Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie  documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XIII, nº 791, 25 de julio de 2008

MONCLÚS FRAGA, F. Javier. Exposiciones Internacionales y Urbanismo. El proyecto Expo Zaragoza 2008. Barcelona: Edicions UPC, 2006. Primera Edición. 214 páginas. Mapas y fotografías [ISBN 978-84-8301-893-4]


Francisco de Assis da Costa
Universidade Federal da Bahia (UFBA), Brasil
ETSAB-UPC
xcosta@ufba.br


La idea de utilizar la organización de grandes eventos colectivos para impulsar o dar forma a ciudades más modernas y preparadas para la vida contemporánea es un tema de evidente actualidad e interés. Ámbito del planeamiento estratégico, que un importante grupo de ciudades capitalizan, o simplemente una simple lógica de economía, lo cierto es que han sabido hacer algo más que acoger grandes eventos colectivos. En efecto, el paso de las Exposiciones Universales se hace notar por cierta actualización de la inteligencia local con el objeto de adaptación a las demandas urbanísticas de la ciudad. Este sin duda el gran recto que afrontan las metrópolis modernas seducidas por la oportunidad de acoger uno de estos grandes eventos globales. Para el arquitecto y profesor Javier Monclús, autor de Exposiciones Internacionales y Urbanismo,

“la utilización de grandes eventos asociados a proyectos estratégicos se ha convertido en un factor fundamental en la reciente reconversión de las formas de intervención urbanísticas”, el análisis del impacto de estas intervenciones “constituye una interesante área de investigación y un laboratorio especial. Sobre todo si se entienden como nodos socio temporales”. Pero no aquellos esencialmente vinculados al espíritu efímero de las expos, sino “como agentes de cambio o como estrategias conscientes dirigidas a transformar las ciudades anfitrionas”.

Exposiciones internacionales y urbanismo. El proyecto Expo Zaragoza 2008, presenta las exposiciones universales según tres ciclos históricos a los que el autor denomina expos históricas, expos en la era de la modernidad y expos en la era de la globalización y la posmodernidad. El primer ciclo reúne las exposiciones realizadas entre la mitad del siglo XIX y las tres primeras décadas del siglo XX, desde la Great Exhibition de 1851 en Londres hasta las de menor impacto como la de 1929 en Sevilla o en Barcelona. Esta periodización coincide con la que hace el Bureau International des Expositions que precisamente es creado en 1929, y pasa a considerar todas aquellas realizadas hasta este año como exposiciones históricas. Caracterizadas al principio por su esencia efímera, estas exposiciones han pasado en estudios más recientes a la categoría de obras concebidas con el objeto de transformar la ciudad y por tanto con un carácter más duradero.

“Sin embargo, un análisis comparado como el que se pretende en este trabajo muestra que no todas son tan efímeras, aunque tampoco todas se conciben como proyectos urbanos dirigidos a la transformación de la ciudad”.

En general, el carácter efímero destaca en aquellas exposiciones donde el objetivo mayor es el comercio y la industria, mientras la necesidad de cambios duraderos aparece en aquellas donde el protagonismo es la cultura. Se convierten en “plataformas para reforzar el prestigio nacional y, con el tiempo, cada vez más el prestigio de las ciudades anfitrionas”. Pero es cierto que las intervenciones más puntuales o aquellas dirigidas a construcción de equipamientos públicos (parques, jardines o museos) pasan por una creciente presencia en las infraestructuras urbana principalmente a partir del siglo XX. Francesc Cambó, citado por el autor, ofrece una inmejorable definición:

“Si las exposiciones suelen marcar un momento de intensidad para la vida económica de los pueblos, cristalizan en definitiva en exteriorizaciones de grandes desarrollos de la vida ciudadana, acaban por ser el pretexto, la ocasión determinante para resolver el mayor número de problemas de orden urbano y la mayor cantidad posible de reformas y embellecimientos necesarios”[1].

Si las exposiciones de principios del siglo XX ya significan para el autor algo más que una simple posibilidad de incrementar el patrimonio de parques y jardines de las ciudades, el grupo de expos de la Era de la Modernidad, durante los 60 años posteriores a la crisis del 1929, apunta hacia un cambio de óptica urbanística significativamente relacionado con el desarrollo de las comunicaciones.

“Efectivamente, respecto a las exposiciones históricas, se aprecia un énfasis creciente en los aspectos lúdicos asociados a los educativos como elementos centrales en las estrategias de modernización de los promotores de las exposiciones”.

Entre las cerca de veinte exposiciones seleccionadas por el autor para ejemplificar este período que tiene inicio en la Expo de Chicago (1933-34) y acaba en la Expo de Osaka (1970), se observa una estrategia urbanística más pragmática y que tiene como punto básico impulsar operaciones planificadas de antemano por sus administraciones. Como resultado, impactos urbanísticos más relevantes se unen a las tradicionales implantaciones de parques y museos, aumentados con estadios y centros científicos, con actuaciones de “regeneración urbana” de frentes fluviales o áreas degradadas y revitalización de sus centros históricos.

El tercer y último grupo de exposiciones con el que el autor acaba su recorrido por las expos universales, las de la era de la globalización y de la posmodernidad, están caracterizadas a grandes trazos por la Economía Cultural y el Urbanismo Estratégico. Aquí encontramos el intento de París 1989, las expos de Sevilla 1992, Lisboa 98 y Hannover 2000, pero también algunos otros eventos como la Millenium Exhibition de Londres en 2000 y el Forum de Barcelona 2004. Marketing urbano y desarrollo de proyectos urbanísticos se unen para da fuerza al que Monclús entiende como una creciente tematización, que privilegia y recupera aspectos formales cada vez más ligados a imágenes urbanas espectaculares.

“La proliferación de arquitecturas de autor se inscribe en esta dinámica que tiene motivaciones económicas más o menos directas, dentro de la valorización de la arquitectura en un momento en el que se impone la gestión empresarial de la ciudad”.

Aunque el autor no considere una tarea sencilla concluir sobre la mayor o menor calidad arquitectónica y urbana de este grupo en relación a los anteriores, lo cierto es que a partir de estos años la estrategia para las situaciones post-expo pasa a ser parte fundamental y no complementaria para la mayoría de los proyectos de candidatura presentados al Bureau International des Expositions. La importancia dada al impacto posterior al evento, y no la exposición misma, pasaría pues a ser la medida a partir de la cual se establece el éxito o fracaso de las mismas.

Hacer un repaso histórico de las exposiciones universales desde el punto de vista de la ciudad y del urbanismo es la primera y principal contribución que nos aporta el trabajo de Monclús, pero no la única. El autor reserva casi mitad de su esfuerzo para explicarnos un proyecto de gran evento colectivo que todavía se está gestando; el Proyecto Expo Zaragoza 2008.

El Proyecto Expo Zaragoza 2008 se presenta en el contexto de lo que el autor anteriormente denomina de estrategia para las situaciones post-expo. Ésta se presenta como parte fundamental y no complementaria, de ahí que considere necesaria una incursión por las transformaciones de la estructura urbana de Zaragoza a partir de los finales de los años ochenta, como se haría necesario en un plan de intervención urbanística que se quiera duradero. Será por tanto a partir del entendimiento de los procesos, planes y proyectos urbanos realizados en la ciudad en estos años, como el trazado del AVE y el emplazamiento de la nueva estación, el proyecto de riberas del Ebro, como se configura la Expo Zaragoza como proyecto urbano, estratégico, operativo y colectivo.

“La Expo se dota de un Plan Director que permite el necesario desarrollo fragmentado de las piezas del puzzle manteniendo una visión global mediante los proyectos arquitectónicos, paisajísticos o de infraestructuras que se van desarrollando simultáneamente y con lógicas propias”.

En síntesis, un nuevo urbanismo que busca para los espacios públicos un valor más cualitativo que cuantitativo.

Conviene finalmente destacar la sintética e sistemática documentación gráfica presentada en el libro, que permite una mayor comprensión del análisis de las casi 40 exposiciones universales y otros tipos de grandes eventos colectivos estudiados. Especialmente las fotografías aéreas, los planos temáticos con las ubicaciones de las propuestas en el marco de la ciudad y los fotoplanos que dan cuenta de la situación actual de la intervención.

Notas

[1] F. Cambo. Informe del Comité Directivo de la Exposición presentado al Ayuntamiento de Barcelona el 27/III/1914.


©Francisco de Assis da Costa, 2008
© Biblio3W, 2008

Ficha bibliográfica:

COSTA, Francisco de Assis da. Monclús Fraga, F. Javier. Exposiciones Internacionales y Urbanismo. El proyecto Expo Zaragoza 2008. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XIII, nº 791, 25 de julio de 2008. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-791.htm>. [ISSN 1138-9796].


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