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REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XVI, nº 940, 15 de septiembre de 2011

[Serie  documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]

 


PILLET, Félix; CAÑIZARES, Mª del Carmen; RUIZ PULPÓN, Ángel Raúl. Territorio, paisaje y sostenibilidad. Un mundo cambiante. Barcelona: Ediciones del Serbal, 2011. [ISBN 978-84-7628-626-5 ]

Francisco Cebrian
Profesor Titular de Geografía Humana
Universidad de Castilla-La Mancha
Francisco.Cebrian@uclm.es

Recibido: 15 de noviembre de 2010. Aceptado: 10 de enero de 2011.


Palabras clave: congresos, geógrafos, lógicas territoriales, procesos físicos

Key words: congresses, geographers, territorial dynamics, physical processes

 


 

 

Recientemente ha visto la luz en Ediciones del Serbal un libro que recoge las conferencias y ponencias presentadas en el XXI Congreso de Geógrafos Españoles. Bajo el sugerente título de Territorio, paisaje y sostenibilidad: un mundo cambiante se abordan algunas de las temáticas y problemáticas territoriales actuales a las que en los últimos años la literatura científica presta una atención creciente. Se organiza en ocho capítulos en los que se revisan aspectos vinculados a los cambios en las formas de relación y comunicación, a la incorporación del paradigma de la sostenibilidad, a las nuevas lógicas territoriales, a la atención creciente por el paisaje, a los efectos derivados del cambio climático, a las transformaciones en el uso y gestión del agua, o a la preocupación por los procesos de desertificación. Los títulos de cada uno de los capítulos responden a los siguientes enunciados: Geografía en red a comienzos del tercer milenio: para una ciencia solidaria y en colaboración de Horacio Capel; Geografía Humana y sostenibilidad. Hitos y perspectivas de Miguel Panadero; Territorio y paisaje, conocimiento, estrategias y políticas de Florencio Zoído; El territorio, escalas y estrategias, de Julia Salóm; El paisaje: tipos y unidades de Julio Muñoz, La singularidad pluviométrica y cambio climático en el interior de España de Javier Martín Vide; Uso, gestión y valores patrimoniales del agua de Leandro del Moral, y Procesos de erosión y desertificación en ambientes semiáridos”, de Asunción Romero. La estructura del libro se completa con una introducción y unas conclusiones elaboradas por los coordinadores: Félix Pillet, Mª del Carmen Cañizares y Ángel Raúl Ruiz.

 

En la presentación los autores destacan la importancia de las temáticas, que están en estrecha relación o son resultado de las lógicas locales y globales de la sociedad posmoderna, y que tienen un indiscutido impacto sobre el territorio y el paisaje. El acelerado proceso de innovación, producción y consumo de las últimas décadas genera beneficios en nuestro estilo de vida, especialmente en las sociedades desarrolladas, pero tiene también efectos perniciosos. El resultado es un mundo cambiante sujeto a crisis periódicas de distinta intensidad y cadencia irregular. La Geografía, disciplina que presta atención a las relaciones hombre-medio y a los desajustes y contradicciones surgidas de la dialéctica entre crecimiento económico y sostenibilidad. Esta temática ha centrado la atención del XXI Congreso de Geógrafos Españoles celebrado en la Universidad de Castilla-La Mancha en el año 2010.

 

En el primer capítulo Horacio Capel hace una reflexión sobre los efectos de las nuevas formas de comunicación y relación en nuestra sociedad. El autor propone estrategias de acomodación y renovación de la disciplina a los nuevos tiempos. El trabajo lleva por título Geografía en red a comienzos del tercer milenio: para una ciencia solidaria y en colaboración, y en él se centra la atención en la repercusión de la Web 2 (surgida en 2004) en el ámbito científico y en la geografía en particular. Esta herramienta de la red ha permitido un cambio significativo (con el paso de una relación estática a otra colaborativa, en la que los usuarios se han convertido en actores, creando y modificando contenidos). Según Horacio Capel las nuevas formas de relación (redes sociales, wikis, folcsonomías…) han incrementado y modificado a la vez el proceso de difusión del conocimiento, pero también han abierto el debate sobre la calidad de la información (medida a través de sistemas de evaluación -ISI o SCOPUS, por ejemplo- a los que se escapan trabajos con gran proyección e impacto que no están dentro de esas estructuras). Con Internet y la red Web 2 se ha incrementado la posibilidad de colaboración entre los científicos, y con ello han surgido nuevas formas de entender este proceso de inteligencia compartida que ha dado paso a una investigación colaborativa. Pero este cambio, según Capel abre el debate sobre la necesidad de una formación exigente (ya que a los científicos se les debe pedir compromiso con el trabajo y con la ciencia), la solidaridad (lo que supone avanzar además en el trabajo colaborativo) y el compromiso social en todos los ámbitos del saber.

 

Es ilustrativa la afirmación del autor cuando apunta que “las nuevas tecnologías han cambiado la geografía del mundo, pero también han modificado el mundo de la geografía”. Las nuevas tecnologías de la información geográfica tienen un uso creciente y cada vez más generalizado, que ha derivado en lo que se ha denominado geomática. Pero mientras se ha reducido la visibilidad social de la geografía, se ha incrementado el interés por el territorio, lo que obliga a una reflexión y renovación de la disciplina para adaptarla a las nuevas tecnologías sin perder su esencia. Se requiere incrementar la colaboración empleando la Web 2 y apostando por trabajos voluntarios en colaboración. Estos procesos de cambio llevan al autor a plantear una “neogeografía”, apoyada en parte en la colaboración, con menos carga de academicismo y mayor democratización en las formas de producción y transmisión del conocimiento, y sobre todo sustentada en la disponibilidad abierta en la producción cartográfica. En el caso de la Geografía Española hace una interesante propuesta de temáticas, pendientes de abordar, que cuentan con grandes posibilidades, pero que requieren de trabajos colectivos, apoyados en las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías (puesta en marcha de un Diccionario Geográfico de España, impulso a los trabajos sobre el paisaje o los paisajes españoles, la creación de webs temáticas, apoyo a los trabajos de ordenación del territorio, desarrollo de programas informáticos de interés geográfico, cartografía en colaboración, terminología geográfica, toponimia, obras en geografía, bibliografía de científicos y en particular de geógrafos, revistas geográficas, redes sociales en geografía, Atlas de la cibergeografía en España, prensa digital). En definitiva, el autor aboga por la necesaria puesta en marcha de trabajos colaborativos aprovechando las ventajas de Internet, tanto a escala española como iberoamericana, con objeto de visualizar la geografía, y abrirla a la sociedad.

 

El segundo capítulo hace una revisión del concepto y la aplicación de la sostenibilidad y las aportaciones que desde el ámbito de la Geografía se han hecho en esta temática. El trabajo, elaborado por Miguel Panadero, lleva por título Geografía Humana y Sostenibilidad. Hitos y perspectivas. El autor apunta que las últimas décadas han alimentado el debate sobre los desajustes existentes entre el modelo de crecimiento económico y de consumo crítico, que ha derivado hacia un cuerpo teórico elaborado en torno a la idea y concepto de “desarrollo sostenible”. Esta deriva teórica y conceptual ha afectado al ámbito de la Geografía. En el trabajo se hace un recorrido por la breve historia de la sostenibilidad, concepto tan controvertido, que se inició con la toma de conciencia de las desigualdades socioespaciales crecientes, y que posteriormente centró la atención en el debate sobre el acelerado proceso de deterioro y agotamiento de recursos naturales, con los problemas ambientales derivados.

 

Miguel Panadero hace una revisión de los programas institucionales más significativos que desde el año 1971 vienen prestando atención a la necesidad de armonizar estrategias de crecimiento económico con la capacidad  de regenerar el medio ambiente. Fue en la Cumbre de la Tierra (1992) donde se acuñó el concepto de desarrollo sostenible, que alimentó un rico debate en torno a la forma de entenderlo y aplicarlo (de ahí surgió la doble visión entre “sostenibilidad débil” y “sostenibilidad fuerte” o el debate entre ecoeficiencia y ecosuficiencia), al que sucedieron una serie de reuniones posteriores (en 1994 se celebró la I Conferencia sobre Ciudades Sostenibles en Aalborg –Dinamarca-, en 1996 se firmó la Carta de Lisboa y ese mismo año se celebró la Cumbre de las Ciudades –Conferencia sobre Asentamientos Humanos –Habitat II). A partir de 1997 la Asamblea General de Naciones Unidas comenzó a revisar los resultados de los acuerdos adoptados en las reuniones previas. Más concreción de objetivos perseguía la Declaración del Milenio (Nueva York, año 2000). También se rubricó en el año 2000 la Declaración Europea de Ciudades Sostenibles. Ambas sirvieron para la elaboración de la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible (2001). La última reunión importante fue la Cumbre del Desarrollo Sostenible de Johannesburgo. Se ha discutido desde entonces sobre el concepto, el significado y la aplicación, debate del que no ha escapado la Geografía. Pese a las cumbres, los avances en la aplicación de las estrategias propuestas en el siglo XXI fueron escasos, y el balance es que no se ha frenado la presión sobre los recursos, sino que se ha incrementado. El autor hace una revisión de las contribuciones de la disciplina geográfica a la forma en que se ha modelado el concepto de la sostenibilidad, las metodologías surgidas y la aplicación que se ha hecho. Han nacido aportaciones desde el ámbito de la Geografía Urbana, desde el Desarrollo Rural y desde la Planificación Regional.

 

El tercer capítulo, elaborado por Florencio Zoido, lleva por título Territorio y paisaje, conocimiento, estrategias y políticas. En este caso se aboga por la necesidad de ahondar en las poderosas relaciones existentes entre Geografía, territorio y paisaje, que todavía no han dejado un cuerpo teórico suficiente como para sentar unas bases de consenso en lo conceptual y metodológico. Plantea esta idea partiendo de la base de que la Geografía siempre ha tenido y tiene una decidida orientación hacia los estudios territoriales, aunque con una cierta desconexión con los órganos decisores. En ese sentido hace una reflexión atinada sobre las relaciones entre Geografía y Ordenación del Territorio, participada por muchas disciplinas, aunque con unos resultados en la producción literaria poco claros y en ocasiones cuestionables. Apunta el autor que para ordenar el territorio es preciso entenderlo en sí mismo, sin confundirlo o entrelazarlo ambiguamente con la sociedad que lo ocupa o la economía que lo transforma; requiere un tratamiento diferenciado en lo conceptual y metodológico, acomodado a los distintos tipos de escalas; y hace obligado diseñar un modelo territorial desde el punto de vista conceptual y metodológico. El modelo territorial se puede articular bajo la expresión de una serie de estructuras y sistemas de cohesión territorial, que deben tener órganos propios de gestión y son eficientes sobre todo en las escalas local, comarcal y regional. Especialmente desarrollado ha sido el ámbito local y en menor medida los otros dos, para los que propone abordar como ámbitos preferentes de planificación regional el sistema de asentamientos, el sistema relacional y el sistema patrimonial, sobre los que se deben pensar y aplicar estrategias y políticas específicas de ordenación territorial. Otro de los aspectos analizados en el capítulo está dedicado a las relaciones entre territorio y paisaje. Centra la atención en el impulso producido en España, sobre todo a nivel autonómico, desde la aprobación del Convenio Europeo del Paisaje (2000). Florencio Zoido plantea la necesidad de incorporar  el paisaje de forma continuada y suficiente en los instrumentos de ordenación territorial; también aporta consideraciones conceptuales, metodológicas y prácticas que deberían contemplar en las legislaciones españolas, y aboga porque el desarrollo de normativas específicas para el paisaje se dirijen específicamente a las escalas comarcal y regional, así como de propuestas metodológicas e instrumentales para su caracterización, análisis y regulación. El autor pone de manifiesto la necesidad de considerar el paisaje en el ámbito local.

 

Otro de los trabajos recogidos, el cuarto redactado por Julia Salom, lleva por título El territorio: escalas y estrategias. En él se abordan algunos de los efectos territoriales asociados a las transformaciones operadas en los últimos años, que dejan efectos diferentes en función de las escalas, respuestas distintas de cada uno de los territorios a las nuevas lógicas. Indudable incidencia han tenido la mejora de los medios de comunicación y de la tecnología de la información, además de cambios que explican nuevas dinámicas de los territorios. La competitividad viene ahora condicionada por la forma en que se insertan en el nuevo espacio de redes y por la capacidad de generar estrategias colectivas basadas en la cooperación entre agentes públicos y privados. En este marco de referencia, la autora hace un repaso de las nuevas estructuras identificadas a partir de los trabajos presentados al XXI Congreso de Geógrafos españoles.

 

Julia Salom asigna un papel protagónico a las mejoras en los sistemas de comunicaciones como elementos de reestructuración y reposicionamiento de los territorios. El aumento de la accesibilidad posiciona de manera privilegiada a determinados espacios. En España se percibe en el efecto de la Alta Velocidad y la potenciación de la intermodalidad, que tiene repercusiones en algunas ciudades medias, sobre todo en aquellas situadas en las coronas de las grandes ciudades nacionales, pero en otros también se produce sin que exista vinculación a las áreas funcionales de las metrópolis nacionales. Tanto en un caso como en otros se requieren medidas de acompañamiento y valorización para mejorar su posicionamiento. Se ejemplifica con algunas realidades de Extremadura y  Castilla-La Mancha. Se perciben nuevos procesos urbanos, que dejan cambios morfológicos en las ciudades asociados al incremento de la movilidad y la aparición de manifestaciones de suburbanización (ciudad difusa), también llevan asociados los cambios en las jerarquías urbanas con el ascenso de las ciudades medias, sobre todo en el entorno metropolitano de las grandes ciudades. Frente a las dinámicas urbanas, la autora identifica los procesos de transformación más significativos operados en los ámbitos rurales, que están sometidos a dinámicas diferentes, aunque con las problemáticas recurrentes vinculadas al despoblamiento, al envejecimiento y a la desarticulación funcional del sistema de centros tradicionales.

 

Otro de los aspectos tratados en el trabajo incide en las estrategias y políticas,  que organiza a su vez en dos líneas de análisis diferenciadas: por un lado las estrategias y proyectos territoriales y por otro los instrumentos y políticas. En el primer aspecto incide en la importancia de las redes de actores locales, públicos y privados, que son los que tiene capacidad de poner en valor recursos territoriales específicos (en este sentido han surgido iniciativas relacionadas con el turismo, el marketing territorial y la creación de identidad). En relación a los instrumentos y políticas se presta atención al marco normativo español, incidiendo en su falta de capacidad para controlar y encauzar los procesos aparecidos en los últimos años, por problemas de coordinación, limitaciones en materia de planificación y coordinación supramunicipal, y tendencia hacia la desregularización del urbanismo. Se ilustra esta situación prestando atención a las normativas regionales y subregionales de ordenación del territorio y a la de espacios protegidos.

 

El capítulo seis ha sido elaborado por Julio Muñoz y lleva por título El paisaje: tipos y unidades. De su lectura se comprueba el interés creciente por los estudios de paisaje, que está afectando a la producción científica generada desde el ámbito de la Geografía, muy preocupada por la dimensión objetiva y percibida del territorio. Ya no se trabaja desde una división estricta que separa criterios físicos de los propios de las  actividades humanas a la hora de clasificar y tipificar los paisajes. Es interesante la afirmación del autor cuando apunta que “el paisaje está siendo tratado cada vez más como un objeto con entidad independiente, que cuenta tanto con una base material y objetiva como con una carga de percepciones, valores y significados sociales, y cada vez menos como un dato o fuente de información visual del territorio, aunque formalmente se pretende y se defiende su integración sistemática en la ordenación territorial o en el aprovechamiento de los instrumentos de ésta para hacer viable su tratamiento en profundidad y para darle valor y sentido aplicado” (Muñoz, J: 153, 2010).  Julio Muñoz incide en el hecho de que se mantiene la tendencia a clasificar y tipificar paisajes de acuerdo a criterios tradicionales, aunque cobran protagonismo los que emplean los vinculados al Convenio Europeo del Paisaje. Pese a ello, se deja sentir la inexistencia de un cuerpo metodológico, teórico y técnico armonizado, y prueba de ello es la heterogeneidad con la que se aborda esta problemática dentro de los trabajos presentados al XXI Congreso de Geógrafos Españoles.

 

El capítulo siete, elaborado por Javier Martín, analiza la Singularidad pluviométrica y cambio climático en el interior. El autor hace una reflexión sobre la toma de conciencia creciente acerca de una realidad cuestionada hasta hace relativamente poco tiempo, pero que se ha convertido en un tema de actualidad: el del cambio climático y sus efectos sobre el territorio. La variabilidad climática está relacionada con factores socioeconómicos que están produciendo un calentamiento global asociado al efecto invernadero. La ciencia ha prestado atención a la variabilidad natural del clima, pero también ha conseguido identificar algunas señales que apuntan hacia un cambio climático, que tiene entre sus efectos más directos una ligera subida de la temperatura media del Planeta, la elevación del nivel medio del mar, y un retroceso generalizado de los glaciares de montaña. De no cambiar los modelos económicos actuales, es previsible que continúen produciéndose. El autor presta una atención especial a las estimaciones realizadas para la Península Ibérica, en la que los escenarios futuros apuntan a un incremento medio de las temperaturas y una reducción de las precipitaciones, aunque sobre este último aspecto hay más incertidumbre, porque no hay tendencias claras, pues existe una cierta coincidencia en la reducción de las cuantías.

 

El capítulo ocho lo ha preparado Leandro del Moral, y se titula Uso, gestión  y valores patrimoniales del agua. El autor incide en los avances que en los últimos años se vienen produciendo en el proceso de gestión del agua, tradicionalmente orientado a la oferta de recursos, y cada vez más dirigido a la gestión de la demanda. Desde el ámbito de la Geografía se está haciendo un tratamiento en la misma dirección (pasando de una concepción del agua como recurso productivo a entenderla como un patrimonio natural, social y cultural). El autor hace una revisión de los trabajos presentados a la ponencia, entre los que destacan temáticas relacionadas con la hidrogeografía física, otros a usos consuntivos y aprovechamientos productivos, algunos dedicados al regadío, al análisis de los abastecimientos urbanos, a las políticas de agua, al tratamiento de ecosistemas acuáticos, al patrimonio y a los paisajes del agua. Se percibe, según Leandro del Moral, un cambio en el marco conceptual y teórico en los enfoques de la Geografía del Agua, y una modificación en las temáticas en relación a las líneas tradicionalmente empleadas.

 

El capítulo nueve, titulado Procesos de erosión y desertificación en ambientes semiáridos, ha sido elaborado por Mª Asunción Romero. La autora revisa la importancia de la desertificación, el marco conceptual en el que se presenta (y que ha abierto en España el debate sobre la desertización y la desertificación); las causas que alimentan el proceso -relacionadas en unos casos a factores de índole natural y en otros de carácter antrópico-; también presta atención a las consecuencias asociadas al avance de la desertificación, que se han evaluado a partir de indicadores asociados a los niveles de degradación del suelo, de la vegetación, de las aguas, de aspectos climáticos, geomorfológicos o socioeconómicos. Se detiene también en la importancia de la desertificación, y presenta algunas de las estimaciones que persiguen recoger el impacto que el proceso está generando a diferentes escalas. Centra la atención en el caso español, donde el riesgo de desertificación es especialmente acusado en la franja costera mediterránea, y apunta los factores que acentúan esta realidad (los incendios forestales, el abandono de tierras, la salinización de áreas en regadío o la pérdida de fertilidad de suelos). Los efectos territoriales de la desertificación se concentran en la zona hortofrutícola costera, en la zona olivarera andaluza, en la zona de regadío continental sur, en la zona de regadío continental norte, y en la zona de las dehesas. Mª Asunción Romero recoge las tendencias futuras, entre las que se incluye las expectativas de cambio climático con aumento de las temperaturas y previsible descenso de las precipitaciones, asociadas a un incremento en la evapotranspiración potencial, y que dejan como balance probable un incremento de la problemática asociada a la desertificación. Recoge finalmente las acciones que desde organismos internacionales y nacionales se vienen desarrollando para conocer el impacto y proponer o realizar actuaciones orientadas a mitigar sus efectos. En la parte final del trabajo se hace una revisión de los contenidos de catorce comunicaciones presentadas dentro de esta ponencia.

 

La coordinación del libro ha sido responsabilidad de geógrafos de la Universidad de Castilla-La Mancha (Félix Pillet, Mª del Carmen Cañizares y Ángel Raúl Ruiz), que han constituido junto a otros profesores un grupo de investigación dedicado a analizar el policentrismo y las áreas funcionales aplicadas al territorio de Castilla-La Mancha. Además cultivan líneas de investigación propias, en el caso de Félix Pillet, orientada a la Geografía Urbana y a la valoración catastral urbana y rústica. Mª del Carmen Cañizares viene desarrollando en los últimos años una línea de trabajo orientada a estudiar el patrimonio y el medio ambiente, y por último Ángel Raul Ruiz trabaja en distribución de los cultivos de regadío.

 

 

 

© Copyright Francisco Cebrian, 2011
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Ficha bibliográfica:

CEBRIÁN, Francisco. Pillet, Félix; Cañizares, Mª del Carmen; Ruiz Pulpón, Ángel Raúl. Territorio, paisaje y sostenibilidad. Un mundo cambiante. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de septiembre de 2011, Vol. XVI, nº 940. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-940.htm>. [ISSN 1138-9796].