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Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98
Vol. VIII, nº 450, 5 de junio de 2003

HERNÁNDEZ FRANCO, Juan; MULA GÓMEZ, Antonio José; GRIS MARTINEZ, Joaquín. Un Tiempo, un Proyecto, un Hombre, Antonio Robles Vives y los Pantanos de Lorca (1785-1802). Murcia: Ayuntamiento de Lorca y Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, 2002. 311 p.

Martín Lillo Carpio

Palabras clave: Comarca de Lorca. Río Guadalentín. Embalses de Valdeinfiernos y Puentes.

Key words: Region of Lorca. Guadalentin River. Dams of Valdeinfiernos and Puentes. Military Engineering. Antonio Robles Vives. Earl of Floridablanca.

Acostumbrados en el quehacer geográfico a la delimitación y estudio de aspectos naturales y culturales en intrínseca relación y continuidad, los primeros como condicionantes potencialmente modificables en la mayoría de los casos, y los segundos como resultado de intervenciones o correcciones efectuadas sobre el medio físico, de acuerdo con las necesidades o preferencias de los grupos sociales, o al menos de sus dirigentes; el libro de referencia se revela como de indudable interés a lo largo de su apasionante lectura.

Desde luego, difícilmente la preocupación por el tema del agua (escasez,  aprovechamientos y efecto devastador de las avenidas) pueda ser mayor en otros lugares del ámbito mediterráneo, que en este al que se circunscribe el libro aparecido con motivo del Segundo Centenario del desastre de Puentes ocurrido en Abril del año 1802. Trabajo valioso que se ocupa de los diversos ingenios utilizados en la comarca para paliar de alguna forma la indigencia pluviométrica e hidrológica (pozos, trasvases y embalses) y termina paradógicamente con la destrucción por las aguas de la esperanza de redención agroeconómica del área considerada; todo ello en el marco de la política ilustrada del último tercio del siglo XVIII en el que se encuadra un paisaje lorquino harto tradicional.

El trabajo en sí, tal y como indican los propios autores en su resumida introducción, consta de tres grandes apartados precedidos de una serie de consideraciones acertadamente documentadas para la mejor contextualización de los mismos: 1º Estudio del proyecto hidráulico y de su realización y posterior fracaso, referido en especial al embalse de Puentes. 2º Exposición a través de los avatares experimentados por el líder del proyecto, de la problemática planteada al respecto, especialmente desde la triple perspectiva científico-técnica, económico-social, y política. 3º Valoración de las transformaciones efectuadas con carácter de obra pública, en base a la estructura socioeconómica local; lo que supone una puesta a punto, que incita lógicamente a la pausada reflexión sobre las aspiraciones y posibles logros obtenidos, de no haberse roto la obra realizada.

Al comenzar a leer el libro de referencia, quizá resulte interesante recapitular sobre lo que hoy se puede decir del llamado Río Guadalentín, surgido a partir de escorrentías procedentes de los relieves de las  "subunidades tectónicas del penibético" en tránsito a la cuenca neógena de Lorca, y que se forma precisamente por la confluencia de los denominados ríos Luchena y de los Vélez (o Corneros), aguas abajo del lugar conocido como el Estrecho de Puentes. Pudiéndose añadir a propósito de su eventual torrencialidad que en su día este "río de barro" (según parece indicar su etimología), fue calificado por el  pomatólogo Pardé como el "río más salvaje de Europa".

Cabe por tanto recordar también, a propósito del régimen espasmódico y las temibles crecidas de este importante afluente del Segura,  que  los  aportes más importantes del Río Guadalentín aguas arriba de la ciudad de Lorca y también en toda su longitud, provienen pues del W y NW, es decir, de territorios adyacentes a la propia comarca, por lo que el sistema de regulación hidráulica de los dos embalses a considerar se realiza en base a caudales en buena parte de la vecina provincia de Almería, especialmente en el caso del de Valdeinfierno; en el que confluyen diversas escorretías (Arroyo Caramel-Rambla Mayor y Rambla Seca) que dan lugar al denominado Río Luchena, el cual, tras recibir por su margen izquierda los aportes del Barranco Salado y del Río Turrilla, termina a su vez confluyendo con el Río Corneros o de los Vélez en el Embalse de Puentes. Por su lado, el Río de los Vélez que tiene también su origen en tierras de Almería en la llamada Rambla de Chirivel, se alarga en principio en sentido W-E al pie de las vertientes meridionales de las Sierras de Orce, de María y del Maimón Grande, hasta que cambia su nombre por el de Río Corneros al recibir por su margen izquierda, a la misma distancia de Vélez Blanco que de Vélez Rubio, los aportes del llamado Río Claro (en el límite de las provincias de Almería y Murcia), y pasa a orientarse hacia el Embalse de Puentes donde como se indicó anteriormente confluye con el Luchena.

Hoy día, se conocen mejor las características fisiográficas de algunos de los obstáculos a los que tuvieron que enfrentarse quienes intentaron doblegar a finales del siglo XVIII al "río más salvaje de Europa", empezando por represar las escorrentías de su cuenca alta. Pues además de las importantes variaciones de caudal de origen climático y de sobra conocidas, de sus características de torrencialidad eventual más directamente observables y de la descripción morfométrica de su red de drenaje, necesariamente hay que referirse a los rasgos morfoestructurales y geomorfológicos básicos del territorio en cuestión. A este respecto, baste considerar que en el estudio neotectónico de la comarca de los Vélez, presentado a las Primeras Jornadas sobre el fenómeno sísmico y su incidencia en la ordenación del territorio (Murcia, 1986), sus autores sintetizaron las características del área en los siguientes términos: existencia de relieves que presentan tectónicas superpuestas antepliocenas; situada entre focos sísmicos de primer orden (Granada, Almería, Murcia); con presencia de fallas activas en relación con el accidente principal Cádiz-Alicante, donde se emplazan numerosos focos sísmicos secundarios (Huercal-Overa, Huescar, Orce, Chirivel, Lorca). Concluyendo además el citado estudio con una referencia explícita a las repercusiones más importantes de las rupturas sísmicas en este sector; ligadas a la evolución de vertientes, erosión remontante de los barrancos y en general a la aceleración de los procesos erosivos. A todo lo cual habría que añadir la concomitancia de los procesos de erosión y sedimentación en las situaciones de crecida y por tanto la importancia de la carga sólida transportada en suspensión ("aguas turbias"), de efectos beneficiosos a veces desde el punto de vista agronómico ("tarquines"); pero en ocasiones perjudiciales (disminución rápida de la capacidad de los embalses, aterramiento, etc.), mencionados reiteradamente en este vasto y completo trabajo de investigación sobre los Pantanos de Lorca.

Ciñéndonos a los contenidos del libro desde una perspectiva actual, cabe recordar que hoy día los embalses de Valdeinfierno y Puentes (construidas las sucesivas presas de este embalse a escasa distancia de su homónimo inutilizado como tal en 1802),  suponen, salvo situaciones de excepción, el fin del régimen natural de las aguas de arroyada, siendo a partir de allí retenidas y distribuidas por canales de riego. Pero esto no siempre ha sido así: en un tiempo no muy lejano (1785-1802), los esfuerzos de los unos a fin de retener las aguas y corregir las variaciones estacionales e interanuales de caudal para  regadío, y de los otros para que se perpetuase la situación existente hasta entonces, bien estudiados en el trabajo comentado, dieron lugar a los hechos que constituyen precisamente el argumento básico de este apasionante libro. En el que además y como parte del mismo proyecto ilustrado, se indican también los intentos para conseguir la asomada de Lorca al Mediterráneo a través del  puerto de la nueva población de  Águilas, tras siglos de vida de espaldas al mar, como tantas otras comunidades cercanas a la costa. Todo ello en relación precisamente con el ansiado aumento de productividad debido al regadío propiciado por la política regalista de los borbones y tan oportunamente investigado y vivamente transmitido por los autores de este valioso trabajo, a través incluso de alguno de sus más caracterizados y singulares protagonistas. Como es el caso de D. Antonio Robles Vives, del que el estudio de su personalidad, trayectoria, consecuciones y anhelos para Lorca y para la Corona, resalta en el marco de la omnipresente contumacia de sus detractores. Política en definitiva, de Estado y local, en un intento de reestructuración para unos y de desestructuración para los otros.

Cabe añadir, que la edificación de los Pantanos de Lorca corresponde a la última etapa de los constructores de ingenio, en buena parte autodidactas y sin una formación reglada, que contaba en España con amplios antecedentes. A pesar de que los ingenieros militares de la Corona de España desde mucho antes tenían su centro de formación en Bruselas y eran expertos en obras hidráulicas y en adaptar las obras a la naturaleza de los terrenos fácilmente inundables. Así como en levantar fortificaciones que se caracterizaron  por amplios fosos, que de acuerdo con las "maniobras de agua" y la reducción de cortinas facilitaban la defensa.

Prueba de la importancia y tradición en el uso de técnicas de pilotaje como las que se utilizarían más de doscientos años después para el  Pantano de Puentes, se tienen en documentos como el  dirigido por El Fratín en 1576 a Felipe II, con la indicación del lugar para construir una torre a la entrada de la Laguna de Melilla. En dicho informe, refiriéndose a las características hidrodinámicas del lugar y a las de la peculiar naturaleza y estructura del terreno escogido para cimentar la obra, se expresa en los siguientes términos:  "...el hacer la dicha torre conpalizadas o caxas de madera a la manera de Beneçia y como se hacen tambien en otras partes, y como yo he çimentado en otras partes, aquí no hay que tratar dello a causa que la mar es muy temible y en parte mas y menos fondo y los palos habrian de ser muy gruesos y largos y no aprouecharian  nada o muy poco, ni tampoco las caxas, porque el fondo deste contorno del arreçife, es de diferentes maneras, y es que en parte arena pura, en parte una piedra tosca arenisca, y en parte pantanos, y en parte da señales de auer debaxo del fondo otras peñas ..."

En relación al Pantano de Puentes, al atribuir en principio la rotura de la presa a la  cimentación en parte sobre arenas, hay que tener en cuenta que si bien no se tenía suficiente formación ni experiencia sobre obras de tal envergadura, por otro lado también las condiciones fisiográficas de aquel punto en concreto son desde luego difíciles. Circunstancia a tener muy en cuenta en estos ríos surestinos donde como se indica en el Diccionario Madoz  refiriéndose al último tramo del vecino Río Almanzora: "...dos o tres leguas antes de su desembocadura es una verdadera rambla, pues el agua va infiltrada por entre la arena..."  Por lo que el desconocimiento geotécnico  a la hora de la realización del proyecto y los efectos de presión hidrostática una vez embalsada el agua, transportando  cada vez con mayor fuerza sedimentos de mayor tamaño por debajo de los cimientos de la presa, serían lo que provocara el susodicho desatre de Puentes.

En opinión de los propios autores y como prácticamente se indica en tan cumplido título, en este libro se proponen aportar una nueva reflexión sobre la obra hidráulica de los embalses, sobre el promotor y líder del proyecto reformista de la monarquía ilustrada en Lorca, y sobre las repercusiones que esta obra y su rotura tuvieron en la comarca y en las obras públicas que a partir de entonces se realizaron en España. Respecto a los autores, cabe añadir, y eso es importante, que se les sabe ya reconocer sobre los textos por su excelente modo de hacer en obras anteriores de variada temática propia de sus respectivas especialidades, y también por trabajos en común, tan importantes y reveladores incluso como este. Se trata en definitiva de un documentado trabajo hecho por tres lorquinos y cuya presentación y prólogo, ambos de la mayor enjundia, para mayor acierto en esta ocasión también han sido realizados por dos naturales de la tierra: Navarro Molina y Calvo García-Tornel, respectivamente.

 

© Copyright: Martín Lillo Carpio, 2003.
© Copyright: Biblio 3W, 2003.

 

Ficha bibliográfica

LILLO CARPIO, M. Hernández Franco, Juan; Mula Gómez, Antonio José; Gris Martinez, Joaquín. Un Tiempo, un Proyecto, un Hombre, Antonio Robles Vives y los Pantanos de Lorca (1785-1802)Biblio 3W, Revista  Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad  de Barcelona, Vol. VIII, nº 450,  5 de junio de 2003. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-450.htm> [ISSN 1138-9796]
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