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Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. 
Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XII, nº 746, 5 de septiembre de 2007 

CARBALLO, Cristina T. (comp.). Diversidad cultural, creencias y espacio. Referencias empíricas. Serie Publicaciones del PROEG Nº 3, Departamento de Ciencias Sociales-Programa de Estudios Geográficos, Universidad Nacional de Luján, Luján, 2007. 212 p. [ISBN 978-987-9285-28-2].

Jorge Osvaldo Morina
Director del PROEG-UNLu
Universidad de Luján (Argentina)


Palabras clave: religiosidad, identidad cultural, ciudad

Key words: religious minds, cultural identity, city


Diversidad Cultural, Creencias y Espacio  es la tercera publicación del Programa de Estudios Geográficos (PROEG) del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Luján, Argentina.

Esta compilación realizada por la Magíster Cristina T. Carballo, tiene su origen en el Seminario organizado por el Proyecto de Investigación “Territorios Urbanos: la construcción religiosa como ordenadora del espacio social”, que ella dirige, en el marco de la convocatoria de la Secretaría de Investigaciones del Departamento de Ciencias Sociales para este tipo de reuniones científicas.

En el Proyecto citado, el tema central de la investigación es proponer un análisis crítico sobre las fronteras sociales de los espacios religiosos en la ciudad, problemática que ha cobrado un estatuto particular dentro del espacio latinoamericano y en la escala internacional, revelando las contradicciones en los procesos de integración y diversidad religiosa urbana. Una primera aproximación permite sugerir la confrontación de dos concepciones de territorio: una se apoya en una definición formal de las políticas públicas y el marco regulatorio sobre el ejercicio y práctica del culto; otra, lo hace desde la práctica social y religiosa, identificando grupos sociales diversos, tendiendo a lo largo del tiempo a generar mutaciones de los grupos tradicionales y la presencia de nuevas prácticas ante la hegemonía histórica de la Iglesia católica. Esta situación revela que si el territorio es una fuente de poder, éste queda explícito en el espacio urbano en que se detecta el surgimiento de nuevas Iglesias y prácticas religiosas no tradicionales.

Esta publicación intenta develar, desde diferentes perspectivas y miradas espaciales, las formas y contenidos de las prácticas sociales de cultos, creencias y religiosidades. Grupos sociales, prácticas y espacios diversos (urbanos, suburbanos, rurales) que se expresan con una dinámica compleja, en plena transmutación y reconstrucción territorial, como lo demuestran los casos analizados para Argentina. Ese análisis fue enriquecido por el trabajo de Aureanice de Mello Corrèa, que indaga sobre las prácticas religiosas de raíces africanas y su continua dialéctica con el catolicismo urbano de Bahía, Brasil.

De ese modo, geógrafos argentinos y brasileños realizaron intercambios basados en estudios recientes que se centraron en el campo de la espacialidad, el territorio, los cultos y las prácticas religiosas.

El libro llega en un buen momento por varias razones: por un lado, porque ofrece al lector varios puntos de vista que le permiten participar, desde ahora en adelante, del diálogo entre identidad étnica y símbolos religiosos, los que constituyen marcas que identifican y delimitan un territorio cultural dado; por otro lado, porque en la medida en que desde fines del siglo pasado, geografía y religión han logrado afirmarse de manera renovada, producciones como las publicadas en esta obra, contribuyen a la presencia permanente de las reflexiones sobre lo sagrado en su dimensión espacial; por último, porque presenta un conjunto de artículos que pueden ser abordados teniendo en cuenta “principios” o “conceptos estructurantes” de la Geografía, como el interjuego de las escalas espaciales de análisis, la multicausalidad o la idea de proceso histórico, todos ellos fundamentales en la explicación de los fenómenos sociales y su manifestación territorial.

En el capítulo 1, Cristina Teresa Carballo centra su estudio en la diversidad de cultos en la Argentina, interpretando sus orígenes y la difusión que se fue produciendo a través del tiempo. El impacto de la religión en el paisaje urbano proporciona símbolos y mensajes, que en algunos casos sólo pueden ser inteligibles para los que comulgan la misma fe. La autora nos acerca un detallado seguimiento de la presencia de asociaciones de cultos a escala de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Región Metropolitana de Buenos Aires y las provincias argentinas. Entre sus conclusiones, nos dice que la ciudad moderna se distinguía por imponer un modelo secularizante de la vida social, mientras que la sociedad actual se caracteriza, cada vez más claramente, por expresiones de paisajes urbanos y religiosos diversos, fragmentados, con dimensiones espaciales distinta.

Fabián Claudio Flores, en el capítulo 2, reflexiona alrededor de la noción de identidad de lugar e identidad en el lugar, abordando el caso de la colonia agrícola Puiggarí, que actualmente se denomina Villa Libertador General San Martín, en la provincia de Entre Ríos. Puiggarí se configuró territorialmente a partir de un proceso que a lo largo del siglo XX consolidó la hegemonía de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) como agente social clave. El arribo de esta Iglesia data de 1898, cuando se instala el Colegio Adventista del Plata. Utilizando un rico bagaje teórico, que incluye, entre otros autores, los aportes de M. Foucault y de D. Harvey, el autor se plantea si el caso estudiado se parece más a la Utopía de Moro como materialización de una ciudad ideal, de felicidad, o bien a la Disneylandia de Marín, como una utopía degenerada donde la dialéctica se reprime y se garantizan la estabilidad y la armonía mediante una vigilancia y un control intensos. Fabián C. Flores concluye que se asemeja más a lo segundo que a lo primero, y que la imagen construida de esta “colina de esperanza” sería la degeneración de una utopía, de un paraíso ideal en donde tiempos y espacios son controlados a través de estrategias que la IASD produce intentando reproducir el “orden” vigente.

El capítulo 3, escrito por Susana María Sassone, estudia la cuestión de la religiosidad popular de los migrantes bolivianos en el área metropolitana de Buenos Aires, prestando especial atención a las nuevas configuraciones territoriales que se generan. El componente religioso se hace tan indispensable como el cultural para descifrar las lógicas que proporcionan identidad, memoria y espacialidad a la comunidad. La autora presenta los resultados de una detallada investigación que incluye la difusión espacial de las devociones en la ciudad, la importancia de las fiestas patronales en la reproducción cultural y las acciones de organización de las celebraciones, identificando a los principales actores intervinientes. Para el caso analizado, la devoción religiosa constituye un vector de integración territorial, aunque no necesariamente con la sociedad receptora. Se trata más bien de una afirmación de su propia territorialidad y de efecto demostración de pertenencia a un lugar; “su lugar” en el destino. Se concluye que cada encuentro supone encontrar Bolivia en Argentina, en una auténtica construcción cultural de identidad territorial en su nueva tierra.

Analía Rodil, en el capítulo 4, toma como eje temático el desplazamiento de peregrinos a lugares de devoción religiosa o ciudades sagradas, resaltando la práctica social vivenciada por la devoción de los fieles católicos y su conjunción o superposición con un turismo religioso que se realiza periódicamente al santuario de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires. Las actividades religiosas y las prácticas turísticas reflejan valores culturales preservados para crear o mantener la identidad de grupo, en contraste con una ciudad que aún añora la época del auge industrial. La peregrinación envuelve ritos que varían de cultura a cultura, ya sea como consumo material o como consumo inmaterial de los bienes simbólicos. Afirma la autora que la población de San Nicolás percibe los cambios en la ciudad a partir del turismo religioso, pero no todos sus grupos sociales advierten el impacto de la misma manera y no todos creen que la ciudad se beneficie realmente en la escala de la economía local y en las consecuencias no deseadas que afectan la calidad ambiental. Es así que el espacio, en tanto percibido, se configura según un conjunto de signos que se leen y estructuran en forma de paisaje, según el sujeto.

En muchas situaciones, la construcción de la identidad refleja la tendencia de los grupos de personas asociadas o no a un lugar específico. Es en esta línea de trabajo que se inscribe el capítulo 5, a cargo de Marta Mabel Campos y Silvia Alicia Santarelli, evidenciando la identidad de la resistencia religiosa y cultural. Para las autoras, las estructuras socio-religiosas de los menonitas en Guatraché, provincia de La Pampa, representan estrategias de pertenencia al lugar. Las personas interpretan y son interpretadas de acuerdo con el lugar que habitan. Esas estrategias se expresan en un conjunto de prácticas, desarrolladas por instituciones o grupos religiosos, que conllevan el objetivo de afianzar y controlar el poder de lo sagrado como identidad de fe. La unidad paisajística conformada por los menonitas se constituye como un “pequeño Estado” que tiene su propio gobierno, sistema educativo, lenguaje, leyes y códigos de convivencia, de comportamiento, un sistema económico interno, y no adopta los símbolos del país receptor. Sus límites espaciales son fáciles de trasponer dado que cualquier persona puede ingresar a la colonia, pero las fronteras culturales resultan casi infranqueables pues demarcan una identidad definida por la religión y una fuerte resistencia a los cambios, con la convicción de mantenerse “intactos”. Esto último, de acuerdo a los preceptos bíblicos, les permitirá alcanzar la salvación.

El capítulo 6 es la traducción de la conferencia brindada por Aureanice de Mello Corrèa, en la Sede Capital Federal de la Universidad Nacional de Luján, sobre la Hermandad de la Boa Morte como manifestación cultural afrobrasileña en el Estado de Bahía, Brasil. Esta investigadora destaca la territorialidad superficial, yuxtapuesta y operada a través de la práctica del catolicismo aparente, y la territorialidad subyacente a la práctica del candomblé, que “fortalece el eslabón entre los componentes de la Hermandad”. Tener una buena muerte, para el africano esclavizado y distante de su tierra de origen, implicaba el derecho de tener un entierro digno. Eso sólo podía cumplirse con la inserción del negro en las hermandades católicas. Ser enterrado es un acto especial, pues el suelo, la tierra, es de suma importancia en la cosmogonía africana. El abrazo y deseo de una Boa Morte comporta un símbolo de las luchas, alianzas, resistencia y destino de una cultura africana y al mismo tiempo brasileña.

Ya en el capítulo 7, Cristina Teresa Carballo, María Rosa Batalla y Nancy Lorea, toman como marco conceptual de su análisis la cultura de la segregación urbana, económica y social que se manifiesta en los espacios sagrados de los cementerios argentinos. En ellos se expresa la espacialidad del cambio por nuevos simbolismos, hacia nuevas preferencias en las prácticas sociales de los enterramientos, otorgando un papel privilegiado a los cementerios parque privados (CPP), que ofrecen un marco paisajístico “natural” e ideal, de acuerdo con los patrones de la ciudad cerrada. Las autoras analizan e interpretan las permanencias y los cambios que se manifiestan con el surgimiento y expansión de los CPP, desde la instalación de los primeros, en el segundo lustro de la década de 1970. El asentamiento de los cementerios en las afueras de la ciudad o directamente en el espacio rural se ha mantenido dentro de los patrones históricos. Una diferencia es la especulación por la renta futura, estimulada por inversiones inmobiliarias asociadas a la expansión física de las Urbanizaciones Cerradas. Si bien siempre ha existido la segregación social o la diferencia de status en el interior de los cementerios históricos, en los CPP las diferencias se agudizan y se consolidan patrones de fragmentación de mayor intensidad. Al comenzar el siglo XXI, la profunda crisis que afectó a parte de la sociedad argentina provocó una contracción del mercado de potenciales clientes. Para entonces, los nuevos cementerios privados habían acumulado suficiente superficie orientada a la expansión futura del negocio.

En el final de la obra, Brisa Varela presenta una interesante reseña bibliográfica del libro Religión, Migraciones y Paisaje: Los Menonitas en Guatraché. Una visión desde la Geografía, de Silvia Santarelli; Marta Campos y Claudia Eberle, editado por el Departamento de Geografía y Turismo de la Universidad Nacional del Sur, en la ciudad de Bahía Blanca, en 2004.

Por último, cabe agregar que el libro compilado por Cristina T. Carballo, implica una construcción de conocimiento que facilita la comprensión de la configuración territorial de cada grupo social investigado, con énfasis en su identidad cultural y sus creencias o práctica religiosa. Nos invita al análisis y no sólo a la descripción de los mapas resultantes de prácticas sociales plenas de diversidad, contraste y sincretismo. Además, aporta al debate de la ciencia geográfica y de las producciones científicas, desde la heterogeneidad socioespacial y desde la confluencia de diferentes marcos teóricos y cuerpos de ideas.

 

© Jorge Osvaldo Morina, 2007
© Biblio3W, 2007

Ficha bibliográfica:

MORINA, j. o. Carballo, Cristina T. Diversidad cultural, creencias y espacio. Referencias empíricas. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, vol. XII, nº 746, 5 de septiembre de 2007. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-746.htm>


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