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Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796] 
Nº 210, 25 de febrero de 2000 

GONZÁLEZ ORDOVÁS, Mª José. Políticas y estrategias urbanas La distribución del espacio privado y público en la ciudad. Madrid: Editorial Fundamentos, 2000.

Mª José González Ordovás 


El libro Políticas y estrategias urbanas. La distribución del espacio privado y público en la ciudad constituye en sí mismo un empeño por dedicar al fenómeno espacial y concretamente al urbano toda la atención que por su trascendencia creo que merece. El trabajo trata de responder, y espero que con la suficiente cautela restrospectiva, a la consigna de no trivializar lo básico a lo largo de la descripción y/o descubrimiento de las complejas relaciones entre el topos y el logos.

Breve sinopsis

A la Introducción, guía de lectura de toda la obra, sigue la primera parte, "Sobre el espacio". En ella se trata de analizar las repercusiones de la distribución del espacio doméstico, familiar y territorial en el conjunto social. Y ello con un especial interés hacia la especialización del espacio y el modelo español.

La segunda parte, " Una percepción del fenómeno urbano", comprende una incursión por las diversas teorías, planteamientos e ideologías que, desde el siglo XIX y hasta mediados del XX sirvieron de fundamento e inspiración a las más variadas proyecciones y representaciones espaciales. La exposición gira en torno al corte histórico que para el fenómeno urbano supuso la Revolución Industrial.

Sólo en ciertas ocasiones las fronteras territoriales han moldeado y delimitado por sí mismas y de forma exclusiva las realidades espaciales. Es más frecuente que, aun reconociendo la importancia de las particularidades locales, el fenómeno urbano no reconozca límites políticos y se perciba como una realidad imparable difuminada en contextos supraestatales. De ahí que esta parte se haya dedicado a desentrañar las causas y describir los efectos de las opciones espaciales.

En la tercera,  "Espacio para ideologías" se ha procedido, en cambio, a la consideración y análisis de los planteamientos ideológicos más importantes de lo que va de siglo acompañados simpre de su propia concepción del espacio. La Primera y Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y la Revolución de 1968 son en Occidente las verdades políticas más contundentes.

La especial atención que se ha concedido al pensamiento de autores como Henri Lefebvre, Manuel Castells o Jane Jacobs, por citar a algunos de ellos, obedece a la profunda convicción de que, en buena medida, a su aportación teórica se debe el abandono del marasmo urbanístico en que Europa había caido tras la Segunda guerra mundial y que en realidad no hacía sino profundizar las contundentes secuelas que repecto a la vivienda había traido consigo la Gran Guerra de 1914. La idea de hogar es practicamente abandonada y el término casa sustituido por el de alojamiento. La unidad habitacional o 'vivienda mínima' es expresión máxima de la nueva mentalidad.

La sociedad horrorizada de sí misma se repliega y mientras arquitectos y urbanistas se disponen a elevar edificios prescindiendo de todo tipo de valores que no se ocupen de lo meramente cuantitativo. La consecuente multiplicación de bloques de viviendas y urbanizaciones lineales se repitió como por plantilla por las ciudades europeas. La proliferación de la fórmula del barrio dormitorio o de la ciudad satélite, carentes de cualquier seña de identidad, impuso a la vida urbana la fría sombra de la homogeneidad. También entonces fue necesario esperar a que algunos pensadores despertasen del sueño dogmático. Todos aquellos de los que nos hemos ocupado lo hicieron pero no nos hemos ocupado de todos los que lo hicieron. Así lo aconsejaban también aquí razones de tiempo y espacio.

En la cuarta y última parte estamos: A vueltas con la vivienda. Nos centramos por completo en la evolución de la cuestión de la vivienda en España y lo hacemos seccionando el tiempo en tres etapas. " Los apuntes de la situación hasta la guerra civil" sigue "La Estampa franquista" y a ésta el análisis del paso "De las viviendas sociales a las viviendas dignas: A raíz del artículo 47 de la Constitución". Para ello repasamos la legislación y doctrina más importantes.

En el apartado dedicado a las conclusiones, el Estado social no es el final del trayecto, predomina también el análisis político-administrativo en el que se presta una especial atención a la jurisprudencia constitucional de la que destaca por lo 'inesperada' la STC 61/97 de 20 de marzo. El repaso a las doctrinas de corte clásico-tradicional de nuestro derecho urbanístico frente a la apuesta liberal no han sido relegadas.

Urbanismo y derecho

Respecto a la justificación de mi preocupación por el urbanismo, objeto de estudio del libro, creo conveniente recordar que la disposición, distribución y organización del espacio constituye un elemento de primer orden para el sujeto y la sociedad. No es indiferente que se elijan determinadas formas o trazados, ya que, la forma de ver el espacio resulta ser la forma de ver la sociedad. En la actualidad el espacio se ha hecho hasta tal punto homogéneamente urbano que la ciudad, a la vez contenido y forma, ha ido imprimiendo su carácter sobre el hombre. Quien en un tiempo y en términos políticos fue definido como 'ciudadano' (aunque viviese en el más rural de los ámbitos) se perfila hoy en sentido antropológico como homo urbanus. La ciudad, como forma de vida se ha convertido en el único punto de referencia, todo parece pensado en y para ella. La forma de vida rural, en franca decadencia, tampoco ha escapado a su influjo.

Pero ello no significa que se haya llegado a un prototipo de ciudad cuya difusión se deba a su buen funcionamiento. Ni siquiera disponemos de un significado claro de qué cosa sea la ciudad, cuáles son los requisitos que determinan su existencia o cuándo un asentamiento humano no es ciudad. Los ensanches de los últimos 150 años han desdibujado las características de la ciudad histórica. La ciudad, y sobre todo la gran ciudad, es hoy un laboratorio de continuas transformaciones sociales.

En otro orden de cosas, y si bien es verdad que el espacio ocupado por las viviendas en una ciudad supone la mayor parte de su superficie de manera que la imagen que tenemos del espacio urbano es la que forman las viviendas en él construidas,de poco sirve hablar de forma genérica de cómo el hombre ha formado un espacio urbano capaz a su vez de transformarle a él, sin recabar en la cuestión doméstica, ya que, es en la casa donde el sujeto primero aprende y después proyecta los valores que su entorno le transmite. En ese sentido, la dedicación de este trabajo al pensamiento urbanístico responde al propósito de completar y enriquecer la visión estrictamente jurídica de la vivienda como un derecho y del Derecho urbanístico en cuanto ordenamiento que responde al cómo para ocuparse del porqué.

¿Por qué en un Estado en que la función social de la propiedad es reconocida constitucionalmente, el fenómeno de la especulación del suelo urbano se ha venido admitiendo como un mal menor? Me temo que la relación más o menos pormenorizada de las disposiciones normativas que se ocupan de este complicado asunto no es suficiente para conocer las causas de la cuestión. Creo que la elaboración de un planteamiento teórico resulta necesaria y no sólo porque para el diseño de una política coherente sea preciso un conocimiento detallado, sino porque, además, el urbanismo es un fenómeno verdaderamente complejo: no es sólo ni simplemente una rama jurídica o una práctica política; en la actualidad, el urbanismo se percibe antes que nada como un negocio.

Pues bien, en nuestro contexto la redefinición de un nuevo equilibrio entre los intereses particulares y grupales y el interés general se perfila como una necesidad imperante. Por otro lado, la vivienda es un derecho constitucionalmente reconocido pero su puesta se ve enormemente dificultada debido a la dependencia de éste, como el resto de los derechos sociales, de las posibilidades presupuestarias. Su difícil compaginación con otros derechos justifica la aparición de numerosas doctrinas algunas de las cuales consideran que el cumplimiento del derecho a la vivienda resultaría estructuralmente contradictorio con el de otros derechos constitucionales no ya sociales, sino fundamentales en sentido estricto. También este aspecto es analizado en profundidad.

Abordar el urbanismo desde el estudio de las políticas legislativas de vivienda no es una labor que deba agotarse con la enumeración de la retahíla de disposiciones que a lo largo del tiempo se han ocupado del espacio. La ciudad, sociedad a escala con la vivienda como unidad de habitación, es argumento suficiente para profundizar en las ideologías inspiradoras de las medidas legislativas y pretexto bastante para reconducir y someter el desorden social a base de disciplina y rigor urbanístico. La confianza en el trazado de la forma para la mejor sujeción del fondo, sin ser un recurso nuevo obedece hoy en buena medida al fracaso de los modelos de estricta naturaleza política. Y es que la apuesta por el urbanismo significa algo parecido en las sociedades autoritarias y en las libres en que la democracia se viva como un ritual de compromiso.

En cualquier caso, creo que la consulta de más de 800 documentos entre libros y revistas del campo del Derecho, la Sociología y la Filosofía Política acompañada de un exhaustivo repaso de nuestro repertorio legislativo y jurisprudencial proporcionan al libro un sólido sistema de fuentes actualizadas precisas para abordar uno de los temas interdisciplinares más complejos: el urbanismo.

© Copyright Mª José González Ordovás, 2000
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