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REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98
Vol. VII, nº 342, 15 de enero de 2002

ALGUNOS RASGOS DE LA GEOGRAFIA ACTUAL

José Villanueva Zarazaga


Algunos rasgos de la geografia actual (Resumen)

Se intenta clarificar algunos conceptos básicos de Geografía Política y la necesidad de ser trabajados dentro de una Geografía Educativa cada vez más crítica.

El artículo se inicia con un apartado en el que se afirma que en un mundo cada vez más globalizado, el denominado Estado, como marco territorial, está dando paso a otras delimitaciones territoriales con las que el ciudadano se ve más comprometido. Posteriormente se subrayan las funciones identitarias, de integración y de desarrollo de valores que tiene la Geografía Educativa para pasar a exponer como se entienden ahora los conceptos de ciudadanía y frontera, y acabando el artículo apostando por una Geografía crítica.
 

Palabras clave: Glocalización, identidad, ciudadanía, frontera, geografía crítica.


Some concepts of current geography (Abstract)

The text tries to clarify some basic concepts about Political Geography and to show the need of putting them in the context of a more and more critical Educational Geography.

The first part of the text tells how, in our more and more globalized world, the so-called State is, in its territorial sense, loosing ground against other territorial demarcations to which the citizen feels more attached. It later emphasizes the functions of identity, integration and development of values that Educational Geography has, and explains the current senses of the concepts citizenship and border. The end of the text is the commitment to a critical Geography.

Key words: Glocalization, identity, citizenship, border, critical geography.


Por haber estado presente en los centros educativos desde los primeros momentos de la institucionalización educativa, por inercia, por ser verdaderamente necesaria sean cuales fueren los objetivos marcados al sistema educativo, porque es un instrumento imprescindible para la afirmación del Estado o para la afirmación personal, etc.. lo cierto es que la geografía se encuentra en los diseños educativos de la mayoría de países del mundo como materia educativa, ya de forma independiente o dentro de un área más amplia. En Europa está claramente presente en veintiuno de los veintitrés países examinados, tal como nos cuenta Chevalier (1) sólo en Islandia y Eslovaquia no se precisa claramente, lo que no implica que no se puedan estudiar conceptos geográficos. Además viene a ser una disciplina obligatoria en los niveles medios de enseñanza escolar. En Africa, en América central, del Norte y del Sur, la Geografía está presente en los sistemas educativos.

Pero si la presencia de la geografía, en los diferentes planes de estudios, es un hecho real, cuestión distinta son sus contenidos, cometidos y formas de entender la materia en cada Estado; aquí la variedad también es palpable y evidente, y lo es por diferentes motivos algunos intrínsecos al desarrollo de la propia disciplina, otros en función de los objetivos que se pretendan con ella, de forma que en cada país podríamos encontrar matices diferenciadores.

La geografía, por su antigüedad, por su utilización, por su anacrónica forma de ser enseñada, o por su desconocimiento, sigue considerándose como un contenido cultural de valor muy escaso. Lo que no se sabe por una gran parte de la población es que el conocimiento geográfico de un territorio es desentrañar las secretas conexiones entre la sociedad que ocupa el territorio y la naturaleza física de ese fragmento de la superficie de la tierra, el orden que esa sociedad ha puesto de explotación, sus asentamientos, etc.

En la medida en que se conoce el territorio se ayuda a comprender temas y problemas, algunos recurrentes y en la actualidad candentes, como los nacionalismos, la identidad territorial, los temas de conflictos fronterizos y movimientos irredentistas, y la ordenación territorial en sí.

Dada la antigüedad y evolución de la ciencia geográfica han sido varios los cometidos que se le han asignado a lo largo de los tiempos; algunos desaparecen, otros perduran y conviven con los de reciente aparición.

En realidad, la geografía participa en la construcción y transmisión de la memoria de una sociedad y ésta tendrá una existencia que vendrá influída por la configuración que posea.

Como en cualquier disciplina el sentido de la geografía evoluciona. Así desde fines del XIX se refuerza el paradigma patriótico, la escuela transmite la primacía del Estado con su identidad y sus límites. Y poco a poco se pasará de enseñar una geografía de un mundo de grandes naciones que dominan a las más pequeñas y a las colonias, a la geografía de los bloques antagónicos, y en la actualidad, con la globalización, la mundialización, etc, se debe enseñar una geografía que desde lo local se aproxime a lo mundial. Lo general y lo particular tienen hoy unos términos nuevos, globalización y fragmentación, que se sintetizan en uno, glocalización.

Es más, aunque parezcan apuestas contrarias, la mundialización y los particularismos, lo cierto es que van de la mano.
Antoine Bailly (2) nos dice que

el tiempo de las arquitecturas regionales aparece correlativamente al establecimiento del sistema-mundo

Ahora bien, en este proceso de globalización está apareciendo un mundo distinto, con una sociedad, una economía y una cultura diferente que minimiza y reduce la distancia espacial a tiempos y posibilidad de recepción de señales, que virtualiza la realidad y basa la economía en la información. Estos factores están haciendo surgir un nuevo mapa del mundo, con nuevas "tierras incógnitas" (3), tierras que pasan de la "dependencia a la irrelevancia" y que lógicamente surgen de una exclusión de los flujos de riqueza y del nulo interés político y estratégico que despiertan. Son territorios fuera de control, al margen del sistema, con una estructura y funcionamiento cada vez más complejo.

Cabe preguntarnos qué sentido pasa a tener la enseñanza de la geografía frente a esta globalización y nuevos regionalismos que van aflorando con fuerza. El Estado está siendo sometido a un doble proceso de cesión de su soberanía hacia instancias superiores, estados supranacionales, instituciones culturales, y hacia instancias inferiores, regiones, ciudades, unas y otras están adquiriendo cada vez más un mayor protagonismo.

Hemos afirmado anteriormente que la utilización de la geografía es diferente en cada momento histórico de un estado y sus características como materia educativa estarán en función de los objetivos marcados por la administración en cada momento, así por ejemplo en Sudáfrica la política educativa recogida bajo el título Curriculum 2.005 es un ambicioso proyecto, en el que la enseñanza de la historia y la geografía se vinculan a las ciencias humanas y sociales. Uno de los objetivos finales del proyecto se define en términos de saber ser y no en términos de conocimiento "comprender que el mundo es un entramado de sistemas imbricados. Esto significa que no existen soluciones aisladas a los problemas".. Todo el discurso gira alrededor del elogio de la singularidad, de la complejidad y del establecimiento de relaciones que postula.

Pues bien independientemente de los nuevos tiempos y espacios, así como de las nuevas necesidades puntuales en algunas áreas y de la más que imperiosa, ineludible adaptación a los cambios, lo cierto es que la enseñanza de la geografía parece responder a tres funciones muy claras, que André (4) explicita así:

- Forjar una identidad nacional o comunitaria.
- Facilitar una integración en espacios más amplios, es decir, situarse respecto
de los países vecinos y el mundo.
- Transmitir valores éticos y cívicos, explícitos o implícitos.

Estos tres objetivos que pasamos a desarrollar a continuación, se suceden, se enlazan o se superponen en función de las épocas y los países, del sistema político que impere y el ambiente que se respire.

Funciones

En unos tiempos en los que el discurso comunitario vincula identidad, territorio y política, la globalización es una maraña de flujos y decisiones económicas que abarcan una escala planetaria y paralelamente brotan con fuerza escalas menores identitarias fruto de la fragmentación de las existentes oficialmente.

¿Qué aporta la geografía hoy? La respuesta es un triple cometido, identitario, integrador y cívico.

Conferir una identidad

Normalmente es en los centros educativos donde se aprenden las diferentes representaciones del territorio con las que el individuo se va identificando, aunque algunos sentimientos de pertenencia emanan de los padres, los vecinos y personas que se comunican con los alumnos. Hay países nuevos u otros antiguos con un marcado centralismo donde la identidad se relaciona con el territorio nacional. En otras ocasiones no se da una identificación tan fuerte con un Estado y sí con un área que puede ser de menor o mayor escala que éste.

En ocasiones los individuos se inscriben en relaciones aparentemente no espaciales, pero que en realidad lo son también, aunque de un modo contingente, como posibilidad, (filatélicos, feministas, internautas).

Así pues, en lo que respecta al sentido identitario, todo dependerá de los agentes sociales y su influencia, los planes de estudios, cuestionarios y diseños curriculares y toda esta normativa educativa tiene siempre una aprobación política y en última instancia la identidad estará en función de cada persona pues los sentimientos nunca pueden ser impuestos. Cuando creamos o vivimos lugares, creamos indentidades, por tanto la identidad en cierto sentido se está construyendo siempre.

Vemos que la identidad es un fenómeno relacional que se traduce en diferentes opciones. La aparición proviene siempre de una interacción con elementos naturales, con formas de vida y modos de expresión. Hay que destacar que la relación puede variar en el tiempo y en el espacio.

Junto al concepto de identidad es preciso señalar también el concepto de ciudadanía. A escala europea, cada vez tiene una mayor capacidad de atracción la región, considerada como unidad básica de afiliación social, ofrece un potencial de ciudadanía mucho más directa y personalizada, de forma que van apareciendo nuevas modalidades de compromiso político.

Una ciudadanía sentida conlleva un mayor grado de participación, respeto y compromiso político. No olvidemos que la ciudadanía entendida en un sentido estricto como de pertenencia a un estado soberano, encubre un sinfín de desigualdades. Es más, sería conveniente valorar cada vez en mayor medida, la ciudadanía como un atributo civil que se obtiene mediante la residencia en un lugar, la actividad laboral, etc. Aunque en última instancia todo es cuestión de sentimientos y por tanto también se da lo que viene en llamarse un "nacionalismo a distancia" máxime cuando los movimientos migratorios cada vez son más importantes.

La movilidad explica el concepto de ciudadanía fluida, en función de la residencia y no con el nacimiento. Esa movilidad es la causante de que la arquitectura mundial se esté modificando profundamente. La movilidad de hombres, informaciones, bienes, implica la idea de globalización, que sólo aparentemente es opuesta al arraigo territorial.
 

Integración

Existe el deber de apertura, aunque ésta se funda en una paradoja pues, los pueblos desean conocer a los demás en la medida que se representan a sí mismos en el centro del mundo. Sea como fuere, lo cierto es que se precisa una educación de la pluralidad y este tipo de educación implica conocer y presentar una actitud de respeto a lo diferente.

La geografía tiende a la apertura, e invita a conocer a los demás. Es universalista, transciende la función de conferir la identidad, que hemos tratado en el punto anterior, y contribuye a situarnos en relación con los demás. La geografía educativa tiene mucho que decir en la necesidad cada vez mayor que se tiene de una educación de la pluralidad y este tipo de educación implica conocer y presentar una actitud de respeto a lo diferente.

En una sociedad cada vez más interconectada y compleja se necesitan visiones amplias que contemplen un patriotismo de la pluralidad.

El internacionalismo no es el antídoto del nacionalismo, sino que quien lo resuelve en realidad es el plurinacionalismo(5)

A la vez que se crea un espíritu de comprensión internacional, una nación o una persona que vive en contacto con otras personas y el resto de comunidades, evita su atrofiamiento.

Sólo una cultura viva, mantenedora de sus orígenes y creativa a la vez, es capaz de soportar el encuentro con otras culturas.

La transmisión de valores

Se trata de dar a conocer el contrato social que une a los individuos con la sociedad.

La geografía debe de aportar la dimensión ética. No se trata de adoctrinar, sino de ilustrar. Solidaridad, libertad, laicismo (libertad de conciencia y religión), derechos del individuo, son valores que se pueden fomentar a través de la geografía. Y no olvidemos que el verdadero cerrojo de seguridad que impide a la enseñanza caer en el adoctrinamiento, no es otro que crear una conciencia crítica que permita a los alumnos cuestionar incluso los valores democráticos que se les proponen

Es fundamental por tanto el valor de la geografía para enseñar a ser, o para trabajar la tolerancia, o para el respeto. Es cuestión de detalles, emplear un término u otro, si bien es claro que tolerar lleva un matiz de aceptación de algo no permitido y aunque, por ejemplo, Primatesta, autor del vigente plan de estudios de Ginebra, se decanta por el concepto -educación para la tolerancia-, es preferible hablar de educación para el respeto mutuo. Si bien, en realidad sólo se puede ser tolerante o respetuoso cuando se está bien integrado.

El lenguaje ético toma aires renovados, se acabó el monopolio del racionalismo, es preciso desarrollar lo que Max Weber denominaba la ética de la responsabilidad.

A finales de los años noventa, Xosé Manuel Souto (6), geógrafo tan controvertido en ocasiones, sigue diciendo respecto de la geografía

La geografía ha educado técnica, moral e ideológicamente a la sociedad. Ahora tiene ante sí el reto de una enseñanza para una ética intercultural y para formar ciudadanos con una actitud crítica, en la que la autonomía intelectual de los alumnos permita elaborar opiniones argumentadas sobre el mundo en que vivimos

Aquí tenemos otra contribución destacable de la geografía, favorecer la aceptación de unos determinados valores democráticos y el desarrollo de una actitud crítica.

La geografía coadyuva a la formación del discente en dimensiones muy variadas, pero recientemente se está poniendo mayor énfasis en aspectos estéticos, éticos y políticos.
 

Nuevo mapa del Mundo, fronteras y representaciones

Una vez destacadas las tres funciones más notables de la geografía, no estará demás recordar que tanto el territorio, sea doméstico, regional, nacional, como el planeta son mundos de representaciones, y que existen relativamente fuera de nuestras construcciones intelectuales. Ahora bien está claro que esas representaciones van a depender de las concepciones que se transmitan, y de las diferentes percepciones y aspiraciones que se tengan.

A la geografía le interesa la vida de los territorios. La geografía según André y Bailly (7) es un conocimiento del conocimiento.

Un conocimiento (representación elaborada por los geógrafos) del conocimiento (del modo en que las sociedades y las personas transcriben en imágenes sus experiencias del entorno)

¿Qué conocimiento? ¿Cómo representar ese conocimiento?. El conocimiento varía a pasos agigantados y será diferente su percepción según la edad del alumno y su propia experiencia, si bien no nos detenemos ahora en el qué, sino que precisamos el cómo. Tanto en la identidad como en la integración resulta difícil y problemático llegar a una representación y asimilación, si no hay espacios delimitados, es decir fronteras, vistas éstas no como separación sino como unión. Las fronteras como nexos aglutinantes, espacios de convivencia y confrontación de culturas, lo fronterizo es siempre plural y por tanto más rico en matices.

Hemos entrado en la era de la complejidad y ello implica la necesidad de buscar nuevas interpretaciones e imágenes. La nueva cartografía debe contemplar la deconstrucción y reconstrucción de instituciones políticas, la globalización de las explotaciones económicas, alfabetismos tecnológicos, fundamentalismos, crisis ambientales, etc., nada sencillo ya que las divisiones si son en función de criterios sociales son mucho más imprecisas que las meramente estatales.

La evolución actual del mundo, fruto de la aceleración, movilidad, incita a algunos a anunciar el fin de la historia y la geografía y el establecimiento de un orden mundial nuevo, sin fronteras, como si se pudiesen borrar tan fácilmente los territorios, con sus límites, historia y cultura, o no estuviesen apareciendo nuevas delimitaciones. Qué decir de las fronteras culturales, o de ciertos problemas regionales como los bolivianos que en el año 1.996 amenazaban con buscar una incorporación a Argentina.

El concepto de frontera, que algunos pueden demostrar, es toda una necesidad para el hombre; su ausencia produce una sensación de vacío psicológico, de pérdida de seguridad, y si se quitan las fronteras aparecen otras formas de división, nuevas barreras o simplemente delimitaciones. Algunos hablan de límite al referirse a las naciones sin estado, es algo más impreciso en esa acepción, si bien límite equivale a cierre y por tanto separación y prohibición. La frontera es una variedad de límite claramente cartografiable, dado que su característica es estar bien guardada y hasta preservada jurídicamente.

L. López Trigal y P. Benito del Pozo distinguen respecto del término frontera dos acepciones, la frontera-línea y la frontera-zona. Si la frontera como línea es inviolable la frontera como zona es espacio de convergencia, de hibridez, intermedio, de yuxtaposición de sujetos, instituciones y practicas pertenecientes a contextos diferentes. Es la border o línea, y la frontier o zona. La frontera como zona lo es desde una perspectiva cultural y geográfica, como línea la frontera es consecuencia de un acuerdo jurídico o político que desde finales del siglo XVIII se empieza a establecer en tratados (8), ya que anteriormente el límes romano o la marca medieval se asemejaban más a la frontera como zona.

Las fronteras entre estados han sido por lo general siempre espacio de conflictos, aunque en ocasiones hay acuerdos de colaboración, por ejemplo basta con citar el caso estadounidense para ver la diferencia existente la frontera cooperación entre Estados Unidos y Canadá y la frontera conflictiva entre Estados Unidos y Méjico. Si la problemática y falta de acuerdo es constante en una perspectiva política que no será en una perspectiva cultural, económica o de nuevo diseño fruto de la sociedad cada vez más mundializada.

Un mundo complejo, unas nuevas delimitaciones, una necesidad cada vez mayor de conocer otras visiones hacen que si siempre es necesario saber a qué atenernos en cualquier situación próxima o lejana, lo es todavía más dentro del mundo en el que vivimos. Es algo imprescindible el situarnos para determinar y solucionar los problemas que se nos planean. Por ello son imprescindibles las representaciones.

Aprender a vivir juntos significa ante todo aprender a comprender al otro y sus representaciones espaciales(9)

Hasta ahora se ha dado preferencia a los modelos de sociedad que construyen un espacio basado en lo jurídico y en la económico; ahora a la geografía le interesan también los modelos del hombre, que realiza unas representaciones espaciales en función del espacio vivido y percibido por los habitantes.

Así el espacio se convierte en territorio cuando está cargado de significado, y éste procede no de arriba sino de las sociedades y seres que lo organizan y viven en él.

A aquellos que rechazan la enseñanza de lo próximo, del lugar donde se vive, habría que preguntarles si saben convivir y recordarles la pertinencia de conocer los espacios cotidianos, donde literalmente pasamos todos la vida.

Ya que estamos hablando de representaciones y del valor de la eografía bueno será recordar a José Estébanez (10) cuando decía que el objetivo de la geografía era lograr una comprensión global del mundo y sus problemas, y que precisamente era la dimensión espacial de los procesos la contribución que la geografía hacía a la formación ciudadana.
 

Cuestiones en relación a la geografía y la enseñanza

La geografía ha sido una ciencia que se ha adaptado siempre a las circunstancias, sociales y políticas, y es por ello que la encontramos en los diferentes planes educativos; sin embargo hoy ya en el siglo XXI, no pasaría nada si dejase de estar presente, como tampoco sucedería nada si no encontrásemos en el currículo educativo una física, una química y hasta unas matemáticas.

Son muchos los ríos de tinta que se han vertido defendiendo las diferentes materias. La geografía no iba a ser menos y hasta se podría decir que puntualmente, de forma singular, ha habido siempre avances muy significativos en lo que respecta a la enseñanza geográfica, ahora bien en según qué niveles no es tan importante la presencia de una u otra materia cuanto de unos contenidos que verdaderamente vayan en función de objetivos y metas que contribuyan a que las personas sean cada vez más libres y autónomas. Con todo, quede claro, aunque pueda parecer corporativista, que mantengo la opinión, que en determinados niveles educativos; y además de forma autónoma, la geografía tiene que estar presente en el sistema educativo por la aportación que como ciencia tiene.

La educación siempre está en crisis y siempre tiene las mismas preguntas, habrá que cambiar algunas repuestas para ver si así se da salida y contestación a alguno de los interrogantes. La sociedad ha cambiado, incluso la familia, pero no así los centros educativos. Hoy existen otros medios de "adoctrinamiento" y los profesores pierden su prestigio y valoración, además otras organizaciones sustituyen a la gestión pública escolar. Xosé Manuel Souto (11) aboga por una cultura escolar, referente frente a otros tipos de culturas, como la televisiva, ocio, lúdica o deportiva. Entiende que se está ofreciendo "una cultura escolar cerrada, estanca, que se relaciona con un concepto de verdad dogmática y absoluta", cuando la cultura escolar representa algo más que un listado de contenidos didácticos, no es un mero asunto académico, se crea y estructura entorno a la comunidad escolar. Se debe de ir en el ámbito educativo, hacia una búsqueda de la equidad y de la excelencia, la primera hace referencia al grupo y la segunda al individuo, la una y a otra son complementarias.

La enseñanza de la geografía debe resaltar aquello que une a los hombres por encima de lo que los distingue, si bien inicialmente, es importante que se reconozca el concepto de singularidad; cada individuo es único, no podemos ir hacia el otro sin saber quienes somos. Y el sentimiento y apego a una tierra, que algunos llaman patriotismo, no está en contradicción con el hecho de apreciar la alteridad, es más, llegar a comprender que el mundo es un entramado de sistemas imbricados significa darse cuenta de que no existen soluciones aisladas a los problemas.

La geografía es un conocimiento que busca comprender cómo se configura el espacio, integra otros conocimientos, sitúa a los alumnos ante las problemáticas actuales, y desemboca en la acción. Es un conocimiento abierto a la crítica y a la verificación y por tanto al diálogo, permite educar en la participación, la tolerancia y el pluralismo.

Vista así, la geografía tiene mucho que decir en una perspectiva crítica de la educación y la cultura que se basa en una pedagogía de los límites convirtiendo en esencial el lenguaje de lo político y de lo ético, y donde el significado tiene múltiples acentos, hablándose con los otros más que para los otros.

Demos a la materia una perspectiva dinámica, crítica, aplicada, y la existencia de la misma en el contexto educativo tendrá cada vez un mayor sentido. Identidad, diferencias, lealtades básicas, perspectivas múltiples son palabras básicas de la postmodernidad, fáciles de entender a través de la geografía.

Igualmente en la enseñanza del espacio se debe ir hacia un nacionalismo postconvencional, que olvide el lenguaje victimista y adopte otro más racional y constructivo, única forma de evitar el provincialismo y ensimismamiento estéril. En realidad es una actualización o puesta al día del nacionalismo que no implica una disminución en su gradación, sino una voluntad constructiva, ya que difícilmente se mantendrá el piso superior sin asegurar el inferior.

El postmodernismo ha contribuido a promocionar el objetivo de diversidad enfrentándolo al antiguo objetivo de igualdad.

Aunque de hecho hay y existen disparidad de criterios, lo cierto es que también existe un avance significativo en la Enseñanza, que en España era predominantemente de carácter transmisivo y descriptivo, de fenómenos locacionales (ríos, montes, ciudades), ahora se da una enseñanza basada en el descubrimiento del medio, se potencia al alumno como distribuidor o estructurador lógico de conocimientos.

De instrumento para transmitir unos determinados valores a materia fundamental para despertar y fomentar el espíritu crítico, y por encima de la hipocresía social descifrar intereses subyacentes. Todo un hermoso y permanente reto.
 

Notas

1.CHEVALIER, J.P. La géographie dans les programmes scolaires en Europe. Cybergeo nº 130, 2000.

2.BAILLY, Antoine. La educación para las nuevas ciudadanías mediante la historia y la geografía: Enfoque teórico. Perspectivas vol. XXVIII, nº 2, 1998, p. 228

3. NOGUE FONT, Joan y VICENTE RUFI, Joan. Geopolítica, identidad y globalización. Barcelona: Ariel, 2001, p.112. Hacen los autores una comparación de los mapas del siglo pasado en los que aparecían ciertas áreas en blanco, con los momentos actuales, en los que vuelven a aparecer áreas en blanco, en función de la lógica interna que utilizan, al margen del sistema al que teóricamente pertenecen. Zapatismo, narcotraficantes, espacios metropolitanos sin entidad administrativa propia

4.ANDRE, Yves. El mundo y el territorio: la historia y la geografía para aprender a convivir. Perspectivas. Vol. XXVIII,  1998, p.231.

5.TUSELL, Javier.España, una angustia nacional.  Madrid: Espasa,  1999, p. 233.

6.SOUTO, Xosé M. Didáctica de la Geografía. Barcelona: Serbal, 1998, p. 377.

7.ANDRE, Yves y BAILLY, Antoine. Las representaciones espaciales de los territorios y del mundo. Perspectivas, vol. XXVIII, nº 2, 1998, p. 314.

8.Algunos historiadores señalan el tratado de Campofórmido, del 17 de octubre de 1797, entre Francia y Austria, al respecto de unos territorios en lo que hoy es el norte de Italia, como el primero en el que se establecen unas limitaciones precisas.

9.ANDRE, Yves y BAILLY, Antoine. op. cit.p.311.

10. ESTEBANEZ ALVAREZ, José. El carácter de la geografía. In PUYOL, R. Geografía Humana. Madrid: Pirámide, 1990, p. 18

11. SOUTO GONZALEZ, Xosé Manuel. Cultura académica, fracaso escolar y reforma de las humanidades. Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales nº 96, 2001, Universidad de Barcelona. (http://www.ub.es/geocrit/sn-96.htm).
 

Bibliografía

LE ROUX, Anne.La formation des enseignants aux didactiques disciplinaires: de nouvelles problemátiques?. Cybergeo nº 199, 2001, p. 21.

LOPEZ TRIGAL, Lorenzo y BENITO DEL POZO, Paz. Geografía Política. Madrid: Cátedra, 1999. 304 p.

NOGUE FONT, Joan y VICENTE RUFI, Joan. Geopolítica, identidad y globalización. Barcelona: Ariel, 2001. 247 p.

SOUTO GONZALEZ, Xosé Manuel. Cultura académica, fracaso escolar y reforma de las humanidades. Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales  nº 96,  2001, Universidad de Barcelona.

VILLANUEVA ZARAZAGA, José. La Geografía en la Educación Secundaria (1938-2000. Tesis Doctoral. Universidad de Zaragoza, 2.001.  884 p.
 

© Copyright: José Villanueva Zarazaga, 2002.
© Copyright: Biblio 3W, 2002.
 

Ficha bibliográfica:

VILLANUEVA ZARAZAGA, J. Algunos rasgos de la geografia actual.  Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. VII, nº 342, 15 de enero de 2002.  http://www.ub.es/geocrit/b3w-342.htm  [ISSN 1138-9796]



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