Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. X, nº 595, 15 de julio de 2005

CONTRIBUCIÓN DE LA SOCIEDAD ECONÓMICA BARCELONESA DE AMIGOS DEL PAÍS
AL PLAN GENERAL DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA (1836)

Jerónimo Bouza
Universidad de Barcelona


Palabras clave: enseñanza, Sociedad Económica, siglo XIX

Key words: teaching, Sociedad Económica, 19th Century


"Fomenta enseñando" era el lema de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País; enseñanza y desarrollo económico aparecían así estrechamente ligados en sus objetivos fundacionales, y en ningún momento sus socios concibieron una idea de progreso ajena al desarrollo y propagación de la ciencia. La función de la Económica no se limitó a debatir y proponer soluciones a los problemas de la enseñanza, sino que ella misma puso manos a la obra y organizó cátedras y escuelas, bibliotecas y talleres, asociaciones para el estudio del patrimonio y colonias escolares. Su actividad en este campo fue extraordinaria, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XIX y primeras dos décadas del XX[1]

En esta ocasión no nos ocuparemos de esa labor práctica, sino de un dictamen sobre las necesidades de la provincia de Barcelona en cuestiones docentes, con motivo de la preparación del primer plan liberal de enseñanza, el Plan General de Instrucción Pública, elaborado tras la muerte de Fernando VII. Un plan que no llegaría a aplicarse, pues quedó suspendido por Real Orden de 4 de septiembre de 1836, exactamente un mes después de su publicación en la Gaceta. La causa de la suspensión fue el restablecimiento de la Constitución de 1812 -que encomendaba a las Cortes en exclusiva los asuntos relativos a la Instrucción pública- tras los sucesos de La Granja. Paradójicamente, un intento de empujar al régimen hacia el liberalismo, provocó la paralización de la tan necesaria reforma liberal de la enseñanza.

No obstante, el Plan habría de tener en el futuro un gran ascendiente sobre las sucesivas reformas, como afirmaba, dos décadas más tarde, persona tan autorizada como Antonio Gil de Zárate:
 

"El plan de 1836, a pesar de su efímera vida, ha tenido una grande influencia en el porvenir de la enseñanza. Aquel trabajo, lejos de ser perdido, sirvió de base para todos los proyectos que después se presentaron a las Cortes, y se tuvo muy presente en la reforma radical de 1845".2]
Para la elaboración del plan se instituyó, en el mes de enero de 1834, una comisión en el seno de la recientemente creada Dirección General de Estudios del Reino[3]. El 11 de noviembre del mismo año la comisión envió a los gobernadores civiles, para ser contestada por Ayuntamientos y otras instituciones representativas, una circular mediante la que se trataba de recabar ciertas informaciones necesarias para la elaboración de dicho Plan; se solicitaba, en cinco apartados[4], información exacta sobre el estado actual de la instrucción, sobre las necesidades y sobre los recursos de que se disponía o podría disponer, "deteniéndose en manifestarme el ramo de la industria que con preferencia debería de fomentarse en cada población según el genio y costumbre de sus moradores". El 25 de noviembre de 1834, la circular fue publicada en el Boletín Oficial de la Provincia; el día 26, el gobernador dirigió un oficio a la Económica, invitándola a participar en la información; en la sesión celebrada por la sociedad el 4 de diciembre se dio cuenta del oficio y "se acordó pase a una comisión compuesta de los señores Jaumeandreu, Miró, Monmany y Bofarull para que dé su dictamen[5]; tres meses después (23 de febrero de 1835) la Económica envió ese dictamen al gobierno civil. Dado que esa sesión era la cuarta que celebraba la Sociedad desde su refundación[6], y que en las sesiones anteriores solamente se habían constituido dos comisiones especiales a efecto de conseguir un local y elaborar el Reglamento Interior, esta comisión de Instrucción pública fue la primera en constituirse con miras a los objetivos para los que la Sociedad fue creada. Este hecho muestra que aquella preocupación por la enseñanza de la que hablábamos más arriba se manifestó ya en los primeros pasos de la Sociedad.

Aun no siendo éste el lugar para desarrollar las biografías de los miembros de la comisión, quizás resulte útil resaltar algunos rasgos biográficos de los dos comisionados que tienen que ver con el tema que aquí nos ocupa, la instrucción pública. Y, en este aspecto, el más notable de estos personajes fue sin duda Eudald Jaumeandreu i Triter[7], nacido en 1774, en Barcelona, donde murió en 1840.

  Fue fraile de San Agustín, orden en la que ingresó muy joven y que abandonaría en 1821 debido a la nula coincidencia del ideario agustiniano con sus ideas liberales. Se doctoró en Teología en 1805, y después de una estancia en Mallorca, donde enseñó economía en la cátedra de la Diputación, volvió a Barcelona para ocupar la de Economía política de la Junta de Comercio. Cuando, en agosto de 1834, fue propuesto como socio de la Sociedad Económica de Amigos del País, contaba ya con una amplia bibliografía económica[8], en la que había desarrollado el pensamiento proteccionista que había de ser tan influyente durante todo el siglo XIX, y una no menos valiosa experiencia docente; entre sus discípulos en la Cátedra de la Junta de Comercio figuraban personajes como Figuerola, Illas i Vidal, Milà i Fontanals, Monturiol, Güell i Ferrer, Anglasell, Aribau, Rubió i Ors... Era, además, miembro de las Reales Academias de Ciencias y Buenas Letras.

Pròsper de Bofarull i Mascaró nació en Reus en 1777 y murió en Barcelona en 1859; estudió Filosofía y Leyes en Cervera, doctorándose en Huesca, donde ejerció la cátedra de Digesto. Vivió en Cádiz durante los años de la invasión napoleónica y volvió a Barcelona en 1814. Fue primero archivero y luego director del Archivo General de la Corona de Aragón, desde donde realizó un trabajo impresionante de clasificación, catalogación y edición de documentos. Como miembro de la comisión para la recuperación de las bibliotecas y archivos de los conventos desamortizados, rescató, junto con Llobet i Vallllosera y Yáñez i Girona, decenas de miles de documentos, manuscritos y libros, salvando de la destrucción, entre otras, las valiosísimas bibliotecas de los monasterios de Ripoll y Sant Cugat.

Desconocemos la relación con la enseñanza de los otros dos miembros de la comisión. José de Miró fue una de las cinco personalidades convocadas por el Gobernador civil, en 1834, para poner en marcha la Sociedad Económica. Antonio Monmany i Alborná, abogado, miembro de la Academia de Ciencias, experto en electricidad y magnetismo, fue propuesto como socio en aquella primera sesión fundacional.

Una vez elaborado el dictamen, se pasó a discusión de la Sociedad en la sesión del 16 e febrero de 1835, después de ser apremiada la comisión en la sesión anterior (3 de febrero) para que diera fin a su trabajo.El dictamen fue aprobado en su totalidad, con algunas adiciones hechas durante la discusión del dictamen, que fueron propuestas por el farmacéutico y naturalista Agustín Yáñez, el catedrático del Colegio de Medicina y Cirugía Félix Janer y el que habría de ser rector de la Universidad de Barcelona en 1838, el socio presidente Alberto Pujol.

Yáñez propuso que se solicitara el establecimiento en Barcelona de una cátedra de Mineralogía y otra de Metalurgia, se crease una gran biblioteca pública con obras de todas las ciencias y artes y un gabinete de Historia natural, además de "la generalización de la enseñanza de las matemáticas en todas las poblaciones de alguna consideración"[9]. Félix Janer, por su parte, reclamó una cátedra de Zoología para Barcelona y escuelas de dibujo en las poblaciones importantes. Alberto Pujol, finalmente, pidió, también para Barcelona, una cátedra de Economía política. Para reelaborar el dictamen con estas nuevas propuestas se sumó a la comisión Agustín Yáñez, que era, en esos momentos, el secretario de la Sociedad. El 23 de febrero fue enviado al gobernador civil.

Durante los sucesos de agosto de 1835 se produjo un incendio en la sede del gobierno civil, quemándose multitud de expedientes, entre ellos los relativos al plan de instrucción. Cuando las respuestas fueron reclamadas desde Madrid, el gobernador solicitó de nuevo el dictamen a la económica (26 de abril de 1836) que se lo envió el día 14 de mayo de 1836 "con las modificaciones relativas a las mudanzas verificadas desde entonces", que se referían a la petición de retorno de la Universidad de Cervera a Barcelona, una cuestión en la que la Sociedad había puesto un grandísimo interés.

El borrador de este segundo informe es el que transcribimos a continuación. Los números en negrita corresponden a las páginas del manuscrito.
 

  Notas

[1] Sobre los orígenes y algunos de los trabajos de la Sociedad, vid. biliografía.

[2] GIL de ZÁRATE, 1855, vol.I, p. 101

[3] Esta comisión estaba presidida por José María Quintana y la componían el obispo Mariano Liñán, José Mariano Vallejo, Juan Nicasio Gallego y Eugenio de Tapia. (Cfme CAPITÁN, 2000, p. 29)

[4] Reproducimos, dado su interés, las preguntas de la circular."1º Cuántas Cátedras de Latinidad dotadas existen en sus respectivos territorios, las cuales, por estar situadas en pueblos que según la nueva división no son cabezas de partido, deben suprimirse conforme a lo prevenido en el artículo 10 del Reglamento general del ramo; indicando a cuánto ascienden sus respectivas dotaciones, qué origen tienen, de qué fondos se pagan, y si los de fundación particular son, o no, reversibles a las familias de los fundadores, o deben aplicarse a otro objeto en el caso de suprimirse las Cátedras.2º Qué Colegios, Seminarios no conciliares, o casas de educación hay en la provincia, cuáles y de qué clase son las rentas con que se sostienen, y qué enseñanzas hay establecidas en ellos.3º Si además existen separadas algunas Cátedras públicas, o Academias privadas, de Matemáticas, Física, Química, u otros ramos de ciencias naturales; añadiendo acerca de ellas las observaciones que estimen oportunas. 4º Cuáles son los ramos de industria a que más particularmente se dedican los habitantes del país, y más convenga fomentar, facilitándoles los conocimientos teóricos que para su práctica necesitan. 5º Con qué otros recursos o medios podrá contarse en su provincia para plantear en ella todos los estudios conducentes a promover la ilustración y prosperidad".

[5] Acta de la sesión del día 4 de diciembre de 1834 (Arxiu SEBAP)

[6] La Sociedad fue fundada el 6 de agosto de 1834 "en la casa habitación del Sr. Gobernador Civil de la Provincia (...) con arreglo a la Real Orden de 18 de mayo último", pero existía el precedente de una sociedad con igual nombre fundada en Barcelona en 1821, que fue clausurada con la vuelta de Fernando VII a su etapa de absolutismo más cerril, en 1823 (Bouza, 2005).

[7] El más profundo estudio de la obra y el pensamiento de Jaumeandreu fue realizado por Ernest Lluch en su tesis doctoral, de 1870, publicada en 1973. (v. LLUCH, 1973)

[8]Publicó, como apoyo a sus enseñanzas, varios manuales de Economía y Derecho: Rudimentos de Economía Política (1816); Curso elemental de Economía Política, con aplicación a la legislación económica de España (1836); Curso elemental de Derecho Público (1836). Como asesor de la Comissió de Fàbriques redactó su famosa e influyente Memoria sobre la necesidad del sistema prohibitivo en España (1834)

[9] Arxiu SEBAP. Acta de la sesión del día16 de febrero de 1835
 

Bibliografía

BOUZA VILA, Jerónimo- Política, civilización y miseria. Causas y efectos de la emigración según un informe de 1845. Actas del III Coloquio internacional de Geo Crítica. En  Scripta Nova, nº 94 (79). Barcelona, 1 de agosto 2001. <http://www.ub.es/geocrit/sn-94-79.htm>

BOUZA VILA, Jerónimo- Procurar a las clases jornaleras higiénicas y agradables habitaciones. La Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País y la vivienda obrera. Actas del V Coloquio internacional de Geo Crítica. En Scripta   Nova, vol. VII, nº 146 (011). Barcelona, 1 de agosto 2003.

BOUZA VILA, Jerónimo-  Moralidad, trabajo y capital en la industria del siglo XIX.  Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. IX, nº 513, 30 de mayo de 2004

BOUZA VILA, Jerónimo-  Jardines, higiene y orden público. Una propuesta de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País.  Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. IX, nº 517, 20 de junio de 2004.

BOUZA VILA, Jerónimo-  El complejo proceso para la instauración de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. X, nº 591 25  de junio de 2005

CAPITÁN DÍAZ, Alfonso Educación en la España contemporánea. Barcelona: Ariel, 2000

GIL de ZÁRATE, Antonio De la Instrucción pública en España. Madrid: Imprenta del Colegio de Sordo-mudos, 1855, 3 vols.

GUICHOT Y SIERRA, Alejandro Noticia histórica de las clasificaciones de las Ciencias y de las Artes y vocabulario de las mismas. Sevilla, 1912

LUIS GÓMEZ, Alberto La Geografía en el bachillerato español: 1836-1970. Barcelona: Edicions de la Universitat de Barcelona, 1985

LLUCH, Ernest El pensament econòmic a Catalunya (1760-1840). Els orígens ideològics del proteccionisme i la presa de consciència de la burgesia catalana. Barcelona: Edicions 62, 1973
 
 

DICTAMEN DE LA COMISIÓN ESPECIAL DE INSTRUCCIÓN.
SOCIEDAD ECONÓMICA BARCELONESA DE AMIGOS DEL PAÍS

Pronta siempre esta Sociedad Económica a cooperar por su parte a todo lo que pueda redundar a favor de los intereses materiales de la provincia y del reino entero, no puede menos de acceder con particular gusto a la invitación que V.S. se sirve hacerla en oficio del 26 del próximo pasado, y en consecuencia manifestará a V.S. cuanto expuso a ese Gobierno Civil en 23 de febrero de 1835 en contestación a los artículos 3º, 4º y 5º de la Circular de la Dirección de Estudios de 11 de noviembre próximo anterior con las modificaciones relativas a las mudanzas verificadas desde entonces, y no reparará en añadir todo lo que ha expuesto sobre el interesante punto de la instrucción pública, de que depende en gran parte la felicidad de los estados.

El genio de los habitantes de esta provincia se dedica principalmente a las industrias de algodón, lana y seda, contándose también varias fábricas de jabón, curtidos, tintes y en general talleres de todas las artes y oficios. Los ramos que ocupa la industria del algodón van tomando un vuelo rápido en toda Cataluña, particularmente en esta provincia, y empiezan ya a familiarizarse con la maquinaria más selecta de Inglaterra y Francia; progreso que hubiera sido mucho más rápido, a no haberlo atajado los horrores de una guerra civil devastadora y los disturbios que por desgracia hemos presenciado. La de las manufacturas de lana va igualmente prosperando mediante la maquinaria que facilita sus operaciones, así como la de sederías que también hace progresos. Conviene pues fomentar estos ramos de producción sin descuidar los demás. A este efecto no sólo es de absoluta necesidad conservar las cátedras establecidas por la Real Junta de Comercio, sino también generalizar algunas de estas enseñanzas en las poblaciones más industriosas, erigiendo en ellas cátedras de química y de mecánica. Estas poblaciones son principalmente Igualada, Manresa y Tarrasa.

La antigua Cataluña tiene una dilatada frontera formada por los Pirineos y su interior es generalmente montuoso: abunda en minas de todas suertes y preserva varios depósitos de carbón de piedra, substancia en el día de primera necesidad para los progresos de la industria. La explotación debe fomentarse en un país de población tan numerosa, en que la agricultura no ofrece los mayores recursos. A beneficio del ensanche que por el nuevo reglamento recibió el ramo, se empezaron [a] abrir varias minas, pero la mayor parte han tenido que abandonarse, ya por falta de conocimiento de los minerales y terrenos, ya por la mala dirección de los trabajos de la explotación, ya por la poca práctica en la obtención de los productos. El fomento de este interesante ramo reclama por lo mismo el establecimiento de tres cátedras, a saber una de mineralogía, una de explotación de minas y otra de docimasia[1] y metalurgia, y Barcelona es la designada al efecto por su [2] localidad y demás circunstancias.

La historia natural de los animales merece también una atención preferente por el gran influjo de sus conocimientos en los progresos de la agricultura y cría de ganados, aclimatación de las especies o razas útiles, mejora de las existentes y destrucción de las nocivas. La Real Academia de Ciencias Naturales y Artes tiene establecida una cátedra de zoología, otra de mineralogía y otra de geometría subterránea y explotación de minas; pero los profesores que las desempeñan con mucho celo, las sirven gratuitamente, y para establecer estas enseñanzas de una manera definitiva, es menester dotarlas del modo que corresponde.

En vano se procurará que progrese la enseñanza de las ciencias naturales, de que penden los de la industria en todos sus ramos, si a los que se dedican a ello no se les proporcionan aquellos medios indispensables a que no alcanzan las fortunas de los particulares y que son tan generalizados en las naciones civilizadas de Europa aun en poblaciones de segundo y tercer orden. La Sociedad indica con esto el establecimiento de una biblioteca pública y de un gabinete de historia natural, cuya falta extrañan en gran manera todos los extranjeros que visitan esta ciudad y la atribuyen a causas que tan poco honor a la nación española y a su gobierno. La biblioteca del Seminario tridentino y la que trata de formarse con la recopilación de las pertenecientes a los conventos suprimidos presentan una colección bastante numerosa de libros de teología, derecho civil y canónico, historia, literatura y otros ramos, pero no de obras pertenecientes a las ciencias de que se habla; y las de los Reales Colegios de Medicina y Cirugía y Farmacia están principalmente concretadas a sus respectivas facultades. Es pues necesaria la erección de una biblioteca pública grandiosa que reúna las obras de las ciencias naturales, de sus aplicaciones a las artes y oficios, y de todos los conocimientos exactos, con la dotación competente para procurarse las que van saliendo en gran número cada año. En cuanto a gabinetes, el museo de Casa Salvador es de propiedad particular, y aunque muy apreciable así por la época en que se creó como por la celebridad europea de sus fundadores, no ha recibido aumentos posteriores y no está al corriente del estado actual de las ciencias. Las colecciones del Real Colegio de Farmacia y de la cátedra de química de la Real Casa Lonja son diminutas, tienen un objeto determinado y distan mucho de poder servir para el caso. Se necesita pues en esta ciudad un gabinete de historia natural que reúna los seres de los tres reinos, arreglado al estado actual de los conocimientos y de una riqueza correspondiente al rango de Barcelona y a las necesidades de las provincias en que se cultivan todos los ramos de fabricación, con medios para hacer sucesivamente las nuevas adquisiciones que reclamen los progresos de las ciencias. Este gabinete podría montarse con economía si el gobierno accediese a la petición que hizo la Sociedad en 23 de febrero del año último de los dobles que existen en el de Madrid aún no expuestos al público a favor de esta ciudad y cometiese el encargo de su arreglo y conservación a la Real Academia de Ciencias Naturales y Artes ayudándola con algunos fondos; pues que esta Corporación tiene ya un princi[3]pio no despreciable adquirido sin otros medios que el celo de sus socios y de algunos otros amantes del bien público.

Las miras de la Sociedad se extienden además a los otros pueblos de la provincia y desea que todos participen en cuanto sea posible de los beneficios de una instrucción elemental necesaria para los progresos de la industria. Las matemáticas son el principio fundamental de todas las ciencias y artes, rectifican el juicio enseñando prácticamente dirigir la razón en todas sus operaciones, guían el ojo y la mano del artista mecánico, disponen para la adquisición de la física, mecánica y química tan necesarias a los fabricantes y a muchos artistas. Su enseñanza en Barcelona, tanto en la Academia de Ciencias Naturales y Artes como en la Casa Lonja, ha producido innumerables resultados. Mas no debieran estar privadas de ella las principales poblaciones subalternas de la provincia, y su enseñanza debiera ir acompañada de la del dibujo que es de una utilidad incontestable a todos los artistas, con cuyo medio se generalizarán los buenos efectos que en las artes de esta ciudad ha producido la gran escuela fundada y costeada por la Real Junta de Comercio. Así pues sería de gran interés el establecimiento de escuelas de matemáticas y dibujo en los puntos de mayor población e industria de la provincia. Mataró, Vich, Berga, Tarrasa, Manresa, Igualada, Villafranca y Villanueva son los pueblos más acreedores a ello en concepto de la Sociedad.

Estas son las bases de instrucción que la Sociedad Económica considera indispensables por ahora para que por medio de la enseñanza se disponga nuestra industria a tomar el vuelo que corresponde al estado actual de la civilización europea y a nivelarse algún día con la de las naciones más aventajadas. En cuanto a los medios o recursos con que podrá contarse al efecto de plantear estos establecimientos, la Sociedad confiesa de buena fe todo el peso de la dificultad, hallándose tan sobrecargada la provincia de impuestos que apenas los puede soportar. Es de esperar no obstante que restablecida la paz interior no será difícil que los mismos pueblos, particularmente los industriosos en que deben erigirse las cátedras, encuentren arbitrios suficientes para instalar las escuelas más importantes, debiendo empezarse por las de matemáticas y dibujo y procediéndose después a las demás. Un sistema de hacienda bien arreglado podrá aliviar a los pueblos, los que contribuirán entonces gustosos a hacer sacrificios pecuniarios que distribuyéndose a su vista y con su intervención y reportando directamente sus fructuosos resultados, les quitará el disgusto de ver frecuentemente que una gran parte de lo que pagan se disipa antes de su legítima distribución, o que distraída de los objetos a que debiera aplicarse, sirve para satisfacer la ambición o el orgullo de algunos particulares. Una recaudación pura y legal efecto de las sabias reformas que deben esperarse de un gobierno reparador y una bien entendida economía en los gastos habrá de aumentar precisamente las rentas públicas, dejar en más desahogo a los propios de los pueblos, facilitar a éstos arbitrios nada vejatorios y reunir con estos medios fondos bastantes para erigir y sostener las diferentes escuelas, así como las de instrucción primaria, objeto preferente de los votos de todos los buenos españoles.

Al tiempo de dirigir esta contestación a ese Gobierno Civil, añadió la Sociedad las siguientes reflexiones. La perfección y progresos de la industria no sólo dependen de las [4] ideas y conocimientos de los fabricantes o directores, sino también de la buena disposición y habilidad de los operarios; de lo que se deduce que no debe descuidarse de ninguna manera la instrucción de los jornaleros. De aquí cree la Sociedad que sería muy conveniente plantear en los puntos principales de la provincia en que reina el trabajo industrial, y particularmente en Barcelona, escuelas técnicas o sea de artes y oficios, a cuya perfección progresiva contribuirían en gran manera; pues que instruidos en ellas un gran número de jóvenes, no maquinalmente como lo hacen con sus respectivos maestros, sino por reglas y principios fijos, llegarían a ser maestros mucho más hábiles que sus predecesores.

Sería de desear que algunos de estos discípulos, que se hubiesen distinguido más por su aplicación e inteligencia, se enviaran a expensas del Estado a los países extranjeros más aventajados en sus respectivas profesiones, como Suiza, Alemania, Bélgica, Francia y sobre todo a Inglaterra, debiendo residir en ellos a lo menos cuatro años, y presentar a las escuelas a su regreso el diario exacto de sus trabajos, estudios y observaciones. Los jóvenes nombrados debieran poseer el idioma del país a que se les destinara y remitirse a corresponsales seguros que se encargaran de dirigirlos y vigilar su conducta. Este establecimiento, que debiera subsistir siempre, contribuiría eficazmente mediante la renovación de las observaciones dadas y transmitidas a España, a poner nuestras artes y mantenerlas al nivel de las otras naciones. Los jóvenes al regresar a su patria se apresurarían casi todos a formar, con sus caudales y con los auxilios de sus parientes, amigos o capitalistas, establecimientos que serían un semillero de excelentes operarios, y a la verdad no pudieran colocarse los capitales con mayor utilidad tanto particular como del Estado.

Sería también muy del caso erigir en esta ciudad un Conservatorio de artes y oficios, que presentando al público modelos de máquinas telares e instrumentos de toda especie propios a la manufacturación, sería un poderoso estímulo de perfectibilidad progresiva, que contribuiría a acelerar los buenos resultados de la enseñanza. La Francia posee en grande estos establecimientos y ha reportado y reporta de ellos inmensas ventajas. No debemos desdeñarnos de imitar a nuestros vecinos en cosas tan útiles, ya que los imitamos en las frívolas. La Real Junta de Comercio tiene en su gabinete de máquinas un principio de este Conservatorio, al que debiera darse la mayor extensión posible, proporcionándola medios para ello.

Por último la Sociedad no debe perder esta ocasión para recordar la justicia de la traslación a esta ciudad de la Universidad de Cervera y la utilidad que resultaría de esta medida a la causa de la civilización, como tiene manifestado en la exposición que por conducto de ese Gobierno Civil dirigió a S.M. en 11 de febrero de 1835. La Universidad fue arrancada de Barcelona por una consecuencia de los trastornos de la guerra de sucesión y la reparación de esta desgracia es un objeto digno de la sabiduría y espíritu de progreso del actual gobierno. En Cervera no ha podido este establecimiento nivelarse jamás con las luces y exigencias del siglo ni produjo las ventajas que sólo proporciona a la sociedad en las poblaciones mayores. Las distracciones que se procuran los cursantes en un pueblo pequeño son más trascendentales para los jóvenes siempre reunidos y distinguidos de la masa de la población que las que [5] pueden disfrutar en una ciudad grande en la que se separan pronto al salir del establecimiento y se confunden con los demás habitantes. En las varias escuelas de Barcelona se cuentan más de tres mil quinientos alumnos adultos, sin que cometan desórdenes, ni hayan figurado jamás como tales en los disturbios que desgraciadamente hemos presenciado; y poco o ningún efecto por esta parte podría resultar del aumento de un millar de estudiantes que pudiese acarrear la Universidad en una ciudad tan populosa, en que residen las primeras autoridades y hay en todo caso otros medios de coacción que en un pueblo subalterno de corto vecindario. Por otra parte no hay actualmente en Cervera toda la seguridad que requiere la aplicación a las ciencias y faltan la mayor parte de los catedráticos propietarios. De lo que se deduce que no sólo es de rigurosa justicia y de suma utilidad la traslación de la Universidad a Barcelona, sino también muy urgente en las actuales circunstancias.

Estas son las ideas de la Sociedad, que espera de la ilustración y celo de V.S. se servirá acogerlas, hacer de ellas el uso que considere oportuno y procurar por su parte que se realicen cuanto antes sea posible, por exigirlo así los progresos de la civilización. Y de todas maneras se promete que reconozca V.S. en la presente encuesta la expresión de la buena voluntad que anima a esta Corporación de verdaderos amigos de su país.

Dios guarde a V.S. muchos años.

14 de mayo de 1836

Esta es en dictamen de la comisión la respuesta que debe darse al oficio del Sr. Gobernador Civil; la sociedad resolverá lo que estime convenienteBarcelona, 9 de mayo de 1836Por encargo de la comisión

  Nota al manuscrito

[1] Ensayo de los minerales.- Griego: dokimázein, reconocer, ensayar. (GUICHOT,1912, p. 145)
 
 

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Ficha bibliográfica

BOUZA, J.Contribución de la Sociedad Económica Barcelones de Amigos del País al Plan General de Instrucción Pública (1836). Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. X, nº 595, 15  de julio de 2005. http://www.ub.es/geocrit/b3w-595.htm]. [ISSN 1138-9796].


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