Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. 
Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XI, nº 668, 10 de agosto de 2006

DUZER, Chet Van. Floating Islands. A Global Bibliography, with an Edition and Translation of G.C. Munz’s Exercitatio academica de insulis natantibus (1711). Los Altos Hills, California: Cantor Press, 2004, XI + 404 p., 24 figs [ISBN: 0-9755424-0-0].

Javier Martín-Vide
Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional
Universidad de Barcelona


Palabras clave: bibliografía, G.Ch.Munz, islas flotantes

Key words: Bibliography, G.Ch.Munz, floating islands


No parece posible pretender, aun con la ayuda de Internet, e incluso en temas específicos y de limitada tradición, una bibliografía total, si por ella entendemos aquella que contenga todo lo publicado en el mundo sobre el asunto en cuestión o relacionado con él en un sentido lato. Tal pretensión, en la que el lector podría encontrar reminiscencias borgianas, resultaría aún menos factible si el tema objeto de la búsqueda bibliográfica queda a caballo de los intereses de múltiples ciencias y saberes. Pues bien, tal tarea no es quimérica, porque Chet Van Duzer nos presenta una “global bibliography”, subtítulo de su obra Floating Islands, que debe de acercarse mucho a lo explicitado en él, sobre una temática ciertamente singular, y cuyo interés geográfico es manifiesto, aunque pocos geógrafos puedan aportar hoy algún dato sobre su naturaleza.

En total son nada menos que 1.841 citas, que nos atrevemos a afirmar que incluyen prácticamente todo lo publicado sobre la temática hasta la fecha de edición de la obra, desde disciplinas tan variadas como la Limnología, la Botánica, la Geología, la Ecología, la Zoología, la Ingeniería, la Literatura, etc. Como ejemplo, el autor no se olvida ni de las islas flotantes artificiales construidas recientemente para servir de aeropuertos, ni de las que forman parte de la mitología o las de la creación literaria. En la amplísima bibliografía se incluyen también artículos de prensa, así como algunos informes inéditos, todo ello abarcando una veintena de lenguas y un período temporal que arranca en la antigüedad clásica y llega hasta los albores del siglo XXI. El esfuerzo del autor es, pues, titánico, pero aún es más llamativo el resultado de su labor, porque no ha de escapar a ningún lector u hojeador de la obra que ésta es simplemente modélica.

Ante Floating Islands el lector geógrafo queda de entrada suspenso, no por el inmenso trabajo recopilatorio, sino por la naturaleza tan singular, móvil, por causa del viento o de las corrientes acuáticas, y efímera en algunos casos, del objeto de estudio, los conjuntos, de variadas dimensiones, de vegetación y suelo que flotan, sobre todo, en lagos y ríos, y que en ciertos casos han llegado a acoger asentamientos humanos permanentes. Pero las islas flotantes constituyen un objeto de estudio geográfico, aunque muy poco conocido, ya que son un pedazo de territorio, dinámico, donde confluyen elementos naturales y con cierta frecuencia humanos en perfecta simbiosis, a pesar de su aparente fugacidad y pequeñez. Esta naturaleza que las acerca al mundo de los mitos, y en efecto hay islas flotantes en el reino de la imaginación, obliga al autor a asegurar su existencia real en las primeras líneas de la introducción, en al menos 6 de los 7 continentes y hasta en los océanos, algunas con centenares de metros de diámetro, con árboles y hasta con ganado pastando en ellas. El lector incrédulo puede ver algunas islas flotantes en una selección fotográfica final con 24 grabados y fotografías en color.

Para reafirmar la condición de objeto geográfico de las islas flotantes algunos de los padres de la Geografía, Varenio, Humboldt y Reclus, aparecen listados por referencias que hicieron sobre las islas flotantes en alguno de sus escritos. Varias revistas geográficas han acogido también trabajos sobre las islas flotantes, tales como el Journal of the American Geographical Society of New York, el Geographische Zeitschrift, etc. En la revista alemana, por ejemplo, J. Früh propone en 1896 una tipología de las islas flotantes.

La obra de Chet Van Duzer incluye otro elemento de gran interés, la breve e interesante obra de Georg Christoph Munz sobre las islas flotantes, titulada Exercitatio academica de insulis natantibus, publicada en 1711, de la que se presenta la versión original latina y su traducción al inglés, a doble página. Se acompaña por 28 documentadas notas de Chet Van Duzer, en las que puede apreciarse ya los amplios conocimientos de este autor sobre la temática en cuestión y la meticulosidad de su tarea de documentación.

En el repaso de las citas descubrimos que en España apenas hay dos casos de islas flotantes, ambos en el ámbito geográfico de la cordillera Ibérica, concretamente en la laguna de Uña (Cuenca) y en la laguna Larga de la sierra de Neila (Burgos). La primera, que da lugar a 7 citas bibliográficas, aparece documentada por primera vez en 1629, y debió de existir hasta principios de los años 20 del siglo XX. Tuvo en algún momento una circunferencia de algo más de 12 metros y árboles sobre ella. La segunda sólo aparece en un informe inédito de 1994 de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, cuyo conocimiento por parte del autor resulta ciertamente asombroso.

Sobre América latina hay, en cambio, numerosas referencias, en especial en el río Paraná y otros próximos. Las islas flotantes se nominan en algunos países iberoamericanos con términos propios en español, no genéricos. Así, palabras tan sonoras como ‘chinampas’ en México o ‘camalotes’ en los países del Plata enriquecen la lengua de Cervantes, ambos recogidos en el Diccionario de la Lengua Española de la RAE. Chinampas, término que procede de uno indígena, eran los jardines o huertos flotantes que existían en las lagunas que rodeaban a la Ciudad de México. Los camalotes son los conjuntos densos de plantas acuáticas que arrastran ríos tales como el Paraná y otros que aportan finalmente sus aguas al mar del Plata, que, como curiosidad, a veces sirvieron de medio de transporte para algunos animales, incluso grandes felinos, que llegaron a las puertas de Buenos Aires.

Es tal la afición y el esmero que el autor muestra en la reseña y documentación de trabajos sobre islas flotantes, que esta recensión pretende aportar también un posible caso de isla flotante no contabilizado en su increíble obra, el de la isla de San Borondón. Esta isla ha sido hasta considerada la “octava” del archipiélago canario, isla fantasma presuntamente avistada hacia el oeste, referencia geográfica popular y mítica para los canarios, cuya explicación puede deberse a un fenómeno de espejismo sobre las aguas atlánticas unido a la presencia del característico mar de nubes del alisio, y que llegó a atraer ya la atención del espíritu crítico del padre Feijoo en su Teatro crítico universal, o Discursos varios en todo géneros de materias para desengaño de errores comunes (tomo 4, §.X), con notables informaciones sobre su discutida existencia. Feijoo comienza documentando el misterio así:

“26. {Isla de San Borondón} A alguna distancia de las Islas Canarias se señala otra, a quien se dio el nombre de San Borondón, y de quien se cuenta una cosa muy extraordinaria. Dicen que esta Isla se descubre desde la que llaman del Hierro, cuando los días son muy claros; pero por más diligencias y viajes que se hicieron para arribar a ella, jamás pudieron encontrarla. El Doctor Don Juan Nuñez de la Peña, en su Historia de la Conquista y antigüedades de las Canarias refiere que el año de 1570 salieron en tres Navíos a buscarla Hernando de Troya, Fernando Alvarez vecino de Canarias, y Hernando Villalobos, Regidor de la Isla de Palma: como también el año de 604 salió otro Navío de Palma, que llevaba por Piloto a Gaspar Pérez de Acosta, y al Padre Fr. Lorenzo Pinedo, del Orden de San Francisco, insigne hombre de Mar; pero en uno y otro viaje, no sólo no se encontró la pretendida Isla, pero ni aún vestigio en los aguages, fondo, vientos, y otras señales que se observan cuando hay tierra cercana. Tengo también noticia de que habrá diez u once años, siendo Gobernador de las Canarias Don Juan de Mur y Aguirre, sobre nueva noticia de que se había divisado la Isla, se despacharon Embarcaciones a buscarla, y volvieron como las antecedentes.”

Y acaba con muy acertadas reflexiones sobre la imposibilidad de su existencia, aludiendo como explicación factible a un fenómeno similar al del conocido espejismo de la “fata morgana” del estrecho de Mesina.

Pero San Borondón podría considerarse también en alguna medida una isla flotante, si se tiene en cuenta que la denominación deriva de San Brandán, monje irlandés que llegó a una isla con vegetación, aparentemente firme, y que, tras celebrar una misa, comenzó a moverse como si de un monstruo se tratara, isla, pues, fabulosa o imaginada.

Un buen número de las más de 1.800 citas se acompaña por alguna indicación sobre su contenido, alguna singularidad, la localización geográfica precisa de las islas flotantes o la existencia de fotos de ellas. El autor es extremadamente meticuloso, lo que se pone en evidencia con las múltiples referencias cruzadas y los comentarios que relacionan unas citas y otras, a veces un punto redundantes. Se señalan también, con la dirección correspondiente, los trabajos que están disponibles vía Internet. En este sentido, el libro de Chet Van Duzer constituye también un ejercicio bien acabado de clasicismo y modernidad, empezando con la traducción latina de la obra de G.C.Munz y navegando –o “flotando” a salvo- finalmente por la red.

En fin, Floating Islands es, sin duda, uno de los mejores ejemplos que debe haber sobre una bibliografía exhaustiva, realizada de un manera minuciosa e impecable, modelo de ejercicio de documentación y de búsqueda bibliográfica que debería consultar todo investigador enfrentado a la localización de fuentes, sea cual sea su objeto o especialidad.
 
 

© Copyright: Javier Martín Vide, 2006

© Copyright: Biblio3W, 2006
 

Ficha bibliográfica

 
MARTIN VIDE, J. Chet Van Duzer. Floating Islands. A Global Bibliography, with an Edition and Translation of G.C. Munz’s. Biblio 3W Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XI, nº 668, 10 de agosto de 2006. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-668.htm]. [ISSN 1138-9796].


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