Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
(Serie documental de Geo Crítica)
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. 
Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XIII, nº 804, 5 de diciembre de 2008


GIL ALBARRACÍN, Antonio: Ilustración e Iglesia. La visita de Benito Ramón de Hermida al Obispado de Almería. Barcelona: GBG, 2007, 603 págs. [ISBN: 978-84-88538-31-4]


Andrés Sánchez Picón
Profesor Titular de Historia e Instituciones Económicas
Universidad de Almería


Palabras clave: Ilustración, diezmos, Iglesia y Estado

Key words: Enlightenment, tithes, Church and State


Hace ya más de tres lustros que Antonio Gil Albarracín pusiera en marcha un proyecto editorial, historiográfico e incluso hermenéutico, que acumula ya más de veinte títulos en  el catálogo de la editora Griselda Bonet Girabet (GBG). Desde su imprescindible Arquitectura y Tecnología popular en Almería (1992) hasta el título que hoy reseño, la producción de Antonio Gil se apoya en cuatro pilares fundamentales: en primer lugar,  la serie de Historia y Arte, centrada en la recuperación de la arquitectura religiosa almeriense, en particular del siglo XVIII; en segundo, la serie sobre la arquitectura militar del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar; en tercer lugar, los manuscritos y facsímiles, entre los que destaca el rescate y estudio del viaje a Andalucía de Simón de Rojas Clemente (1804-1809); y, finalmente, la edición de algunas documentadas guías sobre Almería, su litoral y el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

El resultado de este ímprobo esfuerzo es espectacular y único en el panorama andaluz. A lo largo de este tiempo la obra de Gil Albarracín ha acreditado una imagen de marca, diríamos usando la jerga mercadotécnica, que la hace perfectamente distinguible. Se trata, por lo general, de gruesos volúmenes o de gran formato, excelentemente editados e ilustrados (con profusión de planos históricos y fotografías antiguas y actuales) y salpicados de cronologías y documentos recuadrados y reproducidos in extenso por el autor, que además introduce sus temas con un estudio riguroso y los remata con la adición de amplios anexos documentales que, en algunos casos incluyen la reproducción  facsimilar de las principales fuentes utilizadas. Este despliegue documental convierte los trabajos de Antonio Gil en referencia indispensable para una amplia variedad de lectores: desde el erudito local que encontrará el dato o la información precisa, hasta el investigador más académico que podrá confrontar su interpretación con la del autor y, sobre todo, echar mano del gigantesco acopio documental que constituye en la obra de este investigador una auténtica seña de identidad.

El volumen que comento gira en torno a los informes generados por la visita  realizada a partir de 1775 por Benito Ramón de Hermida, oídor de la Real Chancillería de Granada al Obispado de Almería, para valorar el estado de sus masas decimales. Se trataba de una actuación que hay que enmarcar en el impulso reformista auspiciado durante el episcopado de Claudio Sanz y Torres, en una etapa de recuperación económica y demográfica de las tierras de Almería y donde el ambicioso programa edificatorio de la Iglesia local exigía la transformación de  la economía de la diócesis para la atención de sus obligaciones con mayor eficacia.

 La actuación de Hermida generaría un importante acervo documental del que Gil Albarracín ha seleccionado 8 documentos, de los que transcribe cuatro y reproduce en facsímil otros cuatro.

  1. El Informe compendiosa y menuda satisfacción de la labor realizada por el comisionado en 1775.
  2. El informe del Contador Carlos Francisco Marín, de 1778, en el que analiza pormenorizadamente la situación de la administración de las masas decimales en las décadas anteriores.
  3. El informe del promotor fiscal, Luis García Puerta, firmado también en 1778.
  4. El informe general de Hermida sobre su visita a las masas decimales del obispado almeriense, firmado en 1778.

Los reproducidos en facsímil son los siguientes:

  1. Un estado de resultas y alcances de las existencias de granos y demás frutos correspondientes a las mayordomías, a fin de 1774.
  2. Un ordenanza formada por Hermida para la mejor recolección de los diezmos, de 1775.
  3. Una Cédula de S:M. disponiendo se pongan en ejecución las providencias dictadas durante la visita (1791)
  4. Y, por último, unos Planes que demuestran los aumentos de vecindarios y tierras que ha habido, desde la expulsión de los moriscos y repoblación del reino de Granada hasta el año de 1779, en los veinte y cinco pueblos de Señorío del Obispado de Almería y que constituye una fuente de información tan valiosa como desconocida y que, a buen seguro, va a posibilitar un salto cualitativo en la investigación sobre la economía almeriense y el progreso de la colonización agraria (el avance del “frente roturador” al            que nos referimos en otra ocasión) durante los siglos XVII y XVIII.

El historiador aporta, como estudio introductorio, unas consideraciones sobre las relaciones entre la Corona y la Iglesia en el siglo XVIII, y dos densos capítulos dedicados a Benito Ramón de Hermida y su visita almeriense.

Hermida destaca como un miembro más de esa desafortunada generación que, encabezada por Jovellanos, se desenvolvería en la contradicción de intentar impulsar una reforma profunda de las instituciones del Antiguo Régimen, pero respetando las bases de la tradición, lejos de cualquier veleidad revolucionaria. Gallego de Santiago (1736) y  con amplia formación jurídica en la universidad compostelana, en 1768 sería nombrado Alcalde del Crimen de la Chancillería de Granada. Más tarde regente de la Audiencia de Sevilla y terminaría siendo miembro de la Real Cámara de Castilla desde 1792 hasta 1802,  cuando fue separado de este cargo como víctima de una soterrada pugna de poder e influencia que se ventilaba en la corte y gobierno de Carlos IV y Godoy. Tras su destierro en Aragón, el estallido de la guerra contra el Francés en 1808 le llevaría a formar parte de la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, como ministro de Gracia y Justicia y a ser diputado en las Cortes gaditanas en donde los diarios de sesiones recogen sendos discursos de Hermida sobre la supresión de los señoríos territoriales y la abolición de la Inquisición, que Gil Albarracín tiene el cuidado de transcribir en este volumen. Achacoso y en precaria situación económica, fallece en Madrid en 1814, unos meses antes del regreso del Deseado.

En resumen, nos encontramos ante una nueva entrega de Gil Albarracín, generosa, como siempre, y muy útil, de nuevo, para un amplio abanico de intereses y ámbitos de investigación, desde la historia local, a la historia institucional o del pensamiento político, sin olvidar  la historia del arte o la historia económica.


[Edición electrónica del texto realizada por Miriam-Hermi Zaar]


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Ficha bibliográfica:

SÁNCHEZ PICÓN, Andrés. Antonio Gil Albarracín. Ilustración e Iglesia. La visita de Benito Ramón de Hermida al Obispado de Almería. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XIII, nº 804, 5 de diciembre de 2008. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-804.htm>. [ISSN 1138-9796].


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