Biblio 3w. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales.  Universidad de Barcelona  [ISSN 1138-9796] 
Nº 66, 17 de febrero de 1998

AA.VV.: The Middle Eastern City and Islamic Urbanism. An Annotated Bibliography of Western Literature. Bonn: Ferd. Dümmlers Verlag, 1994. 877 p.

Ricard Grau



La nueva situación en las relaciones internacionales, surgida a partir de la caída del muro de Berlín, iniciada en 1989 y que conllevó la desintegración de los regímenes políticos hasta entonces imperantes en el este europeo, ha propiciado que desde entonces hayan entrado en escena nuevos y renovados focos de interés geopolítico. Entre éstos, no cabe duda que el mundo islámico es uno de los que más interés, incógnitas e incluso temores despierta en occidente. Ante este nuevo contexto geopolítico, la obra que nos ocupa (un extenso repertorio bibliográfico dedicado a los trabajos publicados en Europa y los EE.UU. sobre los territorios del Islam) se muestra como un trabajo de enorme vigencia y de un valor incuestionable.

Este trabajo, enmarcado en la colección geográfica que lleva a cabo la alemana Bonner Geographische Abhandlungen, ha sido realizado por diversos autores: Michael E. Bonine, Eckart Ehlers, Thomas Krafft, y Georg Stöber. Cabe destacar, por su papel preponderante en el conjunto de la obra, al profesor norteamericano Michael E. Bonine, dedicado a los estudios sobre el Próximo Oriente en el Center of Middle Eastern Studies de la University of Arizona (EE.UU.).

Entrando ya de pleno a analizar la obra que nos ocupa, ésta ofrece el resultado de la exploración sistemática de más de cien revistas, así como también de los principales libros y monografías publicadas sobre el tema, que han aparecido en los EE.UU., Gran Bretaña, Francia y Alemania principalmente, dando como resultado un total de 7.584 citas bibliográficas. Es importante señalar que este repertorio bibliográfico se centra exclusivamente en los trabajos publicados en idiomas occidentales, básicamente el inglés, el francés, el alemán y el español, dejando de lado la bibliografía publicada en lenguas orientales, a las cuales podría ser de gran interés dedicar un segundo volumen de estas características.

Por lo que se refiere al período histórico abarcado por las obras que se incluyen en el repertorio, los hechos recogidos se remontan en algunos casos hasta el siglo VII d.C. (cuando apareció la religión islámica) y se prolongan hasta el presente. Respecto al año de publicación, la mayoría de las obras citadas se pueden considerar relativamente vigentes ya que aproximadamente un 35 % han sido publicadas en los años 80 y un 25 % en de la década de los 70, aunque también se encuentran trabajos de los años 50 e incluso anteriores.

Entre los títulos presentes se dan cabida a una gran variedad de disciplinas como son la arquitectura, el urbanismo, la historia, la geografía, la sociología, el planeamiento urbano, y muchas otras. Cabe destacar, sin embargo, que tanto los encargados de compilar la información como los editores son todos ellos geógrafos, razón por la cual los contenidos del repertorio reflejan inevitablemente el trabajo y el interés por la ciudad ofrecido desde el punto de vista de esta disciplina. Igualmente, este trabajo no solo pone énfasis en los trabajos de análisis de la estructura física de las ciudades y de su evolución, sino que también se procede a examinar las sociedades urbanas y sus instituciones, enmarcadas en su contexto histórico para poder entender las tramas urbanas modernas.

Las entradas del repertorio, a parte de ir numeradas para su rápida localización a través de los diversos índices de la obra, incluyen algunas palabras clave que guían al lector sobre los contenidos fundamentales de la obra referenciada. En concreto, de cada obra se ofrece un apunte geográfico, uno histórico y otro temático. En primer lugar, se indica la ciudad a la que hace referencia el trabajo (se cita el país si se refiere a éste en general), posteriormente se indica la etapa histórica en la cual se sitúa el estudio, y finalmente se citan algunos de los temas tratados.

La obra se divide en seis apartados principales: un primer apartado de títulos generales sobre el mundo islámico y cinco conjuntos regionales en los cuales los autores han creído oportuno agrupar las referencias bibliográficas. Cada uno de estos apartados está precedido de una introducción donde se apunta resumidamente su contenido, desde un punto de vista geográfico, histórico y/o disciplinar, y en el cual se destacan algunas obras que los autores han considerado especialmente significativas.

En el primer apartado, bajo el título de Theoretical and General Titles, se recogen trabajos centrados en construcciones y modelos teóricos de relevancia para el urbanismo islámico, así como también aquellos con un alcance general o que recogen aspectos que se desarrollan en espacios geográficos que superan las divisiones regionales específicas realizadas por los autores. Entre el conjunto de obras recogidas en este apartado cabría destacar las referentes a los siguientes temas: las que se centran en el modelo de ciudad islámica, idea controvertida por la ambigüedad del término "islámica", que tanto puede significar específicamente la religión del Islam como las culturas y civilizaciones que empezaron a emerger en Oriente Medio después de la muerte de Mahoma; las referentes a la sociedad urbana; o aquellas que tratan del arte y la arquitectura islámica.

Los siguientes apartados se centran ya en los diferentes conjuntos regionales establecidos por los autores. Éstos son:

el norte de África.
Oriente Medio.
centro, sur y sudeste asiáticos.
África
Europa.

Los dos primeros, el norte de África y Oriente Medio, son catalogados como áreas del núcleo o principales, siendo el desglose por países muy detallado (casi se individualizan todos). Los otros tres conjuntos, Asia, África y Europa, son considerados áreas circundantes y su división es mucho más genérica, agrupándose las referencias bibliográficas generalmente por subconjuntos regionales que engloban a una serie de países.

Sin duda, esta clasificación se basa en la diferenciación entre aquellos países islámicos que constituyen el mundo árabe, integrados en las áreas del núcleo (si exceptuamos a países como Turquía, Irán, o Israel), y aquellos que, aun siendo islámicos o contando con una comunidad islámica importante en su seno (en la actualidad y/o en el pasado, como es el caso de España), no son árabes. Parece acertado considerar el mundo árabe como el núcleo del ámbito cultural islámico pues, sin duda, arabismo e islamismo son dos conceptos que han ido estrechamente ligados a lo largo de la historia. Un reflejo claro de esta interrelación es la propia expansión árabe más allá de los límites de la península Arábiga, acontecida en el siglo VII d.C., pocos años después de que Mahoma creara la religión islámica en estos territorios. Desde entonces, la expansión de los pueblos árabes representó un doble proceso de arabización y islamización para los pueblos conquistados, que adoptaron la lengua, las costumbres y la nueva religión de los invasores árabes (salvo contadas excepciones por lo que se refiere a lengua y cultura, entre las que cabría destacar a los beréberes en el Magreb, y a los turcos y los persas en Oriente Medio).

El norte de África, que constituye el segundo apartado de la obra (North Africa), agrupa a los países del Pequeño Magreb (Marruecos, Argelia y Túnez), a los del valle del Nilo (Egipto y Sudán) y a Libia. El Pequeño Magreb formó parte del sistema colonial francés, razón por la cual la presencia de la lengua francesa es predominante en los trabajos sobre esta región norteafricana. En cambio, en los países del valle del Nilo, Egipto y Sudan, la influencia fue principalmente británica y en este caso sobresale la presencia de trabajos en inglés. Un caso aparte es Libia, país de transición entre las dos regiones geográficas anteriores (aunque a menudo es incluida como parte del Magreb, al igual que Mauritania). Fue colonizado por los italianos, pero en cambio el repertorio bibliográfico no tiene en cuenta los trabajos en esta lengua, de manera que solo aparecen aquellos escritos en inglés, francés o alemán. Este apartado sobre el norte de África incluye, junto al desglose por países antes mencionado, un pequeño apartado dedicado a trabajos sobre el Magreb en su conjunto.

Marruecos es uno de los países islámicos que presenta una literatura más extensa sobre urbanismo, solo superado por Turquía y Egipto, gracias a que ha sido un país en el cual tanto las instituciones nacionales como las extranjeras han llevado a cabo un importante trabajo de campo y archivístico.

Argelia representa un caso bastante aparte dentro del Magreb, con una colonización por parte de Francia mucho más intensa que en Marruecos y Túnez, y con una sangrienta guerra de independencia que dio lugar a una vía de desarrollo nacionalista y socialista a partir de los años 60. Un tema especialmente tratado por la bibliografía sobre Argelia son las nuevas ciudades, construidas ya en el período de independencia, y los asentamientos socialistas.

En el caso de Túnez, cabe destacar el predominio de los estudios dedicados a la capital del país, que representan más de la mitad de las entradas. Este hecho es un reflejo de la considerable macrocefalia que padece el país, con un desequilibrio importante entre la capital y el resto del territorio tunecino. Para obtener más información sobre Túnez, puede verse la recensión sobre un trabajo de Elvira Petroncelli publicada en Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, nº 64.

Libia ha tenido, desde hace unas cuantas décadas, serios problemas para desarrollar su sistema educativo, hecho que repercute en la escasez de trabajos e investigaciones sobre el país. Por otra parte, la importante presencia de la cultura beduina en este país ha determinado que el proceso de urbanización sea un fenómeno reciente.

Sudán presenta una situación parecida a la de Libia en el sentido de las dificultades que ha habido para llevar a cabo investigaciones en este país. En todo caso, cabría destacar los trabajos arqueológicos centrados en las grandes ciudades del pasado que caracterizaron a este territorio.

Por último, las entradas recogidas para el caso de Egipto sitúan a este país como uno de los más citados del repertorio bibliográfico, únicamente superado por Turquía, reflejando su papel preponderante dentro de los estudios y la literatura dedicados al urbanismo islámico. Dentro de los trabajos recogidos sobre Egipto cabe destacar la importancia cuantitativa de aquellos dedicados a su capital, el Cairo, la mayor ciudad del mundo árabe y también la ciudad que cuenta con más entradas en este repertorio.

El tercer apartado de la obra (Middle East) está dedicado al Oriente Medio, espacio geográfico en el cual los autores incluyen a Turquía, Siria, Líbano, Israel/Palestina, Jordania, los estados de la península Arábiga, Irak, Irán y Afganistán. La importancia de esta región, con independencia de acontecimientos contemporáneos que la han situado a menudo en primer plano de la atención internacional, viene determinada por el hecho de ser la región de origen de la religión islámica, pues ésta dio sus primeros pasos en las ciudades de La Meca y Medina, en la actual Arabia Saudita. Y no solo eso, sino que también los mayores imperios y dinastías del mundo islámico se han desarrollado en países como Siria, Irak, Turquía, o Irán, localizados en esta región.

Las restricciones gubernamentales han impedido en las últimas décadas el trabajo de investigación en Irak, razón por la cual la disponibilidad de bibliografía sobre este país se ha visto limitada de forma importante. Entre los trabajos centrados en Irak cabría destacar aquellos de carácter arqueológico e histórico sobre la antigua ciudad de Samarra y, principalmente, los que hacen referencia a la capital del país, Bagdad, que son sin duda los más numerosos.

El establecimiento de un Mandato Internacional, bajo control francés, sobre un conjunto de territorios entre los cuales se encontraban los que forman el actual Estado de Siria, significó el inicio de una importante tarea investigadora en lengua francesa sobre este país, principalmente en relación con el establecimiento del Institut Français de Damas. Entre las obras centradas en este país las más numerosas son aquellas que se dedican a estudiar Damasco, representando un 40 % del total de entradas referentes a Siria, seguida de la ciudad de Aleppo (con un 28 % de las entradas), históricamente ciudad comercial de gran relevancia, desempeñando un papel importante en siglos anteriores como provincia del imperio otomano y que actualmente está integrada en el Estado siriano.

Por su parte, Irán, país islámico aunque no árabe, también ha recibido una considerable atención por parte de los estudiosos del urbanismo, los cuales han centrado sus trabajos principalmente en temas como la ciudad preislámica, los mercados, los artesanos, o las relaciones entre las ciudades iraníes y su entorno, principalmente para las ciudades de pequeño tamaño.

En el caso de Turquía, que al igual que Irán es un país islámico pero no árabe, el hecho de ser el territorio originario y central del imperio otomano (el último gran imperio islámico), unido a la gran fuente documental que representa el magnífico archivo otomano de Estambul, determina que sea el país que contiene un mayor número de entradas en el conjunto del repertorio bibliográfico. Entra las ciudades turcas cabe destacar los trabajos centrados en la antigua capital otomana, Estambul, la mayor y más cosmopolita ciudad de Turquía, así como también los trabajos centrados en la ciudad de Ankara, la actual capital. Otro tema con una atención especial en el caso turco ha sido la sociedad urbana contemporánea, con un número importante de trabajos centrados en la mujer, que en parte es un reflejo de la elevada tasa de mujeres turcas con estudios medios y superiores, especialmente elevada si la comparamos con el resto de Oriente Medio y el norte de África.

El resto de países de Oriente Medio presentan un número de entradas significativamente menor que los mencionados hasta ahora.

Las investigaciones centradas en Afganistán se dedican principalmente a estudiar la capital, Kabul, con una especial atención en los bazares de esta ciudad.

Por lo que se refiere a la península Arábiga, la mayoría de los trabajos incluidos en la obra se centran en Arabia Saudita y, secundariamente, en el Yemen. Las condiciones físicas de este espacio, dominado por el gran desierto arábigo, han determinado que históricamente el poblamiento y el fenómeno urbano hayan sido escasos, exceptuando tal vez las ciudades de la Meca y Medina. Muchas ciudades de esta región se pueden considerar nuevas, productos del siglo XX, circunstancia que se une a las citadas anteriormente a la hora de entender la escasa disponibilidad de documentación histórica sobre el urbanismo de esta región. Por otra parte, las dificultades que las autoridades de la mayoría de países de esta región ponen para llevar a cabo investigaciones en sus territorios impide que se disponga de trabajos actualizados sobre las ciudades de la península Arábiga.

El resto de países del sector, Jordania, Líbano e Israel/Palestina, presentan un número de entradas discreto, la mayoría de ellas referentes a estudios sobre las capitales estatales, Amman, Beirut y Jerusalén respectivamente.

Los apartados que siguen a continuación hacen referencia a conjuntos regionales que los autores han considerado oportuno denominar áreas circundantes, en contraposición con las analizadas hasta ahora, que constituyen las áreas del núcleo.

El cuarto apartado de la obra (Central, South, and Southeast Asia) cubre toda la periferia oriental del mundo islámico, desde el Cáucaso hasta el sudeste asiático. El proceso de islamización de este extenso territorio se inició, ya en el siglo VII, a través del Cáucaso y algunos sectores de Asia central. No mucho después, a principios del siglo VIII, el islamismo se introdujo en el subcontinente indostánico, región desde la cual se expandió posteriormente hacia el sudeste de Asia.

Cabe señalar que la mayoría de las entradas de esta sección, más de un 80 %, corresponden al sur de Asia, siendo mucho menor la aportación de trabajos sobre el centro y el sudeste de este continente. Son especialmente abundantes las citas de trabajos centrados en el subcontinente indostánico, sobre el cual hay una amplia bibliografía referente, por ejemplo, a los diversos estilos arquitectónicos que caracterizan a esta región (el de los sultanatos de Delhi, los estilos regionales independientes, y la arquitectura Mughal), a las consecuencias urbanísticas de la colonización británica, o a los jardines y su relación con el paraíso, elemento que desempeña un importante papel en el planeamiento urbano de muchas ciudades islámicas en el subcontinente indostánico.

África centra la atención del quinto capítulo, pero solo en lo que se refiere a las ciudades de la franja de transición entre el África sahariana y el África negra, conocida con el nombre de Sahel, y del sector oriental del continente.

En estos sectores, a pesar de sufrir un temprano proceso de islamización, entre los siglos VIII y IX, las raíces, arraigadas en el África subsahariana, la influencia del colonialismo y la urbanización poscolonial han tenido una mayor influencia en las ciudades y en las sociedades que algunos aspectos del Islam, difiriendo considerablemente de las ciudades del norte de África y de las de Oriente Medio, así como también de los modelos ideales de la ciudad islámica.

El urbanismo en África occidental, en países como Mali o Ghana, ha ido estrechamente relacionado con el comercio transahariano de las caravanas, que conectaban estos territorios con el Magreb. La ruta de las caravanas era un importante factor de urbanización, debido a que la expansión u ocaso de una ciudad estaba en muchas ocasiones determinada por su inclusión o no en estas rutas, a la vez que constituían una vía de entrada de los preceptos del Islam, introducidos por los mercaderes magrebíes. Por otra parte, la colonización británica y francesa de este sector de África, a parte de constituir un nuevo elemento transformador de las ciudades, con la construcción de barrios europeos, ha determinado que la mayor parte de la bibliografía sobre esta zona esté en lengua inglesa para el caso de Nigeria y en lengua francesa para el resto de países.

Por lo que se refiere a África oriental, los trabajos citados en la obra están centrados principalmente en Kenia y Tanzania. Población procedente de la península arábiga y del golfo Pérsico se instaló en el oeste africano ya desde el siglo IX, estableciendo los primeros núcleos urbanos islámicos, principalmente en Somalia, Kenia y Tanzania, así como en diversas islas del Índico. A partir de finales del siglo XV, la entrada de las potencias europeas, encabezadas en las primeras etapas por Portugal, fue un nuevo factor que contribuyó a aumentar el eclecticismo que caracteriza a las ciudades de este sector, influenciadas tanto por las tradiciones africanas preislámicas como por la concepción urbana del Islam y de los europeos.

La influencia islámica en Europa, que constituye el sexto y último apartado de esta obra, se localizó principalmente en la península Ibérica, en los Balcanes y en diversas islas mediterráneas.

La llegada de los musulmanes a la península Ibérica, procedentes del norte de África y encabezados por el beréber musulmán Tariq, se produjo en el año 711, dando inicio de esta manera a una importante cultura hispano-árabe que finalizó en 1492 con la reconquista cristiana de los últimos bastiones árabes en la península. La sociedad musulmana que imperó durante estos ocho siglos era una sociedad principalmente urbana, circunstancia que quedó patente en las numerosas refundaciones de antiguas ciudades romanas, como fue el caso de Córdoba, Toledo, Zaragoza, o Valencia. Entre los estudios dedicados al urbanismo islámico en España, principalmente disponibles en lengua castellana, cabe destacar la ingente aportación realizada por un destacado investigador español, Leopoldo Torres Balbás, con cinco décadas de trabajo en este sentido y representado en este repertorio bibliográfico con la nada despreciable cifra de 44 publicaciones. Por otra parte, la conservación hasta la actualidad de muchas de las grandes construcciones del período islámico, como son la Alambra de Granada o la mezquita de Córdoba, ha determinado que existan un buen número de trabajos dedicados a estas construcciones.

En los Balcanes la penetración otomana se remonta al siglo XIV, bastante antes de la caída definitiva de Constantinopla y el imperio bizantino. A finales del siglo XV Bulgaria, Grecia, Albania, Serbia y Bosnia estaban bajo control otomano, y algunos sectores de Rumania y Hungría también habían sido conquistados. Estas conquistas conllevaron la introducción de una administración otomana, centrada en las ciudades; de esta manera, una ciudad otomana específica y el urbanismo islámico otomano fueron introducidos en los Balcanes. A pesar de todo, mucha población, principalmente en las tierras interiores, se mantuvo en la religión cristiana, dando lugar en muchas ocasiones a una duplicidad en los estilos de construcción.

Por último, por lo que se refiere a las islas mediterráneas, en todo el repertorio bibliográfico solo encontramos 29 entradas, circunstancia que refleja el escaso impacto del islamismo en estas islas. La mayoría de citas se centran en la isla de Chipre, conquistada por los otomanos en 1570, aunque aparece también alguna referencia sobre la presencia musulmana en las islas de Sicilia y Malta.

Entrando ya a analizar los diversos índices de la obra, parte fundamental en todo buen repertorio bibliográfico, cabe señalar que los autores han llevado a cabo una buen trabajo, realizando cuatro índices distintos, capaces de dar respuesta a casi todas las consultas que los lectores puedan realizar en una obra de estas características.

En primer lugar, se encuentra un índice de autores, ordenado alfabéticamente a partir de sus apellidos. En segundo lugar, se dispone de un índice de ciudades y lugares, en el cual aparecen todas las ciudades citadas en las obras del repertorio, así como lugares que aparecen citados en alguno de los trabajos incluidos en el repertorio sin ser ciudades o regiones concretas, ya sea por que son antiguos asentamientos abandonados (como Babilonia o Petra), o por que son espacios que no constituyen un Estado, como por ejemplo Cachemira. En tercer lugar, se encuentra un índice de áreas (grandes conjuntos regionales, que son tratados como tales en las obras citadas), y países. Por último, el cuarto índice agrupa las entradas por temas, como por ejemplo arquitectura, estructura y forma de la ciudad, o demografía y población.

En definitiva, esta obra representa un importante esfuerzo de recopilación de las principales aportaciones sobre el urbanismo islámico escritas en lenguas occidentales, y sin duda es un fiel reflejo de la gran experiencia en este campo que caracteriza a los autores de la misma.



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