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Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. 
Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XI, nº 626,  10 de enero de 2006


LAS AUDITORÍAS AMBIENTALES MUNICIPALES, UN INSTRUMENTO PARA EL PLANEAMIENTO URBANO SOSTENIBLE; DIEZ AÑOS DE EXPERIENCIA EN CATALUNYA

Sandra Estrella González.
Doctoranda en Geografía Humana
Universidad de Barcelona


Palabras clave: auditoría ambiental municipal, planeamiento urbano, sostenibilidad

Key words: Local Ecoauditing, urban planning, sustainability



"Cuanto más completa es la urbanización, más definitivo es el alejamiento de los límites naturales.
Cuanto más desarrolladas parecen las ciudades como entidades independientes,
peores son las consecuencias para el territorio al que dominan" (L.Mumford, 1934).

El crecimiento urbano extensivo e intensivo que se ha llevado a cabo durante el siglo XX y más especialmente desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial ha dejado huella. El mundo en general y las ciudades en particular están inmersas en un sistema basado en el crecimiento económico supuestamente ilimitado que es la causa principal de gran parte de los impactos ambientales presentes y que hacen de la situación actual una situación totalmente insostenible. Se hace evidente que las ciudades y los procesos de urbanización necesitan de una gestión y una planificación que asegure la calidad de vida presente reorientando las relaciones entre la sociedad y la naturaleza para no comprometer así los recursos naturales. Hay diferentes estrategias y herramientas para iniciar lo que se ha llamado "Reforma Ambiental Urbana" (Hahn, 1994). Entre ellas una serie de propuestas destinadas a reformar las pautas de intervención y de análisis de las figuras convencionales del planeamiento, la ordenación territorial y sus correspondientes instrumentos de gestión. Se trata, con todo, de un proceso complejo y contradictorio, puesto que si bien por una parte se pretende responder a la creciente preocupación ecológica, también se espera salvaguardar las estructuras y procesos que están en la base del sistema económico y que han dado lugar a las mismas problemáticas que se trata de remediar[1].

Uno de los instrumentos que se propone son las Auditorías Ambientales Municipales, herramienta de planificación para la mejora de la calidad ambiental en la escala local que nace a principios de los años ochenta y que a día de hoy se ha insertado en el discurso sostenibilista, y ha desarrollado toda una metodología y filosofía a su alrededor. Desde hace aproximadamente un año y medio que formo parte del equipo 2GES[2]  (Grup de Geògrafs per l'Ecologia Social), integrado mayoritariamente por geógrafos. Este grupo está vinculado a la Universidad de Barcelona, más concretamente al Departamento de Geografía Humana. El equipo trabaja en la investigación y divulgación de temas en los que se hace evidente las implicaciones sociales y territoriales de los problemas ambientales. Entre otros proyectos, el 2GES ha participado en diversas Auditorías Ambientales Municipales y actualmente estamos inmersos en una nueva Auditoría Ambiental.

Concretamente somos el equipo auditor encargado de llevar a cabo la Auditoría de Sant Sadurní d'Anoia. Acabamos de finalizar la primera fase y estamos a la espera de iniciar las dos últimas fases. Con motivo de mi experiencia personal durante este último curso este trabajo se ha planteado por un lado, para dar a conocer la figura de las Auditorías Ambientales Municipales y, sobre todo, su potencial como herramienta para la planificación y ordenación urbana sostenible. Por otro lado, se pretende mostrar la experiencia personal y del equipo 2GES por lo que a Auditorías Ambientales se refiere.

El trabajo se estructura en dos partes, la primera hace una breve introducción sobre el concepto de desarrollo sostenible y su evolución a lo largo de estos últimos años. La segunda parte se sitúa en la metodología de las Auditorías Ambientales Municipales como instrumento de planificación. A modo de conclusiones se pretende valorar si el modelo de planificación sostenibilista que defienden las Auditorías Ambientales Municipales es compatible con la realidad local existente y las estructuras políticas catalanas.

El desarrollo sostenible

Ya en la década de los años 80 se puso de manifiesto que el ritmo de utilización de los recursos no renovables del planeta era demasiado alto y que éstos estaban destinados a agotarse en un futuro no muy lejano. Se hacía necesario encontrar la manera de mantener el nivel de vida actual utilizando de manera racional los recursos naturales, cuidando que no sean esquilmados y que las generaciones futuras puedan hacer uso de ellos igual que hemos hecho nosotros, es decir, sin que nuestras prácticas, fundamentalmente económicas hipotequen el futuro del planeta. El concepto de desarrollo sostenible apareció formulado por primera vez en un documento oficial " Nuestro futuro común", elaborado el año 1987 por la que fue Primera Ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland por encargo de las Naciones Unidas. De ahí que el documento se conozca también con el nombre de "Informe Brundtland". El concepto fue aceptado de forma unánime por la comunidad internacional y pronto se incorporó a los grandes instrumentos de planificación. El desarrollo sostenible tomó una extraordinaria difusión el año 1992 con la celebración de La Cumbre de Río (Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo). Allí se reunieron los representantes de 179 estados, para hablar de medio ambiente, del futuro de la humanidad y del planeta. Uno de los documentos que la Conferencia aprobó fue el de Agenda 21: La Alianza Global para el Medio Ambiente y el Desarrollo. Con este documento se pretendía  establecer un marco general para orientar a los países en la tarea de abordar los problemas y pensar en soluciones.

Con el propósito de acercarse más a la escala local, en la Conferencia de Aalborg (Dinamarca), que tuvo lugar en 1994, más de cien autoridades locales europeas firmaron la Carta de las Ciudades Europeas hacia la Sostenibilidad, actualmente suscrita por más de 2000 municipios, y que en su momento supuso el punto de partida de las Agendas 21 Locales en Europa; como acertadamente se ha dicho, "la carta de Aalborg situó a las ciudades como punta de lanza en el proceso hacia la sostenibilidad"[3] .

En 1996 tuvo lugar en Lisboa la Segunda Conferencia de Ciudades y Pueblos hacia la Sostenibilidad, que reunió representantes de más de mil autoridades locales y regionales. Se revisaron los procesos iniciados en 35 países, se intercambiaron informaciones y experiencias y se elaboró un documento de continuidad de la Carta de Aalborg llamado "De la carta a la acción". La Carta de Lisboa se centra en doce puntos orientados a profundizar en el proceso hacia la sostenibilidad[4].

Es aquí donde entran las Auditorías Ambientales Municipales pues muchas veces son  el primer paso de estas Agendas 21 Locales, ya que es el documento donde se señalan  las posibles estrategias y los proyectos para transformar los sistemas de gestión político-administrativa enfocándolos hacia soluciones progresivamente respetuosas con el medio ambiente, a la vez que actúan a modo de herramientas para el cambio de los instrumentos de planificación y gestión existentes en el proceso adaptación al paradigma de la sostenibilidad.

Los inicios de las Auditorías Ambientales Municipales se sitúan en Inglaterra. La primera Auditoría Ambiental Municipal se inició el mes de enero del año 1989 como  resultado de la cooperación de la ONG Friends of The Earth y el Metropolitan District of Kirklees.

El proceso en Cataluña

En España, Cataluña ha sido pionera en impulsar este tipo de experiencias. Así, se llevaron a cabo distintos trabajos desde el mundo académico[5] y diferentes intentos por parte de grupos ecologistas y de ciudadanos comprometidos con la temática ambiental. Concretamente fue el Servicio de Medio Ambiente de la Diputación de Barcelona quien tomó la iniciativa de ayudar a los municipios de la región de Barcelona a realizar una Auditoría Ambiental Municipal, ofreciéndoles soporte metodológico y económico[6].

Desde 1993, dicha institución, está impulsando las Agendas 21 Locales, con las que se pretende dotar a los municipios de un instrumento eficaz y operativo que haga compatible el desarrollo económico local con una utilización sostenible de los recursos y que permita a los municipios la implantación de políticas que los ayuden a superar sus deficiencias y a mejorar su calidad ambiental.

En 1994  se realizó la prueba piloto en Igualada (municipio de la provincia de Barcelona). En esta primera Auditoría se establecieron las bases metodológicas del programa de Auditorías Ambientales Municipales que la Diputación de Barcelona impulsó en 1995 con la colaboración de los municipios de la provincia de Barcelona. Dos de las piedras angulares de ésta metodología son la participación ciudadana y  el planeamiento urbanístico.

Los resultados obtenidos en estos primeros diez años son considerados por la Diputación de Barcelona como muy positivos, pues se han superado ampliamente las expectativas iniciales ya que actualmente el 80 por ciento de la población catalana vive en municipios que han comenzado procesos de Agenda 21 Local. La mayoría se encuentran aún en la primera fase, la  de elaboración de Auditorías Ambientales Municipales. En estos diez años se han iniciado más de cien Auditorías Ambientales Municipales y se ha consolidado una red con más de doscientos municipios comprometidos en aplicar criterios de sostenibilidad.

Esta red se denomina "Xarxa de Ciutats i Pobles cap a la Sostenibilitat" ("Red de Ciudades y Pueblos hacia la sostenibilidad"). Se trata de una red de cooperación donde los distintos municipios integrantes puedan intercambiar experiencias, definir estrategias, programas y actuaciones a medio y largo plazo, además de fomentar la participación y compromiso de la ciudadanía. El acto de constitución de esta red tuvo lugar el 16 de Julio de 1996 en Manresa, en lo que se llamó Declaración de Manresa.

Las Auditorías Ambientales Municipales

Las Auditorías Ambientales Municipales además de un documento que pueda servir de guía para el cambio ecológico de las políticas ambientales, también ha de servir como catalizador a partir del cual se inicie realmente un proceso de cambio e implicación ambiental cívica y administrativa.

En el marco internacional de la Agenda 21 de Río, las Auditorías Ambientales Municipales son el punto de partida a un proceso de Agenda 21 Local, proceso que pretende el cambio tanto de las políticas como de las mentalidades para poder así conseguir un desarrollo más sostenible. Para llevar a cabo este proceso hay que establecer una serie de acciones, pero el paso previo es analizar la situación actual. Analizar el territorio para ver el estado en que se encuentra, para saber así lo que  hay que cambiar y las acciones a efectuar. Es ahí donde entran las Auditorías Ambientales Municipales, pues es esta herramienta la que sirve para un análisis previo, un diagnóstico de la situación y proponer una serie de acciones para mejorar la situación.

Las Auditorías Ambientales Municipales tienen diversos objetivos como muestra el cuadro 1.

Cuadro 1
Objetivos de una Auditoría Ambiental Municipal
1- Realizar un informe del estado actual de la situación ambiental del municipio, centrado especialmente en la detección de las problemáticas locales entendidas como  problemáticas propias de degradación (erosión, contaminación, etc.).
2- Conocer les actividades económicas locales desde la perspectiva de  sus efectos medio ambientales en la escala local, regional o global. El grado de profundización de este análisis  puede variar según las circunstancias, pero, en todo caso, las Auditorías Ambientales Municipales tendrían que proporcionar información para decidir la conveniencia de la realización de posteriores estudios o auditorías específicas para temas de especial relevancia.
3- Investigar los ámbitos de la intervención municipal desde la perspectiva de sus impactos ambientales para informar de las posibilidades existentes para modificar las prácticas municipales incorrectas y substituirlas por medidas correctoras.
4- Informar de los cambios que deberían cumplir los agentes económicos y la población de cara a mejorar la calidad ambiental. En relación a esto debería de promover iniciativas para la concienciación sobre las problemáticas ambientales y del proyecto de sostenibilidad.
5- Ayudar a los agentes y a la administración local  a encontrar los mecanismos de articulación con otros agentes y instituciones públicas con competencias en ámbitos territoriales de orden superior y que tengan más capacidad de intervención. Así se resolvería en parte, el hecho que muchos  problemas de  gestión ambiental traspasen las competencias municipales, como por ejemplo el tema de les aguas, los bosques o la contaminación industrial.
6- Facilitar el diseño de un programa de cambio que se pueda concretar en un plan de acción municipal a corto y medio plazo donde se detallen las medidas a iniciar para poder cumplir los anteriores objetivos, así como para prever el seguimiento de los objetivos y procesos iniciados con motivo de la Auditoría.
Fuente: Alió, Mª. 1995

Por lo que se refiere a la realización concreta de la Auditoría, podríamos decir que ésta se estructura a lo largo de cuatro fases. (cuadro 2).

Cuadro 2
Esquema - resumen de las fases de trabajo de una Auditoría Ambiental Municipal
FASES DE TRABAJO Y OBJETIVOS ASPECTOS METODOLÓGICOS
1. Fase previa
previsión del equipo multidisciplinar 
diseño y establecimiento de las hipótesis
recogida de información
presentación del documento de trabajo con las líneas básicas de las hipótesis y el programa de trabajo y participación cívica 
Previsión de información general imprescindible para el desarrollo del trabajo
Conocimiento de aspectos territoriales
Referentes teóricos
Generación de información básica
Formulación definitiva de las hipótesis
2. Análisis 
conocimiento del territorio
detección de las problemáticas
análisis de la gestión municipal
presentación de un segundo documento de trabajo que incluirá un avance de los resultados obtenidos
Trabajo de campo, soporte empírico, documentación y cartografía.
Detección de el origen y las causas de los problemas, incidencia interna y externa de la actividad municipal
3. Diagnosis
determinar las problemáticas 
evaluación y jerarquización  de los problemas
presentación del tercer documento de trabajo con la identificación de los problemas más graves 
Identificación de los problemas
Establecimiento de los criterios de evaluación
Conclusiones sobre los problemas: causas y impactos y su jerarquización
4. Propuestas
elaboración de las propuestas
presentación del cuarto documento de trabajo con  las propuestas  de intervención que habrán de ser discutidas con  el consistorio y las entidades cívicas
redacción del documento final 
Establecimiento de líneas viables de intervención 
Integración de las propuestas en el Plan de Actuación Municipal
Fuente: Alió, Mª. (Coord.).  1997.

Desde el punto de vista temático hay muchas maneras de abordar los factores que confluyen en las dinámicas entre el medio ambiente y sus relaciones con la sociedad. Pero se hace necesario aplicar un esquema de trabajo basado en la sistematización de los elementos de la Biosfera y la Tecnosfera. Por eso, el programa de Auditorías Ambientales impulsado desde la Diputación de Barcelona clasifica los temas que se abordan en la Auditoría de la manera que muestra el siguiente cuadro (cuadro 3).

Cuadro 3
Temas abordados en una Auditoría Ambiental Municipal
1.Introducción al municipio (demografía ,datos socio - económicos ,descripción física)
2.Usos del suelo y planeamiento urbanístico
3.Movilidad
4.Sistemas Naturales
5.Organización y gestión municipal
6.Incidencia de las actividades sobre los recursos y el medio ambiente
7.Comportamiento ciudadano y culturas ambientales
8.Agua
9.Residuos
10.Energía
11.Atmósfera
12.Contaminación acústica
Fuente: Diputació de Barcelona 2002.

En este proceso, la participación ciudadana es un elemento fundamental en cada una de las fases de la Auditoría. Se ha establecido una metodología a seguir para establecer las relaciones entre el equipo auditor y la ciudadanía para cada una de las distintas fases.

Se trata de un proceso participativo de amplia base en el que deben estar representados toda la sociedad civil de la localidad. De este modo se pretende conseguir mejorar la participación ciudadana y su implicación en el diseño y aplicación de los programas de gestión ambiental del municipio (Pino Neculqueo, 2004).

Como se ha visto en el cuadro 3, uno de los temas abordados por una Auditoría Ambiental Municipal es el de las relaciones entre el medio ambiente y la planificación urbana y la ordenación territorial. A continuación se va a exponer cual es la metodología de las Auditorías Ambientales Municipales  para abordar estos temas y cuales son las ventajas de esta herramienta frente a otros sistemas de planificación.

El papel de las Auditorías Ambientales como herramienta para el planeamiento urbano sostenible

"La ordenación territorial habrá de pasar a ser, junto a la educación ambiental, la participación ciudadana y  el marco jurídico y económico, un instrumento que asegure el punto de partida de la acción ambiental[7].

En las Auditorías Ambientales Municipales el análisis de la realidad urbana se hace centrándose en ciertos aspectos que se han considerado clave por el hecho de situar el municipio como un sistema territorial definido por un modelo dinámico de funcionamiento que genera unos flujos de recursos y una calidad ambiental determinada. Con este modelo de análisis se pretende obtener una visión transversal y sistémica del municipio en contraposición con otros instrumentos de planificación que ofrecen una visión a veces demasiado sectorial.

El urbanismo y la ordenación del territorio más 'tradicional', suelen muchas veces quedarse cortos en el momento de abordar el funcionamiento del sistema territorial global y, no suele contemplar ni incorporar las consecuencias ambientales ni la cantidad de recursos necesarios para implantar los modelos de desarrollo que se proponen en esos planes.

Por ejemplo, entre los procesos de planificación urbanística y los de planificación estratégica por un lado y el proceso de Agenda 21 Local por otro,  pueden existir similitudes, pero el abismo que hay entre ambos se hace evidente simplemente comparando los objetivos o el protagonismo de los agentes implicados en el territorio. El proceso de Agenda 21 Local no se centra en un solo pilar sobre el cual desarrollar el resto (el caso de la economía en un Plan Estratégico, o la organización del territorio según unos espacios y usos como pasa en la mayoría de los Planes Urbanísticos),  sino que se intenta poner al mismo nivel aspectos socioculturales, económicos y ambientales. Desde la planificación sostenibilista se pretende introducir también cambios en el funcionamiento de las ciudades/ municipios, cambios en las mentalidades de los agentes implicados, por eso dos de los ejes básicos de los procesos de Agenda 21 Local son la participación ciudadana  y la educación ambiental.

Otra de las diferencias más importantes es el grado de participación ciudadana que lleva implícito todo el proceso de decisión de las acciones a tomar en la planificación sostenibilista. La participación se busca ampliar a todo el conjunto de la sociedad, se pretende tener una base social más amplia y establecer unos puentes de diálogo permanentes entre todos los actores, la voz de la ciudadanía se escucha, sus aportaciones son tenidas en cuenta por el equipo auditor y introducidas el en Plan de Acción. La participación no se limita aquí  en una sola sesión informativa explicando lo acordado por las administraciones, sino que incluso se elabora  un plan de participación  para planificar las distintas sesiones para cada una de las fases de la Auditoría primero y de la Agenda 21, propiamente dicha, después. Todo este proceso participativo raramente se encuentra en la elaboración de un Plan Estratégico o Urbanístico.

La planificación y la Ordenación del Territorio desde el análisis y la diagnosis, primera y segunda fase de la Auditoría Ambiental Municipal

Como se ha visto anteriormente, en las Auditorías Ambientales Municipales hay un capítulo dedicado a la Planificación y Ordenación territorial dentro del cual se estudian  las  variables relacionadas con dichos temas. En el caso de Cataluña y más concretamente en el caso de la provincia de Barcelona  el guión que marca las pautas y variables a estudiar es la Diputación de Barcelona (recordemos que es el organismo que está dando soporte metodológico y económico a esta iniciativa). Se trata de un guión  susceptible de modificaciones según las características de cada realidad espacial y temporal, incorporando nuevas variables o haciendo más o menos hincapié en función de la importancia que tenga en cada municipio.

Dichos temas se analizan desde dos ejes básicos, uno es el que se deriva de la localización del municipio en el marco de  la estructura territorial y el otro es el planeamiento urbano municipal vigente. Estos dos ejes se dividen a su vez en cuatro grandes apartados.

a) Procesos de planificación estratégica. Este es un apartado específico para municipios/ciudades con un plan estratégico elaborado o en fase de elaboración.

b) Planeamiento territorial supramunicipal. Este apartado sirve para establecer un marco de referencia en el cual situar al municipio/ciudad en el contexto de los diferentes planes supramunicipales que le puedan afectar, como es el caso del Plan Territorial General de Cataluña (PTGC), Plan Territorial Metropolitano de Barcelona (PTMB), Plan de Carreteras de Cataluña (PCC), Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) y otros.

c) Estructura espacial del municipio y usos reales del suelo. Este apartado va destinado a saber cual es el uso real del municipio y detectar que diferencias hay con el planeamiento vigente. Se han de adjuntar mapas de los usos reales del suelo, estadísticas asociadas a la estructura orgánica del territorio y una descripción de cada zona, detallando las tendencias de cambio observadas.

d) Planeamiento territorial y urbanístico local. En este apartado se ha de analizar desde un punto de vista crítico tanto las oportunidades como las disfunciones que potencia el planeamiento urbanístico vigente. Hay que analizar el modelo residencial, viario, infraestructural, los sistemas de espacios públicos y los sectores de actividad que se fomentan a través de la planificación local, además de tener en cuenta el grado de ejecución del planeamiento.

Durante la primera fase de una Auditoría Ambiental Municipal, se lleva a cabo el proceso de recogida de información sobre la Planificación y la Ordenación del Territorio, como se acaba de ver. Junto con el trabajo de recogida de información surge un primer documento llamado memoria descriptiva, es a partir de este documento que se empezará a hacer la diagnosis.

La diagnosis ambiental es un ejercicio de interpretación de los procesos que se dan en el territorio estudiado. Se trata de analizar la información recopilada sobre la realidad territorial y hacer un listado de aspectos positivos o posibilidades y aspectos negativos o debilidades sobre el territorio estudiado. Esta segunda fase es completamente necesaria para la elaboración posterior del Plan de Acción, donde se podrán cambiar, corregir o direccionar las problemáticas encontradas.  Los primeros momentos de esta segunda fase permiten ya inventariar un listado de los problemas existentes, contemplados muchas veces durante la primera fase con la recogida de información y trabajo de campo.

Las sesiones de participación ciudadana ayudan en el proceso de diagnosis, pues los agentes implicados ponen de manifiesto sus conocimientos y experiencias sobre su municipio/ciudad, ayudando a el equipo auditor a redactar y ampliar el documento de la diagnosis.

Los criterios de evaluación de la realidad ambiental pueden proceder de distintos frentes: sociales, legales, ambientales o ecológicos, cuantitativos y/o cualitativos. Para facilitar la tarea de diagnosticar los problemas, se han elaborado unas fichas tipo donde se recogen una serie de indicadores. Los valores que recojan cada indicador, pueden ser comparados así con unos  valores estándar para cada indicador. Dependiendo si se supera o no el valor estándar puede existir o no un problema que habrá que solucionar.

  En la figura 1 se puede observar el modelo de ficha elaborado por la Diputación de Barcelona para el tema del urbanismo. En dicha ficha se recogen diferentes indicadores destinados a  mostrar si la tendencia de un municipio es positiva o negativa, e incluye aspectos relacionados con la ordenación territorial, la planificación estratégica existente, la planificación urbanística y la presión ambiental existente. La ficha que se adjunta corresponde concretamente a la Auditoría Ambiental Municipal de Castellar de Vallès.

  Figura 1
Modelo de ficha elaborado por la Diputación de Barcelona para la fase de la Diagnosis
Fuente:Diputació de Barcelona, 2002.

Como se puede ver en dicha ficha, se tienen en cuenta indicadores como son el grado de compacidad del municipio, que permite aproximarse al modelo de crecimiento urbanístico, con la intención de prever o reducir los extremos,  el crecimiento en mancha de aceite o disperso y el crecimiento muy compacto.

Otro de los indicadores observados es el que contempla la existencia de un plan estratégico y su contenido, para valorar así el estado de la planificación local y más aun para valorar las sinergias y antagonismos con la planificación iniciada desde la Agenda 21 Local.

En cuanto al planeamiento urbanístico vigente, se tiene en cuenta si el municipio/ciudad cuenta o no con un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Como la mayoría ya disponen de uno,  es muy importante valorar su antigüedad o si está en fase de revisión, para poder si fuese el caso, conciliar posturas con el planeamiento sostenibilista.

Otro indicador de los que tienen en cuenta las Auditorías Ambientales Municipales es el Índice de Saturación del Suelo, que valora el potencial urbano del suelo. El índice se obtiene de la relación entre el porcentaje de  suelo urbano y urbanizable del municipio/ciudad y el total del suelo municipal; Cuanto más se acerca a 1 (100%), menos disponibilidad de suelo tiene el municipio a urbanizar.

En dicha ficha también se puede observar la presencia de un indicador que hace referencia a la presión ambiental. Éste se calcula a partir de la ponderación de los aspectos básicos que definen el grado de afectación del medio. Los aspectos que se tienen en cuenta son el índice ya mencionado de saturación del suelo, el grado de compacidad del municipio, la evolución del número de viviendas en relación a la evolución del número de población y la superficie de zona verde urbana (m² de verde urbano/ habitante).

La última fase de la Auditoría Ambiental Municipal, el Plan de Acción

El Plan de Acción es la última fase de la Auditoría Ambiental Municipal  y puede ser, a su vez, el punto de partida para el proceso de Agenda 21 Local, ya que conlleva la implantación de una serie de acciones encaminadas a conseguir un desarrollo más sostenible, acciones que muchas veces exigen un amplio debate entre los actores sociales, la población y la administración local.

Los Planes de Acción son instrumentos basados en un análisis y un diagnóstico del municipio tanto a nivel territorial como ambiental, mediante un enfoque ecosistémico,  y basados también en procesos participativos desde su definición hasta su ejecución.

Se expone a continuación la metodología para la elaboración de un Plan de Acción.  No existe ningún modelo o estructura de Plan de Acción fijado por ningún marco teórico ni legal, por tanto éste puede ser estructurado de diferentes maneras en función de las necesidades de cada municipio o ciudad al que se refiera. Pero en conjunto, los Planes de Acción elaborados en la provincia de Barcelona cuentan con una estructura central más bien homogénea, aunque eso no significa que el contenido lo sea también.

La estructuración de los planes se realiza a partir de líneas estratégicas que enuncian las tendencias y objetivos que persigue el plan. Cada línea desarrolla un conjunto de programas de actuación en ese sentido, y finalmente, de cada programa derivan diversas acciones ya concretadas que son las que se habrán de llevar a cabo. Veamos un ejemplo de lo que acabamos de explicar en el cudro que adjuntamos a continuación (cuadro 4), en que se muestra la línea estratégica de un Plan de Acción.
 
 

Cuadro 4
Ejemplo de línea estratégica de un Plan de Acción Local
Línea estratégica : Mejora del medio urbano
Nº de programas
Objetivo del programa
Nº de Acciones requeridas por cada programa
Programa 1.1 
Integración de criterios de sostenibilidad en el planeamiento urbanístico 
2 acciones 
Programa 1.2 
Potenciación del verde urbano y mejora de su gestión 
2 acciones 
Programa 1.3 
Creación de nuevos ejes de movilidad urbana que favorezcan a los peatones y la relación de la ciudad con su entorno 
7 acciones 
Programa 1.4 
Potenciación del centro de la ciudad y la mejora del paisaje urbano 
3 acciones 
Programa 1.5 
Mejora de la integración de los polígonos industriales a la ciudad i a su entorno 
2 acciones 
Programa 1.6 
Mejorar la red de alcantarillado y la reducción de posibles riesgos de inundaciones 
2 acciones 
Programa 1.7 
Optimización de la recogida de basuras y limpieza viaria 
7 acciones 
Fuente: Elaboración propia a partir de  Diputació de Barcelona, 2002.

A través del conjunto de líneas estratégicas que adopte el Plan de Acción, un municipio o ciudad está definiendo su escenario futuro. Se hace necesario, pues, que todos los agentes, tanto los municipales, como los sociales y los económicos estén de acuerdo y activamente implicados para que las acciones puedan acabar realizándose. Un buen Plan de Acción y su concreción exige, por tanto una buena  participación ciudadana, sobre todo cuando se trata  de decidir propuestas que exigen un cambio difícil.

El diagnóstico ecosistémico que se ha llevado a cabo previamente es la base sobre la que se ha de empezar a trabajar.  Se habrá de llegar posteriormente a la difícil tarea de consensuar el máximo de posturas en el marco del modelo de la sostenibilidad.

Las líneas estratégicas han de ser transversales para no perder detalles de la realidad territorial, pero además han de estar interrelacionadas las unas con las otras.

La concreción del Plan de Acción

Las acciones son el grado de concreción más elevado del Plan, por esto es necesario especificar al máximo que es lo que conllevan y que hace falta para llevarlas a cabo.  Para las Auditorías realizadas en la provincia de Barcelona,  la Diputación de Barcelona  ha impulsado un modelo de Plan que intenta definir al máximo posible todos los detalles.

Como se ha visto antes (cuadro 4), cada acción se enmarca en un programa de actuación y dentro de una línea estratégica a la que pertenece. Se le ha de dar un título y describir sus objetivos, además de adjuntar una breve descripción.  Hay que señalar todas las responsabilidades de todos los agentes implicados. Se habrá de especificar el grado de prioridad de la acción - si es alta, mediana o baja- y el plazode ejecución de la misma, que se diferencia según sea a  corto (de 0 a 2 años), mediano (de 3 a 5 años) o largo plazo (más de 5 años).

La ficha se complementa con una valoración económica sobre el coste que puede tener la acción y las fuentes de financiamiento, que pueden ser tanto públicas como privadas. Y finalmente hay un apartado donde se indican cuales son los indicadores de seguimiento que hay que tener en cuenta para poder seguir la evolución de la acción.

El cuadro 5, a continuació, es un ejemplo de una acción que contemplaba el Plan de Acción del municipio de Pallejà, que iba destinaba a consolidar el área urbana actual de Pallejà como la zona de concentración del crecimiento demográfico municipal.
 

Cuadro 5
Ejemplo de ficha donde se recoge una acción del Plan de Acción de Pallejà
LINEA ESTRATÉGICA  Mejorar el medio urbano
PROGRAMA Adoptar Criterios Ambientales en la Arquitectura y el Urbanismo
ACCION 1.1.2. Consolidar el área urbana actual de Pallejà como la zona de concentración del crecimiento demográfico municipal.
Objetivo Asegurar que el crecimiento demográfico de Pallejà se efectúe en la delimitación urbana actual.
Descripción de la acción
Las densidades actuales de viviendas del casco urbano permiten aumentar relativamente las densidades en determinados sectores sin perjudicar por ello a la calidad del entorno en determinados sectores.

Por este motivo se puede prever que a corto y medio plazo, el crecimiento poblacional se efectúe exclusivamente dentro de los  límites del  actual casco urbano. 

El Plan Especial nombrado anteriormente habría de prever las distintas densidades en los diferentes segmentos del tejido urbano de Pallejà.  Para el casco urbano de Pallejà se aconseja una densidad máxima del orden de 50 viviendas/Ha de media.

Organismos implicados Ayuntamiento de Pallejà.
Grado de prioridad Prioridad alta.
Plazo de ejecución A corto plazo
Valoración económica  
Financiamiento Ayuntamiento de Pallejà.
Transversalidad 1.1.1./ 1.1.3./ 
Indicador de seguimiento 1, 2
Fuente: Auditoría Ambiental de Pallejà, elaborada por el equipo auditor 2GES (Grup de Geògrafs per l'Ecologia Social), traducción de Sandra Estrella.


Concreción del Plan de Acción en el ámbito del urbanismo

Una vez elaborado, para que el Plan de Acción pueda ser ejecutado ha de ser aprobado por el pleno municipal, de ahí la importancia  que los ayuntamientos cumplan con el compromiso adquirido en el momento que han iniciado el proceso de Agenda 21.

Recordemos que el Plan de Acción es un instrumento para el municipio/ciudad. Una guía para poder actuar de acuerdo con los compromisos adquiridos previamente con la población con respecto a una realidad evaluada en un momento determinado. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el municipio/ciudad es un sistema dinámico y cambiante, por lo que se hace necesario que el Plan de Acción  tenga la flexibilidad suficiente para poder adaptarse a las necesidades del momento y pueda evaluarse siempre que la evolución sea correcta desde el punto de vista ambiental.

Para llevar a cabo el seguimiento de todo el proceso de implantación de las acciones acordadas se ha creado la figura del Plan de Seguimiento, que es precisamente el instrumento de evaluación y actualización del Plan de Acción.  Para llevar a cabo ésta tarea se suele trabajar con una serie de indicadores de sostenibilidad[8] que muestren la evolución del municipio/ ciudad en clave de sostenibilidad, y en la medida que se observen tendencias de cambio respecto a las evaluadas inicialmente en la elaboración del Plan de Acción, el Plan de Seguimiento pueda prever los mecanismos que permitan modificar el Plan de Acción para conseguir redireccionarlo hacia la tendencia deseada.

A continuación, después de una primera aproximación a la metodología del Plan de Acción,  se quiere mostrar, unos cuantos ejemplos de acciones que van encaminadas a mejorar la Planificación del territorio y el urbanismo, para mostrar la capacidad  y utilidad de las Auditorías Ambientales Municipales en estos temas.

El primer ejemplo corresponde a la Auditoría Ambiental Municipal del municipio de Masquefa, en la que el 2GES se responsabilizó de todo el programa de participación ciudadana. Cabe decir que en el marco de las actividades de  participación se puso de manifiesto la necesidad de reorientar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) si se quería modificar la dinámica urbana para poder cumplir el proyecto sostenibilista. Por este motivo, y en relación también con algunas acciones propuestas en el Plan de Acción, el ayuntamiento decidió reorientar algunos aspectos centrales de dicho PGOU, poniendo énfasis en la protección medioambiental.

El segundo ejemplo, en el que nos vamos a extender con más detalle, corresponde a la Auditoría Ambiental Municipal de Pallejà, elaborada íntegramente por el equipo 2GES en el año 2003. A continuación se van a mostrar  diferentes acciones que fueron propuestas en el Plan de Acción de de dicha Auditoría.

La Estructura de la Propuesta del Plan de Acción se estructuró (siguiendo la metodología  marcada por la Diputación de Barcelona, (véase la figura 2) en cinco líneas estratégicas. La primera estaba destinada a impulsar la Reforma Ambiental en el Entorno Urbano y es la que se va  a exponer a continuación.

Esta línea estratégica tiene el objetivo de proponer una serie de acciones destinadas a consolidar, por un lado las características actuales de la morfología y de las tramas urbanísticas del núcleo urbano, y, por otro, ayudar a introducir mecanismos e instrumentos para  reforzar y ampliar su calidad ambiental en el marco del respeto a los ecosistemas locales y la promoción de la sostenibilidad urbana.

La Línea Estratégica para  Impulsar la Reforma Ambiental Urbana cuenta con cuatro programas de actuación.

Línea Estratégica 1. Impulsar la reforma ambiental en el entorno urbano
Programa de Actuación 1.1.     Adoptar criterios ambientales en la arquitectura y en el urbanismo.

Programa de Actuación 1.2.     Reforzar los espacios verdes y recuperar la red de rieras en les zonas urbanas.
Programa de Actuación 1.3.    Fomentar la movilidad sostenible
Programa de Actuación 1.4.     Introducir criterios de sostenibilitat en las actividades y los espacios industriales.

Dentro del programa de actuación 1.1 destinado a adoptar criterios ambientales en la arquitectura y el urbanismo, se han propuesto, entre otras,  acciones como las que se citan a continuación.

-Elaborar un Proyecto Especial de Reforma Interior del casco urbano y de los barrios del municipio.

-Elaborar un Plan de Objetivos y de Estabilidad Urbanística que pueda ser utilizado como  documento de trabajo con motivo de la futura reforma del PGM.
-Elaborar una Ordenanza Municipal de Edificación con criterios de construcción sostenible.
-Solicitar al Servei de Cultura  de la Diputació de Barcelona  la realización de un Inventario de Patrimonio Cultural de Pallejà.
-Solicitar a los Serveis d'Arqueologia del Servei de Cultura de la Generalitat de Catalunya la realización de un Catálogo de Patrimonio Arqueológico.
-Prever que la nueva incorporación de mobiliario urbano se efectúe con productos  construidos con productos ecológicos o material reciclable.
-Elaborar un Plan de Usos Económicos que promueva el aumento de la heterogeneidad funcional en los barrios del municipio y mejore la intensidad de ocupación.
-Continuar los programas de vivienda social. Facilitar la continuidad residencial en el municipio de la población joven y/o con  bajos ingresos que vive en Pallejà.

Dentro de la misma línea estratégica, el  programa 1.2. iba destinado a reforzar los espacios verdes y a recuperar la red de rieras en las zonas urbanas, para ello se propusieron, entre otras, acciones como las siguientes.

-Reforzar la presencia de plantas autóctonas en los espacios verdes municipales.

-Utilizar el compuesto resultante del proceso de reciclaje de la materia orgánica del municipio como adobe de los espacios verdes de Pallejà.
-Recuperar les rieras como sistema longitudinal de verde natural en el casco urbano.
-Mejorar la conexión del casco urbano con el río Llobregat y también de todo el camino del margen derecho del río.

El programa 1.3. destinado a la movilidad sostenible propone entre otras acciones relacionadas también con la reforma urbana:

-Convertir el centro histórico de Pallejà en un espacio exclusivo de peatones.
-Facilitar el paso de  los peatones en las calles centrales del núcleo urbano mediante la habilitación de más pasos cebra.
-Reforzar los desplazamientos a pie en todas las calles del municipio interviniendo en las aceras.
-Construir un puente exclusivo para peatones y bicicletas sobre el río Llobregat entre Pallejà y Molins de Rei.
-Propiciar la bicicleta como medio de transporte dentro del núcleo urbano mediante la implantación de unos itinerarios básicos para bicicletas.
-Facilitar los desplazamientos de las personas con movilidad reducida.

Con motivo de iniciar los pasos para introducir los requisitos del planeamiento sostenible en las figuras que, desde el municipio, regulan la disciplina urbanística del planeamiento en el espacio industrial, el programa 1.4. propuso entre otras las siguientes acciones.

-Incorporar en el Plan Especial de Els camps d’en Ricard las condiciones urbanísticas y constructivas que permitan introducir medidas de optimización ecológica  en este sector del polígono industrial.

-Promover el uso de la bicicleta en los desplazamientos internos de todo el espacio industrial y en las conexiones con el resto de espacios urbanos.

En definitiva, el Plan de Acción en su totalidad, entre sus cinco grandes líneas estratégicas, propuso un conjunto de 147 acciones. Teniendo en cuenta que la el Plan de Acción se aprobó en Pleno Municipal el 27 de Marzo de 2003, hay que destacar que en el otoño de 2004  sólo 8 acciones habían sido llevadas a cabo (un 5%). En ese momento también había 39 acciones que se habían planteado como objetivo, de las cuales 11 se estaba iniciando su realización.

Conclusiones

Este trabajo ha querido mostrar a las Auditorías Ambientales Municipales como una herramienta válida para la planificación urbana, mostrándose resumidamente la metodología y las aplicaciones de éstas. Son muchas las Auditorías Ambientales Municipales y la propia experiencia que me han mostrado que la lógica del modelo funciona.

Las Auditorías Ambientales Municipales son y pueden ser un instrumento sumamente válido para detectar problemáticas relacionadas con una mala gestión del espació y a su vez proponer soluciones para una planificación urbanística más sostenible. En resumen y después  de estos diez años, el programa de Auditorías Ambientales Municipales de la Diputación de Barcelona ha dado lugar a la realización de 140 auditorías. Según la misma Diputación de Barcelona la realización de este conjunto de trabajos puede ser calificado de éxito, ya que supone que el  45 por ciento de los municipios de la provincia están incluidos en los programas de Auditorías Ambientales Municipales y del paso que implica el camino a un proyecto sostenibilista.

Entre estos municipios, 78 de ellos cuentan con un Plan de Acción iniciado, 26 tienen uno en curso y 36 prevén iniciarlo en breve.  La Diputación calcula que un 91 por ciento de la población de la provincia de Barcelona y un 37 por ciento del territorio (excluyendo la ciudad de Barcelona, que está desarrollando su propio proceso de Agenda 21 Local) cuentan, o lo harán en poco tiempo,  con un Plan de Acción Municipal.

El éxito del que habla la Diputación,  puede considerarse así en tanto que hablemos de cantidad, pero por nuestra parte creemos necesario recordar que hay problemas gravísimos de aplicación de las propuestas surgidas tras el proceso de una Auditoría Ambiental Municipal para redireccionar las dinámicas negativas de un municipio.

El motivo es que tanto los agentes políticos como los económicos prefieren invertir por lo general su tiempo, esfuerzo y dinero en otro tipo de instrumentos y proyectos. Por ejemplo, los  Planes Generales  o  Planes Estratégicos  reciben todo el apoyo necesario, tanto  por parte de la administración como de los técnicos,  para que sean realizados y aplicados posteriormente con ciertas garantías de éxito, mientras que las Auditorías Ambientales no reciben el mismo apoyo ni tienen la misma repercusión.

A todo ello hay que sumarle, además que desde el punto de vista legislativo, las Auditorías Ambientales Municipales no tienen capacidad de regulación ni de control por ellas mismas ya que se trata de un instrumento de planeamiento indicativo. Así, en comparación a los Planes Generales de Urbanismo que son un instrumento de planeamiento legislativo que, una vez aprobado se convierte en una norma que ha de ser cumplida. De ahí que muchas de las acciones propuestas de los planes de acción no sean llevadas a la práctica, pues las Auditorías Ambientales no son vinculantes, a no ser que las acciones sean aprobadas en el pleno municipal, aunque ello tampoco asegura la paulatina aplicación de la totalidad o gran parte del Plan de Acción.

Muchos procesos de Agendas 21 Local en general y de Auditorías Ambientales Municipales que se han comentado en este artículo, coinciden en el tiempo con procesos de elaboración o renovación de Planes Generales y Planes de Ordenación Urbana. Es en estos momentos en que la planificación sostenibilista ha de intentar paliar su desventaja estableciendo estrategias de diálogo y cooperación con el resto de planificación. Se trata de intentar trabajar conjuntamente lo máximo posible, de intercambiar opiniones e ideas, incluso de intentar organizar sesiones de participación ciudadana conjuntas.  Si se da el caso de cooperación entre ambas figuras, lo que se intenta es que el  Plan General de Ordenación Urbana contenga entre sus propuestas o acciones prioritarias, cuantas más ideas sostenibilistas posibles mejor, es decir ideas o acciones propias de un Plan de Acción de una Auditoría Ambiental Municipal.

Hay que aprovechar todas las vías existentes para iniciar la reforma ambiental, aunque sean vías indirectas como la comentada anteriormente. El motivo de esto es que la aplicación de las propuestas que surgen de un Plan de Acción Local  depende exclusivamente del ayuntamiento. Este ha de valorar  primero, la capacidad económica y técnica que se necesita para llevar la acción a cabo, después se han de valorar los trámites previos necesarios y  por último se ha de valor el número y las características de las entidades involucradas en la acción determinada.

En el mejor de los casos la propuesta se aplicará pero con mucha lentitud. En el peor de los casos  la propuesta se desestima o queda relegada para futura aplicación. Propuestas recordemos, acordadas no solo por el equipo auditor, sino consensuadas con la ciudadanía y entidades que han participado activamente durante el proceso de Auditoría Ambiental Municipal.

Las Auditorías Ambientales han de contar con importantes planes de participación ciudadana en cada una de las fases de la Auditoría, sobretodo en las fases en las que se toman decisiones y se aprueban acciones que van a afectarles directamente. Hay que tratar de dar más capacidad a la ciudadanía para que se implique, participe y decida. Se habla de que estamos inmersos en una  crisis de la Democracia Participativa, pues tanto que se le reclama a la ciudadanía que se implique en las decisiones de la vida pública, cuando lo hacen ven, en este caso concreto de las auditorías, como después, muchas de sus propuestas no son ni aprobadas.

Hay ocasiones en las que los políticos locales toman la decisión de iniciar una Auditoría Ambienta sin consultarlo previamente con los técnicos municipales, que son al final, los que tendrán que ser la piedra angular entre el equipo auditor y la ciudadanía. En mi opinión, muchos de los procesos de Auditorías Ambientales Municipales no han obtenido el resultado esperado precisamente por la mala actuación de éstos técnicos, que bien por desconocimiento, poca sensibilidad frente a estos temas o por falta de recursos humanos no facilitan para nada el trabajo del equipo auditor. Antes decía que la mayoría de las veces tanto las fuerzas políticas como las económicas van por otro camino, pues hay técnicos municipales que también lo hacen.

Muchos de los técnicos con los que hemos de trabajar son arquitectos e ingenieros, y muchos de ellos muestran una actitud tecnócrata y de superioridad, muchas veces son reticentes a colaborar en la elaboración de la Auditoría Ambiental Municipal, llegando en muchos casos a entorpecer el trabajo del equipo auditor al no estar dispuestos a facilitar la información que se requiere.  Es bueno también hacer un poco de crítica al modelo de Auditorías Ambientales Municipales. Dicho modelo funciona, siempre que se haga correctamente.

Como en todas partes, hay Auditorías bien hechas y otras que no lo están. Por culpa de estas últimas, la Diputación ha cambiado la forma de adjudicar las Auditorías a un equipo auditor. Anteriormente la Auditoría (es decir primera, segunda y tercera fase) salía a concurso y el equipo auditor que presentara la propuesta más adecuada era el elegido para realizar el trabajo. Pero desde hace relativamente poco que la metodología ha cambiado.

Primero sale a concurso la primera fase (la de recogida de información) y una vez finalizada esta fase, salen otra vez a concurso la segunda y la tercera fase esta vez ya juntas. De esta manera si la primera fase no transcurre como debería ser, tanto el ayuntamiento como la Diputación están a tiempo de que las fases de diagnóstico y de plan de acción se hagan desde un equipo realmente preparado y concienciado. Los equipos técnicos que elaboran las Auditorías Ambientales Municipales pueden pertenecer a organismos públicos (equipos de investigación vinculados a la universidad, a asociaciones de agricultores...) o privados (empresas auditoras).

Es imprescindible, para realizar una buena Auditoría Ambiental Municipal, tener una implicación y mostrar una sensibilidad hacia la temática ambiental. Muchas de las malas Auditorías Ambientales Municipales han surgido precisamente de las prisas y de la poca implicación ambiental de ciertos equipos auditores que priman la rapidez y la cantidad, demostrando muchas veces el desconocimiento previo necesario, sobretodo en temas de participación ciudadana y educación ambiental.

Es necesario que el equipo auditor tenga una visión interdisciplinar, pues recordemos que una Auditoría Ambiental Municipal abarca temas muy diversos (cuadro 3). Por eso desde aquí apuesto por la figura del geógrafo como profesional preparado para realizar este tipo de trabajo, pues la formación del geógrafo se ha caracterizado tradicionalmente por este estudio multidisciplinar de las relaciones del territorio y de sus habitantes. Aunque aun hoy los equipos auditores están compuestos mayoritariamente por arquitectos, ingenieros o biólogos, cada vez son más los geógrafos que integran muchos de los equipos que se dedican a la realización de Auditorías Ambientales Municipales.  Así pues y en resumen, son varias las posibilidades y las dificultades con las que se encuentra el modelo de Auditorías Ambientales Municipales expuesto en este artículo.

De ahí que se están buscando alternativas que permitan mejorar el modelo anteriormente explicado. Normalmente en Cataluña, las Auditorías Ambientales se impulsan desde las distintas  Diputaciones, una vez que el ayuntamiento en cuestión ha solicitado iniciar el proceso de Agenda 21 Local. Una de las alternativas  sería que las Auditorías Ambientales fueran impulsadas desde la ciudadanía, sin tener que esperar a que los ayuntamientos tomasen la iniciativa. De esta manera las relaciones se establecerían directamente entre el organismo que ofrece el apoyo teórico y los actores económicos y la ciudadanía con el soporte de la administración municipal.  Se debería crear un foro ciudadano donde estuvieran representados todos los sectores municipales, incluso el ayuntamiento, pero en el cual todos estuvieran al mismo nivel, y en el que las decisiones a tomar fueran el resultado de un debate y un análisis participativo por la mayor parte de la población.
 

Notas
 

[1]Alió, Mª.1995.

[2] Se pueden consultar algunos de los trabajos del equipo y obtener información de temas sobre ecología social en la página Web del equipo, www.ub.es/cres.
 
[3] Diputació de Barcelona,1995.
 
[4] Generalitat de Catalunya, 2002.
 
[5] Para más información véase Alió, Mª A. (Coord.),  1997.
 
[6]Actualmente la Diputación financia el 80 por ciento de la Auditoría Ambiental Municipal a través de programas específicos de subvenciones europeas para este tipo de actuaciones, el resto lo aporta el ayuntamiento interesado.
 
[7]Diputació de Barcelona, 2002.

[8]Para más información sobre indicadores de sostenibilidad véase: Pino Neulqueo, M. E. , 2004.
 

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Páginas Web

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© Sandra Estrella González, 2006

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Ficha bibliográfica

ESTRELLA,  S.  Las Auditorías Ambientales Municipales, un instrumento para el planeamiento urbano sostenible; diez años de experiencia en Catalunya. Biblio 3W Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XI, nº 626, 10 de enero de 2006. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-626.htm]. [ISSN 1138-9796].


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