Menú principal de Geo Crítica                                                                                    Volver al Índice de Biblio 3W
 
Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9796] 
Nº 276, 22 de febrero de 2001

CIBERFORO DEL CONOCIMIENTO CUALIFICADO Y TELESISTEMA DOCENTE PROACTIVO

Fernando Moliní Fernández
Profesor titular de Geografía Humana,
Facultad de Filosofía y Letras, Departamento de Geografía,
Universidad Autónoma de Madrid


Ciberforo del conocimiento cualificado y telesistema docente proactivo (Resumen)

Sería importante la generación de un gran ciberforo que concentre e interrelacione a través del correo electrónico al mejor conocimiento cualificado de los más de 350 millones de hispanoparlantes. Asimismo, se podría desarrollar un telesistema docente basado en listas de distibución a dos niveles, uno local y otro internacional. Las listas locales agrupan a los alumnos de cada asignatura, mientras que las internacionales sirven para establecer interrelaciones y sinergias entre profesores, investigadores y profesionales cualificados relacionados con la materia, desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Palabras clave: listas de distribución / administradores de listas / Internet / sociedad del conocimiento / telesistema docente / docencia en red.


Quality knowledge ciberforum and proactive educational telesystem (Abstract)

It is important the generation of a huge Internet provider that concentrates the best quality of knowledge of more than 350 million hispanic speakers. Also, it should be developed an educational telesystem based on news groups at two levels: local and international. For each subject there is a local news group, while the international groups establish synergies between lecturers, researchers and quality professionals related with the subject .

Key words: news groups / owners / Internet / knowledge society / educational telesystem / internet education.


Gran ciberforo que concentre el mejor conocimiento cualificado hispanoparlante

Una oportunidad que parece urgente generar es la concentración del mejor conocimiento académico, científico, docente y profesional hispanoparlante. Se trata de intentar que el conocimiento en español altamente cualificado quede eficaz y creativamente agrupado en un mismo lugar del ciberespacio, con las ventajas de economías de red y de escala que ello tendría. Se intentaría crear una infraestructura básica de interconexión mediante el correo electrónico de los mejores especialistas de cada materia, que contase con la garantía de administradores de prestigio, a ser posible remunerados, que asegurasen la calidad de los contenidos.

Habría que lograr que el saber de alto valor añadido en castellano se interesase por el potencial de intercambio de conocimiento y de sinergias que posibilita el correo electrónico, para lo que parece necesario que cuente con una alternativa de interrelación entre especialistas selectiva, eficaz y de gran calidad. Para lograr dicha alternativa podría ser interesante, al menos en un primer momento, el evitar la división del conocimiento cualificado por áreas geográficas (EE.UU., Perú, Argentina, etc.) o por marcas comerciales, tanto las de portales generales (Star Media, Terra Lycos, Yahoo, AOL, Prodigy, etc.), como las de lugares centrados en listas de distribución comercialmente orientadas (egroups.com, elistas.net, ictnet.es, etc.). En general en este tipo de servidores quedaría el conocimiento divulgativo, el recreativo y en parte el profesional, mucho más abundante que el especializado y científico, pero con un valor estratégico menor. Para el conocimiento altamente cualificado sería conveniente que una institución, en principio pública pero con posible participación privada, lograse concentrarlo, de forma que se obtuviese la suficiente masa crítica como para constituirse en una red verdaderamente eficaz.

El concentrar a las personas con conocimientos cualificados tiene un valor inmenso. Debe tenerse en cuenta, como lo expresa Peter Drucker, que «en la sociedad del saber hacia la que vamos, la persona es lo esencial. El saber no es algo impersonal como el dinero; el saber no reside en un libro, un banco de datos, un programa de ordenador; todas estas cosas contienen solamente información. El saber siempre está encarnado en una persona. El paso a la sociedad del saber convierte a la persona en lo esencial» (Drucker, P. F., 1993, pág.209)

Si el conocimiento científico, académico y profesional hispanoparlante se fragmenta sin que se haya generado un gran foco de excelencia se habrán perdido innumerables sinergias que hubiesen podido desembocar en mayores conocimientos, elaboración de proyectos, generación de empleos, eficacia de teleprocesos de formación, prestigio competitivo, etc (cuadro 1).
 
 

Cuadro 1

Gran ciberforo del conocimiento hispanoparlante
Objetivos
Beneficios
Requisitos
Concentración del mejor conocimiento académico, científico, docente y profesional 

Generación de sinergias

Economías de red 

Economías de escala 

Nuevos proyectos 

Nuevos conocimientos 

Generación de empleo 

Prestigio competitivo

Campañas sistemáticas de difusión 

Medios económicos, humanos y técnicos 

Iniciativas desde los administradores 

Dirección innovadora


 

Por ello considero esencial la concentración del conocimiento cualificado de los más de 350 millones de habitantes que tienen el español como lengua materna y de los millones de personas que son capaces de comunicarse mediante nuestro idioma sin ser su primera lengua. En mi opinión se trata de una verdadera cuestión de estado que hasta ahora el Gobierno español ha desatendido.

El lugar más adecuado para concentrar el conocimiento cualificado hispanoparlante posiblemente son las listas de distribución académicas y científicas de RedIRIS, aunque no es la única alternativa posible y para algunos no es la más deseable, entre otras razones dado su carácter centralista. Aún así, esta institución quizás es de momento la que tiene una mayor potencialidad de convertirse en el portal de referencia del conocimiento cualificado hispanoparlante. Un inconveniente es que no cuenta con los medios que ello requeriría. Sería necesario hacer campañas sistemáticas y continuadas de difusión en España, EE.UU. y Latinoamérica sobre la oportunidad que representan las listas de distribución de RedIRIS, así como dotar a esta institución de los medios económicos, humanos y técnicos requeridos para atender a los nuevos usuarios y prestaciones. Además, se requeriría una dirección más dinámica e innovadora que la actual, que ni siquiera permite plantear un debate sobre esta cuestión en su publicación institucional, el Boletín de RedIRIS.

Para suplir la carencia de medios económicos, consideraría positivo el que RedIRIS se abriese a la iniciativa privada, por ejemplo mediante la convocatoria de un concurso público de colaboración y patrocinio. Debería intentar asociarse a la iniciativa privada ahora que parece que todavía está a tiempo, porque aún es una referencia importante en el ciberespacio, con una experiencia acumulada que muy pocos tienen.

Considero que RedIRIS, tras hacer los correspondientes estudios previos, tal vez pudiera sacar a concurso público por un cierto número de años la selección de un portal que albergara sus listas de distribución, a la vez que mantuviese el acceso directo a ellas a través de su propio dominio.

RedIRIS, entre otros posibles elementos, podría ofrecer:

1. Un contenido de gran interés relativo, con una cierta masa crítica y con una larga experiencia de funcionamiento, orientado de manera particular a investigadores, profesores, profesionales y a los millones de estudiantes universitarios hispanoparlantes.

2. Una breve mención a las empresas patrocinadoras o a información que ellas suministrasen, que podría situarse al final de sus mensajes, que se aproximan a los 6.000.000 mensuales (de enero a mayo de 2.000, ambos inclusive, la media mensual fue de 5.893.333, según datos proporcionados por Jesús Sanz de las Heras, coordinador de las listas de distribución de RedIRIS).

3. La posibilidad de diseñar otras actividades mixtas (públicas y privadas), por ejemplo en el campo de la teleformación.

Considero que el concurso público debería adjudicarse a la mejor oferta de financiación de alguno de los siguientes conceptos:

1.Propaganda de las listas de distribución de RedIRIS, sobre todo en revistas científicas, en publicaciones profesionales, en secciones especializadas de periódicos generales, etc.

2.Becarios que colaborarían con la coordinación de listas de distribución de RedIRIS.

3.Administradores de las listas en función de una fórmula que, por ejemplo, ponderase el número de personas suscritas y el grado de satisfacción de las mismas, para lo que se podría hacer una encuesta anual desde la coordinación de las listas de distribución. Esta evaluación podría ser obligatoria para todos los administradores que deseasen ser retribuidos, pero voluntaria para los que no quisieran acogerse a este sistema.

Sin tener que esperar a que el Gobierno se decida a dedicar los recursos económicos y humanos requeridos para la creación de un gran ciberforo sinégico en castellano de pensamiento cualificado, o a que RedIRIS considere oportuno buscar la colaboración de la iniciativa privada, los administradores de las listas de distribución de RedIRIS y todos los que deseen colaborar podríamos emprender desde abajo numerosas acciones con este objetivo, como la que expongo a continuación.

El mayor número posible de voluntarios se podrían comprometer a intentar enviar en sus respectivas universidades o centros de trabajo un correo electrónico cuyo objetivo principal fuese captar nuevos administradores de listas de distribución de la máxima calidad posible.

He elaborado un modelo de carta electrónica tipo para la atracción de administradores, que tiene la ventaja de ofrecer una visión amplia del tema, pero el inconveniente de ser demasiado extensa. Queda para cada remitente la tarea de recortarla según lo estime más conveniente. El escrito sería adaptado por cada cual según sus opiniones y circunstancias. Lo que aquí incluyo es un posible modelo para, en primer lugar, someterlo a debate.

El texto del mensaje lo he adaptado al supuesto de que la mayoría de los nuevos coordinadores de listas crearían listas especializadas con escaso tráfico, aunque no tiene por qué ser así en numerosas ocasiones.

Para distribuir la carta se puede contar con la colaboración de cualquiera de los servicios de la universidad o del centro de trabajo, que disponen de listas actualizadas de correos electrónicos de la institución, como servicio de informática, aulas de informática, servicio de ayuda a la docencia, servicio de investigación, personal, etc.

El mensaje podría llevar por título "LA POSIBLE OPORTUNIDAD DE LAS LISTAS DE DISTRIBUCIÓN DE REDIRIS" y su texto podría ser el siguiente:

«Esta carta es para informar sobre las listas de distribución de RedIRIS, que actualmente parecen ser la principal entrada de Internet en castellano de foros de debate de una cierta calidad académica, científica y docente.

Sobre cada materia, especialidad, asignatura o campo científico los profesores universitarios, investigadores o profesionales altamente cualificados pueden crear una lista de distribución con fines de investigación (uso principal) y docencia (nuevo uso que se puede combinar con el de investigación) que agrupará a otros profesores e investigadores, así como a cualquier persona que, cumpliendo con los requisitos de suscripción, quiera apuntarse.

La persona que crea una lista debe ser un especialista en la materia. Se constituye en su administrador y es el encargado de gestionarla, siendo una de sus funciones principales el que tenga el máximo nivel de calidad posible. No se debe tener prevención a crear listas con poca actividad, sobre todo al principio.

Técnicamente, ser administrador es muy sencillo, entre otras razones porque todas sus funciones las puede realizar a través del correo electrónico. Además, cuando surgen dificultades, RedIRIS intenta proporcionar con rapidez la ayuda necesaria para solventarlas.

Se enumeran a continuación algunos de los principales objetivos de un administrador que intente integrar en su lista la docencia y la investigación. Debe considerarse que no todos los administradores tienen que estar de acuerdo con todas las funciones que se van a enumerar y que, aunque se trata de una relación bastante exhaustiva, quedan muchas posibilidades por reflejar. Cada lista es un mundo propio que sus miembros construyen día a día a su medida. En este caso se trata de una relación muy ambiciosa de objetivos que no refleja la realidad actual de las listas de distribución, sino posibilidades, en mi opinión deseables, de lo que podrían llegar a ser.

Entre los posibles objetivos de un administrador (cuadro 2) pueden destacarse:

1. Atraer a los mejores pensadores, profesores y profesionales relacionados con la materia.

2. Difundir ideas novedosas y que aportan valor añadido. Particularmente, analizar y difundir cuáles son las mejores prácticas investigadoras y docentes.

3. Someter sus propias hipótesis, a ser posible audaces, a la crítica de los demás.

4. Analizar crítica y creativamente los contenidos teóricos y prácticos de la materia, en particular las novedades bibliográficas.

5. Beneficiarse en la investigación de las aportaciones con calidad de los demás miembros de la lista.

6. Compartir la experiencia docente con otros profesores que imparten materias afines o interrelacionadas. Se pretende ahorrar tiempo entre todos en la preparación de material académico, que pasaría a hacerse de forma colectiva.

7. Tender a especializar la docencia, de manera que cada tema lo preparen e impartan los mejores expertos de la lista al conjunto de todos los alumnos.

8. Permitir que los alumnos empiecen sus trabajos a partir de lo que ya han realizado los de otras generaciones y otras universidades, mejorándolos en vez de repetirlos constantemente. Poder coordinarse en trabajos interuniversitarios.

9. Aunar voluntades y lograr la suficiente masa crítica como para abordar investigaciones ambiciosas. Particularmente, preparar proyectos de investigación y obtener financiación externa para los mismos, en los que puedan participar miembros de universidades muy distantes.

10. Ofrecer una formación continua a cualquiera que esté interesado, por ejemplo, los exalumnos que lo deseen.

11. Enseñar a los alumnos el uso eficaz del ciberespacio y, por tanto, facilitarles el poder trabajar en red a larga distancia, como sería el caso de realizar desde España trabajos generados en EE.UU., donde hay una enorme escasez de mano de obra de todo tipo, pero sobre todo cualificada.

12. Elaborar publicaciones electrónicas y, en su caso, en papel, sobre los principales debates que se desarrollen en la lista, supervisadas por un comité científico del máximo nivel.
 
 

Cuadro 2

Posibles objetivos de un administrador
Atraer a los mejores 

Difundir ideas novedosas 

Someter sus ideas a crítica externa 

Analizar contenidos 

Beneficiarse de otras aportaciones 

Compartir la experiencia docente

Especializar la docencia 

Coordinar trabajos interuniversitarios 

Masa crítica para investigaciones 

Formación continua 

Enseñar a trabajar en red 

Publicaciones electrónicas y en papel

La posición actual de RedIRIS en el ciberespacio posiblemente tiene un gran valor estratégico, incrementado porque su despegue todavía no se ha producido, al menos no en relación con sus potencialidades latentes. La dificultad es que no podrá hacerlo si el Gobierno, los organismos superiores de los que depende, la dirección de RedIRIS y los administradores de las listas no ponen los medios y el esfuerzo necesario para ello.

RedIRIS es un espacio emergente que todavía está casi vacío. Según datos proporcionados por Jesús Sánz de las Heras, coordinador de las listas de distribución de RedIRIS, en mayo de 2000 el servicio cuenta con 51.080 personas suscritas, de las que 10.106 tenían dominios latinoamericanos. Hay unas 320 listas, de las que 260 son públicas en castellano. El número de mensajes enviados en dicho mes fue de 6.325.851.

Aunque se carece de datos comparativos fidedignos, posiblemente las listas de RedIRIS son la primera, o una de las primeras, potencias de Internet en castellano en su categoría. Sin embargo, sus cifras actuales no representan casi nada en comparación con las que parecen alcanzarse en el mundo anglosajón, ni en relación con las que se podrían lograr.

Si logran cumplir su vocación potencial, las listas de RedIRIS serán una importante fuente no sólo de información bruta, sino de saber hacer y de intercambio de las mejores prácticas en cada campo. Se convertirían en la gran plaza ciberespacial hispanoparlante del conocimiento creativo, en el lugar donde poder establecer un contacto rápido con la mayoría de los mejores especialistas en cada materia que estén conectados a este servicio.

La gestión de una lista siempre implica algo de trabajo y de tiempo al administrador, normalmente no demasiado, si bien varía mucho de unas a otras. En gran medida esto depende del número de suscriptores y de los conocimientos de las personas suscritas, en numerosas ocasiones mucho más bajos de lo deseable. Ser administrador es una función que no se suele desempeñar a cambio de beneficios prácticos, aunque éstos también pueden existir.

La principal recompensa para el administrador es, posiblemente, lograr establecer contacto con personas interesadas en su mismo tema, que normalmente casi siempre son desconocidas y proceden de ciudades e incluso países lejanos. Esto proporciona en sí mismo una gran satisfacción intelectual.

Si se demuestra la propia valía en la gestión de la lista y unos grandes conocimientos, el administrador estará en una posición privilegiada para la puesta en marcha y dirección de proyectos de investigación conjuntos con equipos de universidades y centros muy distantes.

En una misma lista puede haber más de un administrador, por ejemplo compañeros de un departamento, profesores de una misma asignatura de distintas universidades, expertos en una determinada materia, etc. Esta es la opción más recomendable, entre otras razones porque permite la sustitución en caso de ausencia de uno de los administradores.

Por el momento, las listas de RedIRIS podrían ser un lugar particularmente estratégico de la internet hispanoparlante. Se trata de una ventana de oportunidad que está abierta y que no se debería desaprovechar, aunque si no se coordinan todos los esfuerzos necesarios las listas de RedIRIS acabarán ocupando una posición relativamente marginal en el ciberespacio.

Para obtener información detallada sobre las listas de distribución, se puede ir a la dirección: http://www.rediris.es/list.

Lo lógico es empezar suscribiéndose a las listas que para cada uno tienen un mayor interés y estar en ellas durante algún tiempo antes de hacerse administrador de una con temática propia. Hay muchas listas que a las personas altamente cualificadas les parecerán de baja calidad, aunque con suerte es posible que encuentren alguna que les sea de utilidad. Es importante tener en cuenta que la valoración futura de las listas dependerá en gran medida del valor añadido de las propias contribuciones. En la mayoría de los casos habrá que esperar con paciencia hasta que se suscriba un número suficiente de especialistas en la materia. No hay que desesperarse y abandonar, sino incentivar a los colegas más cualificados a que se inscriban. No importa el que la participación sea reducida, pero sí el que sea de baja calidad.

Aunque no se desee ser administrador, suele merecer la pena explorar cuáles son las listas de distribución de RedIRIS que pueden ser más útiles para la investigación y la docencia. No hay que esperar encontrar la panacea, sino un punto de partida que con el tiempo puede llegar a ser prometedor si uno colabora activamente».

Cabe suponer que el impacto de cada carta que se envíe será muy reducido, entre otras razones porque sus destinatarios, en gran medida profesores e investigadores, están muy ocupados con temas urgentes, y no les queda casi tiempo para adoptar ideas que para muchos de ellos son novedosas.

Sin embargo, todas y cada una de las cartas son importantes, porque alertan sobre un tema al que a partir de entonces le prestarán más atención y porque sirven para conocer cómo hacer campañas futuras más eficaces. Podrían constituir la punta de lanza de la difusión de las listas de distribución de RedIRIS de una manera sistemática, al menos hasta que se logre financiación para campañas de promoción. Cuando menos servirán para empezar a crear una nueva percepción de las mismas en la mente de muchos profesores, investigadores y profesionales cualificados. Pero habrá que ser muy persistentes para traducirlo en un impacto significativo.

Si este primer proceso de difusión desde la base funciona, se estaría en condiciones de adoptar nuevas acciones más continuadas cuya eficacia cabe suponer que iría siendo cada vez mayor y para las que hay que procurar financiación externa.
 

Telesistema docente

Una medida que posiblemente dotaría de una ventaja comparativa a un ciberforo del conocimiento cualificado sería el convertirse en una pieza clave de un Telesistema Docente basado en listas de distribución que podría crearse.

El Telesistema Docente combinaría la formación cara a cara con la docencia en red a través de foros de debate (listas de distribución) a dos niveles: una lista local (interna) de correo electrónico para establecer sinergias entre los componentes de la clase presencial y una lista internacional (como las de RedIRIS) para establecer sinergias entre profesores, investigadores y profesionales cualificados relacionados con la materia, con independencia de la distancia que les separe. En esta segunda lista los alumnos están de oyentes (cuadro 3).
 


Cuadro 3

Utilidad para los alumnos de las listas a dos niveles 
Local Internacional
Difundir ampliaciones de la teoría 

Distribuir análisis propios 

Coordinar la selección de lecturas 

Coordinar la selección de fuentes 

Coordinar los trabajos prácticos 

Recibir las correcciones

Sobre la globalidad de la materia: escuchar información de carácter general sobre la asignatura 

Sobre aspectos concretos: escuchar información sobre elementos parciales, por ejemplo relacionada con los trabajos que en cada caso se realizan

Es importante recalcar a los alumnos el que debe primar la calidad sobre la cantidad en todos los mensajes que envíen a las listas de distribución. Como norma general no deben mandar por correo electrónico documentos largos, sino aportaciones bien pensadas y relativamente breves. Asimismo, es fundamental advertirles que a las listas internacionales no pueden enviar mensajes sin que el profesor los haya revisado y autorizado.

El desarrollo de la parte teórica podría organizarse como expongo a continuación. Para facilitar la aplicación del modelo detallo aspectos muy concretos que corresponden a un caso específico, por lo que en numerosos aspectos no será generalizable. Cada profesor tiene que determinar por sí mismo los parámetros que le son aplicables en función de sus circunstancias.

La lista local fundamentalmente sirve para:

a) Difundir ampliaciones de los aspectos teóricos de la asignatura, elaborados sobre todo por los propios alumnos. Por ejemplo, cada alumno envía como mínimo un correo electrónico con su análisis de la bibliografía que le haya correspondido o que haya seleccionado, resaltando las ideas fundamentales que considere que los demás deben conocer y, sobre todo, sus reflexiones propias. En un supuesto de 100 alumnos puede ser razonable que cada uno envíe un máximo de 5 páginas relacionadas con la teoría y que las distribuya como fecha límite a mitad de curso.

b) Distribuir a todos los compañeros la información adicional relevante que cada uno encuentre y el análisis propio que se realice de la misma, procurando que sea crítico y creativo.

c) Coordinar la selección de lecturas y fuentes de información entre los distintos miembros de la clase, incluyendo libros, artículos, páginas Web, etc. Con ello se minimizaría las repeticiones de lecturas y comentarios. La norma es que lo que cada alumno envía sea distinto de lo distribuido anteriormente por sus compañeros. Con esto se incentiva su creatividad, el que no dejen todo para última hora y el que compitan por ser los primeros en presentar algo de calidad.

d) Coordinar la realización de los trabajos prácticos.

e) Recibir del profesor las correcciones que son relevantes para el conjunto de la clase, aprendiendo colectivamente de los errores de cada uno.

Las listas internacionales fundamentalmente sirven para:

a) Escuchar información de carácter general sobre la temática de la asignatura, para lo que se darán de alta en las listas internacionales más directamente relacionadas con la materia. Es decir, para estar al día sobre el contenido de la asignatura se suscribirán a los foros de debate que en mayor grado se correspondan con su temática

Prestarán particular atención a las listas de la RedIRIS (http://www.rediris.es/list), en tanto que parece ser la red académica, científica y docente hispanoparlante más importante que existe en la actualidad, si bien están muy lejos de la idea de ciberforo del conocimiento cualificado que antes he planteado.

En las listas ubicadas en el servidor de RedIRIS los mensajes quedan recogidos en unos archivos cuyo acceso puede ser público o restringido a los suscritos. En todos los casos la suscripción es gratuita y la baja se puede gestionar en cualquier momento.

Se intentará que el mayor número posible de profesores, investigadores y profesionales relacionados con la asignatura participen en el debate a través de dichas listas internacionales, si bien en una primera etapa en la mayoría de los casos cabe suponer que esto será bastante difícil.

Cada asignatura debería contar con al menos un foro de debate internacional en la que integrarse, pero de momento hay una gran escasez de listas en castellano, por lo que la mayoría de las veces esto no sucede. Este déficit se debe en parte a que todavía no se ha fomentado proactivamente la generación del gran ciberforo del conocimiento cualificado que desarrollo en el apartado anterior.

Con la participación en las listas internacionales la docencia se abre al exterior y puede enriquecerse con la experiencia de un gran número de especialistas procedentes de los más diversos campos y países.

En las listas internacionales los alumnos actúan como oyentes, con contribuciones supervisadas por el profesor, mientras que los investigadores, docentes y profesionales cualificados participan libremente, salvo en el caso de que sean moderadas.

b) Escuchar información sobre aspectos parciales de la asignatura que interesan de manera particular a colectivos específicos de alumnos. Cada persona o grupo debe suscribirse a las listas internacionales en castellano y en otros idiomas que estén relacionadas con los trabajos de la asignatura o con los temas sueltos del temario que ellos estén desarrollando. Las listas del anterior punto interesan a todos porque se refieren a la globalidad de la materia, mientras que las de éste tratan de aspectos concretos.

Cuando los alumnos detectan información relevante para el conjunto de la clase, la analizan y la transmiten a los demás por la lista local.

El Telesistema Docente es un sistema fundamentado en el correo electrónico que difiere sustancialmente de la docencia en red basada en la Web que existe en numerosas universidades. En comparación, esta última suele ser más individualista, local, lenta, cara y con un elevado coste de tiempo para el profesor, por lo que tal vez los que todavía no la practiquen es mejor que la adopten en segundo lugar.

Por supuesto, cuando se puede es mejor simultanear estos dos tipos de docencia en red, porque normalmente son no sólo complementarios, sino también sinérgicos. Si se dispone del tiempo, los recursos y los conocimientos necesarios, la existencia de ambos es muy recomendable. En caso contrario, en muchas ocasiones es posible desarrollar un Telesistema Docente sin un soporte tradicional de docencia en Web, teniendo la ventaja el primero de su gran sencillez y de su marcado carácter supralocal.

Aunque el Telesistema Docente se base en listas de distribución, la Web tiene una gran utilidad y existen multitud de experiencias educativas de alto valor basado en ella, por ejemplo la integración en una red telemática de sistemas multimedia educativos descrita por Tejedor, C. y otros (1999). Cuando se dispone de los medios necesarios habría que ir incorporando nuevas herramientas de manera permanente, por ejemplo programas de trabajo en grupo como el BSCW, basado en la Web. Por el contrario, cuando apenas se disponen de recursos materiales y humanos, el Telesistema Docente parece un buen punto de partida.

El Telesistema Docente supone un esfuerzo adicional para los profesores que se sumen a él, sobre todo debido al cambio de mentalidad que para muchos representaría, por ejemplo por descentralizar en una lista internacional y pública la transmisión de conocimientos. Además, la tutoría electrónica se utiliza con frecuencia sin que sustituya a la presencial.

Para promover el que los profesores se apunten voluntariamente a un Telesistema Docente, se les debería compensar el esfuerzo adicional que ello representa mediante un complemento específico de teleformación, equivalente al que ya existe para la investigación.

Fomentar la difusión del Telesistema Docente parece razonable dadas las grandes ventajas que aporta. Abre una enorme oportunidad al permitir la creación de un sistema a muy bajo coste que, entre otros, produce los siguientes beneficios: fomenta de forma continuada el intercambio de conocimientos entre profesores, cuyos escritos son accesibles a los alumnos; ahorra mucho tiempo en la preparación de material, por ejemplo de temas, prácticas o bibliografía, que pasa a hacerse de forma colectiva; introduce las innovaciones de contenidos con suma rapidez; analiza y difunde las mejores prácticas docentes; evalúa de manera controlada las innovaciones pedagógicas; especializa la docencia, de manera que cada tema lo pueden impartir los mejores expertos al conjunto de los alumnos; permite que, cuando sea posible, los alumnos empiecen sus trabajos a partir de lo que ya han realizado otros de otras generaciones y de otras universidades, mejorándolo en vez de repitiéndose constantemente; y enseña a los alumnos el uso eficaz del ciberespacio y, por tanto, les empieza a posibilitar el poder teletrabajar.

Por lo tanto, el Telesistema Docente puede tener entre sus objetivos aprovechar la oportunidad que representa, por una parte la escasez de empleados cualificados en algunos países, sobre todo EE.UU., que tiende a incrementarse y, por otra, el rápido crecimiento del uso de Internet, intranets y extranets por parte de sus empresas, que posibilita el que un porcentaje creciente de los nuevos puestos de trabajo puedan ser desempeñados desde España.

Inicialmente, se orientaría hacia el mercado laboral de los EE.UU., pero capacita igualmente para trabajar con cualquier lugar del mundo en el que las empresas e instituciones busquen a través de redes globales (como Internet) al mejor colaborador posible. A largo plazo parece que se verán obligadas a hacerlo todas las empresas que pretendan ser realmente competitivas. Las maneras en que se produzca la correspondiente contratación serán múltiples, a veces directamente y en otras ocasiones a través de empresas intermediarias.
 

Telesistema docente proactivo

El Telesistema Docente Proactivo sería aquél que incorpora la docencia proactiva al Telesistema Docente. Aunque fundamentalmente se aplica a la enseñanza universitaria, también se utiliza en otros niveles educativos con las correspondientes adaptaciones a cada caso. A continuación señalo las principales características de la docencia proactiva (puntos 1 a 6) que, junto con el Telesistema Docente (punto 7), da lugar al Telesistema Docente Proactivo. Sus principales características son:

1) El objetivo principal del profesor es que los alumnos aprendan por sí mismos a aprender a mejorar eficazmente el conocimiento. El profesor no es un mero transmisor de información: normalmente eso lo hacen mejor y de manera más completa otras fuentes, como los manuales o Internet. Por el contrario, fomenta el que los alumnos intenten desarrollar la capacidad de generar de manera continua conocimiento creativo, que según las capacidades de cada cual tienda a ser cooperativo y competitivo al mayor nivel posible, si pudiera ser a escala internacional. En la casi totalidad de los casos cabe suponer que no lo lograrán, pero muchos habrán empezado a aprender el proceso de intentarlo.

2) El profesor se orienta preferentemente hacia lo nuevo que sea de mayor interés que se está desarrollando, aunque él todavía no lo domina y tiene que intentar aprenderlo y transmitirlo sobre la marcha, a medida que se genera. Por lo tanto, aunque al profesor le supone un mayor esfuerzo, procura no enseñar principalmente lo que ya sabe en profundidad, sino lo que es capaz de empezar a asimilar de los últimos avances que mejoran el conocimiento anterior. Hay que tener en cuenta que la mayoría de lo que uno conoce está en gran medida desactualizado, puesto que la velocidad de producción de nuevo conocimiento más relevante suele ser superior a la capacidad de aprenderlo.

3) Se enseña sobre todo a investigar lo desconocido buscando generar oportunidades, en un proceso en permanente reformulación en el que el profesor y los alumnos se enriquecen mutuamente mejorando lo más rápidamente posible e intentando superar los numerosos errores que cometen. Lógicamente, se busca adentrarse en ámbitos desconocidos, pero interrelacionados con la base actual de conocimientos de los alumnos y del profesor.

4) Se fomenta el que los alumnos aprenden a emprender, por ejemplo incitándolos a que diseñen proyectos relacionados con la asignatura y orientados a que pudiesen ser financiados por instituciones públicas o por la empresa privada.

5) Se fomentan la creatividad y la crítica, ésta última particularmente valorada cuando se refiere a las hipótesis que defiende el profesor. Se forma en el debate colectivo expresado de forma respetuosa y en el sincero agradecimiento de la crítica, que se aprecia como un gran regalo intelectual.

6) Se fomenta el proceso deductivo de establecimiento de hipótesis audaces y su sometimiento a la más rigurosa y eficaz autocrítica, crítica y falsación (método científico de Karl R. Popper). La falsación consiste en contrastar las hipótesis con la realidad mediante la búsqueda de las mejores pruebas materiales que puedan rechazarla. Se forma en intentar superar este método científico, denominado racionalismo crítico.

7) Se practica colectivamente una gestión eficaz del tiempo y se trabaja en equipo, coordinándose sobre todo a través de un espacio informático compartido y de un telesistema docente de correo electrónico con listas de distribución a dos niveles, uno local para alumnos y otro internacional sobre todo para profesores, investigadores y profesionales, en el que los alumnos están de oyentes.

Para debatir y actualizar cuestiones metodológicas relacionadas con la aplicación del Telesistema Docente Proactivo es conveniente suscribirse al Foro de Proactividad. Su dirección Web es: http://www.rediris.es/list/info/proactividad.html. Se trata de una lista de distribución muy específica y con muy poco tráfico, en la que se cuida que los pocos mensajes que existan sean relevantes para la materia.

En el Telesistema Docente Proactivo los elementos esenciales de la parte teórica de la asignatura están a disposición de los alumnos, ya sea en soporte digital (con material que en gran medida puede haber sido elaborado por los propios alumnos), en papel (un manual, documentos en el servicio de reprografía, etc) o en ambos. Esto se debe a que el profesor difícilmente tendrá tiempo de exponer toda la teoría en unas clases que pretenden ser participativas, en las que se intenta que el alumno reflexione y en las que muchas veces se dedicarán bastantes horas a analizar casos en profundidad.

Cabe suponer que muchos profesores estarán en desacuerdo con la docencia proactiva, por ejemplo, por considerar que no es aplicable a una determinada materia, porque en clase se exponen muy pocos contenidos, porque les parece un sistema imposible de llevar a la práctica, porque consideran que sólo es idóneo para cursos superiores como el doctorado o por cualquier otra causa. Evidentemente, esto no debe afectar a la opinión que se tenga sobre el Telesistema Docente, cuyo funcionamiento es independiente del de la docencia proactiva. El Telesistema Docente a dos niveles sería como un hardware que puede funcionar con una enseñanza que nada tenga que ver con la docencia proactiva, que sería como un tipo de software que puede o no usarse.

En la definición del Telesistema Docente señalo que se mantienen las clases presenciales.

En el supuesto de que numerosas asignaturas se impartiesen proactivamente, es probable que hubiese que reducir el número actual de horas presenciales, porque quitan a los alumnos demasiado tiempo de trabajo exclusivamente propio y porque desde este punto de vista a veces son clases pasivas. El menor número de horas docentes quedaría compensado por parte del profesor con la información enviada por correo electrónico y por las tutorías realizadas de esta misma manera, que se añaden a las presenciales.

Las clases cara a cara resultan esenciales para que se establezcan unas relaciones personales, entre los compañeros y con el profesor, cuya calidad no puede ser igualada por el correo electrónico y cuya pérdida representaría un empobrecimiento de la labor docente. No parece tener sentido el utilizarlas solamente para transmitir información, aunque también resultan positivas si sólo se empleen para esto.

El objetivo de las clases presenciales sería sobre todo fomentar y evaluar el desarrollo de las capacidades y procesos mentales de los alumnos, particularmente los progresos que hacen en pensar por sí mismos.

En la docencia proactiva cabe el peligro de dejar a la mayoría de los alumnos marginados. Las clases presenciales ofrecen la oportunidad al profesor de fomentar la intervención de los estudiantes que participan menos, tanto en el aula como por correo electrónico. Por ejemplo, a los alumnos que espontáneamente apenas opinan les puede preguntar en primer lugar los resultados de los ejercicios planteados en clase, mientras que reserva para el final la intervención de los que participan de manera habitual. Sin esta labor compensatoria la docencia proactiva se concentraría en la minoría que más rápidamente piensa por sí misma y que tiene una mayor facilidad para hablar en público, por lo que sería manifiestamente elitista.

Desde el punto de vista de la proactividad las clases presenciales, entre otras posibilidades, son el espacio adecuado para que los alumnos:

a) Pregunten aquellas dudas que tengan, que cuando sea posible serán respondidas por otros compañeros y, en su defecto, por el profesor, cuando conozca o pueda buscar una respuesta adecuada.

b) Escuchen los últimos avances relacionados con la materia que aporta la bibliografía o la técnica más reciente, intentado que capten la vertiginosa evolución del conocimiento.

c) Escuchen las mejoras que el profesor introduciría respecto a la información que ya les ha proporcionado en la red, resaltando sobre todo los errores detectados.

d) Escuchen las correcciones orales que el profesor realiza de los ejercicios y mensajes que ellos han elaborado, puesto que difícilmente tendrá tiempo de contestar por escrito a todos los correos electrónicos que le envían.

e) Ejerciten su espíritu crítico y creativo en público, así como su capacidad de respuesta rápida, por ejemplo enfrentándose a textos que deben comentar o a problemas que deben resolver en el poco tiempo que proporciona una clase.

f) Discrepen verbalmente de las ideas de los demás, a ser posible sobre todo las del profesor, las de los autores más consagrados de esa materia y las de sus compañeros. Es un ejercicio colectivo de debatir ideas con pleno respeto mutuo y de aprender a agradecer la crítica que se recibe.

g) Piensen por sí mismos, comprobando el profesor cara a cara los avances que realizan, sin las posibilidades de suplantación del correo electrónico.

h) Expongan ante sus compañeros la organización de los trabajos prácticos y los resultados que van alcanzando.

Anteriormente comenté que el Telesistema Docente podría contribuir a generar puestos de trabajo en España al formar para el trabajo en red. Ahora señalo que un Telesistema Docente NO proactivo a este respecto probablemente sea insuficiente. El problema es que enseña a teletrabajar de un modo que no supera la fuerte competitividad que existe a escala internacional y, por tanto, pierde en gran medida su capacidad de contribuir a la creación de empleo.

El Telesistema Docente Proactivo es necesario para situarse a otro nivel y no tener que competir con la oferta de empleos cualificados con salarios relativamente bajos que, por ejemplo, en la actualidad se promocionan desde países como la India.

Hay que intentar superar la positiva competencia del empleo cualificado y altamente productivo de algunos países menos desarrollados mediante la formación de teleprofesionales muy críticos y creativos, capaces de mejorar significativamente y de manera continua el conocimiento y los resultados de su trabajo y, con ello, capaces de situarse en un plano diferente de competitividad innovadora.

No se busca el modelo japonés de mejoras incrementales, sino el modelo Silicon Valley de mejoras exponenciales. Para conseguirlo es precisamente para lo que se necesita el Telesistema Docente Proactivo.

Cabe suponer que, a la larga, las empresas más dinámicas acabarán estableciendo filiales en los lugares en que existan grandes concentraciones de teleprofesionales muy cualificados que trabajan a distancia para ellas.

También cabe suponer que una vez que adquieran la suficiente experiencia, muchos de estos teleprofesionales dejarán de trabajar por cuenta ajena y fundarán sus propias empresas, por lo que también se fomenta un proceso endógeno de creación de empleo.

El Telesistema Docente Proactivo pretende que en España exista a medio plazo un núcleo de primera magnitud de teleprofesionales en red que trabajen descentralizadamente, si bien el escaso dominio del inglés es un gran obstáculo difícil de superar.

Considero que se adquiriría una cierta ventaja competitiva si fuésemos los primeros en impulsar un telesistema creativo y diferenciado de teleformación y de telegeneración de empleo como el que aquí propongo.
 

Bibliografía

BONO, E. DE. Serious creativity. Using the Power of Lateral Thinking to Create New Ideas, London: Harper-Collins, 1992, [ 0 00 255143 8] .

CROOK, CH.. Ordenadores y aprendizaje colaborativo, Madrid: Ministerio de Educación y Cultura/Ediciones Morata, 1998, [ 84-7112-435-1] .

DRUCKER, P. F. La sociedad postcapitalista, Barcelona: Apóstrofe, 1993, p. 209. [ 84-455-0053-8] .

GIBSON, R.. Preparando el futuro, Barcelona: Edición gestión 2.000, 1997, [ 84-8088-047-3] .

GODET, M.. De la anticipación a la acción. Manual de prospectiva y estrategia, Barcelona: Marcombo, 1993, [ 84-267-0924-9] .

MOLINÍ, F. El planeamiento proactivo: fundamentos teóricos y metodológicos para intervenir más eficazmente en el territorio. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 1995, Asociación de Geógrafos Españoles, nº 20, p. 147-159.

PETERS, T. El círculo de la innovación. Amplíe su camino al éxito, Bilbao: Ediciones Deusto, 1998, [ 84-234-1473-6] .

TEJEDOR, J. y otros. Integración en una red telemática de sistemas multimedia educativos. Boletín de la RedIRIS, 1999, Centro de Comunicaciones CSIC/RedIRIS, nº 49, p. 25-32.

© Copyright: Fernando Moliní Fernández, 2001.
© Copyright: Biblio 3W, 2001.



Volver al principio de la página

Menú principal