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REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. 
Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XI, nº 662, 10 de julio de 2006

LA REFORMA URBANA DE LA CIUDAD DE GUAYAQUIL EN 1772 SEGÚN EL INGENIERO MILITAR FRANCISCO DE REQUENA

Leo Carbó
Licenciatura en Geografía
Universidad de Barcelona


Palabras clave: ingenieros militares, descripciones geográficas, higienismo, ciencia de policía

Key words: military engineers, geographical descriptions, hygiene, police’s science


Ciudad, puerto y astillero: ésta es la imagen de la capital de la provincia de Guayaquil que Francisco de Requena nos ayuda a ampliar con sus diferentes trabajos[1].  Este territorio que los españoles llamaban provincia de Guayaquil, en la actualidad corresponde aproximadamente a la circunscripción centro-oriental de Guayas (Ecuador), aunque la antigua demarcación incluía territorios que hoy se diseminan por provincias vecinas.

Francisco de Requena en las Indias

Francisco Manuel Policarpo Requena y Herrera había nacido en Mazalquivir (Orán) el 26 de enero de 1756. El 4 de marzo de 1758, contando con 15 años de edad, Requena ingresó en la Academia Militar de Orán, que por aquel entonces era dirigida por el ingeniero Felipe Ramírez. Transcurridos dos años de su ingreso fue nombrado ingeniero voluntario por Juan Martin Cermeño, el comandante general de la plaza de Orán. Con ese grado de ingeniero voluntario, Requena levantó un plano general de Orán y sus inmediaciones, trabajo éste que le valió para ser nombrado el 12 de enero de 1762 subteniente e ingeniero delineador. En junio de 1763 fue destinado a Málaga y Almería, en donde intervino en la reparación de los castillos y las torres emplazados en la costa. En febrero de 1764, siendo alférez de ingenieros, fue destinado a Panamá.

 Permanecería en América durante treinta años, a pesar de sus continuas peticiones de regreso a España. Estos años constituyen la etapa más brillante de su carrera militar: llevó a cabo una gran tarea geográfica, cartográfica y constructiva, de lo que son testigos la cantidad de planos, mapas, informes, descripciones de territorios y proyectos de fortificación elaborados por Requena.

 El virrey de Santa Fe, Don Pedro Mesias de la Cerda, fue quien destinó al ingeniero a Guayaquil, en diciembre de 1769, para que levantara el plano de la ciudad y estableciera un proyecto de fortificación de ésta [2] . Sin embargo, el ingeniero militar fue más allá: escribe una breve descripción de esta ciudad, su río y provincia, para acompañar los planos, dando una idea del país, su comercio, agricultura y habitantes, con el fin de determinar si era necesario fortificar este puerto. Además, hizo “un suplemento a esta descripción, en el que se proponen medios para hacer feliz a esta ciudad y relevarla de la incuria y abandono en que se halla” [3] . Tras elaborar estos trabajos, Requena pensaba regresar a la metrópoli, pero el virrey intervino para impedirle que abandonara Guayaquil, pues consideraba necesario que se realizara el mapa general de la provincia.

A lo largo de los diez años que pasó en Guayaquil, Francisco de Requena se ocupó también de la artillería de la ciudad, de la dirección de los trabajos de la Sala de Armas, el empedrado de las calles y la renovación de la ciudad que se encontraba en un estado lamentable tras el gran incendio de 1764 [4] .
 

El documento que publicamos sobre la ciudad de Guayaquil

El emplazamiento original de Guayaquil no correspondía al que conoció Requena. En 1538, la hostilidad de los indígenas incitó al explorador Francisco de Orellana a refundar la ciudad en la confluencia de los ríos Daule y Babahoyo, allí donde se forma el río Guayas. Requena considera esta decisión muy acertada por la belleza del paraje escogido, así como por las potencialidades comerciales que se desprenden de este curso fluvial navegable. Y es que tanto el emplazamiento como la situación de la ciudad convirtieron al puerto guayaquileño en uno de los principales centros comerciales del mar del Sur.

Hasta el año 1691, según el propio Francisco de Requena [5] , Guayaquil era una ciudad contenida entre los cerros de San Cristóbal y de Santa Ana, y corresponde más o menos al asentamiento fundado por Orellana. Pero fue en ese año cuando sus moradores fundaron, a 817 varas hacia el sur, la que pasó a llamarse Ciudad Nueva, pensando éstos que la primera era muy pequeña para albergar el futuro crecimiento de la población. Así, la ciudad pasó a estar dividida en dos partes, la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva, dejando entre ambas una extensión de tres-cuartos de legua a lo largo del río.

En tiempos de Francisco de Requena, el espacio que había entre la vieja y la nueva ciudad era un área pantanosa en la que se habían levantado unas 300 edificaciones, lo que suponía un tercio de la población. Nuestro ingeniero lamenta profundamente esta situación, ya que considera esos arrabales como focos de todas las epidemias que luego pasan a la Ciudad Nueva. Ésta en esos momentos  superaba ya la población del primitivo asentamiento, como resultado de la fuerte expansión urbana que había experimentado la ciudad. Para Requena, el espacio comprendido entre la vieja y la nueva ciudad sólo era un territorio propicio para generar miasmas.

 En el siglo XVIII había ido desarrollándose la teoría miasmática por varios autores, entre los cuales destaca el medico italiano Lancisi [6] . Su planteamiento surge de la necesidad de completar la teoría de las constituciones atmosféricas que, basándose en la medicina hipocrática, entiende la enfermedad como producto de las cambiantes condiciones de la atmósfera y del influjo del medio local sobre la salud de los hombres [7] , efluvio maligno que según los planteamientos de Lancisi desprenden los cuerpos enfermos, las materias corruptas o las aguas estancadas cuando el medio es calido, húmedo y sombrío, como era el caso ya que Guayaquil esta sometido a un clima tropical húmedo. Según esas ideas, en momentos de elevado calor estos organismos abandonaban su lugar de origen y pasaban a la atmósfera, donde el viento los transportaba hasta entrar en contacto con las personas, causando la enfermedad.

 De igual manera, Requena critica el hecho que, pese a haber mejorado la  planta en el traslado de la ciudad habían perdido lo firme del terreno de la Ciudad Vieja[8] :

“no consultaron ni la seguridad ni las conveniencias cuando poblaron un campo lleno de carcavuezos y terrones en el verano y atascoso y

con agua en el invierno, despreciando la utilidad de la antigua situación,  en la cual un grande estero y los dos cerros referidos la servían por la parte de tierra de defensa y por la del río estaba amurallada con algunos flancos y torreones, cuyos vestigios están acreditando su buena construcción y lo mal aconsejados que estuvieron los moradores para dejar aquella planta, suficiente todavía, bien delineada, para abrazar en ella con bastante desahogo toda la Ciudad Nueva.”
Asimismo, se lamenta del crecimiento espontáneo que había tenido lugar en las estribaciones de la Ciudad Nueva, y que había dado como resultado un tejido urbano irregular. Pero si un rasgo caracteriza a nuestro ingeniero es que la suya siempre fue una critica constructiva, ya que señala los defectos que observa pero propone los remedios que él cree necesarios para subsanarlos. Es bajo esta lógica que elaboró el informe que presentamos: Representación sobre empedrar la ciudad de Guayaquil, y secar las lagunas agentes de las enfermedades (1772), el cual representa el principio de la reforma urbana de esta ciudad.

El documento, dirigido al Gobernador, es una descripción del Guayaquil que encuentra Requena tras el gran incendio de 1764, detallando cómo se debe ejecutar la renovación de la ciudad y la manera de financiar el proyecto a través de las alcabalas.

“La inspeccion que ha hecho V.S en los dos meses que manda la ciudad, lo habrá indispensablemente orientado del despilfarro, desorden, y abandono en que viven en  ella, sin haber dado siquiera un paso, hacia la felicidad de un Pueblo, que no teniendo su translación a este sitio mas que 63 años debería tener mejor planta; pero ni entonces, ni ahora siete, que se incendió la mayor parte de él, ha tenido entre sus naturales, no se, si por falta de gusto, o amor, quien haya procurado relevar su Patria de la incivilidad que conserva desde su fundación.”

A lo largo del informe, Requena refleja una serie de preocupaciones sobre los problemas que detecta en la ciudad de Guayaquil. En primer lugar hace hincapié en los incendios, que habían arrasado la ciudad en once ocasiones. Aunque no plantee explícitamente el tema en el manuscrito, se puede encontrar al final del documento la preocupación, como se ve en esta cita:

“Como los 5403, y si se cobran las deudas los 9403 pesos no son suficientes para todo lo que se propone, se debe emplear el producto de los años sucesivos que espero en vista de mi representación sea mejor, y acabado el empedrado se han de hacer unas bombas portátiles para la extinción de los futuros fuegos, que se debe temer, si no se precaven vuelvan arruinar esta ciudad.”

En segundo lugar, apunta las reiteradas inundaciones que sufre la ciudad y que favorecen la propagación de las enfermedades, a través de  los miasmas resultantes de las aguas estancadas. Esta es una cuestión central en el documento que nos atañe: eliminar las lagunas ocasionadas por las fuertes lluvias mediante el empedrado de la ciudad. Así escribe:

“¿Qué puede poder resultar de la fetidez de los vapores acuosos que se elevan de estas ciénagas? ¿Como no han de haberse vencibles por su hedor, los infinitos renacuajos y otros insectos que la actividad del sol revienta, produciéndose de ellos, nuevos alicientes para su propagación? Detenido por la inacción, y reposo de la atmósfera en ella, el aire húmedo, e impregnado de tan malignos efluvios, y semillas ¿qué saludable puede ser su respiración? ¿y que no debe resultar de hacer uso para el servicio de las casas, de estas mismas aguas estancadas, y detenidas, en la que ordinariamente depositan los vasos inmundos? Sin duda han de producir, y ser agente de los males: cada calle, plaza, solar, o corral es una laguna: es un pantano cuando llueve; y siempre el Almacén de la inmundicia, basura, y escombros.”

En este punto, Requena deja en evidencia su temprana actitud  higienista al plantear la influencia del medio ambiente en la vida del hombre. En efecto, al igual que los médicos, los ingenieros repararon rápidamente en los procesos de crecimiento demográfico y de degradación del espacio urbano. La manera de proceder de Requena en su estudio  recuerda los trabajos epidemiológicos de los médicos higienistas los cuales recopilaban abundante información sobre el medio geográfico, económico y social en el que se desarrollaban las dolencias estudiadas.

La cita que anteriormente hemos hecho del manuscrito de Requena nos permite observar otras dos preocupaciones de matiz higienista de nuestro ingeniero. Por un lado, se siente turbado por la acumulación de residuos en las calles de Guayaquil, como también se observa en este otro extracto de su documento:

En una palabra, en esta ciudad, conservan las superfluidades, y desperdicios que con tanto esmero se descartan en los Países cultos; y esta es la principal causa externa, (por la dejadez, y pereza de los moradores, en procurar la limpieza del suelo, y evitar tan damnificados hálitos, o efluvios)”

Es ésta una  cuestión que Requena solo apunta en esta ocasión, pero que será desarrollada en trabajos posteriores del mismo sobre Guayaquil, exigiendo que las autoridades de la ciudad no transijan en la aplicación de los bandos que se habían promulgado para la limpieza pública. Por otro lado, encontramos la preocupación que genera en Requena la precaria calidad del agua que se consumía en Guayaquil, la cual se extraía directamente del río o de las lagunas.

“¡Que destrucción! la mayor parte de estos, gente pobre, que, o ya porque no logran las comodidades de buena agua para beber, y estar mejor alimentados; o ya porque tienen sus chozas, o bohios, en los lugares más húmedos, les toca a más para morir; sin que comprendan la causa por que mueren”

Hasta este punto he destacado la vertiente higienista de su autor; pero no acaban aquí las preocupaciones urbanas de Francisco de Requena. A lo largo del siglo XVIII se fue elaborando en Europa la denominada  ciencia de policía  o ciencia de gobierno. Es esta una ciencia de carácter eminentemente práctico y forjada en la necesidad de los poderes políticos de intervenir diariamente en sus territorios, para lograr una sociedad bien ordenada. En el setecientos, en pleno Despotismo Ilustrado, se considera que la función de la autoridad debía ser conducir a los hombres hacia su felicidad, sin que fuera preciso consultarles por sus preferencias o intereses. De este modo los ciudadanos son tutelados por sus gobernantes, como Requena evidencia en su documento:

“¡Desdichados! ¡Pues les tocó en suerte vivir bajo la tutela de unos compatriotas que los gobiernan, y no procuran economizar sus vidas; cuantas se conservaran si estuviera empedrada la ciudad; si estuviera elevado su piso; y si alguna vez se barriera!”

Según ha señalado Pedro Fraile, en su libro La otra ciudad del Rey, el control social en el siglo XVIII se pretende imponer por dos vías. Por un lado, encontramos lo que Foucault llama una política de detalle, en la cual se actúa sobre la actividad cotidiana de los individuos y frecuentemente se justifica con argumentos de matiz higienista. Por otro lado, se sigue recurriendo a procedimientos clásicos como son la religión o las buenas costumbres. Los dos sistemas de control social coinciden en el setecientos como momento de cambio hacia una sociedad moderna, y ambos se pueden reconocer en Requena.

“Extendidos como les conviene, están libres del registro de los inmediatos; huyen de la sociedad, con una vida silvestre, por no estar con sujeción.¿Quien conocerá si estas gentes salen a misa, o buscan la doctrina e instrucción? Solo dos Alcaldes no pueden revistar tantos rincones: O no se debe permitir vivan en ellos, o deben elegir Alcaldes de barrio para el Guanabano, Puente, y Ciudad vieja que examinasen la conducta, y proceder de sus vecinos. Si lo extendido de la población ha hecho preciso poner capilla ayuda de parroquia. ¿por qué en lo temporal no ha de haber la misma disciplina? En los Bajos dichos del Guanabano, Puente, y bajo, empiezan las epidemias; principian las pestes y pasan a Ciudad nueva; este es el fruto que saca de sus arrabales.”

Existe en Requena una voluntad de censar y fijar sobre el territorio a los ciudadanos, con el objeto de hacer la ciudad más transparente para el control.

“¡Cuantas más personas asambleadas más laboriosas, más entretenidas, mas fiscalizadas: también más felices con la unión y alianza de sus conciudadanos! Los animales cuanto más feroces y voraces, más solitarios: los domésticos aman la compañía y viven en tropas, y bandadas.”

De este extracto del informe de Requena se deriva otra idea fundamental en la ciencia de policía: la necesidad de evitar la ociosidad. Requena considera la ociosidad el mayor enemigo para los hombres, como la madre de todos los vicios:

“El ocio, la poltronería, y el cebo de ejecutar sin riesgo las maldades, que están habituados acometer con libertad, es la rémora que les detiene, con desprecio de las conveniencias, de la salud y aun de la vida. ¡Que locura!”

El documento que publicamos en este articulo se encuentra en el Servicio Histórico Militar de Madrid (signatura 5 -2 -6 -8) y consta de 20 folios. Al trascribirlo se ha respetado la ortografía y la puntuación; la única modificación ha sido la separación de palabras que estaban enlazadas en el texto. Si alguna palabra no se ha logrado leer se indica con puntos suspensivos.
 

Notas

[1] Descripción Histórica y Geográfica de la provincia de Guayaquil (1774). En LAVIANA, Mª Luisa, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, Sevilla: C.S.I.C., 1984.

 
[2] Don Francisco Requena y Herrera: una figura clave en la Demarcación de los Límites Hispano-Lusos en la cuenca del Amazonas (s. XVIII). En del Río Sadornil, José Luis. Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 2003.
 
[3] Francisco de Requena a Juan Martín Zermeño, Guayaquil, 15 de mayo de 1771. A.G.I., Quito, 376. Con esta carta envía Requena al entonces director general de ingenieros, todos los planos e informes que relaciona, cuyos originales se encuentran en el S.H.M. de Madrid, sig. 5-2-6-4, según documenta Mª Luisa Laviana Cuetos, 1984, Francisco de Requena y su “descripción de Guayaquil”.
 
[4] Una relación de sus trabajos se puede encontrar en: CAPEL, Horacio, GARCÍA, Lurdes, MONCADA, Omar, OLIVÉ, Francesc, QUESADA, Santiago, Rodríguez, Antonio, Sánchez Joan-Eugeni, y Tello, Rosa. Los ingenieros militares en España, siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial. Barcelona: Publicaciones y Ediciones de la Universidad de Barcelona (Colección "Geocrítica. Textos de Apoyo"), 1983.
 
[5] Francisco de Requena y su “descripción de Guayaquil”. En Mª Luisa Laviana Cuetos, 1984, p.85
 
[6] Lancisi, Giovanni Maria. De noxiis paladum effluviis eorumque remediis
 
[7] Urteaga, Luis. La teoría de los climas y los orígenes del ambientalismo. Geocritica, 1993, nº 99, p.14-16
 
[8] Francisco de Requena y su “descripción de Guayaquil”. En Mª Luisa Laviana Cuetos, 1984, p.85


Bibliografía

CAPEL, Horacio, GARCÍA, Lurdes, MONCADA, Omar, OLIVÉ, Francesc, QUESADA, Santiago, RODRIGUEZ, Antonio, SÁNCHEZ Joan-Eugeni, y TELLO, Rosa: Los ingenieros militares en España, siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial. Barcelona: Publicaciones y Ediciones de la Universidad de Barcelona (Colección "Geocrítica. Textos de Apoyo"), 1983.

CAPEL, Horacio: Medicina y clima en la España del siglo XVIII. Revista de Geografia, Universitat de Barcelona, volumen XXXII-XXXIII, 1998-99.

DEL RÍO SADORNIL, José Luis: Don Francisco Requena y Herrera: una figura clave en la Demarcación de los Límites Hispano-Lusos en la cuenca del Amazonas (s. XVIII). Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 2003.

FRAILE, Pedro: La otra ciudad del rey. Madrid: Editorial Celeste, 1997.

LAVIANA, Mª Luisa: Francisco de Requena y su “descripción de Guayaquil”. Escuela de Estudios Hispanoamericanos, Sevilla, C.S.I.C., 1984.

URTEAGA, Luis: Miseria, miasmas y microbios. las topografías médicas y el estudio del medio ambiente en el siglo XIX. Geocritica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana, Universitat de Barcelona, nº 29, noviembre de 1980.

 URTEAGA, Luis: La teoría de los climas y los orígenes del ambientalismo. Geocritica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana, Universitat de Barcelona, nº 99, 1992.
 


REPRESENTACIÓN SOBRE EMPEDRAR LA CIUDAD DE GUAYAQUIL, Y SECAR LAS LAGUNAS AGENTES DE LAS ENFERMEDADES. MODO DE EJECUTAR LO UNO Y EVITAR LO OTRO CON LAS ALCABALAS CONCEDIDAS POR EL ÚLTIMO INCENDIO A LOS VECINOS. RAZONES DE UNA APLICACIÓN, A AQUELLA OBRA. ESTADO  PRESENTE DE ESTE RAMO, Y EL AUMENTO QUE PUEDE TENER EN ADELANTE EN BENEFICIO DEL REAL ERARIO ECHA POR EL INGENIERO FRANCISCO REQUENA AÑO DE 1772.

S.or Gov.or y Com.te Gral.

D.n Fran.co Requena Ingeniero extraordinario de los Reales exercitos, representa que hace un año que informó al Gov.or antecesor, sobre la necesidad de empedrar esta ciudad, y secar sus lagunas que la hazen mui incomoda, y enfermisa; particularmente en la estacion de las aguas; cuios conocidos perjudiciales efectos, no tan solo detrimentan a los vecinos, sino que los disminuie considerablemente, en menoscabo de una poblacion que pudiera haver havido alguna policia, y cultura, ser de las de primer orden, segun su situación comercío y frutos; por lo que, y arreglado al Arto 19 trato 1º tituo 8 de las ordenanzas de mi cuerpo, reitero el informe, esperando se efectue tan benefica propuesta; y por el que resultara, notable utilidad a estos vasallos.

La inspeccion que ha echo V.S en los dos meses que manda la ciudad, lo havra indispensablemente orientado del despilfarro, desorden, y abandono en que viven en  ella, sin haver dado siquiera un passo, acia la felicidad de un Pueblo, que no teniendo su translación a este sitio mas que 63 años deveria tener mejor planta; pero ni entonces, ni ahora siete, que se incendiò la maior parte dél, ha tenido entre sus naturales, no se, si por falta de gusto, o amor, quien haya procurado relevar su Patria de la incivilidad que conserva desde su fundación: Que maíor prueva de esta verdad que el examen de la misma población: el descuido, desaseo y negligencia la caracterizan. El principal defecto, entre los muchos es las lagunas, que dan con la putrefacción de sus aguas, las enfermedades que reinan con mas frequencia, segun lo mas que llueve y mas tiempo que conservan la corrupcion. Que puede pues resultar de la fetidez de los vapores acuosos que se elevan de estas cienagas. ¿Como no han de hacerse sencibles por su hedor, los infinitos renacuajos y otros insectos que la actividad del sol rebienta, produciendose de ellos, nuevos alicientes para su propagación? ¿Detenido por la inacción, y reposo de la Atmosphera en ella, el aire humedo, e impregnado de tan malignosos efluvios, y semillas que saludable puede ser su respiracion? ¿y que no deve resultar de hacer uso para el servicio de las casas, de estas mismas aguas estancadas, y detenidas, en la que ordinariamente depositan los vasos inmundos? Sin duda han de producir, y ser ajente de los males: cada calle, plaza, solar, o corral es una laguna: es un pantano quando llueve; y siempre el Almazen de la inmundicia, vasura, y escombros; Quanto en los paises calidos mas en que en ningunos otros, se ha de evitar estiercoles que den exalaciones para que las eleve la actividad del sol, en daño de los cuerpos laxados por el mismo calor, y prontos a la recepcion, por la dilatación de los poros que permiten se depositen en los vasos, o ventrículos inmediatos despues que la devilidad de las paredes franquean paso libre a estas influencias, hasta el interior de las casas. En una palabra, en esta ciudad, conservan las superfluidades, y desperdicios que con tanto esmero se descartan en los Paises cultos; y esta es la principal causa externa, (por la dexades, y peresa de los moradores, en procurar la limpiesa del suelo, y evitar tan danificos halitos, o efluvios) la que invierte los sucos digestivos, y aun la testura del estomago, intestino, y demas viceras, siempre devilitadas por la continua transpiracion y sudores copiosos que despiden parte del jugo nutricio, y enflaquesen todos los organos internos; por eso son tan comunes las indigestiones, de onde nacen toda especie de fiebres intermitentes, de dolores colicos, vomitos, diarreas y disenterias, que son las enfermedades mas frequentes y ordinarias; algunas veses agudas, pero las mas coronicas por las obstrucciones que duran mucho tiempo: annualmente parese una vigesima parte de la ciudad: las Almas que tiene llegan a cerca de 8000,, los muertos de 400,, a 500,, que dolor. Que detruccion! la maíor parte de estos, gente pobre, que, o ya porque no logran las comodidades de buena agua para vever, y estar mejor alimentados; o ya porque tienen sus chosas, o bufios, en los lugares mas humedos, les toca a mas para morir; sin que comprehendan la causa por que mueren; desdichados! Pues les toco en suerte vivir bajo la tutela de unos compatriotas que los goviernan, y no procuran economizar sus vidas; quantas se conservaran! Si estubiera empedrada la ciudad; si estuviera elebado su piso; y si alguna ves se barriera!

Para executar el empedrado hallo por combeniente, sea de un modo uniforme que conservando un igual declivio no derrame en unas partes mas agua, que en otras; pues estando casi a nibel este terreno, se ha de refleccionar que el corto desenso de las calles, sea, el presiso para las vertientes, y no tanto que se introduzca el rio por ellas en los aguajes: es menester observar con atencion, hasta que altura suben las maiores mareas en los equinosios, para terminar lo mas bajo de la ciudad; porque si se hiciera sin esta precaucion sucederia que en los aguaceros de las Lunas de Febrero y Marzo que cayesen en las horas proximas a la pleamar, en cuios meses tiene el rio grandes avenidas, se podria combinar la marea, creciente, y lluvia; de modo, que por algun tiempo estaria interceptado el comercio, anegada la Poblacion,y robaria el retroseso de las aguas la lama de la orilla: una ordenanza o instruccion debe de arreglar el metodo, y consistencia, sin que sea permitido a nadie ejecutarlo a su antojo: es un proyecto asequible, respecto a no tener todavía, principiado ninguno la pertenecia de su casa; y prefijada la conclucion, segun el ultimo vando, pa el mes de junio, quedaria despues, a estar el capricho de cada vecino tan irregular, e incomoda la ciudad, o mar, que lo que està aora: la semejansa en la construccion, la pondra hermosa: con una regular proporcion se conseguiran tambien muchos ahorros. Voy a decir algo que sirva de reglamento.

Hace de dar principio por las calles que desembocan al río: esto es aquellas que estan S_O; y en ellas por el lado del barrio de la savana, con la mira, de lo mas que se pueden estender las casas por aquel extremo, a fin de hacer, o un malecon que aparte las aguas de la campaña, o ahondar la canal del medio de esta calles; de suerte que quantas resiba llebe al rio: esto es mas barato pero mas util divertirlas acia el estero del bajo, la mitad y la otra, acia el estero de carrion por medio de unas sanjas que circundarian la ciudad. No se ha de llegar a otra calle, sin acabar la primera de empedrar; para que los cordales, piquetes, o marcas, sirvan para todos los que en ella viven. Han de traer las piedras, y tierra de la falda del cerro de santa Ana, del lado del barrio de las peñas; onde ha formado la confluencia de los rios de Daule, y Babahoyo, un escarpado que brinda a cortar lozas, a sacar guijarros, y cargar tierra, sin tener que formar los desmontes, que para la adbertura y reconocimiento de las canteras, suelen ser ordinarios: la naturaleza a regalado, a menos de una milla de la ciudad, un rico presente, que o lo han despreciado, o no lo han conocido. La conducion por el río ha de ser en Balsas, canoas, o chatas: no es disputable las ventajas que ofrecen sobre los acarretos por tierra, los transportes por agua. Acabadas las calles de este rumbo se han de componer las que cruzan de N-S- dando desde la mitad de cada quadra, pendiente de uno, y otro lado hacia las de E-O, se ha de obligar se enlozen dos o tres varas de las rriostras tras de los portales, acia las goteras, y lo demas, siendo fuerte, se pondra de piedra pelada, matacanes, o pedasos de lozas puestas de punta. Supongo que el encadenado, y llaves, seran de piedra mas gruesa que la demas de los caxones, y que abra de darse la direccion a quien sepa preparar y disponer el terreno, regar y pisonarlo, y enlozar la obra como se requiere. Un prolijo arancel a de señalar los jornales de Maestros, y Peones, para que no aumenten el valor de ellos: el mismo orden ha de obligar a que no suban de precio los fletes, y materiales: que no dexen de  trabajar quando se les llame, y para esto que asista adonde estubiere el empedrado, un Juez para que haga cumplan todos con los contratos. Hace de presisar que concurran a esta obra no solo a quien tenga casa propia, sino tambien a los dueños de los solares; porque quedarian muchos claros, si a estos se eximiese: los que tienen casa en plazuelas, han de formar el espacio en ellas, igual a la mitad del ancho de las calles, los solares que estubiesen hondos, se ha de mandar aunque no lo fabriquen por el pronto, los dispongan tan altos, como el maior nivel; Por consiguiente algo mas suspendidos los patios anteriores para que puedan hallar salida las aguas a la calle; pues importaria poco se pusiera seco el exterior si cada corral hubiera de ser un estanque. Las Plazas se elevaran en su centro lo nesesario para que tengan alguna caida, hacia donde se terminan; y se debera tener especial cuidado, vaian cercando de las casas a las cocinas, para perfecionar, y distinguir las calles, con una fila de estacas aguzadas las puntas, o con una cerca de dobles cañas. Las casas que estan a la orilla del rio desde el convento de San Juan de Dios hasta la casa de Gracia en lugar de aquel empedrado que correspondia a su frente, se les debe permutar en una fila de estacas, con un determinado largo, grueso, intervalo, y distancia igual por toda su longitud, para dar paso por fuera de los portales, firme, recto, desembarazado, y libre, acarreandoles este pequeño gasto la utilidad que no teniendo sinuosidades el rio, no hallara alternatibamente el fluxo, y refluxo, onde remansarse, y refrectar despues con maior velocidad su impulso: sera de este modo la orilla de más permanencia, por falta de resistente que se oponga casi vertical a su corriente; pues seguira su hilo sin obstaculo que lo detenga hasta fuera de la población, assi en la baciante, como en la marea. Entonses se tendra desde el estero de carrion hasta el de murillo, un camino despejado, un paseo hermoso, un recreo bastante dibertido, y una orilla con la mas agradable dispocición; la que con el tiempo seguiran con este adorno hasta ciudad vieja, estimulados de las ventajas que ofrese la mejor situacion, de las fincas y en este caso seran apreciables y preferibles los solares que en linia recta, se pueden fabricar desde el estero de Murillo hasta la casa Yturralde, transladando los puentes a las vocas de los esteros.

Estos ultimos edificios deverian ser los unicos que unieran estas ciudades: Los barrios del Guanabano, del Puente, de las Peñas, y parte del del bajo, seria aunque paresca crueldad, y rigor, caridad el destruirlos. En la --------y en la medicina ay remedios que parecen impiedades, y son causticos o lenitivos que evitan la continua ruina, en la primera de las costumbres, y en la segunda del cuerpo humano; repase v.s. el plano de la ciudad y vera el confuso almacigo de casas de paja, y cañas mal cituadas que estan del Puente para el oeste: a estas llaman Guanabano; y puente a las que estan en el. En uno y otro barrio un espeso bosque de arboles frutales, palmas y malesas cubren las chozas o bujios, sin que les penetre el sol, ni el aire exterior; guardando la frondosidad de las ramas un ambiente humedo y craso: la marea derrama al pie de ellos su agua, y la que entra en los aguajes cada 15 dias como mar pujante, dexa mucha embalsada por ese intervalo: esto es todo el año; pero en el imbierno, es fangoso, es intransitable siempre, con los aguaceros el terreno; estando lo mas de este tiempo mui cerca del piso alto de las casas el agua: esta tiene defendida la avitacion a cada individuo de las pesquisas de la Justicia: son inasesibles, a las rondas y a las patrullas: el Juez que quiere asaltar una de ellas, o a de nadar antes de atollarse o se ha de embarcar, y despues ponerse a hombros de un criado. ¡Que facil acceso para sorprender a un reo, para atrapar un delincuente! Assi quedan impunes los delitos; por la immunidad que facilita tan seguro asilo: el amparo de esta retreta es incentibo que alienta a cometer las culpas: en este retiro, a las puertas de la ciudad, viven con la satisfacion que pudieran en Jamaica o Curazao. Estendidos como les conviene, estan libres del registro de los inmediatos; huìen de la sociedad, con una vida silvestre, por no estar con sujecion. ¿Quien conocera si estas gentes salen a missa, o buscan la doctrina e instruccion? Solo dos Alcaldes no pueden revistar tantos rincones: O no se deve permitir vivan en ellos, o deben elejir Alcaldes de barrio para el Guanabano, Puente, y Ciudad vieja que examinasen la conducta, y proceder de sus vecinos. Si lo estendido de la poblacion ha echo precisso poner capilla ayuda de parroquia. ¿Porque en lo temporal no a de haver la misma diciplina? En los Bajos dichos del Guanabano, Puente, y bajo, empiesan las epidemias; principian las pestes y pasan a Ciudad nueba; este es el fruto que saca de sus arrabales: en ellos mueren muchos, quando fuera de ellos ninguno muere; porque tienen cada quinze dias de verano, un nuebo invierno: Se desaparecen familias enteras, y suelen pareser en estos barrios, y en poco tiempo, todas las personas de una casa: si lo principal de la ciudad es tan enfermiza, que raro es el año por seco que sea, que no esten malos la quarta, o tercera parte de los que la avitan; que todos no padezcan algun accidente, o indispocicion; que no se enquentran quatro octagenarios, ¿que no hade suceder a los que viven en agua estancada por piso, y unidos, y enlazados arboles por techo? No es tan sensible, ni estraño, el que esten en essos parajes, como el que ni Alcaldes, Jueses, y demas Regidores no zelen, y eviten, la prosecucion de nuebas casas. Que bien hallados con su mal gusto! Nunca se a tratado de esto en cavildo. ¿Quien serìa tan insolente y atrevido que si lo prohibieran, se atreviera a exijirlas? Ahora pocos dias vi quatro trasadas , que añadiendo en aquellos citios, el numero y desagrado, privan a la ciudad de su aumento, y de la hermosura que se perfeccione: nada servirà se esfuerzen en hazer sana a esta, si han de conservar en aquellas tan proximas los manantiales de las calenturas. Si las 277 casas que ày en el intermedio de una a otra ciudad se hallaran con simetria colocadas en la nueba; quantas mas personas asambleadas! mas laboriosas, mas entretenidas, mas fiscalisadas: tanbien más felises con la union y alianza de sus conciudadanos. Los animales quanto mas feroces y voraces, mas solitarios: los domesticos aman la compañía y viven en tropas, y vandadas. Este es serio pensamiento que debe llevarse a devido efecto. ¿Porque qual sera la causa que les impele a anerlar por esta independencia? Suponen que la comodidad de no tener que cargar el agua, de la orilla del río, al barrio de la savana, onde se havian de transladar. Expecioso pretesto. El ocio, la poltroneria, y el cebo de executar sin riesgo las maldades, que estan avituados a cometer con livertad, es la remora que les detiene, con desprecio de las conveniencias, de la salud y aun de la vida. Que locura! ¿En las cercanias de Iglesía Matriz, que lexos tendrian el agua, para conducirla, solo de la distancia de 300,, o 400,, varas? Mas ocupados, menos viciosos: con mas trabajo, mas robustes: esto es si puede haver alguno que llene el tiempo y ocupacion que dure el día, en paises calidos y pingues en que para pasar la vida, bastales una hamaca; y una cabesa de platanos con una arroba de carne, les da de comer a estos que se complasen con la innaccion, para tres o cuatro días, con el costo de tres rreales. Todas las Reglas Generales tienen sus excepciones: la de buscar los viveres en abundancia, y varatos a los Pueblos, pudiera no ser buena para este; paresera paradoja, pero no obstante mas dichosos algunos territorios, si se arrazaran los Platanares si tubieran menos con que alimentarse: aquí, tendrian mas en que exercitarse sus moradores: hablo de los que componen el Pueblo, los mas de color, que logran entre las infelisidades que los rodean, la unica dicha, aunque no la conosen, de no saber ay actractivos que fomentan la gula; o mas bien ignoran el engaño de entretener los astíos con manjares, que lisonjean el apetito, y son, las mas veses, los menos probechosos, utiles, y saludables.

A estas anteriores razones, que se adaptan al moral, y a la politica, se agrega otra mas poderosa, (por lo menos devo tratarla de intento) y digamoslo assi, militar; de no poderse hallar modo de precaver las invacciones de los enemigos; porque desgregadas en un mal estendido sitio no son aplicables las reglas del Arte de la Guerra, para combinar la seguridad de todos, con los gastos que merese se impendan en esta nueba, Plaza de Armas, segun su importancia; unidos en un recinto del tamaño correspondiente al numero de havitadores, se livertaban a poca costa de las sorpresas. ¿Como es posible cubrir con el fuego de la Baterias propuestas el barrio de las Peñas que costea la falda convexa el cerro de Santa Ana? ¿los que en el viven con la pension de tener sus casas en una ladera aspera, escarpada, y breñosa que bentajas sacan? Yo creo no son otras que estar al Redor del Almazen de Polvora; y como los del Guanabano y Puente estar alli pronptos para salvarse en una canoa quando descubra la Justicia algun malhechor oculto; buscando por ultimo recurso, pasar burlandose de ella, por las muchas ramificaciones de tantos ríos, y esteros proximos, a otras retiradas, mas distantes, y seguras, en las montañas, y bosques, ¿Y sino que reo de los fugitivos por los montes, se ha cogido todavía? Si suponen que es preciso, que los pescadores vivan en las Peñas diré que se les puede permitir, ranchos, o ramadas en que sestear, y librarse de una turbonada, como igualmente a los de Guanabano, Puente, y Bajo para el cultibo de las frutas, pero no casas en que juren domicilio, y reconoscan legitima posesion: esto solo han de executar en prueba de vasallaje al son de campana, onde se advierta estan domesticados. Paresera a v.s. me e apartado del objeto a que se dirije esta representacion pero atendiendo a que no sera del todo sana la ciudad si no se demuelen dichos barrios, inferira no esta de mas lo que llevo referido. Buelbo al intento.

Si conocieran quanto la comodidad, y hermosura hacen felices a los pueblos pondrian más conato en conseguirla: la ignorancia ha tenido aquí mucha parte en la conservación de las lagunas: Por los medios con que han pretendido quitarlas, con esos mismos los han echo de mas duracion. Han visto que las mareas se derraman por ciertos espacios, en donde creìan no alcanzarian nunca sus aguas; por lo que han elevado la orilla, que las daba entrada; pero no han adbertido que de este modo quitan el desague de las llubias; sin que sea tan frequente la dilatación de las mareas fuera de la madre que tiene el rio, y esteros: solo quando alcansa la plenitud de ellas, a la cabesa de una grande abenida, o creciente al frente de la poblacion; entonces es, quando, detenida por la resistencia del fluxo el agua, se estiende, y rebosa mas que en las mareas ordinarias: estas es la rason de las lagunas que esisten a espaldas de las casas de don Joseph Cortazar de Doña Juana Plazaert, y del Combento de San Juan de Dios: deberian aclarar, limpiar, y allanar, la entrada del agua del rio, mientras no se elevavan las hondonadas que la reviven profundizando las vocas de los esteros; para que se retirase en el refluxo quanta en las maiores inundaciones se introduce por la ciudad, y cuanta recoje el caudal de las lluvias que no tiene otra salida: han tapado dos o tres bocas para preferir a el agua corriente, la limosa, fetida, y muerta: a este modo han echo lo mismo por toda la distancia que ay de una a otra ciudad con la calzada por donde se comunican, que ocaciona sea al oeste de ella hasta el estero salado, todo el terreno una continuada cienega: las lagunas que estan a espaldas de la casa de Cavildo, y de la Iglesia en la Savana, las han echo los mismos vecinos para suspender sus portales perjudicando al comun, pocos particulares inconsiderados, que tienen por el rio la tierra, y piedra del cerro de Santa Ana mas barata: las demas que por calles, y plazas enbarazan el paso, y dan tan asquerosa densidad, permanecen por descuido, y pereza de los que las toleran; pues no ay quien se mueva a mandar abrir con barreta una pequeña zanja, para que de uno, en otro solar, corra el rio; la fortuna de no haver llovido mucho este año que es un raro phenomeno para este temperamiento, no ha echo mas palpables estas faltas; pero en los regulares inviernos como el pasado, da en las calles, a las cinchas de un cavallo el lodo, atravesando en las encrucijadas tablas, y palos resvaladizos que ponen para tratarse de unas a otras casas con el riesgo de caer, por lograr las precisas comunicaciones, y conveniencias, que a muchos les cuestan bien caras, pues hallan en los tropiesos, y estorvos, las desgracias. Que mas pudiera suseder en despoblado!

Bastante descubierta esta la llaga que tiene cancerada la republica: mas facil es descubrirla que hallar espesifico que la remedie; pero como quedaria defectuosa, a lo menos inutil esta representacion, si no facilitara los arbitrios para curarla, dirè el que conceputo mas proporcionado. El año pasado por oficio que pasè al Governador Don Francisco Fernandez trate de este asumpto: no se que se havra echo: solo penetre despues de haver condecendido con una instrucción, y dado la figura, y numero de la herramienta que en cavildo publico se pidio parecer a cada vecino, los que casi disordaron todos, multiplicandose los pensamientos segun sus intereses: unos querian se exigiera una contribucion igual, y se le antojava que un peso o quatro rreales por persona seria suficiente para la obra, o bien de tres aquatro mill pessos por año; esto era medir a todos con una misma vara. Otros decian se aumentara el presio a la carne: estos querian el beneficio a costa de los pobres. Los mas que con los presos de la carcel mantenidos por los dueños de la casa, a cuio frente se ocupaban: de este modo seria de mucha duracion, a lo menos de 30,, a 40,, años el trabajo. Y pocos que cada uno en termino señalado empedrara lo anexo a su fabrica: estos pensavan mejor, y esta fue la propuesta a que adheri entonces, modificandola con la restriccion, que los presidiarios, se entretubieran en las plazas, solares de ciudad y pequeñas casas de gente mui pobre; señalando el que lo fuere, no por su relacion, sino por un rigoroso examen de sus bienes, y raises; que pocos se confiesan ricos, si se acuerdan de sus urgencias.

Aora hallo como facilitar en poco tiempo la consecucion de la obra: y el caudal para executarla; pero abien que si no agrada todos el modo, bastara que a v.s y a los ----------- de los vecinos les paresca tiene algo bueno que en esto sera el mejor en los casos extraordinarios, y grandes, apenas ay prudencia sin alguna injusticia que se recompensa con la salud publica: aun el ultimo referido, y explicado en el parrafo antecedente, y que era el menos malo traia las quejas, el lamento y la comoccion general de todo el vecindario por galardon de quien piensa en empedrar, y secar lagunas, acarreando tan sobrio, y piadoso mandato el mas implacable odio, contra quien les desea sus satisfacciones: llantos que se combierten en alabanzas al ver el suseso felis: los efectos faborables premian las causas mui mormuradas. Impuesto en este año de las nesedidades de la ciudad como seqüela del ultimo insendio que padecio, no sera ya meramente especulatibo mi proyecto, y puedo lisonjearme que el arbitrio que indibidualisare, es aplicable a la practica: es idea que se debe aprovar, y que no tiene obstaculo que la desbarate: efectuada dara por el pie, y arancara de rais, muchos males, y miserias de las expresadas. Voy a sacarla a luz.

El dia 10 de Noviembre de 1764 se redujo a cenisas la maior parte de la ciudad en menos de cinco horas en las que se quemaronn 154 casas, segun la nomina que en cumplimiento de la Real Provicion de 19 de Septiembre de 1767 presento el cavildo, y de esta suerte entero a su Alteza del quebranto que sufrieron 146 vecinos dueños de ellas, las que abaluadas unas con otras a 4000 pesos importan 600 400: la entidad de los muebles, y omenajes a 1000 pesos por cada vecino 146 000: en cacaos embodegados, se perdieron 120 000 en ropas de castilla 100 000: en botijambres 50 000: en maderas 10 000 en efectos devalles 12 000. En los de Puerto Viejo 9000: en los de Quito 40 000: y 16 000 en generos de la otra costa: De manera que estas partidas accienden a 1 107 000 pesos. Afligidos de tan sensible ruina acudieron a Su Magestad el ayuntamiento, Ministros, comunidades, y vecindarío, quien se dignò como consta de la Real Cedula de 7 de Diciembre de 1765 por un efecto de su Regia piedad, y clemencia eximir del pago de alcavalas, a todos los que padecieron daño consediendoles destos mismos, la que gavsaren los forasteros, y patricios que no tubieron parte en el fracaso, no por el termino de los 20,, años que solicitaron, sino por el que fuese de su Real voluntad; mandando para limitar el tiempo que havia de durar la gracia, se remitiese razon del importe annual de este ramo producido en el ultimo quinquenio. En consecuencia de esto, y en respuesta al orden del Exmo Sor Virrey de 19 de Maio de 1767 informò el coronel Dn Juan Antonio Zelaya en 1º de octubre del mismo año (vease el borrador que esta en el legajo de correspondiencia con Sta Fee) que haviendose celebrado el ultimo remate el año de 1759 en 2500,, pesos estando ya privilegiados por el pago los que perdieron sus casas, y haciendas havia presisamente de disminuir en adelante, y que por consiguiente se nesesitaban muchos años para el reintegro del quebranto. Es berdad que assi havia de suceder según las secretas inteligencias que tenian algunos vecinos, y comerciantes, quienes se combenian resiprocamente para no perjudicarse al tiempo de los pregones, y posturas: esto se hizo patente el año subsegüente del fuego, en el litis que siguieron ante el mismo Govor el comerciante y vecino Don Damian de Arteta, y el Arrendador Dn Joseph de la Borda, sobre haver este por medio de su cobrador Señorena pedido a el primero 322 pesos 6 rreales que le pertenecian dar de Alcabala por el 4 por 100 del principal de 80 70,, y 6 rreales que havia internado de Lima; por cuios autos de foras consta las convenciones de los tratantes, cavalas de algunos vecinos, y cimulacion en los remates, en perjuicio del Real Herario, por lo qual se anulò el efectuado, y se abrio de nuevo el que accendio a 1 400 p.s siendo el ultimo postor el mismo D.n Joseph de la Borda. Vease ya en un año duplicado este ramo de suerte que según el interrogatorio que presentò Arteta para que se examinasen a su tenor los testigos que le eludian aquel pago como efectibamente por decreto del Gobernador, se livertò, parese que el comercio díputo a D.n Juan Raruri, en enero de 1764, para que haciendo personeria por todo èl, hiciera postura, a este ramo; como con efecto por falta de opositor le quedò en arrendamiento por 265,, p.s el que sobstituyò extrajudicialmente despues en Borda, y haviendo querido la ciudad pedirlo por el tanto, conforme a derecho, ofrecieron los comerciantes que no pagarian alcavala los vecinos, sino en la conformidad que quando el procurador las Administrava: Es de adbertir, que siempre que este por el tanto se hacia responsable de poner en cajas Reales la ultima cantidad ofrecida, formaba un cabeson o prorateo con que pagaba al Rey, y le quedaba al cavildo una ganancia considerable. El año de 1764 en que se arrendò en 3000 p.s subio el cabezon a 5843 uno de las mas crecidos como consta del documento mas formal que se halla en la contaduria: Y para las quentas que la Junta de Hacienda pidio al cobrador D.n Alonso de Bargas sevè como en los años de 1750,, 1751,, y 1752 quedaron de propios de ciudad pagado el arrendamiento, gastos, y receptor mas de 1000 ps en cada uno: esta seria la razon por que en 1753,, se desprecio por la Junta, la postara de 4900 ps. sin embargo de haver sido la maior que se havia visto: el motibo de esta puja fùe desasonarse el Procurador Dn. Pedro Salvedo, y el Vecino Dn. Diego Casaus, de modo, que haviendo subido este del bajo presio de 2000 ps. hasta mas de 4800,, huvo de ceder por el respeto poderoso, assi dice, de la ciudad: quien duda que seria de algunos indibiduos, que enemistados con Casaus, descubrio la trampa; cansado de guardar mas consecuencias manifestò el dolo. Lo que estraño es bien notable: por que el Procurador por igual cantidad de 4900 queria para èl el remate, con el teson que acredita el pleito? (vease en la cantidad el legajo de 1753), Pensava que tendria la ciudad todavia mucha ganancia? Si el corregidor, y oficiales Reales tenian ya la postura en la razon de 7 a 2 con lo que haia ingresado en caxas el año anterior que solos fueron 1400 p.s  es: heran 1400 a 4900 como 7,, a 2,, porque suspendieron la determinacion hasta la superior del S.or Virrey? Sintieron la ventaja, o se cansaron de simular, lo cierto es que al mismo tiempo acudieron los vecinos a S. Ex.a por medio de D.n Joseph Bejarano, quejandose no hubieran corregidor, y oficiales Reales admitido la postura del Procurador Salsedo pues hera tan ventajosa; de que resultò la providencia de que se abriera de nuebo el remate, se diera por el tanto a la ciudad, y se quedaron multados, y reprehendidos asperamente los tres ministros: estos se burlaron de la pena, de un modo particular: obedecieron lo determinado, y dieron las Alcavalas por 3000 p.s los que en el mismo año repugnaron zelosos 4900: Llamaronse assi a compocicion por que no tendrian que desembolsar la multa, y assi hicieron como si fuera propio el Fisco Real mucha gracia: De suerte que este ramo por de un precio infimo, solo a crecido su valor indisponiendose los que lo ocultaban: Ya hemos visto que estas dos quimeras lo han puesto en 4100 p.s la una, y en 4900 la otra, los demas años desde el de 1693 hasta el que corre, siendo siempre el comercio igual, y floreciente, el que mas se ha visto con 2700 p.s y el que menos con 1200.  Quiero demostrar q.ta maior puede ser según las ventas que aquí se efectùan, esta principalisima entrada. Ya esta descripta su Historia desde que se enquentra substanciado en los oficios, veamos ahora los progresos que puede tener en adelante, con atencion al basto, y pinguè trafico que se haze en este Puerto.

Las Alcabalas es un derecho el mas antiguo, y justificado de nuestros reyes de un quatro por ciento de todo lo que se bende; y establecido en las Indias de 200,, años a esta parte. Esta ciudad que tiene un giro de mas de medio millon en cada año de efectos propios, y extraños vendibles en ella, deveria producir al Real Herario un ingreso de mas de 20 000,, pesos: voy a formar el calculo por las ventas, contratos seciones y entradas y salidas de los años proximos pasados de 1770, y 1774,, en estos entraron de los puertos del Perù, tierra firme, Intermedios, y Costa Rica 315 000: salieron de este, para los mismos el valor de 346 842,, segun consta de las partidas de registro, en cacaos, maderas, tabaco, zuelas, café, ajonjoli, pita, cera y otros: Y aunque no se puede saber al justo los efectos que se trafican con las serranias de Quito y Cuenca, ni el de los frutos de la provincia de Puerto Viejo, por no haver en esto havido cuidado; por otras noticias inferiremos la que deseamos. Las Reales Bodegas del Pueblo de Babahoyo, es el deposito onde se efectùa en el verano, la feria de las mercadurias que de castilla y Peru, van a Quito, y los frutos con que aquella Provincia mantiene a esa: el arrendamiento ultimo subio a 4600 pessos por cada año del quinquenio, los que tiene que sacar el arendador de dos rreales de cada fanega de sal, de las que se cargan. Y un rreal de cada mula de las que viene cargadas de la cierra: las fanegas de sal son 4000,, en todo el berano, o tiempo seco segun las apuntaciones que me ha dado el Bodeguero D.n Miguel Puga: luego de esta solo puede reintegrarse 1000 p.s y los 3600 restantes los deve sacar de las mulas que llegan las que deven ser 28 800 ps (conviene con las Reglas que ay, y los viajes que executan en la temporada) esto es quando no sean mas; por que en este caso se perderia el Arrendador; aumentemos de alguna ganancia, y sean, supongamos 3000 mulas: ordinariamente traè la que menos el valor de dos pessos cargada de miniestras; las mas interesadas con paños de la tierra, lienzos, tucuyos, o fresadas vale treinta; con que poniendolas todas en un precio de 5 p.s tercera parte del medio proporcional respecto a ser mas las de comestibles, que las de efectos importa el principal de las 30 000,, mulas 100 000 pessos: añadese una decima parte por los Indios que cargan a hombro, y seran 165 000: Quando buelben conducen las mas Aguardiente, vinos, ropa, etc. que se dio y a la entrada en las embarcaciones de los Puertos Maritimos, a excepcion de algunas pocas que lleban algodón, arroz, cocos, y frutos de la tierra que desprecio por no ser mucha su benta con que no hay que aumentar. Tampoco se haze relacion de las Bodegas de Yaguache y Palenque, subalternas de la de Babahoyo, porque el computo se ha hecho por las utilidades que tiene el de esta ultima, para resarsír su desembolso; por lo que los 100 p.s que le dan cada año por la primera, y 100,, por la segunda, sera lo correspondiente a las mulas que bajan por aquellos destinos de los corregimientos de Alausi y la Tacunga; por consiguiente en las mulas que se regulan llegan a Babahoyo aunque no son tantas se ha formado un cuerpo con las que llegan por las otras dos Bodegas, sus dependientes. Aquí se deve agregar el trafico que se haze por los Pueblos del Naranjal; con la Provincia de Cuenca, y lo que extrajudicialmente baja por las cercanias de Machala, Valao, Bola y rio de las ventanas, o de Mapan; lo que se puede avualar en 20 000 pesos que agregados a los 165 000,, componen 185 000,, Desprecio tambien algunos ganados que se venden a los quiteños en esta Governacion porque los mas de los Novillos, y Yeguadas, van de cuenta de los Hacendados, a expenderse fuera.

Ya tenemos de entrada en las embarcaciones un año con otro 157 500 p.s de salida en ellas 173 424, de trafico en todas las Bodegas 185 000, y el total 515 924,, que si hubiera pagado todo Alcavala, pues lo mas es vendible, se tendria 20 536 p.s cantidad exesciba respecto a las que se han exigido los años pasados: esto es por maior o en Globo, porque no se han incluido en encabezamiento de las tiendas, y pulperias, ni las escrituras, ni tampoco rebajado lo que no se vende, y solo tiene entrada para salir otra ves: es verdad que pudiera compensarse uno con otro respecto tambien a lo que entra, y sale de contrabando: pero sin atender a esto voy aproximarme mas ajusto en el detalle y Planilla siguiente.
 

Partidas
Descripción
Pesos
Primera 
 las 52 pulperias que tiene la ciudad han dado al receptor en cada año por Alcabala 4 ps
208,,
Segunda
 las 21 Aguardienterias a 2 ps
42,,
Tercera
las tiendas de Mercader, por el prorrateo echo  por el Rexidor Moran de orden del Cavildo en asistencia del Procurador Abiles que me ha manifestado el receptor Santander
944,,
 Quarta
Por en encabesamiento que hizo el mismo receptor a los pueblos de la Juridiccion en cada año segun su notia
540,,
 Quinta
Las ventas de casas, huertas, esclavos, solares y tierras que consta en los protocolos de lo escrivanos Ponze y Moreno tomando la mitad despues de rebajadas las cantidades exemptas por ser de quienes padecieron en el incendio. quedan 34.174,, y el 4 por ciento importa en cada un año
1.377,,
  Sexta
De los efectos de entrada que consta como esta dicho de las partidas de registro rebajado lo que introdujeron los privilegiados conocidos por la relacion que dio el Cavildo a S.A. que existe en la contaduría importa 121.560,, que el 4 por ciento es
4.862,,
Septima
Lo que valio de este puerto comprado aquí, y averiguado en las partidas de registro por los dueños de las cargazones fue 118.425 que el 4 por ciento es
4.737,,
 
Por un rreal que da cada tercio de la sierra por su correspondiente alcabala que haviendo regulado 30.000,, mulas aunque algunas traen dos tercios, pongo solo una en cada una, y son 30.000 reales, que hacen pessos
3.750,,
 
Esto es por menor esta cantidad, que si del valor de sus cargas calculadas en 18.500 p.s se sacara, importaria 7.400 pesos pero como los paños, lienzos pasan para Lima es practica extraerla de este modo.
16.430,,

Los 16.430 pessos deviera producir este ramo cada año, pero que objeciones se podran poner a este computo? Si a caso que me he excedido en las partidas de salida, y que lo mas va sin celebrarse aqui venta de cuenta de los dueños, ya estan rebajados mas de 50000,, pessos que es mucho pues el cacao, renglon maior, lo mas lo venden los cosecheros a los que lo almacenan para revenderlo despues a los cargadores de los Navios, y cogiendose 90.000,, cargas solo se hallan embarcadas en 1770,, para fuera, 33.490,, que valdrian por alto las demas; si el que los frutos de la tierra, no pagan alcavala, se debe entender que esto es abuso, y costumbre inveterada que han echo los labradores y vecinos quando se desasen de ellos y que ha danificado hasta para que la exiban quines los expenden de segunda mano: con todo, yo me hallo con una certificacion del P. Fro Mathias de Molina comendador del combento maximo de Mercedarios de Quito, y actual Provincial de su Religion, en la que expresa le cobrò en los años de 1759,, 1770,, y 1774,, el receptor Santander alcavala del cacao que vendiò, producido de las obenciones de su curso de Machala; luego si ni aun los frutos con que pagan los indios su doctrina no se libertaron. ¿Como se descuidaria en otros? Quiero que por correcciones, se hayan ahorrado el pago, mas comerciantes que los anotados por el ayuntamiento: Quiero que otros se hayan eximido por cazamientos, o alianzas contrahidas despues del fuego con personas privilegiadas, que no deveria de ser assi, y quiero que no se haiga echo la extraccion con rigor, con exigencia, y zelo: consedoles una rebaja a su antojo: sea mas de una tercera parte, quedan todavia mas de 10.000 pesos al año ¿Que se ha echo esa cantidad? Quando se le arrendaba al Rey (segun mi quenta) se le defraudaba una suma considerable, despues que S.M. ha cedido benigno a estos vasallos esta renta, a ellos se la quitan, quienes la administran, ya sea una y otra ves por malicia, o por ignorancia. Si se hubieran sacado solos los 10.000 pesos en cada año de los seis que han pasado de la conseccion aca, y que el cavildo desde entonses embolsa para distribuirlo en los pobres, segun la Real mente de nuestro soberano, deberian tener 60.000 pesos lo menos: para esto he formado una digrecion tan larga desde que díxe proponia arbitrio, y caudal para  hazer sana la ciudad; pero haviendo pedido noticia al receptor D.n Pedro Santander de la existencia de este caudal, da en todo 11.976 esto este 9.900 recogidos por el; 76 que entregò al antecesor D.n Joseph de la Borda a la Real caxa; y 2000 que esta debiendo su testamentaria; que corresponde en cada año en 1996 pesos los que con corta diferiencia salen de las partidas 1ª.2ª.3ª de la Planilla: de los 11.976 se an de rebajar 2000 que da en deudas Santander; otros 2000 que dio el cavildo al Procurador D.n Juachin de Arellano, no se para que pleito, que quieren paguen los vecinos; los 2000 que deben los Albaceas, y Herederos de Borda. y 573 entregados al regidor Moran por el mismo cavildo que ignoro su destino, que dan existentes en poder de Santander, 5403 pesos, unico caudal fisico que tienen para repartir, que aunque se cobren las dos deudas les tocarà a los 146 vecinos solamente 64 a cada uno. Infierase por el comercio que se haze, y por el modo de sacar este derecho quanto pierden: la quenta se ha hecho por lo menor; se ha abonado mucho; que si se sacara el justo se aumentàra como hicimos ver al principio a cerca de 20.000 pesos. Por esta razon se adbierte que todo receptor, o Arrendador, se ha echo rico, quando lo ha sido: los diez años que lo fue D.n Martin Mendiola sin embargo de ser tambien fiel executor a quienes esta prohibido por ley estas obligacíones, y para esto las arrendò en cavesa de D.n Thomas Carbò en 1400 pesos cada año: quanto no ganaria? en cuio tiempo (que fue desde 1739 hasta 1749) de la antepenultima guerra de los Ingleses, por falta de registros al Callao, se hacia en este en un comercio quantioso con las ropas de Panamà, las mas de las colonias extrangeras; assi no tubo necesidad de las alcavalas de los vecinos, les hizo mucha gracia para que ni ellos, ni los Juezes se le opusieran en el Arrendamiento, y por esto no admitieron con fribolos pretextos la planilla duplicada que hizo D.n Antonio Maximi (vease el legajo en contaduria del año de 1747): de este modo se ha hecho costumbre el abuso de no pagar alcavala los frutos, y efectos de la tierra, y estan en esta, mui mal enseñados, que han de querer hazerlo Ley municipal.

Como si se repartieran los 645 a cada indibiduo no aumentarian con ellos nada los edificios, se debe aplicar lo poco producido por ahora en los empedrados, y secar las lagunas sin que para executarlo los privilegiados, tengan que hazer ningun desembolso hallando el beneficio de ahorrar en boticas, entierros y medico: pues indefectiblemente veran menos muertos en cada año, y en cada casa, con la sequedad y limpieza, y serà facil la conclucion de esta obra con la uniformidad, y simetria, por toda ella, que la hara comoda, y vistosa. El modo de aplicar este dinero ha de ser con muchas atenciones: se ha de suplir con el, solo aquellos que padecieron en el incendio; o mas claro se ha de emplear unicamente al frente de las casas nuebamente reedificadas, y solares que las tubieron antes del fuego: de ningun modo en las erigidas despues de la ruina: quien comprò casa o solar aunque sean de los quemados, si el no experimentò perdida ha de empedrar a su costa como los que se libertaron en aquella unica ocacion de las llamas, para la que solo fue condedida la gracia: La mui pobre es Justicia se exeptuè aunque no hubiese padecido; porque si està totalmente imposiblitada o indigente es conveniencia publica la compostura del terreno que ocupase; pero buelbo a producir la refleccion, que ha de provar su falta de bienes, de un modo que convenza a los Juezes, por un examen mui menudo; quien tiene casa propia, alajas de oro, o esclavos, no puede contarse por eximido. El que no es pobre enteramente, y le falta lo nessario para empedrar su pertenencia, puedesele suplir, con la condicion de reintegrar, para quando se le place, lo que por su frente se gaste; porque aunque es unicamente de los 146,, moradores nominados por el cavildo este ramo, es razon, y bien del comun se haga la obra continuada, y con methodo.

Como los 5403,, y si se cobran las deudas los 9403 pesos no son suficientes para todo lo que se propone se debe emplear el producto de los años subsesibos que espero en vista de mi representacion sea maior, y acavado el empedrado se han de hazer unas bombas portatiles para la extincion de los futuros fuegos, que se debe temer, si no se precaben buelban aruinar esta ciudad. Para que esto se logre en pocos años es convenientisimo Zele V. S. la conducta  del receptor de este ramo de alavalas, y aun la del cavildo como Tutor de los vecinos, a quien compete este dinero ¿ Porque ha de ser curador de quien pueden muy bien buscar cobradores a su satisfacion, y con fianzas para depositarlo? ¿ Quales ha dado hasta aquí el maiordomo al ayuntamiento? ¿y con que instrumentos de cargo le justifican su entrada? Sin duda, o a percivido mas en su receptoría, o a echo el ------ los Jueses de esta cobranza mucho fabor a los comerciantes en perjuicio de los lejitimos dueños. Su Majestad que generoso se ha despreendido de un derecho que por tantos titulos es suyo, no ha puesto a la disposición de dos, o tres personas para que haga estos su fortuna, o adquieran aplausos de liberales: el pensamiento mas razonable, y christiano serà persuadirnos que en estas cobranzas havido en todos tiempos una morosidad notable, o una condecendencia que ha privado a muchos pobres de su alivio ¿ Que obstava fuese de algunos vecinos este caudal para que se hubieran dado como antes los pregones, y echo los Judiciales remates? ¡Quien mas digno de caridad que el Publico! ¿Porque no hubiera estado el deposito mas seguro en caxas Reales que no en poder del mismo Receptor? ¿Y porque el cavildo para pretenciones ha echado mano de èl, sin expresa voluntad de los vecinos para las que se han extraido 2573 dados a Moran y Arellano? Dificultoso es remediar abusos muy arraigados pero no es imposible exprimir lo justo, y razonsable de este ramo si se toman las mas severas medidas para conseguirlo: Ya se ve que no habra quien haga un arrendamiento que se aprosime, a mi calculo, a vista de haver dado menos de 2000,, pessos cada año en estos ultimos, y que no se persuadirà nadie, puede sacar los 16.430 de la planilla, ni aun los 10.000,, en que se rebajaron. Este serà el remedio. Arriesguese, con todos los aucilios de la Justicia, con las precauciones que la ley previene, y con el zelo de V. S. a Administratar las Alcavalas con un sugeto eficaz, avil, de providad, y experiencia, con el 6 por 100,, prevenido en derecho, o un sueldo que le recompense la tarea, y comicion fatigosa: sostengasele con la tropa, y con el maior esfuerzo, y rigor, a fin que nadie le defrauda cosa alguna: franqueesele los avisos conducentes, y propios para el desempeño: nada se le coharte que le impida el logro: entreguesele una instrucion que se deviera trabajar con la maior cordura, para poder según ella ajustarle los cargos: manifiestensele los Rexistros de entrada, y salida: No se efectuen escrituras sin su voleta: mandenle los Thenientes partidarios, noticia de lo que se embarca en los Pueblos: haganse encabezamientos en estos por las descripciones ultimas en que consta el caudal de cada uno de los que  en ellos viven: Que los Thenientes se hagan cargo de la recaudacion: decomisese lo que no se presenta a la llegada en contaduria: nada salga de la Aduana sin conosimiento del Administrador: permitasele pueda hazer jurar a los compradores, quienes vendieron, y en quanto: Mandesele que exiba cada mes en la Caxa Real lo existente, y chanselese las partidas. Forme cada tres meses examen prolijo de las Pulperias, Almasenes y tiendas, y cobre de ellas lo correspondiente. Que tenga un libro foliado por oficiales Reales para su manipulacion en que firme con el vendedor, y quanto mas sea anexso a este fin, assi se conosera la posivilidad del aumento, y en adelante podra haver quien se atreba a pujarlo, y arrendarlo para tener grangeria: Assi tendra mas valor la gracia concedida a los vecinos, y despues el real herario: este mas ingreso para Navios, fortificaciones, o para lo que el estado dispusiere. Quien save si los demas ramos se analisaran si se encontrarian las raises viciosas en su origen; y si con mas sinderises havria mas fondos para empreender proyectos de mas entidad a la corona. Las menudencias bien detalladas suelen ser fuentes de recursos, y si se desprecian nos pagan el descuido con el poco fruto: Pongamos un exemplo sin salir de aquí. Los años de 1753,, 1754,, y 1755,, no tuvieron de entrada las caxas mas de 9000. a 10000 pessos; en 1756 y 1757 las visitò D.n Juan de Zarratea, y en 1758 con los mismos derechos hizo el milagro de duplicarla, entraron en el 24.000 pesos: En 1762 se rematò la mina de copè de la Punta de Santa Clona en 300 pessos, y en 1767 siendo como antes suvio a 24.000 pesos y se diò de contado en 12000 Progidios que haze el amor, y zelo al Real servicio.

Ya se ja visto lo enfermiza que es la poblacion, qual es la causa; como se ha de remediar con el dinero de las Alcavalas; el aumento que pueden tener en adelante: modo de fomentarlas, y de conseguirlo; ventajas que resultan, y veilidades que puede acarrear este representacion; pero la maior y mas segura en todo lo propuesto, es que en pocos años, se vera la ciudad restablecida en maior esplendor, mas sana, y mas felices sus moradores: lograran un aire mas puro, mas rarefacto: una atmosphera mas apacible, y serena; un suelo, y piso aseado y seco; sin malvas, ancares, verdolagas, espinas, y juncos; libres de tropesones, de riesgos y de embarasos, de edificios mal colocados y chocantes, de tanta multitud de especies de Mosquitos: del horrisono canto de ranas, y sapos; de las muchas culebras que oculta la malesa: entonses menos enfermedades, menos humedad, menos alacranes, abispas, cucarachas y demas asquerosos inseptos; con mas despejo y armonia el Pueblo; con mas sociedad y comercio las Jentes; y todo con hermosura conveniencia, alegria, y agrado. Guayaquil 2 de Abril de 1772=

Fran.co Requena
 
 
 

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Ficha bibliográfica
 

CARBÓ, L. La reforma urbana de la ciudad de Guayaquil en 1722 según el ingeniero militar Francisco de Requena. Biblio 3W Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XI, nº 662, 10  de julio de 2006. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-662.htm]. [ISSN 1138-9796].



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