Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie documental de Geo Crítica)

Universidad de Barcelona

ISSN: 1138-9796. 
Depósito Legal: B. 21.742-98
Vol. XI, nº 681, 15 de octubre de 2006

GÓMEZ ESPÍN, J. Mª. Aprovechamiento Integral del Agua en la Rambla de Nogalte (Puerto Lumbreras-Murcia). Edita: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, 2004, 190 p. [ISBN: 84-8371-359-4]

Ramón García Marín
Becario FPU (MEC)
Dpto. de Geografía. Universidad de Murcia


Palabras clave: Rambla de Nogalte (Sureste de la Península Ibérica), orígenes y usos del agua, galerías

Key words: Nogalte Channel (Southeast of Iberian Peninsula), water origins and uses, galleries


La actividad investigadora del prof. José Mª Gómez Espín se ha orientado hacia dos grandes líneas: por un lado hacia el estudio de las repercusiones espaciales y socioeconómicas de la producción y distribución de productos agropecuarios, haciendo hincapié en el papel que ejerce la agroindustria en el desarrollo regional y, por otro, hacia el análisis de las transformaciones paisajísticas por los usos del agua en el territorio, con especial referencia a elementos del patrimonio hidráulico en el Sureste de la Península Ibérica. Es en esta última línea de investigación donde se encuadra el libro reseñado.

En los últimos cincuenta años, la utilización del agua en España ha sufrido cambios importantes en sus usos. El tradicional aprovechamiento para la agricultura y abastecimiento de núcleos poblacionales ha encontrado grandes competidores en la pujante demanda surgida del proceso industrializador y de las actividades turísticas. El desarrollo urbano e industrial ha provocado el aumento de los requerimientos de agua en España y estas exigencias han venido a empeorar la situación de penuria de recursos hídricos que se manifiesta en algunas regiones, mientras que en otras excedentarias se ha revelado la carencia de infraestructuras de redes de abastecimiento y de regulación de los ciclos hidrológicos. Por estas razones, en las últimas décadas, se ha despertado un interés creciente por los problemas planteados en torno a los usos del agua.

La obra Aprovechamiento integral del agua en la rambla de Nogalte (Puerto Lumbreras-Murcia) se presenta como primer número de la colección "Usos del Agua en el Territorio", con la que se desea  divulgar toda una serie de estudios sobre el patrimonio que se ha creado alrededor de este preciado recurso y todos aquellos aprovechamientos "abastecimiento, riego, producción de energía,…? que intentan satisfacer las necesidades humanas mediante un uso racional del agua en un medio cuya característica esencial es la extrema aridez: el Sureste peninsular.

El ámbito estudiado, la rambla de Nogalte, se localiza en el cuadrante suroccidental de la Región de Murcia y en la vecina comarca de Los Vélez (provincia de Almería). Este territorio se caracteriza por presentar unas precipitaciones escasas, al igual que los días en que éstas se producen, con un régimen pluviométrico que relaciona intensas y prolongadas sequías con ocasionales aguaceros. Este régimen es fruto de una situación meridional y extrema en la zona de circulación general del oeste, a sotavento de la misma, así como de la cercanía de la subsidencia subtropical y del desierto sahariano, trazado costero e incidencia del relieve. El sistema montañoso de las cordilleras béticas, que concibe una situación de abrigo y marcado efecto foehn sobre los vientos del oeste, genera una mínima repercusión pluviométrica de éstos, relevados por la subsidencia subtropical en los meses caniculares del año, pero también, frecuentemente, en las estaciones contiguas de primavera y otoño1 .

La cuenca de la rambla de Nogalte, junto con el resto de las tierras del Sureste peninsular es uno de los espacios más expuestos al riesgo con origen natural de la sequía. Actas capitulares, memoriales, expedientes de rogativas, libros de diezmos, cuentas de agua, anales hidrológicos, crónicas y otras variadas fuentes proporcionan multitud de noticias sobre las frecuentes sequías padecidas. Las grandes secas del sureste peninsular han resultado decisivas para la ejecución de obras hidráulicas discutidas y onerosas, a la vez que han estado en el origen de los primeros estudios modernos de climatología en España.2

Ante semejante grado de riesgo, es lógico que se pretendiera con gran empeño la conversión del secano en regadío, por muy eventual que fuese, mediante la derivación de aguas vivas, el aprovechamiento de turbias o el afloramiento de subálveas y subterráneas. Los regadíos de turbias, progresivamente abandonados durante la segunda mitad del siglo XX, ostentan hoy todavía una importante huella paisajística y constituyen un excelente argumento del tradicional e inteligente acomodo a un régimen de precipitaciones escasas, suministradas en gran medida por chubascos de elevada intensidad horaria que, ocasionalmente, sobre todo en otoño y primavera, engendran momentáneos mantos pluviales y crecidas recogidos en parte mediante presas de derivación,  terrazas, boqueras, regaderas, etcétera.

Disponiendo tan solo de los recursos superficiales y aquellos subterráneos más próximos a la superficie, la ocupación tradicional de estas tierras ha tropezado con fuertes dificultades que se traducen en unos caracteres peculiares. Con una escasa densidad de ocupación humana durante largo tiempo, es tan solo durante el siglo XVIII, coincidiendo con una etapa de expansión demográfica e importantes roturaciones, cuando la presencia de la actividad agrícola, principal consumidora de agua, alcanza dimensiones significativas.

Hasta 1950 los espacios incultos siguen siendo muy extensos, y el regadío, disperso, aún presenta un carácter marginal, dominando aquellos cultivos invernales y equinocciales que traducen las dificultades de la escasa disponibilidad de agua. La necesidad de aprovechar al máximo las posibilidades hidráulicas tiene su mejor expresión en el desarrollo de sistemas de derivación —“boqueras”— de los caudales esporádicos que conducen las ramblas, con el fin de transportarlos hacia los campos de cultivo de secano tradicional y suministrarles una humedad adicional3. Actualmente, estos sistemas de aprovechamiento de caudales esporádicos han desaparecido casi por completo, sustituidos por infraestructuras avanzadas que permiten el desarrollo de un regadío permanente, e incluso representan una amenaza para la agricultura de vanguardia al destruir esas aguas ocasionales las costosas obras realizadas para el riego y desarrollo del cultivo. Así, mientras más se torna la producción agropecuaria en industria y negocio, es menos lo que perdura de la antigua actividad con la que el hombre habitaba en equilibrio con su tierra.

Los exiguos recursos de agua han favorecido un proceso de ocupación agrícola lento y prolongado, la escasa importancia de los espacios regados hasta los años setenta del siglo pasado contrasta con los regadíos intensivos, instalados en piedemontes y otros espacios favorecidos por una suave topografía, que dependen de acuíferos sobreexplotados.

Pero la escasez de recursos hídricos no va a ser un problema circunscrito a la praxis agrícola, sino que se descubrirá gradualmente como una cuestión amplia, diversificada y delicada. La nueva situación de gran parte de este territorio viene protagonizada por el desarrollo de infraestructuras dedicadas al turismo residencial, agrietando tensiones antiguas y haciendo emerger fuertes competencias tanto por los usos del suelo como por los recursos de agua disponibles.

Sin embargo, los ejemplos de gestión armónica de recursos de distinta procedencia, de origen antiguo y adaptados a  nuevas necesidades no faltan. Este es el caso del sistema estudiado por Gómez Espín. Próximo al núcleo de Puerto Lumbreras, situado junto al cauce de Nogalte, y más concretamente en el espacio comprendido entre el actual viaducto de la autovía A-7, que enlaza el Levante con el Sur peninsular, y el puente de la antigua Carretera Nacional 340, que une Murcia con Almería, existe un buen ejemplo de aprovechamiento integral del agua en el que se produce la integración de recursos superficiales, explotación de acuíferos profundos, el uso de aguas depuradas y alumbramiento de la escorrentía subsuperficial o aguas subálveas para riego de las explotaciones agrarias que se ubican en la Depresión Prelitoral murciana en su mayor parte.

En este tramo de la rambla, aguas arriba del badén que une los barrios de Puerto Lumbreras, el cauce aparece encajado con un espesor de gravas, cantos y arenas superior a los 8 metros, una anchura que supera los 120 metros y una longitud de 1,4 km. Entre estos depósitos que recubren el lecho se genera una circulación subsuperficial de agua incluso varios meses después de observar escorrentía en superficie. Desde hace más de 800 años existen en este lugar galerías filtrantes, conocidas también como qanat-s, foggara-s, kattara-s, viajes de agua y galerías con lumbreras —de ahí el nombre del núcleo—, con objeto de captar esas aguas subálveas. Entre éstas sobresale el llamado “Caño Viejo”, uniéndose más recientemente, pero hace ya más de un siglo, el sistema conocido como “Contracaño”, una presa enterrada-subálvea y una galería drenante adosada a ella, aguas arriba.

Toda esta combinación de aguas según origen e integración de usos —abrevadero, lavadero, movimiento de maquinaria de molinos y almazaras y, sobre todo, riego tradicional y de vanguardia gracias a su excepcional calidad— ha sido plasmada en este libro, tras un amplio trabajo de campo y labor de archivo, por el profesor José María Gómez Espín.

El libro se estructura en seis capítulos:

Un primer capítulo, "Introducción. Desarrollo del trabajo", está dedicado a las consideraciones iniciales, objeto del estudio y metodología. En este caso, el autor hace referencia a cómo se inició esta investigación, ya hace más de 12 años, gracias a unas anotaciones tomadas en la década de los ochenta del siglo pasado con motivo de las salidas de campo acompañando a la profesora Dña. Encarnación Gil Meseguer durante la realización de su Tesis Doctoral4. Además, las lecturas de otras obras, entre las que destaca la Tesis Doctoral del profesor Gil Olcina5 y un artículo de Llobet Reverter sobre los usos del suelo y la economía del agua en el espacio de Huércal-Overa (Almería)6, le llevaron a distintos análisis en los que se hablaba de la captación de aguas subálveas.

En el capítulo segundo se describe la cuenca de la rambla de Nogalte de forma exhaustiva, sus condiciones climáticas, hidrológicas, topográficas, geomorfológicos, etc. No se olvida el autor de relacionar los caracteres físicos con la ocupación humana, en un principio adaptada a dichos condicionantes y, de forma contemporánea, gracias al avance tecnológico, introduciendo nuevos usos del suelo haciendo frente a las condiciones adversas del medio.

El tercer capítulo, como bien indica su título, hace referencia a los "Aprovechamientos de aguas", a la "combinación de orígenes y usos". Desde este punto de vista se pueden distinguir dos sectores: la “extensa cabecera”, con una escasez de aprovechamientos —mínimos sectores de huerta tradicional dedicados al policultivo y localizados en los alrededores de los pequeños núcleos de población aprovechando fuentes y manantiales, derivando sus aguas mediante boqueras y pequeñas regaderas. Destacan también en esta zona el gran número de cortijos, la mayoría abandonados, que aprovechan las aguas de aljibes y que hablan de de un poblamiento disperso importante hasta mediados el siglo XX—, y la depresión prelitoral, con amplia transformación de los abanicos aluviales aprovechando esa combinación de aguas superficiales, subálveas y subterráneas.

Actualmente, existe un grave problema por sobreexplotación del acuífero del Alto Guadalentín, que ha traído consigo la reducción de caudales, profundización de los sondeos y deterioro de la calidad de las aguas. El aprovechamiento de residuales y transferencias de aguas es insuficiente para satisfacer las demandas existentes, por lo que estos exiguos recursos se han convertido en limitadores de la actividad económica, seleccionando los usos a los que dedicar el agua, con importantes inversiones en modernización de regadíos y desalobración, generándose propuestas de creación de un empleo fijo por cada 600 m3 empleados, caso de la vanguardista floricultura emplazada en esta zona.

En el capítulo cuarto se describe detalladamente el sistema del Caño y Contracaño como un modelo sostenible generador de recursos hídricos. Las galerías filtrantes más antiguas estaban construidas de piedra seca, permitiendo penetrar el agua por ellas, y sólo la base estaba recubierta de cal hidráulica, derivando el agua por gravedad hasta los Caños —Caño Viejo y Contracaño— y Balsa de Puerto Lumbreras. Éstas, de apenas 60 cm de anchura y 110 cm de alto, contaban con pozos verticales (lumbreras) a tramos regulares y estaban dispuestas en forma de “S” para aumentar la superficie de percolación.

Una ingente labor de archivo ha llevado al autor a poder especificar las dimensiones del “Caño Viejo”. En un plano de 1770 encontrado en el Fondo Cultural Espín (Lorca) y donde el motivo principal es dicho sistema hidráulico, formado por la galería con sus lumbreras (numeradas del 3 al 14), el caño-abrevadero (número 2) y una balsa (número 1), queda reflejado en la número ocho:

"Lumbrera sobre el caño viejo con tres palmos en cuadro de cal. Este caño tiene media vara y quatro dedos de ancho. Las paredes dos palmos de muro y una vara de altura y la cubierta es de losas y desde esta al piso de la rambla ay 23 pies de arena…

es de advertir que su obra sige del mismo modo asta su remate y las arenas con más o menos altura según el descenso de la otra rambla y sige su línea recta camino del Norte…"

De esta forma, el autor puede decir que la anchura sería de medio metro aproximadamente y su altura de 0,83 metros. La reconstrucción de su longitud, según este plano, ofrece un valor de 688 varas, es decir, unos 571 metros.

Según un documento de diciembre de 1837 encontrado también en dicho Fondo, sección 4, Legajo 1, número 1, cuaderno que acompañaba a un plano no localizado, el cierre entre la cañería y la colina se realizaba mediante una presa de cal y canto, seguramente con objeto de que no se desviasen las aguas por ese sector y que pudiesen ser captadas por las galerías. Este cuaderno, Cañería del Puerto de Lumbreras, hace referencia al Modo práctico de buscar las lumbreras. Algunos años más tarde se plantearía la construcción del “Contracaño”, combinación de una galería asociada a una presa subálvea que cortaría la circulación subsuperficial.

La presa, de forma trapezoidal, con más de 4 metros de ancha en su base, tiene una altura que supera los 6 metros. Adosada a ella y antepuesta a la dirección de las aguas queda una galería, también de cal y canto, de más de 1 metro de altura y 1,2 metros de espesor. La pared anterior de la galería, a unos 40 cm de su base presenta unos orificios conocidos como troneras, piqueras o mechinales, con una especie de filtro de piedra suelta con objeto de limpiar las aguas y que no se cieguen estos poros. En su vano interior, con forma cuadrada, la galería tiene 1,8 metros de altura y 0,8 metros de anchura, con seis lumbreras que se extienden a lo largo de toda la galería adosada a la presa. La galería tiene sus paredes interiores recubiertas de cal hidráulica, al igual que su base. El único espacio por donde penetra el agua subsuperficial de la capa saturada es por las mencionadas troneras.

Todas estas descripciones están ilustradas con excelentes figuras, croquis y fotografías.

En el capítulo quinto se explica el complejo proceso de gestión de esta agua, usuarios y propietarios desde tiempos islámicos. Las aguas claras y turbias de la rambla, junto con las alumbradas por las antiguas galerías con lumbreras pertenecían, inicialmente, al Común. Sin embargo, en el siglo XVII los principales hacendados, que hicieron una serie de obras en el denominado “Pozo-Fuente” de Lumbreras, se apropiaron de las aguas subsuperficiales y mantuvieron largos pleitos con la Ciudad de Lorca por el uso de las escorrentías superficiales.

A finales del XIX, a los hacendados usuarios de las galerías —Moncada, Guevara y Puxmarin— se unen aquellos que participan en la construcción del “Contracaño” —Foulquier, Mazón, Flores,…— constituyéndose en Comunidad de Propietarios de Aguas del Caño y Balsa de Lumbreras en 1926. Los procesos de compra-venta y herencia realizados desde entonces ponen de manifiesto la subdivisión de la propiedad.

En la gestión-administración de esta agua resalta la figura del “Repartidor”, encargado de distribuir el recurso y de fijar su precio, que varía en función del caudal alumbrado y de las demandas de los usuarios. El precio final del consumidor se compone de una parte que recibe el Repartidor por su trabajo, otra para la Comunidad de Propietarios para atender gastos comunes y una tercera para el propietario de la hora de agua. El propietario tiene preferencia para utilizarlas en sus haciendas, pudiendo entregar la fracción que desee para su venta.

El capítulo sexto contiene las conclusiones, en las que se muestra que este sistema de Caño y Contracaño desagua todo el vaso de embalse de las arenas y gravas de la rambla con una capacidad máxima de 160 l/seg, cifra ésta nada despreciable. Sólo cuando el sistema no funciona por fenómenos de cegamiento, o por un incremento de aguas subálveas que supera la capacidad de desagüe (alumbramiento), se produce una saturación, desaparece la capa seca, y las aguas afloran en superficie. La calidad de estas aguas filtradas en los depósitos de piedemonte y, sobre todo, de cauces como las ramblas del territorio murciano-almeriense, hace que se produzca una gran demanda por el uso de éstas para abastecimiento de personas y ganados, para movimiento de ingenios hidráulicos (molinos, almazaras, etc.) y para riego en ámbitos tradicionales y en agriculturas de vanguardia.

Este libro, cuidadosamente editado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, con gran calidad en las reproducciones de planos y demás figuras, es una obra de indiscutible interés y de gran utilidad para todos aquellos que deseen conocer las singulares formas de captación y aprovechamiento del agua en un medio árido como el Sureste de la Península Ibérica, donde las escasas e irregulares precipitaciones y las frecuentes sequías pluviométricas condicionan desde siempre el desarrollo socioeconómico de las poblaciones asentadas.

Con un claro enfoque cultural, esta investigación se preocupa por interpretar las relaciones entre el medio y el hombre en este territorio, por tanto, trata de enmarcarse dentro de los nuevos enfoques o corrientes de la denominada Geografía Cultural, aportando ideas para mejorar la interacción humana con los procesos naturales7. Al día de hoy, el paisaje está atravesando por diversos cambios, y este contacto del hombre con su versátil morada, tal como se manifiesta a través del paisaje cultural, es un campo de trabajo básico para el geógrafo, interesado en la importancia del lugar para el hombre y también en su continua transformación. Aquí se halla un volumen inagotable de hechos y una pluralidad de relaciones que brindan un recorrido de investigación que no necesita limitarse a los reducidos principios del racionalismo8.

En la actualidad, vivir por encima de nuestros medios se ha convertido en una virtud social, y el aumento de los beneficios en el objetivo de la sociedad. Las producciones están siendo aseguradas ante riesgos inconsiderados con el propósito de lograr usuras inmediatas, supliendo las tradicionales formas de vivir con la tierra. Parece conveniente, por tanto, practicar una ética bajo la cual el hombre, al ejercer las cualidades de sensatez y prudencia, pueda transferir a la posteridad una heredad en buenas condiciones9.

En esta obra geográfica-cultural se puede observar que temas como la relación entre el medio y los seres humanos, y la defensa de modos deproducción y formas de vida tradicionales más o menos en equilibrio con su entorno, mantienen una inusitada vigencia en los debates actuales en ciencias sociales.
 

Notas

1 Gil Olcina, 2004.  Capel, 2000

2 Rico y Sinobas y de Echegaray,  2003

3 Morales Gil, 1968/69 y 2001.


4 Gil Meseguer, 1987

5 Gil Olcina, 1967

6 Llobet Reverter, 1958

7 Olcina y Baños, 2004

8 Sauer, 1925

9 Sauer, 1956
 

Bibliografía

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GIL OLCINA, A. El Campo de Lorca. Estudio de geografía agraria. 2ª edición. Ayuntamiento de Lorca, 2004, 204 p. y 20 láminas.

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SAUER Carl O. Conferencia ofrecida en el Simposio El Papel del Hombre en el Cambio de la Faz de la Tierra, Princeton, New Jersey, 1956. Tomado de THOMAS, W. (ed.), 1956 (1967): Man’s Role in Changing the Face of the Earth, with the collaboration of Carl O. Sauer, Marston Bates and Lewis Mumford. The University of Chicago Press. Traducción de Guillermo Castro H., Panamá, 2004.

SAUER, Carl O. The morphology of landscape. University of California. Publications in Geography 2 (2) 1925. p. 19-54 (Reimpreso en AGNEW, J.; LIVINGSTONE, D. N.; ROGERS, A. (eds.) (1996). Human Geography: An essential anthology. Oxford: Blackwell, p. 296-315).
 

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Ficha bibliográfica
 
GARCÍA MARÍN, R. Gómez Espín, J. Mª. Aprovechamiento Integral del Agua en la Rambla de Nogalte (Puerto Lumbreras-Murcia). Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XI, nº 681, 15 de octubre de 2006. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-681.htm>. [ISSN 1138-9796].


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