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Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796] 
Nº 257, 26 de octubre de 2000 

Estrategias para la ordenación territorial del Sudeste ibérico: horizontes para una periferia
(Un programa de investigación)

José Luis Gómez Ordóñez
Cátedra de Urbanismo y Ordenación del Territorio
E.T.S. de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
Universidad de Granada



Palabras clave: región del Sudeste de España/ desarrollo regional/ imagen territorial.

Key-words: Southeast of Spain/ regional development/ territorial image.


1-El sudeste español ha sido un finisterre en el que la vida de los hombres ha sido extraordinariamente difícil a pesar del notable espesor histórico de sus ciudades más importantes Granada y Murcia y el de algunas ciudades segundas como Guadix o Lorca.

Area geográfica dividida administrativamente en dos regiones, Andalucía y Murcia, hasta 1979 y más tarde en tres regiones autonómicas (tras la división de Murcia y Albacete), las notas de identidad más fuertes le vienen otorgadas por la extensa litoralidad mediterránea de su perímetro y por el extenso núcleo montañoso, el de las cordilleras béticas, que ocupa su centro. El poblamiento disperso y escaso, sus agudos contrastes, su aislamiento y su múltiple adscripción administrativa han hecho de esta región un territorio sin plano, sin rostro, fragmentado siempre en hojas diferentes en los mapas nacionales y exhibiendo unas fronteras internas que ni la orografía, ni la hidrografía, ni el clima, la economía ó la historia justifican en demasía.

Grandes extensiones desérticas, espléndidos oasis en sus valles y mesetas, periferia peninsular y europea, encarada vigorosamente, en algunos momentos, al Magreb, las condiciones para reforzar su identidad han sido siempre muy difíciles.

Un territorio sin imagen es un territorio sin proyectos y sin futuro, sin liderazgos que reciban las innovaciones y las difundan y sin solidaridades que agrupen las escasas fuerzas para defender su existencia y orientar su desarrollo.

En la Europa comunitaria de las regiones y las ciudades, las locomotoras centrales impulsan estrategias de articulación que refuerzan su centralidad y dominio y así los grandes ejes de infraestructura -como el arco latino y los trenes de alta velocidad- no encuentran lugar en este territorio más que muy débilmente, sin que la región sudeste, por tanto, formule sus respuestas específicas a esta relación continental y sin que las políticas económicas sectoriales comunitarias como la P.A.C. sean enfrentadas y reelaboradas desde la perspectiva de las específicas condiciones de las diversas áreas de la región sudeste, en el marco de una estrategia unitaria y compleja.

Este es el drama de un territorio sin identidad, necesitado por ello de la autoestima y de la confianza en sus propias posibilidades de las que, desde luego, no está carente.

Es muy posible que la decadencia esté asentada en el hecho brutal y forzado de las cuantiosas migraciones que han sufrido todos los territorios del sudeste a lo largo del siglo XX, tanto a Argelia y Marrruecos, como a Sudamérica, Centroeuropa y Cataluña. Esta sangría que se ha mantenido hasta los recientes 80 ha dejado a la región sin energía para la lucha por invertir el proceso de su continua decadencia. La sabiduría y capacidad de sus empresarios agrícolas, el turismo y el renovado vigor poblacional han abierto una nueva perspectiva.

Esta región periférica del arco latino (así llamado por el Documento Europa 2000) está caracterizada por su estancamiento y repliegue en sí misma, aún con polos de dinamismo en la agricultura y el turismo; el encuadre europeo del citado documento registra ocho modelos regionales para el arco latino desde Andalucía hasta el Lazio y entre esos modelos diferencian el andaluz del valenciano-murciano aunque reconociendo en ambos dualismos y heterogeneidades internas muy fuertes y las fuertes centralidades respectivas de Sevilla y Valencia como ciudades importantes, dependientes ó articuladas en torno a Barcelona como metrópoli regional que, junto con Roma, capitalizan el arco latino.

No es incompatible con esta visión, pero si introduce en ella notables matices correctores, la construcción de esta imagen del sudeste aglutinando las periferias de los dos modelos andaluz y valenciano-murciano, resaltando sus particulares heterogeneidades internas entre sus desiertos y sus oasis, entre sus agriculturas avanzadas y tradicionales, entre sus recursos turísticos y sus áreas rurales marginadas. Nos parece que la mirada a Europa a esta escala más detallada, más respetuosa con las ciudades segundas -del alto nivel histórico y cultural de Granada y Murcia- tiene más posibilidades de articular las regiones dependientes a las locomotoras del desarrollo y, en todo caso, de operar desarrollos endógenos contando con las energías locales.
 

2-El conjunto de ecosistemas del Sudeste ibérico, en su diversidad y en algunos de sus elementos constituye un paisaje europeo de fuerte personalidad; así, ha ejercido fuerte atracción sobre los estudiosos del campo geográfico desde el magnetismo central del techo ibérico de Sierra Nevada.

Dan idea de este carácter del paisaje, la extensión de sus espacios naturales protegidos (sólo en la subregión andaluza hay más de medio millón de Has. de espacios naturales protegidos), en los que viven casi medio millón de habitantes, la de sus tierras marginales ó improductivas (sobrepasando con mucho el millón de Has., sólo en las tres provincias andaluzas), la extensión de las zonas sujetas a riesgos de erosión muy elevadas (otra vez un millón de Has. sólo en las tres provincias andaluzas), la extensión de su litoral (más de 500 Km.)…

Cuando las políticas territoriales europeas, tan marcadas por la preocupación ambiental, y especialmente la P.A.C. tan interesada en la conservación del paisaje y los ecosistemas, se muestran sensibles a valores del territorio no meramente económicos ó productivos, parece que la fuerte integración de las diferentes marginalidades de esta región en un polo de alta fragilidad ecológica, y también de una buena capacidad de autoanálisis y de gestión, apoyado desde la sinergia de las dos administraciones autonómicas que lo gobiernan, supondría un refuerzo muy importante para su progreso.
 

3-Una faceta sobre la que conviene centrar la atención es el alto valor patrimonial que suponen en la región los testimonios de su lucha por la supervivencia y el progreso. Sin remontarse más atrás, de los árabes se conservan sistemas tradicionales de riego y de cultivo cuyo inventario y valoración están en buena parte por integrar, explicar y difundir. El reformismo borbónico actuó también con energía en la lucha contra el déficit de recursos hídricos como demuestran los embalses de Puentes y Valdeinfierno y, hoy día, el conjunto de embalses (unos 30 importantes) y canales de esta región y el de sus riegos tradicionales, constituyen un patrimonio técnico de enorme importancia. Añadamos el de sus instalaciones mineras (casi extintas, Mazarrón, La Unión, el Marquesado, Linares, Puertollano…), el de sus escasos ferrocarriles, algunos abandonados y el resto al borde de su extinción, el de sus salinas, antaño riquísimas, el de sus trazados urbanos (Cartagena, La Carolina) y su entidad arqueológica y habríase esbozado un panorama cuya catalogación presenta altísimo interés.
 

4-Se han mencionado anteriormente valores naturales y paisajísticos y la profusión de embalses (dentro de un más amplio patrimonio técnico y cultural); convendría prestar atención a las posibilidades de la región para un turismo rural , un turismo interior apoyado en la montaña, en los usos recreativos de sus embalses y en el valor cultural de sus ciudades centrales.

Insistiríamos en que la difusión de un proyecto integrado de desarrollo del sudeste murciano-andaluz potencia extraordinariamente lo que, separadamente, son marginalidades de unas comunidades Valenciana y andaluza, deslumbradas por los focos valenciano y sevillano.

El turismo litoral constituye un recurso más valorado aunque la nueva autopista del Mediterráneo, como eje vertebrador del arco latino, está introduciendo nuevas tensiones y promoviendo cambios de escala de los operadores, cuyo análisis debiera conducir al diseño de estrategias de control de calidad de las operaciones -urbanizaciones y puertos deportivos fundamentalmente- como garantía de un desarrollo sostenible y de una imagen de prestigio. Nuevamente la imagen cartográfica con el vértice en Cabo de Gata uniendo los dos mediterráneos, de Palos a Sacratif, enriquecería y complementaría nuestras identidades regionales autonómicas andaluza y murciana.
 

5-Se han esbozado rasgos tradicionales de identidad a conservar y potenciar pero debería hacerse honor a ciertas puntas de lanza de la innovación en algunos aspectos como las nuevas agriculturas (sistemas de riego, enarenados e invernaderos, cultivos de primor y tropicales..) que hacen de Murcia, (desde hace años), y de Almería, más recientemente, el centro hortofrutícola más potente de Europa. Con lo que ello supone de necesidad de investigación de nuevas logísticas de transporte y de integración de esfuerzos e intercambios de información sobre las diversas experiencias.

Tendrían cabida aquí, también, los experimentos de nuevas energías, eólica y solar, así como las centrales combinadas de electricidad y calor y las minicentrales, especialmente aconsejables en sistemas urbanos tan dispersos como el de esta subregión.
 

6-El resumen realizado, extenso y ligero a la vez, pretende subrayar el interés de un nuevo enfoque que venga a complementar el potente y útil doble anclaje autonómico de la región.

Cabría terminar apelando a que las recientes autovías enlazando Andalucía y Murcia por Almería y Baza no han acabado de derribar la barrera entre ambas regiones que siempre se ha atribuido a las béticas y que conviene ir desplazando a la falta de voluntad de sus hombres. No es esta barrera, efectivamente, una responsabilidad de la orografía, factor, al contrario, de interacciones climáticas hidrológicas, paisajísticas, y que deja abiertos pasillos para la comunicación, en un hermosa estructura en abanico con vértice en Granada. Con las autopistas no se ha hecho otra cosa que avanzar un poco, iniciar un camino. ¿Qué hay del tren, ese ferrocarril imprescindible para dar cohesión al arco latino?. Nadie lo defiende con vigor. Sólo este proyecto, tan atractivo, merecería la construcción de una identidad, de una imagen cartográfica para la región sudeste.
 

Conclusión y propuesta

La construcción de una imagen territorial del sudeste pasa, como se ha visto, por valoraciones y propuestas múltiples. Es una tarea que necesitará algunos años y el concurso de muchos saberes. Cabría, no obstante, hacer una aproximación que fuese fundacional de ese esfuerzo, que estableciese las bases cartográficas expresivas de esa identidad del sudeste peninsular. Así, la investigación que se propone persigue un objetivo fundamental, de carácter metodológico, que es poner al día y adaptar, a un territorio específico, instrumentos de análisis y de exploración de líneas de intervención de carácter proyectual, en áreas de gran extensión, mayores y de naturaleza diferente a las comarcas y en las que el territorio no urbano tiene gran protagonismo.

El principal instrumento a poner en juego, de manera innovadora, es el de la elaboración de imágenes del territorio, a través de la cartografía, que proporcionen una definición adecuada de la identidad del mismo.

Los planos, desde la conquista de la precisión y con la hiperinformación que caracteriza a cualquier ámbito cartografiado, por la disposición de tecnología en una medida que nunca había estado disponible, necesitan reforzar su capacidad explicativa, que no pasa tanto por la acumulación de información temática como por su selección y combinación adecuadas y por la expresión de relaciones espaciales que constituyan su código específico de interpretación.

El corredor Granada- Murcia, incluyendo Almería, ó si se prefiere, el Almería- Murcia, incluyendo Granada, tiene unos 12.000 km2. y puede ser explicado en un plano a escala 1:200.000 de formato 1.20 m x 0.80 m. Ésta escala es la que Coello aplicó a la descripción provincial, a mediados del siglo pasado, con el propósito de inventariar la riqueza del mosaico español y mejorar la Administración del Estado. En éste trabajo la elaboración de éste plano interprovincial e interregional sería una apuesta por el fortalecimiento de los lazos administrativos y de miradas cruzadas y solidarias.

En éste territorio extenso podría hablarse de un núcleo central que sería el triángulo con vértices Baza - Lorca - Carboneras de lados 100, 80 y 80 km, de unos 1600 km2, que puede ser representado a escala 1:80.000 (la escala del plano Cassini del territorio francés), en un plano de formato 1.20 m x 0.80 m.

Igualmente, a ésta misma escala 1:80.000, podría crearse la imagen del litoral almeriense-murciano, de una franja de 100 km., compartida entre ambas provincias, yendo desde el cabo Tiñoso, al norte, hasta la Punta de los Muertos, al sur de Carboneras. Ésta imagen, que igualmente se contiene en un formato de 1.20 x 0.60 m, puede ser orlada y enriquecida con el detalle de formas litorales que expresen la riqueza de la morfología costera, a escalas 1:20.000 ó 1:25.000, llevando el formato del plano al de 1.20 x 0.80 como los anteriores. Téngase en mente el espléndido trabajo que diversas escuelas de Arquitectura han hecho sobre los litorales europeos en el reciente y espléndido libro Coast Wise.

El territorio en estudio necesita de la exploración más detallada de corredores locales que constituyen lugares de especial condensación de valores e intereses dentro del territorio global. Así, los itinerarios Lorca- Águilas- y San José- Tabernas, constituyen dos ejes de relaciones litoral- interior, (el primero de notable trascendencia a finales del XVIII), y, como el Baza- Guadix, un vector uniendo dos importantes ciudades históricas, hoy pugnando por articularse a flujos que incrementen su bienestar. Estos tres ejes, de unos 50 km. de longitud, vuelven a reproducir imágenes del territorio de formato 1.20 x 0.80 m., a una escala 1:40.000, que permiten valorar elementos más finos del área. También éstos planos pueden orlarse con episodios de escala 1:10.000, que otorguen relieve a hitos singulares del itinerario.

Así, en conjunto, podemos hablar, pues, de seis planos, a escalas 1:200.000, 1:80.000 y 1:40.000 (con detalles 1:20.000 y 1:10.000) que, en conjunto, constituyen una descripción compleja e interescalar del territorio.
 

Propuesta

Si los planos mencionados han de constituir una descripción intencionada, selectiva, de características del territorio, que contribuyen en su conjunto a entenderlo, a explicarlo, está claro que no se trata de una yuxtaposición de cartografías temáticas convencionales (población, usos y capacidades del suelo, clima e hidrología, comunicaciones y ciudades, servicios...), sino de una elaboración sintética de dicha información y de una cartografía de las relaciones espaciales.

La consideración del territorio como recurso natural, la valoración paisajística, la detección de nodos, recorridos e itinerarios, inflexiones y contrastes, fronteras, ejes y bordes, formas y estructuras de articulación y jerarquías de los elementos constituyentes... serán las categorías con las que entender las estructuras territoriales.

Las nuevas técnicas digitales de representación gráfica- disponibles en nuestro laboratorio- permitirán el entendimiento de las intervenciones sobre la conectividad como revalorización de las redes, actuando mediante sobreposicion de unas sobre otras. Igualmente, la construcción de patterns en los que los valores de regularidad y diversidad caracterizan los puntos emergentes y/ó centrales de un sistema de yuxtaposición horizontal de teselas de un mosaico, constituye un sistema de información orientado a la intervención (entendida como generación de regularidad, diversidad, singularidad, centralidad...,). Se trata de encontrar en el territorio potencialidades, flujos energéticos, y, de ahí, el valor de la detección de aquellas estructuras, así como de elementos tales como puentes, (entre sistemas "cortados"), muros, (generados en la separación tajante de "desniveles"), puertas, (lugares de convergencia de los flujos), recintos, unidades de transformación y de relación...; en definitiva, el verdadero objetivo de este trabajo es ahondar en la dialéctica general-local, la interacción entre escalas, el juego entre lo frágil y lo fuerte, entre el largo y corto plazo. En aumentar nuestra capacidad de conocimiento y de armonización de esos campos está el reto que la investigación se plantea.

© Copyright  José Luiz Gómez Ordóñez, 2000
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