Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía
y Ciencias Sociales. |
CACOPARDO, A. (ed.), BARTOLUCCI, Mónica I., MANTOBANI, José
María, NÚÑEZ, Ana E., PASTORIZA, Elisa M., SÁEZ,
Javier A., ZUPPA, Graciela I. Mar del Plata, ciudad e historia. Apuestas
entre dos horizontes. Madrid/Buenos Aires: Universidad Nacional de
Mar del Plata, Alianza Editorial, 1997, 309 p. [ISBN 950-40-0155-6]
Carmen Gil de Arriba
La ciudad de Mar del Plata y sus múltiples dimensiones espaciales,
culturales e históricas constituyen el objeto de estudio de este
libro, cuyos autores son tres arquitectos, un geógrafo y tres historiadoras,
todos ellos pertenecientes al Centro de Estudios Históricos Arquitectónico-Urbanos
de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de
Mar del Plata (UNMDP), en Argentina.
Iniciar este comentario recensional haciendo hincapié en la composición
mixta del equipo de investigadores (dirigidos por Fernando A. Cacopardo)
no es, por nuestra parte, un simple pretexto retórico. Por el contrario,
pensamos que todo el trabajo en sí se halla impulsado por el reconocimiento,
teórico y práctico, que desde un principio hacen los autores
de la conveniencia de abordar la ciudad desde un punto de vista transdisciplinario.
Esta opción intelectual y el esfuerzo meritorio realizado para su
aplicación resultan, a nuestro entender, pieza determinante en la
comprensión y posterior apreciación de la obra.
Así, en primer lugar, cabe destacar el previo intercambio de ideas
y el deseo de plantear (ya a partir de 1993, fecha de constitución
del grupo) un marco mutuo de discusión sobre la historia cultural
de Mar del Plata. Como veremos más tarde al referirnos a cada uno
de los capítulos del libro, esta labor, efectuada a lo largo de
varios años, logra fructificar en el registro y sondeo de cuestiones
urbanas bastante más específicas.
En el mismo sentido, nos parece que la originalidad y el interés
de esta labor colectiva se encuentran, no tanto en la problemática
planteada (los estudios sobre la ciudad y de historia urbana), como, sobre
todo, en la forma de abordarla, hasta hoy en día relativamente infrecuente,
dentro del ámbito lingüístico español y latinoamericano,
que tomamos como primera referencia. No en vano, los autores se preocupan
de recoger influencias, entre las que se encuentra la de varias de las
generaciones de l'École des Annales (desde J.Le Goff a R.Chartier),
para testimoniar de la utilidad de establer relaciones entre disciplinas
diversas, como la historia y la antropología. También los
trabajos de R.Williams, C.Ginzburg, J.Revel, P.Bordieu o A.Corbin entre
otros, aportan orientaciones teóricas y metodológicas.
Todo este importante bagaje conceptual conduce a plantear cada uno de los
trabajos individuales en torno a dos grandes apartados temáticos:
el de los grupos sociales protagonistas, y el de lo que los propios autores
denominan, recogiendo la ascendencia de historiadores y sociólogos,
artefactos u objetos culturales, materiales o textuales. A su vez, ambos
aspectos (el de los actores sociales y el de los elementos culturales (son
considerados como formando parte de un proceso indisoluble: el de la construcción
de las representaciones simbólicas, relativas al espacio urbano.
Haciendo un inciso valorativo, diremos que coincidimos plenamente con este
enfoque, al que por nuestra parte relacionamos con la noción de
construcción social de la realidad, de la que P.Berger y T.Luckmann
(1), representantes del interaccionismo simbólico,
pueden considerarse los difusores. De tal manera, su utilización
nos parece fundamental, sobre todo cuando lo que se pretende es su aplicación
en trabajos empíricos, como sucede en este caso.
Al menos, no parece ser del todo una coincidencia el que, por razones diversas,
científicas o editoriales, las versiones españolas de las
dos obras más representativas de esta corriente de pensamiento,
el interaccionismo simbólico, a la que hacemos referencia (la de
Schutz y la de Berger y Luckman) fueran también publicadas en Argentina
Centrándonos ahora ya en lo que respecta a los contenidos del libro,
como motivo determinante se encuentra el origen y la evolución de
la ciudad balnearia (lo que en el capítulo introductorio se llaman
las cuatro fundaciones sucesivas que Mar del Plata tuvo a lo largo de menos
de cien años), pasando de ser lugar de disfrute privilegiado para
unas minorías de propietarios, a convertirse, más tarde tras
una progresiva democratización de usos y costumbres, en sitio de
afluencia masiva. Así, en el primer capítulo, la cuestión
central abordada por J.M. Mantobani es la aparición de los asentamientos
balnearios y la rápida difusión del modelo de urbanización
que éstos instauran.
A continuación, F.A. Cacopardo retoma la redacción para tratar
las representaciones históricas bipolares de la ciudad: la propia
de sectores populares, como los pescadores, y la que elaboran y difunden
las élites de bañistas, nuevos usuarios del espacio.
Más adelante, es E. Pastoriza quien reflexiona sobre las prácticas
de sociabilidad y sobre las relaciones mantenidas entre los distintos grupos
sociales: el saludo, la mirada, la manera de ir vestidos y otras. Prácticas
que trascienden de unos a otros, entremezclando en la forma el ser y el
parecer.
Por su parte, el primer hipódromo de Mar del Plata, creado en 1907,
sirve a A. Núñez para analizar los vínculos, evidentes
o larvados, que se van trazando entre los individuos, las instituciones
y los poderes municipales, a lo largo del proceso de desarrollo urbano
y territorial.
G.I. Zuppa aborda otro elemento de la cultura material de Mar del Planta,
como es la historia de las plazas y su papel en el proceso de definición
de los lugares públicos de la ciudad. A su vez, M. Bartolucci observa
el cometido de asimilación social que cumple el acceso a la propiedad
y a la vivienda por parte de sectores populares de inmigrantes. Por último,
J.A. Sáez analiza un tipo específico de vivienda, la denominada
estilo Mar del Plata, asimilada por distintos grupos sociales.
Igualmente, cabe resaltar cómo otra prueba evidente del carácter
interdisciplinario de los trabajos es el uso de una gama variada de fuentes,
entre las que se encuentran tanto discusiones legislativas, como fotografías,
cartografía, fuentes literarias, fuentes notariales o incluso algunos
archivos privados a los que han podido acceder los autores.
Ya para concluir, la lectura de este libro resulta también interesante
por las semejanzas y parecidos que pueden encontrarse entre Mar del Planta
y otras ciudades, que durante las décadas finales del siglo XIX
y los primeros años del XX conocen procesos similares, no sólo
en Argentina o diversos países de América Latina, sino también
y sobre todo en Europa. Tal es el caso de Francia, España, Portugal
o Italia y algunos otros.
En esta dirección, estimamos que queda sobradamente cumplido el
deseo de enriquecimiento intelectual recíproco, que ya los autores
se planteaban al comprometerse en el estudio de la construcción
de la memoria urbana. Ello es así porque, por un lado, consiguen
desentramar con éxito los lazos sutiles creados entre lo material,
lo social y lo simbólico para constituir las representaciones del
espacio marplatense. Por otro, por cuanto que su aportación nos
incita a descubrir, o nos sirve para recordar, circunstancias y situaciones
afines, en otras ciudades histórica y geográficamente distintas.
Así, el libro Mar del Plata ciudad e historia, aunque relativo a
un ámbito espacial muy concreto, invita también a emprender
o a retomar otros estudios y lecturas posibles, sobre otras ciudades litorales
y otros pasados balnearios.
Notas
1. P.Berger y T.Luckman: La construcción
social de la realidad. Buenos Aires, Amorrortu, 1991, 233 pp. (primera
edición en castellano: 1968, primera edición en ingles: The
Social Construction of Reality, 1966). Aunque, para ser más precisos,
deberíamos remontarnos a la obra de A. Schutz: El problema de la
realidad social, Buenos Aires, Amorrortu, 1974, 175 pp., de quien los dos
primeros fueron discípulos en los años 40, en Estados Unidos.
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