acceso a las áreas
verdes.
En esta etapa se usarán cartas satelitales para localizar "el
verde" actual, para hacer un esquema de la ampliación del área
amanzanada y la localizar countries y barrios cerrados en general. Se seguirán
analizando las demás variables consideradas
en el índice de calidad de vida en forma separada, comenzando
siempre por el mismo conglomerado piloto.
Los trabajos actualmente en ejecución son: "Disponibilidad de
servicios y riesgo sanitario", "Nivel socioeconómico de la
población del aglomerado" y "Enclaves urbanos atípicos
en el Area Metropolitana de Buenos Aires: countries, barrios
cerrados, condominios y villas de emergencia. Impacto y evolución"
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