Biblio 3w. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona, nº 5. 1 de enero 1997

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HANNERZ, Ulf: Exploración de la ciudad. Hacia una antropología urbana. México: Fondo de Cultura Económica, 1986. 387 p. Versión en inglés: Exploring the City. Toward an Urban Anthropology. New York: Columbia University Press, 1980.

David Iglesias Xifra


El reconocimiento de la antropología urbana como una rama de investigación de la antropología, no se produjo hasta los años setenta. Durante la historia de la Antropología la presencia de antropólogos en centros urbanos ha sido continuada, desde principios de los años sesenta, aunque no pudieran considerarse antropólogos urbanos mientras la academia no considerara la urbe como campo concreto y específico de la Antropología. En esos años sesenta fue cuando se empezó a reconsiderar aspectos como etnicidad o pobreza que provenían de la antropología y de la conceptualización del Tercer Mundo. La búsqueda de explicaciones a nuevos problemas, donde se mezclaron, entre otros, inmigración y los refugiados políticos, llevó a estos científicos sociales a buscar la diferencia, e incluso, el exotismo en sus propias ciudades.

Pero la mera presencia de esos antropólogos en las ciudades no era suficiente para utilizar normalizadamente la etiqueta de antropología urbana. Desde la primera aparición de un libro bajo el título Antropología Urbana (Eddy, 1968) ha habido un acalorado debate sobre el concepto mismo y sobre su idoneidad. Fue significativa la aparición en 1977 de la revista Urban Anthropology, como un primer resultado de este debate. Una vez consolidada la aparición de la etiqueta de Antropología Urbana, como rama presente en la mayoría de departamentos de Antropología del mundo, podemos considerar el libro de Hannerz, Exploración de la ciudad como una revisión del concepto que nos sitúa en el cómo y el cuándo aparece la ciudad como un campo específico y concreto de la Antropología.

El propio Taylor, uno de los padres de la Antropología, dudaba de que la Antropología Urbana tuviera un contenido suficiente para ser considerado académicamente, y la calificó como "una ciencia de reformadores". Otros reconocidos antropólogos no fueron tan condescendientes con la novedad a la que se enfrentaban. Así Leeds (1972, p.4) no dudó en calificarla como "espuria y retrógrada, dado que tiende a servir de excusa para mantener un asunto dentro de una disciplina que no puede ni debe manejarlo", o Robin Fox (1973, p. 20) que declaró que la Antropología Urbana era una "lucha indigna por encontrar salvajes sustitutos en los barrios bajos". Evidentemente, estas visiones pueden haber caído en el fragor del debate próximo, sobre todo al ver la evolución que ha tenido esta rama en las décadas siguientes. Pero una cosa no se puede negar, la antropología urbana falla a nivel conceptual en alguna de sus perspectivas. El mismo Hannerz afirma que "el pensamiento urbano antropológico es fundamentalmente pensamiento antropológico"(p. 16) aunque más allá de sus vertientes étnicas, novedosas ( la Antropología Urbana ha abierto nuevos temas como salud pública, derecho, ley, o escuelas), o de campo vemos al antropólogo urbano como un investigador sin un esquema coherente y unificador. Esa carencia da como resultado una importante deficiencia a nivel de conceptualización del campo intelectual.

La intención principal de este libro es llegar a clarificar cuál es la línea identificativa de la antropología urbana, aunque "inevitablemente esto no lleve a buscar ante todo una Antropología Urbana concebida de manera más estricta, en que la atención se dirija al urbanismo mismo, sea lo que fuere que esta frase quiera decir al final"(p. 14). Para defender esta idea Hannerz pretende hacer una revisión histórica de la aparición de la antropología urbana, es decir de "algunos componentes de un pasado útil de la antropología urbana que tenemos en mente" (p.14). Evidentemente las raíces intelectuales de la antropología urbana son esencialmente las mismas de las que han bebido la geografía urbana o la sociología. En el recorrido histórico de Hannerz no falta una amplia visión de la Escuela de Chicago. Partiendo de la base de una cierta duplicidad en los estudios de Chicago, entre Sociología y Antropología, el autor nos da un esbozo de cinco estudios, hechos desde Chicago, y con un carácter eminentemente antropológico, dadas sus características de estudio. Estos cinco estudios son:

ANDERSON, N. The Hobo. Chicago: University of Chicago Press, 1961. Edición original de 1923.
THRASHER, F. M.. The Gang. Chicago: University of Chicago Press, 1963. Edición original de 1927.
WIRTH, L. The Ghetto. Chicago: University of Chicago Press, 1956. Edición original de 1928.
ZORBAUGH, H. W. The Gold Coast and the Slum. Chicago: University of Chicago Press, 1929.
CRESSEY, P. G. The Taxi-Dance Hall Montclair. Nueva Jersey: Patterson Smith, 1969. Edición original de University of Chicago Press en 1932.

La retrospectiva de Hannerz sobre Chicago, aunque reconoce la importancia clave en los estudios urbanos, critica cierto funcionalismo que tendía a englobar y tratar de forma aséptica los problemas y grupos sociales estudiados. Esta visión corresponde tanto a la evolución de la propia Antropología, como por ser el comienzo de la cooperación de los departamentos de carácter más social de la administración oficial con los antropólogos, en lo que se refiere a la problemática urbana.

Prosiguiendo con la escuela de Chicago, Hannerz entra de pleno en el artículo más polémico de la incipiente "urbanidad" de la Antropología. Se trata del trabajo de Louis WIRTH "Urbanism as a Way of Life" (American Journal of Sociology, 1938, nº 44, p. 1-4). Este artículo fue el primero en enumerar las características urbanas que eran necesarias para el estudio antropológico de la ciudad, utilizando conceptos como tamaño, densidad o heterogeneidad.Como es sabido, las críticas fueron muchas y desde diferentes puntos de vista; pero, sin duda, Wirth consiguió sentar unas bases para la discusión y el debate. Hannerz nos ofrece una amplia visión sobre este autor y sobre las críticas vertidas por los diferentes detractores de este.

Paralelamente, y como segundo gran centro de investigación que Hannerz destaca, encontramos la producción del Rhodes-Livingstone Institute, fundado en 1937, y que se transformó en 1964 en la Universidad de Zambia a partir de la independencia de Zambia. Podemos considerar el Rhodes-Livingstone Institute como el más importante centro investigación británico en el campo de la Antropología Urbana. El primer antropólogo que lo dirigió fue Godfrey Wilson, del cual podemos destacar las obras siguientes.

WILSON, G. An Essay on the Economics of Detribalization in Northern Rhodesia, Part I. Rhodes-Livingstone Papers, 1941, nº 5.
WILSON, G. An Essay on the Economics of Detribalization in Northern Rhodesia, Part II. Rhodes-Livingstone Papers, 1942, nº 6.

Pero el máximo exponente del Instituto Rhodes-Livingstone fue Max Gluckman, antropólogo sudafricano, proveniente de Oxford, claro exponente del estructural-funcionalismo británico, y seguidor de Durkheim. Gluckman se propuso e intentó llevar a cabo un proyecto de siete años en dicho centro de estudios africano, y es el máximo exponente de lo que se ha denominado la Escuela de Manchester, de la que fue precursor y creador, relacionando la Universidad de Manchester con el Instituto citado. La obra de Hannerz repasa ampliamente la producción de este grupo, dando cuenta de sus obras mas destacadas. Dada su tendencia a la atención cada vez más creciente a "los procesos sociales en pequeña escala y a los problemas metodológicos y analíticos relacionados con ellos"(p. 187), estos antropólogos tendieron hacia el análisis en redes, que es lo que Hannerz pasa a describir seguidamente en su obra.

Así el análisis en redes es lo que Hannerz explica basándose en los principios de John Barnes, en concreto en su estudio sobre Bremnes realizado en 1954. Asimismo, y siguiendo la estructura de toda su obra, Hannerz nos explica un amplio espectro de ejemplos del uso de las redes en las investigaciones desde la Antropología. Desde sus inicios en los finales de los 50, a sus revisiones de los años 70 y 80.

El último capitulo de repaso histórico de la Antropología Urbana de Hannerz lo ocupa una persona concreta: Erving Goffman. Goffman entra dentro del amplio espectro de las ciencias sociales, aunque catalogarlo sea dificil. Sociólogo de formación, ha entrado ampliamente en el campo de la Antropología, y, de hecho, ha sido profesor de Antropología en la Universidad de Edimburgo, y profesor "Benjamin Franklin" de Antropología y Sociología en la Universidad de Pensilvania. Tal como explica Hannerz, Gluckman nos da una visión basada en la imagen del teatro y del actor social. Goffman rebosa influencias desde dos puntos claves; uno es la Escuela de Chicago y, el otro, su decantación hacia la Antropología, tanto por su contacto con Lloyd Warner, como por su conocimiento de la obra de Durkheim. "Lo que se entiende como el punto de vista típico de Goffman está representado inmejorablemente en su primer libro: The presentation of Self in Everyday Life (1959)"(p. 232) Siguiendo su carácter práctico, Hannerz repite el esquema ya dado, y nos presenta la obra directa de Goffman y las críticas recibidas por éste. Sin embargo es clara la predilección de Hannerz por este autor, y sin duda por ello quita hierro a la parte más crítica. Pero realmente podemos considerar a Goffman como un gran principio de la consideración del "yo" y la microsociología como bases de los estudios urbanos, y que ha desembocado en la más moderna Antropoogía que ha aparecido hasta hoy.

Como colofón a esta obra, y después del amplio recorrido histórico de las diferentes escuelas que han dado forma a la actual Antropología Urbana, Hannerz entra de lleno a una crítica mas directa al tema que le ocupa. La intención evidente del autor es relacionar la Antropoogía con los estudios urbanos. La identidad de la antropología urbana pretendida por Hannerz durante todo el libro se basa en esa relación entre ambos campos de estudio. Aunque pretenda una clara definición de la versión antropológica, es el estudio urbano lo que aparece como base generalizada de dichos trabajos. Probablemente sea ese tono generalizado del libro de Hannerz lo que nos haga tender a pensar que está demasiado basado en casos concretos, y si la intención principal del libro era el aclarar o asentar una Antropología Urbana, encontramos la falta de una base teórica, o incluso metodológica, que pudiera desmarcar más el cuerpo de la Antropología Urbana.

De todas maneras, hay que destacar la importancia básica de este libro dentro del mundo antropológico, urbanístico y de las Ciencias Sociales en general. Toda la crítica a la concreción de todo el discurso de Hannerz, se va por tierra al considerar esta obra como un magno compendio de obras y autores que han llenado el mundo de la creación de la Antropología Urbana y el urbanismo.

Como final hay que destacar el apéndice de Conceptos Analíticos, donde se describen las principios metodológicas que el autor ha utilizado en su obra, y donde explica una serie de gráficas que clarifican los conceptos utilizados.

OTRA BIBLIOGRAFÍA CITADA

EDDY, Elizabeth M., (comp). Urban Anthropology.Athens, Georgia: Southern Anthropological Society, 1968.
LEEDS, Anthony. Urban Anthropology and Urban Studies. Urban Anthropology Newsletter, 1972 , nº 1(1), p. 4-5.
WIRTH, Louis. Urbanism as a way of life. American Journal of Sociology, 1938, nº 44, p. 1-24.


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