Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796.
Depósito Legal: B. 21.742-98
Vol. XII, nº 718, 20 de abril de 2007

MEMÓRIES DE LA FAMILIA LLETGET LÓPEZ (1872 - 1942)

Isabel Lletget López

ÍNDICE

El interés de unas memorias familiares Jerónimo Bouza
Pròleg
.Carles Bonet i Lletget

Introducció
I. Innocenci López Bernagossi
Parodia de un Diario de Barcelona
Un tros de paper
Lo noy de la mare
La Rambla
Lo Somatent

Las Barras Catalanas
La Campana de Gràcia
El Tiburón
Lo Xanguet

¡¡La Tàbola!!

Lo Foraster

La Tomasa
L’Esquella de la Torratxa

II. Antoni López Benturas
La Llibreria Espanyola
III. Antoni López Llausàs

La Llibreria Catalònia
Revistes
D’ací i d’allà
IV. Guillem López Ventura

Regidor de Barcelona
Memòria de la seva actuació pública
V. Josep Lletget Sardà
VI. Víctor Lletget Aleña

VII. M. Teresa López Tugas

VIII.Carlos Lletget López

Nota de la Redacción: la versión ilustrada e imprimible de este trabajo se encuentra en la dirección: http://www.ub.es/geocrit/b3w-718.pdf


Palabras clave: Llibreria Catalònia, revistas políticas, prensa escrita catalana (siglos XIX-XX)

Key words: Llibreria Catalònia, political magazines, Catalan printed press (19th-20th Centuries)


El interés de unas memorias familiares
Jerónimo Bouza

Se ha insistido mucho en la importancia que, en esta época de cambios profundos y generalizados, tiene el hecho de recoger y dejar constancia de todo lo que puedan ofrecernos aquellas personas que mantienen vivo el recuerdo de la actividad –cultural, económica, social- del entorno familiar en que desarrollaron las primeras etapas de su vida.

En las dos últimas décadas se ha acelerado de forma muy evidente este proceso de cambio, de manera que los más jóvenes desconocen ya por completo muchas de las pautas de conducta que, para los que sobrepasamos los cincuenta años, resultaban familiares. Todo cuanto afecta al ámbito rural –no digamos ya al trabajo agrícola tradicional- ha quedado sepultado bajo una ignorancia global que ha conducido no sólo al desconocimiento del origen de los productos agrarios –seguramente “fabricados” en unas enormes naves de plástico situadas en las afueras de los pueblos- sino también a la catalogación de todo el territorio no urbano simplemente como urbanizable, desprendiéndolo de otros valores que, al perder su vigencia, lo dejan a merced de actuaciones especulativas o destructivas.

Este manto de olvido ha caído también sobre las ciudades, especialmente sobre las que tuvieron un importante desarrollo industrial. Las huellas de este pasado están sufriendo un proceso de reconversión, cruelmente destructivo, que más que adaptación a nuevas necesidades representa una reconstrucción de nueva planta. El caso del Poble Nou de Barcelona es un triste paradigma de este proceso. Y como a la destrucción física de las fábricas se une el cambio cualitativo en los procesos de producción industrial dentro de unas nuevas formas de organización económica, la memoria de la tradición fabril desarrollada a partir de la Revolución Industrial habrá quedado borrada de nuestras ciudades en pocos años.

Estos cambios tienen lógicamente su reflejo en el uso del leguaje. La pérdida de todo aquel rico vocabulario y formas de expresión inherentes al mundo rural, artesanal o industrial, dificulta enormemente la interpretación de los comportamientos sociales del pasado y hace imposible el disfrute de numerosas manifestaciones artísticas, hasta el límite de volverlas casi ininteligibles.

Hay alguna actividad, sin embargo, que, con más de dos siglos de ejercicio, sigue despertando el interés de los jóvenes. Nos estamos refiriendo a la prensa escrita. Es cierto que poco tienen que ver el proceso de producción o las formas de distribución de un periódico en nuestros dias con lo que se hacía cien años atrás, pero siguen vigentes, tan vigentes como siempre, su capacidad de atracción, su poder de influencia en la opinión pública y otros aspectos referentes a la propiedad, el talante o los objetivos de la prensa, de cada uno de los periódicos. Un periódico es siempre el reflejo de la sociedad en que se produce o de una parte de ella, parte de más importancia cuanto mayor sea la del propio periódico.

Los cambios de los que hablábamos más arriba comenzaron a acelerarse en el segundo tercio del siglo XIX. Y aunque desde nuestra perspectiva nos parezca que esa aceleración era mínima, en su época se vivió como un auténtico “vértigo”, pues no debemos olvidar la situación de partida, la velocidad de cambio inicial, que hasta aquellos momentos era mucho más lenta, muy difícil de apreciar a simple vista. La existencia toda de una persona –bien es verdad que se vivía menos años- se desarrollaba sin que se hubieran producido cambios drásticos en las formas de vida: al morir, dejaba su mundo más o menos igual a como se lo había encontrado.

Los periódicos dejaron constancia de la transformación de las costumbres -fueron el medio esencial de su difusión- y la evolución de las ideas en todos los ámbitos del pensamiento. La libertad era un bien escaso y de muy difícil ejercicio, singularmente cuando los frutos de esa libertad constituían un peligro para el poder político o una subversión del orden social. La toma de conciencia de la propia situación por parte de las clases populares y de las pujantes clases medias, o la introducción de nuevas ideas que contribuyeran a afinar el análisis de esa situación, representaban una seria amenaza para la persistencia de las clases dominantes en el poder. Por eso, allí donde la expresión libre encontraba muchas dificultades, el recurso al humor y la sátira vino a llenar ese vacío y gozó del favor de los lectores.

En este contexto, el papel de las creaciones periodísticas y editoriales del siglo XIX, ofrece gran interés. Y entre todas ellas, merecen atención especial y detenido estudio las iniciativas llevadas a cabo, durante setenta años, por tres generaciones de la familia López, siempre muy arriesgadas desde el punto de vista empresarial y comercial, artísticamente innovadoras y no exentas de peligro, conocido su compromiso democrático, en las muy diversas situaciones social o políticamente conflictivas que les tocó vivir.

Su influencia, tanto en lo que se refiere a la crítica política, literaria y artística, cuanto a la difusión del pensamiento republicano y laico, es de capital importancia –a menudo ignorada- para la cultura catalana. Como importantísima fue su contribución, y su compromiso desde el primer momento, a la normalización y generalización del uso de la lengua catalana; además de las numerosísimas publicaciones periódicas, la Llibreria Catalònia y las colecciones de Biblioteca Catalònia –más tarde Editorial Selecta -, Biblioteca Literària,   Quaderns Blaus o Biblioteca Univers fueron fundamentales en este sentido. La tarea editorial de los López continuó, durante el exilio en Buenos Aires tras la Guerra civil, con la Editorial Sudamericana, que López Llausàs fundó y dirigió durante muchos años. Recientes reportajes en el suplemento Culturas de La Vanguardia vienen a recordarnos la trayectoria de esta aventura empresarial. Uno firmado por Julià Guillamon, del 25 de octubre de 2006 y otro, de Daniel Vázquez Sallés del 18 de abril de 2007. Ambos iniciden en la aventura americana y en el papel que desempeñó la Llibreria Catalònia en la recuperación del Día del Libro.

Hay muchas maneras de abordar la elaboración de la historia de una empresa como la llevada a cabo por la familia López. En ocasiones se ha hecho con carácter parcial o enfocada a producciones, temas o aspectos parciales de su actividad: con mayor o menor profundidad, se han publicado estudios y artículos sobre, La Campana de Gràcia o L'Esquella de la Torratxa e incluso una tesis doctoral sobre D'ací i d'allà, y se han catalogado y citado todas las publicaciones realizadas. Pero el trabajo que hoy presentamos tiene un carácter diferente; es una visión de la familia y de la empresa desde dentro: los recuerdos, personales y familiares, recogidos y atesorados por la que era el miembro más joven de la familia: Isabel Lletget López. Una visión que, sin dejar de constatar clara y documentadamente –hay detrás una intensa investigación en la hemeroteca del Archivo Histórico de la Ciudad- el interés extraordinario de cada una de las obras realizadas, nos acerca –dulce, entrañable o críticamente- a los personajes de esta historia, y nos los presenta allí donde más espontánea, veraz o nítidamente se manifiestan: en familia o entre amigos.

Nos parece muy pertinente, en fin, poner al alcance de las personas interesadas esta sugestiva visión de una familia y una empresa que participaron de forma intensa y activa en la construcción de la historia de Barcelona y de la cultura catalana.

Como este trabajo, en su origen, no fue hecho para ser publicado, podrán encontrarse aspectos que no responden al patrón de un trabajo académico. Las modificaciones hechas sobre el manuscrito original para su publicación, han sido mínimas y sin ninguna significación. Se ha optado por no añadir notas ni más comentarios que los originariamente escritos para darle el carácter de fuente documental, a partir de la cual pueden y deben realizarse investigaciones académicas que vayan completando la historia. No es otro el objetivo de la autora y de esta revista al darlo a la luz pública.

El texto de Isabel Lletget López está dividido en una introducción y ocho capítulos de extensión desigual, cada uno articulado en torno a un personaje de la familia. No falta nunca la descripción del personaje, pero se concede mayor peso a su obra y al estudio, con frecuencia minucioso, del entorno en que fue realizada.

López Bernagossi, López Benturas y López Llausàs, abuelo, hijo y nieto, llenan, con su personalidad, sus obras y sus colaboradores y amigos –a veces también sus adversarios- las intensas páginas de los tres primeros capítulos; en conjunto, ofrecen una visión completa de su gran aventura editorial, que fue, quizás, la de mayor envergadura que se haya producido en Barcelona.

Los dos capítulos siguientes, IV y V, tienen un marcado contenido político. A la ya conocida tradición liberal y republicana de los López, se une la de la familia Lletget, que cuenta entre sus antecesores más notables a Tomàs Lletget y Caylà, médico de baños, diputado a Cortes y activo agitador cultural y político en la época del Sexenio y la Restauración.

Los tres últimos capítulos, dedicados a los padres y hermano de la autora, nos acercan al ambiente social y cultural de una “família benestant” durante los turbulentos años inmediatos a la guerra civil.

Finalmente, nos resta señalar que la versión para imprimir, en formato PDF, contiene una colección de fotos, procedentes del archivo familiar de la autora, insertadas en el texto.


Pròleg
Carles Bonet i Lletget

Quan la meva mare anuncià que havia completat la recopilació d’una sèrie de records més o menys fragmentats de la història de la seva família –era la més petita de quatre germans i per tant resultà l’autèntica observadora del seu entorn-, els meus germans i jo mateix vam quedar admirats, encuriosits i potser també alleujats. La havíem vista amunt i avall amb papers i documents, visites a l’hemeroteca i tràfec d’escriptures i esborranys durant un parell d’anys, compaginant feixugament tot això amb les tasques inacabables de mestressa de casa, de vigilanta i curadora de fills i néts. Llavors ens presentà un manuscripte de més de dues-centes pàgines farcit de fotografies, fotocòpies de documents i il·lustracions, retalls de diaris i anexes, suplements i gravats.

El manuscripte però, que ingènuament s’hagués pogut presumir com a casolà i endogàmic agafava, en llegir-lo, una dimensió extraordinàriament historicista de la que de la nostra família n’era de fet –tot i el seu interès particular- un fil conductor. S’entrava directament a un món màgic en el que es revivia la Barcelona que va de finals del segle XIX a mitjans del XX, amb una esplendor de detalls que mai no es troba en els llibres convencionals de història. Com d’un estany d’aigües mortes sorgien tot d’una els personatges vius, arreuxats, plens de inquietuts, entranyables, dels que nosaltres provenim. Eren els nostres avant-passats recents, la nostra família oblidada tant representativa de les èpoques que els tocà viure. Els lectors d’aquest text trobareu en aquests personatges enormes similituts amb els de les vostres pròpies famílies. Perquè tots són a l’hora locals i universals.

La de llavors era una Barcelona que començava a ser socialment conscient, plena de activa creativitat, amb una vida cultural i política vivíssima, modernista, catalanista, farcida de petites anècdotes que finalment són les que acaben conformant la memòria individual de les coses. I així en aquest text hi trobarem moments tan divertits com quan el besavi Josep Lletget, diputat en Corts i articulista de La Publicitat, surt al balcó de la redacció de Les Rambles amb dues pistoles a les mans disposat a disparar-li a Alejandro Lerroux -que havia organitzat una manifestació que havia de passar pel davant per la qual cosa Lletget considerava que l’havia traït-, o tan dramàtics com quan el besavi Guillem López, metge, tinent d’alcalde, melòman destacat, la nit del 7 de Novembre de 1893 al Liceu, es present a la representació de l’òpera Guillem Tell de Rossini –sense la seva filla Teresa que es troba al llit amb grip-, i esclata la bomba unes files més enrera i ell assisteix els primers ferits.

I així serem espectadors embadalits del desplegament de la “Saga dels López”, editors i llibreters durant quatre generacions, catalanistes, republicans federals de pedra picada amb gran consciència social que donaren, mitjançant les seves innumerables publicacions, un permanent escac de crítica punyent a les administracions de torn. I ens assabentarem de com foren els inicis de la propaganda comercial moderna, del ambient de les rebotigues del temps, de quines composicions tenien els distins consistoris de Barcelona o de com es fundà la Llibreria Catalònia. Apareixeran, ací i allà, els personatges: Rusiñol, Planas, Junoy, Artís, Pujols, Llanas, Cambó, Riba, Pla, Rovira i Virgili, Ruyra, Fabra, Sagarra…Un document que de llarg ultrapassa l’interès familiar; que amb un estil narratiu clar i directe esdevé una crònica social de sorprenent nivell literari.

Que ho disfruteu! Sarrià, tardor de 2006


Introducció

Sé que no sé escriure, valgui la redundància. No vaig tenir la immensa sort de poder estudiar, com m’hauria agradat tant. Jo, que sempre he desaconsellat als meus fills i néts que siguin autodidactes, perquè considero que tot ofici, professió, carrera, etc., necessita uns coneixements ensenyats per experts, he hagut de ser autodidacte a la pura força. Llegint i escrivint sobre les coses que m’han interessat he aconseguit tenir uns pocs coneixements, res més. No domino la meva pròpia llengua, el català, pel que deia abans, per la falta d’estudis i també per culpa de “l’infame general”. Segurament en aquests escrits he comès quantitat d’errors; espero que els prengueu amb benevolència (els escrits i els errors). Per altra banda, aquesta narració, que fa memòria de la meva família, no té, per descomptat, cap pretensió literària, com podeu molt bé veure. Solament pretenc que els meus fills sàpiguen allò de “d’on venim, qui som i on anem”, només això. He procurat esbrinar d’on venim i qui som; on anem, perdoneu, ja no he pogut esbrinar-ho.

Feia temps que desitjava escriure la petita història dels meus, i precisament per manca de temps no podia. Sentia que era com un deure que tenia envers ells. Era trist, almenys per a mi, que tot el nostre passat quedés en un gran oblit... i vaig començar a recordar... Val a dir, però, que no ha estat tan difícil com temia. A mesura que anava escrivint se m’acostaven els records, s’amuntegaven, però, per no fer-me pesada, n’he fet un resum que crec que us servirà per conèixer una mica els nostres avantpassats. Les dades històriques i els meus records es troben barrejats. M’ha semblat que seria més distret fer-ho així; veurem si ho hauré encertar.

Els records, això sí, m’han servit per retrobar-me, d’alguna manera i amb una certa tristor, amb els meus pares. En perdre’ls tan jove –tenia dinou anys quan va morir el pare i vint-i-tres quan va morir la mare- el pas del temps els havia convertit en ombres, ombres estimades. No hi ha hagut nit de la meva vida en què no hagi pensat en ells, en què no els faci un petó i imagini com hauríem estat de feliços tots junts molt anys. Vaig tenir poc temps per estimar-los. També penso com els hauria agradat conèixer els seus néts i la gran família que entre les tres germanes hem format. Crec que recordant-los i fent que vosaltres els conegueu una mica, d’alguna manera els ha fet viure una altra vegada.Durant els dies en què he escrit sobre les seves vides i al llarg del temps en què vosaltres llegireu el que he escrit, serà com si estiguessin al nostre costat, al costat de la seva família.Per la meva part, he enyorat molt sentir-me estimada i protegida pels pares més anys dels que vaig poder viure al seu costat. M´he trobat una mica sola enfront del món. Però no tot ha estat dolent. Em vaig casar jove i enamorada, i el marit i els fills van pal·liar aquesta soledat.

Els records també m’han servit per retrobar-me amb alguns del meus avantpassats, els que vaig conèixer, pocs, i reviure una mica la meva infantesa, que va ser molt feliç. La meva joventut, marcada per la “guerra incivil” 1936-1939 i, de retruc, per la Segona Guerra Mundial 1939-1945, ja va ser tota una altra cosa. Quan hi penso m’esgarrifo. Com anàvem pel món, la joventut dels meus temps! Jo vaig començar a treballar als catorze anys a la Warner Bross (que era una de les empreses més potents en el món del cinema), primer de telefonista i després ja vaig passar a les oficines. Hi vaig treballar quasi vuit anys, fins que en vaig casar. El meu cunyat, Eduard Visay, també hi treballava i va ser a través d’ell que hi vaig entrar. Ell i jo vam haver de mentir dient que tenia quinze anys perquè amb catorze no m’haurien donat la feina. Per a mi va ser la primera gran mentida de la meva vida i em va impressionar molt. Ja de més gran sempre m’ha costat dir mentides, potser traumatitzada –com diuen ara- per la primera que vaig dir als meus catorze anys.Sense cap mena de preparació i sense saber res de res, em vaig plantar en una oficina on treballaven 29 ó 30 homes, casats i solters, i solament quinze noies tan inexpertes com jo.

Amb això no vull dir, no de bon tros, que haguéssim de tenir por dels homes, no eren pas unes feres, però sí que algunes vagades, potser massa, et trobaves en situacions força desagradables i que havies de resoldre, amb la teva inexperiència, per tu mateixa, com podies, ja que no era possible dir gaire cosa perquè hi havia l’agreujant que, segons les circumstàncies, et podien tirar al carrer sense dret a cap reclamació. L’acomiadament era lliure. Més endavant ja es van anar formant sindicats (per cert que el de la cinematografia va ser dels primers), però tampoc no eren de gran ajuda en aquests casos; més aviat quedava mal vista o malparada la que presentava alguna queixa. En aquell temps hi havia un masclisme ferotge. De tot plegat en vaig treure moltes experiències i vaig aprendre molt a conèixer la gent i les seves reaccions. La meva estada a la Warner també em va permetre relacionar-me amb excel·lents persones que encara de vegades, després de tants anys, recordo.

Durant la guerra, gairebé sempre anava a la Warner caminant; de vegades no hi havia electricitat perquè funcionessin els tramvies i quan funcionaven no tenia cèntims per a utilitzar-los. Així doncs, baixava tota l’avinguda República Argentina, plaça Lesseps, carrer Gran de Gràcia, passeig de Gràcia, fins al xamfrà del carrer Mallorca, on estava situada la Warner Bross. Vaig passar pànic força vegades quan, a mig camí, sonaven les sirenes avisant que hi havia perill de bombardeig. Se sentia una veu que ressonava pertot dient als ciutadans que anessin als refugis si en tenien algun a prop –el metro, per exemple-; si no eres a la vora d’una boca de metro, recomanava que et fiquessis a l’entrada de la casa més pròxima.Jo corria, com tothom, a refugiar-me, i mentre estava dins d’alguna porteria o al metro passava molta por sentint com queien les bombes i pensava que si quedava allà ferida no em trobarien mai, ja que la família no podria saber on era exactament. Es passava malament i hi havia gent que es posava histèrica. Al cap d’una estona, de vegades llarga, es tornava a sentir l’altaveu que deia: “Ciutadans, ja ha passat el perill; podeu retornar a les vostres llars”.

A les nits, les andanes del metro servien de dormitori, amb matalassos per terra, per a les persones que temien que les bombes caiguessin sense previ avís.

Bé, acabo. Com ja he dit la meva joventut va ser tota una altra cosa que potser donaria lloc a tota una altra història. No patiu, però, que no la contaré; si ho fes i expliqués tot el que he viscut en tots el anys de la meva vida, de bo i de dolent, i fins i tot d’extraordinari, potser no us ho creuríeu.La petita història de la meva família la començaré, doncs, pel meu besavi, Innocenci López Bernagossi (1829-1895), que és evident que no vaig conèixer, i continuaré amb la resta de la família.

Dels meus avis, només en vaig conèixer un, l’avi Guillem López Ventura (“Babu” per als seus néts), pare de la meva mare. L’avi Josep Lletget Sardà (“Ico” per als seus néts) no el vaig conèixer. De les àvies, Antònia Tugas (“Baba” per als seus néts), mare de la meva mare, i Teresa Aleñà (“Ica” per als seus néts), mare del meu pare, com aquell qui diu no en sé quasi res, per no dir res en absolut. Pel poc que he pogut deduir van ser unes dones anònimes, com tantes n’hi ha hagut i n’hi ha encara, que van viure a l’ombra dels seus marits, més o menys famosos, i això sí, bones “mestresses de sa casa” i excel·lents mares de família. En aquells temps, amb això ja n’hi havia prou.

Generalment, les besàvies, les àvies i també algunes mares, en aquella època es perdien en la nit del temps (en èpoques més actuals també se’n perden algunes).Encara que sembli increïble, ni les meves germanes ni jo –soc la petita- no ens recordàvem gaire ni dels seus noms. Potser que això es justifiqui una mica perquè sempre les anomenàvem “Baba” i “Ica”. Elles, les àvies, no han passat a la història ni figuren en cap llibre ni en cap diari de les hemeroteques. D’elles i de l’avi Josep no en tinc, doncs, cap record personal ja que, com he dit, quan jo vaig néixer ells ja havien mort. Morien més joves, aleshores, els avis.Per saber quelcom de les vides dels avis Guillem i Josep m’han ajudat molt les meves anades a l’hemeroteca de Catalunya, situada al costat de la catedral, a la Casa de l’Ardiaca.

Hi he passat moltes estones (menys de les que caldria), regirant i llegint diaris antics i n’he tret profit.També m’he informat molt en els llibres “Historia de la Premsa catalana” i “L’Ajuntament a primers de segle”. Joan Torrent, autor junt amb Rafael Tassis d’aquella història de la premsa, em va regalar la seva obra, de dos volums, amb una amable dedicatòria: “A la distingida Sra. Isabel Lletget, admiradora de la nostra premsa. Ben atentament”. Li vaig agrair molt la gentilesa. Ell sabia que en aquests llibres sortia bona part de la història del meu besavi I. L. Bernagossi, i d’alguns del seus descendents.Alfred Pérez-Bastardas, net d’Albert Bastardas i Sanpere, primer alcalde popular de Barcelona, fruit de les eleccions municipals de l’any 1903, i autor de “L’Ajuntament de Barcelona a primers de segle”, també em va regalar el seu llibre dedicat. Jo no coneixia ni l’obra ni el seu autor i em va sorprendre agradablement. Alfred Pérez-Bastardas estava empleat a “la Caixa” de Sarrià; un dia, com altres, en què hi vaig anar, en arribar a la finestreta em va atendre ell i em va preguntar: “Vostè és Isabel Lletget López, neta de Guillem López Ventura?” En dir-li que sí, em va explicat que ell havia escrit el llibre en record del seu avi i pensava que segurament a mi m’agradaria conèixer aquella faceta de polític del meu (l’avi Guillem era metge cirurgià i més tard polític). Amb aquesta senzillesa he pogut anar descabdellant la troca i m’he assabentat més de la història del “Babu”, que sols coneixia vagament. Així va començar tot.No sé si us cansaran les cròniques dels parlaments de l’Ajuntament de Barcelona, del qual formava part el meu avi, Guillem López, primer com a regidor i després com a tinent d’alcalde, i les ressenyes del Parlament de Madrid, on era diputat i parlamentari l’avi Josep Lletget. Jo les he transcrit (no totes, ni de bon tros), perquè he cregut que us agradaria saber com pensaven. No disposo d’altres mitjans perquè els conegueu, exceptuant els pocs records personals que guardo de l’avi Guillem. Així doncs, espero que no us cansi llegir-les. Si més no crec que algunes tenen, fins i tot, quelcom de pintoresc i anecdòtic, sempre pensant que aquelles paraules foren pronunciades fa noranta anys.

I. Innocenci López Bernagossi

És evident que no vaig conèixer el meu besavi Innocenci i, per tant, no en tinc records personals. Crec, però, que la seva dilatada vida com a editor, llibreter, revolucionari i catalanista, que intentaré explicar en aquests escrits, servirà perquè el conegueu bastant bé tots plegats. Fou un personatge molt popular i pintoresc del seu temps.

Fou fundador de la famosa L’Esquella de la Torratxa, una de les publicacions més importants que ha sortit en català i una de les que més va contribuir a fer que el gran públic aprengués de llegir i d’escriure en la nostra llengua, tot i que aleshores no existia encara el diccionari Fabra.

L’Esquella de la Torratxa va néixer el 6 de maig de 1872 i va morir el 6 de gener de 1939, amb el número 3.097. Tres mil noranta-set números –a part dels vuit de les dues primeres èpoques- converteixen L’Esquella de la Torratxa en el setmanari de més llarga durada de totes les publicacions catalanes, i fan de la seva col·lecció un document d’una vàlua extraordinària, una veritable història de 70 anys de vida catalana.

El meu besavi, Innocenci López Bernagossi, en política militava en el camp republicà. Editor i llibreter, el 1855 fundà la Llibreria Española, primer al carrer Ample i després, el 1863, es traslladà a la Rambla del Mig número 20, des d’on projectà setmanaris i col·leccions populars que tingueren una gran irradiació. De totes les seves publicacions, sens dubte les de més èxit i durada foren L’Esquella de la Torratxa i La Campana de Gràcia.

D’idees republicanes, com ja he dit, prengué part en la Revolució de Setembre del 1868 i fou membre de la Junta Revolucionària de Barcelona.

La revolta de setembre de 1868 fou un moviment revolucionari que tingué lloc per foragitar del tron espanyol Isabel II i obrí un període de llibertats democràtiques durant el qual irrompen en la vida política i amb programes propis, el moviment obrer i la petita burgesia. S’accentuaren encara més les diferències de ritme polític i social entre Catalunya i la resta de l’Estat i s’establí, de fet, una situació de doble capitalitat entre Madrid i Barcelona que es manifestaria tot al llarg del sexenni (1868-1874) revolucionari.

Quan es produïa a Barcelona alguna revolta, manifestació, etc., circulava la notícia pel carrer formulada d’aquesta manera: “Ja han agafat en López!” i això significava que la cosa marxava. En 1873 el meu besavi fou nomenat director general de Correus a l’illa de Cuba.

El periodisme d’humor i de sàtira política –tan important a casa nostra- tingué en la persona d’Innocenci López Bernagossi un del seus més ferms puntals. Durant la segona meitat del segle XIX, des de la seva Llibreria Espanyola, Rambla del Mig o del Centre, número 20, costat per costat de l’Hotel Oriente, petita com un cop de puny, portà en renou tot Barcelona. Enfuriats o enriolats, segons fossin les seves idees o situacions particulars, els barcelonins no deixaven passar setmana sense comentar els dibuixos i acudits de les publicacions “d’en López”. Mogut pel seu republicanisme abrandat i menjacapellans, però de noble idealisme, connectà amb menestrals i gent treballadora. Utilitzant un llenguatge eminentment gràfic, que entrava pels ulls, feia interessar-se per les seves publicacions fins el que no sabien de lletra, i aconseguí que arribessin a les masses, amb la deguda eficàcia, moltes idees de progrés i de reivindicació social que llavors naixien.

Per molt poc preu –dos quartos i deu cèntims- oferí unes publicacions de qualitat realitzades pels millors dibuixants i pels escriptors amb més sentit de l’actualitat: T. Padró, M. Moliné, A. Mestres, V. Planas, M. Foix, A. Fabrés, J. Llovera, L. Labarta, N. Vázquez, M. Urgell, Ramón Casas, S. Rusiñol, I. Nonell i molts d’altres, il·lustraren en un moment o altre les planes dels setmanaris La Campana de Gracia i L’Esquella de la Torratxa, fundats per ell. De marcat caire polític la primera, de crítica municipal la segona, foren així, malgrat equivocacions circumstancials i extremistes del moment, un formidable instrument de formació cívica. Sempre crearen consciència ciutadana en molts aspectes; i el més remarcable fou el que fa referència a l’ús normal de la pròpia llengua, que ambdues publicacions empraren i defensaren.

Innocenci López Bernagossi, el popular editor, i Verdaguer, el llibreter, van donar força i prestigi a la Rambla. Prestigi intel·lectual. López agrupà el bon humor: “Pitarra”, Roure, Padró, Pellicer, Robert, Aulés, Feliu i Codina, Pompeu Gener, entre d’altres, molts. Verdaguer reuní la gent seriosa, els historiadors i els polítics: Milà i Fontanals, Almirall, Duran i Bas, etc. Existien, per la Rambla de la dreta i de l’esquerra, com dos ideals diferents. Molt a prop de la Llibreria Espanyola es trobava la redacció del diari La Publicitat.

El meu besavi Innocenci inicià la seva activitat editora a Barcelona, l’any 1859, amb El Cañón Rayado, periòdic dedicat a la guerra d’Àfrica. El 1865 arribà Lo Xanguet, primera de les seves publicacions catalanes, i, per fi, Un Tros de Paper. Després vingueren Lo Noi de la Mare –1866- La Rambla –1867- La Pubilla –1867- El Tren –1867- El Ateneo –1867- La Tabola –1868- Lo Somatén –1868- Las Barras Catalanas –1869- La Campana de Gràcia –1870- El Golpe de Estado –1870- Lo Foraster –1872- L’Esquella de la Torratxa –1872- La Tomasa –1872- L’Any Nou –1874-, etc.

En llibre català edita El Carnaval, de Robert Robert; els Singlots poètics, de “Serafí Pitarra”; obres teatrals de J. Martí Arnau, Conrad Roure, Albert Llanas, Eduard Aulés, Lleó Fontova, i poemes de Víctor Balaguer, escrits de Valentí Almirall, etc.

Com a editor, el senyor López Bernagossi fou un home d’empenta. Fundà una dinastia: el seu fill, Antoni López Benturas continuà el negoci per molts anys, i el seu nét, Antoni López Llausàs creà primer la Catalònia i després grans empreses editores americanes, i fou l’editor del Diccionari de la Llengua Catalana, de Pompeu Fabra.

La Campana de Gràcia i L’Esquella de la Torratxa aconseguiren, en vida d’Innocenci López Bernagossi –morí el 22 de setembre de 1895-, tirades de trenta mil exemplars quan Barcelona, amb les poblacions que ara son barris, no arribava als quatre-cents mil habitants. Per nombre de lectors i sentit d’oportunitat I. L. Bernagossi fou el primer dels editors populars del seu temps.

A la rebotiga de la Llibreria Espanyola s’hi armava, algunes tardes, un “tresillo” important, els primers elements del qual eren, a part del meu besavi, Roca i Roca, Eusebi Coromines i d’altres. El meu besavi jugava amb apassionament. “Desitjaria els Singlots poètics de Pitarra” –deia tot d’una un comprador acostant-se al taulell de la llibreria. “Estan esgotats!” -contestava López traient el cap per la guixeta que comunicava amb la rebotiga. “Els Singlots poètics són a l’aparador...!” “Li dic que estan totalment esgotats!” –replicava en López.

Al damunt de la llibreria, al primer pis, hi vivia un notari que es deia Freixes i moltes de les persones que anaven a visitar-lo es confonien i entraven a la botiga d’en López Bernagossi. “Si us plau, el senyor Freixes és aquí?”. Els contertulis de la llibreria, ja d’esma, contestaven: “A dalt, al primer pis”. Un dia va entrar un senyor més aviat baixet i escarransit ; com esporuguit va preguntar molt tímidament, pressentint que s’equivocava: “El senyor Freixes?” Els habituals de la llibreria, ja una mica tips de la pregunta, i pensant que espantarien l’homenet, van interrompre la partida de cartes i a tots, com un sol home, se’ls va acudir contestar cantant amb música d’una coneguda cançó de l’època: “El senyor Freixes, el senyor Freixes viu a dalt, viu a dalt, al primer pis!” L’homenet que semblava tan poca cosa no es va espantar gens i tranquil·lament i cantant amb la mateixa música va contestar: “Moltes gràcies, moltes gràcies, vaig a dalt, vaig a dalt, al primer pis!” No el van deixar marxar. “Entri, home, entri! Vostè és dels nostres!” I des d’aquell dia va formar part de la colla dels amics del meu besavi.

A la Llibreria Espanyola s’hi formava cada tarda, cap al tard, una tertúlia important d’intel·lectuals de l’època.

Bé; he explicat aquestes petites anècdotes que recordo d’entre les moltes que havia sentit contar als meus pares.Mai no he entès gaire per què, sent el meu besavi tan catalanista, va anomenar el seu establiment Llibreria Espanyola. Penso que potser era un petit estratagema per a poder posar el nom en català, no ho sé.La Llibreria Espanyola, tan famosa a Barcelona, fundada, com ja he dit el 1855, pel meu besavi Innocenci López Bernagossi, i continuada pel seu fill, Antoni López Benturas, oncle-avi meu, germà del meu avi Guillem, perdurà fins al 1933.

Parodia de un Diario de Barcelona

Parodia de un Diario de Barcelona era un full setmanal humorístic i literari, amb ribets de política, que fou administrat pel llibreter-editor Innocenci López Bernagossi, el qual ja tenia la seva botiga llibreria a la Rambla del Mig, 20. El primer número sortia el 16 d’abril de 1865, i una de les proves de l’interès que va desvetllar, a causa principalment de la qualitat dels escriptors que l’omplien, fou que, cinquanta-cinc anys després d’haver desaparegut el setmanari, hom publiqués, triats per un home tan exigent com Carles Riba, i amb un pròleg de Conrad Roure, una selecció dels articles i acudits que hi havien estat inserits. I que cinc anys més tard, un setmanari que podem dir que era fruit de la nombrosa fillada d’aquell del 1865, La Campana de Gràcia, publiqués, en forma de fulletó, els facsímils reduïts de la col·lecció completa del seu antecessor.

Aquest es deia Un tros de paper (1865) i fou fundat per Albert Llanas i l’editor Innocenci López Bernagossi, amb la col·laboració artística destacada del gran dibuixant Tomàs Padró. Un cos de redactors, tots el quals signaven amb pseudònim, l’escrivien: Robert Sanall (Albert Llanas), Pau Bunyegas (Conrad Roure), X (Robert Robert), L’orfaneta de Menargues (Manuel Angelón), Buenaventura Gatell (Eduard Aulés), Josep Serra (Josep Feliu i Codina), Serafí Pitarra (Frederic Soler), Blai Màrfegas (Eduard Vidal i Valenciano) i Lo Sarraceno (Josep M. Torres). També hi escrivien Francesc Pons (que signava L’Inglés), Carles Altadill, Josep Anselm Clavé, Antoni Altadill i Manuel de Lasarte. Les il·lustracions eren reproduïdes amb litografia, procediment que en aquells moments era de gran novetat.

Un tros de paper

El prospecte que anunciava la publicació d’ Un tros de paper deia que “té per objecte distreure als qu’el llescan. Podrà ser també que fins arrivi a fer-los riure, però d’això no’n responem... Se publicarà en català del qu’ns darà la gana... Si sabem alguna cosa en francés que creguem que fàssia riure, també la publicarem. Tenim un conegut nostre que ha estat més d’un any a Madrid, que dona gust de sentir-lo... De vegades fins hi haurà ninots.”

El periòdic va assolir un gran èxit popular. N’és una demostració que, havent anunciat el primer número “Sortirà cada vegada que serà ple” i que “valdrà... lo qu’n poguem traurer”, des del primer número hom en fixà ja el preu a un ral. Un tros de paper surt com a quinzenal fins al número 5, és decennal el número 6 i a partir del 7 ja esdevé setmanari. Són quatre grans pàgines impreses a tres columnes i l’humorisme que traspuava era prou per fer oblidar als barcelonins els problemes polítics, socials, etc., que els podien preocupar.

Els quatre primer números d’Un tros de paper havien estat redactats gairebé per Llanas. L’immens treball que li donava la redacció del periòdic, acompanyat per les dificultats derivades de la manca de pràctica en la seva confecció, la part mecànica de la composició, el tiratge de les il·lustracions, la compaginació, etc., descoratjaren Albert Llanas. Un cop publicat el número quatre, ja tenia el propòsit de donar per acabada la publicació d’Un tros de paper, a despit del bon acolliment que havia tingut per part del públic barceloní. Però els escriptors companys seus van oposar-se als desigs de Llanas i van proposar que l’editor Innocenci López Bernagossi es fes càrrec de la propietat del full, i aquest, que va acceptar-ho complagut, organitzà una nova redacció.

I. López Bernagossi va instal·lar la redacció de la revista en un magatzem que tenia, situat al número 26 del carrer Ample; va canviar d’impremta: deixà la ja antiga de J. Oliveras per la més moderna de N. Ramírez, i va decidir de fer setmanal la publicació, que sortiria llavors cada diumenge. La redacció es reunia entorn d’una gran taula de marbre i els originals de cada un dels nou redactors havien de ser llegits en veu alta davant de tots abans de ser acceptats.

El teatre català és un dels temes que més gustosament tracten els redactors del periòdic. Les crítiques van, generalment, a càrrec de Pau Bunyegas (és a dir, Conrad Roure), i si l’estrena d’El castell dels tres dragons, de Serafí Pitarra, és recomanada al número 3 de la publicació (i provoca, en canvi, les ires d’Antoni de Bofarull, president dels Jocs Florals de 1865), la de Les joies de la Roser és presentada solemnement per un article signat per la Redacció, al número 48, com el que realment era, el naixement d’un teatre seriós en català, i per una caricatura de Padró simbolitzant el triomf de Serafí Pitarra (el nom de Frederic Soler no era encara esmentat) damunt els envejosos i els enemics, gràcies a l’estrena triomfal de Les joies de la Roser.

Pocs mesos després de l’aparició a Barcelona d’Un tros de paper hi apareixia també un personatge molt sinistre: el còlera Morbus. Al número 13, del 13 d’agost de 1865, el dibuix a tota plana de T. Padró representa, en una barca plena de pebrots, tomàquets i carbasses, una mena de dimoni demacrat que duu una dalla damunt la qual hi ha escrita la paraula “còlera”.L’epidèmia provenia d’Egipte, on havia regnat terriblement durant la primavera, i d’allà, en decréixer, el còlera havia passat a Gibraltar i a Marsella, principalment a través de fruita importada. Ja ho diu, al mateix número, una breu faula de Bonaventura Gatell:

Per menjar fruita i altres porqueries
Se va morir a Marsella un tal Matias
Y un d’Ancona quan menos s’ho pensaba
Se’l va emportà en Banyeta y no’n menjaba.
Galenos! En tan trista situació
Parleu clar, què hem de fer, menjar-ne o no?

D’ençà d’aquell número i fins al del 29 d’octubre, la primera pàgina del qual és ocupada íntegrament per l’anunci d’un “Te Deum”, la revista va fent gatzara més o menys macabra, però sempre encoratjadora, amb l’epidèmia que costà 3.765 defuncions a Barcelona. Tot el número 24 està dedicat a celebrar la retirada del còlera.

Un tros de paper, setmanari català de l’any 1865, escrit i dibuixat pels millors homes d’aquella època, fou reproduït en forma de fulletó pel setmanari La Campana de Gràcia, durant els anys 1926 i 1927.

També a la revista Destino, número 951 del 29 d’octubre de 1955, en parlava Joan Torrent, amb el títol “Un periódico barcelonés: ‘Un tros de paper’ ”.

Les divergències que podia haver-hi entre els redactors i l’editor d’Un tros de paper devien existir realment quan el 16 de setembre de 1866 sortia el número 69, darrer de la col·lecció, gairebé tot escrit per Feliu i Codina i sense cap indicació de comiat. Sembla que la baralla decisiva havia tingut lloc entre Albert Llanas i Tomàs Padró. La revista desapareixia havent assolit una popularitat que seria un estímul per als altres setmanaris humorístics catalans que mai no deixarien de sortir, de tots els costats de l’opinió, fins al 1939.

En el número 22 del que directament el substituiria, Lo noy de la mare, i en una pàgina d’Epitafis il·lustrats per Tomàs Padró, trobem el següent, dedicat a Un tros de paper:

Lo recort de sa vida encara dura,
sempre alegre, trempat y fent xibarri,
a l’hora menys pensada... a l’altre barri!
Ell mateix se cavà la sepultura.

Un tros de paper va demostrar la vitalitat de les empreses periodístiques catalanes, i fou un setmanari ben fet, ben escrit, ben il·lustrat i ple d’un humorisme de bona llei.

Lo noy de la mare

La separació de Conrad Roure i de Tomàs Padró devia decidir l’editor, I. López Bernagossi, a donar el cop mortal al setmanari i a prestar tota la seva atenció al seu substitut, el qual ja sortia d’ençà del 10 de juny, sota la mateixa ègida de “Innocenci López Bernagossi, editor”. Era Lo noy de la mare. El preu per número era de quatre “quartos” i la subscripció per trimestres costava sis rals.

Lo noy de la mare va néixer el 1866. L’article de presentació del setmanari explica que “és una criatura que a penes està desmamada. Y és cosa de sentirla explicar, perquè encara que la seva edat és poca, en aquest temps les criatures, com senten les converses de les ninyeres ab los cabos y sargents de la Plassa Reyal, tot ho aprenen y a quatre anys saben més que un advogat... D’aquí que la criatura hagia sortit més aixerida que un pèsol y més viva que l’aygua de la mina de Moncada”.

La col·laboració de l’il·lustrador és un dels principals atots de Lo noy de la mare:“La criatura sempre ha menat afició a sants y estampas, y en Tomàs Padró, que no perquè siguia un dibuixant com pocs ne corren, deixa de ser molt y molt criatura, li ha promès il·lustració per cada número del periòdich, advertin que per ara no il·lustrarà cap altra”.

Altrament, potser escarmentat per incidents esdevinguts amb Un tros de paper, que tant devien afectar l’editor, I. López Bernagossi, com Conrad Roure, aquest anuncia que ‘Lo noy de la mare’ és tan criatureta, que no coneix a ningú y amb això que volgués, que no vol, de cap manera, no podria ficarse en personalitats.

Vol dir això que l’humorisme havia d’ésser pur, sense intencions satíriques, i que T. Padró havia de lluir-se per imposar el setmanari a un públic que volia plats més forts. L’ocasió se li va presentar aviat. En una illa de cases a la dreta del Passeig de Gràcia, on ara hi ha el teatre Novetats, hi havia aleshores instal·lat el Prado Catalán, lloc d’esbarjo per als barcelonins, en el qual existia un teatre amb cabuda per a 1.800 espectadors, i també un local propi per a espectacles eqüestres y acrobàtics. El Prado Catalán va durar entre els anys 1863 i 1872, i s’hi reunia la bona societat barcelonina, especialment durant els mesos d’estiu, puix aleshores no s’havia fet tan universal com ara el costum de sortir de la ciutat per estiuejar.

L’any 1866, al Prado Catalán foren donades unes representacions de comèdia i drama alternades amb altres d’òpera italiana, espectacles que no van plaure al públic, i aquesta indiferència dels barcelonins va obligar l’empresa a suspendre les funcions. Per tal de compensar aquest fracàs l’empresari del Prado Catalán va llençar-se a un gest arriscat: contractar el famós actor italià Ernesto Rossi, que venia precedit d’una gran fama per les seves actuacions als principals teatres estrangers.El dia de la seva presentació en un escenari de la Península, va representar l’obra de Shakespeare Otel·lo, el protagonista de la qual va interpretar meravellosament. Totes les representacions del seu repertori eren èxits pròxims a l’apoteosi: Macbeth, Paolo e Virginia, Hamlet, Romeo i Julieta... L’entusiasme dels barcelonins s’expressava en converses i frases com aquesta: "En Rossi va ser cridat a escena setze o disset vegades". I també:"El públic no es cansa d’aplaudir i de fer aixecar el teló una pila de vegades. Tothom surt del teatre impressionat".

Per donar satisfacció a aquest entusiasme dels barcelonins, Lo noy de la mare va publicar en el número 8 una doble pàgina central il·lustrada amb una gran litografia de T. Padró, la qual representava Ernesto Rossi en l’escena final de la tragèdia Otel·lo, la mateixa que havia interpretat en el seu debut. El dibuix de Padró entusiasmà els barcelonins i feu que la tirada del número s’exhaurís immediatament; això obliga a fen-ne una segona edició, molt més nombrosa que la primera.

Tomàs Padró va anar al domicili barceloní de Rossi i li oferí un parell d’exemplars de Lo noy de la mare. L’eminent tràgic va quedar corprès pel dibuix d’en Padró, va abraçar-lo efusivament, tot felicitant-lo per la seva tasca i dient-li que ni a Itàlia, la seva pàtria, ni a França, ni en qualsevol altre indret de tants com havia recorregut amb èxit, no l’havien obsequiat amb una obra tan notable com aquell dibuix publicat a Lo noy de la mare. Molts subscriptors del setmanari van indicar que desitjarien veure de nou Rossi, però sense caricaturitzar. Padró els va complaure i al cap de dos números va sortir en una altra pàgina una làmina perfecta, amb la figura arrogant de Hamlet, una obra del seu repertori. D’aquesta làmina van tirar-se tres exemplars sobre seda, un que va quedar-se en Rossi, un altre en Padró i un altre que Conrad Roure guardà entre els seus records.

Lo noy de la mare, potser per no voler “ficar-se amb personalitats”, no tingué una vida tan llarga com Un tros de paper. En el número 33, últim que va sortir, datat el 20 de gener de 1867, hi ha aquesta nota:

Al publich.

“Lo noy de la mare”, aconsellat de tota la família y’ls seus, ha determinar suspendrer la publicació del piriodich, fins a un temps que no sigui tan fred. Al despedirse per ara dóna las gracias a quants l’han favorescut llegintlo de bon grat. Los subscriptors que tinguin algun més adelantat, poden presentarse a l’administració, que a prorrata se’ls tornarà lo que se’ls degui. A més veure! “Lo noy y’ls seus”

Sense tenir la varietat ni la qualitat literària d’Un tros de paper, Lo noy de la mare va merèixer, com la del seu predecessor, els honors de la reproducció en facsímil reduït, feta per La campana de Gràcia, en fulletó, durant els anys 1925 i 1926. Al setmanari Destino, en data 24-12-1955, Joan Torrent en parlà: “Un periódico barcelonés: Lo noy de la mare.”

Com a competència de Lo noy de la mare, el 29 de juny de 1866 va aparèixer L’Embustero. Era un setmanari de només quatre pàgines i no estava fet per Innocenci López Bernagossi sinó per Valentí Almirall i Manuel Lasarte, que van finançar-ne l’edició. El director era Carles Altadill, bohemi incorregible, i com que no es preocupava ni gaire ni mica de la publicació, després del sisè número els capitalistes tancaren la caixa.Lo noy de la mare, com a epitafi de L’Embustero va publicar la següent quarteta:

Nasqué de no sé quants pares;
Dides va tenirne dos,
Però per falta de llet
No va passar del bressol.

La Rambla i La Pubilla

L’editor I. López Bernagossi, un cop acabada la publicació de Lo noy de la mare, recorregué al seu gran amic i infatigable escriptor Pau Bunyegas. Calia fer un altre setmanari humorístic, i Conrad Roure i l’editor i llibreter López Bernagossi van encertar-li un títol destinat a fer fortuna: La Rambla.

La Rambla va sortir el 27 de gener de 1867, editada per Innocenci López Bernagossi, a quatre pàgines i tres columnes, i amb una capçalera il·lustrada en tríptic: al mig un dibuix del passeig central de la Rambla, a l’esquerra la façana del teatre Principal i a la dreta la del Liceu. El subtitular era Setmanari Català i el preu, de dos quarts cada número. La presentació d’aquest primer número deia, sota el títol Nostre pensament:

“Tots el gèneres literaris hi tindran cabuda, mentre sian dignes de general atenció, fer-nos eco de les aspiracions dels que en català, escrihuen y pensen, y si alcansan demostrar la bondat de nostra idea no ha de faltar que en jorn no llunyatà la tracte sino amb més amor, ab tota la conideració y respecte que ella se mereix”.

I en un altre article diuen que a La Rambla hi haurà textos per a tots el gustos i ho raonen així:“

¿Saben que en la Rambla hi ha mistos, diaris, cafès, fanals, arbres, gent y mil coses heterogèneas? Doncas així és lo nostre diari, y per assò l’havem titulat La Rambla”.

Només feia set dies que havia plegat Lo noy de la mare i C. Roure ja es posava a la tasca per donar-li continuador, amb la participació del mateix Tomàs Padró, autor de la capçalera. D’altres escriptors hi col·laboraren; els principals eren : Andreu Sala, Francesc Pous, Joan Estruch, Carles M. Ricard, Anton Sala, Anton Serra; com veiem, els vells noms d’Un tros de paper no hi figuren. Al primer número, F. Pous signava un article en el qual estudiava l’origen dels diferents noms en que està dividida la Rambla barcelonina i signava una poesia dedicada a la Rambla que comença així:

La Rambla de Barcelona lo paseig de la ciutat,
i si’n té de cosas i cosas y més cosas que contar!
Los arbres verts en estiu y en temps de fred despujats;
los fanals sens llum de dia, però de nit... altre tant...

El nou setmanari va aconseguir un gran èxit de públic, fins que al número quinze va tenir un gran entrebanc.Durant aquells dies va celebrar-se una becerrada en la qual van torejar els fills del comte de Cheste, capità general de Catalunya, i La Rambla va publicar un article humorístic, de Lasarte, sobre aquells esdeveniment tauròmaco-militar, que va tenir la virtut de desvetllar la hilaritat dels lectors i de ferir en carn viva els que havien participat en la festa, els quals van acudir a Innocenci López Bernagossi per saber qui havia estat l’autor del punyent article. I López va negar-se a satisfer la curiositat dels demandants, dient-los que ell es feia responsable de tot el que sortia a les columnes del periòdic. Els fills del comte de Cheste van decidir aleshores invitar López a acudir al terreny de l’honor, invitació que, amb molt bon sentit, va declinar l’editor.

La negativa va irritar els militars, els quals amenaçaren amb assaltar la redacció, amenaça que no van dur a efecte per la intervenció del mateix comte de Cheste, el qual va fer de mitjancer en la pugna, per tal d’arribar a un acord.

I la forma d’acord que va trobar-se millor perquè la redacció de La Rambla no hagués de donar cap satisfacció a ningú i els militars renunciessin a llur actitud, diguem, bel·licosa, fou la de suspendre la publicació de La Rambla.

Però la setmana següent va sortir La Pubilla.

Així doncs, el 9 de juny de 1867 va sortir per primer cop La Pubilla, i en les seves columnes M. de Lasarte, autor del cos del delicte de La Rambla, va continuar col·laborant.Potser per evitar conflictes, en lloc d’I.L.B. figura com administrador Eudald Puig, un altre llibreter-editor. El format, preu i presentació del setmanari eren idèntics als de La Rambla. L’única variació era la capçalera que representava, de la mateixa forma, al gravat central una vista general de la ciutat de Barcelona, i als dos costats hi havia, els gegants a l’un, i la façana de la Casa de la Ciutat a l’altre.

Cal assenyalar que a partir del número 7 La Pubilla va canviar aquesta capçalera per reprendre la mateixa dibuixada per T. Padró, amb la Rambla, el Principal i el Liceu. L’article de presentació del primer número no al·ludia per a res –no calia ni devia ser possible, altrament- que fos continuadora de La Rambla i afirmava que La Pubilla és catalana de veras, no deixa festa major per córrer, ni deixa sardana per ballar... sap fer puntas en coixinet, du caputxa per anar a missa y, si bé li estigués fins barretina i tot portaria... En fi, La Pubilla reprenia el mateix fulletó que publicava La Rambla en res suspesa i els noms que signen els articles –reals o suposats- són els mateixos.

La Revolució de setembre de 1868 havia de canviar la situació, no solament política, sinó periodística. El comte de Cheste –excel·lent escriptor, traductor de La Divina Comèdia en vers castellà, a més de militar d’honor- havia plegat com a capità general de Catalunya. Al número 70 de La Pubilla, de l’octubre de 1868, es publica la següent “advertència”:

“En virtud de una disposició gubernativa, donada a conseqüencia de un atropello que sufrí la nostra redacció l’any passat, desaparegué La Rambla y sortí La Pubilla. Ara que las cosas han canviat, lo periòdich recobrarà en el pròxim número el primer títol, però seguirem la numeració de La Pubilla per exigir-ho aixís las materias del senmanari.”

I així fou. L’onze d’octubre de 1868 ja torna a sortir La Rambla amb la redacció i administració a can López B., del carrer Ample 26, i la mateixa presentació del primer número, però duent el número 71. En aquest es fa un historial de les circumstàncies que feren que la col·lecció del periòdic hom hagi de saltar del número 15 al 71. I acaba dient que l’ideari és el mateix de La Pubilla i de la primera època de La Rambla: republicà i catalanista. És una de les primeres vegades que aquest díptic polític és expressat en una publicació barcelonina.

La Rambla va sortir de nou en un moment d’excitació política. El seu títol fou ressuscitat diverses vegades en la història de la nostra premsa: pels anys 1884,1894,1900, 1914, 1925, 1930 i 1936. Amb el títol de La Rambla de Catalunya sortirà –substitut de La Rambla com en 1867 ho fou La Pubilla- els anys 1930 i 1935. Amb el títol de Las Ramblas, el 1917 i el 1946 –aquest plural és utilitzat per setmanaris castellans, sense massa fortuna- i amb el ja més distant Gràcia-Ramblas, el 1934.

Joan Torrent parla de La Rambla al setmanari Destino: Un periódic barcelonés: La Rambla, de 17 de març de 1956.La Rambla s’assembla molt- potser sense tanta brillantor literària i humorística- a Un tros de paper i té el to general dels nombrosos setmanaris que publicà Innocenci López Bernagossi.

Lo Somatent

El 24 d’octubre de 1868 apareix un altre setmanari editat també per Innocenci López Bernagossi, Lo Somatent, que se subtitulava modestament Periòdich polític lliberal. La seva capçalera era més explícita: en un gravat central presentava un català, amb un trabuc en una mà i la bandera de la Federal a l’altra. Era la fusió de dos altres setmanaris catalans: La Rambla i La Barretina, editats també per en López. En un costat i en l’antre de la capçalera del primer número hom pot llegir:

“Llibertat en totes les manifestacions, tots els drets individuals, abolició de quintas, desestantch de tot lo estancat. República general única forma de govern que pot admetre la democràcia espanyola, si estima sos principis y la vida de les provincias. Sufragi universal. Milicia Nacional, Economas, destrucció del monopoli, inviolabilitat de la correspondència y del domicili, abolició de l’esclavitud, drets a las Antillas”.

Val a dir que aquest programa tan detallat i que avui ens sembla ben enraonat i convenient, en aquells temps devia escandalitzar tant que al número segon ja es veu substituït a la capçalera per notes administratives. Però a partir del número 24 hom hi torna a encabir dues declaracions polítiques terminants. L’una diu: ‘Lo Somaten’ declara terminantment que no admet cap més forma de gobern que la República democràtica federal. I l’altra: ‘Lo Somaten’ retxassa tota transacció unitarista com retxassa tota transacció monàrquica. Res de directori, res de república unitària. ¡Viva la República Federal!.

L’article de presentació era també explícit en aquest aspecte polític que tant apassionava els catalans. Es deia: “¡Somatén, catalans!” i refermava: “La República federal és l’única forma de gobern que pot regenerarnos, destruin tots los elements de disolució y deshonra... ¡Abaix lo existent! Los catalans volem arreglarnos en Catalunya y que’ls castellanos y aragonesos s’arreglin en Castella y Aragó y per so dihem ab tota la força dels nostres pulmons: ¡Viva la Rapública federal!”. Amb les seves quatre pàgines a tres columnes, Lo Somaten continua amb el tarannà dels setmanaris humorístics i satírics de quinze anys enrera, però hi col·laboren signatures noves: Emili Vilanova –destinat a esdevenir el legítim successor de tots els costumistes d’Un tros de paper-, Francesc Matheu, Lluis Sendra, Anton Serra i Simó Alsina i Clos representen l’esperit de La Barretina. És digne de subratllar el sentit revolucionari que hom dóna al Somatén, la vella institució de defensa popular. El mateix Clavé, en traduir tres anys més tard (agost de 1871) La Marsellesa, no es podrá resignar a traduir els versos

Aux armes, citoyens!
Formez vos bataillons!

sinó per aquests:

A l’arma, ciutadans!
Alsem lo somatén!

Lo somaten fou un de tants setmanaris revolucionaris sorgits després de 1868.

Las Barras Catalanas, 1869

Sortia el 3 de gener de 1869 un altre setmanari republicà, administrat pel bregat Innocenci López Bernagossi, i que acentua a la vegada, com feia Lo Somaten, el caràcter catalanista de les seves doctrines. Es diu precisament Las BarrasCatalanas i declara con a subtítol que és un Periòdich Polìtich i Literari, amb els lemes: Soberania Nacional, Dret i Justícia, Llibertat i Progrés. La capçalera duu, demés, un gravat al·lusiu a l’escut de Catalunya. Cada número constava de quatre pàgines i valia els clàssics dos quartos, amb un ral mensual de subscripció. La presentació, sota el títol Nostras doctrinas, ens explica que “baixen al círcol de la discussió, al estadi de la premsa tremolant Las Barras catalanas; cada una d’ellas porta escrit un lema que conté una idea vivificadora”. Aquestes idees sóm, com hem dit, Dret, Justícia, Llibertat i Progrés. Però els qui fan el setmanari volen “armonitzar lo engrandiment de la patria ab lo utile dulce de Horaci”. L’ideari dels redactors era la República democràtica federal.

Aquest setmanari no tingué gaire durada, puix que aviat el substituiria La Campana de Gracia, la gran creació periodística d’Innocenci López Bernagossi.

La Campana de Gràcia

Entre els nombrosos setmanaris humorístics i satírics que sortien de la llibreria d’Innocenci López Bernagossi n’hi ha dos que van aconseguir ultrapassar la fita difícil del número 3.000, i que van sortir, per tant, durant més de seixanta anys. Són La Campana de Gràcia i L’Esquella de la Torratxa. La vida de l’un va lligada estretament a la de l’altre, per bé que, durant la major part de llur existència, van tenir una vida independent.

La Campana de Gràcia, el primer número de la qual va ésser publicat el 8 de maig de 1870, sota el títol duia l’explicació següent: “Setmanari bilingüe. Donará una batallada cada setmana. Si se’n venen moltes tocarà a somatén”. La capçalera del setmanari fou, de començament, purament tipogràfica. Al número 30 ja era il·lustrada, amb un dibuix de T. Padró, que representava, naturalment, el campanar de la plaça de la vila de Gràcia. Des de tres números abans, però, ja no era bilingüe, sinó exclusivament català. El dibuix de T. Padró, tan concret quant a la localització del títol del setmanari, deixa lloc a una al·legoria d’Apel·les Mestres a partir del número 493; aquest motiu continuarà president la capçalera fins a la fi de la publicació.

Setmanari satíric, republicà i anticlerical, fundat per Innocenci López Bernagosi, amb el títol recordava els disturbis provocats per una lleva de minyons, dos mesos abans, a la vila de Gràcia, durant els quals la campana de la parròquia no parà de tocar. Fou editat més de 64 anys (3.403 números, anomenats “batallades”). Nascut com a setmanari bilingüe, només emprà el castellà en alguns escrits dels primers anys. Políticament feu una política catalana d’esquerres.

Durant els anys 1869-1870, que són els de la Revolució de Setembre, La Campana de Gràcia, per les seves campanyes obreristes i republicanes fetes amb fúria i, sobretot, contra el règim imperant, va patir repetides vegades suspensions que Innocenci López Bernagossi va respondre a l’acte publicant altres setmanaris. Aquests van ser Lo Xanguet, La Rambla i més tard L’Esquella de la Torratxa i La Tomasa i d’altres que seria llarg d’anomenar. D’aquesta enorme quantitat de paper sols van subsistir La Campana de Gràcia i L’Esquella de la Torratxa, que van desaparèixer per sempre amb els esdeveniments coneguts per tothom de 1936-39.

L’abril de 1872 va proclamar-se l’estat de setge. Es van prendre algunes mesures enèrgiques. Don Bernat Iglésias no va tenir prou temps per a suspendre en rodó la publicació de La Campana de Gràcia, sense ni tan sols indicar el motiu d’aquella suspensió.“Ah! –van dir els de La Campana- no vols sentir campanades? Donç sentiràs esquellots”. I allà va per primera vegada L’Esquella de la Torratxa – 5 de maig de 1872- i al quart número L’Esquella era també suspesa per ordre governativa.

I publicaren La Tomasa –30 de maig- amb caràcter purament literari i festiu, fins que a mitjan juny ... don Bernat Iglésias deixà la “ínsula barcelonesa”, bo i sentint en marxar els alegres repics de La Campana de Gràcia, destinada a sobreviure tots els seus perseguidors.

L’Esquella de laTorratxa sortia els divendres i La Campana de Gràcia els dissabtes. De l’edició destinada a Barcelona se’n venien en quatre o cinc hores de vuit mil a deu mil exemplars, del tiratge habitual. La resta de l’edició s’enviava als pobles de Catalunya, on tenien una nombrosa i addicta clientela, per ser anticlerical i perquè publicava en una de les seves seccions més típiques, les cèlebres “cartes del lector” que avui dia tenen un èxit universal.

“La llibertat d’escriure era cada dia més restringida. Lo govern s’armà de la dictadura, i sense com va ni com costa, ni donar-nos cap explicació, ens imposà una suspensió de tres mesos (8 novembre 1874). Afortunadament teníem sempre el remei a la mà. Ha mort La Campana? Doncs, viva L’Esquella!”. Sortí L’Esquella de la Torratxa per segona vegada.

Un decret d’amnistia restituí el títol del periòdic (13 de desembre) però no la facultat de dir el que sentien.

L’any 1878 el famós Castor, després d’aplicar algunes sagnies en forma de multes, priva la venda dels periòdics pels carrers. “Això rai! –digué en López- se vendrà a la botiga, a so de campana”. I una campana de metall que se sentia en tota la Rambla del Mig, anunciava cada dissabte la sortida de La Campana de paper i a la llibreria d’I. López tot el dia hi havia empentes.

El dia dels Sants Innocents el senyor López Bernagossi se veia felicitat pel fiscal d’impremta, que denuncià el número per una làmina titulada Los comptes de l’any 1878, comptes que, a la veritat, no sortien prou clars.

La vista tingué efecte a primers de gener de 1879. Fiscal acusador: don Mariano de la Cortina i Oñate. Advocat defensor: don Juan Sol i Ortega, que es portà com ell sap fer-ho, sempre que informa. Resultat: quinze dies de suspensió.

I amb aquest motiu aparegué per tercera vegada L’Esquella de laTorratxa –19 de gener de 1879-, i que ja des d’aleshores continuà publicant-se tot obrint-se –com a bona filla de sa mare- un lloc envejable entre el públic que no deixà d’afavorir-la.Durant l’any publiquen treballs de nous col·laboradors que ajuden a repicar de valent contra la corrupció i la hipocresia, que des de la política es van infiltrant en els costums.

Dalt d’un campanar de Gràcia
n’hi ha penjat un esquellot.
Si li diuen, molts, campana
És per fer-li aixís un favor.
Ning nang, ning nang!
Qui li havia de dir a n’ella
Que pogués fer tan soroll.

Tanmateix, aquests seixanta-sis anys de La Campana de Gràcia són plens d’història. El setmanari satíric, polític i anticlerical que és, per essència, gaudia de popularitat autèntica. La seva col·lecció, per això mateix, té avui un gran interès literari, artístic i històric.Cada any, La Campana de Gràcia publicava un almanac, en el qual hom comentava amb dibuixos, caricatures i articles, els fets més sobresortints de l’any que acabava.L’any 1874 està marcat, sobretot, en aquest ram dels almanacs i calendaris, per la publicació per primera vegada de l’almanac de La Campana de Gràcia, puix que aquest –prescindint del setmanari que li donà nom i vida- sortirà durant 52 anys consecutius, primerament en negre, en colors la portada d’ençà de 1885, i amb il·lustracions d’autors de la talla de T. Padró, Josep Lluís Pellicer, Apel·les Mestres i Manuel Moliné, entre els d’aquella època, i en la posterior amb els artistes més coneguts.

Entre 1874 i 1925, la col·lecció d’aquests almanacs de La Campana de Gràcia forma una extensa antologia dels escriptors polítics avançats, de les diferents èpoques.Estimada pels seus fidels lectors, odiada per molts –sobretot per les seves campanyes anticlericals- La Campana de Gràcia, com la majoria dels setmanaris de la família dels López (al pare, Innocenci López i Bernagossi, el succeirà el fill, Antoni López i Benturas, germà del meu avi Guillem), va tenir uns mèrits indiscutibles: el de fer llegir en català –encara que no del tot correcte, ja que fins anys després no va sortir el Fabra, per cert editat pel nét d’I. López Bernagossi, Antoni López Llausàs- un públic extens i el de trobar escriptors prou traçuts per a mantenir l’interès del públic durant els llargs anys (64) que va publicar-se.A més a més d’aquests almanacs, són notables els números extraordinaris que va publicar el setmanari d’en López.
Números extraordinaris publicats per La Campana de Gràcia
Any VIII, núm 386, 22 d’abril de 1877 Dedicat a Tomàs Padró. Col·laboradors literaris: F. Soler, J. Molas i Casas, E. Coca i Collado, J. M. Bartrina, J. Sardà, J. Feliu i Codina, F. Ubach i Vinyeta, D. Calvet, E. Vidal i Valenciano, C. Robe, J. Roca i Roca, A. Feliu i Codina, M. Angelon, F. Verdú i A. Guimerà.
Any XVI, núm 886, 7 de juny de 1885 Dedicat a Victor Hugo. Col·laboradors literaris: C. Gumà, Emilio Castelar, A. Mestres, J. Roca i Roca. Il·lustracions de J. L. Pellicer, A. Mestres i M. Moliné
Any XIX, núm. 1.000, 21 de juliol de 1888 Dedicat a Victor Hugo. Col·laboradors literaris: S. Gomila, C. Gumà, M. de Lasarte, V. Almirall, J. Güell i Mercader, J. Coroleu, J. Blanch i Romaní, J. Puig i Cassanyas, A. Mestres, F. Soler, E. Vidal i Valenciano, A. Llanas, E. Toda, F. Rahola, A. Vinardell, D. Calvet, C. Roure, A. March, C. Ganer, A. Feliu i Conina. Il·lustracions de M. Moliné, R. Miró, A. Fabres, F. Gómez Soler, J. L. Pellicer, A. Mestres, E. Planas, T. Padró, J. Llobera, M. Foix i E. Serra.
Any XIX, núm. 1.018, 24 de novembre de 1888 Dedicat a Anselm Clavé. Col·laboradors literaris: J. Roca i Roca, E. Vidal i Valenciano, J. Goula i A. Mestres. Il·lustracions de J. L. Pellicer, A. Mestres i F. Gómez Soler.
Any XXIII, núm 1.220, 8 d’octubre de 1892 Dedicat a Colom. Col·laboradors literaris: R. Bertran, J. Roca i Roca, J. Oliveras, M. Bonafé, L. Galí i Moreno, J. Novellas de Molins, E. Vilaret, C. Roure, C. Gumà, A. March, A. Llimoner, J. Verdaguer, A Mestres. V. Balaguer, A. Guimerà. Il·lustracions de M. Moliné, R. Miró, J. Blanco Coris i J. L. Pellicer.
Any XXIV, núm. 1.237, 4 de febrer de 1893 Dedicat al general Joan Prim i Prats. Col·laboradors literaris: C. Gumà, J. Roca i Roca. Il·lustracions de M. Moliné i R. Miró.
Any XXVI, núm. 1.364, 13 de juliol de 1895 Dedicat a Frederic Soler (Serafí Pitarra). Col·laboradors literaris: R. Alonso, A. March, C. Gumà, X. Alemany. Il·lustracions de M. Moliné i J. L. Pellicer
Any XXXVIII, núm. 2.000, 17 de setembre de 1907 Col·laboradors literaris: E. Gumà, G. Alomar, J. Aymamí, A. March, S. Bonavia, T. Rius i Torres, L. Millà, I. Iglésias, A. Julià Pous, P. Gener, N. Bas i Socias, Nogueras Oller, A. Sardà, E. Corominas, E. Junoy, P. Milà, S. Coderch, A. Nogués, J. Pujol, F. Pi i Sunyer, I. Peris, A. Bastardas, A. Mestres, X. Alemany, J. Prat, J. Pous, J. Borgas, Jep de Jespus. Il·lustracions de Ramon Casas, Picarol (Josep Costa), A. Mestres, L Brunet, M. Foix i N. Vázquez.
Any LVII, núm. 3.000, 18 de desembre de 1926 Col·laboradors literaris: A. Rovira i Virgili, Santiago Rusiñol, M. Aguilar, I. Iglésias, L. Capdevila, G. Alomar, P. Corominas, E. Junoy, P. Aldavert, A. Pestaña, B. Solsona, F. Madrid, J. Roure-Torrent, A. Llimoner, C. Roure, E. Lluelles, F. Palau. Il·lustracions de J. Segrelles, R. Opisso, Picarol, Calsina.

El Tiburón, 1863, calendari

L’any 1863 s’inicià la publicació d’un calendari de tipus humorístic, ja escrit tot ell en català. De fet, la nova publicació és una conseqüència de l’èxit que ja feia un any aconseguia un almanac humorístic il·lustrat, editat per Innocenci L. Bernagossi, al preu d’un ral en “toda España” i que es deia El Tiburon.Aquests almanacs tenien setze pàgines, estaven il·lustrats per T. Padró –llevat de l’any 1870, que va il·lustrar-lo J.L.Pellicer- i llur contingut literari anava a càrrec de la majoria dels noms que componien Un tros de paper: R. Roberty, E. Vidal i Valenciano, F. Camprodon, M. Angelon, C. Roure, A. Feliu i Codina i els més joves J. Bartrina, J. Roca i Roca, G. Forteza, M. Del Palacio, F. Ubach i altres, entre els quals el fecundíssim fulletonista i autor de melodrama Antoni Altadill. El Tiburon va durar dotze anys –fins a l’any 1874- i el número de 1868 duia una nota que anunciava que el seu tiratge era de 300.000 exemplars. El mateix I. López Bernagossi editava l’any 1864 un Almanaque democràtico que estava redactat por varios socios del Ateneo Catalán i que era una mena de protesta contra l’Almanaque Literario del mateix Ateneu. Els noms dels escriptors que l’omplien (N. Monturiol, J. A. Clavé, F. Suñer i Capdevila, A. Altadill, J. Tutau i J. M. Torres), tots ells dels qui aleshores es consideraven “de la flamarada” – és a dir, republicans federals, vagament socialistes- indiquen prou quina mena d’escissió devia produir-se a l’entitat barcelonina.

Lo Xanguet, 1865, almanac

La nova publicació en català que surt l’any 1865 per primera vegada és l’almanac Lo Xanguet, el qual figura com a “engiponat per D. Serafí Pitarra i il·lustrat per un xicot que ha anat a Llotja”. Podria considerar-se un xic com el suplement anual del seu contemporani Un tros de paper. Les il·lustracions eren igualment de T. Padró i el cos de col·laboradors és també el mateix. Valia un ral i tenia setze pàgines. Tenia com a lema “val més aquí que a cal apotecari” i era partidari declarat del “català que ara es parla”, és a dir, del que “entenem els catalans”. Hi escrivien principalment: F. Soler (Pitarra), C. Roure (Pau Bunyegas), E. Aulés (B. Gatell), E. Vidal i Valenciano (Blai Màrfegas) i altres, i entre les nombroses il·lustracions n’hi havia, a més de les de Padró, les d’un altre gran dibuixant, J. L. Pellicer, el qual signava “Grabiel Nyapus”.

Una de les seccions interessants de l’almanac Lo Xanguet fou la Galeria de Celebritats Contemporànies barcelonines, a base de tipus populars de l’època, dibuixats per Pellicer, i també es feren famosos els Judicis de l’any que hi escrivia Roure. No cal dir que l’editor és també Innocenci López Bernagossi, i que l’esperit de l’almanac és republicà, o almenys revolucionari, d’acord amb el temps que veurà “la Gloriosa”, és a dir, el moviment que destronà, l’any 1868, la reina Isabel II. Lo Xanguet és un exponent de l’humor popular de l’època, conreat, però, per bons escriptors i bons artistes. Va sortir deu anys –del 1865 al 1874- i és significatiu de constatar que, com El Tiburon, plegà en produir-se la restauració borbònica.

¡¡La Tàbola!!, 1868, almanac

L’any 1868, un any en el qual els profetes haurien pogut lluir-se, un altre almanac era editat per l’infatigable Innocenci López Bernagossi. Es deia ¡¡La Tàbola!!, tenia 36 pàgines a ratlla seguida i valia –un xic car- dos rals. Hi col·laborarien S. Pitarra, P. Bunyegas, E. Carreras, B. Gatell i d’altres. La part d’il·lustració era de J. Aleu. La portada ens anuncia que aquell almanac conté “un sens fi de gravats d’allò més bonichs, una pila de poesies, una infinitat de cuentos i epigramas, lo judici de l’any, profecies més certes que las que de aquell que endevina tot lo que veu”.

Lo Foraster, 1872, almanac

Innocenci López Bernagossi, també inevitable, torna a comparèixer amb el seu almanac de l’any 1872. Es diu Lo Foraster i té 48 pàgines, totes en català, il·lustrades amb molts dibuixos al llapis de T. Padró. el text és íntegrament de Pau Bunyegas (Conrad Roure). L’almanac és interessant perquè conté, ultra el calendari, una curiosa guia de Barcelona, amb la relació de tots els carrers i places de la ciutat, així com una llista dels noms de certs carrers que van ser canviats amb motiu de la revolució anti-borbònica. L’almanac està dedicat als forasters, com indica el seu nom, que visiten la ciutat, i publica un text que es diu Paseigs de Barcelona en el qual, amb to humorístic, explica un passeig per la ciutat dividit en quatre parts. També publicà una col·lecció de dibuixos que reprodueixen escenes de les festes populars barcelonines. Molt complert.

La Tomasa, 1872, setmanari

En una de las suspensions de La Campana de Gràcia, l’any 1872, un cop fou suspesa, així mateix, L’Esquella de la Torratxa, que va substituir-la durant quatre números, va ésser publicat també durant quatre números un altre setmanari que es digué La Tomasa. Era el nom d’una campana molt popular de la seu barcelonina. en la seva salutació deia:

“A nostres lectors: L’Esquella de la Torratxa ha sigut suspesa, per motius que ignorem; però que són fàcils de sospitar. Res hem dit ni representat en nostre periòdich que no haguesin dit no una sino mil vegadas ja los demés periòdichs de Barcelona, ab la sola deferència que ells ho diuen en ‘castellà’, que com se suposa ser llengua més dolsa, tal vegada fa menos mal que dit en català, ab aquexa franquesa y claritat del pa pa y del vi vi... La ‘Esquella’ és morta, viva ‘La Tomasa’... lo barco és a l’aygua i’ls que componem la tripulació estem disposats a emprendre’l viatge a pesar dels perills que’ns rodejan per tot arreu..”

Per bé que la redacció era la mateixa que la de La Campana de Gràcia i de la seva substituta L’Esquella, i que cada número era també una “batallada, el format de La Tomasa era diferent: imprès a tres columnes damunt quatre pàgines i amb el preu obligat de dos quartos.Aquesta primera Tomasa no tingué gaire durada: el darrer número publicat és el 4, del 16 de juny de 1877. Setze anys més tard és reprès aquest títol per a un altre setmanari català.

L’Esquella de la Torratxa, 1872-1939

L’Esquella de la Torratxa es presentava com a “Periòdic satírich, humorístich, il·lustrat y literari. Donara al menos uns esquellots cada setmana. 2 quartos cada número per tot Espanya y 20 centaus paper a l’isla de Cuba. Números atrasats 4 quartos. Preu de subscripció: Fora de Barcelona, cada trimestre: Espanya, 8 rals, Cuba y Puerto Rico, 16 – Estranger 18. Administració i Redacció Llibreria Espanyola, Rambla del Mig 20, Barcelona”.

Fou un setmanari humorístic republicà, de gran incidència política i influència popular. L’editava la família López, propietària de la Llibreria Espanyola i de La Campana de Gràcia. Primer en sortiren quatre números solts, el 1872 i el 1874, per suplir La Campana de Gràcia, suspesa governativament. El 16 de gener de 1879 reaparegué pel mateix motiu, però mantingué ja una continuïtat.

Escarnia la vida municipal i agradava a la classe mitjana. L’Esquella de la Torratxa, segona publicació de més llarga durada en català, arribà fins al número 3.097, del 6 de gener de 1939. Hi col·laboraren gairebé tots els caricaturistes, il·lustradors i humoristes catalans de quatre generacions.En la història dilatadíssima de L’Esquella de la Torratxa, cal distingir la primera i la segona èpoques –en les quals el títol només serví com a estratagema per a substituir, de cara al públic, La Campana de Gràcia, durant dues suspensions del popular setmanari republicà- i l’època en què pel seu propi compte i al costat de la seva germana gran, empren una carrera que havia de dur-la, sense interrupció fins als darrers del 1938.

Ja hem vist, en presentar La Campana de Gràcia, com aquest setmanari va sofrir, l’any 187, una suspensió que va obligar a trobar-li un substitut que pogués conservar el favor dels lectors durant el període de silenci imposat.

Així doncs, el 6 de maig de 1872 va sortir el primer número de L’Esquella de la Torratxa, la qual venia a ocupar el lloc de La Campana de Gràcia.L’autor de la capçalera il·lustrada d’aquest nou setmanari era T. Padró. Era natural, si tenim en compte que l’estrena de la comèdia lírica de Serafí Pitarra i el mestre Joan Sariols, el 24 de febrer de 1864, a l’Odeon, havia anat seguida de l’èxit multitudinari dels Singlots poètichs, editats per Innocenci López Bernagossi, el llibreter i editor de nombroses revistes humorístiques que ara s’havia llençat a fer La Campana de Gràcia i que aquests Singlots poètichs eren fruit de la col·laboració de Serafí Pitarra (Frederic Soler) i Nyapus (Tomàs Padró).

Aquest nou setmanari, L’Esquella de la Torratxa, es presentava en un nou format una mica més petit amb les acostumades quatre pàgines i els obligats dos quartos de cost i en el primer número llegim: “Circunstàncias especials que estem atravesant –ens trobem en ple regnat, pro insegur, d’Amadeu I- han fet que degués desaparèixer per ara, lo popular periodich La Campana de Gràcia”.L’Esquella de la Torratxa en lloc de “batallades” comptava els seus números per “esquellots”. Però els redactors, els col·laboradors i l’editor són els mateixos. L’estratagema no era pas gaire dissimulat, i el mateix governador, don Bernat Iglésias, que havia suspès La Campana, va suspendre la publicació de L’Esquella després de quatre “esquellots”, és a dir, després del número del 26 de maig de 1872.

La segona època té el mateix origen. La impremta, la redacció i l’editor són els mateixos, però el format va canviar una mica. El primer número d’aquesta nova època –que com la primera, no va passar dels quatre números- duu la data de 15 de setembre de 1874.

No trigaran gaires setmanes que el general Martínez Campos doni el cop d’Estat de Sagunt, en virtut del qual Alfons XII pujarà al tron del que havia estat foragitada la seva mare. L’Esquella de la Torratxa, en el primer número, saluda “nostres lectors” i els diu:

“Un dia no massa lluny tinguerem el gust de saludar-los per primera vegada. Era el 6 de maig de 187. Suspesa la publicació de La Campana de Gràcia, L’Esquella de la Torratxa s’encargà de deixarse sentir setmanalment, ab lo sol objecte de combatre a la carlinalla, que llavors comensava totjust a treure el cap... La Campana ha sigut suspesa per tres mesos. ¿Ha d’enmudir L’Esquella que en aquella època féu sentirse dels que ab tanta inmerescuda constància havien escoltat lo so de LaCampana? No. Ara com llavors la pàtria y las ideas que sustentem tenen un enemich alsat en armas; ara com llavors tremola estesa al huracà de la guerra una bandera que’ns deshonra y ens envileix... Mentres aquest enemich alenti, mentres aquest enemich amenassi no ja la idea sinó el nom de la llibertat, tenim lo deber de combatre’l sense tregua ni descans... Guerra a mort a l’absolutisme!”

Com ja he dit, aquesta segona represa no passà tampoc del quart número, de data 6 de desembre de 1874.

La tercera i definitiva aparició de L’Esquella de la Torratxa va tenir lloc el 19 de gener de 1879. El subtitulat és ara : “Periodich satirich, humoristich, il·lustrat i literari. Donarà al menos uns esquellots cada setmana”.

L’extensió varia; de les modestes quatre pàgines a tres columnes del número 1, passa a 8 pàgines a dues columnes des del número 365, i a 16 pàgines a dues columnes a partir del 425. Igualment les capçaleres; la primera és un dibuix d’Apel·les Mestres, amb una corrua de gent que arrossega una esquella; des del número 65 –27 d’abril de 1880- conté un dibuix simbòlic de Manuel Moliné, en el qual hom veu Barcelona tocant una esquella i fent fugir rates, gossos, lladres, matuters, etc. A partir del número 156, un altre dibuix de Moliné il·lustra el títol: un pagès tocant l’esquella; amb el número 229, un dibuix de capçalera: un pallasso que toca l’esquella a la corda de la qual hi ha en rastellera diversos tipus de la societat.

L’adreça de la redacció, edició i administració no varia; va seguint les vicissituds de la Llibreria Espanyola d’Innocenci López Bernagossi i després del seu fill Antoni López Benturas: primerament al carrer Nou de Sant Francesc, 27; després passa a la botiga de la Rambla del Mig, 20. Quan aquesta plega, amb la mort d’Antoni López Benturas, la redacció és traslladada molt a la vora, al carrer de les Penedides, 8; és l’any 58 de la publicació de L’Esquella de la Torratxa. Quan ja fa seixanta-un anys que surt, en plena guerra civil, canvia de mans i passa a tenir la redacció, primerament, al Portal de l’Àngel, 9, i, més tard, al carrer d’Aragó, 290.

També les impremtes on es confeccionava L’Esquella segueixen la sort de la dinastia López. De primer la imprimeixen a la casa Lluís Tasso; després a la casa López Robert; torna a ser impresa a can Tasso fins al 1900, en què és inaugurada la impremta pròpia de La Campana i L’Esquella, al carrer de l’Om, 8. Molts anys després, a la mort d’Antoni López Benturas, L’Esquella és impresa al carrer del Parlament, 52.

Vegem el contingut del primer número d’aquesta tercera etapa de L’Esquella de la Torratxa –l’etapa de la seva personalitat pròpia. Contenia: “Que Déu los guart”, “El Nudo Gordiano a la moderna”, “Lo Roch”, “Esquellots”, “Teatros”, “Remitit”, per la redacció de LaCampana; “Cantars”, “Qüentos”, “Epigramas”, “Trenca-caps”. Dibuixos: “Cassat al vol”, tres dibuixos anònims i “Últims moments d’un reo”, una de les historietes en que excel·lia Apel·les Mestres.

L’Esquella de la Torratxa fou una revista típicament barcelonina que sobresortia sobretot en la caricatura dels barcelonins. Els alcaldes, els regidors, els governadors civils, els personatges polítics de l’època hi foren gairebé tots ridiculitzats. En el “Deu nos guart” del primer número ens és dit:

“La missió que ens guia principalment és agradarlos y ferlos pasar un bon rato... ‘Esquellots’ farem sempre que ens convinga, s’entén sense ficarnos en política, ni en qüestions de campanar, que per això no està L’Esquella de la Torratxa autorisada... Per tant, ab dir a vostès que a mi m’agrada molt la llibertat... ‘m considero autorisat per no moure’m del camí recte. De tots modos jo’ls asseguro que ompliré’l número de la manera més amena que’m siga possible, y que si no puc fer política, al menos tindré política de los lectors y’n tindré per vence la meva situació...”

L’Esquella de la Torratxa evidentment tenia els seus “caps de turc”, uns enemics vitalicis que sortien, una setmana darrera l’altra, caricaturitzats pels dibuixants de la casa. Un dels molts era Rius i Taulet, l’alcalde de l’Exposició del 1888. Les seves patilles fluvials i la seva panxa plena d’optimisme oficial van ésser estergides qui sap les vagades a les planes del setmanari humorístic dels López.

D’altres foren, durant llur vida política: el senyor Planas i Casals, cap del partit conservador a Barcelona, i conegut popularment pel “Pantorrilles” –unes “pantorrilles” que els caricaturistes del setmanari, T. Padró, A. Mestres, M. Moliné, J.L. Pellicer, etc., es preocuparan de dibuixar en forma de polaines de cartó; el que fou alcalde diverses vagades, el senyor Coll i Pujol, llarg i prim i encorbatat, amb la “perilla” i el gep, o el senyor Collaso i Gil, un altre dels alcaldes de reial ordre.

L’Esquella portava al dia, com qui diu, la comptabilitat dels fanals romputs i dels carrers esventrats que es veien ací i allà, arreu de Barcelona, i que no eren reparats mai. Els fregava delicadament per mitjà de solts, d’articles i de caricatures, pels morrets dels regidors que havien de tenir-ne cura i que els tenien abandonats, i explicava minuciosament als seus lector les raons tèrboles de l’Ajuntament. Amb L’Esquella els empedrats, els fanals, les voravies, les calçades, la netedat i l’embelliment de la ciutat comptaven amb un defensor ardit.

El secret de la popularitat de L’Esquella de la Torratxa, malgrat contradiccions o potser precisament a causa d’elles, eren les seves constants i famoses campanyes contra l’administració municipal. anava contra els cacics i caciquets, dels quals, segons ella “n’hi havia més que un foc no n’hauria cremat”. I contra els negocis tèrbols, segons la mateixa publicació, que es manipulaven a l’Ajuntament, de sota mà, això és, a l’esquena de la ciutat i en perjudici d’aquesta. Uns negocis que cuitava a airejar així que els ensumava, per tal d’evitar que fossin tirats endavant i per posar-los a la picota, de passada, valent-se del ridícul, que és una eina de les que fa més mal.Aquesta forta crítica va durar tot el temps que els Ajuntaments barcelonins successius van merèixer aquestes censures. L’adveniment d’un sufragi efectiu, el qual, el 1902 (quan el meu avi, Guillem López Ventura, va ser regidor i més tard tinent d’alcalde de l’Ajuntament), va acabar amb el caciquisme municipal, va plantejar problemes de tàctica al propietari i als redactors de L’Esquella de la Torratxa. Qui atacar? Els regionalistes? Els radicals? Els nacionalistes d’esquerra? Aquests tres partits, en realitat, formaren, un cop desnonats els caciquistes, els diferents consistoris barcelonins.

Fer una relació completa de tots els escriptors i artistes que van passar per L’Esquella de la Torratxa durant tota la seva vida, és una tasca gairebé impossible i hem d’aturar-nos forçosament en un punt en el qual la identificació dels pseudònims resulta impossible o, si més no, molt difícil; la llista resulta impressionant: Per L’Esquella van passar escriptors i artistes famosos. Entre d’altres, en foren redactors i col·laboradors J. Roca i Roca, F. Soler, P. Gener, E. Vilanova, C. Roure, R. Arús, J. Bartrina, E. Aulés, J. Feliu i Codina, N. Oller, J.M. Arnau, E. Moliné, J. Aladern, J. Güell, Apel·les Mestres –aquest com a dibuixant i com a escriptor, fou un dels puntals de la primitiva Esquella-, J. Coraleu, J. Ixart, F. Ubach, A. Cueta, V. Almirall, J. Miró i Folguera, A. Llanas, S. Boy, D. Calvet, J. Serra, S. Alsina, P. Aldevert, J. Burgas, J. Asmarats, A. Bori i Fontestà, J. Ramón i Vidales, J. Riera i Bertran, A. Maseras, Josep Carner, S. Vinardell, R. Jordi, Nogueras i Oller, M. Fondevila, F. Camps i Margarit, Ll. Via, J. Montero, J.M. de Sucre, A. Rovira i Virgili –el qual va fer-hi molts anys una columna regular de política estrangera-, J. Girbalà Jaume, F. Agulló i Vidal (el “Pol” de La Veu de Catalunya), J. Oliva Brigman, J. Verdú, A. Burgada, G. Alomar, A. Esclasans, I. Iglesias, M. Aguilar, P. Bertrana, F. Madrid, L. Capdevila, R. Reventós i molts altres.

La llista dels il·lustradors i caricaturistes no és pas menys extensa i il·lustre. Hi figuren: T. Padró, J. Llovera, J.L. Pellicer, M. Moliné, M. Foix, els quals constitueixen, podríem dir-ne, el primer equip, el que omple els primers vint-i-cinc anys del setmanari; S. Gómez, R. Miró, J. Blanco i Coris, R. Casas, L. Labarta, J. Llopart, N. Vázquez, M. Balasch, M. Urgell, C. Pellicer, G. Oller, J. Pahisa, L. Graner; una llarga llista de pintors que cobreixen un altre quart de segle, i que es clou amb la brillant col·laboració de P. Ynglada, el qual signa amb el pseudònim “YDA” la seva munió de dibuixos preciosos i elegantíssims de siluetes femenines. Per últim trobem la nova escola de caricaturistes, encapçalada per l’extraordinari “APA” (F. Elias), on figuren D. Junyent, G. Cornet, J. Robert, J. Bagaria, J. Capuz, J.M.Junoy, “Calderé”, Bonet (“Bon”), J. Passarell, Pascual, Prat, Torné, X. Gosé, X. Güell, X. Nogués, Cardona, Angoletta, Cilla, Sala, V. Castanys, Remigius, J. Baixas i que s’acaba amb els dos puntals artístics de L’Esquella de la Torratxa dels darrers quinze anys de la seva publicació: J. Costa, popular pel seu pseudònim “Picarol”, especialitzat en caricatures que comenten l’actualitat política, i R. Opisso, l’incomparable evocador de les multituds urbanes, de les escenes pintoresques, dels indrets ciutadans més propicis a les grans concentracions.

L’any 1887 foren retirades de la circulació les peces de dos quartos, que sols a Catalunya eren moneda corrent. Els periòdics de carrer hagueren, doncs, d’acomodar-se a les condicions del sistema decimal.

Per als que es venien, com L’Esquella, a dos quartos, el fet de passar a cinc cèntims representava una pèrdua considerable.

Innocenci López Bernagossi resolgué aquest problema disposant que La Campana de Gràcia –periòdic polític de caràcter popular- valgués cinc cèntims i que L’Esquella de la Torratxa, destinat a una altra classe de lectors, en valgués deu. Per compensar l’augment va doblar el nombre de planes, que passà de 8 a 16.

Tornant al tema dels col·laboradors, he deixat d’esmentar, a posta, un dels homes que més pesaren en la vida de L’Esquella: Santiago Rusiñol. Val a dir que si ell, com a artista, com a escriptor i, sobretot, amb el seu constant i confiat suport a les empreses editorial dels López contribuïa a sostenir L’Esquella, aquesta li ho tornava, llargament, en popularitat genuïna. Domènech Guansé ha pogut escriure a aquest respecte: “Com qui més, L’Esquella ha contribuït així a la glòria de la gran trinitat teatral de Catalunya: Guimerà, Iglésias, Rusiñol”

Si és cert que l’enginy de Rusiñol va fer molt per animar les pàgines de L’Esquella, la popularitat de Rusiñol, sense L’Esquella, no hauria estat tan vasta. És per L’Esquella que tot Catalunya conegué la silueta de Rusiñol, que ni en les més grotesques estilitzacions no perdia simpatia ni elegància, i que n’assaborí molts dels seus acudits. Aquesta preferència, però, era deguda, més que a contactes editorials –l’editor de L’Esquella, López, era el mateix editor de les Obres Completes de Rusiñol- a la irradiació de la simpatia de Rusiñol, a la influència que el seu humor barceloníssim havia d’exercir entre els redactors i ninotaires de L’Esquella.

És possible atribuir l’èxit i la durada de L’Esquella de la Torratxa, tant o més que a l’enginy i al talent dels redactors literaris i artístics que la feien, a la tenacitat i al barcelonisme integral dels López, tant del vell Innocenci, fundador de la dinastia, com d’Antoni el seu fill, que la continuà fins a la seva desaparició, al 1931.

L’Esquella de la Torratxa,que havia nascut, com aquell qui diu, per “fer favors”, substituint La Campana de Gràcia, havia de convertir-se en tri-mil·lenaria i gaudir del favor popular gairebé setanta anys. Això, en un setmanari humorístic no era gens fàcil, però L’Esquella ho aconseguí.

A partir del 1874, L’Esquella publicà, cada any, un almanac. Ja hem indicat la categoria artística i literària que tenien aquests almanacs. Hom pot trobar-hi veritables obres mestres dels millors artistes catalans.

Enumerarem, finalment, els números commemoratius del cinquantenari del Liceu i de la mort de Donizetti; i a l’any següent l’extraordinari número 1.000, que tenia 40 pàgines i valia 50 cèntims. Animat per l’èxit d’aquests extraordinaris en publicà dos més: el dedicat als Jocs Florals i el molt celebrat Número Modernista, imprès damunt de paper d’estrassa, que assolí molt d’èxit.

El primer número del segle XX –el 1.147, de gener de 1901- també és extraordinari i està dedicat a Barcelona en el segle XX. Amb interessants col·laboracions literàries, els dibuixos originals són d’Apel·les Mestres, Pellicer i Moliné, amb reproduccions de molts gravats antics. Té 48 pàgines i valia cinquanta cèntims.

En 1902 publicà, amb motiu de la mort de Jacint Verdaguer, un número extraordinari de cinc cèntims. L’any 1904, un altre dedicat a Barcelona de nit. Segueixen El diumenge a Barcelona i IV Centenari del Quixot. El 1906, el de cap d’any, dedicat a la Solidaritat Catalana, especial amb motiu de la inauguració del monument a Frederic Soler , “Pitarra”. El 1909, el dedicat a l’homenatge a Àngel Guimerà; el 1912, el número dedicat a La Mandra. L’any 1913 surten els extraordinaris Barcelona es diverteix i Els barris baixos.

En 1914 surten els dedicats a La Dona i el de La Pau –en aquells moments encara llunyana-, Les bestioles ciutadanes, Els estiuejadors, Les Festes Majors i el de La llengua catalana; el 1916, els consagrats a La Rambla, al Carnestoltes i als Marits.Amb això arribem al número 2.000, publicat el 27 d’abril de 1917, que va tenir 64 pàgines i va valer una pesseta. En aquest número, potser un dels més importants que va publicar la revista durant tota la seva existència, col·laboraren S. Rusiñol, P. Aldavert, G. Gumà, R. Reventós, A. Rovira i Virgili, F. Pujols, G.Alomar, A.Samblancat, F. Camps, O. Recó, Passarell, Opisso, N. Nogués, “Apa”, a part d’incloure nombroses reproduccions de dibuixos apareguts al llarg de tota la història de L’Esquella de la Torratxa.

El 23 de maig de 1919 surt el número dedicat a “El Teatre Tívoli a través dels anys”, i els darrers extraordinaris publicats són necrològics i assoleixen un èxit de venda impressionant. Són els dedicats a Àngel Guimerà (que s’exhaureix fins a tal punt que no figura en moltes de les col·leccions completes que es conserven del setmanari), a Ignasi Iglésias, Santiago Rusiñol, Francesc Macià, etc.

L’any 1934 també se’n van publicar dos de força interessants, el dedicat a la crema de convents en 1835 i 1909, amb un excel·lent estudi de la Setmana Tràgica –20 de juliol- i un altre titulat “Cent anys de Carlinada” –7 de setembre.A més a més d’aquests extraordinaris L’Esquella va publicar uns quants números especials, que eren venuts a 10 cèntims i tenien setze pàgines: el número 951 dedicat a les noces d’or del Gran Teatre del Liceu; el número 882 dedicat a la nova presó de Barcelona –la que fou anomenada “Model”. Els dels caps d’any de 1906, 1907 i 1908 dedicats a estudiar el que havia passat en cada una de les anualitats transcorregudes.I he deixat per al final un número extraordinari –dels dos que foren publicats durant la guerra 1936-1939- que és, a part del 2.000, potser el millor que va publicar la revista: el número 3.022, del 23 de juliol de 1937.

Tot ell és una mostra d’un humor moderníssim i el trobareu abastament representat en aquesta antologia. Tenia 32 pàgines i valia 60 cèntims. L’altre valia una pesseta i va sortir el 19 de juliol de 1938. En 1865 alguns editors van accedir a intercalar en la seva producció castellana algunes importants excepcions en català. Gustau Gili publica les Obres Completes de Joan Maragall. La casa Salvat llençarà un diccionari enciclopèdic en llengua catalana i la Gallach un altre de manual. No són els únics casos. Com a cas representatiu hi ha el de la dinastia López. El primer, Innocenci López Bernagossi, el dels Singlots poètics, i el seu fill, Antoni López Benturas, van publicar també llibres de Valentí Almirall, Pompeu Gener, Pere Corominas, i es quedà amb l’exclusiva de Santiago Rusiñol: uns 50 volums.Encara que l’ideari de L’Esquella estigués sempre lligat al dels seus propietaris, els López, que van imposar un republicanisme mai desmentit en d’altres aspectes, més o menys vinculats al cos d’idees de la revista, l’orientació seria donada pels mateixos que hi col·laboraven. I com és natural no faltaren tampoc les suspensions, a part de les que motivaren les dues primeres èpoques. Per causa de les vagues no es pogueren publicar el número del 3 de gener de 1919 i el del 28 de març del mateix any.

També a causa de la vaga no surt des del 28 de novembre de 1919 fins al 23 de gener de 1920. Durant la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), va estar suspesa pe ordre governativa, des del 18 de setembre de 1925 –número 2.428- fins al de gener de 1926. El 19 de juliol no va sortir –un altre cop per la vaga- i del 17 de juliol de 1936 –número 2.975- va passar al 14 d’agost del mateix any, a causa d’haver esclatat la guerra civil (1936-39).L’Esquella de la Torratxa, després de la dictadura de Primo de Rivera, deixa d’ésser una mica L’Esquella d’abans. Aquells sis anys de moderació per força, un cop acabats, ens tornen una Esquella que sembla que vulgui recuperar el temps perdut en el silenci obligat per la censura, i es lliurà, sense embuts, a la lluita política amb totes les seves forces. La República fou rebuda –com era lògic, atès el caire de la publicació- amb una eufòria sense límits; i la proclamació de l’Estatut també va produir un entusiasme exultant. És clar que, llavors, aquesta eufòria i aquest entusiasme, si més no en els primers moments, eren moneda corrent en gairebé totes les publicacions periòdiques, més o menys esquerranes.

El tiratge de L’Esquella de la Torratxa començà modestament de 1.500 a 2.000 exemplars. Al final de la primera tongada –desembre de 1885- la tirada havia pujat a uns 5.000 exemplars i, mentre el número fou de 8 planes, se’n tiraren una mitjana de 6.000. A partir del número 425 –quan va valer 10 cèntims i va tenir 16 planes-, la tirada s’anà enfilant gradualment fins a assolir un terme mitjà de 24.000 o 25.000 exemplars. Això no vol dir que d’alguns números extraordinaris no se n’arribessin a imprimir de 30.000 a 35.000. Una cosa semblant va passar amb l’almanac, que va anar sortint puntualment des de l’any 1888.La meitat de la tirada, aproximadament, era venuda a Barcelona i pobles propers; una bona part de la meitat restant s’escampava per Catalunya. Els mateixos que feien L’Esquella deien: “No es compta una sola província espanyola que no sigui visitada per L’Esquella. Per tot arreu on hi ha catalans, hi ha L’Esquella, el mateix a Espanya que a l’estranger. N’enviem a les cinc parts del mon”.

El 25 de setembre de 1936 va sortir a la revista la nota següent: “El Sindicat de Dibuixants Professionals (U.G.T.) s’ha apropiat d’aquest setmanari per fer-lo portaveu polític al servei de la nostra orientació professional a Catalunya. Així donç a partir d’aquesta setmana, el Sindicat de Dibuixants es fa responsable del contingut doctrinal d’aquest setmanari”.A partir d’aquest moment L’Esquella de la Torratxa deixa de ser L’Esquella de sempre i es converteix en un setmanari completament diferent.Alloza fou el director designat pel partit, però això només fou una cosa protocol·lària, ja que els autèntics cervells del setmanari foren Pere Calders, A. Artís Gener (“Tisner”), Ernest Guasp i Jacint Bofarull, segons les diverses etapes, i també comptaren amb diverses col·laboracions, com ara les de Joan Oliver (“Pere Quart”) i els dibuixants Subirats, M. Bas, Graus, Goñi i alguns altres, com Feliu Elies (“Apa”), en els darrers números. Pere Calders, que ara només escriu, aleshores també dibuixava signant “Kalders”.

La col·lecció completa de L’Esquella de la Torratxa –una raresa bibliogràfica de gran valor- té la qualitat d’una història viva de Barcelona i de tot Catalunya, durant gairebé setanta anys.L’Esquella de la Torratxa, malgrat alguns defectes que acompanyen les seves virtuts, és, indiscutiblement, una de les publicacions més importants que han sortit en català, i una de les que més van contribuir a fer que el gran públic aprengués de llegir i d’escriure en la nostra llengua.En aquests reculls he posat entre cometes els paràgrafs que estan escrits en el català que es parlava aleshores. S’ha de tenir en compte que el diccionari Fabra no va sortir fins a l’any 1932.

El 1924, el tercer López, Antoni López Llausàs, net d’Innocenci López Bernagossi, participà, d’una manera important, en la fundació de la Llibreria Catalònia de Barcelona, a la qual van lligades l’edició i la distribució de molts llibres catalans, i el 1932 edita el Diccionari de la Llengua Catalana de Pompeu Fabra.El llibre català –poc o molt- semblava reeixir. El lector troba davant seu unes oportunitats més suggestives. I aquest lector es multiplica. La maduresa del moviment catalanista contribueix a vigoritzar les posicions de la llengua catalana dins la societat del Principat. Els programes polítics reivindiquen per al català un lloc oficial i la propaganda i la polèmica es despleguen en català. El costum de llegir en la pròpia llengua progressa.

De les revistes que, amb la sana intenció de fer riure, però sovint amb finalitats satíriques, polítiques o socials, que van sortir a Barcelona –i a les seves barriades- entre 1870 i 1900, algunes van assolir un cert èxit, la majoria s’extingiren després d’uns quants mesos de vida; unes poques no passaren del primer o del segon número.Si tenim en compte que en aquests anys continuaren sortint regularment La Campana de Gràcia, L’Esquella de la Torratxa i LaTomasa, sense comptar setmanaris rabiosament vermells, com ara LaTramuntana o carlistes, com ara Lo Mestre Titas, ens podrem adonar de com era viva la vena satírica i humorista entre els barcelonins i tots els catalans –puix que molts d’aquests setmanaris arribaven arreu de Catalunya-, i com el fet de llegir en català era natural, com era natural d’emprar la llengua pròpia del país per adreçar-se a un públic capaç de mantenir diverses publicacions, no solament per fer-lo riure, sinó per entusiasmar-lo o convèncer-lo amb arguments polítics, religiosos o socials.

En l’ampli ventall de revistes satíriques i humorístiques hi ha opinions per als darrers trenta anys del segle. La premsa catalana d’aquell segle XIX completa el panorama d’una època molt més densa i activa, en aquest aspecte, del que sovint pot semblar-nos, des de la nostra distància.Del meu besavi, Innocenci López Bernagossi, ja he dit que no en tinc records personals. Solament puc rendir-li el meu petit homenatge relatant la importància que va tenir en la creació i divulgació de la premsa catalana i en català. Així, doncs, ho he fet tan bé com he sabut, bó i extractant-ho molt, per suposat, ja que va tenir una llarguíssima història que no acabaria mai de contar.

II Antoni López Benturas

Editor i llibreter. Continuador de l’obra del seu pare, Antoni López Benturas feu assolir una gran difusió als setmanaris La Campana de Gràcia i L’Esquella de la Torratxa, bé que als seus darrers anys els deixà decaure una mica. Edità la majoria d’obres de Rusiñol i d’Alomar, el Diccionari Català-Castellà de Rovira i Virgili, l’àlbum Barcelona a la vista, la col·lecció popular Diamante, a més a més d’almanacs, etc. Gabriel Alomar, quan venia a Barcelona, posava sempre a casa del “vell” Antoni López Benturas.

Quan ell tenia la Llibreria Espanyola, a més del contertulians habituals, i com que la botiga estava molt a prop del Gran Teatre del Liceu, s´hi deixaven caure tots els intel·lectuals que arribaven a Barcelona.Abans de continuar amb la història del meu oncle-avi voldria dedicar unes línies a la seva muller –“titi” Carmen, com els meus germans i jo l’anomenàvem- de la qual tinc un petit i alhora gran record. Era una persona molt bona de sentiments, patidora per tot i per tothom. No deixava mai d’interessar-se pels problemes de la seva família; quedà cega en els últims anys de la seva vida a causa d’unes cataractes, que aleshores no tenien cura i que ara s’operen amb tanta senzillesa. Estimava molt la meva mare i a nosaltres, els seus fills, i els meus germans i jo també l’estimàvem molt. Quan jo era petita ells vivien al carrer d’Escudellers, tocant a la Rambla, en un pis d’aquells antics, molt gran, ple de cortines fosques, quadres i objectes antics de gran valor, molt acollidor. La tieta Carme i l’oncle Antoni els recordo asseguts en àmplies butaques al costat de la gran llar de foc. Ell, amb una bata d’aquelles llargues i fosques, ribetejades de cordó, amb la seva barba blanca, i parlant amb la seva característica veu gruixuda. Ella, sempre cosint, ja que tenia molta feina, amb tants fills. Estaven molt contents quan anàvem a visitar-los.

La tieta Carme, els últims anys de la seva vida, ja vídua, va anar a viure en un pis molt alegre, situat a l’avinguda República Argentina 231, cantonada al carrer Craywinckel, en una casa que encara ara és bonica. Vivia amb el seu fill més jove, en Rafel, i la seva dona, Asunción. La seva filla Carme, l’única noia, era casada amb un metge mallorquí, i vivien a Palma de Mallorca. Això era una de les penes de “titi” Carmen, tenir la filla tan lluny. El seu fill Rafel i la seva dona van tenir cura d’ella fins que va morir; en els darrers temps li amagaven els problemes per no disgustar-la. Ella havia patit molt amb el difícil caràcter del seu marit i amb la criança de tants fills. Els cinc nois, Antoni, Josep, Joan, Guillem i Rafel, d’una manera o altra, tots van dedicar-se al ram dels llibreters o editors; es veu que ho portaven a la sang. Fora de l’Antoni, dels altres n’he perdut la pista.

Recordo que, una vegada, el seu fill Rafel va parlar per ràdio, sobre una qüestió de llibres, com sempre; en aquella època això de parlar per ràdio era tot un esdeveniment. Nosaltres érem a casa seva per escoltar-lo. Quan va acabar va fer: “Hola Mamà! Sóc jo, en Rafel!”. La seva mare es va emocionar moltíssim i va plorar.

Potser m’he allargat massa contant aquestes coses, però són uns records nostàlgics que m’ha agradat tornar a reviure; perdoneu.

Tornem a l’oncle Antoni. Antoni López Benturas, com a personatge, resultava pintoresc. Era molt manaire i això feia que els seus fills busquessin la manera d’emancipar-se de les seves petites tiranies; fins i tot un d’ells, en Joan, se’n va anar a Amèrica i en va tornar al cap d’un temps, casat amb una americana, la Mary, que era de Galveston, ciutat i port de l’estat de Texas. L’oncle Antoni no ho va acabar de pair mai. A nosaltres, en canvi, ens va fer molta il·lusió tenir una “tieta” americana.Antoni López Benturas era un dels puntals de la penya “La Punyalada”; feu costat a Rusiñol, “vedette” de L’Esquella de la Torratxa, que sortia de l’editorial de n’A. López Benturas. Aquella penya es reunia de matinada, cosa que resulta quasi inconcebible. Barcelona tenia ja vida nocturna. Era la darrera estació de don Santiago i don Antoni, abans de ficar-se al llit.

De tant en tant, la penya coneixia una gran nit. Era quan l’editor Antoni López Benturas, que presumia d’habilitat culinària, entrava a la cuina. La seva especialitat era el bacallà amb samfaina i, realment, cuinar per a tanta gent tenia el seu mèrit. Aquestes nits de ressopó, com si les flaires d’aquest alè de bacallà s’escampessin per Barcelona, la penya de “La Punyalada” registrava una assistència massiva.Una de les manies que tenia l’oncle Antoni era portar a casa seva a dinar, sense avisar prèviament la tieta Carme, els intel·lectuals de l’època. Ella s’amoïnava i havia d’improvisar com podia un àpat per quedar bé amb aquests personatges. Mai no va aconseguir que l’avisés amb temps.

La Llibreria Espanyola

Un dels primers periòdics republicans que va sortir va ser, pel febrer de 1926, República, que se subtitulava Semanario de Inteligencia Republicana. Imprés per Antoni López Benturas, tenia quatre pàgines a cinc columnes i s’imprimia al carrer de l’Om, 8. El seu programa propugnava la unió de totes les forces republicanes, així com dels partits simpatitzants amb aquesta forma de govern. Sortia els dijous, publicava articles en castellà i en català i valia deu cèntims el número.

És difícil de classificar, tant pel títol com pel contingut, el setmanari El Escándalo, que comença de sortir el 22 d’octubre de 1925. Essencialment, era obra de dos periodistes de gran agilitat: F. Madrid i B. Solsona. El primer, en uns reportatges titulats Sangre en Atarazanas, va inventar-se l’apel·lació “Barri Xinès”, destinada a tenir tant d’èxit, i no pas únicament a Barcelona. Aquest periòdic tenia vuit pàgines a tres columnes, amb el títol estampat en vermell. Era imprès als obradors d’Antoni López Benturas, carrer de l’Om, 8. Sortia els dijous i valia trenta cèntims.

L’any 1927 iniciava la seva publicació el Butlletí del Col·legi Oficial de Metges de la Província de Barcelona, amb trenta-sis pàgines i cobertes, imprès per Antoni López Benturas, al mateix carrer de l’Om. L’editor era el doctor Lluís García-Tornel Carrós. Fou publicat uns quants anys amb caràcter purament professional.

El Carrer va sortir per primera vegada el 28 de juliol de 1932. El subtítol deia: Política, Arts, Literatura, Teatre, Cinema, Sports, Actualitat. Des del número 42 aquest subtítol fou suprimit perquè el setmanari canvià de format; al començament tenia vuit pàgines a quatre columnes, imprès a la “Laietana”, carrer del Bou de Sant Pere, 9, on també hi havia la redacció. A partir del número esmentat són setze pàgines a dues i tres columnes, és a dir, deixa el format de tipus Mirador pel format Esquella. En l’article Pòrtic amb què comença el primer número, la Redacció ja diu: “No tindrem respecte a ningú que no se’l mereixi”. A partir del número 42 (17 de maig de 1933), El Carrer va tenir la redacció i l’administració a la Rambla del Mig, 20, és a dir, a la Llibreria Espanyola d’Antoni López Benturas, la qual cosa fa creure que aquest l’havia afegit a les seves revistes humorístiques.

A la llibreria d’Antoni López Benturas, la recaptació per la venda de les revistes es feia en xavalla, que era la moneda més abundant entre quiosquers i venedors. La xavalla s’abocava materialment en un gran calaix que tenia el taulell de la botiga, i quan a les 10 del matí disminuïen els compradors, començava la tasca de contar els cèntims, una tasca d’hores que calia compaginar amb l’atenció a les persones que entraven a comprar llibres. L’arqueig es feia bo i comptant peces de cinc cèntims i de deu cèntims que s’apilaven en munts damunt el taulell, l’un al costat de l’altre, de manera que tot el mostrador s’omplia de monedes. Amb els munts es feien paquets, tasca que solia fer personalment don Antoni. Acabat el recompte, els paquets eren portats en una caixa forta que hi havia a la rebotiga del negoci. Totes aquestes tasques es feien al davant dels contertulians i dels compradors de llibres, a la vista del públic, cosa que agradava a l’oncle Antoni, que deia que la visió de tanta xavalla era una gran propaganda per a les revistes. Després, la casa Mas Sardà canviava les peces per plata o per bitllets. També hi anaven tramviaires a buscar moneda petita.

Antoni López Benturas portava una comptabilitat rudimentària i primitiva que només ell entenia. En una llibreta marcava amb creus blaves o vermelles el que havia de cobrar o pagar. Això permetia, amb escassíssim personal comptable, resoldre tots els problemes del seu negoci. Les coses li anaven bé i en arribar fi d’any avisava tots els seus creditors que passessin a cobrar el que els devia, pagava tots els seus deutes i sense tenir en compte l’existència de llibres, les instal·lacions ni res del que constitueix l’actiu d’una empresa, considerava benefici tots els diners que sobraven. Això va poder fer-ho mentre el negoci anava sobre rodes, però quan va esclatar la primera guerra europea tot va canviar.

Els contertulians de la Llibreria Espanyola eren els personatges, els escriptors i dibuixants de l’època. El més fidel fou Santiago Rusiñol, personalitat extraordinària, més encara com a ésser humà que com a escriptor o pintor, sense que això vulgui dir que en aquests treballs no ho fos. Era alt, amb una barba blanca molt polida, com l’ha conegut l’actual generació pels retrats que se n’han reproduït.

Sortia de la seva casa del Passeig de Gràcia, prop del carrer de Rosselló, i s’adreçava a la Llibreria Espanyola. Els divendres i els dissabtes presenciava el final del recompte de la xavalla. Assegut en un tamboret que hi havia a la botiga hi passava cada dia llargues estones. Pels voltants de la una, Rusiñol i López Benturas s’asseien al “Lion d’Or” i es prenien la cèlebre absenta o un Pernod.

A Rusiñol i a tota la seva família, els López els estimaven molt. Maria, l’única filla del matrimoni de don Santiago, a més a més de ser molt bonica, era d’una gran espiritualitat. Va tenir un gran èxit social i fou una de les joves de Barcelona més sol·licitades i amb més pretendents. Es va casar amb en Pepe Planas, d’una de les primeres famílies barcelonines, que va resultat un perfecte marit. En no tenir el matrimoni Rusiñol cap fill baró, amb Maria va acabar la nissaga de la família.A més a més dels contertulians habituals, queien, a la Llibreria Espanyola, els que arribaven a Barcelona.

Un dels més pintorescos fou l’escriptor antiflamenquista Eugeni Noel, de cabellera arrissada caiguda sobre les espatlles, a l’estil dels “hippies”. Noel va tenir uns moments de gran popularitat criticant els toros, els toreros i les “corrides”.L’oncle Antonio, home d’idees liberals, rebia tothom amb idèntica cordialitat. És fama que només un dia el va fer sortir de polleguera un jove corredor de llibres, que entrà oferint una obra nova, per si en volia adquirir algun exemplar. El senyor López Benturas donà una llambregada al títol: Catecismo del vegetariano, i digué contundent: “No venem catecismes!”.La llibreria famosa de la Rambla –Rambla del Mig, 20- va ser bressol de la premsa satírica catalana, especialment la Campana de Gràcia i L’Esquella de la Torratxa. La puntualitat absoluta de l’aparició dels setmanaris, el fet que hi fossin registrats tots els esdeveniments barcelonins d’un cert interès, foren les dues preocupacions i l’orgull d’Antoni López Benturas fins a la seva mort. Hom el va acusar de poc generós i tanmateix va morir gairebé arruïnat, l’any 1931.

Vet ací unes paraules d’agraïment en la mort del propietari i editor de L’Esquella, publicades al mateix setmanari: “Ha mort Antoni López Benturas i L’Esquella, que sempre té la rialla als llavis, aquesta setmana s’ha vestit de dol. Agraïm l’afecte de tots els nostres amics en aquesta hora dolorosa. Agraïm les paraules de la premsa. I agraïm en l’acte de l’enterrament, la presència de les autoritats, la presència dels intel·lectuals, dels obrers, dels amics, que ens han acompanyat en aquests moments en què, havent emmudit per sempre la veu d’Antoni López Benturas, ens sentim sols”.

Després de la mort de l’oncle Antoni L’Esquella de la Torratxa va anar a mal borràs. Durant la guerra civil espanyola 1936-1939 passà a mans d’un equip d’humoristes, escriptors i dibuixants, que li donaren una nova joventut i en feren una tribuna de l’humor modern que després havia d’estendre’s per tot el mon i que aleshores només tenia vagues precedents americans. Però no tenia res a veure amb l’humor que havia practicat en els temps d’Innocenci López Bernagossi i del seu fill Antoni López Benturas.Aquesta època, amb la mort de don Antoni, havia de cloure la història del setmanari humorístic més popular que ha existit a Catalunya, i el que ha tingut també una més llarga durada, més de seixanta-set anys: L’Esquella de la Torratxa.Del meu oncle-avi, Antoni López Benturas, m’han quedat, en un raconet del record, aquelles visites que fèiem amb els meus pares i germans, primer al seu sumptuós pis del carrer d’Escudellers, i més tard al del carrer Craywinckel, més acollidor. Ell i la tieta Carme sempre ens van rebre amb alegria i afecte, i certament no ho hem oblidat.

He cregut convenient continuar tot seguit amb la nissaga dels López, bo i explicant una mica la vida del tercer López: Antoni López Llausàs, també relacionat amb llibres, llibreries i editorials; crec que pot tenir per a vosaltres algun interès. Després d’ell o junt amb ell, encara va continuar la tradició el seu fill, Jordi López Llovet. Tanmateix, jo no en sé res de concret, d’aquest personatge; sempre va viure a Amèrica i crec que va morir relativament jove.

III. Antoni López Llausàs

Va néixer el 25 de gener de 1888 al segon pis d’una casa del carrer Nou de Sant Francesc, 32. Fou el primer de cinc germans i una germana: Joan, Josep, Guillem, Rafel i Carme.Va cursar estudis primaris al col·legi “Políglota”, de gran fama en aquells temps, i el batxillerat a l’Institut de la ciutat. Féu estudis (inacabats) d’enginyeria i d’advocat (aquests últims complets)

En morir el seu avi, Innocenci López Bernagossi, el seu para, Antoni López Benturas, es va fer càrrec de la Llibreria Espanyola i dels seus negocis d’editor, i va educar els seus sis fills –quasi tots vinculats després a negocis relacionats amb llibres, diaris i editorials-, en un ambient de severitat, tot donant-los, això sí, l’exemple d’un home molt treballador.Antoni López Llausàs s’ocupava de molts aspectes del negoci que va deixar l’avi, encara que el caràcter absorbent i autoritari del seu pare feia difícil que la seva actuació donés com a resultat que els setmanaris apareguessin amb característiques diferents de les tradicionals imposades per l’avi Innocenci i pel pare, Antoni.

Les diferències de pensament de pare i fill es produïen sempre que aquest volia introduir alguna modificació o canvi en la manera de portar el negoci; sempre topaven amb la mateixa frase: “Si tota la vida ho hem fet així, per què vols canviar-ho?”, deia el pare. “Justament per aquesta raó”, era la resposta del fill, “si tota la vida venim fent-ho igual, ja és hora de fer-ho diferent”. Però el fet és que no s’acabaven d’entendre i que van arribar, més tard, a la dolorosa separació.

En aquell moment A. López Benturas estava sota la impressió que, amb la guerra europea (1914-1918), tots els negocis anirien de mal en pitjor, la qual cosa no era del tot exacta ja que aquella guerra va portar un període de prosperitat, sobre tot a Catalunya. López Llausàs, però, va aconseguir ocupar-se íntegrament i sense intervenció paterna, d’alguns números monogràfics de L’Esquella de la Torratxa, com ara el dedicat a La Mandra, el 1909, dibuixat en la seva totalitat per “Apa”, i que fou molt elogiat i comentat anys més tard pel setmanari Destino.Dedicat a un treball que li agradava, els seus estudis d’advocat no prosperaven. Era difícil de compaginar les dues coses, encara que estudiar li agradava molt. En aquella època hi havia dues universitats famoses per la seva benevolència amb els alumnes; eren a Múrcia i a Granada. L’Antoni va demanar al seu pare matricular-se a la de Granada i en dues convocatòries va aprovar disset assignatures de la carrera d’advocat.

Més endavant va conèixer la que després seria la seva esposa, M Teresa Llovet, escriptora, companya inseparable de la seva llarga vida, a la qual estimava moltíssim per la paciència i comprensió que va tenir envers ell, que tenia un caràcter molt fort, i pel coratge que va demostrar en els moments difícils de les seves vides.Durant una temporada va aconseguir compaginar el seu treball, el festeig, una vida social intensa, que li agradava, i la pràctica dels seus esports predilectes: el patinatge i la pilota basca. Entre els joves de la penya de l’Ateneu ja destacava López Llausàs, que encara havia de ser el gran editor i afortunat de tantes empreses.Aquesta vida tan intensa l’obligava a retirar-se a altes hores de la nit i anava tan cansat que passava algunes estones dormint sobre una taula dura (on es feien els paquets de revistes i llibres), situada al soterrani de la llibreria del seu pare, la Llibreria Espanyola. Va tenir una gran amistat amb Josep M. de Sagarra, va ser editor seu i gran company de sopars i xeflis.Més endavant, el propòsit de casar-se M. Teresa Llovet va ser ben acollit pel seu pare, però aquest li va dir que no podia donar-li tot el que necessitaria per posar casa pròpia, o sigui, que podien conviure amb ells, amb els pares, al seu enorme pis del carrer d’Escudellers. A A. López Llausàs no li agradaven aquests plans i va dir al seu pare que ja es buscaria els mitjans per trobar els diners suficients per posar casa pròpia, sense deixar la col·laboració amb ell.

En els setmanaris del seu pare, sobretot a L’Esquella, mai no s’havien inserit anuncis. López Benturas mai no va pensar en això per reforçar els ingressos. La proposició del seu fill va consistir a dedicar una pàgina del setmanari a la publicitat. López Llausàs es va ocupar de buscar els anuncis i amb el que recaptaria per publicar-los –esperava que seria al voltant de les 100 pessetes setmanals- pensava casar-se. El pare va acceptar el tracte i un dia de gener de 1908 es van casar M. Teresa Llovet i Antoni López Llausàs.Després d’un modest viatge de nuvis es va reintegrar a la Llibreria per treballar-hi més seriosament que abans.A l’any de casats va venir el primer fill, i A.L. Llausàs va veure que havia de buscar fora de la llibreria els ingressos necessaris per a les despeses de la família. Se li va acudir una idea que va consistir a utilitzar la part superior dels telegrames que la Companyia Telefònica posava a disposició dels seus usuaris per imprimir-hi anuncis, de forma que, en redactar els textos, aquells llegissin l’anunci que hi aniria imprès. Va proposar-ho a la Companyia a canvi de subministrar-los gratuïtament els formularis. Van firmar un contracte on se li atorgava aquesta concessió.Antoni López Llausàs va continuar treballant a la botiga del seu pare de la Rambla del Mig, 20, i dedicant algun temps a l’assumpte dels formularis telefònics. De resultes de tot això es va produir tibantor en les relacions pare-fill. López Llausàs deia, però, que la causa de l’actitud del seu pare era la gran estimació que li tenia, que era el preferit dels seus sis fills, i que tot el que feia o deia era degut a la por que sentia que s’allunyés del seu costat.Santiago Rusiñol, el contertulià bàsic de la botiga, es va adonar de la situació i va voler arreglar-la, però tot va ser inútil. Val a dir, tanmateix, que el fil mai no va guardar cap ressentiment envers el seu pare.López Llausàs va decidir ampliar el negoci de la publicitat; va contractar un tauló d’anuncis del “Principal Palace”, que s’havia convertit en un teatre de revistes; també va contractar algunes tanques de cases en construcció i es va ficar de ple en aquest ram tan nou i ple de sorpreses. Va guanyar-hi bastantes pessetes.

La Llibreria Catalònia

El negoci de la publicitat el va fer per no molestar el pare. Si s’hagués dedicat als llibres, que eren la seva veritable afecció i que ja començava a conèixer bé, hagués al·legat la competència comercial. Al cap d’algun temps, però, va decidir instal·lar una impremta. El seu amic Porta el va ajudar a aconseguir la màquina d’imprimir, que va comprar a Alemanya i que fou instal·lada al seu taller del carrer Diputació, 95, junt amb d’altres que va comprar a Barcelona. El negoci funcionava amb el nom d’“A. López Llausàs, impressor”.

Va inaugurar el taller amb gran il·lusió i va aprofitar per entendrir el seu pare. Li va escriure una carta dient-li que els llibres que publicaria serien com fills seus, ja que tot el que sabia ho havia après d’ell. El resultat fou nul, de moment; més endavant farien les paus.Així A. L. Llausàs es va convertir en llibreter, el tercer de la nissaga dels López.La idea d’A. L. Llausàs fou que la llibreria s’instal·lés a la plaça de Catalunya i, previ pagament d’un traspàs –50.000 pessetes- d’una botiga d’estris elèctrics, s’hi van establir. Es va decidir que s’anomenaria Llibreria Catalònia i aniria a nom d’A. L. Llausàs. Es pagava al mes un lloguer de 2.500 pessetes. F. Labarta, que tenia fama de bon decorador, es va fer càrrec de la instal·lació de l’establiment, que estava situat a la vorera de la plaça de Catalunya que va des de la Rambla al Portal de l’Àngel, al costat de la joieria Cabot, cèlebre en aquells temps.F. Labarta va instal·lar a la botiga com una mena de galeria i una passarel·la que la circumdava, i a la qual es pujava per una escala; la resta eren prestatges per a omplir-los de llibres.La Catalònia, com sovint l’anomenava la gent, fou la primera llibreria que va permetre que els amics dels llibres poguessin fullejar-los i fins i tot mig llegir-los en comptes de veure’n solament als lloms uns noms i un títol. La instal·lació va costar 18.000 pessetes. Pagades altres despeses, van restar, del capital de què es disposava, 19.000 pessetes per a omplir de llibres la botiga i aguantar els primers mesos que, com passa amb tot negoci, podien ser difícils.

Fragment de El llibre català i els seus editors

"A. López Llausàs ha estat l’instrument de la seva hora. I la seva hora, mal comptada, és la que va del 1920 al 1936. Aleshores, 1920, ja es trobava en declivi l’estel del gran apòstol de l’edició catalana que va ser Francesc Matheu. La desaparició d’F. Matheu de l’escena de les edicions en català hauria pogut representar l’inconvenient de la discontinuïtat a desgrat de la premsa catalana aleshores existent, i fins a desgrat de l’Editorial Catalana, nascuda a l’empara del diari La Veu de Catalunya. Tot aquest gros inconvenient de la discontinuïtat va quedar salvat gràcies a l’aparició d’Antoni López Llausàs. Ho duia a la sang. Fill del “vell López”, Antoni López Benturas, el de la Llibreria Espanyola i editor dels setmanaris La Campana de Gràcia i L’Esquella de la Torratxa –continuador del no menys famós Innocenci López Bernagossi-, jove i coratjós, es decidí a seguir pel seu compte el camí que havien fressat el seu pare i el seu avi: fundà la Llibreria Catalònia, creà la impremta que duia el seu nom, i amb aquests dos instruments bàsics es llençà a l’aventura de l’editorial catalana.

De seguida es va veure que A. L. Llausàs anava per uns camins que no havien seguit ni F. Matheu ni A. L. Benturas. L’estreta vinculació d’A. L. Llausàs amb els postulats de Pompeu Fabra van donar per resolt el problema que encara anguniejava alguns esperits d’aquella hora: el de l’ortografia que calia adoptar. A. L. Llausàs no tingué cap dubte i es convertí en un eficaç propagador de les Normes: totes les seves creacions editorials i tot el que sortí de la seva impremta aparegué amb el signe de la i llatina.

D’altra banda, el títol que més endavant passà a la seva llibreria ja denota que el seu esperit era més avançat que el del seu pare. Amb aquest esperit es llença a l’edició de llibres. Al costat de la Biblioteca Literària i de la Biblioteca Catalònia, publicà l’ambiciosa Història de Catalunya, d’Antoni Rovira i Virgili, i creà els Quaderns Blaus, fusionà amb la seva l’Editorial Catalana, fundà la Biblioteca Univers i oferí al gran públic el Diccionari General de la Llengua Catalana, de Pompeu Fabra, i escriví en conjunt un dels capítols més importants de la història del llibre català. Per aquesta raó A. L. Llausàs, que ha estat un dels grans apòstols de l’edició catalana, ha llegat el seu nom a la història de Catalunya. A Barcelona, el 1939, les tropes franquistes cremen la Història de Catalunya i destrueixen les planxes d’edició del Diccionari General de la Llengua Catalana, de P. Fabra.

La família d’A. L. Llausàs va anar augmentant: el seu fill Santiago, la filla Glòria i més tard un altre fill, Jordi. M. Teresa Llovet fou per a ell la companya somiada en les hores felices i en les que més tard foren desgraciades. El primer cop fort i irreparable fou la malaltia i la mort de la seva filla Glòria, una nena encara. El 8 de maig de 1924 es va produir un fet important per a A. L. Llausàs i per a Barcelona. Fou la creació de la famosa i transcendental Llibreria Catalònia ( “Catalònia” és una forma llatinitzada, d’origen medieval, del nom de Catalunya), que va tenir i continua tenint, el 1993, quan jo escric aquesta història, decisiva importància cultural a la ciutat".

Com deia, el 8 de maig de 1924 va tenir lloc la inauguració de la Llibreria Catalònia. Es cursaren invitacions als amics, escriptors, artistes, penya de l’Ateneu en pes i a tota la premsa. Fou un èxit i els comentaris i l’acollida dels diaris a la llibreria que, oberta en plena plaça de Catalunya, donava preferència al llibre català, foren d’allò més encoratjadors. Es va servir un “lunch”.

L’aparador de la Catalònia, el dia de la inauguració, havia estat preparat pel pintor Domènech Carles. Però no resultava gens comercial, car hi figurava un sol llibre important, un tinter antic de gran qualitat i una ploma. Al cap de pocs dies el van renovar i hi exhibiren els llibres que semblaven més interessants per vendre.

A. L. Llausàs va donar una forta injecció al negoci tot signant un contracte amb Joan Estelrich, gerent d’una editorial de la LligaRegionalista, per continuar la publicació de les col·leccions que imprimia l’editorial esmentada. Es va fer càrrec d’una revista d’arquitectura, va començar a publicar la col·lecció Quaderns Blaus, en la qual aparegueren petites biografies no sols de pintors, escriptors i polítics sinó també de científics, com el doctor Turró, distingit membre de l’Institut d’Estudis Catalans i filòsof, o com el doctor Salvador Andreu, famós pels seus Laboratoris del Dr. Andreu.

Una altra realització seva fou la Biblioteca Univers on apareixien traduïdes obres d’autors de fama mundial. El segell de la Llibreria Catalònia emparà, a més a més, una diversitat enorme de textos. Francesc Cambó va ser un dels autors més venuts d’aquells moments gràcies al seu llibre Per la concòrdia. També es vengueren molt Ivon l’Escop i la seva campanya del “Bon Mot”, una adaptació combativa de Plutarc feta per Míriam Tudurí pensant en l’embolic de la Llei de Contractes de Conreu, un llibre subtitulat Cinema i Revolució, etc.Josep Pla era contertulià de la Catalònia. En Pla, en aquells temps, començava a escriure i no havia conegut encara la fama que el seu talent d’escriptor després ha merescut. Un dia digué a A. L. Llausàs: “Jo no podré escriure tranquil i a gust fins que trobi un editor que em doni un sou cada mes que em permeti viure decorosament, sense haver de preocupar-me més que d’escriure”.- “Què necessiteu?” –va dir en López Llausàs.- “Amb cinc-centes pessetes al mes m’acontentaria”.- “I què em donaríeu cada any?”- “Un llibre inèdit, la reedició d’alguns dels ja publicats i exhaurits i un volum d’articles apareguts en diaris i revistes”.

Aquest contracte va durar poc perquè en Pla va començar a viatjar i a tenir cada dia més prestigi i, en conseqüència, tingué proposicions més favorables. De tota manera, A. L. Llausàs considerava un honor haver ajudat Josep Pla en els seus inicis literaris.En l’ordre literari, foren inapreciables col·laboradors d’A. L. Llausàs els seus amics J. Estelrich, C. Soldevila, J. M. de Sagarra, M. Aguilar, J. M. Planas, P. Bertrana, T. Garcés, M. Manent, J. Miracle, etc.Entre els clients de la Llibreria Catalònia es va comptar des del primer moment amb la majoria de socis de l’Ateneu Barcelonès: Q. Borralleras, P. Coromines; J. B. Solervicens, R. Llates, J. Puig i Ferrater, “Gaziel”, Carles Riba i molts d’altres que seria massa llarg d’anomenar. També hi anaven sovint J. Ruyra, S. Rusiñol, Vallès i Pujals, J. Cabot i, algunes vegades, Francesc Cambó.A la Catalònia hi administraven la Biblioteca Catalana, la Biblioteca Literàriai la Biblioteca Univers.Una de les atraccions –extra-literàries- de l’immoble on es trobaven instal·lats va ser el famós “home-mosca”, original personatge que s’enfilava per la façana de l’edifici situat davant mateix de la llibreria, des d’arran del sòl fins a dalt de tot, davant d’una gran multitud bocabadada.Des de la Llibreria Catalònia van veure començar la transformació de la plaça de Catalunya, d’on van desaparèixer les velles palmeres i hi van sorgir jardins, parterres, estàtues i fonts que en gran part encara es conserven, i que van donar un caire més internacional i cosmopolita a la primera plaça de Barcelona.

A l’acabament de la reforma esmentada no van tenir altre remei que buscar un nou emplaçament per a la Catalònia, ja que la casa que fins aleshores havien ocupat havia de ser enderrocada per aixecar-hi, posteriorment, l’edifici del Banc d’Espanya, no construït –i amb una arquitectura glacial i desencertada- fins després de la guerra civil.

Van oferir un traspàs a la casa Vilardell, dedicada al gènere de punt, de la Ronda Sant Pere, 3, local on continua la Catalònia actualment, tocant a la plaça de Catalunya.

Instal·lats de nou en un local tan cèntric com el que tenien abans, però molt més espaiós, pogueren obrir noves seccions, sempre en cerca de més amplis horitzons.La nova Catalònia fou inaugurada l’any 1931. Allí s’hi va organitzar la signatura d’exemplars dels principals autors nostres i dels que passaven per Barcelona: J. Benavente, A. Maurois, C. Roberts, el comte de Kesserling, Gheorgio, S. Quasimodo, J. Pla, J. M. de Sagarra, R. Gómez de la Serna, J. M. Gironella, D. Alonso, A. M. Matute, J. M. Pemán, etc., i les actrius Ingrid Bergmann i Pepita Serrador.A la Ronda de Sant Pere, 3, on la Llibreria Catalònia havia adquirit una popularitat molt àmplia, es van celebrar, el 1949 les noces d’argent de la seva fundació i de l’Editorial Selecta.

Per a la Llibreria Catalònia va començar una etapa editorial en la que es publicaria la Biblioteca Catalana, la Biblioteca Univers, Quaderns Blaus i llibres de tots els millors escriptors catalans. També estava molt relacionada amb la Biblioteca Literària, de la qual va ser fundador el gran poeta Josep Carner. Catalònia edità el Diccionari General de la Llengua Catalana de Pompeu Fabra, també correctament anomenat el diccionari Fabra. Es publicà per subscripció i per fascicles, i se’n van arribar a vendre, en una primera edició, 18.000 exemplars. El diccionari Fabra va continuar venent-se, i ja en ple règim franquista, A. L. Llausàs va aconseguir que li n’autoritzessin una segona edició. La censura va fer-hi algunes modificacions de poca importància, però va prohibir-ne el prefaci del Sr. Cambó de la primera edició, prefaci que fou substituït per un altre de Carles Riba, membre en aquell moment de l’Institut d’Estudis Catalans, que es reunia clandestinament en el pis de l’arquitecte i polític Puig i Cadafalch.

Del Diccionari General de la Llengua Catalana, A. L. Llausàs en va fer les edicions següents:

1.ª Novembre de 1932
2.ª Setembre de 1954
3.ª Octubre de 1962
4.ª Abril de 1966

La Llibreria Catalònia anava agafant fama i prestigi. Cada dia tenia més clients i es veia més concorreguda. Van arribar dies de gran èxit amb la “Diada del Llibre”, festa en la qual ningú no hi creia tant com A. López Llausàs quan es va instaurar i que va proporcionar grans èxits al negoci. La vorera del carrer era ampla i espaiosa. Permetia d’instal·lar-hi molts taulells amb llibres. En aquella jornada s’arribava a xifres de venda impressionants. Algun any s’instal·laren, en front de la Catalònia, unes columnes que simulaven termòmetres i que indicaven durant el dia com pujaven les vendes de llibres catalans, més altes que les dels castellans.

La Llibreria Catalònia va convertir-se durant la dictadura de Primo de Rivera (que va començar el 15 de setembre de 1923) i durant la segona República, en un conducte de distribució que algunes petites editorials hagueren d’aprofitar. Les Edicions Diana que, entre altres coses, publicaren quatre llibres de Josep Pla, la col·lecció El Ram de l’Olivera, amb papers de J Estelrich, M. de Montoliu, J. M. Capdevila, una Biblioteca Horitzons, les Monografies Mèdiquesdirigides pel doctor Aiguadé, i d’altres, acudien al dipòsit i als recursos de venda de Catalònia.

La llibreria Catalònia fou una de les primeres a col·locar uns llargs taulells i d’envoltar tota la botiga d’una mena de lleixa on s’exhibien, posats plans, centenars de llibres. Pretenien que els qui s’estimaven els llibres es trobessin de gust a la botiga, pel goig que representava poder triar i fullejar lliurement i sense traves els volums per tota la llibreria, com si fos a casa seva.

La secció d’obres tècniques es trobava proveïda, fins allà on era humanament possible, car són moltes les matèries existents: arquitectes, enginyers, geòlegs, constructors, economistes i tota mena de científics, ja sabien on podien trobar els seus llibres especialitzats, i quines novetats hi havia que els poguessin interessar, i en diverses llengües.

També es va crear la secció de comptes corrents o vendes a pagar, que seria massa llarg d’explicar.Secció Major: DistribucióCatalònia. Com la botiga, aquesta secció de distribució també era cinquantenària, per què Catalònia va néixer amb el suport de les Edicions Pàtria i del seu fundador Antoni López Llausàs; la llibreria es va encarregar de la distribució a la resta d’establiments del ram de tot Barcelona i de tot Catalunya, de diverses obres en català publicades en aquella època.Poc després vingué la sotragada del 1936. La Generalitat, en crisi, accentuarà la manipulació dels ressorts emotius de la llengua, que podrien comportar un estímul de la moral combatent o resistent entre la ciutadania.De la premsa oficial surten llibres per a infants i per a soldats. La Institució de les Lletres Catalanes pretenia reestructurar i re-endegar la feina dels escriptors. Uns quants –pocs- volums impresos en donen fe. No va haver-hi temps de res més.

Després, l’Estatut fou derogat, i va esvair-se el resultat pràctic dels esforços escolars i universitaris i molts d’altres que el règim, tímidament autonòmic, de la Segona República havia propiciat. I s’implantava un criteri administratiu que excloïa la llengua catalana de qualsevol manifestació pública: de la impremta, en primer lloc. Les restriccions equivalien a un retorn, si no al “no res”, sí a unes posicions de inermitat. Durant uns anys no es va publicar cap llibre en català. Proa emigrà, Janés passa a editar en castellà, Catalònia, en absència de A. L. Llausàs, transformada en Editorial Selecta, no reaparegué fins al 1946, deu anys després.

Antoni López Llausàs, durant la guerra civil espanyola va emigrar, amb la seva família, primer a París i després a Amèrica. Deia que això de matar-se els uns als altres no ho entenia. Més endavant, en època del dictador Franco, fou obligat a canviar el nom de Llibreria Catalònia per Casa del Libro. Actualment torna a ser Catalònia. Jo ignoro si ha continuat la tradició d’editor i llibreter algú de la nombrosa família López, ja que els cinc germans d’Antoni López Llausàs van tenir bastants fills, però aquí ja em perdo.Antoni López Llausàs va residir a Buenos Aires molt de temps. Allà va fundar l’Editorial Sudamericana, de la qual era president, la més important del continent, i dirigí també un negoci d’impremta i de llibreria, importantíssim, amb la gran ajuda del seu fill Jordi.El 1939, quan es va reprendre l’activitat comercial i normal del país, va sorgir quasi immediatament la nova època de Catalònia, amb el complement editorial dels senyors Cruzet i Borràs, que reediten les obres completes de Jacint Verdaguer, a les quals seguiren totes les altres nombroses publicacions d’autors catalans d’Editorial Selecta; aquestes van fer costat a la Biblioteca Biogràfica Catalana AEDOS i, darrerament, a la Geografia i Història de Catalunya, també publicades per aquesta última editorial. Igualment mantenen la distribució dels diccionaris Fabra i Miracle dels quals, fins poc abans de la seva mort portà encara la batuta A. L. Llausàs. Tot això ha obligat a envair l’antiga sala d’exposicions i conferències que tenien a la planta inferior; malgrat tot, l’espai encara no és suficient per a la gran producció actual d’obres catalanes.

Per la qualitat del treball i la quantitat d’atenció que ha dedicat Catalònia a l’Editorial Selecta, no solament la considera una secció més de la casa, sinó que la mira com allò que representa: una bona part del seu prestigi, de la seva finalitat i de les seves il·lusions. Fomentar i difondre la literatura catalana és una missió tan innata en l’empresa des de la seva fundació, que mai no se’n podrà desinteressar.

Mantenir una editorial vocacional i sense quasi compensació econòmica, com només coneixen els que hi ha treballat des de l’inici, amb el seu ritme de publicació, és un goig; un goig que assegura als seus llegidors que la Selecta farà honor, ara i sempre, al seu nom, a la seva tradició i a la finalitat per a la qual fou creada.A la Catalònia s’han anat ampliant i modernitzant seccions seguint les tendències actuals, creant els apartats de Sociologia, Sexologia, Cinema, Ciència-ficció, Esports i Llibres de Butxaca. Com que no es dediquen al llibre de text, que és una especialitat de determinades llibreries, poden atendre amb més amplitud seccions bàsiques, com ara les literatures catalana, castellana i francesa, la història, l’art, el llibre infantil, els viatges, els llibres de divulgació, d’aventures, etc.Avui que les coses han canviat molt, costa una mica de fer-se càrrec del que va representar aquell triomf de la Selecta, que equivalia, en paraules d’A. L. Llausàs, “a salvar la literatura catalana del total oblit en què havia caigut”El 1950 a la Catalònia se celebrava amb goig el 50 aniversari de la creació de l’empresa.El cosí de la meva mare, Antoni López Llausàs, va editar i imprimir diverses publicacions, diaris i revistes, que intentaré ressenyar i resumir –perquè si ho fes amb tots els ets i uts no acabaria mai- a continuació.

Article de Josep Pla publicat a la revista Destino el 1978.

"Lo que hizo en Barcelona Antoni López Llausàs, en el negocio de la impresión y de la librería, lo realizó también en Buenos Aires, en los largos años de su exilio. Siendo yo muy joven editó algunos de mis insignificantes papeles. En el capítulo de la Argentina, editó también un libro mío, el de Israel. Siempre fuimos amigos. En mis estancias en Buenos Aires, tanto viniendo del Pacífico (de Chile y del Perú) como del Atlántico, encontré en él, en su esposa y en su familia, una generosidad y una amistad inolvidables. Me ayudaron muchísimo en las informaciones que escribí. En los almuerzos de su casa, conocí a muchos intelectuales americanos y a bastantes personajes de Madrid que hoy son grandes hombres. Hicimos algunos viajes por la Argentina. En nuestras largas conversaciones bonaerenses, le pedí siempre que me escribiera sus recuerdos de Barcelona. Más tarde recibí un fajo de cuartillas –casi sesenta- escritas a máquina con lo que le había pedido. Me pareció imposible publicarlas en los decenios pasados. Ahora, quizás tendremos más suerte. A. L. Llausàs escribe con un desparpajo impresionante y claro. Sus notas no se refieren a su vida total, sino a su existencia en Barcelona. A mí me parece que tienen interés, porque cuenta una Barcelona ya desaparecida evocada por un hombre trabajador e inteligente que ya pasa de los 90 años. Un cariñoso saludo, don Antonio".

Revistes

Anuari dels Catalans. Comença a ser publicat l’any 1923. Era editat per l’Editorial Pàtria i imprès per A. L. Llausàs al seu taller de Diputació, 95. Amb 128 pàgines de text, es venia a 3 pessetes. L’any següent no surt; probablement la implantació de la dictadura devia impedir-ho. Però torna a sortir els anys 1924-1925, amb resum dels fets de 1923 i 1924.

La Ciutat i la Casa. Pel gener de 1925 surt una altra publicació dedicada a l’art: La Ciutat i la Casa, i com a subtítol Revista d’Arquitectura, Arqueologia i Bells Oficis. Tenia 36 pàgines; era imprès a la casa d’A. L. Llausàs. Cada número valia 3 pessetes, preu elevat en comparació amb els de l’època. Sortia cada trimestre, la dirigia R. Benet i en el cos de redacció hi figuraven prestigiosos arquitectes.

La Nova Revista. Una altra publicació que fou rebuda amb gran expectació fou La Nova Revista, el primer número de la qual va aparèixer el gener de 1927. La seva aparició va anar precedida d’una intensa propaganda des dels periòdics de tot Catalunya. La Nova Revista va satisfer el públic català puix que el text de cada número que va sortir era molt interessant, la presentació impecable i la col·laboració molt nodrida i selecta.Els quaderns de La Nova Revista tenien noranta-sis pàgines i cobertes i estaven impresos a la casa d’A. L. Llausàs. El preu era 3,50 el número.

La Nova Revista sortí una trentena de mesos i deixà de ser publicada a meitat de 1929.Gaseta de les Arts. Va sortir el 1928 en la seva segona època. La primera època no l’he ressenyada perquè no prenia part en la impressió A. L. Llausàs.Pel setembre de 1928, doncs, torna a sortir la Gaseta de les Arts en la seva segona època. El subtítol indica: Arquitectura, Escultura, Pintura, Bells Oficis, Cinema. La sola inclusió d’aquest darrer tema ja indica la modernitat dels que la redactaran. Ara té 24 pàgines i és impresa als tallers d’A. L. Llausàs. És una revista impresa amb gran luxe, continuadora de la que amb el mateix títol va sortir els anys 1924 a 1927. La fusió amb la revista d’arquitectura La Ciutat i la Casa, l’acolliment a les disciplines artístiques, la situen a un nivell suportador de comparacions.Joaquim Folch i Torres continuava fent de director a la redacció d’art antic, mentre la d’art modern anava a càrrec de Rafel Benet. La part gràfica és molt extensa i conté reproduccions de les obres dels més coneguts artistes. El número 2 va dedicat a la col·lecció Plandiura, i és un extraordinari de quaranta-vuit pàgines amb profusió de gravats reproduint les obres i els salons de l’estatge on aquest ciutadà barceloní va crear un veritable museu, adquirit després, en part, per la ciutat.

La col·lecció de Gaseta de les Arts és important, puix que per les seves pàgines desfilen nombroses monografies dels nostres millors artistes, i exposicions celebrades a la nostra ciutat.Gaseta de les Artsva deixar d’aparèixer pel setembre de 1930.Mirador fou una revista publicada amb una absoluta regularitat, des del primer número, del 31 de gener de 1929, fins al 380, del 16 de juliol de 1936, en què deixà d’aparèixer a causa de les circumstàncies. Mirador instaurava a Catalunya un tipus de revista literària que no defugia, ben al contrari, els temes polítics, dins la mesura que la situació i la censura permetia d’enfocar-los. L’any 1929 era, de fet, el darrer de la dictadura de Primo de Rivera, i encara que resultava molt difícil de preveure aquella fi que tindria lloc a darrers de gener de 1930, l’ambient ciutadà estava tens. El subtítol de Mirador deia la seva ambició: Setmanari de Literatura, Art i Política. La fundació d’aquest setmanari fou deguda a A. Hurtado i el primer director que va tenir fou Manuel Brunet. Tenia la redacció al carrer Pelai 62, cantonada a la Plaça de Catalunya –un veritable mirador damunt la ciutat-; més endavant la redacció s’instal·là a la Llibreria Berger i més tard a la Llibreria Catalònia, a la Ronda Sant Pau 31.

L’article Bon dia amb què comença el primer número de Mirador, en diu: “No sortim a omplir cap buit i per a fer la lliçó a ningú. Ens hem ajuntat amb el propòsit de parlar amablement als lectors, un cop per setmana, de totes les coses del mon que despertin una inquietud, remoguin una idea o desvetllin una emoció. I heus aquí perquè de la nostra revista en diem Mirador”.Mirador tenia vuit pàgines impreses en paper setinat. La fórmula de compaginació de Mirador fou gairebé invariable: una primera pàgina amb un editorial, generalment anònim, dedicat a temes polítics d’actualitat; una columna central De dijous a dijous, o bé Els dijous blancs, també tractant l’actualitat, per bé que amb un to molt més lleuger.

La secció Mirador indiscret dedicada a ecos i anècdotes de la vida ciutadana, a la segona pàgina, un gran reportatge original (n’hi publicaren de ben interessants J. Passarell, J. M. Planas, A. Artís, M. Amat i C. Sentís, entre altres), i una columna titulada L’aperitiu en la qual, fins a mitjan del 1935, J. M. de Sagarra comentava, amb una prosa brillant, un tema de l’actualitat. Les pàgines centrals eren dedicades als espectacles: Cinema i Teatre. La pàgina 6 estava dedicada a les Lletres; la pàgina 7, a les Arts i als artistes, i la darrera pàgina parlava de música i discs.El preu de venda de Mirador fou, de primer, vint cèntims i ja l’any 1931 va passar a trenta cèntims.La fórmula que va llençar Mirador, amb iniciatives com ara diversos salons de pintura, dedicats a l’art gòtic o al retrat femení, i amb les seves famoses sessions de cinema, en les quals eren presentades obres de gran novetat a un públic inquiet, ha quedat com a clàssica en els annals del nostre periodisme modern, i ha estat imitada diverses vegades.Com ja s’ha dit, els esdeveniments del 19 de juliol de 1936 interromperen la publicació de Mirador.

El be negre. Els anys de la República (1931-1936) són més propicis a la premsa satírica que a la humorística, ben al contrari dels que els havien precedit, en què les al·lusions polítiques i socials, tema principal de la premsa satírica, eren difícils per no dir impossibles. Entre els nou vinguts a la palestra que s’afegeixen als immutables L’Esquella, La Campana i Papitu, cal destacar un setmanari que, en certa manera, pot simbolitzar la premsa satírica dels anys de la República, puix que comença d’aparèixer el 23 de juny de 1931 –un parell de mesos després de la proclamació del nou règim- i no cessà fins a la setmana mateixa del 19 de juliol de 1936. Es tracta de El be negre, que es presenta com a “setmanari satíric”. El títol ja era un encert, tot i que era inspirat, així com la confecció i l’estil dels articles i crítiques que formaven el periòdic, pel famós i durador setmanari francès Le Canard Enchainé. Desvergonyit, irreverent amb les personalitats de la política, arribant de vegades a la insolència, al comentari despietat i sovint just, de les dites i fetes dels personatges, de la situació, fossin els que fossin. Era, tanmateix fet des d’un punt de vista catalanista, republicà i federal.

Vull aclarir aquí que dels setmanaris que he esmentat més amunt, el Papitu mai no va ser editat, ni imprès, ni publicat per cap membre de la meva família, els López, ni per cap parent llunyà; fou fundat per Feliu Elies “Apa”, el 25 de gener de 1908, i qualificat de pornogràfic i, repeteixo, no té res a veure amb les publicacions de la nissaga dels López.

El Be Negre tenia quatre pàgines a sis columnes –a partir del número 100 a set columnes- i valia quinze cèntims. Era molt ben imprès, en bon paper setinat. Tenia l’administració a la plaça de Catalunya, 17, Llibreria Catalònia d’A. L. Llausàs. En realitat, però, ElBe Negre era confeccionat al segon pis de l’Ateneu Barcelonès, i els qui el feien s’hi divertien molt més que els lectors. El director fou J. M. Planas i el director artístic, una bona temporada, V. Castanys. Aquest va explicar com va passar per aquest setmanari, com va esverar-se pel caient que de vegades prenien les seves campanyes polítiques o personals, i com se’n va retirar per passar a La Veu de Catalunya.

Entre els redactors hi havia A. Ferran, R. Llates, J. Cortés, J. Cabot, M. Amat, C. Sindreu i J. M. de Sagarra, el qual va escriure els versos dels primers números, versos satírics que són un veritable model del gènere. Quan en Sagarra se’n va anar, continuà fent-los J. Cortés, alternant amb R. Llates, amb tanta traça que molts cregueren que eren encara del l’autor d’El Comte Arnau.

El Be Negre era un comentari viu, ple d’esperit i lleugerament –o notablement- desvergonyit, de tota actualitat político-literària. La política i l’anticlericalisme eren, però, les principals preocupacions d’El Be Negre. Les seccions dedicades als diferents temes que tractava tenien títols com ara El Ber... nat metge, per a la literatura, El Be... thoven, per a la música, El Be... lasques, per a la pintura, El Be... a les fosques, per al cinema, Els Bens Florals, La Borsa o la Vida, L’Agnus Dei (secció especialment dedicada a criticar els sacerdots i bisbes), Molt Bééé!, Ovelles Esgarriades, Amb el cor a la ma, I un Be!...Els il·lustradors d’El Be Negre eren principalment V. Castanys, “Tisner”, J. Passarell i “Soka”.

La vida d’El Be Negre fou accidentada, puix que a causa de les campanyes que va portar a terme des de les seves pàgines hagué de sofrir denúncies, moltes amenaces i agressions als seus redactors, per part dels seus adversaris. Era molt difícil de mantenir el punt just entre la indiscreció i la difamació, entre la crítica i la injúria, i el clima polític era massa encès per a poder tolerar les al·lusions personals que els redactors d’El Be Negre prodigaven. Tanmateix, aquests obstacles a la tasca del que fou popular setmanari foren de poca transcendència. En canvi, les campanyes d’El Be Negre contra el terrorisme i les que, personalment, havia dut J. M. Planas a les pàgines de La Publicitat, van ésser pretext perquè poques setmanes després del 19 de juliol de 1936, el director d’El Be Negre fos segrestat i assassinat per uns individus afiliats a aquell mateix terrorisme que ell havia denunciat.

L’any 1932 El Be Negre va publicar un almanac de 72 pàgines, amb cobertes a tres tintes que reprodueixen un magnífic dibuix sense signar però indubtablement original de Xavier Nogués, que és un veritable compendi de l’esperit del setmanari. Publica nombroses caricatures de V. Castanys, “Soka”, Passarell, Moreno, etc.Hi destaquen uns poemes: Les quatre estacions (Nord, Ferrocarrils de Catalunya, M.Z.A. i Ferrocarrils Catalans), un calendari de l’any i un reportatge fantasiós sobre Els misteris d’El Be Negre, com es fa i com es desfà.

El Be Negre es va deixar de publicar la setmana mateixa del 19 de juliol de 1936.La Medicina Catalana. Redacció i administració Llibreria Catalònia. Revista de gran ambició que va publicar el primer número el 15 d’octubre de 1933. Era mensual. El seu consell de redacció era integrat per prestigioses figures de la Medicina i era un reflex fidel de tota la ciència mèdica catalana. Va ser publicada, malgrat les dificultats inherents a la guerra, fins al número d’agost-setembre del 1938.

D’ací i d’allà. 1918

Com ja he dit, he deixat pel final la ressenya de la revista D’ací i d’allà. Crec que és la més important i la més interessant de totes les que va editar i publicar el cosí de la meva mare, Antoni López Llausàs. No us estranyi, doncs, que les dates dels anys tornin endarrera.

D’ací d’allà, el primer “magazine” d’estil europeu, sortia amb el primer número el 10 de gener de 1918 (fins al número 55 no es dirà, d’una manera més correcta gramaticalment, D’ací i d’allà). És un periòdic que se subtitula Magazine mensual i que anuncia que sortirà el 10 de cada mes. Temia 96 pàgines, amb nombrosos gravats, dibuixos i moltes fotografies de qualitat i unes cobertes amb una il·lustració a tot color diferent a cada número. El número solt valia una pesseta. Aparegué mensualment fins al desembre de 1931.

D’ací i d’allà va néixer formant part d’una empresa de cultura que es deia Editorial Catalana, fundada, el 1917, amb mitjans econòmics de consideració i que inicià, amb un augment important del tiratge, les col·leccions més econòmiques i comercials, les quals foren continuades per Llibreria Catalònia.El pare de D’ací i d’allàva ser Francesc Cambó, però es pot dir que, com en tantes altres manifestacions culturals dels primers decennis del segle, el seu padrí fou Josep Carner. El primer director fou, doncs, el mateix Carner, el qual havia observat com aquest gènere de periòdic, gairebé centenari a Anglaterra i en plena florida arreu d’Europa i d’Amèrica, no tenia cap representant, ni la més modesta imitació, a la Catalunya del 1918. El sumari del primer número de la nova publicació indicarà quina era l’amplitud i l’ambició de D’ací i d’allà sota la direcció de Carner.

La barreja de temes literaris, d’actualitat, d’història, d’interès femení, característica del “magazine”, hi era ben reeixida. La compaginació i la il·lustració eren modernes.Josep Carner, gran iniciador d’empreses, difícilment tenia prou paciència per a continuar-les. Així, a partir del número 1 de l’any II, corresponent a gener de 1919, el director de D’ací i d’allà fou Ignasi Folch i Torres, el qual va dirigir-la tot el temps que, amb el primitiu format, va continuar sent part integral del conjunt de publicacions de l’Editorial Catalana. Durant aquesta etapa, que dura fins al número 78, corresponent al juny de 1924, la col·laboració a D’ací i d’allà és copiosíssima i selecta; no passo a detallar-ne els noms perquè seria massa llarg: són uns 230.

A partir del número 78, comença una etapa nova en la vida de D’ací i d’allà. La dictadura, en reduir a zero l’activitat dels partits polítics, feia difícil la tasca de l’Editorial Catalana, íntimament lligada a la Lliga Regionalista. Per altra banda, F. Cambó, retirat de la política després d’un triomf editorial d’Acció Catalana –1923- estenia el seu mecenatge a obres més ambicioses, com ara la Fundació Bernat Metge. Era l’època dels editors independents, i el primer d’aquests fou Antoni López Llausàs, fill del qui era encara editor de La Campana de Gràcia i L’Esquella de la Torratxa. Amb la seva impremta i la seva llibreria, la famosa Catalònia, López Llausàs iniciava unes activitats que havien de ser complementades amb l’edició de nombroses col·leccions de llibres catalans; fou ell, doncs, l’editor de D’ací i d’allà, i va encarregar-ne la direcció a Carles Soldevila.

Des del número 79, corresponent a juliol de 1924, en què comença aquesta nova etapa, el format és engrandit ben bé al doble de l’anterior, la impremta passa a ser la d’A. L. Llausàs, i la redacció i administració se situa a la Llibreria Catalònia; el preu passarà aviat a una pesseta amb cinquanta. Hom dóna una gran importància als gravats i cada una de les portades és la reproducció d’una obra escollida d’un pintor català modern. La col·laboració literària esdevé més àgil, més moderna i no menys nombrosa. Igual que més amunt, no passo a detallar-la precisament per massa nombrosa: solament anomenaré uns quants escriptors: Soldevila, Sagarra, López picó, Arderiu, Garcés, Riba, Gassol, Carner, Benet, d’Olwer, Saltor, Capmany, Llates, Vayreda, Palau, etc.

A Catalònia, a peu dret entre els taulells, cada nit, artistes i escriptors conversaven. Un dels més assidus era Carles Soldevila, que tenia al soterrani la direcció i la redacció de D’ací i d’allà. La direcció i la redacció no anaven més enllà del calaix on posaven la correspondència i les fotografies que es rebien del país i de l’estranger. La resta era un misteri, puix no hi havia arxiu, ni taula, ni tisores, ni pot de cola ni res de totes aquestes coses que semblaven consubstancials amb les redaccions de periòdic. Soldevila arribava a les 7 de la tarda, recollia els papers, feia un primer i ràpid examen davant de la bústia, sense asseure’s, i pujava a la botiga, a rebre visites i a escoltar proposicions. Xerrava amb els amos, amb algun client i amb J. Cabot, que també era dels assidus. A les 8 donava per enllestida la sessió, que no era tal sessió, car mai s’asseia. I el D’ací i d’allà sortia amb una brillantor i una puntualitat que per a elles voldrien moltes revistes d’ara. Carles Soldevila, director de la revista, rebia els originals per a aquesta publicació a la mateixa Catalònia.

Aquesta revista mensual, per la seva alta qualitat va ser considerada una de les millors de les que sortien a la península. Alexandre Cirici Pellicer va dir, anys després, que D’ací i d’allà era una de les revistes més ben editades del món. Fou la pionera en la introducció de grans fotografies en color que reproduïen obres de pintors catalans moderns i incorporava traduccions magnífiques d’autors com ara Joyce, Pirandello o Mann. Cal destacar un número extraordinari dedicat a l’Exposició de Barcelona del 1929.

La tercera etapa de la revista, la més espectacular, es va iniciar el juny del 1932 i estrenà un format més gran i una presentació luxosa i atractiva. S’imprimia sobre paper “couché” de gran qualitat i s’enquadernava amb espiral metàl·lic. Es va convertir en un objecte de luxe. Va renovar totalment el disseny, la fotografia i, sobretot, la publicitat.

El 1934, C. Soldevila va encarregar a Josep-Lluís Sert i Joan Prats un número extraordinari de Nadal dedicat a l’art del segle XX. Aquest monogràfic comptà amb una cèlebre portada de Joan Miró.El pintor Antoni Tàpies deia que havia viatjat amb el número extraordinari de Nadal sota el braç i que el seu text el va ajudar a entendre en què consistia l’art contemporani.

La part artística del número de l’hivern de 1935 és també notable. Dedicat en gran part a la Barcelona antiga, reprodueix nombrosos gravats del segle XIX i presenta a tot color algunes de les pintures que Lola Anglada havia dedicat a la Barcelona vuitcentista, a més a més d’uns interessants articles sobre V. Cuyàs, “el Bellini català”, de P. Coromines, i sobre El romanticisme i el llibre català, de J. Sacs.

En ple èxit, el juny de 1936, D’ací i d’allà va deixar de publicar-se; la guerra 1936-1939 va impedir la continuïtat del “magazine” català, una de les publicacions més innovadores, tant des del punt de vista literari com gràfic, que ha donat la cultura catalana. Així acabaven divuit anys de vida d’una revista en la línia d’un Vogue o d’un VanityFair, que fou bandera de les modes i refinaments de l’època.

Joan-Manuel Tresserras, professor d’història de la comunicació de la Facultat de Ciències de la Informació de la Universitat Autònoma de Barcelona, va realitzar, en la seva tesi doctoral, l’estudi més complet que s’ha fet mai sobre el primer “magazine” català d’estil europeu, D’ací i d’allà. En aquest estudi, que va obtenir l’any 1989 el Premi d’Investigació sobre la Comunicació de Masses, Tresserres analitza críticament aquesta revista divulgadora d’un bon gust estètic, tacat d’esnobisme, entre la classe benestant barcelonina, però que va tenir un paper destacat en una societat catalana que s’anava convertint en societat de masses. Un paper que sovint ha difuminat el número extraordinari –en tots els sentits de la paraula- d’hivern de 1934, dedicat a l’art d’avantguarda, que Tresserres qualifica de la peça hemerogràfica més espectacular de tota la història de la premsa catalana. Un “bolet” únic en tot el món, que no ha deixat veure el bosc complet de cent vuitanta cinc D’ací i d’allà.

Tresserres va emprendre l’estudi de la història de D’ací i d’allà per tractar-se d’una font documental de privilegi per veure les transformacions de Catalunya en els anys 20 i 30, l’època en què es va construir una certa idea de modernitat des de les files noucentistes i postnoucentistes. Aquesta modernitat, lligada per l’elegància, l’estil, la forma i la sofisticació fou transmesa a través de la revista, el primer “magazine” català de tarannà europeu, on es mesclaven temes artístics, de moda, de viatges, de cinema, de literatura i actualitats diverses.Va comptar amb col·laboradors de l’alçada de C. Soldevila, A. Rovira i Virgili, A. Capmany, C. Riba, J. Pla, M. Manent, J. Ruyra i J. Junoy entre d’altres, així com dels grans artistes del moment en la part gràfica.Segons Tresserres, cal veure aquesta revista com un autèntic instrument de civilització, concebut per crear una classe dirigent amb estil, com a únic mitjà per aconseguir una societat culta i refinada.

En una entrevista que li van fer a Tresserra, a la secció de Cultura del diari Avui –1993-, li van preguntar: “Com és que no hi ha una publicació similar actualment a Catalunya?” “Per dues raons: una, que els costos de fer una cosa així serien difícilment assumibles; ara necessitaria un volum de gent contractada increïble, i abans la feien dues persones. I l’altra és que la classe social no hi és. Els intel·lectuals, els artistes, hi són, de fet, hi ha molt bones revistes a Barcelona, que continua sent centre del disseny, per aquesta tradició dels trenta i dels vint, però ara les publicacions queden fora de circuit. Probablement, l’equivalent real ara seria una bona indústria cinematogràfica en gèneres minoritaris.

Crec que D’ací i d’allà és irrepetible, però per qüestions d’evolució històrica i perquè la societat catalana és molt més depenentque als anys trenta, sobretot la classe dirigent. Per aquesta dependència, ara, els membres d’aquesta classe no tenen la virtut de fer cosmopolita cap producte cultural del país. Pitjor per a ells.”A Antoni López Llausàs, cosí de la meva mare –i oncle o cosí meu en segon grau-, el vaig conèixer i el vaig tractar diverses vegades, una d’elles amb motiu del casament de la meva germana Glòria i el meu cunyat Eduard; ell va ser-ne el padrí i ens va portar amb el seu cotxe a l’hotel Terramar de Sitges, on tingué lloc el dinar de celebració de les noces. Els nuvis es van quedar a l’hotel.Molt abans, quan jo era petita, recordo com em va impressionar la mort de la seva filla Glòria i més tard la del seu fill Santiago, tots dos infants encara. Va ser un gran disgust per a tota la família.Amb la guerra, i després d’emigrar ell amb la seva esposa a Amèrica, vam perdre el contacte.

Aquí acabo la història de la nissaga dels López, editors, impressors i llibreters. Tenint un cognom tan senzill –el mateix que porto jo- Déu n’hi do com el van fer sonar!

IV. Guillem López Ventura

Abans de començar la història del meu avi he d'aclarir que hi ha un canvi en la forma d'escriure el seu cognom, que encara no he entès per què es produeix. Tant els diaris com tota la documentació de l'hemeroteca i els llibres i articles que parlen d'Antoni López Benturas i de Guillem López Ventura tenen una petita diferència ortogràfica, cosa ben estranya tractant-se de dos germans. Jo ho respecto i així ho escric.

Guillem López Ventura -"Babu" per als seus néts-, fou metge cirurgià en exercici. Era un home alt i corpulent amb els cabells i el bigoti blancs i la veu forta. La seva humanitat imposava. Tothom li tenia un gran respecte, a "don Guillermo". Republicà de tota la vida, es va ficar en política, sense deixar mai, però, d'exercir la medicina, que per a ell era la cosa primordial.?L'avi Guillem era una persona que valorava molt la vida.La meva mare, que de soltera l'ajudava en la consulta, ens explicava que quan es moria algun malalt arribava a casa seva molt disgustat; no se'n sabia avenir de no haver pogut salvar-li la vida. Una vegada se li va morir una noia de divuit anys, del tifus, una malaltia que en aquell temps gairebé era mortal sempre. Diu que va arribar a casa plorant. "No he pogut fer res per salvar-la!" -deia-" S'ha mort als meus braços!" Impressionava -deia la meva mare- veure un home tan fort plorant com un nen.També explicaven, entre altres anècdotes, que un dia, estant de guàrdia en un dispensari (que ell havia fundat, per cert), l'hi van portar un home que s'havia volgut suïcidar. Quan, després de molts esforços, el meu avi el va retornar a la vida, l'home va obrir els ulls i va dir, espantat: "Que em moriré, doctor?" "És clar que sí, que us morireu!" -va contestar l'avi, indignat- "No és això el que volíeu?".L'avi Guillem -"Babu"- va ser l'únic que vaig conèixer, i poc, perquè va morir quan jo tenia sis o set anys. Són, per tant, llunyans i escassos, els records que en guardo.

Un dels més clars que tinc, però, és el to de la seva veu. Quan jo seia en un dels seus genolls i ell em deia que era molt bonica, que m'estimava molt, i em feia petons, jo sentia, juntament amb els petons, el pessigolleig dels pels del seu bigoti a la meva galta, Era una sensació aspra i dolça a la vegada. Penso que un psicòleg d'aquests moderns i una mica recargolats, potser trobaria allí l'origen del per què sempre m'han agradat els homes amb bigoti.?Sèiem en un banc que hi havia a la terrassa de la casa de Vallvidrera, una terrassa amb uns grans testos plens d'hortènsies que a l'estiu estaven farcides de flors i eren l'orgull de la meva mare í l'admiració de tothom que passava per davant de la casa.?Recordo també que els dissabtes venia a passar el cap de setmana amb nosaltres. Ell vivia a Barcelona, al carrer de Mallorca, amb la seva filla Joana i el seu gendre Raimon, i les meves cosines M. Dolors i Antònia. Allí, en aquella casa hi tenia el consultori.

Tot i que vivia amb l'altra filla, gairebé gosaria dir que la seva filla M. Teresa era la predilecta."Babu" pujava amb el tren de Sarrià i després empalmava amb el funicular -el "funi"-, que el deixava a la plaça de Vallvidrera, molt a prop de casa nostra. Nosaltres, els seus néts, l'esperavem amb molta il·lusió. Ens portava llaminadures: xocolata, sucre de terròs, galetes, plàtans, etc. Les petites -el meu germà Carles i la meva germana Glòria ja eren uns adolescents-, la Lauri i jo, ens ficavem sota la taula del menjador, coberta per un gran cobretaula, a gaudir dels requisits, com si fos una petita aventura, una mica amagades de la resta de la família.Aquest menjador tenia sortida a una gran terrassa, que donava a la part del darrera de la casa, des de la qual es dominava tot Barcelona, els grans boscos de Collserola, el port i el mar.

Des de les cambres del pis de dalt, on dormíem, hi havia la mateixa perspectiva. A Vallvidrera hi havia un carrer que es deia Guillem López. L'avi Guillem era, com la meva mare, molt afeccionat a la bona música. Tots dos tocaven el piano i ho feien de vegades a quatre mans, molt bé. Tenien dues butaques de platea abonades al Liceu per a tota la temporada d'òpera (parlo, naturalment, fent un pas enrera, de quan la meva mare era soltera i vivia Barcelona). L'àvia Antònia -"Baba"- i la filla Joana no n'eren tant, d'afeccionades a la música, tot i que la Joana sabia tocar el violí. Van ensenyar a les dues germanes, com es feia abans amb les noies, l'una a tocar el violí i l'altra el piano.La nit en que van tirar la bomba al Liceu el meu avi hi era. La meva mare no, perquè aquella nit es va haver de quedar a casa perquè tenia mal de coll.

Era el 7 de novembre de 1893, la nit de la inauguració de la temporada, i es posava en escena "Guillem Tell", de Rossini. L'obra va començar i poc després d'iniciar-se el segon acte, un anarquista, Santiago Salvador, llançà des del cinquè pis dues bombes, una de les quals va causar vint morts i un gran nombre de ferits. Després es va saber que van ser dues, les bombes, i que la segona no havia esclatat, afortunadament, perquè va caure a la falda de la senyora Cardellach ,que ja havia mort a causa de la primera, que va esclatar en topar contra el raspatller de la butaca número 24 de la fila 13. (De la família Cardellach Guardiola en van morir cinc membres.)

El meu avi i la meva mare tenien les butaques fixes a la fila 10.Les dependències del Gran Teatre del Liceu, els salons i les avantllotges van quedar convertits en sales d'hospital i els metges -entre ells el meu avi- durant hores van fer el que van poder per auxiliar els ferits.?Amb el trasbals, Santiago Salvador va poder fugir. L'enterrament de les victimes, sota una forta pluja, va constituir una gran manifestació de dol. En passar la comitiva per davant del Liceu diuen que alguns van sentir que un home, enfilat en un fanal de la Rambla, exclamava: "Llàstima de no tenir un parell de bombes més!"

El terrorista Santiago Salvador aconseguí d'escapar-se per poc temps. Fou detingut els darrers dies de desembre a Saragossa i fou ajusticiat el 21 de novembre de 1894.La nit de la bomba, la meva àvia "Baba" i les seves filles Joana i M. Teresa estaven molt estranyades que el meu avi Guillem trigués tant a tornar del Liceu. Ja era gairebé la matinada quan van sentir veus pel passeig de Gracia (ells hi vivien), que cridaven: "Han tirat una bomba al Liceu!" Van quedar esgarrifades. Quan ell va tornar, ja molt tard, perquè en ser metge va haver d'ajudar en tot el que va poder, estava cansat i molt afectat. "Quina desgràcia més gran!" -deia- "Han mort vint persones i hi ha molts ferits!" Dels ferits i morts n'hi havia molts de coneguts dels avis, i això els va impressionar i els va afectar.

"Babu" va ser durant uns anys, i creiem que ho era en el moment d'aquells tristos esdeveniments, metge titular del Gran Teatre del Liceu. No he pogut esbrinar les dates exactes.Regidor de Barcelona

Des de l'any 1904 al 1907, Guillem López Ventura va ser regidor del primer ajuntament de Barcelona elegit democràticament pel poble, no per Reial Ordre. Es presentà, junt amb altres disset candidats, per Unió Republicana. Representava el districte IV, dreta de l'Eixample.?L'ajuntament sorgit de les eleccions del novembre de 1903 es constituí el primer de gener de 1904, amb 50 regidors i, per ordre de vots, Guillem López Ventura tenia el número 12. Els republicans dominaren en tots els districtes fora del III. En les votacions per elegir els membres de les tinences d'alcaldia el meu avi en va resultar elegit. Així doncs, va ser regidor i tinent d'alcalde del primer ajuntament democràtic de Barcelona des del 1904 al 1907.Amb la victòria del partit Unió Republicana el dinastisme i el caciquisme quedaven derrotats per les noves formacions polítiques i regionalistes.

Unió Republicana era una candidatura formada principalment per republicans de prestigi, intel·lectuals coneguts, homes de professions liberals, que podien oferir i aportar solucions polítiques i administratives, responsabilitat i honradesa de gestió, així com fermesa republicana i joventut.Les primeres valoracions dels resultats són l'evidència del triomf de la candidatura d'Unió Republicana, que aconseguí sortir elegida íntegrament, és a dir, els disset regidors que la componien.Els resultats individuals, per candidat elegit, són els següents:

Districte
Nom dels elegits
Filiació política
Nombre d'electors
Vots obtinguts
Vots per 100 electors
I
Eusebi Corominas
Republicà
8.692
1.383
16
Ramon Palau
Republicà
1.364
16
II
Josep Borrell Sol
Republicà
12.540
2.554
20
Joaquim G. Verdaguer
Catalanista
1.740
13
III
Raimon d'Abadal
Catalanista
10.658
2.461
23
Enric Nel·lo
Republicà
1.413
13
IV
Guillem López Ventura
Republicà
13.518
2.195
16
Narcís Pla Deniel
Catalanista
1.941
14
V
Fèlix Costa
Republicà
15.600
2.895
18
Jaume Moré
Republicà
2.728
17
Ignasi Peris
Catalanista
1.283
8
VI
Pere Badia
Republicà
18.856
3.256
18
Ramon Altayó
Republicà
3.231
18
Josep Rogent Padrosa
Catalanista
2.090
11
VII
Josep Magriñà Martí
Republicà
20.134
5.569
27
Celestí Teixidó
Republicà
5.475
27
Santiago Mundi
Republicà
5.445
27
Josep Nubiola
Catalanista
1.029
5
VIII
Hermenegildo Giner
Republicà
12.072
3.360
28
Albert Bastardas
Republicà
3.319
28
Joan Pijoan
Catalanista
1.059
9
IX
Llorenç Porrera
Republicà
7.700
1.397
18
Pere Galí
Republicà
1.154
15
X
Lluís Zurdo
Republicà
7.793
1.259
16
Marcel Rivas Mateo
Republicà
1.235
16

Com es pot veure, surten elegits els disset republicans de la candidatura d'Unió Republicana. Dins la correlació de forces els republicans tindran la majoria absoluta. Per primer cop, un partit d'oposició al sistema de la Restauració assolia el control de l'ajuntament d'una capital de província.A conseqüència d'aquest canvi, i pel lloc que ocupa tradicionalment l'ajuntament barceloní dintre de Catalunya, es pot afirmar que aquest passa a ésser, d'ençà del 1904, la primera institució catalana estrictament política controlada per partits anticaciquistes i antidinàstics.L'entrada de republicans amb criteris d'honradesa política i administrativa, així com d'un palès catalanisme d'esquerra, donava la possibilitat de poder mantenir una estreta cooperació en les formes de treball i en les intencions de modernitzar i culturitzar la ciutat.

Aquestes eren, sens dubte, les més importants d'ençà de la Restauració, incloent-hi les de 1901, perquè si dos anys abans es demostrà la possibilitat de vèncer el caciquisme, ara es demostrarà que a Barcelona ja se l'ha vençut. Si en les eleccions de 1901 s'imposaren els dos partits d'oposició, ara, en les de 1903, no solament aquests es consolidaran, sinó que derrotaran definitivament el dinastisme i el caciquisme i aconseguiran que serveixi els interessos polítics de les capes populars barcelonines que fins ara s'havien mantingut separades del poder polític de l'Ajuntament.Barcelona serà així la primera ciutat de l’Estat que tindrà un consistori municipal format per -majoria i minoria- partits polítics d'oposició antidinàstica.

Els vells partits caciquistes perdran, amb la derrota del 1901 i del 1903, el control polític de la institució més popular de Barcelona i fins de Catalunya.L'Ajuntament barceloní serà, a partir d'aquell moment, una mica la caixa de ressonància dels problemes catalans. Perquè mentre no existeixi cap més institució popular l'Ajuntament de Barcelona farà, en certa manera, d'Ajuntament de Catalunya, serà un petit parlament ciutadà on el govern de Madrid tindrà fixada la mirada, i seguirà de prop tot allò que s'hi discuteixi i s'hi aprovi. Per això, provisionalment, serà un Parlament català.

L'1 de gener de 1904 va ser elegit regidor de l'ajuntament Guillem López Ventura. junt amb els regidors següents: F. Magriñà. N. Buxó, J.M. Serraclara, J. Moles, J. Borrell, S. Mundi i R. Vila.Tot el públic que va presenciar la sessió, així com el que no va poder entrar al Saló de Cent, s'esperà a la plaça de Sant Jaume, i en sortir els regidors de la Casa Consistorial, la compacta multitud va esclatar amb uns aplaudiments eixordadors, i es va improvisar, darrera dels nous regidors, una manifestació que no parava d'aclamar-los. Els manifestants es van anar dissolent en arribar a la Rambla.

Memòria de l'actuació pública de Guillem López Ventura

Més tard, el meu avi Guillem va ser tinent d'alcalde d'aquest ajuntament democràtic i president de la Comissió de Governació. A casa de la me va tia Joana tenien, i crec que ara les meves cosines tenen encara, el bastó de comandament, simbòlic, que 1i donaren en el moment del seu nomenament.?Les sessions de l'ajuntament, quan es reunien, eren, com es pot suposar, llargues i crec que de poc interès per a la família. Per tant, em limitaré a ressenyar solament algunes intervencions de l'avi Guillem, si més no per curiositat i per constatar com pensava i com parlava i com tenia, ja en aquells temps -vora cent anys enrera-, idees avançades sobre la sanitat, l'escolaritat, els edificis adequats per a l'ús a que estaven destinats, l'alimentació, la higiene, etc.La Publicidad. Gener de 1904

"Registro de higiene
Ladrones a la descarada - Guillermo López Ventura

"Las artes de la usura y del robo se van perfeccionando de tal suerte que casi ya no queda manera de vivir en paz con la propia conciencia; tanto es el número de urracas y cínicos acaparadores de la riqueza pública y privada que no reparan en dejar escuálidos y sin una peseta a las victimas de la escasez y la hombría de bien.

El repugnante e inicuo interés compuesto que a tantos vampiros ha enriquecido sin ninguna ventaja para el país, sin hacer prosperar la agricultura, el comercio, la industria o la instrucción, pero sí logrando que el robo sea legal y pasen por honrados, justos y católicos tantos ladrones a la descarada como andan sueltos por aquí, es cosa que debiera preocupar a los gobiernos y al Parlamento.

Pero como estas altas entidades se componen, en su mayoría, de usureros, nababs o explotadores en grande escala con guardia civil, ejército, magistratura, clero y altos empleados del 'trust' que desde Madrid ha corrompido, arruinado y deshonrado a todas las regiones de España, no hay que esperar que pongan mano los del oficio por eso del compañerismo tan socorrido en esta nacion (sic) y que ha hecho que sea irregenerable.

Así como de usureros se componen la mayor parte de nuestros miserables ricos, también los comerciantes tenderos de esta tierra de judíos con vistas a Sacamantecas, han inventado un 'interés compuesto' en el despacho de artículos de comer, beber y arder, derrochando con ello una cantidad de ingenio malvado curiosísimo. Han combinado, con gran habilidad y maestría, las maneras de robar a fin de que el robo resulte legal y de que nadie pueda acusarles de frente ante eso que en España y otros países se conoce con el nombre de Tribunales de Justicia.

El único consuelo que nos queda a los robados es que los tenderos de comestibles, no escatiman el veneno que había de servirnos de alimento. No deja de ser una ventaja nos concedan un mayor plazo a la enfermedad y a la muerte en favor de los que engordan detrás de un mostrador sierra-morena, sin riesgos ni quebrantos ni guardia civil ni jueces, ni fiscales que les priven el sueño cinco minutos.

El asunto es que el dinero se multiplique hasta el infinito sin sudores, ni quebraderos de cabeza, caiga quien caiga y muera quien muera.

Lo cierto es que pueden estar tranquilos esos comerciantes porque saben que tratan con un paisanaje débil y corrompido; saben que se las entienden con un pueblo que se ha callado sabiendo como sabe que por la traición de Sagunto hemos perdido las Colonias; que los mismos que las perdieron continúan usufructuando el país; que los Timos de Primera son los que mangonean el -interés compuesto' en política, en Hacienda, en Guerra, en Instrucción Pública, en Gobernación, en Estado, en Gracia y Justicia, y que todo este pueblo que permite todo esto y mucho más, ha de dejarles en paz y gracia de Dios y dejarse robar y envenenar por los cuatro costados por medio de aquel robo o interés compuesto de la sublime aritmética de los Candelas de alto copete que se pasean en ‘landau’ por nuestros paseos sin que se preocupen ni ocupen de que hay quien vive y muere de hambre.

La balanza, esa palanca de primer género de brazos iguales que determina la condición precisa de igualdad en el peso que se suspende a cada uno de sus extremos, dando lugar a ese equilibrio que el fiel señala como fallo de precisión exacta de la presión originada por la ley de gravedad de los cuerpos y que la justicia humana adopta como símbolo de igualdad ante la ley, es objeto de las más ingeniosas vampirerias.

Dejando de lado el que los pesos y medidas no se ajustan, muchas veces, a los del fiel contraste o que las balanzas tengan alguna trampa de las muchas que se han inventado para proteger la felonía de los vendedores, del tendero de ultramarinos, especiero, confitero, pastelero, panadero, carnicero, carbonero, tabernero, etc., hánse hallado infinidad de martingalas con que, burla burlando, escapar a la fidelidad de la balanza o de la medida exacta, Saber pesar y medir siempre en favor del tendero, es condición precisa y principal cualidad 'moral' de ciertos encargados de mostrador.

Saber distraer la atención del que compra en el momento del peso, ingeniarse en no dar tiempo a que los platillos se equilibren, hacer que la balanza caiga de la parte de la mercancía por la truhanería de empujar con destreza y disimulo la balanza al poner la materia, o poner intencionadamente más cantidad para luego quitar con ligereza mucho más de lo que corresponde, nunca dejando que llegue a equilibrarse la balanza y siempre distrayendo la atención del pagano, son las cualidades recomendables de ciertos dependientes del 'comercio'; son las trampas y los juegos de manos que acreditan la aptitud de los encargados de la magia de las balanzas; a esto llaman, los del oficio, 'saber pesar'.

Pero como esto no basta a la insaciable rapiña del burgués, de esta clase de comercios, hanse inventado los envases o envoltorios que es materia que les proporciona otro lucrativo 'interés compuesto' y de los que el público no se apercibe y toma como medida de pulcritud, elegancia y buen gusto del establecimiento.

El papel de estaño, como muy pesante y maleable que es, forma parte de envoltorios aristocráticos; se usa mucho para envolver dulcería, cafés y tés. Como es muchísimo más barato que las substancias que envuelve, el comprador paga el estaño al mismo precio del café, del dulce o del embutido; es otro 'interés compuesto'.

Precisa advertir que si el papel de estaño envuelve substancias que contengan cloro, bromo, yodo o azufre, puede formar sales perjudiciales a la salud. Los diferentes colores con se tiñe el papel de estaño causa, algunas veces, alteraciones en la función del tubo intestinal.

Entran, pues, en los componentes del robo combinado, vulgo interés compuesto, para no ofender la susceptibilidad de tales villanos, la astucia, el engaño, los juegos de manos, la química, la física, la historia natural, las industrias, las artes que todas juntas se confabulan y se utilizan para asaltar el bolsillo del que entra en esas grandes ratoneras y burladeros de la justicia con luz eléctrica y gran 'mise en scéne'.

Las 'paperinas', cucuruchos, las bandejas de cartón y toda clase y forma de papel para cubrir o envolver la mercancía, se fabrican con substancias muy pesantes como, por ejemplo, la barita, o sulfato de barita, sal terrea muy dura y pesada, con el fin de aumentar atrozmente el peso del continente que se adinera al mismo precio del contenido y es otro ... interés compuesto.

Las fábricas de envases los fabrican, según noticias, con el peso exacto que piden los comerciantes tenderos, los del interés compuesto, los Gironas al por menor.

A la basura que se come la gente en lugar de alimentos sanos y nutritivos, añadan, o mejor, quiten ustedes las dos, tres o cuatro oncicas por libra que se llevan los envoltorios y las habilidades del mostrador y verán qué cuentas tan galanas les resultan a esos latro-envenenadores de los mansos corderos de este pacifico vecindario sin que su alma de cántaro se arredre ante la situación más trágica del más humilde mortal.

Desde las modestas judias hasta la galantina de pavo 'trufé', todo pasa por el interés compuesto. Desde el infeliz jornalero hasta el más encopetado señor, todos, absolutamente todos, somos victimas del robo a la descarada. La codicia dicen que rompe el saco, pero jamás veréis suceda esto con los del interés compuesto. Las salas de juzgados y audiencias son cruzadas por regimientos de litigantes y de procesados, pero para los del interés compuesto parece como que la justicia esté adormecida. Pobre del que falsifica moneda metálica o de papel o se atiene a robar un pan si tiene hambre, pero el que inventa máquinas y estratagemas para robar o envenenar, éste goza de la paz más octaviana y de la impunidad más absoluta. Ningún juez fulmina sentencia ejecutiva contra los que saben aprovecharse de la criminal indiferencia de las autoridades en esta y otras materias de salud pública. Magistrados, jueces, público, hombres, mujeres, grandes y chicos, químicos, almotacenistas y 'tutti quanti', nos dejamos envenenar y robar a ojos vistas, a quemarropa y nadie, pero nadie, coge al asesino o al ladrón que muy orondo y satisfecho se enriquece, paga misas, la iglesia le perdona y da tierra sagrada al que fue ferviente devoto del interés compuesto.

Guillermo López"

La Publicidad.
18 de gener de 1904
"Carta abierta a don Guillermo López Ventura

Si nadie hasta la fecha le ha felicitado por sus artículos, en particular por el que Vd. titula 'Ladrones a la descarada', yo que también pertenezco a la clase de los robados y por partida doble, puesto que además soy explotado, no tan solamente le felicito por las verdades que su escrito encierra poniendo de relieve la rapacidad y criminalidad de ciertas gentes, sino que le mando un fuerte abrazo y le suplico siga por ese camino en la seguridad completa de que por lo menos muchos de los parias modernos le hemos de agradecer su valor.

Ha pintado Vd. la resignación de los robados y envenenados; la refinada astucia de los ladrones y asesinos, pero esto no basta, señor López, es necesario que Vd. lo acentúe algo más, mucho más, puesto que Vd. es concejal y médico, por añadidura, y en los 'meetings' se nos enseña que a grandes males, grandes remedios, es necesario que a la par que se nos enseña a conocer un mal, se nos dé el remedio para curarlo.

Voy a concluir con algunas preguntas a las cuales espero de su amabilidad una franca y concreta contestación. ¿Cree Vd. de justicia que los obreros cobren su trabajo por semanas o mensualidades vencidas y en cambio tengan que pagar el alquiler de casa por meses o trimestres adelantados?¿Le parece a Vd. justo se nos obligue a entregar una cantidad, en calidad de depósito, siendo así que nadie nos garantiza el trabajo? ¿Es justo que el obrero, después de haber producido toda una vida, cuando ve agotadas sus fuerzas, de las cuales se han aprovechado 'los candelas de alto copete' que se pasean en 'landau'? Como Vd. dice que se nos encierre en un asilo de antemano reglamentado en el cual el individuo ha de abdicar sus creencias, su modo de pensar? ¿Es justo que cuando a una familia obrera se le muere un ser muy querido, si carece del vil metal llamado dinero tenga de ver y consentir que se lo lleven a altas horas de la noche en un coche llamado por escarnio 'carro de la basa', cual si fuera un animal inmundo? Suyo afectísimo que de todo corazón agradece sus escritos. José Lahita (obrero)"

La Publicidad.
27 de gener de 1904
Carta abierta al ciudadano José Lahita Guillermo López Ventura

"Perentorias y insalvables ocupaciones hanme privado de contestar con más premura, a la felicitación que Vd. me dedica en la suya del 18 del corriente Nivoso. Por fin puedo coger la pluma, para, tan siquiera, saldar la cuenta de gratitud que le debo por su fina atención al adjetivar, por modo inmerecido, mis modestos escritos. Al pintar la resignación de las víctimas de la usura, hermana gemela del robo, quise señalar la peor responsabilidad que cabe a las autoridades que consienten el asesinato (?) en ocasión de robo y en forma del más villano comercio.

La autoridad que no sabe poner mano firme sobre eso, se hace cómplice y encubridor del delito, incita a la rebelión a mano armada y a que el pueblo haga justicia por su cuenta.

Por fortuna nuestro Ayuntamiento va a montar, inmediatamente, un laboratorio en regla para analizar química y bacteriológicamente las substancias alimenticias que el público y autoridades le remitirán; y si las iniciativas del municipio son secundadas con fe y entusiasmo por parte de la alcaldia y de los tribunales ordinarios, bien pronto habremos mejorado el precio, la calidad y la cantidad de los alimentos de primera necesidad. Si así no sucediera dentro de poco, seria menester organizar 'meetings' y allí acordar lo procedente.

En este punto he de declarar que sólo puedo emitir mi pobre opinión desprovista de conocimientos sociológicos suficientes esta tenga la autoridad que en todo asunto es preciso. Pero como quiera que en lo que Vd. pregunta, muy acertadamente, tengo arraigadas y profundas convicciones y entrañan sus preguntas injusticias que saltan a la vista, me felicito de poder dar aquí mi voto en contra del alquiler anticipado, de los depósitos de garantía que se exigen al obrero, de los asilos-farsa y de ese insulto a la miseria al recoger los cadáveres de los pobres a manera de escombros,(...) Para desdicha y mengua de la dignidad humana. el hombre no sólo tiene que pagar por adelantado el alquiler de su habita ción sino que tampoco tiene derecho a ser propietario de la techumbre que le guarece por años que viva y por alquileres que pague.

El dia en que el Estado esté constituido de manera que pueda repartir equitativamente la mayor suma de bienes; el dia que todo principio monárquico o jerárquico, existente aún por desgracia en nuestro país como resto degenerado, ridículo y caricaturesco de antiguo feudalismo, sea substituido por la forma republicana, única que puede dar luz, aire y calor a nuestro pueblo maniatado al infalible romano de turno, aquel dia el Estado podrá construir casas para el pueblo.

El Estado no ha de ser, como es en España, explotador, ha de ser protector de todos. Entonces disminuirá el poder que tiene el capital privado, la riqueza se arrebatará de la codicia de los usureros y de la suerte o herencia de los tontos y explotadores del trabajo corporal e intelectual.

Una vez derrumbado el régimen monárquico-clerical causante de nuestras desdichas hay que tomar medidas a fin de que los bienes de la humanidad, el capital y la riqueza pública sea disfrutada según las exigencias de la naturaleza ... (il.legible) sólo de este modo expuesto aquí parcialmente cesaría la lucha entre el capital y el trabajo de la cual siempre resulta ahora vencedor el primero porque cuenta a su favor la fuerza armada bajo un poder despótico.

El Estado ha de ser el regulador de la fortuna pública y privada. Los holgazanes que hoy viven a expensas de la colectividad desaparecerían y todos contribuirían al bienestar general y se borrarían para siempre esos odios de clase tan lógicos como lamentables. Mientras tengamos monarquía clerical; mientras los Nozaledas, Colomas y Montañas se coman la riqueza pública, los ricos propietarios cobrarán los alquileres 'a priori' y los pobres obreros sus jornales 'a posteriori'. Mientras persista lo existente el obrero tendrá que adelantar una cantidad para poder ser explotado; tendrá que entrar en un asilo ... (il.legible) y clerical, como todos los que existen en Barcelona, abandonar, en trance tan apurado, a sus más queridos seres, y ver sus despojos mortales confundidos con la basura en el carro matinal de una casa que se llama de Caridad.

No sé si encontrará Vd. bastante categóricas mis respuestas a sus preguntas idem. Se me figura que sí y que en todo cuanto llevo dicho se podrá colegir que mientras mande el monarca, el rico, o el fuerte el lugar del pueblo en todas sus manifestaciones sociales, es hablar en balde.

El problema inmediato que el pueblo tiene por delante es el privilegio. ¡A ello, pues! Suyo siempre,Guillermo López "

5 de gener de 1904 Sessió de constitució del nou Ajuntament de Barcelona, amb els regidors elegits en les darreres eleccions municipals. Majoria de republicans. El partit on militava l'avi Guillem era, com ja he dit, Unió Republicana, i tenia el seu local, el "Centro Republicano de la derecha del Ensanche", al carrer Bailen 108, districte IV.

La Publicidad.
Maig de 1904.
El teniente Alcalde y Presidente de la Comisión de Gobernación, don Guillermo López Ventura, en su intervención en el Salón del Consistorio del Ayuntamiento, con casi todos los concejales en sus escaños y la tribuna pública completamente llena de ciudadanos, explicó, entre otros temas, los beneficios que a los niños más necesitados representa la leche esterilizada gratuita que da el Ayuntamiento. Dijo que con la leche esterilizada ha disminuido de un 60% la mortalidad infantil. El Noticiero Universal. 2 de juliol de 1904. Ayer se reunió el tribunal de oposiciones para la cátedra de Geometría, Estereotomía y construcción de la Escuela Municipal de Artes y Oficios del distrito octavo, bajo la presidencia del teniente alcalde don Guillermo López Ventura. El alcalde de Barcelona, convidado a la inauguración de la Exposición local de Tarrasa, ha conferido su representación al teniente alcalde don G. López Ventura.

La Publicidad.
6 de juliol de 1904.
En la sesión ordinaria del ayuntamiento, el señor Guillermo López Ventura rogó a la Comisión de Fomento que ordene a la Compañía General de Tranvías retire de la circulación los coches cerrados, impropios de la estación actual, máxime cuando la citada Compañía dispone de coches jardinera.

La Publicidad.
23 de novembre de 1904.
El regidor Guillermo López Ventura publica en La Publicitat un article titulat: Auto-proyecto de reforma de beneficencia en Barcelona, defensa de la via pública, en que explica les deficiències i les millores a introduir per tal d'obtenir una Barcelona moderna en les qüestions de sanitat.

5 de maig de 1906
La Publicidad
elogia Giner de 1os Ríos com a Alcalde accidental republicà. Així com tot el Consistori (l'avi Guillem en formava part) , per la defensa que els regidors han fet dels drets de la ciutat davant el poder central.

Sessió del 21 de juny de 1906. Presideix Hermenegildo Giner de los Ríos. Sessió celebrada al Saló del Consell de Cent. Entre d'altres intervencions dels seus companys, el regidor republicà Guillem López Ventura intervé per criticar el marquès de Marianao, per les paraules que va dir a Madrid en el sentit que Barcelona era una ciutat monàrquica per excel·lència, justament quan el poble de Barcelona acabava de celebrar la gran manifestació del Saló de Sant Joan, en les festes de la Solidaritat Catalana.

26 de juny de 1906. Sessió celebrada al Saló del Consell de Cent. Presideix el marques de Marianao. Molt de públic i expectació general. Entre d'altres intervencions, el regidor Guillem López Ventura elogia el discurs d'Albert Bastardas, perquè ha esvaït l'atmosfera pesada que hi havia a causa de les paraules de Giner de los Ríos. Es declara solidari i creu que la solidaritat pot portar l'elecció d'alcaldes per gestió directa del poble. Diu que és una vergonya que tot s'hagi de resoldre amb influències, i cada cop se sent més odi contra el centralisme. Cal la justícia municipal abans que la influència. Diu que quan Giner de los Ríos ocupa l'alcaldia ho fa no com un alcalde popular, sinó com un alcalde per R. O. (Reial Ordre).

Guillem López manifestà que tenia intenció de fer una interpel·lació a l'alcalde per R. O., però ho farà quan n'hi hagi un. (Sembla evident que el marqués de Marianao serà substituït amb la caiguda del Govern).

27 de juliol de 1906 La premsa madrilenya recull una noticia de Barcelona assegurant que el dia del sant de la reina l'Ajuntament de Barcelona no tenia la bandera espanyola hissada.

31 d'agost de 1906 Arribada dels primers torns de les colònies escolars patrocinades i organitzades per l'Ajuntament barceloní. Petit berenar al Palau de Belles Arts (entrepà, tortell i copeta de xerès). Els donen la benvinguda el regidor Narcís Pla i Deniel i l'alcalde accidental Albert Bastardas. Aquesta petita notícia no sembla gran cosa però s'ha de tenir en compte l'avanç que significava, al 1906, que ja s'hagués tingut la idea de les colònies escolars, que anys després van semblar una gran novetat.

27 de febrer de 1907 En la sessió de l'Ajuntament celebrada el 27-2-1907, el consistori aprovà que el dictamen conegut per Pressupost Extraordinari de Cultura fos imprès i repartit a regidors, premsa, entitats i associacions barcelonines perquè el poguessin examinar i divulgar.

El pressupost de Cultura fou, doncs, donat a conèixer en un volum de 155 pagines. Es pretenia la fundació a la ciutat d'una Institució de Cultura Popular, lligada a uns grups escolars de nova construcció, on la pedagogia es regís per les tres bases següents: coeducació, neutralitat religiosa i ensenyament en català.

En aquest pressupost de Cultura que l'avi Guillem i els seus companys de partit (U. R.) defensaven, entre altres coses no s'establia l'ensenyança laica, sinó que, com a enllaç entre la que es donava i la que volien els regidors republicans i gran part dels barcelonins, es proposava l'ensenyança voluntària de la doctrina cristiana un dia a la setmana, "Això -deien- inspira totes les nostres simpaties, perquè és la més gran genuïnitat d'aquesta tolerància que anhelem que presideixi tots els nostres actes."

Un cop coneguts els criteris fonamentals d'aquest projecte, i el pla cultural que l'Ajuntament pretenia seguir, l'opinió pública de Barcelona es dividí a favor i en contra del projecte.

A favor, totes les forces progressistes de la ciutat, és a dir, els grups republicans (U. R.), els republicans nacionalistes, un gran sector de regionalistes, i totes aquelles escoles que pretenien adequar la seva pedagogia als nous corrents de l'ensenyament, així com tots els ateneus obrers i associacions republicanes que veieren en el projecte el primer intent de plasmar oficialment una pedagogia racional, moderna i catalana.

Se situaren en contra els sectors més caciquistes i retrògrads de la ciutat: el cardenal Casañas, el clergat en general, els integristes catòlics i les organitzacions lligades al bisbat, juntament amb un gran sector majoritari de regionalistes i grups de pressió com Defensa Social, de Pla i Deniel, i les escoles religioses que tant abundaven en aquells moments, o aquelles que eren controlades per associacions catòliques i de dreta. També hi estigué en contra un sector nombrós de republicans lligats a Lerroux. Si els primers s'hi oposaren per sentiment integrista religiós, els segons ho feren per un sentiment extern d'anticatalanitat.

16 de febrer de 1908 Celebració del míting dels republicans solidaris -prohibit uns dies abans-, al teatre Modern de Gràcia; parlaments de Guillem López, Albert Bastardas, Juli Marial, Eusebio Corominas i Joan Moles.

30 d'abril de 1908 Sessió celebrada al Saló de la Reina Regent. Presideix Domènec-Joan Sanllehy. S'aproven les actes de les dues últimes sessions anteriors, i, per tant, aquelles que fan referència al pressupost de Cultura. El republicà solidari Guillem López Ventura demana que el consistori faci constar en acta la gratitud de l'Ajuntament a Francesc Layret, Puig i Alonso, Pere Rahola i Josep Magriñà, pel treball que han realitzat, així com també als caps de negociat Pere Coromines i al senyor Janer, col·laboradors d'una obra de progrés i concòrdia.

Tanmateix, Guillem López denuncia davant del consistori que abans que l'alcalde hagi estat en condicions d'aprovar el pressupost de Cultura, han desfilat pel seu despatx de l'alcaldia moltes comissions de veïns de Barcelona per demanar-li, directament al mateix alcalde, que suspengués l'acord pres pel consistori sobre el pressupost de Cultura, cosa que és una veritable coacció contra l'ànim de l'alcalde, si més no després que aquest presidís la comissió de Tresoreria, Reforma i Obres Extraordinàries, que fou la que preparà el pressupost de Cultura, aprovat abans de passar a discussió del consistori amb el vot a favor de Sanllehy.

Afegeix, però, López que, segons creu, l'alcalde ha dit a alguns regidors que mantindrà l'acord del consistori. Però Sanllehy crida l'atenció de López sobre la inexactitud del que acaba de dir. "Jo -respon López-, em faig ressò només del que diuen els diaris." I afegeix: "El senyor Sanllehy mereix i ha merescut la confiança del consistori; a la seva cavallerositat hem correspost amb la nostra".

"Barcelona -continua López- no pot estar tranquil·la mentre no es tingui la seguretat que l'alcalde no suspendrà l'acord de l'Ajuntament en virtut del qual s'aprovà el pressupost de Cultura, i l'alcalde -declara López- no es pot jugar a una sola carta les simpaties amb que compta a la ciutat, exposant-se a perdre-les per servir els interessos d'un grup de fanàtics intransigents, que volen que retrocedim al segle XV."

"L'alcalde -acaba López- no ha de prestar-se a adoptar una mesura tan greu que pertorbi la pau de les consciències, agafant la responsabilitat del que pot sobrevenir a conseqüència de la suspensió de l'acord municipal sobre el pressupost de Cultura, "

"El senyor Sanllehy ha de fer tots els possibles per atenuar l'odiositat que porta en si el càrrec de R. O. (Reial Ordre), evitant que pugui donar-se el cas que es trenquin els vincles de companyerisme i de respecte existents entre l'Ajuntament i la presidència, com succeiria si ell es posava en front de la voluntat de la immensa majoria dels barcelonins i vulnerava l'autonomia municipal."

"Ja sé que l'alcalde és molt religiós i jo respecto totes les creences, sempre que es professin honradament; però la religió no significa imposició i no pot declarar-se per R.O."

Respon Sanllehy que procurarà atendre les indicacions de G. López Ventura, sobretot aquelles que fan referència a l'opinió pública dels barcelonins.

Pla i Deniel demana la paraula per indicar que no esta d'acord amb les consideracions exposades pel regidor republicà Guillem López Ventura. Aquest respon que, a més de constar-li que Pla i Deniel és el líder de la campanya contra el pressupost de Cultura, no s'explica com pot mostrar-se partidari d'una mesura com pugui ésser la suspensió d'un acord de l'Ajuntament, que constituiria un atac a l'autonomia dels ajuntaments. "Per això -afegeix- hem enviat a Madrid els nostres representants al Parlament, perquè defensin i demanin l'autonomia de Catalunya i dels ajuntaments."

Replica Pla i Deniel, assenyalant que ell és autonomista com el primer, però que no entén l'autonomia en el sentit que en els ajuntaments puguin fer el que els doni la gana.

Sanllehy adverteix aleshores la improcedència del debat, sobretot pel que es refereix a les qüestions autonòmiques, i Guillem López renuncia a continuar, dient que s'adhereix a les manifestacions fetes per Layret en defensar la base quinta del pressupost.

14 de maig de 1908 Publicació del manifest a l'opinió liberal de Barcelona per a la formació d'un bloc d'esquerres per a la defensa del Pressupost entre d'altres. Signen el manifest setanta-un centres i agrupacions polítiques i els diaris La Publicidad, El Poble Català, El Diluvio i La Campana de Gràcia.

La fi del pressupost de Cultura

Davant la falta de coratge que la Solidaritat Catalana demostrava en la defensa del pressupost de Cultura, l'Ajuntament, per si sol, no podia sobreposar-se a la gran campanya que, orquestrada per Pla i Deniel, tenia com a fi l'enfonsament definitiu del projecte, amb la sentència dictada pel govern.

Si la suspensió de la base quinta (que passo per alt, perquè seria molt llarga d'explicar), de la qual Sanllehy fou l'ànima i la víctima -atès que li costà la carrera política-, ja disminuïa considerablement el projecte i provocava que els partidaris de l'integrisme obtinguessin la primera victòria política, ara als vocals associats els quedarà la glòria d'acabar d'ensorrar-lo definitivament.

Glòria compartida a mitges per tots aquells que no havien defensat políticament el projecte cultural. Els sectors regionalistes de la Solidaritat Catalana i els sectors republicans afins a Lerroux, que boicotejaren també per part de la intransigència anticata1ana el famós projecte escolar.

És curiós de constatar que ja fa quasi cent anys hi havia els mateixos entrebancs per a poder tirar endavant projectes culturals avançats i que representaven una gran millora per al poble, i es boicotejaven exactament com ara al 1993. Crec que existeixen unes forces malignes que no he sabut mai d'on vénen ni on van, però que gairebé sempre se surten amb la seva, és a dir, guanyen, els que podríem dir "els dolents", A mi no m'ha sorprès gaire que la política i alguns polítics d'abans fossin tan semblants als d'ara.

14 de maig de 1908 Sessió celebrada al Saló de la Reina Regent. Presideix Albert Bastardas. Entre d'altres intervencions, i havent entrat en els temes de l'ordre del dia, Guillem López Ventura demana la paraula per explicar el funcionament de la Junta Local de Primera Ensenyança, de la qual formen part el regidor Roca i ell mateix, i diu que: "El ex-alcalde de Barcelona, y digo ex-alcalde porque después del voto de censura aprobado por el consistorio, no creo que el señor Sanllehy tenga la osadia de volver a ocupar la presidencia del Ayuntamiento, recibió una comunicación de la Junta Local de Primera Enseñanza (Sección Protectora) protestando de la aprobación del presupuesto de Cultura, por considerar que contraviene las leyes vigentes en la materia. Como en el texto de dicha comunicación, redactada en términos equívocos, aparece que el acuerdo lo adoptó la Junta por unanimidad, creí de mi deber protestar, conforme lo hice con energía, en la reunión últimamente celebrada",

La Vanguardia explica que Guillem López digué forts qualificatius contra el delegat regi de Primera Ensenyança. S. Roca indica que. com que ell no va poder assistir a aquesta reunió de la Junta Local esmentada. es reserva el dret d'opinió. Francesc Layret entra en el debat per aplaudir l'actitud de Guillem López i fa constar que la comunicació esmentada és redactada de forma totalment equívoca, de manera que en llegir-la es dedueix que és la Junta en ple que protesta per unanimitat. quan tots saben que només es va reunir una sola secció, de les dues que la componen.

5 de juliol de 1908 Inauguració del Dispensari Municipal otorrinolaringològic de Barcelona (Aragó-Bruc) del Districte IV, districte que representava el regidor i tinent d'alcalde Guillem López Ventura.

23 d'octubre de 1908 Visita d'Alfons XIII a l'Ajuntament de Barcelona, on és rebut per l'alcalde accidental, Francesc Puig, que li dirigeix un parlament de salutació en català, formal i digne, però sense entrar en cap de les reivindicacions polítiques i administratives que en aquell moment l'Ajuntament tenia plantejades: autonomia municipal. eficàcia contra el terrorisme, etc.

9 de novembre de 1908 Interpel·lació del diputat Soriano al Congrés, al president del consell de ministres, Antoni Maura, sobre el viatge del rei a Catalunya. Com que Maura no hi és, el debat s'ajorna fins l'endemà.

10 de novembre de 1908 La interpel·lació a Maura, anunciada per al dia 9, es porta a terme i, en un discurs llarg i malintencionat el diputat Soriano combat la política maurista davant el fet polític català. El diputat Cerelluelo demana també explicacions sobre "l'incident" entre l'alcalde accidental solidari i el rei, quan el primer li dirigí unes paraules "en dialecto catalán".

També en el Senat, el senyor Calbetón dirigí unes paraules contra els nacionalistes catalans perquè havien tingut la gosadia i la mala educació de dirigir-se al rei "en una lengua que no es la nacional, que es tan lengua como la castellana, pero que no es la nacional".

17 de juny de 1909 Sessió celebrada al Saló del Consell de Cent. Presideix Albert Bastardas. El cap de negociat d'Ingessos i Despeses, Pere Coromines, lliura als regidors presents una proposició signada per Bastardas, Layret, López, Puig i Alfonso, Giralt i Valentí, referida a la creació d'una entitat composta de sis regidors, dos vocals de la Junta d'Ensenyament, un professor designat pel degà dels mestres i un delegat de l'Escola d'Agricultura, per tenir cura que les quantitats que l'Ajuntament invertís en els lloguers de locals per a escoles fossin destinats a la construcció de nous edificis i que s'emetés un emprèstit de 7.500.000 pessetes amortitzables en el termini de cinquanta anys i al quatre per cent anual d'interès.

Com que encara no s'havia distribuït a la premsa una còpia d'aquesta proposició, La Vanguardia, tot queixant-se, escrivia que no era raonable que un Ajuntament que acabava el seu termini legal el proper 1 de juliol, pogués ara aprovar una proposició de tanta magnitud. Guillem López Ventura dóna còpia de la proposició a la premsa.

Aquesta proposició contempla la Junta abans esmentada i haurà d'administrar el capital i els lloguers de les escoles. Igualment contempla la creació d'una caixa de Construccions Escolars per finançar la construcció dels nous locals per a escoles. La Junta serà renovable cada cinc anys, i a la proposició es preveu la construcció de 40 unitats escolars capaces per a 16.000 alumnes de quatre a dotze anys. Cada unitat serà dotada de jardins d'infància per a 50 alumnes.

Es preveuen igualment sales d'actes, dutxes, biblioteques, laboratoris de Física i Química i d'Història Natural, cuina i menjadors, instal·lacions sanitàries, juntament amb calefacció central i cambres de ventilació. La proposició passa a l'estudi de les comissions competents. Es tracta també sobre els parcs públics del Tibidabo.

29 de juny de 1909 Sessió celebrada al Saló del Consell de Cent. Presideix Albert Bastardas. La presidència havia enviat, abans de ser convocada aquesta sessió, un protocolari "Saluda" (B.L.M.), per tal que els regidors fessin acte de presència en la darrera sessió consistorial abans no s'acabés el termini legal d'aquest Ajuntament. L'interès era també poder aprovar majoritàriament la proposició presentada en la darrera sessió. Com que, per a aquell cas, calia la majoria absoluta, s'intentà fins i tot que Pla i Deniel deixés d'assistir a una processó i anés a la sessió. Però com que la minoria dels regidors del Partit Republicà Radical (lerrouxistes) -l'avi Guillem era d'Unió Republicana- no volien deixar aprovada aquesta proposició, un cop començada la sessió abandonaren el Saló, per boicotejar solemnement la votació. Els regidors presents eren, doncs, en aquell moment, vint-i-cinc.

I quan es procedí a la votació per aprovar la proposició esmentada, el lerrouxista Zurdo Olivares demanà votació nominal, sabent d'entrada que ja no era possible fer-la perquè a l'històric Saló del Consell de Cent, tan sols hi eren presents els vint-i-cinc regidors esmentats. Davant el fet consumat, el president Bastardas aixeca la Sessió. Aquesta fou la darrera d'aquell Ajuntament.

La política de l'Ajuntament de Barcelona durant aquests anys (1904-1909) no va fer variar la composició del consistori entre els dos grups importants: la majoria republicana i la minoria regionalista. Aquesta composició de forces polítiques no canviarà substancialment en els consistoris biennals de 1904-1905, 1906-1907 i 1908-1909.

Aquí acabo la petita història del meu avi Guillem ("Babu"). Pel que fa al camp polític, podria allargar-me més amb l'ajuda de llibres històrics i diaris antics, però penso que tal vegada us cansaria. Crec que amb el que he escrit ja podreu formar-vos un criteri de com era i com pensava. Va ser avançat d'idees i un lluitador que defensava la Unió Republicana, el catalanisme i l'autonomia de Catalunya, la qual cosa en aquell temps -quasi cent anys enrera i en plena monarquia- tenia el seu mèrit.

Personalment, de "Babu" em resta un record llunyà ple de tendresa .

V Josep Lletget Sardà

De la meva àvia Teresa -Ica per als seus néts- ja he dit que gairebé no en sé res. Sé que va viure un temps amb els meus pares i que va morir l'any 1919, a causa de la gran epidèmia de grip que va assolar Barcelona. Està enterrada al cementiri de Vallvidrera. El mateix any vaig néixer jo.L'avi Josep -Ico per als seus néts- va néixer a Reus i crec que a l'Ajuntament d'aquesta ciutat hi ha un bust seu.

Sempre he tingut desig d'anar a veure'l però mai no ho he pogut fer.L'avi Josep era un home d'una gran presència física, alt i bru. Portava un bigoti considerable, com quasi tots els homes de la seva època. Molt elegant, sabia vestir admirablement. Havia passat part de la seva vida a Londres, on fou apoderat dels interessos del senyor Aberoa, basc, banquer de Bilbao que intervingué en la construcció del ferrocarril de Girona-Olot, el 1895.

Josep Lletget era un orador de mítings eloqüent, republicà i bastant revolucionari. Diuen que en una ocasió planejà un atemptat contra el rei Alfons XIII, al teatre Romea de Barcelona. Per sort, el rei va suspendre la seva assistència a l'espectacle a conseqüència de la mort de donya Isabel a París.Va ser redactor de La Publicidad, on era fàcil de trobar també els germans Corominas, don Emili Junoy, Miró i Falguera, Carles Costa, Josep M. Jordà, Pasqual i Manolo Planes i Lluís Companys, que hi feia de reporter.Josep Lletget Sardà, a més a més d'advocat era periodista, i fou corresponsal de guerra en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Per casa jo havia vist el carnet que ho acreditava. Com tantes altres coses, es va perdre durant la desfeta del nostre país en la guerra "incivil" 1936-1939.Molt a prop de la redacció de La Publicidad -Rambla del Mig, 26- hi havia la Llibreria Espanyola d'Innocenci López Bernagossi -Rambla del Mig, 20.

No es podien imaginar Josep Lletget Sardà i Innocenci López Bernagossi que acabarien sent parents. Un fill de Josep Lletget, Víctor, el meu pare, es casaria amb Maria Teresa (la meva mare), néta d'Innocenci López Bernagossi.Igual com el rebesavi Innocenci López Bernagossi i l'avi Guillem López Ventura, l'avi Josep va lluitar per defensar la República i Catalunya.Tot el que és escrit en castellà és perquè eren cròniques del Parlament de Madrid o perquè era publicat en diaris com ara La Publicidad, que aleshores es publicava en espanyol.

El meu avi Josep parlava castellà a la pura força ja que ell era, com ja he dit, fill de Reus. Crec que segurament devia pensar que des de Madrid també podia fer un bon servei al seu país, Catalunya.

Madrid. Crònica parlamentària. Febrer 1904. Obre la sessió el senyor Romero Robledo.El diputat senyor Requejo formula diverses preguntes sense interès per a la nostra família. Després de les respostes ídem d'ídem, parla l'avi Josep:"El señor Lletget se ocupa de su detención, verificada ayer en uno de los mítings republicanos.""Da lectura a las palabras del parte oficial acerca de su detención, y censura se hubiese realizado por llamar 'sacristanes' a los ministros (grandes risas). Dice que el oficio de sacristán es honroso, extrañándose de que el actual gabinete no lo crea así, ofendiendo por lo tanto a los amigos del Gobierno (menos risas). Lamenta que se haya violado con el acto de ayer la inmunidad parlamentaria.""El ministro de la Gobernación hace responsable de los actos de ayer a los delegados y a cuantos no interpretaron fielmente las instrucciones del Gobierno,"El señor José Lletget replica que ya sabía se echaría la culpa de lo ocurrido a los delegados de vigilancia que asistieron a los mítings. 'Deseo -agrega- declare el Gobierno si su detención fue legal o ilegal.' El ministro de la Gobernación contestó con evasivas (grandes rumores), dice que se hace ?responsable de los actos del gobernador de Madrid pero nunca determina acerca de la conducta de los delegados."

Congreso de los Diputados. Madrid. Sesión del 9 de Febrero 1904. Incidente ruidoso."El ministro de la Gobernación prosiguió su discurso contestando al diputado republicano José Lletget Sardà.""Lo que hay que lamentar es que con motivo de esos sucesos, como pasó con el proceso de Montjuich, se propaguen en el extranjero ideas y juicios que deshonran a España. (Protestas de los republicanos.)""El señor Josep Lletget: 'Es una deshonra para los atormentadores'. (Rumores de la mayoría.)""El señor Sánchez Guerra: 'No se puede hablar aquí de cuestiones de deshonra, y menos su señoría, que tiene en esta cámara algo pendiente que puede afectarle'""El señor Lletget: 'Eso es una impertinencia y una infamia'. (Protestas de la mayoría, campanillazos de la presidencia.) "

"El señor S. Guerra: 'El hecho es ... ' " "El señor Lletget: 'Una impertinencia y una infamia'. (Rumores de la mayoría) Los republicanos apostrofan al señor S. Guerra. El escándalo se mantiene a pesar de los campanillazos del señor Romero Robledo.""El señor Guerra: 'Yo lo que afirmo es un hecho ... ' (Nuevas protestas de los republicanos.)"?"El señor Salmerón: 'Y la intención?'"

"El señor Guerra: 'De la intención no puede su señoría juzgar' ""El señor Lletget: 'Ni como ministro, ni como hombre, tolero a su señoría que me atropelle!' (Exclamaciones de la mayoría. Nuevas protestas de los republicanos)""El señor Guerra: 'Al oír hablar a su señoría de deshonra me he creído autorizado para recordar a su señoría que hay un suplicatorio ... ' ""El señor Lletget: 'Su señoría miente' (grandes exclamaciones). Los republicanos apoyan al señor Lletget y éste, dirigiéndose al señor Guerra le dice, entre voces de los ministeriales y campanillazos del presidente: 'Miente, miente y miente, su señoría! '""Restablecida la calma, el señor Romero Robledo dice que las palabras ofensivas del señor Lletget no constarán en su diario de sesiones.""El señor Lletget: 'Si el ministro de la Gobernación mantiene sus conceptos yo mantengo mis palabras'.""El ministro de Gobernación: 'Hay suplicatorio y la Comisión, incluso el señor Muro, se manifestó unánime en concederlo."El señor Lletget: 'Como yo lo habría pedido'.""El señor Guerra: 'Y por otra parte, no me he permitido atribuir a su señoría ningún delito',""El señor Lletget: 'Como hay sobreseimiento no hay ya causa' . "

Març 1904 A La Publicidad del març del 1904 hi ha diverses intervencions del diputat Josep Lletget Sardà, durant les sessions del Parlament de Madrid, intervencions que van fer, per cert, bastant rebombori. Josep Pla deia que Lletget era un exaltat, encara que Eugeni Xammar, periodista important, també deia que Pla era un gran escriptor però que no sempre l'havíem de prendre al peu de la lletra.Quan es produí a Barcelona l'atemptat frustrat contra don Antonio Maura, va ser un dia de dol per a la ciutat. Lerroux comentà el fet en un article a La Publicidad que causà la indignació de la gent moderada i benpensant del país. Per exterioritzar la protesta s'organitzà espontàniament una manifestació que baixà Rambla avall.Josep Lletget no es mogué del periòdic ni un moment en tot el dia. Feu telefonar i buscar en Lerroux per tota la ciutat però l'autor de l'article considerà que no havia de fer acte de presència. Quan la manifestació arribà davant de La Publicidad, Lletget obrí de bat a bat el balcó de l'entresol, on hi havia la redacció, i sortí fora amb una pistola a la mà. La manifestació era presidida pel Governador González Rothwos. Quan el senyor González s'adonà de la presència de J. Lletget pujà corrents l'escaleta de l'entresol: "Però Lletget, per Déu, que vol fer?" "-Serà un dia de dol ... tirarem al mateix temps ... jo sóc dels que tiro!" -va respondre l'avi Josep.?La manifestació passà, furiosa, pel davant de La Publicidad. Hi hagué una escridassada delirant però, per fortuna, no es produí cap destrossa.

Quan Lerroux, al cap d'uns quants dies, reaparegué, J. Lletget l'increpà: "-Ets un covard i un canalla; et vaig buscar per tot Barcelona i et feres invisible, t'amagares. Ets un miserable i un gallina". Lerroux escoltà Lletget aclaparat i desfet i no articulà ni una sola paraula.

La Publicidad. 12 d'abril de 1904 Ni torturas ni atropellos. Carta abierta del señor J. Lletget al señor don José González Rothwos. Madrid.

Muy señor mío y de toda mi consideración: A pesar de habérmelo asegurado testigos presenciales y amigos de cuya veracidad no puedo dudar, se me resiste creer que V., cumplido caballero, representante del poder central y primera autoridad de la provincia, haya dejado impune el indigno y cobarde atropello cometido por uno de sus empleados dentro del Gobierno civil, es decir, en su casa, Y que no solamente lo haya dejado impune, sino que también, con asombro e indignación de todos los que lo presenciaron, oyese V. con la sonrisa en los labios al miserable que contestó en presencia de V. al ser interrogado: “No le he dado dos bofetadas, le he dado cuatro". No, no puedo creerlo; un hombre de sus condiciones y de su intelectualidad, un antiguo y discreto funcionario, un hombre de la educación superior de V. no ha podido oír esa infamia sin indignación, y la sonrisa que vagaba en sus labios debía descubrir la cólera comprimida y el propósito firme de castigar inmediatamente con dura mano al cobarde lacayo, que por llevar un galón en la manga y contando con la impunidad se permitió abofetear a un infeliz detenido que no podía defenderse por estar custodiado por la fuerza pública. A parte de lo que tendría de personal, en lo que se refiere a V. el que quedase sin castigo la villanía, a parte del afecto que produciría entre todos los hombres honrados y cultos el que continuase V. albergando a ese miserable en el palacio que V. habita y que pagan todos los ciudadanos, descartando en fin de esta indignidad, todo lo que podría salpicarle si, mereciese su aquiescencia, razones de índole política obligan a V. por modo imperativo no sólo a castigar al culpable severamente, sino que también a que el castigo sea público para que sirva de lección definitiva a esa corte de asalariados del régimen que nos deshonra ante Europa autorizando la creencia de que aquí vivimos en pleno salvajismo. Se le ofrece a V. la ocasión de demostrar que los funcionarios de la monarquía no consienten que se violen los derechos de la humanidad.

Hasta ahora, cuando se ha hablado de atropellos, de palizas y de tormentos, los miserables que los cometían, los negaban ante el público y ante las autoridades, y éstos, beneficiando de la negativa, podían decir que no estaban probados los hechos. En el caso presente no hay duda ni excusa posible, un portero de ese Gobierno Civil ha abofeteado a un ciudadano detenido, maniatado y custodiado; la condición de detenido no supone culpabilidad, y aún suponiéndola, ni siquiera las hordas que capitanea el Roghi se permiten apalear a sus prisioneros antes de entregarlos a quien debe juzgarles. Ese portero, al ser llamado a presencia de V., gracias a la generosa y valiente denuncia de un periodista indignado, se jactó procazmente de haber cometido el atropello, y le escuchó V. con la sonrisa en los labios.

He hecho más arriba, sobre esta sonrisa, las salvedades necesarias; me limito ahora a precisar el hecho, y pregunto al gobernador civil de Barcelona, al representante de la monarquía en esta provincia, al caballero: si llegase a conocimiento de V. que un amigo, que un conocido suyo, que una persona, en fin, con la cual por razones sociales debiera V. estar en contacto, conservaba en su casa a un sirviente, a un empleado, que se hubiera permitido jactarse en su presencia de haber atropellado a un hombre indefenso del cual no había recibido ningún agravio, y que le conservara a su servicio, y no denunciara el hecho a los tribunales, V., hombre de corazón, ¿podría estrecharle otra vez la mano? ¿Podría ni siquiera saludarle? ¿Podría continuar sus relaciones con el cómplice indirecto y consentido del atropellador?

Me complazco en creer que a estas horas y antes de que llegue esta carta a su conocimiento el empleado del Gobierno Civil que tal infamia cometió ha recibido su cesantía, y además que el juzgado correspondiente tendrá ya la denuncia de V. para que se le procese como es debido por malos tratos con alevosía contra un ciudadano que debía estar protegido por la fuerza que le custodiaba, cuyos individuos, por haber permitido el atropello deben recibir también su correspondiente castigo. No quiero hablar en este momento de los atropellos cometidos por la fuerza pública que apaleó a los demás detenidos; trataremos este asunto en otra ocasión. Concreto hoy el caso a la cuestión que podríamos llamar doméstica, es decir, a lo ocurrido en su domicilio oficial. No son posibles las luchas, las reticencias ni los aplazamientos. La impunidad del culpable supondría la aquiescencia de V. y por su honor, por la dignidad del cargo que ocupa, y por la representación oficial que ostenta, no es posible que deje transcurrir un minuto más sin que hayan recibido satisfacción no sólo la conciencia pública, sino todos los que se honran con su trato y amistad.

Está en Barcelona el señor presidente del Consejo de Ministros; supongo que al tener noticia de este hecho comunicará a V. las órdenes oportunas para que no quede impune esta brutalidad. Como decía anteriormente, me atrevo a esperar que tanto las órdenes del presidente del Consejo, como mi modesta carta, no habrán sido necesarias para que haga V. justicia. Si así no lo hiciese V. quedaría probado que los tormentos de Montjuich y de Alcalá del Valle no son accidentes del régimen en que vivimos sino que constituyen todo un sistema de procedimiento que está encarnado en el cerebro y en el corazón de la cruel administración española.

En suma, si lo acontecido en el domicilio de V. quedase impune, podría decirse que el régimen es incompatible con la dignidad humana y que para servirle hay que prescindir de la caballerosidad.

Queda de V. atento q. b. s, m,José Lletget Sardà La Publicidad. 28 d'abril de 1904 El señor Lletget en Cornellà y San Vicents dels Horts.

Anteayer domingo, nos trasladamos a Cornellà con objeto de concurrir al míting de propaganda republicana, que con la asistencia del popular diputado a Cortes por el distrito, D. José Lletget, debía celebrarse en dicha población.

Al llegar a la estación de Cornellá el tren que conducía a nuestro distinguido amigo, un gentío inmenso apostado en los andenes prorrumpió en frenéticos aplausos, proferiéndose con entusiasmo los vivas a Salmerón, Lletget y la Unión Republicana.

Dirigióse la comitiva en pacífica manifestación al Ateneo de Cornellá, donde debía tener lugar el míting; una vez allí y después de recibir a las comisiones de los pueblos vecinos que acudieron a saludar al batallador diputado J. Lletget, declarose abierto el acto, cediendo la presidencia del mismo al señor Lletget, después de breves palabras del presidente del Comité local, Sr. Majó, y en medio de los aplausos y vítores de la concurrencia se cedió la palabra a los Srs. Baluguera, Ulled, Méliz y Lletget.

El señor J. Lletget expuso la labor efectuada en las Cortes por la minoría republicana, encaminada a lograr a toda costa el aniquilamiento de las huestes monárquicas y la pronta implantación de la República.

Ocupose de 1os últimos sucesos desarrollados en Barcelona con motivo del viaje regio indicando que ha quedado demostrado una vez más el vaticanismo del actual gobierno, con el solo hecho de que jamás en Barcelona 1os reaccionarios se han atrevido a gritar - ¡Muera la libertad!', cosa que han efectuado ahora con la mayor impunidad en presencia del jefe del Estado y del presidente del Consejo de Ministros.

Dijo J. Lletget, que no sólo los republicanos sino que todo ciudadano que tenga ideas liberales y democráticas está en la obligación de arrojar a aquellos que si un día consintieron que nos quitasen las colonias, mañana consentirían que nos quitasen incluso la península, de no ser así, careciendo de energía para hacer lo indicado, es preferible que pidamos la disolución nacional (ovación).

Pero para evitar esto, para lograr que sigamos siendo una nación es necesario que subsista la Unión Republicana; tened presente que sin Unión no es posible la revolución, y sin revolución no es posible la República; así pues, sentado este precedente, el que se separa de la Unión es un traidor a la patria; si es un amigo, aborrecedle; si fuera un jefe maldecidle. (Delirante ovación).

Después de hacer atinadas observaciones sobre varios asuntos de vital interés para la población, terminó su discurso con un ¡Viva la Unión Republicana!, que fue unánimemente contestado.

Acto seguido acordose remitir a su destino el siguiente telegrama:

Nicolás Salmerón - Madrid Republicanos de Cornellá reunidos en miting presidido diputado J. Lletget, felicitan a V. por magnífico discurso pronunciado Teatro Barbieri, y le reitera incondicional adhesión. Presidente, Majó - Secretario, Ros. En San Vicens dels Horts

Poco antes de llegar a la población, un numeroso grupo de correligionarios dispensó al señor Lletget un cariñoso y entusiasta recibimiento. En la sala de juntas de la Cooperativa de esta localidad reuniose el comité para cambiar impresiones con el Sr. Lletget. Dio éste cuenta de sus gestiones en el Parlamento, poniéndoles al corriente de los diversos asuntos que afectan a este pueblo. A continuación hicieron uso de la palabra los Srs. Bolós e Ill, dándole las gracias al diputado J. Lletget por los trabajos realizados en pro del distrito.

Levantada que fué la sesión, numerosos correligionarios acudieron a las afueras de la población para despedir al batallador diputado, tributándole una ovación entusiasta reflejo fiel de las simpatías con que cuenta en aquella población. La Publicidad.12 de maig de 1904 El comité democrático republicano de Esplugas del Llobregat ha organizado un míting de propaganda para las 5 de la tarde, que se efectuará en el café de 'Carlets". con el concurso del diputado del distrito D. José Lletget y de los señores Palau, Navarro y otros." La Publicidad. 21 de maig de 1904 El señor Lletget en Abrera Acompañado de los Srs. Baduell, presidente y secretario del comité de distrito, en Abrera estuvo el último domingo nuestro querido amigo el diputado D. José Lletget, para asistir al banquete con que le obsequiaron sus electores de aquella villa, en prueba de su adhesión y afecto por la actividad y celo que viene demostrando en pro de los intereses de la comarca.

Su arribo al Casino de Unión Republicana, en donde esperaban al Sr. Lletget los correligionarios y junta del comité y Casino, fue tan cariñoso como grata resultó para los expedicionarios la ocasión de saludar a aquellos animosos republicanos quiénes, a pesar de los ardides del caciquismo, robustecen las fuerzas del partido conquistando nuevos adeptos, merced a su sensatez política, a la acertada dirección que imprime a sus organismos el concejal y presidente de estos D. Juan Almasqué y a la valiosa cooperación que le presta el señor Espuña.

A estos y a la comisión organizadora del banquete tributó merecidos elogios el Sr. Lletget, haciéndolos extensivos a los demás comensales, por la constancia y sacrificios con que sostienen nuestros ideales en aquel reducido pueblo agrícola y más, siendo tan reciente su advenimiento a la vida republicana. Este particular, las legítimas aspiraciones de los 'rabassaires' y el de reorganización del partido en el distrito, fueron los temas que con mayor atención se desarrollaron en la bien servida mesa, en que departió familiarmente el Sr. Lletget con sus correligionarios y las representaciones que enviaron los de Martorell y Esparraguera.

Junto con los más caracterizados y prestigiosos de sus amigos, el Sr. Lletget se personó en la Casa Consistorial, en la que se hallaba congregado el Ayuntamiento, al que reiteró, en la persona de su presidente, sus anhelos de conocer las necesidades de los municipios para acudir a ellas en la medida de sus fuerzas, valiéndose de la vestidura que ostenta, la que, aún debiéndola al voto de los republicanos -dijo-, habrá de usarla tanto en beneficio de los oprimidos como en el de los intereses de la comarca; manifestaciones éstas que impresionaron favorablemente a dicha corporación.

Seguidamente se trasladó el popular diputado al espacioso salón en que se hallaba reunido el vecindario de Abrera, ansioso de escuchar a su representante en Cortes, a quién saludó con entusiastas aplausos al cederle la presidencia D. Juan Almasqué.

D. Antonio Serra, presidente del Comité del distrito, significó la satisfacción que sentía al encontrarse entre aquellos probados correligionarios, saludándoles por encargo de los comités de la comarca y alentándoles para que en breve tengan en el municipio la representación que se merecen por la calidad y el número de afiliados que militan en sus filas. Excitó a los republicanos de Esparraguera, allí presentes a que les sirviera de estimulo la conducta de los abrerenses y ofreciéndose a unos y a otros para cuanto tendiera a fomentar la unión republicana en este distrito en que tan arraigada se halla, concluyó entre calurosos aplausos.

Jorba Ferrer (padre e hijo) y Cuadras, de Esparraguera, se muestran unánimes en estimar salvadora la unión que, sin previas abdicaciones, permite aunar esfuerzos de cuantos combaten al malhadado régimen monárquico contra el que deben dirigirse las murmuraciones y diatribas y todas nuestras energías para con su desmembramiento, implantar el de justicia, libertad y fraternidad que nos traerá la República. Prometen su cooperación para que en Esparraguera surja potente el organismo que representará a la unión republicana, y terminan con vivas a Lletget y a la Unión, que son aplaudidos y contestados con mucho entusiasmo ...

Baduali, de San Feliu, recuerda los preliminares de la organización en Abrera en los que intervino, para congratularse del arraigo que ha adquirido; elogia los altruismos del Sr. Lletget y las ventajas de su triunfo para el partido; recomienda la unión y parangona la conducta de monárquicos y republicanos, deduciendo de la de estos el triunfo de nuestra causa por encarnar las aspiraciones de la España progresista que lucha para no desaparecer con la monarquía (aplausos).

Escobet, de Abrera, expone las pretensiones de los propietarios ante lo que piden y sostienen como derecho suyo los 'rabassaires', solicita de estos que se concierten y encomienden al diputado del distrito, Sr. Lletget, la defensa de sus sagrados intereses, y finaliza recomendando a la juventud que se aliste en las filas republicanas para ir de frente contra el caciquismo (aplausos).

José Lletget habla en catalán a sus oyentes, al cesar los aplausos y vivas que le dirigen al levantar-se. Al explicar el objeto de su visita, nota la diferencia entre el proceder de los candidatos monárquicos, que consiguen votos por la amenaza y después del triunfo ponen su valimiento al servicio del cacique, sin preocuparse de visitar a sus electores, y la distinta conducta observada por los diputados republicanos que se preocupan de la suerte de los obreros a quiénes visitan y apoyan en sus justas demandas. Derivación del espíritu y campaña que sustenta la minoría en el Congreso, en su propósito de combatir a todo trance al caciquismo, requiriendo para esto a sus electores a fin de que le notifiquen cuantos atropellos ocurran para perseguir todas las arbitrariedades. Expone, Lletget, de que suerte la dignidad de España está vinculada en la unión republicana y cómo seriamos esclavos de los clericales si se afirmase Maura en el poder, cuya estancia en él aceleraría la revolución para implantar la República.

Enumera las causas que han impedido visitar a sus amigos de Esparraguera y las gestiones que ha practicado para hacer más llevadera la situación de los operarios fabriles. Al tratar del capital, asunto que afecta a los 'rabassaires', especifica los medios de información que tiene a mano para estudiarlo y de los que puede valerse para obrar en consecuencia con los intereses de la comarca, afirmando que entre la propiedad legada en herencia y los derechos adquiridos por el sudor, está y defenderá siempre el de los trabajadores, a los que recomienda solidaridad y unión. Y después de ofrecerse a cuantos necesiten de sus servicios, concluye con un '¡Viva la República!', habiendo escuchado muchas salvas de aplausos durante su discurso, que entusiasmó en extremo a aquellos excelentes republicanos. Juny del 1904. Carta del meu avi Josep al senyor Julio Marial, president del "Comité Republicano Federalista":

Mi estimado amigo: Lamento mucho que mis deberes parlamentarios me impidan asistir, como deseaba, al acto de colocación de la lápida conmemorativa de la casa donde nació el ilustre demócrata socialista Don Francisco Pi y Margall.""Al adherirme a esa cariñosa manifestación de sincera simpatía estoy seguro de interpretar los sentimientos de todos los republicanos del distrito de San Feliu de Llobregat, a la par que expreso los míos propios. Todos saludamos con respetuosa admiración la memoria del insigne republicano cuyo nombre es una gloria democrática, republicana y nacional. Su afectísimo y s.s. José Lletget Sardà" Diputado en Cortes""Madrid 19-6-1904

La Publicidad
Sessió del Congrés del dia 22 de juny de 1904.
Madrid. Entre d'altres diputats que van parlar (sense interès per a la família), el senyor President del Congrés dóna, en el seu moment, la paraula a l'avi Josep Lletget.

El Sr. Lletget: Para dirigir unos ruegos a los Srs. Ministros de Agricultura, Hacienda y Estado.

Al Sr. Ministro de Agricultura le ruego se sirva enviar al Congreso un estado de las multas impuestas a la Compañía Transatlántica, desde Septiembre de 1890 hasta la fecha, por faltas en el servicio e infracciones comprendidas en el capítulo 9º del contrato, artículo 68 al 78 inclusive; expedientes sobre multas y resultado de los expedientes, y además que tenga la bondad de decirme si la Compañía ha cumplido desde esta fecha, para no remontarme más alto, con lo preceptuado en el artículo 5º sobre traslado de súbditos marroquíes con rebaja de precio a las ferias y fiestas de las poblaciones andaluzas, si el gobierno ha obligado a la Compañía a que los precios de sus fletes de pasaje y de carga sean inferiores para los nacionales que para los extranjeros, y si en las líneas paralelas sean superiores o inferiores, según previene el reglamento.

De todo esto desearía documentos, expedientes y resultados, porque según parece, la Compañía está completamente fuera del artículo 49 de su contrato.

Al Sr. Ministro de Hacienda: -¡Siempre la Transatlántica! Desearía que el Ministro de Agricultura (yo sé que esta pregunta no la puede contestar en seguida; por consiguiente, es un ruego para más tarde), nos dijese de qué capítulo, de qué crédito, de qué consignación se sacaron los fondos para pagar a la Compañía Transatlántica, es decir, no a la Compañía, sino al Banco Hipotecario, los 5 millones de pesetas de pagarés que había suscrito el Estado a la Compañía citada que ésta descontó en el Hipotecario a consecuencia de la diferencia entre el precio contratado por los Estados Unidos para la repatriación de nuestros soldados y el precio pagado por el Gobierno español.

Digo esto, porque he leído en revistas financieras muy autorizadas, que se había acudido para pagar estos 5 millones (advierto a s.s. que es una suposición) al crédito de 10 millones que las Cámaras concedieron al Sr. Rodríguez San Pedro, como Ministro de Hacienda, con el sólo y exclusivo objeto de reembolsar sus atrasos a los repatriados.

Al mismo tiempo desearía que el Sr. Ministro de Hacienda enviase una nota de las multas impuestas a la Transatlántica por defraudación de Aduanas y del número de expedientes que por estas defraudaciones se han formado a dicha Compañía desde el año 1890 y no se han resuelto. Según mi entender, aunque pudiera equivocarme, me parece que se trata nada menos que de 83 expedientes de los cuales unos 43 han sido mejor o peor resueltos.

De todo esto desearía que el señor Ministro de Hacienda se sirviera remitirme una nota, y cuando esté presente el señor Ministro de Estado tengo que dirigirle aún otra pregunta relativa a la misma Compañía, y se lo anuncio al señor Presidente para que al efecto me reserve la palabra.

El señor Ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas respondió a Lletget: para decir al Congreso que tendría el gusto de remitir cuantos antecedentes pueda para satisfacer los deseos del diputado en Cortes, J. Lletget.

El señor Ministro de Hacienda contestó: El señor Lletget no me había anunciado su pregunta (el Sr. Lletget: 'es verdad, ya lo he dicho'), pero ha simplificado la materia contestándose a si propio, porque haciendo observar que sus afirmaciones descansan sobre una suposición y una lectura, anunciaba además que a mi me sería imposible contestar a su pregunta.

Yo no debo dejar mal a S.S.; si le contestara en el acto, podría parecer que el Sr. Lletget no la había anunciado para ver si me dejaba en situación de no poderle contestar, Y tal no seria seguramente el propósito de S.S. Yo no quiero que los propósitos del Sr. Lletget se presten a apariencias que fueran injustas (el Sr. Lletget: 'siempre discuto lealmente'), por lo cual salvaremos el procedente y mañana le contestaré a S.S., anticipándole con mucho gusto que cuantos datos estadísticos haya pedido, los enviaré a la mayor brevedad, inmediatamente, al Congreso.

El Sr. Lletget: Para dar las gracias a los señores ministros y para decir que había olvidado pedir al Sr. Ministro de Comercio los estatutos últimamente reformados de la Transatlántica, que no hay medio de hallar en ninguna parte. Como es una Compañía subvencionada por el Estado, desearía que vinieran al Congreso. La Publicidad Crónica parlamentaria del Congreso. Madrid. 25 Junio 1904. En el banco de Gobernación el señor Sánchez Guerra. En su intervención como parlamentario el señor José Lletget se ocupa de la detención de que fueron anoche victimas varios republicanos al regresar de un míting en el barrio de Carabanchel.

Relata lo ocurrido, de lo que se deduce que la detención fue arbitraria. Pide al ministro explicaciones. El señor Sánchez Guerra dice que debieron cometer algún delito, por cuanto los agentes de la autoridad los detuvieron. Se le ocurre con este motivo hacer algunas consideraciones de mal gusto que son rechazadas por el diputado Lletget. Añade que profirieron gritos todos los que iban en el tranvía. Lletget: '¿Y cómo entonces no detuvieron al cobrador y al conductor del tranvía?' -y afirmó que igual delito cometieron unos y otros, es decir, ninguno. El señor Sánchez Guerra dice que también se les detuvo porque opusieron resistencia, y además que el gobernador, conde de San Luis, cumplió con su deber, deteniendo a cuantos, según sus agentes, profirieron gritos subversivos. Dice también que no hay ninguna ley que prohíba a los gobernadores mandar a la cárcel, a disposición del juez, a cualquier presunto delincuente (grandes rumores).

El señor Lletget replica que el señor Santillán recurrió más al caballero que al gobernador, para pedirle la libertad de los detenidos, deteniéndole también a él. El señor Sánchez Guerra defiende al gobernador, diciendo que nunca olvida éste la caballerosidad y que en este caso cumplió con su misión de gobernador, castigando a los que habían delinquido.

El señor Lletget replica que, a pesar de haberse puesto a favor del ministro los medios para defender al gobernador, lo ha dejado sin defensa.

El señor Romero Robledo corta el incidente diciendo que el Congreso es para reunirse en sesiones, y se despeja el salón. La Publicidad En la sesión del Parlamento del día 27 de Junio de 1904, el conde de San Luis recoge algunas alusiones del diputado Lletget acerca de la prisión de algunos republicanos.

Dice cumplió con su deber y que sólo le basta que el gobierno apruebe su conducta para estar satisfecho de la misma.

Respecto a algunos cargos que cree que le hizo el señor Lletget contesta que está dispuesto a reponer su inexactitud en el terreno en que se le lleve.

El señor Lletget repite lo que dijo en la última sesión y dice que no hubo ofensa al caballero, y sí, sólo, censura al gobernador por la arbitrariedad cometida. 6 de Julio de 1904. Madrid. Crónica parlamentaria. Preside el Sr. Romero Robledo. En una de sus intervenciones, el Sr. Lletget manifiesta que el ministro de Estado falta a la ley al conceder el servicio de vapores entre España y el golfo de Guinea, a una Compañía que no ha cumplido las condiciones del pliego de subasta.""Cree también, el diputado Lletget, que el gobierno debe tomar alguna medida contra el desenvolvimiento de la enseñanza religiosa que atrofia los cerebros jóvenes y castra las voluntades (voces de protesta).El señor Lletget: '¿No se puede opinar?.

Madrid. 11 de Julio de 1904 Crónica Parlamentaria.. "Preside el señor Romero Robledo.""Se lee la lista de suplicatorios que habla pendientes de dictamen, que son varios.""En honor del señor José Lletget dice el presidente, que un suplicatorio que había contra el diputado republicano, fue retirado por haber reconocido los tribunales de justicia su inocencia."

La Publicidad.
Madrid. 5 de Agosto de 1904.
Movimiento obrero. A los amantes de la Justicia. Un grupo de obreros carpinteros deseosos de perpetuar la memoria de su inolvidable compañero Francisco Gana, martirizado en los calabozos del castillo de Montjuich, de cuyas resultas falleció el 6 de Agosto de 1899, invitan a todas las personas de sentimientos humanitarios a la velada y míting que en conmemoración del quinto aniversario de su muerte se celebrará mañana a las 9 y media de la noche en 'Fraternidad Republicana', Cortes 608, en cuyo acto tomarán parte las señoras Claramunt, López de Ayala, Valldosera y Callis y los señores Matamala, Suñé, Rocabruna, Palma, Navarro, Ulled, Orovigt y Sunoy, como también, si se hallan en ésta, los señores Lletget y Lerroux. Agosto de 1904. En la hermosa villa de Santa Colorna de Queralt los entusiastas republicanos de la citada villa están preparando una gran fiesta republicana para el día 21 a las 9 de la noche. Para celebrarlo han levantado un gran entoldado. Sabemos el entusiasmo que reina entre los republicanos de aquella localidad para oír a los señores invitados. Entre los oradores podemos citar a los señores Lletget, Nogués, Anglés, Ardid, Casals, Orobitg y otros.

Agosto de 1904. El día 28 de este mes se verificará un míting importante en la republicana ciudad de Lérida, en el que tomarán parte los diputados señores Lerroux, Lletget, Nogués y Pereña.

Com a última noticia del lluitador avi Josep: En un míting anticlerical a Les Arenes, uns quants pertorbadors impedeixen que Josep Lletget faci ús de la paraula i un d'ells, a la sortida, intenta d'agredir-lo amb un ganivet.Els debats del Congrés i els parlaments dels diputats a Madrid, entre ells els de l'avi Josep, són llargs. Acabo aquí, doncs, per no cansar ningú. Però s'ha d'admetre que són pintorescos i fins i tot interessants, almenys per a mi. Per això n'he copiat alguns, trets dels diaris de l'any 1904. Si en ressenyés de tots els anys en què va ser diputat no acabaria mai.Crec que amb els que he recollit ja podreu fer-vos una idea de com era Josep Lletget i Sarda, batallador incansable i revolucionari.?Pel que jo n'he deduït, ell no era gaire nacionalista: defensava la República, això sí que ho tenia clar. Penso que en viure alguns anys a Anglaterra i alguns altres viatjant no sentia tant el catalanisme. És una opinió meva.Ico ha estat per a mi com una petita llegenda. En no haver-lo conegut i pel que n'explicaven els meus pares, el veig com un home de caràcter fort, un aventurer que va viatjar pel món i va viure la vida molt intensament. Així l'imagino.

VI Víctor Lletget Aleña

Víctor Lletget Aleña era alt, prim i molt elegant. Tenia els ulls blaus i unes mans llargues i boniques, mans d'escriptor. Era polit i endreçat amb la seva persona i amb la seva roba. De molt jovenet, el seu pare el va dur a Londres, on ell, el meu avi, havia viscut alguns anys, perquè tingués una educació refinada. Allà hi va passar bastants anys, al famós "col1ege" situat a la població d'Eton, Buckinghshire, Anglaterra.

Aquest "college" fou fundat per Enric VI el 1440. L'edifici, gòtic, posteriorment restaurat, té una capella amb pintures a l'oli de Gilbert i William Baker (segle XV). A les aules del "col1ege" d'Eton es formaren les élites britàniques des de fa 550 anys. Faré una mica d'història d'Eton, com a cosa curiosa. L'escola ha donat 18 primers ministres, entre ells Walpole i MacMillan, i una corrua de noms il·lustres: lord Keynes, George Orwell, Ciryl Connolly, Andrew Sinclair, Aldous Huxley, John Maud, etc. L'educació a Eton confereix als seus alumnes una tranquil·la seguretat respecte a les seves futures relacions amb el món.

Actualment -1992- els alumnes paguen 11.000 lliures anuals (més de dos milions de pessetes). Una sisena part dels alumnes, però, tenen les taxes gratuïtes, almenys en part. A més a més d'aquests, els 70 becaris del Rei i els 40 becaris de música, el "college" ofereix quatre beques primàries i unes altres quatre de sisè curs a alumnes d'escoles estatals. Eton, com d'altres escoles, troba dificultats a l'hora de contractar professorat per a certes matèries científiques. Cinc segles i mig no han pogut alterar els costums, les tradicions, ni tampoc l'ancestral indumentària d'Eton.

El meu pare, entre altres coses, ens explicava que els diumenges, per sortir a passejar, era obligatori per als alumnes vestir jaqué, barret de copa alta i portar penjat al braç un paraigua negre (encara que no plogués). Ignoro si actualment continua vigent aquest costum. La festa anual de l'escola aconsegueix atreure cada any l'interès i l'expectació dels habitants del comtat de Buckinghshire. A l'hora que Eton rep la Reina per a la magna festivitat, les seves torrasses contemplen impassibles la desfilada del temps, absolutament segures de poder commemorar la data de la seva fundació els segles a venir. Tornem al meu pare.

Va sortir d'Eton amb la carrera d'enginyer i un bagatge cultural important. Ell parlava i escrivia anglès correctament, com és natural, ja que va fer tots els seus estudis i la carrera en aquest idioma, i durant tota la seva vida va pensar en anglès, però també va aprendre francès i castellà, i català quan va venir a viure a Barcelona. Tenia coneixements d'àrab i d'esperanto. Va ensenyar al meu germà Carles a parlar i a escriure correctament l'anglès i el francès i a la meva germana Glòria el francès. Les circumstàncies no li van donar temps d'ensenyar a la resta de fills els idiomes que ell sabia, com era el seu desig, ja que estava convençut que el coneixement de llengües es faria imprescindible per a l'esdevenidor del món.

Recordo el seu caràcter seriós i a la vegada els petits acudits que reflectien el seu humor anglès, humor que, de vegades, a la meva mare i a nosaltres ens costava una mica d'entendre. Mai no aixecava la veu més del que és normal i mai en la seva vida no el vaig sentir cantar. Penso que a ell li semblava que cantar era com perdre una mica la formalitat, l'elegància, tot i que, igual com la meva mare, era molt afeccionat a la bona música. Ja casats, van anar a les funcions del Liceu mentre van poder. Jo, això de no cantar, no ho vaig entendre ni de petita ni de joveneta, perquè a mi sempre m'havia agradat cantar, i ho vaig fer fins bastant gran. Es veu que no em va importar gaire perdre la formalitat.

Recordo que la meva mare, durant la guerra, quan tot era tan tràgic, hi havia tants problemes, passàvem gana, etc., s'estranyava que jo cantés. "No ho entenc -deia-, com pots cantar amb les preocupacions que tenim." El meu pare tenia molt bons sentiments amb els animals, fins i tot recordo que un dia va arribar a casa amb un petit trau al cap, perquè s'havia barallat amb un home que portava uns pollastres en males condicions. Li va clavar un cop de paraigua -cosa típica dels anglesos- i l'home, és clar, s'hi va tornar. No podia sofrir veure ocells engabiats; deia que era una crueltat engabiar un ésser amb ales.

El pare escrivia al seu despatx, molt sobri, i sempre amb el cigar fumejant a la ma esquerra, en una taula de fusta més aviat fosca. Al seu darrera i per les parets hi havia unes grans llibreries plenes de llibres que per a mi eren fantàstics: "Les meravelles del fons del mar", "Les meravelles de la vida animal", etc. Tenia totes les obres de W. Shakespeare en anglès, molts llibres en anglès i en francès i clàssics de totes les èpoques, com ara les obres de C. Dickens, que nosaltres, els fills, vam llegir amb entusiasme. Teníem la col·lecció Araluce, una col·lecció juvenil, que vam llegir de molt jovenets, i totes les obres de Jules Verne, que no he oblidat mai i que de gran he tornat a rellegir.

En aquell despatx vaig començar a tenir afecció i respecte pels llibres. "Els llibres -deia el meu pare-, s'han de tractar amb delicadesa, no s'han d'obrir massa i no s'han de tacar mai de la vida. No hi ha res més lamentable que llegir menjant, per exemple; és una gran falta de respecte al llibre i al seu autor." Ell, de fet, a part de la seva carrera d'enginyer, sempre va escriure; a més a més feia traduccions de l'anglès i del francès, de novel·les i d'altres temes, fins i tot científics. Durant un temps va escriure articles a El Noticiero Universal, un diari que tenia una característica especial: la de sortir al capvespre en lloc del matí, com els altres periòdics. Per a molts barcelonins la posta de sol anava unida al gest de comprar el Ciero, tal com cantaven els venedors del carrer.

També va fer el text en espanyol d'algunes pel·lícules, perquè poguessin fer els doblatges i feia que coincidissin els moviments dels llavis dels actors, que en l'original parlaven en anglès. El pare no va perdre mai la dignitat, ni en els temps en que tot ja anava tan malament. Recordo la seva figura elegant, sempre procurant anar ben vestit, amb bastó. En tenia molts de diferents: amb puny de fusta treballada, d'ivori, de plata, etc. Quan sortia de casa s'aturava uns moments davant del paraigüer que teníem al rebedor i triava el bastó que creia escaient per a la roba que portava. Si estava núvol es penjava del braç un paraigua. Era l'últim que feia abans de sortir al carrer. Quan tornava a casa, al vespre, ho feia sempre amb Le Journal a la mà. Aquell diari francès segurament era un record de l'època en què, ja casat amb la meva mare, van viure a París, a causa d'un treball d'enginyer que hi va haver de fer. Els dissabtes era diferent: portava The Saturday Evening Post, un periòdic-revista anglès, gruixut, molt ben il·lustrat, que sens dubte el va ajudar molt a no desvincular-se del tot de la seva estimada Anglaterra.

Quan ja estava molt malalt, a final del 1937, encara escrivia i traduïa; mai no va deixar de fer-ho: era el que li agradava més. En plena guerra, però, no teníem diners per a comprar paper. Jo, que treballava a la Warner Bross (hi vaig treballar 8 anys), quan podia li portava quartilles. Es posava tan content, quan les veia! Quan pensava que tenia tant paper blanc per a omplir se li eixamplava l'ànima i a mi em semblava que durant uns dies es trobava millor. Sempre va escriure amb ploma i tinta -tenia tinters de diferents colors-, i amb una lletra molt petita i rodona, bonica. Darrerament, ja molt malalt, encara tenia entre mans alguns escrits, novel·les (en va deixar una d'inacabada), temes de política, petites traduccions, etc.

Tot es va perdre en la desfeta de la guerra. Tot el munt de papers que tenia escrits, que era impressionant, i els objectes personals seus i de la mare, els llibres, unes accions d'unes terres a Colòmbia, etc., tot es va perdre. Recordo una col·lecció de vanos de la meva mare, de quan anava al Liceu; en aquella època era important que les senyores, en cada funció d'òpera, portessin un vano diferent. Així en va reunir molts i a nosaltres ens encantava de veure'ls. Dins aquests baguls que es van perdre hi havia altres coses: el barret de copa alta del meu pare (el "clac", que en deien, perquè era plegable i en desplegar-se feia aquest soroll), les botes amb patins de la mare, i infinitat de records ja irrecuperables. Van desaparèixer tots.

El pare tenia un termòmetre al balcó de la seva cambra; durant tot l'any anotava les temperatures i els dies plujosos, assolellats o emboirats, i feia comparacions amb els anys anteriors. Aquestes anotacions, tan interessants, que feia en unes llibretes, ningú no es va preocupar de conservar-les o no ho van poder fer, no ho sé; jo pensava que els meus germans grans -jo era la petita- se n'havien ocupat, però al cap dels anys vaig veure que no s'havia guardat res. No haver-me'n preocupat jo mateixa és una de les coses que no em perdonaré mai. Potser la meva joventut em feia irresponsable.

El meu pare va morir el 1938, als 55 anys, sense poder veure el meu germà Carlos, que era al front de Guadalajara, ni el final d'aquella cruel guerra. Ell ens deia que una guerra era molt difícil de suportar, però que encara seria més difícil la postguerra, i va tenir raó. Per sort o per desgràcia ell no ho va veure.

No vam poder donar-li les atencions que necessitava la seva malaltia. No hi havia metges, estaven mobilitzats, tenien aquesta obligació. Davant de casa, al carrer Gomis, en vivia un, mig amagat, perquè era contrari al règim que imperava. El doctor Bages, encara el recordo, tot vestit de negre perquè havia perdut la seva dona, vivia amb els seus fills, dos nens de curta edat que també anaven vestits de negre. Era molt bona persona. De nit, ja molt tard perquè no el veiés ningú, travessava el carrer i venia a casa a visitar el pare, d'amagat. Tampoc no podia receptar-li res, no hi havia productes farmacèutics ni ell podia fer receptes, però ens animava i ens donava petites instruccions per alleujar-lo. El pare tenia bronquitis i al final se li va complicar el cor, segurament a causa de ser un gran fumador de cigarretes "Camel" (encara em sembla sentir l'olor que feien les capsetes de metall que ell ens donava quan eren buides) i de cigars.

Mentre va estar malalt tenia penjat a la paret, al costat del llit, un rellotge d'aquells rodons de butxaca, amb la cadena, molt bonic. L'havia portat a l'armilla durant molts anys. El dia que va morir -jo no havia vist mai la mort de tan a prop- em vaig impressionar molt; tots, naturalment n'estàvem, d'impressionats, i ningú no s'hi va fixar, en el rellotge, i hores després ens vam adonar que s'havia aturat a la mateixa hora que el meu pare va deixar d'existir.

Ja sé que això és difícil de creure, però va ser així. Jo encara m'esgarrifo quan hi penso. Al petit rellotge, que va ser el seu company inseparable mentre va viure sa i fins i tot quan va estar malalt, es veu que no li va interessar continuar funcionant sense el seu amo. Vés a saber si no tenia la seva petita anima. Solament va poder conèixer un nét, en Sergio. "S'ha d'envellir amb dignitat" -deia el pare. Ell va morir jove, no va tenir ocasió de demostrar-ho. Jo prometo que ho intentaré ... no sé si ho aconseguiré.

VII Mª Teresa López Tugas

M. Teresa López era guapa, d'una bellesa una mica clàssica, ja es pot veure a la fotografia. Tenia els cabells d'un color roig coure, arrissats, molt bonics. La pell fina i blanca, "massa", deia ella; no podia prendre el sol perquè de seguida li sortien pigues, i a ella això li molestava. Així doncs, va optar per mantenir la pell blanca. Era de figura esvelta, una figura que va conservar fins a la mort, prematura, com la del meu pare. Tenia unes mans més aviat petites, la qual cosa li havia portat problemes per a poder seguir els estudis de piano que tant li agradaven; no arribava a les octaves i va haver de fer exercicis especials per aconseguir-ho. Ho va superar i va ser una gran pianista i una gran concertista. Ens explicava que una vegada, donant un concert, va tocar tan apassionadament i amb tanta força que, davant la sorpresa de la concurrència i d'ella mateixa, va trencar unes tecles del piano. Li agradava molt la música, igual com a l'avi Guillem. Va fer la carrera de piano completa, amb estudis intensos, de sis hores diàries. Va tenir de professor el mestre Joaquim Malats (1872-1912). J. Malats estudià de jove a l'Escola Municipal de música de Barcelona i amplià els seus estudis al Conservatori de música de París. Actuà per tot Europa -piano- amb molt d'èxit i pels Estats Units.

També era compositor i entre altres obres va compondre una suite per a gran orquestra, un concert per a piano, violí i violoncel, i diferents peces per a guitarra, etc. La suite Iberia d'Isaac Albéniz, fou estrenada per Joaquim Malats -piano- a Barcelona, l'any 1907. Malats apreciava molt la mare; ella guardava un retrat del seu professor que duia una dedicatòria que deia: "A la meva alumna predilecta. Joaquim Malats". Nosaltres ens el miràvem amb gran respecte, aquest retrat: un senyor molt seriós, amb un gran bigoti, assegut al costat d'un piano. La meva mare era d'idees avançades i va ser de les primeres dones de la seva època que es va tallar els cabells, cosa que en aquell temps era d'un atreviment insòlit. Totes les dones, joves i grans, anaven amb "monyo". Ella deia que el dia que es va tallar els cabells es va sentir com alliberada. Havia estat a Anglaterra en viatge de noces, per conèixer la família del meu pare; entenia una mica l'anglès i parlava i escrivia correctament el francès. De vegades li preguntava al meu pare que volia dir un títol de disc, per exemple, o el significat d'una frase que ella no acabava d'entendre, i s'ofenia molt quan ell li responia, com a bon anglès, que dit amb la pronunciació que ella utilitzava no significava res. Una altra de les seves facetes era que jugava molt bé als escacs. Havia participat en campionats amb força èxit i recordo que ens va explicar que fins i tot havia participat en un en que el tauler era enorme i les figures del joc eren persones; escacs vivents, en deien.

En els llargs hiverns de Vallvidrera, algunes estones anava a jugar a escacs amb el cap de l'estació del "funi", que jugava força bé. Teníem l'estació molt a la vora de casa. Penso que devia ser l'únic a Vallvidrera, a l'hivern, que jugava als escacs.

La mare era decidida i valenta, ho va demostrar quan les coses van anar malament. Li agradava ajudar el seu pare, metge, quan la necessitava a la consulta i calia fer cures als malalts. Era molt eficaç quan hi havia algú de la família malalt i bona infermera. Durant la llarga malaltia del pare sempre va estar al seu costat.

Isaac Albéniz era veí de replà de la casa en que vivien els meus avis, la meva mare i la tieta Joana. Albéniz tocava el piano amb la mare. Era un gran pianista i compositor. Va néixer a Camprodon i va morir al País Basc. Essent petit va passar, amb la seva família, a residir a Barcelona, on va començar els estudis de música i piano. Va ser un prodigi que a 8 anys feia concerts; viatjà per tot el món. L'estil d'Albéniz era fort i expressiu. L'estudi de la magna obra d'Albéniz permet veure la trajectòria d'una rica inspiració. La península ibèrica i els seus paisatges foren per a ell font d'inspiració inexhaurible.

Més de la meitat de les seves obres porten el nom d'una ciutat, d'un poble o d'una regió. A la seva famosa Suite Iberia es pot comprovar. Albéniz, quan estava content, s'asseia al piano i tocava Tango, una peça que havia compost en la seva joventut, en plena bohèmia, en dues hores i mitja, i que havia venut al seu editor per deu pessetes. De "cette petite solete", com ell deia, se n'han fet més de dues-centes edicions i l'editor hi va guanyar una petita fortuna.

Una altra peça, Serenata Española, la va vendre per cent pessetes. Actualment se n'han fet trenta edicions. L'obra completa d'Albéniz cal cercar-la al piano: La Alhambra, Torre Bermeja, El Albaicín, Rapsodia Española, Pepita Jiménez, Serenata Morisca i Catalònia, inspirades en temes populars. Potser us he fatigat explicant la vida i miracles d'Albéniz, però ho he fet perquè veiéssiu l'ambient musical en que va viure, ja de joveneta, la meva mare.

Tornem, doncs, a la mare. Molts anys després, durant la guerra civil, quan vivíem a Barcelona, al carrer Gomis 41, en un pis molt gran, durant les tardes -tan llargues- en que tancaven el llum elèctric unes hores, la mare va tornar a tocar el piano, després d'uns anys de no fer-ho. En un pis de la mateixa escala on vivíem, que era d'uns estrangers, hi havia un piano; nosaltres teníem accés al pis perquè en marxar els propietaris a Alemanya ens van demanar que els el guardéssim.

La mare es va retrobar amb allò que era el que més li agradava en la vida: la música; per a ella va ser un gran i esplèndid retrobament. Assegudes a terra, perquè en aquell pis no hi havia gaires mobles, i només amb la claror del capvespre que entrava pel balcó, escoltàvem els petits concerts que ella ens donava, embadalides i una mica sorpreses (sobretot jo, que gairebé no recordava quan l'havia sentida tocar per última vegada), perquè interpretava sense partitures, tot de memòria.

Hi érem les tres germanes, Glòria, Lauri i jo, i unes amigues que vivien a la mateixa escala i eren més o menys de la mateixa edat que nosaltres; a aquelles noies els havien matat el pare, que era amo d'una fàbrica. Tocava infinitat de peces: El somni d'una nit d'estiu, de F. Mendelssohn, el vals de Coppelia, de L. Délibes, el Trencanous, de Txaikovski, la Invitacióal vals de Weber, Clar de lluna, de Beethoven, Somni d'amor, de Liszt, valsos de Chopin, i la seva famosa Polonesa, que és preciosa, etc. També tocava peces de la Suite Iberia, d'I. Albéniz: Granada, Mallorca, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Cataluña, Asturias, Aragón, Castilla i d'altres.

Van ser unes tardes dolces i tristes alhora, irrepetibles. L'ambient de la guerra i la incògnita del que passaria, els bombardeigs que sofríem quasi cada nit, el nostre germà al front, la mort recent del pare i moltes coses més, totes dolentes , no ens van deixar fruir del tot d'aquelles estones tan meravelloses i que mai no s'han esborrat del meu pensament. Van ser les últimes ocasions en que vaig sentir i viure la força musical i espiritual que la meva mare portava a dintre. No res més que el record, n'ha quedat. Sempre viurà en mi.

Després, acabada la guerra, ja mai més no va tenir un piano al seu abast, ella, que havia donat concerts amb els millors instruments. Poc després, el 1942, jo em vaig casar, i vam haver de desfer el pis del carrer Gomis. La mare i la meva germana Lauri, que encara era soltera -no va trigar gaire a casar-se amb en Joaquim-, van anar a viure amb la Glòria i el meu cunyat Eduard, al carrer Craywinckel, 5. Nosaltres, en Carles i jo, vam estrenar el pis del carrer Bertran, 70, del qual podria sorgir tota una altra història.

La mare va morir el 1948, quan el nostre fill CarlesVíctor tenia quatre mesos. Ella solament va conèixer dos néts: en Sergi i en Carles-Víctor. ¡Que feliç hauria estat si hagués conegut tots els que van venir després, 14. I més tants besnéts, 28! Encara que no crec que ella els hagués conegut a tots.

L'última vegada que la vaig veure, ja molt malalta, jo portava als braços en Carles-Víctor, que era un nen grassonet i bonic. La seva àvia el va voler agafar i, amb dificultat, posar-lo al seu costat, sobre el llit; mirant-lo va xiuxiuejar: "és una criatura preciosa". Van ser les últimes paraules que li vaig sentir dir. Unes hores després ens van comunicar que havia mort. Igual com el pare, no va poder veure la tornada del seu fill Carlos que, aleshores, estava en un camp de concentració.

Ja sé que aquesta part de la història dels meus pares i meva és una mica trista al final, però va ser així. Tant de bo ho pogués canviar! Tanmateix, també hi van haver coses, i moltes, alegres, sobretot a Vallvidrera, on vam ser molt feliços tots plegats.

Els meus pares, Víctor i M. Teresa es van conèixer a Terrassa. Ell hi va tenir una feina -era enginyer- i hi va viure una temporada. La meva mare estava passant uns dies a Terrassa, tenint cura d'una tieta malalta, la tieta Elvira, germana de l'avi Guillem. La meva mare era la seva neboda predilecta. La tieta Elvira era casada amb Rafel Llofriu, d'una família benestant de Barcelona, i no tenia fills.

Concretament, els pares es van conèixer en una pista de patinar. Així doncs, d'aquesta manera tan romàntica, patinant, va començar la història. Més endavant, és clar, es van casar; van fer el viatge de nuvis a Anglaterra, perquè la mare conegués els familiars del meu pare que vivien a Londres: el seu germà Roman, la seva dona i les dues filles; una es deia Clara i de l'altra no en recordo el nom. Explicaven que a Londres, un dia van anar a un sopar cerimoniós, ben anglès, i que els convidats que no eren de la família, en saber que la mare era "espanyola", li van preguntar si era veritat que les dones, a Espanya, duien una navalla a la lligacama. Al meu pare se li va posar molt malament la petita "impertinència" dels seus, podríem dir-ne, "compatriotes".

Víctor Lletget i M. Teresa López van tenir quatre fills: - Carlos, nascut a Barcelona (1909), Glòria, nascuda a París (1913), Laura, nascuda a Barcelona, en un principal d'una casa del passeig de Gràcia, davant del restaurant La Punyalada (1915), Isabel, nascuda a Vallvidrera (1919). Víctor i M. Teresa, ja pares d'un fill, Carlos, van anar a residir a París una temporada; allí va néixer la meva germana Glòria. Vivien als afores de la ciutat, en un lloc molt tranquil, Bourg-la-Reine, format per carrers curts, amb arbres i casetes amb sostre de teules. La casa tenia mansarda i un petit jardí, rodejat d'una tanca de fusta blanca. La meva germana Glòria està molt cofoia d'haver passejat pel Bois de Boulogne dintre del seu cotxet, ben protegida dels freds hiverns de París. L'any 1965, amb motiu del casament del nostre fill Carles-Víctor, a Copenhague, en Carles, el Guillem i jo vam passar per París. Anàrem a conèixer Bourg-la-Reine. M'hauria agradat molt poder saber en quina de les cases van viure els meus pares i els meus germans grans, però no em va ser possible perquè no en tenia cap referència i totes les cases eren gairebé iguals. Per part meva va ser una passejada per Bourg-la-Reine molt sentimental.

Continuo la història. Els pares van tornar a Barcelona, on van viure, en un pis del passeig de Gràcia, fins que va néixer la meva germana Laura, i quan ella tan sols tenia uns mesos es van traslladar definitivament a Vallvidrera. El nom de Vallvidrera té el seu origen en uns forns de vidre que hi havia, és a dir, en una evolució de "Vall del Vidre". Vallvidrera es troba al vessant nord-occidental de la serra de Collserola i per la seva alçada -363 metres- i pel seu clima és considerat un lloc sa. El 1892 fou agregat al municipi de Sarrià, i el 1921 passà al de Barcelona. Al moment de l'annexió, però, ja havia començat a esdevenir un centre d'estiueig dels barcelonins, amb la construcció de cases i hotels, al mateix coll de Vallvidrera i al llarg de la carena que domina el pla de Barcelona.

El 1906 es va construir el funicular -el "funi"- de Vallvidrera, des del final de la línia prolongada del ferrocarril de Barcelona a Sarrià. Fou inaugurat el 14 de gener de 1907, amb ballades de sardanes que van culminar amb el gegantí "Aplec 1907", actuacions de l'Orfeó Català, de la Banda Municipal, etc. Tot això va contribuir a apropar Vallvidrera als barcelonins. També aquells primers anys del segle XX es va construir, a la capçalera de la riera, el pantà de Vallvidrera, reserva d'aigua potable, en aquells temps, per a Barcelona.

Als afores de Vallvidrera s'alça la Vil·la Joana , on va viure, i hi va morir el 1902, mossèn Jacint Verdaguer. Més tard, la casa fou convertida en museu dedicat al gran poeta català.

No sé com, els meus pares, acostumats a la ciutat, a la família, a les amistats, al Liceu ..., van poder resistir els crus i de vegades blancs hiverns de Vallvidrera. Penso que segurament perquè tenien una casa molt confortable i per l'alegria dels jocs i les rialles dels quatre fills que omplien la casa. Els caps de setmana, com ja he dit en una altra ocasió, hi pujava l'avi Guillem, sempre esperat amb il·lusió per tothom.

A l'hivern, hi havia poques famílies, a Vallvidrera; nosaltres i tres o quatre més, entre elles la família Russiñol. Don Albert -germà del pintor-, la seva dona i els fills, que eren nombrosos, però no recordo quants. Les dues filles petites, Memé i Teresa, eren més o menys de la nostra edat i jugàvem juntes. De vegades, nosaltres anàvem a casa seva, una casa molt gran, fins i tot amb capella, que era vora la plaça i que encara existeix ara. Altres vegades venien elles a casa nostra i ens la passàvem molt bé jugant a les golfes, que era el lloc on ens ho deixaven fer quasi tot. A mitja tarda berenàvem, uns berenars que eren ben senzills, per cert: pa amb xocolata, pa amb vi i sucre, llet condensada ... i de vegades simplement pa amb oli i sal, que ens agradava força.

Durant el dia també jugàvem al jardí o anàvem a la plaça a córrer; això sí: primer la mare mirava que hi hagués la parella dels mossos d'esquadra, que anava amb el seu uniforme característic, incloses les espardenyes de pagès. A nosaltres ens mereixien gran respecte.

Al capvespre anàvem a l'estació del "funi" a rebre el pare, que venia de treballar de Barcelona. Quan era estiu, els fills dels estiuejants també ho feien i l'estació s'omplia d'alegria.

Els meus pares també tenien les seves distraccions. Relativament a la vora de casa hi havia L'Ideal Pavillon" on, entre altres coses, es podia jugar al tennis. Actualment, aquell edifici i els seus terrenys han estat remodelats com a habitatges. A la carretera de l'Arrabassada hi tenien el Casino, força luxós, on es feien grans festes, molt concorregudes per la burgesia barcelonina. Tenia un gran saló de jocs, inclosa la ruleta. Els pares hi anaven de vegades, amb amics.

A Vallvidrera, als estius, feien concerts al bosc que teníem al costat de casa, anant cap al Tibidabo però allà mateix. Venia la Banda Municipal, dirigida per Joan Lamotte de Grignon. Eren uns concerts impressionants, almenys per a mi, en plena nit, l'orquestra només il·luminada per la llum dels faristols dels músics. La gent s'asseia a terra, entre els pins, i al fons es veia Barcelona, brillant amb les seves lluminàries, i el port.

També, tot sovint, feien sardanes a la plaça; hi tocaven cobles molt conegudes, com per exemple, la de Pep Ventura, compositor, entre d'altres, de la sardana Per tu ploro. Actualment, la plaça on tocaven i la gent ballava, porta el seu nom. Era un esdeveniment en que tots, grans i petits, participàvem amb alegria. Allí vam aprendre a ballar sardanes els meus germans i jo i mai no ens n'hem oblidat. M'havien explicat que l'avi Guillem es portava una cadira de casa i s'asseia al davant del qui tocava la tenora, una mica apartat, per poder escoltar ben bé els refilets que feia.

Al costat d'aquesta plaça, que també es coneix com la plaça de l'Estació, hi havia, i avui encara hi són, un grup de torretes de les clàssiques de primers de segle, però que sempre han estat boniques, almenys per a mi. En una d'elles, a la façana, hi ha gravat un petit vers que ara, quan de tant en tant anem a Vallvidrera, m'agrada rellegir, però que alhora em fa tristesa. No sé, penso com han passat els anys, com aquell qui diu sense adonar-me'n, i el que és pitjor, potser sense haver aprofitat gaire "l'hora dels encants primers”.

Així diu el poema de M. S. Oliver:

De pressa fugen les hores
De pressa i no tornen més
Aprofita l'hora
Dels encants primers
Aprofita l'hora
Que no torna més.

La nostra casa de Vallvidrera era alegre i acollidora. El meu pare hi tenia el despatx en el pis de dalt; era una cambra amb un balcó que donava a una terrassa que voltava tota la casa i a la qual també hi tenien accés totes les cambres de dormir. Des d'aquesta terrassa es veia tot Barcelona, el port i la immensitat del mar. Des de totes les cambres es veia aquesta fantàstica perspectiva, i recordo que els meus pares, de vegades, ens despertaven dient: "Lleveu-vos i mireu pel balcó, que avui es veu Mallorca!", i vèiem com una ombra allargada i difuminada allà lluny, sobre el mar blau ...

Mallorca era per a mi com un somni inabastable. En una de les cambres que donaven en aquesta terrassa allargada ja he dit que hi tenia el despatx el pare; hi tenia una estufa de petroli i al damunt una cassoleta plena d'aigua d'eucaliptus, eucaliptus que no ens costava gaire d'aconseguir ja que en teníem un d'enorme al jardí, amb les fulles plenes de perfum i els fruits d'un rosat intens.

El baf d'aquesta infusió deien que era bo per als fumadors, i el meu pare era un gran fumador. La suau fragància que envaïa el despatx contribuïa a fer-lo, per a mi, una mica misteriós, perquè allí estava el pare, tan seriós, escrivint. Jo era petita i no sabia què escrivia, solament em deien que no hi entrés, que no el molestés ... (L'altre despatx que he descrit quan he parlat solament del pare era el d'anys després, quan vam anar a viure definitivament a Barcelona, al carrer Ballester.)

A la sala-menjador del pis de baix hi teníem una gran llar de foc que no crec que s'apagués en tot l'hivern. Tota la família ens reuníem al seu voltant i, a causa del record que tinc d'aquesta llar sempre he procurat tenir a casa meva foc viu i, de fet, ho he aconseguit perquè a les dues cases on he viscut, ja casada, hi hem fet construir llar de foc. Una de les coses de què tinc més bon record és del fet que, quan un de nosaltres, els petits, ens posàvem malalts, i com que les cambres de dormir eren al pis de dalt, durant el dia els pares baixaven el llit del malalt a baix, al menjador, on hi havia la llar de foc, i d'aquesta manera passàvem les nostres petites malalties d'infants envoltats de l'ambient de la família i ben calentons. A la nit ens tornaven a pujar a l'habitació i ens ficaven al llit, on trobàvem l'escalforeta d'una rajola embolcallada en una funda de franel·la, una rajola que s'havia passat tot el dia ficada al forn de la cuina.

Una altra de les coses boniques era el gran pessebre que fèiem al racó del menjador, al costat del balcó que donava en una terrassa, tal com es veu a la fotografia de la casa. Posàvem una taula allargada, cosa que ens permetia omplir-la de muntanyes, de rius de plata, de figures del naixement: l'anunciata, els pastors i els bens, i els Reis de l'Orient amb camells i tot. Tot plegat sobre una catifa de molsa que nosaltres mateixos anàvem a buscar, no gaire lluny de casa, sota el fred intens de desembre. Jo, però, de petita vaig tenir un disgust per causa de la llar de foc.

Tenia un nino al qual vaig posar per nom "Jack" i que estimava molt. Un dia, jugant amb ell, i mentre el tenia a la falda, em vaig aixecar de cop i volta, no sé per què, i el nino va rodolar i va caure quasi dintre del foc. No sé ben bé qui de la família en veure que jo, instintivament, l'anava a agafar, m'ho va impedir per evitar que em cremés, ja que l'estimat nino, que gairebé era un nen de debò per a mi, com que era de cel·luloide, en contacte amb el foc es va fondre ràpidament i va quedar convertit en una petita massa informe. Jo vaig quedar astorada: no podia entendre que hagués desaparegut. Recordo que vaig plorar molt; estava acostumada a veure ninos i nines trencats, però fosos, desapareguts, no.

Els meus pares van ser amics, entre d'altres, de Miquel Llovet i de Frederic Monpou. M. Llovet era un gran guitarrista. Va transcriure obres de música clàssica i d'autors com Enric Granados, Isaac Albéniz, etc., per a guitarra. Viatjà, dona concerts per diferents països i fou considerat el millor intèrpret de guitarra de la seva època.

Frederic Monpou (Barcelona, 1893-1987) fou pianista i compositor. Les seves obres més personals són per a piano: Impressions íntimes, Escenes d' infants, Pessebres, Suburbis, Cants màgics, Cançons i danses, Música callada, Planys, i moltes d'altres composicions per a piano i guitarra. La seva música, misteriosa i refinada, al marge d'escoles i de tècniques, ha estat reconeguda internacionalment. Era alhora un intèrpret excepcional de la seva obra pianística i com a tal va actuar als països catalans i a l'estranger. Encara que Monpou va residir vint anys a París (la seva mare era francesa), no va deixar de retornar a Catalunya cada estiu. L'any 1941 va tornar definitivament a Barcelona. Frederic Monpou visitava els meus pares a Vallvidrera, jo el recordo de quan fèiem passejades amb ell a la font de la Budellera.

Entre els amics dels meus pares que jo recordo també hi havia Carles Pellicer i Emili Utoff, inseparables encara que eren diametralment oposats de caràcter. Carles Pellicer (Barcelona, 1865-1959) era pintor. Vivia al passeig de Gràcia, número 4, àtic, un estudi preciós des del qual es veia una panoràmica de tot el passeig de Gracia i la plaça de Catalunya, ja que feia xamfrà. Jo de petita hi havia estat i m'impressionà molt.

Era un pis enorme ple de quadres i d'objectes d'art, tots mal posats per les parets, per damunt de les cadires i fins i tot per terra. Era del tot impossible saber -ni ell mateix no ho devia saber- el que tenia valor i el que no en tenia. La roba personal neta o bruta, tant se li'n donava, la posava allà on li semblava, tant a sobre d'un objecte bo com en una cadira qualsevol. Aquest enorme desordre ocupava tant de lloc que solament quedava un espai al mig per a poder passar.

En el seu pis es feien, cada dijous, famoses reunions d'intel·lectuals, a les quals assistien els meus pares. En Pellicer feia te per a tothom. Els seus tes eren cèlebres i quan algú deia: "està molt bo el te, Carles", ell responia: "Doncs l'he colat amb un mitjó suat". Carles Pellicer freqüentava el Cercle Artístic i el de Sant Lluc. Fou deixeble predilecte de W. Bouguereau, a París, on residí molts anys, hi exposà i obtingué una certa fama. Estar lligat amicalment a famílies de l'alta burgesia barcelonina li permetia anar a dinar, convidat, cada dia de la setmana a casa d'algun d'aquests amics, la qual cosa li anava de primera, ja que ell vivia sol. Conreà especialment el retrat, l'al·legoria i la mitologia. Físicament era molt corpulent i portava una gran barba, i a l'hivern vestia, en lloc d'abric, una gran capa negra. La seva higiene personal era una mica dubtosa i, tanmateix, era rebut, com he dit, a totes les cases de gent benestant, entre elles a la finca La Tamarita.

El seu amic de l'anima, Emili Utoff, residia a Londres, però venia a Barcelona petites temporades i parava a casa d'en Pellicer, Era menut i prim, molt net i polit, i vestia molt bé, amb vestits de teixits típicament anglesos i amb uns abrics foscos, molt elegants. Era molt discret, estava delicat de salut i no cridava mai, al contrari que el seu amic Pellicer, que era molt cridaner. Quan els contertulians que es reunien a casa d'en Pellicer li preguntaven: "Com està l'Emili, de salut?", ell contestava: "Molt malament, molt malament; pràcticament agonitzant". Si l'Emili el sentia responia: "No tant, no tant, Carles, solament tinc un refredat".

Potser m'he allargat massa amb tot això i tot plegat, però ho explico perquè també forma part dels meus records.

A Vallvidrera els hiverns eren llargs. A les tardes, al costat del foc, la meva mare ens explicava els arguments de les operes que a ella li agradaven i que coneixia tan bé, especialment les de R. Wagner. Ens els explicava com si fossin contes. Nosaltres els escoltàvem embadalides, ens emocionàvem i, de vegades, segons com fos l'argument, ens feia plorar.

La grandiosa espiritualitat de Richard Wagner, ampla com la seva gegantina talla de compositor i poeta, incloïa el vegetarianisme, l'antialcoholisme i la defensa de la natura i dels animals. Wagner estimava els animals (a la seva obra Parsifal es troben els famosos versos contra la caça), una faceta desconeguda per la majoria de gent.

La meva mare, doncs, ens va fer entrar en el fabulós món de la música sense cansar-nos gens, explicant senzillament les òperes mitològiques de Wagner. Contaré una mica els arguments, més o menys com ella feia, o una mica més extractats, més que res per recordar jo; ningú no esta obligat a llegir-los, per descomptat.

Tannhauser Estrena: Dresde, 19 d'octubre de 1845. Lloc de l'acció: Wartburg - Turingia. Situat al segle XIII. És la història del pescador Tannhauser, que no va poder entrar al paradís fins que la dolça i formosa Isabel oferí la seva vida als déus a canvi de la seva salvació. Tannhauser expira donant gràcies per morir sense pecat, al costat de l'inanimat cos de la seva adorada Isabel, l'esperit de la qual confia trobar en el més enllà. Tannhauser va ser traduït al català el 1929, per l'Associació Wagneriana, instituïda el 1901, la creació de la qual significà el triomf definitiu de la música de Wagner a Catalunya.

Tristany i Isolda Estrena: Munic, 10 de juny de 1865. Lloc de l'acció: Cornualla i Brittànnia Situat al segle XIII. L'apassionat amor de Tristany i Isolda, és una dolça cançó d'amor coronada per la dissort: Tristany, ferit pels soldats del venjatiu rei Mark, mor en braços de la seva estimada Isolda.

Parsifal Estrena: Bayreuth, 28 de juliol de 1882. Lloc de l'acció: Montsalvat. Situat a l'Edat Mitjana. Parsifal està inspirada en la llegenda que es troba explicada en els poemes èpics de Wolfran Schenbach, segons la qual el Graal és el sagrat calze usat per Crist al Sant Sopar, i que contenia la sang brollada de la ferida que va rebre Nostre Senyor Jesucrist a la creu, en travessar-li el cos la llança d'un centurió romà. Parsifal és el drama musical considerat la culminació de l'obra wagneriana. L'acció se situa al Pirineu, en un lloc imaginari anomenat Montsalvat -no s'ha pogut establir si el nom deriva, com sembla, de Montserrat-, i explica que el cavaller Parsifal arriba a trobar el Graal i va ser coronat rei dels cavallers. Barcelona fou la primera ciutat on s'estrenà legalment Parsifal, al Gran Teatre del Liceu, el 31 de desembre de 1913.

Lohengrin Estrena: Weimar, 28 d'agost de 1850. Lloc de l'acció: Anvers i els seus voltants. Situat al segle X. És la llegenda del jove Lohengrin -fill de Parsifal-, arribat pel Rin en una lleugera embarcació arrossegada per un cigne que el condueix fins a la riba. El misteriós Lohengrin pregunta a Elsa (de la qual s'enamora) si, en consagrar-li ell el seu acer (la seva espasa) ella li confiarà la seva fe i la seva virtut. Ella li respon que li donarà també el seu cor. Aleshores, Lohengrin fa que li juri que si un dia arriba a ser la seva esposa no li preguntara mai d'on han vingut ... La jove donzella li ho promet i ell l'abraça amorosament. Lohengrin desafia Telramondo, el qual ha acusat Elsa d'un crim que ella no ha comès. En la baralla, Lohengrin guanya el seu adversari però li perdona generosament la vida. Els cavallers aixequen la feliç parella sobre els seus escuts i l'aclamen. (Molt extractat.)

El vaixell fantasma Estrena: Dresde, 2 de gener de 1843. Lloc de l'acció: Costes de Noruega. Situat en època llegendària. Aquesta òpera relata la llegenda d'un mariner holandès. El seu vaixell, navegant a l'alçada del cap de Bona Esperança, es veu envoltat d'una tempesta espantosa. Tot sembla perdut si no es renuncia a la travessia i es busca un port d'aixopluc. Però el tossut capità holandès no vol retrocedir i quan la nau es troba a punt de naufragar opta per fer una prometença sacrílega: jura que no abandonarà el vaixell fins que no acosegueixi doblar el cap, encara que per aconseguir-ho necessiti tota l'eternitat ... Des d'aleshores, al llarg dels segles, aquest vaixell maleït, tripulat per éssers invisibles, ha continuat navegant a la deriva con un fantasma dels oceans, temut pels mariners de totes les latituds.

L'anell dels Nibelungs Aquest llarg drama musical creat pel geni de R. Wagner, és compost per: Les Walkiries, estrenada a Munic, el 25 de juny de 1870; Sigfrid, estrenada a Bayreuth el 1876, El crepuscle dels déus, estrenada a Bayreuth el 1876.

L'or del Rin, que constitueix el pròleg d'aquesta meravellosa tetralogia, situa l'acció al fons i a les ribes del riu Rin. Fou estrenada a Munic el 22 de setembre de 1869. En aquesta obra se'ns mostren les lluites titàniques que tingueren lloc, en temps remots, entre les races hostils de déus, gegants i nibelungs, per la conquesta de l'or que, sota el símbol de l'anell forjat en aquest metall, havia d'atorgar l'imperi del món a qui el posseís. Aquest immens poema musical es representa, doncs, en quatre parts, tal com el va dividir el seu il·lustre autor. Renuncio a extractar-ne els arguments ja que, extractats i tot, serien massa extensos.

Si que puc dir, però, que els conec i que són d'una grandiositat impressionant i d'una gran bellesa. Suposo que els meus pares mai no haurien imaginat que jo, algun dia, asseguda còmodament en una butaca, a casa meva, podria mirar tranquil·lament les magnífiques òperes de Wagner en una petita pantalla, tot recordant amb nostàlgia el temps en què, ella, la mare, ens les explicava. Potser m'he fet pesada explicant els arguments de les òperes. Ho sento. Perdoneu.

Ens agradava tant escoltar-la que era com si ho visquéssim. Segurament deu ser per això que el meu autor preferit és Wagner. Sempre m'ha agradat la solemnitat de la seva música, i sens dubte també me l’estimo pels records sentimentals que em fa reviure.

La mare ens explicava, així mateix, el ballet "Coppelia", la història del vell màgic Coppelius que, amb la seva màgia va crear una nina tan perfecta que quan la posava al balcó feia creure a la gent del poble que era la seva filla. Un dia, Swanilda, una noieta, decideix pujar a la casa de Coppelius a comprovar si de debò era la seva filla. En descobrir que es tracta tan sols d’una nina canvia la seva roba amb la d’ella i entra en el joc fent veure que la nina té vida i, ballant amb la rigidesa de les nines, fa realitat el famós ballet Vals de la nina, una peça de dansa força difícil per a les ballarines. Quan la mare tocava aquest vals al piano, per a mi era com si veiés ballar la nina. Bé, prou de records d’infantesa.

Com heu pogut veure, a Vallvidrera vam tenir una infància sana i feliç, envoltats de natura i de calma -ja he dit que a l’hivern ens quedàvem pràcticament sols-, en una casa senzilla però plena de caliu i amb un bonic jardí; ara penso que no es podia demanar més. Cada dia, fes fred o fes calor, plogués o nevés, sortíem a jugar al jardí o al bosc que teníem allà mateix. De vegades la mare deia que no sortíssim, que feia massa fred, però el pare deia que ens deixés sortir, que aquell fred tan sec era sa i preservava de malalties. O sigui que sempre estàvem a l’aire lliure. Vam gaudir molt de la nostra infantesa, si més no, jo en vaig gaudir. Penso que potser fer una vida tan saludable de petites va ser com posar uns bons fonaments que, més endavant, ens van ajudar a resistir la guerra i les penalitats i disgustos que ens va reportar. Anys més tard, ja vam anar a viure a Barcelona definitivament. Primer al carrer Ballester, 29, després a l'avinguda República Argentina 82, i finalment al carrer Gomis 41, on vam viure la guerra i les seves funestes conseqüències. Del pis del carrer Gomis en vaig sortir per casar-me i, com ja he dit, la casa es va desfer i es va acabar una etapa de la meva vida. Dels meus pares me n'ha quedat un gran record, sempre present dintre meu, nostàlgic i enyoradís ...

VIII Carlos Lletget López

Vull tenir un record i que el tingueu vosaltres per al meu germà Carlos. Amb ell no vaig tenir-hi tanta relació com amb les meves germanes; ens portàvem deu anys de diferència i jo el vaig veure sempre com el germà gran (era el més gran dels quatre) i com un home, i penso que ell a mi em veia com la petita Isabelita. Per cert que aquest diminutiu es va anar escurçant: més endavant em deien "Belita" i després "Beli", i amb "Beli" em vaig quedar. Els últims anys que vam viure a Vallvidrera ell baixava cada dia a Barcelona a treballar a les oficines d'una fàbrica situada a Badalona, La Productora del Borax" , que era propietat del nostre oncle Ramon Julià, cunyat de la meva mare.

El meu germà va ser per als meus pares un fill una mica conflictiu. De jove va estudiar i va treballar però, més o menys a partir del servei militar, va canviar. No volia treballar i va crear conflictes a casa.Quan el 1936 va esclatar la guerra, a casa es van espantar; els de la seva edat van ser cridats a files de seguida i ell, pensant com ho podia fer per no anar al front directament quan el cridessin, es va inscriure a l' Escola Popular de Guerra de Catalunya (com podeu veure, un nom esgarrifós), creada pel Departament de Defensa de la Generalitat de Catalunya l'octubre de 1936. Per situar-la havien habilitat un col·legi de capellans -els capellans no hi eren, per descomptat-, que hi havia en una travessia del passeig de la Bonanova; no recordo bé si el col·legi era dels escolapis o dels jesuïtes. Allí els preparaven durant tres mesos per sortir-ne tinents, ja que l'exercit es trobava totalment mancat d'oficials.

Ell i els meus pares van pensar que amb tres mesos que durava el curset podien passar moltes coses, fins i tot podia acabar-se la guerra, i tal vegada no caldria que anés a lluitar, cosa de la qual no tenia cap ganes, i que, si per desgràcia ho havia de fer, sempre seria millor fer-ho com a oficial que no pas com a soldat ras.Tot això que semblava avantatjós no ho va ser. Quan van acabar els tres mesos la guerra continuava i li va tocar anar al front de Guadalajara. Allà, com ja es pot suposar, ho va passar molt malament.

Quan va acabar la guerra, els vencedors van internar en camps de concentració tots els oficials que havien estudiat a l'Escola de Guerra, ja que se suposava que si s’havien fet oficials dels "rojos" és que eren enemics dels anomenats "nacionals".Quan va sortir del camp, de les penúries que havia passat, ja estava malalt.

Va viure uns mesos a Madrid i hi va conèixer la que seria la seva muller, per poc temps, la famosa Lolina. Es van casar i durant una època van ser feliços. Ell, però, sempre malaltís, volia fer una vida normal, fumar, beure i ignorar els consells de qui ja era per als nostres fills "la tieta Lolina". Va anar empitjorant. En els últims temps de la seva vida guanyava alguna cosa traduint -és curiós, com el pare- de l'anglès i del francès.Durant el viatge de nuvis van venir a Barcelona -Lolina deia que en Carlos s'enyorava molt de Catalunya-, a veure'ns a tots, car ells no coneixien els seus nebots Sergi i Carles-Víctor. Les meves germanes i jo vam estar molt contentes de veure'ls. Els vam portar a alguns llocs -Lolina no havia estat mai a Barcelona- i sortírem algunes nits les quatre parelles: Glori i Eduard, Lauri i Joaquim, Carles i jo i ells dos. Per uns dies vam ser feliços i jo vaig sentir en el fons del meu cor que els pares, d'alguna manera, participaven d'aquesta felicitat.

No el vam veure més. Poc temps després de tornar a Madrid, on vivien, en Carlos va anar empitjorant i va morir als 39 anys. Del meu germà Carlos, en tinc un record trist i rebel a causa de la seva prematura mort, produïda com a conseqüència de la guerra, quan semblava que, per fi, havia trobat la felicitat.

Aquí acabo.

He procurat, com diu el poeta S. Espriu, "fer el llarg esforç de passar la rella damunt dels records". Penso que cal tenir cura dels records, encara que de vegades siguin dolorosos, i crec que suportem la vellesa gràcies a ells. A mi, tot recordant, se m'ha inundat l'ànima de sentiments.Espero que llegiu amb interès -sempre teniu l'opció de no fer-ho- aquesta part de la meva història, que també és part de la vostra.Com s'acostuma a dir, si us ajuda a conèixer les nostres arrels i els nostres avantpassats, quedarà compensat el meu petit esforç.

© Copyright: Isabel Lletget López, 2007
© Copyright: Biblio3W, 2007

Ficha bibliográfica

LLETGET LÓPEZ, I..Memòries de la família Lletget i Lòpez (1872-1942) Biblio 3W Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol.XII, nº 718, 20 de abril de 2007. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-718.htm]. [ISSN 1138-9796].