Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XIII, nº 783, 5 de mayo de 2008

LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL

HERMOSO VILLALBA, Teresa, BELTRÁN LLAVADOR, José y LÓPEZ DURO, Francisco. Nosotros como los otros. Un estudio sobre educación y socialización de la población inmigrante. Valencia: Confederación Sindical de CCOO-PV, 2006.

Xosé Manuel Souto Gonzáles
Proyecto GEA-CLÍO
Valencia


Los retos de la educación intercultural (Resumen)

La transformación de la sociedad española ha sido muy grande en los últimos años del siglo XX, así como en los que dan paso al nuevo milenio. Además de los cambios político-institucionales se han registrado cambios en las costumbres, en la manera de entender las relaciones con la escuela, en el seno familiar o en el mundo laboral. Los retos europeos del aprendizaje permanente coinciden en España con la llegada de nuevos inmigrantes, lo que implica el riesgo de la exclusión social.

Palabras clave: migraciones, integración social, aprendizaje permanente


The challenges of inter-cultural learning (Abstract)

The transformation of Spanish society during the closing years of the past century and at the dawn of the new millenium has been very remarkable. Besides political and institutional changes, dramatic transformations have taken place for Spanish citizens in their life style, in the way of understanding schooling processes and relationships, in the family sphere and at the workplace. To the challenges of lifelong learning in Europe, Spain has to add those posed by the arrival of new immigrant population, with the implied risks of social exclusion.

Key words: migrations, social integration, lifelong learning


En efecto, una de las transiciones más importantes que se han producido en España ha sido el cambio de los movimientos migratorios: España ha pasado de ser una población en la que predominaba la emigración a otra en la que predomina la inmigración. Ello ha supuesto una modificación de hábitos y costumbres, como en el campo de los servicios públicos. La educación como servicio público se ha tenido que adaptar a la llegada de estos nuevos migrantes y a convivir en la diversidad cultural, lingüística y religiosa. Algo para lo que no estaba educada la sociedad española. El libro que comentamos aborda desde la perspectiva de los sujetos de estos cambios.

Este libro, producto de la experiencia del Centre de Formació de Persones Adultes Vicent Ventura, es un ejemplo de las relaciones que se pueden establecer entre educación y sociedad, entre investigación académica y participación social.

Tal como se refleja en el subtítulo es un estudio sobre socialización y educación, pues ambos conceptos están indisolublemente unidos en la experiencia formativa de este singular centro de educación de personas adultas. Un centro privado, pues pertenece a un sindicato (CCOO-PV), pero en el cual sus profesores son funcionarios.

Estructura del libro y espacio público educativo

Existe, por tanto, la voluntad de contribuir a la creación de una escuela pública y ello se hace evidente en este libro, donde gran parte de su contenido es reflejo de las expectativas, deseos y argumentos de las personas que asisten a sus aulas en calidad de alumnos.

Igualmente el título cita sólo el concepto de población migrante, pues nosotros como los otros, todos somos inmigrantes en un lugar y emigrantes de otro. Como en su día comentó Octavio Paz: “toda la humanidad, como es mi mismo caso, es migrante, pues el ser humano fue nómada antes que nada”[1].

El libro se estructura en dos partes complementarias. La primera titulada “encrucijadas sociales” analiza el contexto de la investigación realizada, justificando el proyecto y la metodología elegida. En la segunda, que lleva por título “diálogos con la alteridad”, analiza las palabras de los verdaderos protagonistas del libro: los alumnos y alumnas del Centro de Adultos Vicent Ventura, ciudadanos que tienen una vida que compartir, unas experiencias de movilidad espacial y temporal, de salidas y llegadas, que ha condicionado su devenir. Se cierra el libro con unos anexos en los cuales existen unas estadísticas muy relevantes del alumnado que asiste a este centro, un glosario de términos utilizados, relación de siglas utilizadas y las referencias bibliográficas y legislativas. Como es obvio, la segunda parte es la más extensa, pues ocupa sobre la mitad del total de páginas del volumen.

En efecto, esta parte contiene dos capítulos fundamentales (los numerados como 2 y 3), que se corresponden con las mesas de debate, donde intervienen los alumnos del Centro de Adultos, y nueve entrevistas con otras tantas personas que nos van desgranando las relaciones entre el sujeto y el contexto.

Este libro quiere conmemorar los diez años del proyecto educativo que es este centro de educación de personas adultas. Pero al mismo tiempo también celebra la conclusión de un proyecto que se inicia en los dos años finales del siglo XX y perdura en el tiempo a lo largo del primer lustro de este nuevo siglo. Es un trabajo reposado que insufla tranquilidad al lector, pues se pueden saborear las palabras pronunciadas por los alumnos del centro, recogidas y ordenadas por los autores administrativos del proyecto editorial.

El proyecto de la Escuela de Personas Adultas (EPA) Vicent Ventura no puede explicarse sin los referentes de CCOO-PV y de la figura de su secretario general, Joan Sifre. En la presentación que él mismo hace se observa con claridad la influencia de un pedagogo de la formación permanente, Ettore Gelpi, que condiciona el pensamiento de las personas que han coordinado este libro. La dialéctica entre opresión y emancipación, que Ettore había vivido desde su posición privilegiada y comprometida de trabajador de la UNESCO en la formación de adultos, atraviesa todo el contenido del libro[2]. Los autores no hay duda que creen, de forma ingenua u optimista, en el papel liberador de la acción educativa escolar.

Objetivos y metodología

Para poder entender el contenido de este libro es preciso explicar que los autores del libro conceden la voz a los alumnos y alumnas de este centro, para que de esta manera su participación sea en calidad de ciudadanos y migrantes. Algo que está en relación con el propósito de este centro, pues existe una fuerte imbricación entre información (a través de CITMI), formación Escuela V. Ventura) y formación laboral (FOREM). Sin duda uno puede ser más o menos crítico con la orientación sindical que se proyecta en este Centro de EPA, así como en el respaldo que se le conceda desde las instituciones organizativas, pero lo que no hay duda es que las voces de las personas que acuden a este centro reclaman un espacio educativo como éste. Un centro educativo donde los profesores se conviertan en amigos (ciudadanos) y el aprendizaje de la lengua le permita mejorar profesionalmente (página 139)

Los objetivos del libro se clarifican cuando analizamos el contenido del cuadro 1 de la página 28: el trabajar con inmigrantes es una oportunidad para convertir una característica reactiva (descualificación laboral, discriminación ciudadana, subocupación laboral y exclusión societal) en una oportunidad para la actividad postiva (promoción educativa, participación ciudadana, inserción laboral y solidaridad societal). Hay un “compromiso ético y político como respuesta a la demanda del otro” (página 212). De esta manera la educación no es una actividad de instrucción, sino una práctica de comunicación y aprendizaje compartido sobre la vida cotidiana.

Desde su opción metodológica intentan “vincular explicación e implicación, adquiriendo de este modo compromisos epistemológicos” (página 28). Sin embargo poco más adelante se habla de un pluralismo metodológico (página 30), que más parece que se refiere a la diversidad de técnicas que se han utilizado: informes de grupos de discusión, relatos y entrevistas. Sin duda éste es un aspecto esencial del trabajo y que merece una reflexión.

Lo que plantean los autores con esta investigación es un asunto común a los estudios de ciencias sociales, donde lo objetivo y lo subjetivo se confunden en el proceso de análisis. Ya hace varios años F. K. Schaefer[3] nos advertía en el caso de la geografía de las diferencias entre lo único y lo individual, que en este libro se puede aplicar al estudio de un caso (página 31).

En el presente estudio se quiere dar cuenta de la organización educativa del centro V. Ventura en relación con la población migrante. Se pretende que el análisis de los sujetos y del objeto específico sea relevante en el campo de la organización escolar y la sociología de la educación. Como vemos los autores tienen presentes las precauciones metodológicas de la implicación del conocimiento de los sujetos, que pueden interferir en la construcción de una teoría con datos públicos verificables. Además en este caso cuando las conclusiones anotan a recomendaciones sobre la convivencia y ciudadanía plena de los inmigrantes (página 33); es decir, nos acercamos desde casos concretos a la elaboración de argumentos comprensivos de la realidad actual que se aspira a modificar. Sin embargo este proceso de explicar un caso individual para crear una teoría relevante es difícil de realizar como veremos a continuación.

El contexto escolar: el centro de educación de personas adultas

El centro V. Ventura es un centro de formación de personas adultas que se inserta en la estrategia sindical de CCOO y responde a los objetivos de la Ley de Personas Adultas, una norma legal que surgió en el período final del mandato del Partido socialista del País Valenciano (PSPV) en la Comunitat Valenciana y donde el papel del entonces conceller Joan Romero fue importante. Pero además de estos rasgos estructurales debemos mencionar algunas cuestiones coyunturales, como es el aumento de la población inmigrante o la acción de la Secretaria de la Dona de CCOO-PV que en el curso 1997-98 crea el aula para mujeres inmigrantes R. Menchú, con el objetivo de mejorar su integración en la sociedad valenciana.

Esta situación se canaliza más tarde, pues se trata de evitar la formación de un centro “para inmigrantes”, un gueto (página 52). Ello significa que desde la dirección de este centro hay un propósito bien definido: la integración de los inmigrantes debe hacerse en compañía de los nativos, si bien como veremos también tengan su propia historia de inmigración. Hemos de recordar que en 2006 España tenía una población extranjera empadronada que alcanza prácticamente el 10 por ciento y que en el caso de las provincias valencianas este porcentaje se duplicaba[4].

La descripción de las etapas por las que ha pasado el centro de formación de personas adultas nos pone de manifiesto la importancia de este tipo de escuelas, sobre todo después de las recomendaciones de la llamada estrategia de Lisboa. Y aquí reside uno de los puntos clave del libro a mi modo de ver: la toma de decisiones que se toma por el claustro de V. Ventura: no transformar el centro en un gueto de inmigrantes, relacionarse con el restos de Escuelas de Personas Adultas (EPA) en una red municipal, relacionar la formación laboral con la instrucción (en especial el conocimiento de la lengua) y con la extensión cultural (el estudio de la sociedad y cultura del País Valencià).

Con ello queda de manifiesto la capacidad que tienen los profesores y profesoras para optar y tomar decisiones dentro del sistema escolar, aunque esté condicionado por la obtención de unos certificados (dominio del castellano, títulos de graduado en Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), técnicos en ciclos formativos...). La lectura de las mesas de discusión y las entrevistas realizadas nos ponen de relieve cómo se percibe el afecto del profesorado y la situación de un centro que complementa la formación profesional con la adquisición de nociones de ciudadanía. Sin duda, podemos objetar que las personas entrevistadas y que participan en las mesas “están agradecidas” de antemano, pero ello sería difícil de encontrar en un centro escolar de adolescentes.

Si por una parte nos permite cuestionar y valorar la importancia de la toma de decisiones del profesorado, por otra nos invita a reflexionar sobre la importancia de un “contrato personal” entre alumnos y docentes. Mantener y alargar la enseñanza obligatoria para el alumnado sin plantear estos compromisos personales dificulta la tarea educativa. Es un error tremendo que se repite día tras día en las aulas de Secundaria y Primaria de las etapas obligatorias del sistema de educación reglado.

Los grupos de discusión: una manera de aprender

El primer grupo de discusión corresponde al debate que mantienen ocho personas autóctonas, pero en algunos casos con historias migratorias personales o familiares. Además son personas que se acercan al centro V. Ventura con objetivos concretos: titulación académica, mejora profesional o bien para educar mejor a sus hijos. Son personas en las que afloran los pensamientos y opiniones de otras personas que circulan por las calles de las ciudades, por lo que su voz puede considerarse representativa de un conjunto social más amplio. La metáfora que retrata este conjunto de personas es “piezas en fuga”, o sea personas que se mueven en busca de mejores oportunidades.

Los comentarios de las personas que participan en los grupos de discusión y las interpretaciones que se hacen por los autores del libro son continuas invitaciones a la reflexión sobre el papel de la educación en las relaciones humanas. La búsqueda de la “escuela” para huir de la soledad, como espacio de socialización, es demandado desde las personas que acuden a este centro de formación de personas adultas (página 65). Para ello es preciso que el aprendizaje escolar no esté separado de la vida, de la observación e interrogación de la cotidianidad. La EPA es una nueva oportunidad, “algo que en su momento podríamos o deberíamos haber hecho” (p. 67).

La educación del siglo XXI en los países europeos va estar condicionada por esta secuencia de nuevas oportunidades, pero también se pueden frustrar muchas expectativas. Es preciso cuestionarse los tópicos en que se ha basado el sistema escolar reglado: la continua extensión de la obligatoriedad del aprendizaje, y no tanto de una oferta de calidad, frente a la motivación necesaria, la heterogeneidad de las personas que conviven en un aula (p. 66), siempre que no estemos condicionados por los niveles y grados (cursos, ciclos, contenidos mínimos).

El libro nos invita a pensar en cómo se puede construir una alternativa a la enseñanza cosificada por la burocracia de los estándares educativos, por las rutinas que se han convertido en las cadenas de las libertades. Una libertad creadora que no está exenta del esfuerzo del aprendizaje: “tu tienes una obligación, vas a tu ritmo” (p. 69), para lo cual es necesario un profesorado muy bien formado: “ellos te dirigen por un camino que... te ayuda mucho” (Ibid.) En tan pocas palabras es difícil sintetizar las relaciones entre docentes y alumnos: disciplina en el aprendizaje, dominio de la metodología docente. Así es lógico que los mismos asistentes al debate puedan concluir que la educación es positiva porque “enseña a pensar”.  

La lectura de las frases que pronuncian las personas que asisten al centro V. Ventura, en la categoría de alumnos, nos facilitan la tarea de comprender el papel de las competencias educativas, esa nueva jerga que procedente de Europa ha entrado en las leyes españolas. “Yo me expresaba con mucha más dificultad antes que lo hago ahora” (p.73). La mejor manera de desarrollar la competencia lingüística es practicándola y eso nos recuerdan estos alumnos: “hemos aprendido a expresarnos... amplías el vocabulario...”

Una valoración de las migraciones de antes y ahora

En las mesas de discusión se van desgranando palabras y conceptos que nos permiten identificar los modelos sociales en los cuales se mueven las personas. Sin duda la referencia a Todorov es precisa[5], pues las personas que asisten a estos cursos piensan en las personas que proceden de otros países como “los otros”. Hay en esta definición colectiva un predominio de la identidad territorial (los chinos, los magrebíes, los rumanos, los de Europa del Este), lo que nos permite comprender la importancia que tiene este concepto en la vida cotidiana de las personas.

No obstante, el análisis crítico es certero: “somos muy clasistas en este país, a pesar de que hemos sido un país de emigrantes... los trabajos peor pagados, los que nadie quiere, son los que tienen ellos... (p. 83). De esta manera la definición espacial adquiere los verdaderos perfiles sociales: la sustitución de la mano obra poco especializada por parte de los recién llegados. Una manera de pensar en los migrantes que se debate contra los prejuicios de nosotros/los otros: “yo creo que los aceptamos nosotros mejor a ellos, que ellos entre ellos, porque entre ellos sí que hay diferencias entre un saharaui y un marroquí...” (p. 87).

Sin duda la visión de las personas que ya han emigrado de su país y ahora regresan es diferente al recién llegado y eso queda de manifiesto en las opiniones que expresan sobre el necesario control de fronteras respecto a los que quieren venir o buscar las diferencias entre los migrantes por su nivel cultural o por las expectativas que se abren a través de su asistencia al centro Vicent Ventura.

Inmigración, formación y trabajo

El segundo grupo de discusión, denominado tristes tópicos, lo representan las personas que buscan a través de la formación mejorar su nivel de ocupación. Son doce inmigrantes procedentes de las áreas geográficas del Magreb (la mitad) y de Iberoamérica, África central y meridional y Europa del Este. Sólo participan en el debate ocho personas, por sus dificultades con el dominio de la lengua de comunicación de la mesa (el castellano).

Son personas que agradecen a los pocos que ayudan su generosidad, pues han observado y sufrido la marginación de muchas personas que “no querían saber lo que nosotros tenemos”, haciendo referencia a sus estudios y titulaciones. Son personas preocupadas con la obtención de los documentos, pues saben que las leyes de extranjería les oculta, les hace invisibles o mano de obra “semi-esclava”. Por eso acuden al sindicato, “para conocer los derechos como trabajador” (página 112). Son personas que ambicionan estudiar más “para profundizar el curso, porque es básico, son cosas elementales”  (p. 115).

El binomio formación/ocupación laboral está presente en las conversaciones desarrolladas en esta mesa de debate. Nos indica que las personas desean formarse para poder aspirar a una vida mejor, no oculta en la sinrazón de los “sin papeles”. Aquí podemos aprender otra vez con estas personas, podemos reflexionar sobre el papel de la educación e instrucción: el conocimiento de los derechos y el dominio del lenguaje o de unas técnicas laborales. Un aprendizaje que se llega a no valorar en una sociedad acomodada y que vive bajo la protección de las ayudas familiares o del Estado. Por eso se entiende su queja sobre la no correspondencia de ciertos cursos y la posibilidad de trabajar, pues “es una pérdida de tiempo” (p. 117).

Por eso para futuras ediciones o para estudios semejantes, sería aconsejable analizar las opiniones de las personas de segunda generación (los hijos de inmigrantes) y su valoración respecto al sistema escolar. Será muy útil para el debate educativo de este y otros países. ¿Hasta qué punto el sistema escolar reglado responde a las demandas sociales sentidas y percibidas por la población?

Pero no sólo respecto al sistema escolar reglado, sino también al proceso de formación permanente, sobre todo en esta coyuntura de la acreditación de cualificaciones profesionales. Así los testimonios recogidos en la página 118 muestran con claridad la escasa atención que dedican las autoridades administrativas a ofertar una formación destinada a mejorar las condiciones laborales; por eso deben recurrir a ONG y a sindicatos. Las manifestaciones de estas personas además suponen una denuncia de las actividades de subempleo que existen en el mercado español, aprovechando la poca información que existe sobre los derechos laborales y las dificultades de legalizar la situación en España, como expresaba en su incipiente castellano uno de los contertulios: “quieren gente sin papeles para que paguen menos” (p. 121)

La lectura atenta de sus expresiones nos ponen de relieve la influencia de los medios de comunicación en la creación de una opinión colectiva acerca de los inmigrantes: “hay malas noticias, hay malas imágenes que llegan a la gente” (p.125). Como podemos comprobar algunas personas que llegan a España son conscientes del ambiente de marginación que se trata de crear desde algunas instancias interesadas. Unos grupos de poder (económicos, mediáticos) que inciden en la legislación y en la opinión pública.

El tercer grupo de discusión está compuesto por siete personas que forman parte del grupo de alumnos de español para extranjeros. El título que los autores del libro ponen a este grupo es bien expresivo de lo que desean: “echar raíces”. Son personas que acuden a la Escuela de Adultos para mejorar su comunicación con el objetivo de insertarse en la sociedad española: “estamos ahí para aprender, para vivir una vida social” (p.153). Son personas que atraviesan diferentes situaciones legales (con papeles o sin ellos) y laborales (trabajos temporales, con contrato indefinido o en paro).

Sus palabras muestran algunos rasgos ya señalados anteriormente, pero que queremos subrayar. Así la importancia de que el centro de adultos esté relacionado con una organización sindical que atiende a los inmigrantes (CITMI) y con otra fundación de carácter formativo laboral (FOREM). Ello convierte al centro de formación de personas adultas Vicent Ventura en diferente a otros, pero marca una manera de entender la formación de adultos que está en sintonía con lo que se espera del desarrollo de las normativas europeas. En segundo lugar debemos destacar la importancia concedida al conocimiento académico, en especial a las lenguas (castellano y valenciano), pues le permiten una mejor integración. En tercer lugar el papel mediador del sindicalismo para solucionar problemas de legalidad de la situación personal de los inmigrantes.

Sin embargo también quiero dejar constancia de la insuficiente preparación que existe en los sindicatos para atender esta nueva demanda social. Mi experiencia como formador de cuadros sindicales y las numerosas visitas que he podido realizar a las sedes centrales del sindicato me permite valorar esta situación. No existe un protocolo de actuación para atender a las personas que acuden al sindicato con desconocimiento del castellano o valenciano; no existe el contacto necesario con los centros de formación e adultos (ni siquiera con las V. Ventura) y las fundaciones e instituciones ligadas al sindicato (como CITMI o Pau i Solidaritat) no están integradas en el funcionamiento del sindicato. Sin duda es un reto que deben abordar.

El reconocimiento del yo en su contexto social

El capítulo tercero nos introduce en la perspectiva más personal, donde el sujeto expresa sus emociones. A través de la técnica de la entrevista semi-estructurada las personas, que asisten al centro V. Ventura, expresan sus sentimientos. Son opiniones y percepciones que se han generado en el contexto social de las relaciones con otras personas, con profesores, alumnos, vecinos de Valencia, compañeros en las tareas laborales. Ello ha permitido organizar sus palabras en cuatro esferas temáticas: educativa, laboral, política y social.

Las historias personales son fragmentos de vida histórica, son biografías de los protagonistas del acontecer traumático de la guerra del Sahara o del exilio laboral de países con una crítica situación económica. Las entrevistas se organizan en tres apartados: el sujeto, sus palabras y recordando el futuro.

En el primer apartado se describe la situación personal de quien va a exponer sus opiniones sobre la educación, la política y la sociedad, con especial incidencia en la valoración de la inserción de los inmigrantes en España. En tercer lugar se hace referencia al futuro de estas personas, una vez que abandonan el centro de educación de adultos.

Las situaciones personales son plurales y ello nos permite contrastar cómo se valora la educación desde la mera utilidad para encontrar trabajo hasta aquella otra que pretende mejorar su conocimiento del español para comunicarse mejor con más personas. La opinión siempre positiva del centro escolar nos revela la importancia de estas instituciones de aprendizaje permanente.

Los autores se atreven a sintetizar esta diversidad en tres momentos. En primer lugar los que acuden al centro V. Ventura a iniciarse en el estudio del español; un segundo momento los que acuden para mejorar el dominio del idioma o bien para progresar en la profesión. Por último, estarían las personas que están más concienciadas políticamente y desean socializarse en esta institución. Pero dentro de estas tres situaciones encontramos diferentes matices, que están condicionados por la procedencia del sujeto (no es lo mismo llegar de Sudamérica que del Magreb), o por la condición social del recién llegado (tener papeles, trabajo, recursos económicos). Una amplia gama de personas que configuran el colectivo de inmigrantes, que son percibidos por ellos mismos como diferentes a los extranjeros.

En los Anexos además de los datos estadísticos del centro escolar existen algunas referencias a las estrategias para la enseñanza con personas migrantes. Son propuestas que ya se han trabajado con otros profesores y centros escolares, lo que demuestra que es posible la alternativa que aquí se relata. Podríamos resumir este libro con un juego de palabras que tan habitual ha sido en las páginas del mismo: “dar la voz, las palabras, a sus dueños”.

Notas

[1] El País, 20 de junio de 1991.

[2] En el seno de CCOO-PV existe un Taller de debate sobre la figura de E. Gelpi, que ha dado lugar a la publicación de cinco libros y otros tantos documentos de discusión, que son el resultado de los debates anuales en los cuales se congregan diversos investigadores internacionales y reflexionan sobre el papel de la formación de personas adultas, la función sindical en el mundo de la globalización y el papel de otros agentes sociales. Algunas de sus publicaciones son: GELPI, Ettore. Educación permanente. La dialéctica entre opresión y liberación. Valencia: Edicions del Crec y Diálogos, 2005. GELPI, Ettore. Conciencia planetaria. Investigación y formación. Xàtiva: Ediciones del CREC, 2006.

[3] F.K. SCHAEFER. Excepcionalismo en Geografía. Traducción del inglés y estudio introductorio de Horacio Capel. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1971. 88 p. [2ª. edición, 1974; 6ª. edición, 1988].

[4] CES. Informe sobre la inmigración en la Comunitat Valenciana. Valencia: Comité Económic i Social de la Comunitat Valenciana, 2007.

[5] TODOROV, T. Nosotros y los otros. Madrid: Siglo XXI, 1991.

 

©Xosé Manuel Souto González, 2008
© Biblio3W, 2008

Ficha bibliográfica:

SOUTO GONZÁLEZ, Xosé Manuel. Los retos de la educación intercultural. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XIII, nº 783, 5 de mayo de 2008. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-783.htm>. [ISSN 1138-9796].


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