Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XV, nº 872, 15 de mayo de 2010

[Serie  documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]


TERRITORIALIDAD DE LOS INDIVIDUOS Y DE LAS SOCIEDADES HIPERMODERNAS.
RESEÑA DEL CURSO IMPARTIDO POR BERNARD DEBARBIEUX EN EL MARCO DE LA CÁTEDRA DE GEOGRAFÍA HUMANA ELISÉE RECLUS

 

 

Eulalia Ribera Carbó
Área de Historia Urbana y Regional
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, México
eribera@institutomora.edu.mx


Palabras clave: espacio, territorio, naturaleza, ciudad, lugar, paisaje, modernidad

Key words: space, territory, nature, city, place, landscape, modernity


La Cátedra de Geografía Humana Elisée Reclus fue creada en México con el objetivo de difundir las aportaciones que en el campo de la geografía humana han hecho los geógrafos franceses, promoviendo con ello el diálogo interdisciplinario y transnacional. Lleva a manera de homenaje el nombre de una de las figuras más trascendentes de la geografía francesa del siglo XIX y primeros años del XX, el geógrafo girondino y universal, filósofo y libertario Jean Jacques Elisée Reclus. La Cátedra funciona por un convenio de cooperación en el que participan el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora (Instituto Mora), el Centro de Investigación en Geografía y Geomática Ing. Jorge L. Tamayo (Centro Geo), el Colegio de Michoacán (Colmich), el Servicio Cultural de la Embajada de Francia en México, y el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA). Desde su inicio en 1997, la Cátedra ha recibido a cerca de 30 especialistas para impartir cursos de las más variadas temáticas de la geografía humana: enfoques y metodología de la geografía, historia de la geografía francesa, geografía urbana y geografía urbana histórica, espacio geográfico y mundo moderno, geografía política y geopolítica, territorio, globalización y fronteras, entre otras (ver anexo).

Del 21 al 24 de abril de 2009 tocó la ocasión al geógrafo francés Bernard Debarbieux, adscrito actualmente a la Universidad de Ginebra, Suiza, de dictar con gran éxito el curso Territorialidad de los individuos y de las sociedades hipermodernas en el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora de la ciudad de México. El curso fue dividido en cuatro sesiones que debían acrecarse, cada una, a la forma en que la posmodernidad -o hipermodernidad como la llama Debarbieux- cuestiona los conceptos espacio y territorio, naturaleza y ciudad, lugar y, por último, paisaje. Debarbieux estructuró sus análisis haciendo un repaso histórico de las formas en que la modernidad abordó dichos conceptos desde finales del siglo XVIII, para después contraponer esas formas modernas de pensamiento, a las que hoy se piensan como consecuencia de las nuevas espacialidades emergentes. Nos recordó cómo la geografía moderna, a partir de Humboldt, se basó en tres principios epistemológicos fundamentales: 1. que los fenómenos geográficos solamente lo son si se remiten a una perspectiva euclidiana del espacio; 2. que la ciencia, y la geografía en particular, no hacen más que descubrir lo existente; y 3. que el paisaje es una categoría objetiva, una realidad, un instrumento de conocimiento. En contraposición, el proyecto geográfico contemporáneo ha girado en torno a posturas científicas distintas, como proponer que los hechos geográficos son interpretados subjetivamente y que por lo tanto los objetos de la geografía no existen, más bien son construidos por los estudiosos, o que el paisaje es una puesta en escena cuya interpretación debe pasar necesariamente por el análisis de la actuación de los diversos actores sociales sobre el espacio. Así, los constructivismos epistemológico, cartográfico y social han insistido en que los objetos de estudio de la geografía no existen independientemente de sus marcos conceptuales, que los mapas son sistemas simbólicos de representación, y que los objetos de nuestro entorno son construcciones sociales Hay, por lo tanto, una “desnaturalización” del conocimiento geográfico.


Repensar el espacio y la territorialidad

Si partimos de la propuesta que atribuye al concepto de espacialidad la dimensión espacial de los objetos de conocimiento independientemente de los proyectos de la sociedad, y al de territorialidad la dimensión espacial de los objetos pasando por los proyectos de la sociedad, entonces hay que asumir que un análisis geográfico debe estudiar las relaciones entre espacialidades y territorialidades. Ello implica que cada objeto de la geografía tiene una identidad en sí mismo y separada de las de otros, pero aunque una montaña, una ciudad, un territorio nacional existan con su propia realidad material o administrativa, también existen como resultado de procesos identitarios. En este sentido, el modelo o paradigma partitivo o de la partición, es de gran actualidad en los movimientos bio-regionalistas de Estados Unidos y Canadá, que proponen abandonar las fronteras internas y las divisiones administrativas “artificiales”, para crear regiones nuevas basadas en las realidades de la naturaleza; la regionalización debe tener el fundamento de una identidad colectiva construida sobre una base natural.

Para seguir su explicación, Debarbieux usó de ejemplo la montaña como categoría pensada y como categoría de acción. La montaña premoderna era montaña por un contraste topográfico y no por su altitud; era un motivo pictórico y simbólico importante pero no lo era como un objeto natural; la montaña era marca de lo elevado, de lo divino. Con el Renacimiento, pero sobre todo a partir del siglo XVIII y del pensamiento ilustrado, la montaña apareció como categoría de paisaje, como categoría natural y geográfica. Se concibió a la montaña desde un punto de vista naturalista, como un elemento localizable que la ciencia geográfica estudia, un objeto de conocimiento y un objeto cartografiable. La altitud es desde entonces la tercera coordenada para calificar a los lugares.

Es también en el siglo XVIII cuando se inventa y naturaliza el concepto montañés, que tiene que ver con la idea del “buen salvaje” de Juan Jacobo Rousseau. En La Nouvelle Heloise, Rousseau hace pasar un pensamiento filosófico como una historia de amor, y en ella, la montaña es redentora, es el lugar del “buen salvaje”. Al mismo tiempo se ha creado el estereotipo del cretino urbano, haciendo el contraste entre la planicie y la montaña. Durante el siglo XIX, cuando el alpinismo se vuelve una moda entre la juventud pudiente de Europa, la figura del montañés cobra importancia como guía de alta montaña y se crea un nuevo estereotipo social. La montaña se concibe como un tipo de ambiente natural y el montañés como un tipo social de raíz naturalista. Los habitantes de las montañas, que más que en las montañas viven en valles intermontanos, se asumen ahora como montañeses y explotan su identidad turísticamente. Hoy, las identidades montañesas son reivindicadas políticamente y se inventan identidades comunes entre pueblos sin historia común. Se trata de construcciones políticas y no culturales. En el imaginario occidental, la montaña se piensa como lo más natural de la naturaleza, y desde la Conferencia de Río de 1992 la montaña aparece como unidad para la protección de la biodiversidad y la diversidad cultural a nivel supranacional, planetario.


Repensar la ciudad y la naturaleza

El binomio cultura-naturaleza es una creación de la modernidad occidental, que ha pretendido hacer la distinción entre dos zonas ontológicamente diferentes: las humanas y las no humanas. El pensamieno moderno concibió a la ciudad, el campo y la naturaleza como objetos topológicos claramente diferenciados, materialmente separados y arquetípicos; inventó para ellos dimensiones semánticas, iconográficas, mitológicas y políticas, creando representaciones gráficas como invenciones estéticas de lo natural, de lo salvaje, de lo civilizado; explicando el progreso de la civilización como el de una humanidad pasando por etapas naturales y de cultura; imaginando campos rurales y ciudades burguesas, ciudades asociadas a la idea de libertad.

Frente a este modelo esencialmente espacial que ordena los objetos geográficos naturaleza, campo y ciudad como elementos bien definidos y diferenciados, Debarbieux puso sobre la mesa la paradoja de las nuevas territorialidades habitadas, que celebran los arquetipos espaciales modernos a la vez que los cuestionan con sus prácticas cotidianas. Inventamos conceptos nuevos como banlieu o periurbano en un intento desesperado de recrear objetos geográficos duros, definidos, cuando la ciudad ha dejado de ser una pieza específica del rompecabezas espacial, cuando el par semántico campo-ciudad en muchos lugares ya no existe. La ciudad ya no se define en función de la morfología sino de una forma de vivir; la ciudad ya no es el lugar específico de la cultura urbana y, en este sentido, la ciudad se ha vuelto ubicua.

Cabe preguntarse entonces si la planificación debe seguir cultivando las categorías espaciales surgidas con la modernidad, o debe reinventar categorías espaciales que se ajusten mejor a las prácticas cotidianas de las sociedades hipermodernas. En vez de reforzar la identidad urbana de las ciudades, estigmatizar lo periurbano, retrabajar los límites recreando las entradas a la ciudad y dejar evolucionar los parques urbanos de forma natural, la nueva planificación se decanta por elementos espaciales híbridos, adoptando una concepción no divisoria del par ciudad-naturaleza, creando corredores ecológicos e interfases con una naturaleza que se vuelve omnipresente y que, por lo tanto, deja de ser un objeto concreto dentro del ámbito urbano.


Repensar el lugar

La geografía es la única disciplina científica que en su desarrollo ha utilizado las tres definiciones epistemológicas de lugar, a través de los paradigmas matemático o geométrico, fenomenológico y social. Hoy, esos tres paradigmas ya no se creen irreconciliables como se creyeron mucho tiempo y Debarbieux apuesta por intentar una combinación de todos que permita explicar la creación de identidades colectivas e, incluso, redefinir lugares de la humanidad en la “aldea global”, haciendo la apología de la diversidad.

Varios ejemplos le valen a Debarbieux para explicarse, y entre ellos nuevamente uno de montaña. Se trata del Mont Royal en Montreal, Canadá. La pequeña colonia francesa Ville Marie fundada a principios del siglo XVII en la base del cerro Mont Royal a la orilla del río San Lorenzo, a lo largo de su historia ha convertido a la montaña en un emblema de imaginarios colectivos que sintetiza los procesos de espacialidad y territorialidad de la ciudad. Primero como un referente a la ubicación y construcción de la villa francesa al noreste de la montaña. Después, cuando la ciudad crece en el siglo XIX, se ha convertido ya en el símbolo de la colonización anglófona al sur y suroeste de sus límites topográficos. La alcaldía decide mantener la montaña como un espacio verde libre de construcciones, se “renaturaliza”, se instala en ella un cementerio a manera de un gran jardín con tumbas apenas visibles, se crea un contraste pensado, planeado, entre la ciudad construida y el verde de la montaña. El paisajista estadounidense Frederick Law Olmstedt es el encargado de hacer el diseño del parque a finales de la centuria decimonónica, con las formas curvas de la naturaleza contrastando con las líneas rectas de la ciudad. Cuando Montreal ve frenada su pujanza económica frente a Toronto y los franceses pierden el poder político, el Mont Royal se convierte en el emblema de la lucha identitaria en el conflicto anglo-francés, y los francófonos instalan en él monumentos simbólicos como la cruz católica en su cima. Finalmente, cuando la guerra sobre los anglófonos es ganada, en el Mont-Royal se restaura el jardín de Olmsted y la montaña es entonces la representación de una ciudad de comunión pluricultural.

Los lugares, a través de su ubicación precisa y euclidiana en el espacio, se cargan de símbolos y se convierten en una construcción social y retórica; se vuelven metáforas de la sociedad, lugares para nuevas identidades a través de sus formas, de los mitos y de la sociabilidad.

Y si en la construcción del Estado nacional la creación de una gran identidad colectiva se hace a través de lugares que dan sentido y carga emotiva a la abstracción de nociones como Estado, nación y territorio, hoy se piensa en lugares que rebasan los límites nacionales de las identidades. Si la Tierra puede ser el territorio de referencia, y la humanidad el colectivo de referencia, entonces los lugares se subordinan a un nuevo juego de escalas y referencias. Es en este marco en el que se circunscribe la política promovida por la UNESCO de búsqueda y declaración de sitios como patrimonio mundial, planetario; bienes fragmentarios, comunes a todos, que deben ser valorados y protegidos.

Sin embargo, no debemos perder de vista que en esta aparente apología de la diversidad intervienen factores geopolíticos insoslayables, que hay que tomar en cuenta a la hora de analizar los procesos de definición de los lugares de patrimonio universal. Con las propuestas de nombramiento surgen militancias locales, se involucran flujos de dinero y se “territorializa” lo que en algunos casos ya había sido “desterritorializado”; los lugares replantean problemas y cambian de escala. ¿Tuvo que ver el que la UNESCO mostrara interés por designar los Budas de Bamiyan en Afganistán patrimonio universal, con su destrucción en 2001 a manos de los talibanes? ¿Conviene a algunos gobiernos el que organismos internacionales reconozcan la importancia de lugares emblemáticos de una minoría incómoda en su territorio nacional? Con las políticas mundiales de “patrimonialización”, ¿se promueve la diversidad o se apuesta por la normatividad?


Repensar el paisaje

Desgraciadamente, la contingencia sanitaria que se vivió en la ciudad de México por la proliferación del virus de influenza A H1N1 los pasados meses de abril y mayo obligó a cerrar las instalaciones del Instituto Mora. Ello impidió llevar a cabo la última sesión del curso de la Cátedra que debía abordar el tema del paisaje. Ofrecemos, para suplir en algo esa faltante y complementar lo reseñado, una lista de bibliografía del propio Bernard Debarbieux.

Hay muchas preguntas que formularse y que sugieren apasionantes líneas de trabajo para los interesados en temas como los que se expusieron en el curso del que aquí hemos escrito. Las sociedades posmodernas viven, efectivamente, en realidades territoriales novedosas, lo que nos obliga a pensar el espacio de forma diferente. El mundo de la globalización económica ha provocado el agravamiento de las desigualdades sociales, desplazamientos masivos de población, el deterioro progresivo del medio ambiente, conflictos culturales y nuevos regionalismos. Todo ello nos exige reflexionar, en un debate abierto e imaginativo, sobre nuevas fórmulas para encontrar alternativas y soluciones a los grandes problemas del mundo, que para muchos no es tan moderno como se pretende. Conceptos como naturaleza, ciudad, lugar y paisaje deben estar en el candelero de las discusiones críticas sobre los espacios geográficos y los territorios, si queremos que ese mundo “hipermoderno” como lo llama Debarbieux, además de moderno, sea armónico y solidario para todos.

En este sentido, hagamos énfasis por último en la importancia de la existencia de cátedras como la de Geografía Humana Elisée Reclus, que son producto de un gran esfuerzo de coordinación interinstitucional y transnacional, y foros de divulgación y de debate científico muy valiosos. La Cátedra Reclus no solamente ha permitido la impartición de muchos cursos que han resultado de gran interés para las comunidades académicas mexicanas incluyendo a profesores, investigadores y alumnos, y para el público en general que ha asistido a ellos de manera notablemente nutrida. Además, la cátedra ha sido el puente de acceso para arrancar proyectos de investigación conjuntos entre instituciones mexicanas y francesas, para la publicación de textos, para la visita itinerante de exposiciones, y para la formación de un fondo bibliográfico, que lleva el nombre de la cátedra, compuesto de textos relacionados con los temas de todos los cursos llevados a cabo durante trece años, y que se encuentra repetido en las bibliotecas de cada una de las instituciones que la auspician.

Los resultados del convenio de la Cátedra de Geografía Humana Elisée Reclus constituyen a todas luces un éxito de ya larga duración. Lamentablemente los tiempos de crisis económica que se viven por todo el mundo amenazan su continuidad. Hagamos votos para que las autoridades competentes sepan aquilatar la importancia de proyectos como este, y puedan defender con buen sentido el destino de recursos para mantenerlos.

 

Bibliografía Complementaria

DEBARBIEUX, B. Le lieu, le territoire et trois figures de rhétorique. L’Espace Géographique, 1995, nº 2, p. 97-112.

DEBARBIEUX, B. The symbolic order of objects and the frame of geographical action: An analysis of the modes and the effects of categorisation of the geographical world as applied to the mountains in the West. GeoJournal, nº 60, 2004, p. 397-405.

DEBARBIEUX, B. De l’objet spatial à l’effet gépgraphique. In DEBARBIEUX, B. et FOURNY, M.CH., Léffet géographique: Construction sociales, appréhension cognitive et configuration matérielle des objets géographiques. Grenoble: Editions de la MSH Alpes, 2004, p. 11-33.

DEBARBIEUX, B. Prendre position: réflexion sur les ressources et les limites de la notion d’identité en géographie. Espace Géographique, 2007, nº 4, p. 340-354.

DEBARBIEUX, B. Le syndrome de Moctezuma ou Réflexions sur l’actualité et la pertinence du couple ville-campagne dans l’analyse territoriale. In MONTEVENTI W.L., DESCHENAUX, CH. et TRANDA-PITTION, M. Campagne-ville: le pas de deux. Enjeux et opportunités des recompositions territoriales. Lausanne: Presses Polytechniques Universitaires et Romandes, 2007, p. 61-73.

DEBARBIEUX, B. Actualité politique du paysage. Revue de Géographie Alpine,2008, nº 4, p. 101-113.

DEBARBIEUX, B. and PRICE, M. Representing mountains: From Local and National to Global Common Good. Geopolitics, 2008, vol 13, nº 1, p. 148-168.

DEBARBIEUX, B., BIAGGIO, C. et PETITE, M. Spatialités et territorialités du tourisme. Dialectique du flux et de láncrage dans les Alpes. Civilisations, 2008, vol. LVII, nº 1-2, p. 75-89.

DEBARBIEUX, B. Territoire, Territorialité, Territorialisation: aujourd’hui encore et bien moins que demain. In VANIER, M. Territoires, Territorialité, Territorialisation. Rennes: PUR, 2008, p. 75-89.

 

 


ANEXO

CURSOS Y PROFESORES INVITADOS DE LA CÁTEDRA DE GEOGRAFÍA HUMANA ELISÉE RECLUS

Título del curso
Profesor/Institución

Fecha del curso

Institución sede en México

Geografía: enfoques y temas Jérôme MonnetUniversidad de Toulouse II 19-27 junio 1997 CIESAS
Taller: Elementos de cartografía e iniciación a la cartografía auxiliada por computadora Jean Michel EberhardUniversidad de París III 9-25 julio 1997 CIESAS
Las geografía en Francia: panorama para medio siglo Claude BataillonCentro Nacional de Investigación Científica (CNRS) 6-17 octubre 1997 Instituto Mora
Geografía urbana: nuevos paradigmas Marie-France Prévot SchapiraUniversidad Francois Rabelais, Tours 2-10 julio 1998 CIESAS
Entre la globalización y la integración:El fin de las fronteras Alain VannephUniversidad de Versaille-St. Quentin 3-11 noviembre 1998 Instituto Mora
Territorio y acción pública Patrice MéleUniversidad Francois Rabelais, Tours 6-14 julio 1999 CIESAS
Reinterpretar la ciudad industrial. Producción de formas arquitectónicas y urbanas en el siglo XIX Francois ThomasUniversidad de Saint-Etienne 20-28 septiembre 1999 Instituto Mora
Espacio y política Jacques LévyUniversidad de Reims 6-12 julio 2000 CIESAS
Espacio geográfico y mundo moderno Gabriel DupuyLaboratorio de geografía humana, Universidad de París X 12-20 septiembre 2000 Instituto Mora
Redes urbanas y ciudades medias en América Latina Vincent GouesetUniversidad de Rennes 23-31 mayo 2001 CIESAS
Historia y geografía : los tiempos del territorio Alain MussetEscuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS), París 2-10 octubre 2001 Instituto Mora
La cartografía de cara al futuro Emmanuel LezyEscuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS), Universidad de París, X 24-27 junio 2002 Centro Geo
Ecumene, medio ambiente y población Augustin BerqueEscuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS), París 18-27 septiembre 2002 CIESAS
Turismo y sistemas turísticos: un acercamiento geográfico, histórico y geopolítico Nathalie RaymondCEMCA, extensión Guatemala 3-7 marzo 2003 Colegio de Michoacán
Movilidad espacial y territorio: contribuciones de la geografía Laurent FaretUniversidad de París 7, Denis Diderot 14-17 octubre 2003 CIESAS
Regiones y globalización Anne-Laure Amilhat SzaryInstituto de Geografía AlpinaTEO, Universidad de Grenoble I 24-28 noviembre 2003 Instituto Mora
Ciudades y sistemas de ciudades dentro de un proceso de metropolización Thérèse Saint-Julien Universidad de París 1 29 marzo-2 abril 2004 Centro Geo
Etnografía y saberes vernáculos. Contribuciones de la geografía al estudio de las identidades Béatrice CollignonUniversidad de París 1 Panthéon-Sorbonne 25-28 octubre 2004 CIESAS
La reconfiguración de los espacios rurales en la etapa actual de la mundialización Evelyne MesclierInstituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) 18-22 abril 2005 Colegio de Michoacán
Geografía y Geohistoria de Brasil Martine DroulersInstituto de Altos Estudios de América Latina (IHEAL).Centro de Investigación y Documentación sobre América Latina (CREDAL), Paris 7-10 noviembre 2005 Instituto Mora
Los conceptos de la geografía de los riesgos Sébastien HardyInstituto de Investigación para el desarrollo (IRD) 12-15 junio 2006 CIESAS
COLOQUIO INTERNACIONALLa Geografía: ciencia universal con compromiso social Daniel Hiernaux ( Universidad Autónoma Metropolitana)
Vincent Berdoulay ( Université de Pau)
Alicia Lindón ( Universidad Autónoma Metropolitana)
Jérôme Monnet (Université de Toulouse-Le Mirail; IFU)
Philippe Pelletier ( Université de Lyon 2)
Jaime Preciado ( Universidad de Guadalajara)
Peter Ward (
University of Texas at Austin)
Marie-France Prévôt-Schapira (
Université Paris VIII)
Marie-Claire Robic ( Centre National de la Recherche Scientifique; UMR Géographie-Cites)
Emmanuel Lézy ( Université Paris X)
Gerardo Bocco ( Universidad N
acional Autónoma de México)
Blanca Ramírez (Universidad Autónoma Metropolitana)
3,4,5 julio 2007 Instituto Francés de América LatinaIFAL
Geografía urbana. Imagen y ciudad, representaciones y cartografía Christiane Weber (Universidad Louis Pasteur, Estrasburgo) 28-30 abril 2008 6,7 mayo 2008 Centro GeoColegio de Michoacán
Espacios urbanos y vidas ciudadanas en tiempos de metropolización: procesos de fragmentación y recomposiciones Virginie Baby-Collin ( Universidad de Aix en Provence) 2-5 diciembre 2008 CIESAS
Territorialidad de los individuos y de las sociedades hipermodernas Bernard Debarbieux (Universidad de Ginebra) 21-24 abril 2009 Instituto Mora
Geografía e Historia Global Christian Grataloup ( Universidad de París 7Denis Diderott) 27-31 julio 2009 Colegio de Michoacán

 

[Edición electrónica del texto realizada por Miriam-Hermi Zaar]



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Ficha bibliográfica:

RIBERA CARBÓ, Eulalia.Territorialidad de los individuos y de las sociedades hipermodernas. Reseña del curso impartido por Bernard Debarbieux en el marco de la Cátedra de Geografía Humana Elisée Reclus. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XV, nº 872, 15 de mayo de 2010. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-872.htm>. [ISSN 1138-9796].