| Menú principal |
|
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES (Serie documental de Geo Crítica) Universidad de Barcelona ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 Vol. XII, nº 768, 25 de diciembre de 2007 |
MENDEZ, Ricardo. Innovación y desarrollo territorial: algunos debates teóricos recientes. Eure, Santiago de Chile, vol.28, nº 84, p. 63-83, 2002. [ ISSN 0250-7161].
Mariña
Pose García
Instituto
Universitario de Estudios e Desenvolvemento de Galicia (IDEGA)
Universidade
de Santiago de Compostela
Palabras clave: innovación, desarrollo territorial, empresa
Key words: innovation, territorial development, entreprises
Los significativos cambios económicos, sociales y culturales que están teniendo lugar durante las últimas décadas están cambiando nuestra forma de entender el espacio. En el centro de todos estos cambios están las nuevas tecnologías y su capacidad para posibilitar o facilitar el desarrollo económico y social. Una consecuencia directa de estos cambios es la necesidad de reflexionar sobre el nuevo papel que juega lo local en un contexto globalizado, cobrando especial interés la forma en que se articulan los distintos ámbitos territoriales al espacio global de los flujos y las redes (Caravaca, González y Silva, 2005). Lo local cobra protagonismo por ser el espacio de las relaciones económicas, sociales y culturales de las personas, pero sobre todo, es el espacio de la acción colectiva.
Fruto de esta nueva visión, está teniendo lugar una renovación teórica, temática y metodológica de las investigaciones que se están llevando a cabo sobre el desarrollo territorial y la influencia que sobre el tiene la innovación. El artículo de Ricardo Méndez, Innovación y Desarrollo territorial: algunos debates teóricos recientes, se enmarca dentro de esa renovación teórica que propone la evolución de un sistema lineal de desarrollo territorial o a otro integrado. El sistema lineal se caracteriza porque los procesos de innovación se generan fundamentalmente por factores internos a la propia empresa. En esta visión el territorio es un sujeto pasivo sobre el que se actúa relegándolo a un segundo plano como portador de determinadas características necesarias para la empresa (recursos humanos, infraestructuras tecnológicas, etc.) Paralelamente a este pensamiento, otras teorías han situado los factores externos como elementos claves del comportamiento innovador de las empresas y del desarrollo territorial. Sin embargo, Méndez se desmarca de este debate y defiende una postura integradora en la innovación de las empresas al considerar que la existencia o las deficiencias de innovación de las empresas vienen determinadas por factores internos, entendiendo por estos los esfuerzos en innovación de una empresa (recursos en I+D, por ejemplo) y factores externos intangibles (contexto institucional y cultural).
La línea de investigación que sigue el artículo mantiene que un esfuerzo en innovación sostenido resulta hoy un factor clave, tanto para mejorar la competitividad de las empresas, como para favorecer un desarrollo de los territorios, no sólo en términos de crecimiento económico sino desde una perspectiva más atenta a la calidad de vida de que disfruta su población. En este sentido, se establece una relación causal entre el esfuerzo innovador de una empresa (entendido como ventaja competitiva) y el desarrollo del territorio donde se ubica. Esta asunción parte del hecho evidente de que la concentración de empresas favorece la economía de un territorio (oportunidades laborales, generación de infraestructuras, transformación del suelo, centros de investigación y desarrollo…) Sin embargo, Méndez aclara los términos en los que debe entenderse ese desarrollo, esto es, no en términos puramente económicos sino desde el punto de vista de la mejora de la calidad de vida de las personas que conviven en ese territorio, es decir, entendido desde el concepto de desarrollo integrado, o lo que es lo miso, haciendo compatibles competitividad económica (desarrollo económico), bienestar social (desarrollo social), sostenibilidad ambiental (desarrollo sostenible) y reducción de los desequilibrios ambientales ( cohesión territorial).
Méndez destaca la necesidad de situar los estudios sobre el desarrollo económico en un planteamiento más amplio que exige considerar otras dimensiones extraeconómicas. En este sentido, elabora una caracterización de los territorios innovadores como una combinación de innovación empresarial o tecnológica (existencia de empresas que realizan esfuerzos en el plano de la innovación tecnológica) e innovación organizativa (relacionado con la estructura interna y las relaciones externas de la empresa). Se considera que la presencia de estas características debe traducirse en efectos tangibles en el territorio (crecimiento económico, competitividad territorial, creación de nuevas empresas y empleos…). Sin embargo, como apunta Méndez en su artículo, esto no explica le existencia de territorios donde el esfuerzo innovador de las empresas no se corresponde con otro similar en el entorno que las circunda, capaz de asegurar que se avanza en la dirección de un desarrollo integrado. El autor define este fenómeno como Territorios duales, en donde las contradicciones asociadas a la innovación se acentúan. Esto hecho se revela más evidente en las áreas rurales y en la periferia tecnológica en donde las posibilidades de dinamización económica pasan siempre por un uso intensivo de recursos genéricos: recursos naturales, mano de obra barata y abundante, infraestructuras y servicios básicos, recursos financieros… (Caravaca, González y Silva, 2005).
Sin embargo, esto no da respuesta a las cuestiones del papel que juega el territorio en los procesos de innovación y desarrollo o por qué hay territorios más innovadores que otros. Por este motivo, las teorías integradoras sobre el desarrollo territorial ponen en evidencia la existencia de otros factores que pueden suplir parcialmente las deficiencias ligadas a la localización geográfica de un territorio y que están relacionadas con el nuevo contexto de la Sociedad de la Información: la innovación y la creación de redes. Esta nueva visión sobre el desarrollo territorial supone una ruptura con los modelos de la clásica división centro-periferia. Según esta teoría, existen regiones que por el hecho de estar en los nodos estarán desarrolladas, mientras que otras regiones alejadas geográficamente del centro tendrán un desarrollo económicamente menor. Sin embargo, la evidencia empírica demuestra la existencia de regiones situadas en el centro que observan un desarrollo menor de lo esperado y regiones situadas en la periferia que presentan cuotas de desarrollo superior (Esparcia, Noguera y Sanantonio, 2003). Las claves de este desarrollo se relacionan tanto con la especialización sectorial y la disponibilidad de recursos, como con la capacidad de respuesta del empresario, de las instituciones y de la sociedad local.
En el proceso de desarrollo territorial se vuelve fundamental, por tanto, la existencia de actores públicos y privados que generen dinámicas de interacción, de tal forma que promuevan la creación de redes de cooperación, dentro y fuera del territorio, que permitan dar solución a los problemas que se presenten y sitúen en segundo planos las deficiencias asociadas a la localización geográfica. El papel de la innovación y las redes de actores pasa por poner en valor los recursos genéricos; es decir, transformar los recursos genéricos en recursos específicos: mano de obra cualificada, capacidad de gestión, valoración de recursos ambientales y culturales, cohesión social y territorial… (Caravaca, González y Silva, 2005). En definitiva, se trata de generar procesos de innovación colectiva en la que participen, no sólo empresas, sino organizaciones e instituciones locales para la promoción del desarrollo local.
En ese proceso de creación de proyectos comunes, el territorio juega un papel fundamental en la medida que genera identidad y que, como resultado de esa identidad actores locales socialmente contrapuestos se asocian y se estructuran de forma sistemática (Klein, 2005). Desde esta perspectiva, el territorio se convierte en una construcción social, promotor de iniciativas, proyectos de innovación y acciones colectivas.
Sin embargo, es importante resaltar la gran escasez de estudios empíricos con los que poder observar cómo se comportan e interactúan los factores innovación, y las redes para explicar el desarrollo territorial, de tal forma que se puede extraer conclusiones aplicables a los territorios con el fin de potenciar su desarrollo. Paralelamente, es necesario tener en cuenta que las regiones rurales y periféricas se encuentran en una situación de desventaja a la hora de crear políticas de redes en el interior y hacia el exterior, debido a que no poseen la tecnología, las infraestructuras, mano de obra cualificada, etc. En este sentido, no hay que considerar el factor social- entendido como la capacidad de generar proyectos de desarrollo territorial de carácter colectivo- como el único factor determinante del desarrollo económico, sino como un factor paralelo a la actuación sobre el capital físico y el capital humano.
Bibliografía complementaria
CARAVACA, Inmaculada; GONZÁLEZ, Gema; SILVA, Rocío. Innovación, redes, recursos patrimoniales y desarrollo territorial, EURE, dic. 2005, vol. 31, nº 94, p. 5-24
ESPARCIA PÉREZ, Javier; NOGUERA TUR, Joan; FERRER SANANTONIO, Vicente. La innovación empresarial y la difusión como nuevos factores de desarrollo territorial. Una comparación entre dos áreas geográficas de diferente accesibilidad. Boletín de la A.G.E. 2003, nº 36, p. 149-160
KLEIN, Juan-Luis. Iniciativa local y desarrollo: respuesta social a la globalización neoliberal. EURE, vol.31, nº 94, diciembre de 2005, p. 25-39
© Copyright: Mariña Pose, 2007
© Copyright: Biblio3W, 2007
Ficha bibliográfica
POSE: M. Méndez, Ricardo. Innovación y desarrollo territorial: algunos debates teóricos recientes. Biblio 3W Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol.XII, nº 768, 25 de diciembre de 2007. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-768.htm]. [ISSN 1138-9796].
