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REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98
Nº 313, 19 de septiembre de 2001

USUARIOS DE BASURAS. ACERCA DE UN PROYECTO DE MODERNIZACIÓN PARA EL SISTEMA DE RECOGIDA Y TRATAMIENTO DE BASURAS EN LA CIUDAD DE BARCELONA

Francisco de Assis Costa
Doctor en Arquitectura
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona



Palabras clave: basura / gestión de residuos / sostenibilidad urbana / Barcelona.

Key-words: rubbish / residue management / urban sustentability / Barcelona.


Al paseante menos acostumbrado les llamará atención el protagonismo de los contenedores de basuras presentes en las calles de Barcelona. Durante los últimos diez años no solo se ha aumentado notablemente la cantidad sino también las dimensiones y la diversidad. Un par de contenedores grises, cuyas dimensiones superan las de los automóviles utilitarios, ocupan cada esquina de la ciudad. Además se pueden encontrar sobre las mismas aceras donde éstas presentan una anchura igualmente generosa. Menos frecuentes, pero insistentemente presentes, están las grandes campanas para la recogida selectiva; amarilla, azul, verde o blanco se enfilan sobre la acera quitando protagonismo al quiosco de la esquina.

La limpieza no se nota tanto como la suciedad. La suciedad es la presencia y la limpieza la ausencia. El contenedor de basura permite una referencia directa a la pulcritud porque en él está presente - de forma concreta y subliminal - la actitud del que limpia. Allí está la suciedad, la basura, pero de forma ordenada y controlada. Recuerdo la señora de la limpieza en el trabajo; se quejaba de cómo siempre veíamos la suciedad y nunca la limpieza.

¿A quién podría parecer que todo este despliegue de contenedores no sea sinónimo mismo de civilización y respecto con el medioambiente? Por eso, quizá, aunque particularmente en verano el insoportable olor de estos contenedores marca de forma importante el trayecto de los paseantes, a nadie se le ocurre una queja aunque sea de carácter estético.

Más bien es como si la administración pública estuviera demasiado preocupada en hacer ver a los ciudadanos y visitantes su diligencia respecto la limpieza de la ciudad. Toda esta insistente presencia hace pensar en dos cosas: la primera es que - como paradoja - no es la ausencia de la basura la condición primera para definir un espacio público como limpio. Un determinado procedimiento de abstracción nos ha posibilitado una mirada y una relación nueva hacia el desecho. La segunda es que esta presencia de la limpieza – o la presencia ordenada de la basura - sería una forma más de apropiación del espacio público por parte de la administración; tanto como la vigilancia que ordena el uso de las calles, aceras y locales públicos, la presencia del equipamiento y las actividades de limpieza también estarían destinados a una afirmación de poder sobre el espacio urbano. Seria el equivalente público de la vigilancia facilitada por las tareas de la limpieza doméstica, donde un acceso libre y justificado, permite acceder a todos los rincones de la casa ejerciendo una forma de control sobre elementos tan variados como horarios, organización espacial, etc. En efecto, hasta mismo los hoteles utilizan la excusa de la limpieza, para controlar el uso de sus instalaciones, e investigar algo de la personalidad del cliente sospechoso. Por otro lado, el riego de las aceras y calles centrales de la ciudad posibilita otro tipo de limpieza; expulsa a los borrachos o individuos sin techo instalados en sus camas de cartón.

La presencia ordenada de la basura en las calles es, finalmente, una forma de ostentación gracias a la que, entre otras cosas, el nivel de desarrollo de las sociedades de consumo se mide por la cantidad de basuras que produce.

¿Es todo esto nuevo y característica exclusiva de estos tiempos de llamada al respeto hacia el medioambiente?

Hace un siglo, la introducción de nuevos sistemas de gestión de las basuras domésticas y residuos de las vías públicas, supuso un impacto aún más importante. Introduciendo los sistemas mecánicos de recolección y el uso de plantas incineradoras de residuos. En efecto, una importante industria de la limpieza, desarrollada en Alemania, Inglaterra y Suiza, hizo llegar a las principales ciudades europeas una variedad impresionante de máquinas y accesorios para el barrido, riego y recogida de las basuras urbanas. Vehículos sobre raíles o neumáticos con tracción eléctrica, a vapor o también "a sangre" recorrían las principales vías urbanas proclamando la victoria de la técnica sobre la vetustez, las enfermedades y la ausencia de confort. Era la guerra de la limpieza; equipamiento pesado contra el polvo, excrementos, miasmas y bacterias – según el paradigma en uso.

Antecedentes

Hasta finales del siglo XIX la basura tiene un valor de uso y forma parte de un consolidado negocio de pequeñas empresas y familias recolectoras. Las máquinas todavía no habían invadido el espacio público, con excepción de algunos mecanismos utilizados por los modernizados sistemas de alcantarillado de las grandes capitales. La materia era transformada de forma útil; no hay necesidad de destruir la basura.

A principios del siglo XX se introducen aquellos elementos de mecanización que conducen no solamente a una relación del tipo industrial sino también a una necesaria abstracción del procedimiento de limpieza y recolección de la basura. En efecto, la preocupación por la mecanización del procedimiento de limpieza y recogida, además de estar vinculada a un tema de higiene y demanda creciente, también trata de recuperar o establecer formas de control sobre el espacio público a la vez que asociar una imagen de modernidad a la administración.

Desde las curiosas invenciones que han querido mecanizar nuestra vida - que no han llegado nunca a consolidar un lugar útil en el funcionamiento de la casa o de la ciudad - hasta aquellas que se han consolidado por su importancia básica, hay un recorrido que siempre se ha entendido como resultado lógico del devenir del progreso; necesidad y predestinación de la humanidad. Era como si cada actividad estuviera destinada a tener su correspondiente artilugio mecánico, cosa que respecto a la gestión de toda clase de residuos no ha sido diferente: escupideras mecánicas, palas mecánicas, barrenderas mecánicas, alguacil mecánico, depósitos de aguas mecánicos, etc. Todos estos instrumentos no solo servirán para crear una atmósfera moderna, dinámica e industriosa a la ciudad, sino también para abstraer los fines para las que fueran creadas.

Este aspecto se inscribe dentro de la lógica desarrollada por las ciencias físicas a partir de finales del siglo XVII y que Lewis Mumford explica como el universo mecánico.

Lo que las ciencias físicas llaman el mundo no es el objeto total de la común experiencia humana: es sólo aquellos aspectos de esta experiencia que se presta a sí mismos a una observación precisa de hechos y a afirmaciones generalizadas."

El fijar la atención en un sistema mecánico fue el primer paso hacia la creación de un sistema: una victoria importante para el pensamiento racional. Al centrar el esfuerzo en lo no histórico y lo no orgánico, las ciencias físicas clarificaron todo el procedimiento de análisis. (...) Era necesario reducirlo a elementos tales que pudieran ser ordenados en términos de espacio, tiempo, masa, movimiento y cantidad.(1)


Reducir a una lógica mecánica aquellos atributos vergonzosos de la higiene permite a la administración pública no solo actuar sobre una cuestión fundamental de la gestión urbana de la ciudad industrial - la salud pública - sino gozar de un instrumento que permite una especie de apropiación sistemática de la ciudad y en especial del espacio público.

Respecto a estos aspectos la ciudad de Barcelona, como veremos, ofrece un ejemplo doblemente interesante: en un dado momento está el camino hacia el devenir de la mecanización que ocupa determinados sectores de la gestión de residuos. Hay lo que podríamos considerar una mecanización o modernización de la evacuación de los residuos fecales y aguas residuales que también se aplica a la limpieza de las vías públicas – en la segunda década del siglo XX - pero se mantienen los procedimientos tradicionales de recogida de las basuras domésticas.
 

Mecanización y usuarios de basuras

El procedimiento de modernización, propuesto hacia finales de la primera mitad del siglo XX, es una gran pista para entender el camino que hemos recorrido hasta llegar a los considerados modelos insostenibles de gestión de residuos que a finales del siglo XX intenta reconsiderar la administración pública.

El ejemplo que hemos tenido la suerte de encontrar en el Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona hace ya algunos años, trata de una propuesta de modernización de los servicios de recogida de basuras domésticas de esta ciudad. El autor de la propuesta - Ingeniero del Ayuntamiento de Barcelona, cuyo nombre no hemos podido identificar - presenta una sensatez envidiable a la hora de plantear la cuestión desde el punto de vista medioambiental y social: aporta lo que podríamos considerar una actitud innovadora porque mantiene un equilibrio entre la modernización de los instrumentos de gestión y su impacto sobre el cuerpo social implicado. O mejor, utiliza la mecanización como un procedimiento para liberar al individuo de parte de aquellas tareas más duras del modelo tradicional. Por tanto, no procede a crear el monstruo, mecánico y después ubicar los individuos como una pieza a más del procedimiento mecanizador.

En el caso de la limpieza y recogida de basuras de la vía pública la contrata, adjudicada desde 1915 a la empresa Fomento de Obras y Contratos S.A., todavía es la que determina las características del servicio en 1949. Esta empresa ha visto prorrogada de forma sistemática la adjudicación. El período inicial de 25 años se fue prorrogando por motivos variados como la Guerra Civil y la Guerra Mundial. Así, cuando se redactó el proyecto de modernización y actualización en 1949, el Ingeniero manifiesta su disconformidad por la fuerte dependencia de la ciudad, y la falta de capacidad para que otras empresas puedan competir con la empresa adjudicataria. Fomento, además de propietaria del equipamiento también lo es de sus patentes. La propuesta redactada por el Servicio de Limpieza e Higiene de la Vía Pública del Ayuntamiento de Barcelona, pretende romper esta dependencia. El objetivo es que la propiedad de la maquinaria necesaria al servicio fuera del Ayuntamiento a ser posible a través de la amortización durante el período de contrata, año tras año, por el Ayuntamiento. Se estimaba que así se podrían crear unas condiciones más competitivas para la nueva subasta del servicio e incluso que el Ayuntamiento mismo pudiera ser el encargado del servicio.

Pero lo más interesante, de la propuesta de modernización que presenta nuestro Ingeniero del Ayuntamiento de Barcelona en 1949, es que para el caso específico de las basuras domésticas, el impacto social y el aprovechamiento económico son las directrices básicas de su plan de modernización.

En esta época la mayor parte de las basuras están constituidas por materias orgánicas, "productos que a las pocas horas de existir entran en putrefacción, con las consiguientes molestias para los vecinos por la producción de malos olores e incluso por su peligro para la salubridad pública". La solución, como en su día fue para las aguas negras, es su rápida evacuación a un lugar donde esas características "pierdan estos defectos". Pero todas estas observaciones están hechas teniendo en cuenta que - en lo fundamental - el sistema utilizado desde mitad del siglo XIX en Barcelona continúa siendo el más adecuado. Además, estaría pasando a ser un modelo a ser copiado por las principales ciudades europeas. Aquellas mismas que a principios del siglo XX habían mecanizado su sistema de recolección y utilizaban las plantas incineradoras como destino final de las basuras.

En efecto ésta es la conclusión obtenida por la Sección de Vialidad después de realizar viajes de estudios a las grandes ciudades de Europa occidental para estudiar los distintos modelos de gestión de las basuras utilizados:

En algunos países que se clasifican como más adelantados, aunque en realidad, solo son más ricos que el nuestro, estas basuras son llevadas a unas instalaciones especiales, en las que las basuras son destruidas por cremación, o por otros sistemas. Sin embargo la mayor parte de estas ciudades han tenido que abandonar estas instalaciones, por onerosas y sobre todo después de la guerra mundial, en que la escasez de materias primas y de abonos químicos, ha revalorizado los que mediante un tratamiento adecuado pueden sacarse a las basuras domiciliarias. Y esto que en aquellos países ricos o adelantados se ha descubierto ahora, aquí en Barcelona se viene haciendo desde hace más de cien años, y lo único que cabe hacer y debe hacerse es perfeccionar el sistema haciéndolo más en consonancia con la importancia de la ciudad y mejorando las condiciones higiénicas en que hoy se hace el aprovechamiento de las basuras.(2)


El sistema utilizado en las ciudades más ricas de Europa, afectadas como estaban sus economías por las condiciones de posguerra, hace que las administraciones procuren aquellas soluciones que hoy estarían consideradas más respetuosas con el medioambiente.

En concreto la Sección propone la modernización del equipamiento y la reorganización del sistema de recogida de basuras domiciliarias que se realiza por pequeñas industrias familiares, las cuales sacan de estas actividades sus recursos económicos. La modernización del equipamiento va dirigido a cambiar los vehículos de tracción animal por los vehículos mecánicos de mayor capacidad, específicamente los de la casa Suiza Ochener "que por su presentación, no desmerecen a la ciudad cualquiera que sea la hora en que presten servicio". Pero la propuesta de modernización del equipamiento se hace con una cierta reserva respecto a la necesidad de que el contratista mantenga de manera estratégica una parte de los vehículos "a sangre" (tracción animal) teniendo en cuenta la posibilidad de que, como había ocurrido durante y posteriormente a la II Guerra Mundial, hubiera escasez de combustibles y neumáticos o el Ayuntamiento necesitara la ampliación del servicio a otras áreas de la ciudad.

Respecto a la reorganización del sistema de recogida la ciudad se dividía en áreas de recogida de basuras, donde pequeñas empresas familiares realizaban desde hace mitad del siglo XIX el aprovechamiento de residuos, conduciendo estos productos a un área de su propiedad donde realizaban la separación y aprovechamiento de chatarra metálica, huesos, papel, trapos, vidrios, materia alimenticia para cerdos y materia orgánica que, unida a materias inertes, producen estiércoles.

Y mientras en Barcelona, las cosas se hacían de esta manera y con ello, se auxiliaba a determinados industriales con la aportación de importantes materias primas y se contribuía a la cría y engorde de cabezas de ganado de cerdo y se proporcionaba a la agricultura ingentes cantidades de abonos naturales orgánicos, en muchísimos países que se titulaban más adelantados que el nuestro, se gastaban cantidades fabulosas, alrededor de 10 Ptas. por habitante y año, equivalente a unas 10 Pts. por tonelada, en destruir toda esta riqueza, por cremación o por procedimientos similares; en realidad sólo se trata de países más ricos, que pueden permitirse el lujo de destruir lo que vale hoy día unas 60 Ptas. por tonelada, que sumadas a las 10 Pts. toneladas que cuesta el destruirlas, representa un despilfarro de 70 Pts. por tonelada.(3)


El total de basuras recogida cada día en las casas de los ciudadanos era de 500 toneladas y un volumen aproximado de 1.200 metros cúbicos, transportados por los "usuarios de basuras que desde más de cien años tienen organizada su vida y la de sus familiares y obreros basándose en rendimientos que obtienen de las propias basuras". Además de la preocupación social con aquellos individuos que obtienen sus recursos del aprovechamiento de las basuras, se destacan dos aspectos económicos de interés particular del Ayuntamiento: el primero se refiere al hecho de que los "usuarios de basuras" que siempre han desarrollado sus actividades a cambio del aprovechamiento que puedan hacer de las materias recogidas, han podido pasar a cobrar del Ayuntamiento una pequeña subvención equivalente a 10.067 de pesetas por demarcación (mínimo de dos viajes diarios) equivalente aproximadamente al diez por ciento de lo que realmente cuesta el servicio.

Esto supone que el Ayuntamiento destina la cantidad de 1.008.658 de pesetas de su presupuesto anual para el servicio. En caso de que la misma administración pública realizara ella misma, según los datos del Ayuntamiento, este valor ascendería a más de 12.000.000 pesetas anuales. Por otro lado el nuevo sistema debería continuar permitiendo el aprovechamiento de las materias primas destinadas a industrias así como de los abonos orgánicos que nutren explotaciones agrícolas que abastecen los mercados de la ciudad(4).

Pero si por un lado la existencia de un sistema tradicional, barato y "socialmente justo" de recogida de basuras domiciliarias es la base del modelo que se pretende mantener, "sin que puédase clasificar el procedimiento que se usa de antiestético y deficiente", es perceptible la necesidad de la introducción de mejoras importantes. Estas mejoras están vinculadas a la necesidad de que el servicio pueda atender a una población que crece y ocupa cada vez más territorio. La centralización de parte del proceso de selección de las basuras, destinadas al uso industrial y agrícola, y la mecanización de la recolección son dos de las mejoras más importantes. La primera supone que los "usuarios de basuras" ya no utilizarán sus áreas particulares de selección sino una planta especialmente construida para la actividad. Esta centralización, en dos plantas situadas en lugares diametralmente opuestos de la ciudad, de las actividades de selección de las basuras, trata de conseguir la racionalización del servicio, o sea, introducir unas variables que posibiliten un control cuantitativo, una relación más formal y previsible. Por fin, la propuesta de mecanización de los medios de transporte, teniendo en cuenta la incapacidad económica de las pequeñas empresas, supone que éste será un servicio del Ayuntamiento.

El siguiente Ingeniero Jefe de la Agrupación de Vialidad hace un informe respecto al proyecto donde manifiesta ser favorable a una prórroga de la concesión a la empresa Fomento vista la necesidad de un mayor plazo para que ésta pueda atender a la reorganización. Curiosamente opina que la propuesta no aclara nada respecto al destino final de las basuras o el sistema de tratamiento, proponiendo que se mantenga como está. Y, como hoy podemos comprobar, así se hizo: el destino final de la mayor parte de las basuras es, a pesar de todo el despliegue de nuevos equipamientos y contenedores, los vertederos situados en el segundo cinturón del área metropolitana de Barcelona. Pero, aunque cada vez más la selección de la basura se hace, como había previsto el plan de 1949, en plantas especialmente diseñadas, es posible presenciar sin mucho esfuerzo que todavía hay un colectivo que visita de forma sistemática los contenedores de la ciudad en busca de "basura útil".

Estos modernos "usuarios de basuras", aquellos que tienen una relación económica formal o informal con el aprovechamiento de las basuras, mantienen una tradición que no ha podido alejarse del puesto más bajo de entre las ocupaciones urbanas. Motivo por el cual el esfuerzo de mecanización es cada vez más importante y se puede ver ejemplificado en el motorista que circula por las aceras de París recogiendo con una aspiradora las cacas de perro que la sociedad todavía no ha sabido gestionar. Al fin, como hemos comentado anteriormente, la importancia de la mecanización de la gestión residual está no solamente en la creación de una relación de tipo industrial sino también de una necesaria abstracción del procedimiento de limpieza y recolección de la basura.
 

Notas:

1. MUMFORD, Lewis. Técnica y Civilización. Madrid: Alianza Editorial, 1992 (1934), p.62.
2. AYUNTAMIENTO DE BARCELONA. Proyecto de reorganización de los servicios de limpieza pública, domiciliaria y riegos. Documento 1. Memoria. Mecanografiado. Barcelona: 1949.
3. AYUNTAMIENTO DE BARCELONA. Proyecto de reorganización de los servicios de limpieza pública, domiciliaria y riegos. Documento 1. Memoria. Mecanografiado. Barcelona: 1949.
4. Las propuestas no tienen en cuenta las cantidades de basura recogidas por los "buscaires", por ser completamente incontrolado.

© Copyright: Francisco de Assis Costa, 2001.
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