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REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XV, nº 869, 25 de abril de 2010

[Serie  documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]


RIVERA, Eugenio (comp). Los desafíos energéticos de Chile. Valparaíso: Universidad Técnica Federico Santa María, 2008, 181 p. ISBN: 987-956-7051-16-8

 

María Ester Arancibia Fernández
Geógrafa, Pontificia Universidad Católica de Chile
marancibia@ubolivariana.cl.


Palabras clave: energía, geografía profesional, planificación integrada

Keywords: energy, professional geography, integrated planning


Uno de los desafíos de la geografía, en este caso profesional, es dar soluciones concretas a problemas reales. En relación al tema de la energía en el país existe mucho por hacer, y es un reto profesional para las geógrafas y geógrafos ayudar a establecer una planificación integrada del sistema energético chileno. Destaco la importancia del presente texto como herramienta de trabajo pues profundiza en las necesidades del país en la materia y establece pautas a seguir según diversos actores que en forma natural interactúan en el espacio energético.

Eugenio Rivera quien realiza la edición del texto además, de la presentación de los artículos que se desarrollan en sus 181 páginas, Doctor en Ciencias Económicas y Sociales. Además, fue presidente de la Comisión Preventiva Central Antimonopolios, Jefe de Regulación del Ministerio de Economía y Consultor de la CEPAL, BID, Banco Mundial, y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD-, Profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas –CIDE- de México y, entre otros, colaborador de la Fundación Chile 21.


Las aportaciones del libro

En texto en cuestión, está dividido en 6 partes, la primera de ella es la presentación que realiza Eugenio Rivera sobre las grandes líneas que arroja el documento, los desafíos a corto plazo, los vínculos entre política exterior y política energética, la estrategia y la matriz energética a largo plazo, la relación entre política energética y ambiental, las políticas públicas que inciden en el desarrollo energético y, finalmente, entrega algunas importantes conclusiones.

 


La segunda parte denominada “Política internacional y desarrollo energético”, presenta las exposiciones de Alberto Van Klaveren y Jaime Gazmuri.

En su artículo “Los desafíos internacionales de la política energética” Alberto Van Klaveren, Subsecretario de Relaciones Exteriores, destaca la vulnerabilidad de Chile en materia energética dada por la función e interacciones que se producen entre regulación nacional, relaciones internacionales y mundiales, precios altos, inseguridad de abastecimientos, requerimientos de alta inversión en investigación y desarrollo tecnológico, y principio de sustitución.

A su vez, Jaime Gazmuri, senador de la República, en “Una política activa de integración energética” hace una descripción del panorama mundial indicando importantes cifras. En Sudamérica, por ejemplo, Brasil supera en 40 por ciento aproximadamente la capacidad instalada de MW de los demás países, como consecuencia de ello también desarrolla el mayor porcentaje de generación eléctrica. En la región, no obstante haber varias potencias petroleras, un 65 por ciento de la energía producida corresponde a centrales hidroeléctricas. En el ámbito nacional Chile entre los años 1995-2005 el crecimiento de la capacidad instalada ha superado en un 80 por ciento al promedio del crecimiento regional, del mismo modo en el país, el consumo por habitante ha mantenido la tendencia al alza en un 900KW/h con respecto a la región, lo que se equipara con el acceso a electricidad de la misma la cual cubre un 90 por ciento aproximadamente de ésta. Por último, destacada la participación del país en tratados como Mercado Común del Sur –MERCOSUR-, La Unión de Naciones Suramericanas –UNASUR- y Comunidad Andina pero con baja intensidad. Establece que Chile necesita dotarse de un actor p úblico que esté a la altura de los desafíos a mediano y largo plazo.

La tercera parte denominada “Desarrollo de la competencia, papel del Estado y desempeño del sector eléctrico en Chile”, expone los escritos de Rodrigo Iglesias, Juan Antonio Coloma, Paul Fontaine y Juan Cembrano.

Rodrigo Iglesias, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía, en su texto “Mercado eléctrico, rol del Estado y situación energética chilena”, hace referencia al diseño del sector eléctrico, describiéndolo como uno con máximos niveles de descentralización, lo que ha derivado del modelo de mercado del País. Pero, igualmente señala, que hay segmentos como los de transmisión y distribución que para su mejor funcionamiento necesitan ser regulados por el Estado, no así el de generación que funciona como monopolio natural. En el año 2004 se crea la Ley Corta I Ley 19.400, la cual concibe la transmisión eléctrica como actividad de servicio público y se reconoce que es monopólica. Con respecto a la distribución esta se establece en el sistema de concesiones. Así también, la Ley Corta II, N° Ley 20.018, permitiría la contratación del suministro a largo plazo, pudiendo pactar contratos de suministro con generadoras a través de un sistema de precios conocido con anticipación.

Juan Antonio Coloma, senador de la República, en su artículo “Las fallas de la política energética de los últimos gobiernos de la concertación” destacada como uno de los aspectos positivos de la Ley Corta II, es que tendió a sincerar algo los precios y consecuentemente moderó el crecimiento de la demanda y la aceleración de la conversión para el diesel. Las seis fallas que destaca el mismo autor son: lentitud en el análisis y evaluación del rol de la política exterior, ingenuidad de cual es el sistema de cumplimientos de acuerdos internacionales en los compromisos adquiridos por Argentina, confianza excesiva y rotundo error al confiar en las solidaridades ideológicas, un parcelamiento de las competencias en Chile que ha sido confuso, sugiere revisar lo que se hace en inversión científica y, por último, advierte retraso en materia legislativa para fomentar las energías alternativas.

Paul Fontaine, director gerente de South Word Consulting, en “Las licitaciones y el mercado de contratos de largo plazo”, establece que el principal cambio presentado por la Ley Corta II fue el mecanismo de licitación de los contratos de energía y generación, sin embargo; dado que los contratos son por períodos de 10 a 15 años, en el futuro podría crear barreras de entrada. Propone alternativas para mejorar este proceso: que los contratos tengan renovaciones anuales, una licitación sólo para las empresas existentes o, cerrar el sector eléctrico por los próximos 15 años. El autor destacada las siguientes intervenciones que debiera realizar el estado en el mercado eléctrico chileno: regular la compensación de externalidades que producen a Chile los diferentes tipos de generación, revisar la matriz energética con base en gas natural argentino, regular la devolución de los generadores integrantes del Centro de Despacho Económico de Carga – CDEC- y, regular el impuesto específico al diesel.

Juan Cembrano, asesor en el Consejo de Especialidad Eléctrica, del Colegio de Ingenieros, en “Barreras de entrada y d éficit de competencias: los principales problemas del sector eléctrico”, el autor destaca la necesidad de tener una visión de estado de carácter estratégico, además este debe mantener las competencias en la generación de electricidad para desarrollar mercados competitivos.

La cuarta parte denominada “Las apuestas para la futura matriz energética del país”, entrega la visión de Vivianne Blanlot, Sebastián Berstein, Ricardo Núñez, Hernán Salazar, Rodrigo Danús y Sergio Bitar.

Vivianne Blanlot, la cual entre 1995-1997 fue directora ejecutiva de la Comisión Nacional del Medio Ambiente –CONAMA-, desde su artículo “Desafíos energéticos en los próximos 25 años”, destaca que en Chile la matriz energética primaria actual, los combustibles fósiles (petróleo y sus derivados, gas natural y carbón) representan más del 80 por ciento del total y las importaciones un 70 por ciento. Las principales fuentes propias de energía continúan siendo la hidroeléctrica y la leña.

La autora expone la fragilidad del abastecimiento de energía sobre la base de: alta dependencia de importaciones de combustibles fósiles, dependencia de algunas fuentes importadas no confiables, alta participación de fuentes propias sujetas a fluctuaciones naturales, fuentes propias cuyo uso incide negativamente en el ambiente y costos promedios de energía en alza. De acuerdo a lo anterior se supone una modesta incorporación de energías renovables no convencionales –ERNC- de un 10 por ciento al menos hasta el 2012 con un máximo de 5 por ciento en biocombustibles, destaca que puede tener un mayor espacio a largo plazo, si se adoptan políticas de estado en ese sentido, pues el escenario político económico global es favorable en esta dirección.

Chile cuenta con condiciones geográficas naturales altamente favorables para el aprovechamiento de fuentes renovables: amplias zonas de alta y estable radiación solar, zonas de vientos aprovechables, recursos hídricos asociados a pendientes para centrales de pasada, recursos geotérmicos. En estado más incipiente se encuentra el hidrógeno, la fuerza mareomotriz y las soluciones solares a gran escala.

Sebastián Berstein, forma parte del Consejo de Políticas Públicas del Instituto Libertad y Desarrollo, en “La demanda de energía eléctrica y las opciones para el desarrollo de la oferta en los próximos 15 años”. Menciona que el consumo eléctrico de Chile es un tercio de lo que debiera ser a largo plazo; se puede discutir si la demanda se duplica cada 12 o 13 años, lo que implica que en estos 13 años hay que invertir todo lo mismo que se invirtió en la generación eléctrica desde que nació esta industria en el país, de 1885 al 2020. Las tasas de crecimiento serán de 700 megawatts por año. Por un lado, la potencia instalada hoy es de 12.200 megawatts, al 2020 debiera ser de 26.000 megawatts. En el corto plazo 2007-2010 se van a instalar 1.900 megawatts aprox. de ellos 500 serán hidroeléctricos, 400 centrales a carbón, otros 400 centrales gas natural licuado –GNL-, 500 centrales diesel y alrededor de 100-200 MW serán ERNC menores eólicas e hidroeléctricas, por lo tanto; hay que instalar 11 o 12 megawatts del 2011 al 2020.

Ricardo Núñez, senador de la República, en su texto “La matriz energética chilena en los próximos 25 años”, la exposición más extensa del libro, declara que de acuerdo a los datos de la Agencia Internacional de Energía (2004) la matriz energética mundial tiene un 35 por ciento de petróleo, seguida por un 25 por ciento carbón, 21 por ciento de gas natural, 12 por ciento hidro y otras renovables y, un 6 por ciento nuclear. Al 2020, según Miguel Márquez (citado por el autor), director del Programa de Estudios de la Energía –PEE- para el año 2020 el petróleo seguirá siendo el componente principal de la matriz energética, se sabe que es un recurso finito, sólo Estados Unidos –EEUU- con el 5 por ciento de la población mundial consume el 26 por ciento del petróleo de todo el mundo.

Siguiendo con Núñez, en esta nueva economía –“democratización del uso de la energía”- basada en fuentes de energía sustentable (por ejemplo hidrógeno), son variados los movimientos sociales que se darán, al igual como sucedió en su momento con el vapor, lo que llevará a un cambio en el modo de vida de los seres humanos entre los cuales siempre habrá observadores y participantes. Dentro de las innovadoras iniciativas que destaca, países como Alemania con 18,5 MW construidos para el año 2006 de ERNC de los cuales 4,7 MW son de energía solar; Dinamarca con 3,1, es decir, el 20 por ciento de su demanda eléctrica y España 10 mil MW. Chile podría resolver casi el 100 por ciento de su demanda prevista para el 2015 si contara con el 100 por ciento de la capacidad que posee España de estas energías. De todas las fuentes la eólica es la más utilizada, y el país que en mayor medida la tiene es España. Otro caso interesante es el de Francia, que incorporó en sus planes de estudio escolar una reforma que incluye educar sobre el uso eficiente de la energía. En América está el caso de México que en los años 90 creó la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía -CONAE-, cuyo objetivo básico es sensibilizar a la población, los ejemplos suman y siguen y, también, se tienen elementos concretos como la ampolleta “eterna”.

En la perspectiva nacional Núñez, desde el punto de vista geográfico y en referencia a la posibilidad de incluir la energía nuclear en la matriz energética de Chile, parte de la base del desconocimiento de las potencialidades que en otras materias presenta el país además de la presión demográfica, agrícola, industrial y minera que está desarrollando la capital nacional, Santiago.

Hernán Salazar, gerente general de Hidroaysén S.A., en “El proyecto eléctrico de Hidroaysén: una respuesta para la vulnerabilidad energética de Chile”, describe como la accionaria Hidroaysén fue creada el año 2006, compuesta por ENDESA con un 51 por ciento y Colbún 49 por ciento, para desarrollar la generación de energía eléctrica, a partir del aprovechamiento racional y sustentable de parte del potencial de los ríos Baker y Pascua, mediante la construcción de 5 centrales Hidroeléctricas. Se estima que el Proyecto Hidroaysén aportaría a la seguridad y estabilidad energética nacional, al atenuar los periodos de escasez del Sistema Interconectado Central –SIC- (que abastece a más del 93 por ciento de la población chilena), es decir, haría bajar la variación estacional de la SIC de un 23 por ciento a un 9 por ciento. Se calcula que el potencial hidroeléctrico de la Región de Aysén es de 8.000 MW, de los cuales el proyecto aprovecharía 30 por ciento. Actualmente en la Región hay una explotación un poco más de 20 MW que se ocupan para el consumo local.

La ecoeficencia apunta de elegir la mejor opción en términos de costos económicos y ambientales, por ejemplo: 2.400 MW generados por Hidroaysén podrían trasformarse en 240 mini-hidros, otro ejemplo al hablar de energía eólica para generar 360 MW de ésta se impactarían 15.120 hectáreas mientras que Baker 2 con los mismos 360 MW de potencia se estima una superficie del embalse 3.600 hectáreas.

Rodrigo Danús, director ejecutivo de South Word Consulting, en su artículo denominado “Un sistema interconectado central sin Hidroaysén”, establece que efectuando un balance oferta-demanda desde el 2007 al 2009, se está en condición de suficiencia de oferta, situación que se reserva (según el autor) con el desarrollo de los proyectos a carbón y llegada de GNL. Luego, hasta 2020 se puede observar incluso una sobre oferta de generación con la entrada de proyectos a carbón y ciclos combinados con GNL. Uno de los aspectos complicados de Hidroaysén es que debido al área de inundación se produciría grandes volúmenes de metano, el cual afecta 20 veces más la capa de ozono que el CO2: otra complicación es la línea de alta tensión de 2.000 Km. de la Patagonia a Santiago, pues su trazado por la zona costera genera cercanía con otras líneas de transmisión, lo que provocaría trastornos en el entorno por el desarrollo de campos magnéticos, que tienen efectos nocivos para la personas, flora y fauna.

Sergio Bitar, ministro de Obras Públicas, en el capítulo titulado “La energía nuclear: un componente de la matriz energética nacional”, menciona que las proyecciones de expertos detectan aparición de déficit de oferta a partir del año 2020. La nueva mirada sobre la energía nuclear se sustenta en varias razones: primero, los países emergentes tienen un crecimiento muy rápido, hay límites en la hidroelectricidad y un fuerte cuestionamiento a los combustibles fósiles, como petróleo, gas y carbón. Segundo, debido al calentamiento global sería necesario disminuir aceleradamente las emisiones de CO2, ello torna atractivo la energía nuclear. Tercero, por la incertidumbre del abastecimiento los países buscan más autonomía. Cuarto el rápido progreso tecnológico de los últimos 20 años, y por último; los costos competitivos de la energía nuclear, derivado de su coeficiente de energía sobre el 80 por ciento. Entre los riesgos está: el abastecimiento de uranio, los desechos radiactivos, la construcción antisísmica, la seguridad en el funcionamiento de las plantas y, su derivación para usos militares.

Entre las condiciones previas para el desarrollo de la energía nuclear en Chile señala: formar expertos, realizar cambios legales pertinentes (emisión) ajustada a la normativa internacional, crear instituciones con las atribuciones y capacidad de supervisar el funcionamiento y el manejo de los desechos, realización de estudios de costos comparativos y, como estamos en democracia, corresponde informar y debatir públicamente al respecto, todo lo que tomaría en total 4 o 5 años mínimo.

La quinta parte denominada “Desafíos ambientales y desarrollo energético”: expone a lo siguientes autores; Jorge Rodríguez, Rodrigo Castillo, Sara Larraín y Ana Lya Uriarte.

Jorge Rodríguez, decano de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Alberto Hurtado, en “El desarrollo energético en el contexto del sistema de gestión ambiental”, argumenta que se podría tener un mejor sistema desde el punto de vista ambiental: definiendo políticas ambiéntales gubernamentales claras, buscando que el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental -EIA- sea visto por los inversionistas como una ayuda, usando nuevas herramientas, considerando el ordenamiento territorial y, entre otras, perfeccionar la participación ciudadana.

Rodrigo Castillo, director ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas, en su artículo el “Desarrollo energético y medio ambiente: ¿Cuál es el modelo de sociedad que queremos?”, establece como línea principal la conversación pendiente para definir el modelo de País en el tema.

Sara Larraín, directora ejecutiva del programa Chile Sustentable, en “Condicionantes ambientales del desarrollo energético”, menciona que en Chile dado la crisis del año 2003, se realizan reformas a La Ley Eléctrica, sin embargo; los actores tradicionales del empresariado eléctrico y burocracia estatal de dicho sector se encuentran en una visión convencional. Adicionalmente, la Comisión Nacional de Energía –CNE-, no posee visión, ni atribuciones políticas para planificar u orientar el desarrollo energético y; tampoco el Gobierno ha desarrollado escenarios de manejo de demanda y evaluación de la disponibilidad de recursos a nivel nacional para proponer y someter a discusión pública un Plan de Desarrollo Energético Nacional. En este contexto el incipiente debate ha significado un aprendizaje para todos los actores. Lo cual se ha reflejado en la mayor voluntad política, expresada en los tres ejes de la política de seguridad energética.

La ausencia de planificación energética, con una línea de base de los recursos hídricos disponibles, recursos geotérmicos existentes, la biomasa y el potencial eólico, el potencial de eficiencia energética, entre otros; ordenamiento territorial y atraso normativo - tecnológico, son desafíos a enfrentar para resolver los límites ambientales.

Señala que hoy la planificación integrada de recursos energéticos es la metodología más utilizada a nivel mundial. En este contexto sí Chile no se integra a esta tendencia mundial, aumentará sus costos ambientales y quedará obsoleto, o sea fuera del desarrollo energético.

Por último, dentro de la quinta parte se encuentra el texto “La política ambiental y el desarrollo energético”, de Ana Lya Uriarte donde se destacan las claves de la sustentabilidad energética del país hoy en día, desde la perspectiva medioambiental, y señala lo que se está incorporando en la formulación de la política energética: es decir, avanzar en ERNC, en el uso eficiente de la energía, lo que se relaciona con la educación ambiental; agrega la participación ciudadana; la innovación; la responsabilidad social empresarial y, finalmente, una nueva institucionalidad en materia ambiental.

La última parte denominada “Ocho proposiciones para el sector eléctrico” es de autoría de Carlos Ominami, senador de La República, quien parte destacando el momento particularmente crítico en el que se encuentra el País, estableciendo como elementos de atención: Un crecimiento alto en materia energética, el diagnóstico de la crisis, una matriz energética segura, económica y sustentablemente ambientalmente; Chile como país libre de toma de decisión en materia de energía nuclear; una nueva estrategia energética; la necesidad de tomar desafíos ambientales; y, entre estos, la integración energética y latinoamericana.

 

Valoración crítica de la obra

Se podría especificar que la causa inmediata que genera la producción de bibliografía en forma constante entorno al concepto de energía sustentable en Chile, es la llamada “Crisis Energética”, nombre que recibe el proceso de disminución de exportaciones de gas natural desde Argentina a Chile, en el año 2006.

Antes del año señalado existían publicaciones en forma desmembrada, casos que obedecían intereses en temas particulares como por ejemplo “La regulación del segmento distribución en Chile, Documento de Trabajo”, publicaciones de la Comisión Nacional de Energía del Gobierno de Chile, disponible en: http://www.cne.cl/cnewww/export/sites/default/05_public_estudios/descargas/publicaciones/regulacion_segmento_transmision.pdf, 2005. Destaco la importancia que este tipo de archivos esté disponible en la Web, pues permite su difusión.

El déficit de este tipo de publicaciones y, al mismo tiempo su mayor potencial es, analizar sólo desde el punto de vista técnico-científico las alternativas energéticas, dejando de lado la integración de lo político-legislativo.

Pareciera que se realizó un ejercicio natural de evolución, partiendo por entender las partes del todo para luego poder hacer su integración, un proceso de crecimiento  y desarrollo normal en muchas ciencias, es así como, desde la “crisis” cada vez más se realizan publicaciones en el ámbito de la energía los cuales en los últimos 4 años se han incrementado hacia las energías renovables, se tiene por ejemplo en el presente año 2009 “Las energías renovables no convencionales (ERNC) en el mercado eléctrico chileno”, publicaciones de Comisión Nacional de Energía del Gobierno de Chile en Cooperación Técnica Alemana –GTZ- y Cooperación Intergubernamental Chile – Alemania, disponible en: http://www.cne.cl/cnewww/export/sites/default/05_public_estudios/descargas/erncmercadoelectrico_bilingue_web.pdf. En forma complementaria existen programas gubernamentales que apoyan este proceso como lo es EXPLORA de La Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología –CONICYT-, el cual busca la divulgación y valoración de la ciencia, tecnología e innovación, educación no formal, noticias, agenda, actividades, contenido, científicos, de la misma manera también, en la actualidad, se encuentran insertos en periódicos de distribución nacional en temas como energía eólica, solar, nuclear, entre otras.

Desde el punto de vista de la geografía profesional, existen muy pocas publicaciones que pueden considerar el tema energético desde tantas aristas como lo hace en libro  analizado en el presente artículo, donde se observan la visión no sólo de técnica y del mundo privado –público, sino que en forma paralela del ámbito político-legislativo. Es éste el mayor aporte que genera, al plantear las cuestión legal como un factor importante de decisión en términos de planificación energética, es así como innova en la integración de variables, ámbito fundamental en la aplicación de conocimientos geográficos.

Uno de los ejemplos más cercanos y publicado el presente año es “La crisis energética en Chile”[1] de Sergio Mancilla, ingeniero civil electricista, editado por RIL Editores, que desde su ámbito profesional logró la capacidad de visión en forma integral, al ser director de ENDESA entre 1970-1972 llegando incluso a ser representante de la misma en Nueva York; también en 1975 ingresó al Banco Interamericano de Desarrollo –BID-en el cual llegó a ser Jefe de División de Energía y, por último asumió la Jefatura de la División de Finanzas Infraestructura Básica del Área comprendida por el Mercado Común del Sur –MERCOSUR-, en cuyo cargo jubiló en 1998. Este detalle curricular da fe que para escribir de la energía existe un conocimiento complejo en el ámbito laboral donde, es necesario la visión de integración e interrelación de variables cuestión que compete a los geógrafos (as). Con lo anterior no descarto que el tema sea tratado por diversas especialidades, pero quien debiera decir lo referente a planificación estratégica de la energía en Chile debieran ser los geógrafos (as) profesionales.

Por último, a través del presente artículo busco estimular a todos los geógrafos profesionales a escribir sobre su desempeño laboral. És una tarea pendiente por la ciencia geográfica y quienes la ejercen, y sobre el tema en particular aún se tiene un desafió postergado, el dar soluciones concretas a los problemas reales que está generando en la actualidad la escasa planificación en materia energética.

 

Notas

[1] 174 páginas, ISBN 978-956-284-660-8.

 

Bibliografía

COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA. GOBIERNO DE CHILE. La Regulación del Segmento Distribución en Chile. Documento de Trabajo. Santiago de Chile: Publicaciones de la Comisión Nacional de Energía, 2005, 158 p. <http://www.cne.cl/cnewww/export/sites/default/05_public_estudios/descargas/publicaciones/regulacion_segmento_transmision.pdf>.

PALMA BEHNKE, Rodrigo; JIMÉNEZ ESTÉVEZ, Guillermo; ALARCÓN ARIAS, Ignacio. Las Energías Renovables no Convencionales (ERNC) en el Mercado Eléctrico Chileno. Santiago de Chile: Proyecto Energías Renovables No Convencionales (CNE/GTZ). Comisión Nacional de Energía. Gobierno de Chile. Cooperación Técnica Alemana - GTZ. Cooperación Intergubernamental Chile - Alemania. / Universidad de Chile, 2009, 146 p. <http://www.cne.cl/cnewww/export/sites/default/05_public_estudios/descargas/erncmercadoelectrico_bilingue_web.pdf>  [ISBN: 978-956-8066-05-5].

MANCILLA ALVARÉZ, Sergio. La Crisis Energética en Chile. Santiago de Chile: RIL Editores, 2009, 174 p. [ISBN 978-956-284-660-8].

 

[Edición electrónica del texto realizada por Miriam-Hermi Zaar]



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Ficha bibliográfica:

ARANCIBIA FERNÁNDEZ, María Ester. Rivera, Eugenio (Comp). Los Desafíos Energéticos de Chile. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XV, nº 869, 25 de abril de 2010. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-869.htm>. [ISSN 1138-9796].


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