Scripta Nova  Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 45 (18), 1 de agosto de 1999
 

IBEROAMÉRICA ANTE LOS RETOS DEL SIGLO  XXI.
Número extraordinario dedicado al I Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

COOPERATIVISMO Y RECICLADO: ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA DE LOS SELECCIONADORES DE BASURA DE SALVADOR, BAHÍA, BRASIL.

Hilda Maria de Carvalho Braga
Antropóloga
Doctoranda en Geografía Humana
Universidad de Barcelona 


Resumen

Este artículo trata de la producción, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos en la ciudad de Salvador, Bahia-Brasil con énfasis en las actividades desarrolladas por los badameiros, basureros clandestinos del reciclado y de los avances alcanzados con el Proyecto de Promoción Social de los badameiros. La metodología utilizada esta basada en los datos estadísticos de la producción, desperdício y reciclado de los residuos sólidos urbanos en el periodo de 1992-1998 y en el programa de actuaciones del ayuntamiento de Salvador y de la Compañía de Desarrollo de la Región Metropolitana de Salvador. El programa adopta la concepción del sistema de reciclado en la orígen agregando a los badameiros. La incorporación de los recicladores informales en el proyecto y la formación de una cooperativa constituyen una estrategía de supervivencia de estos recicladores.

Abstracts

This article studies the production, treatment and final disposing of urban solid waste in Salvador, Bahia, Brasil, enphasizing the badameiros activities of recycling and the based on the improvements achieved by the Badameiros' Social Promotion Project realized by the Metropolitan Project. The methdology is based on the statistics dates of waste production and recycling materials during the period of 1992-1998 and on the program developed by the Municipality Administration and by the Metropolitan Development Agency of Salvador. This program adopts the conception of recycling system by separating collection. The recycling system incorporates the informal reclyclers within the project and with the support of the municipality organized a cooperative which has been a survival strategy for the reclyclers people. 


En este fin de siglo el escenario social de los países en desarrollo está transformándose en algo más inquietante y más amenazador. El mapa del hambre elaborado en 1983 por el Instituto de Pesquisas Econômicas Aplicadas (IPEA, Ministerio de Planeamiento) constató 32 millones de brasileños en situación de miseria(1). De acuerdo con el informe, Salvador posee un 16,5 por ciento de las familias consideradas por debajo del nivel de pobreza humana. En 1998 el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) cuantificó en 28,7 por ciento el número de brasileños que están debajo de la línea de la pobreza; este estudio considera pobre la población con ingreso inferior a 1 dólar de EEUU por persona y día(2).

El crecimiento de las desigualdades sociales referidas en los documentos del IPEA y PNUD, divergen de las estadísticas económicas oficiales respecto el crecimiento económico y desarrollo tecnológico del país. En este sentido el crecimiento económico no ha logrado generar un mejoramiento de las condiciones de vida de la población, ni la reducción del cuadro de exclusión social.

Desde el siglo pasado hasta la década del 1970, el Brasil se ha transformado en una potencia económica marcada por una gran desigualdad de renta de su población. Salvador, la capital de Bahía, acompañó estas transformaciones; sin embargo en el terreno político y económico vio disminuir su importancia debido al mayor desarrollo alcanzado por el eje Río de Janeiro-SãoPaulo. Salvador, que en el siglo pasado era la capital de la colonia, pierde el poder político; Río de Janeiro pasa a tomar este lugar gracias al cambio de la familia real para esta ciudad, transformándose así en la capital del Brasil. En el caso de la ciudad de São Paulo el cultivo del café suplantó la caña de azúcar del nordeste y posibilitó la implantación de la red de ferrocarril, de las industrias y el desarrollo del puerto de Santos. El área metropolitana de Salvador, contaba en 1996 con una población de 2,3 millones de habitantes y una superficie de 310,56 km² (3).

Este trabajo trata del sistema de tratamiento y disposición final de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) producidos en la ciudad de Salvador, con énfasis en las actividades desarrolladas por los badameiros, basureros clandestinos del reciclado y de los avances alcanzados con el Proyecto de Promoción Social de los Badameiros. La metodología utilizada esta basada en los datos estadísticos de la producción, desperdicio y reciclaje de los residuos sólidos urbanos en el periodo de 1992 -1998 y en el programa de actuaciones del ayuntamiento de Salvador y de la Compañía de Desarrollo de la Región Metropolitana de Salvador (Conder).
 

La basura de la ciudad de Salvador en el siglo XIX
 

Salvador en la mitad del siglo XIX tenía una población de 54.652 habitantes y empezaba a implantar sus primeros sistemas de transporte, alcantarillado y recogida de basura(4). Era la principal ciudad brasileña. Gran parte del trafico de esclavos era hecho a través de su puerto. En esta época, además del control político la ciudad tenía también importancia económica con el comercio del tabaco que servía de moneda de cambio incluso para la compra de los esclavos.

A partir de 1865, la provincia de Salvador hacía su primera contratación de los servicios de limpieza pública. Los servicios de agua (1852), luz (1836) y de transporte (1862) fueron anteriores a este año. La provincia firmó un contracto con una empresa para que se encargase de los servicios de aseo y limpieza de la ciudad. Los servicios comprendían la remoción de materiales orgánicos y inorgánicos que pudiera causar peligro a salud pública, desde la recogida de la basura domiciliar, al barrido de las calles y limpieza de los arroyos hasta la conservación y arborización de la ciudad. De acuerdo con Nascimento (1986), "había también un gran problema higiénico en la ciudad: la remoción de los detritos y materia orgánica existente en las cocheras y caballerizas públicas y particulares que persistían dentro de la zona urbana, así como los residuos de las fábricas de tabaco y otras" (5).

El contrato firmado en 1862 establecía horas fijas y áreas determinadas para la recogida de la basura cobrándose una tasa por los servicios de acuerdo con el numero de habitantes en la vivienda. Eran multados por negligencia o mala fe aquellos ciudadanos que depositaban los desechos en las calles, contraviniendo los reglamentos municipales. La empresa contratada también sufriría multas cuando no cumpliera las exigencias estipuladas en el convenio. La Cámara Municipal designaba los locales donde se depositaría la basura y los detritos, y no permitía enterrarla en el perímetro urbano de la ciudad.

Salvador en el siglo XIX, era considerada una ciudad sucia, como la mayoría de las ciudades decimonónicas. En la ciudad los desechos se acumulaban en las calles, en plazas y ríos, contribuyendo la proliferación de enfermedades epidémicas. No había manera eliminar los desechos que se acumulaban en las calles, en las plazas, y en los ríos. En las calles se acumulaban los denominados "exterquilíneos" capas de basura de diferente orígenes que aumentaba siempre en extensión(6). Así, la implantación de los servicios públicos en el siglo XIX significó un avance en el confort y bienestar de la población, además de la modernización y cambio de los antiguos sistemas de recogida de la basura de la ciudad colonial(7).
 

La dinámica urbana en la década de 1970
 

Desde los años 70 el crecimiento de la industria en Brasil suscitó la necesidad de instituir instrumentos normativos para controlar los efectos negativos sobre los recursos naturales y el medio urbano. Paradójicamente, este período marcado por el agravamiento de los problemas ambientales, ha producido también una mayor concienciación mundial y nacional sobre las cuestiones ambientales(8).

En 1970 Salvador, alcanza la cifra de 1,5 millones de habitantes y a la vez recibía una serie de incentivos del gobierno federal a fin de desarrollar un parque industrial moderno. En este período, se realizan también una serie de intervenciones urbanas en su red viaria, como la ampliación de algunas calles y la construcción de nuevas avenidas por los valles de la ciudad. La topografía de Salvador posee un relieve ondulado, con una gran cantidad de cursos de agua que cortan la ciudad, albergando en dichos años huertas que abastecían la población.

Con el crecimiento de la ciudad los valles fueron siendo convertidos en vertederos de los residuos urbanos y en algunos casos, han sido cubiertos por la construcción de viviendas y de calles. En la década de 1990 la población ha duplicado la cifra alcanzada en 1970, pasando a más de dos millones en la actualidad. Este crecimiento poblacional acelerado no fue acompañado por un aumento en los niveles de equipamiento e infraestructura, ocasionando una serie de dificultades en la provisión de estos servicios urbanos.

Hasta el final de la década de los setenta no existía por parte de los organismos públicos una preocupación por la cuestión ambiental y, en particular, por el tratamiento y la disposición final de los residuos sólidos en las grandes metrópolis brasileñas. La concentración de población y la disputa por el uso del espacio urbano convirtieron el gran volumen de residuos urbanos en las áreas metropolitanas en una cuestión de difícil solución para los gobernantes y investigadores. Por otro lado, el crecimiento poblacional significa el crecimiento de los bienes de consumo y una mayor utilización de los recursos naturales, consecuentemente, el aumento de la basura.
 

El tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos
 

Muchos países como el Reino Unido, Japón, Alemania, Francia y España, adoptaron como solución la minimización de los residuos urbanos el reciclado y el compostaje en combinación con la incineración de los residuos, no obstante los elevados costos que estos servicios puedan representar para la gestión pública(9). Sin embargo, sigue siendo necesario almacenar, enterrar, volatilizar y destruir, por el sistema que los expertos indiquen, toneladas y toneladas de residuos de todo tipo, orgánicos e inorgánicos así como instalar centros destinados al aprovechamiento y la eliminación de residuos; como, por ejemplo, el proyecto para la gestión integral de residuos, Parque de Actividades Medioambientales (PAM), de Madrid.

En Estados Unidos desde 1990, la basura acumulada supera los 11.000 millones de tonelada que representa el coste económico para los consumidores superior a los 1.100 millones de dólares según los datos del informe recién publicado por la organización Zero Waste America. Sólo en 1997, los norteamericanos tiraron a la basura 1.200 millones de toneladas de desperdicio. Esta misma organización afirma que algunos programas de reciclado permitidos por la Agencia de Protección del Medioambiental fomentan el empleo de residuos industriales tóxicos y fango de alcantarillado como fertilizante para aliviar algunos vertederos, con las consecuencias negativas que esta práctica puede tener sobre la tierra. Los agricultores y dueños de terrenos que aceptan someterse al programa reciben una compensación económica. La práctica de importación de basuras ha sido relativamente frecuente y cada vez más los municipios aceptan la basura de otros como forma de mejorar las finanzas.

Una de las áreas más desarrolladas de Brasil es la Región Metropolitana de São Paulo donde el creciente numero de vertederos clandestinos y el agotamiento de las áreas periféricas para la disposición final de los residuos urbanos van agravando los problemas y exige crear nuevas soluciones. Los vertederos de la ciudad de São Paulo, con una vida útil de entre cuatro a cinco años, reciben diariamente una producción de 12 toneladas de basura o sea, 1,5 kgs. por habitante. Las informaciones y datos del Instituto de Pesquisa y Tecnología (IPT) constatan que no hay áreas para nuevos vertederos y que, además São Paulo sólo recicla menos de 1 por ciento de la producción diaria de los residuos sólidos urbanos(10).

En otras ciudades brasileñas como Belo Horizonte y Curitiba, donde la actuación del sector de saneamiento ambiental es muy reconocida, las soluciones propuestas, cada vez más, se dirigen a la educación ambiental, la responsabilidad del ciudadano y las nuevas alternativas de reciclaje. Según Alves (1996), en Brasil se recicla poco más de 50 por ciento del aluminio, 30 por ciento del cartón-papel, 15 por ciento de plásticos y 27 por ciento de vidrios, lo que representa muy poco se tenemos en cuenta los beneficios ambientales del reciclado.

Las nueve regiones metropolitanas de Brasil densamente ocupadas y conurbadas presentan problemas semejantes en la gestión de los residuos; entre ellos, la dificultad de áreas para disposición final, la contaminación de los ríos, la aparición de conflictos con la población alrededor. En las provincias del nordeste los problemas de la recogida de basuras están en general relacionadas con el déficit financiero, la falta de capacidad administrativa y de gestión de los ayuntamientos, así cómo el bajo nivel cultural de unas poblaciones aún no concienciadas de la importancia de los servicios de limpieza urbana. En estos aspectos, las condiciones inadecuadas de limpieza urbana en los diez municipios que componen la Región Metropolitana de Salvador (RMS), no difieren substancialmente de la mayoría de los municipios brasileños.

En casi todas las ciudades brasileñas los residuos especiales tales como los productos químicos, fármacos caducos, residuos voluminosos, baterías, escombros, algunos lodos son manejados, autorizados subrepticiamente, en conjunto con los residuos municipales; para finalmente ser depositados en los mismos vertederos municipales. Una parte de estos residuos especiales cuya proporción es difícil de estimar, es manejada por los propios generadores y es arrojada en cualquier lugar en forma clandestina. La falta de vigilancia y conciencia ambiental de los generadores contribuye a la proliferación de este tipo de basuras(11).

Asegurar la evacuación y el tratamiento sistemático de la creciente producción de los residuos urbanos en las ciudades, constituye, hoy en días un gran desafío para los municipios brasileños. El peligro que la contaminación por los residuos ocasiona en los centros urbanos, revela un modelo de desarrollo insostenible, haciendo con que cada vez sea más difícil la supervivencia de las futuras generaciones humanas.

La intervención en el crecimiento y desarrollo de las ciudades brasileñas en la dirección de un espacio más equilibrado desde el punto de vista socio-ambiental es una necesidad ampliamente sentida(12). Las ciudades brasileñas en crisis apuntan a un cambio en los paradigmas de gestión exigiendo eficiencia, productividad y políticas urbanas con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población(13). En efecto, el momento exige que se busquen nuevos modelos de políticas urbanas que al mismo tiempo atiendan a las exigencias de la economía globalizada, la regulación pública de la producción de la ciudad y la lucha contra el cuadro de la exclusión social.

Entendemos que el espacio organizado es el resultado objetivo de la interacción de múltiples variables a través de la historia según ha señalado Milton Santos(14). La definición de los instrumentos metodológicos de la investigación deberá tomar como base esta interacción de múltiples variables en el espacio organizado históricamente. La búsqueda de alternativas para los modelos de gestión, junto a la definición de soluciones tecnológicas en el sector de saneamiento ambiental, son exigencias cada vez más urgentes en las ciudades modernas. De esta manera, es fundamental el análisis de otras experiencias distintas de la realidad brasileña que puedan agregar nuevos elementos y marcos comparativos a la gestión urbana.

La concentración progresiva de la población y de las actividades económicas en grandes aglomerados urbanos ha llevado a la formación de estructuras espaciales complejas, conocidas como áreas metropolitanas, dónde en una superficie relativamente reducida convive una grande variedad de uso del suelo, cuyo proceso de la ordenación territorial requiere un esfuerzo considerable de los planificadores urbanos(15). De hecho, las grandes áreas metropolitanas continuarán atrayendo población, inversiones y empresas, a pesar de los incentivos hacia áreas menores. Los procesos de polarización espacial alcanzaron, en las últimas décadas límites desconocidos hasta ahora(16).

En el ámbito metropolitano es frecuente la superposición de las administraciones, lo que introduce dificultades en la gestión de lo ya proyectado en los diferentes ámbitos de la burocracia pública, complicando aun más el proceso de ordenación espacial. Mientras tanto, no queda duda que la consolidación y la progresiva ampliación del hecho metropolitano necesitan respuestas adecuadas que aborden su complejidad y que combinen los principios básicos de eficiencia en las actividades del desarrollo económico, de calidad de vida adecuada para sus habitantes, cualidad del diseño urbano y preservación del medio ambiente natural sometido a una aplastante acción humana.
 

La producción de residuos sólidos urbanos en la ciudad de Salvador
 

En Salvador, a partir de 1977, cuando se elaboró junto con el Centro de Pesquisa e Desenvolvimiento (CEPED), el estudio "Remoción e Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos en RMS", la Compañía de Desarrollo de la Región Metropolitana de Salvador (CONDER) viene realizando investigaciones y proyectos en residuos sólidos urbanos para el área metropolitana(17). Autores como Espinheira e Azevedo, Nunesmaia, Dias e Dias, Alencar, Teles, Ávila y Cardoso(18), desarrollan actualmente investigaciones en Bahía que tratan de la producción, recogida, disposición final, modelos de gestión de residuos sólidos peligrosos, además de los procesos informales de reciclado. El desarrollo del sistema regional de tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos exige una evaluación de impacto ambiental que pueda, a partir de una diagnosis socio-ambiental, conocer cualitativa y cuantitativamente desde el origen de la producción de los residuos hasta su disposición final y los principales actores sociales involucrados.

Con inversiones del Banco Mundial y del Gobierno del Estado de Bahía este órgano, inició el Proyecto Metropolitano para la Región Metropolitana de Salvador, implantando un Sistema Integrado de Tratamiento y Disposición Final de los Residuos Sólidos Urbanos, atendiéndose a lo que dispone y determina la legislación actual. El Proyecto Metropolitano realizó inversiones de 33 millones de dólares para el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos en los 10 municipios. El Programa de Residuos sólidos actuó con el planeamiento, entrenamiento y apoyo en la gestión de las municipalidades. El planeamiento supuso la elaboración de los Planes Directores de Limpieza Urbana que adoptan como modelo tecnológico la segregación en el origen reduciendo costos en los servicios, además de minimizar los riesgos ambientales y sanitarios.

Los estudios de impacto ambiental permitieron la definición de las áreas para construcción de los vertederos sanitarios; además de las medidas mitigadoras y de control. La implantación del programa dio lugar a la construcción de cuatro aterros sanitarios, localizados estratégicamente en la región cada uno incluye: central de podas, central de escombros y una unidad de incineración de residuos hospitalarios, una estación de transbordo, además de los planes de limpieza urbana, entrenamiento técnico y de gerencia, y acciones de educación ambiental. En la actualidad, estos equipamientos se enfrentan con la cuestión de la gestión: se debaten hoy los modelos adoptados de gestión de los gobiernos locales y su capacidad financiera de intervención, además de una visión prospectiva de los nuevos impactos causados por lo crecimiento de la red urbana de la RMS.

En el año de 1992 con una población de 2.115.637, la producción total de residuos sólidos urbanos en la ciudad de Salvador fue de 846.000 toneladas al año. La producción media diaria fue 2.350 ton./día, representando el 0,9 kgs. por habitante/día. Seis años después, en 1998, la producción total de residuos aumentó a 2.448.850 toneladas al año, lo que representó una media diaria de 3.548 toneladas. Esto significó un acrécimo de 33,7 por ciento del residuo urbano total, un incremento expresivo. Por consiguiente con relación a la producción total por habitante el incremento fue de 0,3 por ciento, o sea, cada habitante pasó a producir 1,2 kgs. al día. La producción total de residuos incluye la producción domiciliaria, escombros, residuos de los servicios de salud, de los mercados y de las áreas verdes.
 

El sistema de recogida selectiva en la ciudad de Salvador
 

Desde mucho años que la recuperación de materiales secundarios procedentes de los residuos sólidos municipales es practicada por personas que buscan una fuente de ingresos. Son trabajadores del sector informal que de puerta en puerta compran ó reciben sin costo papel, botellas y metales; y trabajadores del servicio de limpieza urbana que rebuscan entre los desechos recibidos en la recolección(19). También es frecuente la presencia de personas en los vertederos no clausurados seleccionando entre los desechos los materiales para venta o consumo propio. Todos forman parte del sistema de reciclado que hay en la mayoría de los países con niveles de pobreza urbana acentuados.

En Salvador la recogida selectiva de la Cooperativa de Reciclado (COOPCICLA), ha empezado en 1997 con las inversiones del Proyecto Metropolitano que incluían la construcción del depósito de selección y almacenamiento, adquisición de los equipamientos de recogida y entrenamiento de los recicladores. En la concepción del sistema se han tomado en cuenta los aspectos culturales de la población, permitiendo que los segregadores recogiera los materiales ya separados por los residentes. Además el ayuntamiento reactivó la Central de Badameiros de Canabrava (CENBA) que selecciona los residuos de origen comercial y domiciliario en un área restringida del vertedero de Canabrava.

En el año de 1998, la basura para ser reciclada recogida con destino a dicho vertedero fue de 1.l71.389 toneladas. De este total la Central de Badameiros (CENBA) ha aprovechado el 8,1 por ciento, es decir 5.021 toneladas al año representando 2,0 kgs. al año, un valor aún insignificante de reciclado, se lo comparamos al de las ciudades europeas. Los materiales colectados en la CENBA fueron aluminio, vidrio, plástico, metal y papel; este último representó casi 70 por ciento da recogida selectiva.

La COOPCICLA viene reciclando en el origen el total de 664 toneladas al año, esto representa menos de 0,5 kg. por habitante al año también insignificante con relación a la que Barcelona recicla con sus contenedores. En dicha ciudad, por citar algunas cifras representativas, en 1991 tenía una recogida selectiva con un valor de 10 kgs. por habitante/día y el año de 1996 aumentó a 17 kgs. por habitante día. Todavía no podemos aceptar estos datos como referentes al total de lo que es rescatables en la ciudad, pues que no son contabilizados por el sistema los materiales rescatables por los trabajadores del sector informal que también de puerta en puerta compran ó reciben sin costo papel, vidrio y aluminio.
 

Los badameiros de Canabrava
 

Para el tratamiento de la basura a principios del siglo XX Salvador poseía un horno incinerador con una serie de problemas que iban desde la manutención y control riguroso y la falta de personas calificadas, hasta el costo elevado de operación(20). En la década de 60 la ciudad tenía dos calderas funcionando y la basura restante se fue depositando de forma indiscriminada en un área de manglares de la bahía de Todos los Santos, cercano al lugar donde vivía una población pobre. Esta acción era justificada como una forma de rellenar esta zona para la construcción de viviendas populares. Salvador, en dicha década, con una producción diaria de 450 toneladas de residuos sólidos urbanos y una población de más de 1.500.000 personas, no tenía ningún tipo de planeamiento o estudios específicos para el tratamiento de los residuos. En el año de 1973, la población del área en cuestión, estimada en 90.000 habitantes, realizó una serie de protestas en contra de los peligros de contaminación por enfermedades y epidemias, consiguiendo clausurar el vertedero de Alagados.

El vertedero de Canabrava tuvo su inicio en 1974, con una vida útil estimada en nueve años. Los criterios utilizados para definición del plazo de agotamiento de su capacidad fueron los mismos que los adoptados en el Plan Director de Limpieza Urbana de la ciudad de Belo Horizonte. Hace más de 20 años que el vertedero controlado de Canabrava recibe la basura doméstica, hospitalaria y comercial de la ciudad del Salvador. Desde el principio, se fue depositando la basura de forma indiscriminada, lo que con el paso del tiempo dio lugar a un vertedero incontrolado, donde la única operación de tratamiento que se llevaba a cabo era la compactación, a fin de reducir el volumen de residuos depositados y alcanzar su recubrimiento.

Con el crecimiento de la ciudad se ha desarrollado alrededor del vertedero el barrio de Canabrava cuya población pasó a convivir y sobrevivir con los productos depositados en el vertedero, con la utilización y reciclado de productos como botellas, ropas, aluminio, cartón, hierro y plástico. En una disputa desigual los badameiros recogen los materiales rescatables entre camiones, tractores y animales domésticos.

Actualmente con una población de poco más de 10.000 habitantes, el barrio de Canabrava posee un área de 33 hectáreas de las cuales cincuenta por ciento ya están ocupados con viviendas. Cerca de ochenta por ciento de la población vive en las vertientes y el restante en las cumbres. La ocupación habitacional del área se inició a partir del permiso del ayuntamiento en trasladar las familias de otros barrios de Salvador desalojadas por las lluvias en los finales de los años setenta(21). A pesar de haber sido transferidos a este sitio, la propiedad del suelo no ha sido reglamentada.

Las viviendas disponen de agua tratada suministrada por la Empresa Bahiana de Saneamiento (EMBASA) proveniente del depósito del barrio de Aguas Claras en Salvador. La red de distribución atiende casi la totalidad de las viviendas sin interrupciones excepto en áreas de ocupación más reciente. Todavía no hay tratamiento sanitario de los desechos domiciliarios. La mayoría de las viviendas no disponen de un sistema de alcantarillado por lo que canalizan sus desechos a las calles. Esto propicia los elevados índices de enfermedades diarréicas, las parasitosis intestinales sobre todo en la población infantil.

La actuación de la Secretaría de Salud en el barrio, a través del Distrito Sanitario de Pau da Lima, está basada en la prevención de las enfermedades, estimulando la participación comunitaria. Con el objetivo de adoptar estrategias de acciones intersectoriales para la reversión de los bajos niveles de los indicadores de salud, el Distrito Sanitario de Pau da Lima, elaboró, en el año de 1993, un Proyecto de Acciones de Saneamiento Ambiental en Canabrava estableciendo un plan de saneamiento, ordenamiento y ejecución de obras y servicios(22).

La población de Canabrava continúa viviendo en precarias condiciones, tiene un ingreso medio de uno a dos salarios mínimos. La mayoría no tiene empleo fijo, necesitando trasladarse al centro de la ciudad o a otros sitios para trabajar. La baja cualificación y la propia dinámica del mercado de trabajo en Salvador pueden ser uno de los factores de la ausencia del empleo fijo. Además existe un elevado índice de analfabetismo, apenas cinco por ciento de la población tiene la enseñanza básica y tres por ciento el segundo grado. En el barrio solo hay dos escuelas municipales lo que es insuficiente para atender los casi 2.300 niños que necesitan de la enseñanza básica.

El planteamiento de estas cuestiones y del deterioro ambiental en el barrio, llevó al Ayuntamiento de Salvador en el año de 1995, a través del órgano de limpieza urbana (Limpurb), al empadronamiento de los recicladores en el vertedero. Fue clausurada un área donde se permitía a los recicladores recoger los materiales rescatables y otra área de servicios. En ese lugar operaban casi 1.000 personas, la mayoría trabajando desde hace más de nueve años, siendo el 40 por ciento de niños y jóvenes. Sin embargo, por la falta de recursos y por dificultades administrativas y políticas no ha sido posible proseguir con el proyecto de promoción social de la población(23).

En el año de 1997 juntamente con la Compañía de Desarrollo de la Región Metropolitana de Salvador (CONDER), se hizo un nuevo empadronamiento de los recicladores y se retomó el proyecto de promoción social. De poco más de 1.000 badameiros que trabajaban en Canabrava solo quedaron 266 personas. Los niños y jóvenes de siete hasta los diecisiete años, un total de 268, fueron a las oficinas de aprendizaje profesional y cultural, construida cerca del vertedero, donde reciben alimentación y una ayuda financiera. Aquellos entre 18 y 46 años, un total de 155 personas, fueron incorporados en las empresas de limpieza urbana. Los demás tienen problemas de salud ó edad avanzada y no pudieron emplearse.

Las mujeres resultan doblemente afectadas por el deterioro ambiental del barrio; en primer lugar debido a la pobreza y en segundo lugar porque tienen la responsabilidad principal de las tareas del hogar, actividades que las mantienen dentro de la casa la mayor parte del tiempo. En aquellos lugares en que el saneamiento es malo, las actividades domésticas se ven afectadas por las inadecuadas instalaciones de lavado y por la contaminación del agua.

En el vertedero de Canabrava las mujeres juntamente con sus hijas mayores recogen alimentos deteriorados para satisfacer las necesidades alimentares de la familia. Esas actividades reducen significativamente el tiempo de la mujer para las actividades de recogida de los reciclados, a la vez que las exponen a riesgos de salud. Además las niñas e niños suelen tener que ayudar a sus padres a recoger los reciclados lo que los priva de estudiar.
 

Conclusiones
 

El contexto analizado sugiere la necesidad de una política de desarrollo ambiental en el Estado de Bahía dirigida a la gestión de los residuos urbanos, lo cual requiere la realización de estudios más detallados que analicen los impactos producidos en la implantación del sistema regional del tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos de la Rms. Sobre ese tema algunos órganos como la Compañía de Desarrollo Metropolitano de Salvador (Conder), el Centro de Recursos Ambientales y la Empresa de Limpieza Urbana de Salvador (Limpurb) serían beneficiados con la creación de un banco de datos para una gestión adecuada de los residuos urbanos.

La situación se agrava cuando se analiza el destino final, en su mayoría "lixões " (vertederos), sin los mínimos cuidados de preservación ambiental y de control de la salud pública, muchas veces localizados en áreas inadecuadas, en lugares próximos a los núcleos urbanos. Estos contribuyen a la contaminación de los pequeños ríos, dando lugar a la proliferación de enfermedades transmitidas por vectores epidemiológicos, por ejemplo dengue y leptospirosis. La diseminación de la práctica de recogida en los vertederos no clausurados, en los cuales la población desempleada, madres y niños disputan la basura para su subsistencia, es asimismo un peligro sanitario.

Además de no recoger y disponer los residuos de acuerdo con los patrones de salud pública, el modelo de gestión adoptado por los ayuntamientos desprecia la recogida de reciclados por los basureros clandestinos. Como afirma el informe del Banco Mundial esta actividad de recogida de los reciclados por los basureros clandestinos es positiva ya que permite la reducción de 10 a 15 por ciento de los residuos en los vertederos. Los basureros clandestinos representan una función esencial en los sistemas de gestión, además de generar beneficios económicos, ambientales y sociales(24). Sin embargo el modo como se establece esta actividad tiene efectos dañosos sobre la salud de la población, pues que el basurero que recoge los materiales rescatables en lo vertedero incontrolado resulta en un foco de diseminación de enfermedades.

Una investigación sobre el sistema informal de residuos sólidos en la ciudad de Recife clasificó siete tipos de trabajadores involucrados en el proceso de selección y recogida de reciclados. Además se detectó que el ambiente social de los basureros que recogen en los vertederos incontrolados está caracterizado por la violencia sexual, conflictos internos y homicidios, uso de drogas, bebidas alcohólicas y por accidentes(25). En algunas regiones y ciudades brasileñas la clausura de los vertederos han propiciado acciones de las administraciones municipales dirigidas hacia el reciclado en el origen de los materiales rescatables y la organización de estas personas en cooperativas, contribuyendo al mejoramiento de sus condiciones de vida.

La Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de Salud, afirma Alencar (1997), recomienda a los gobiernos latinoamericanos que adopten en las sus directrices políticas y estrategias institucionales, la evaluación de la actividad de los basureros clandestinos y que se refuerce la necesidad de implantar proyectos adecuados a la realidad local.
 

Notas
 

1. PELIANO, Anna Maria T. M. O Mapa da Fome no Brasil III: Indicadores sobre a Indigência no Brasil (classificaçäo absoluta e relativa por municipios), Brasília: IPEA, Agosto/1993. 107 p.

2. PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 1998. Madrid: Mundi-Prensa, 1998.

3. INFORMS. Painel de Informaçöes. Sistema de Informaçöes Geográficas da Regiäo Metropolitana de Salvador. Salvador:Conder, 1997. 35 p.

4. NASCIMENTO, Anna A. V. Dez Freguesias da Cidade do Salvador; Aspectos Sociais e Urbanos do Século XIX. Salvador: FCEBa., 1986.

5.  Idem nota 4, pág. 50.

6. Cit.. en nota 4, pág. 153.

7.  Cit. en nota 4, pág. 50.

8. 8 MACHADO, Paulo Afonso L. Direito ambiental brasileiro. Sao Paulo: Ed. Revista dos Tribunais, 1988.

9. 9 RUSTON, John F. y Denison, Richard A. Advantage recycle; assesing the full costs and benefits of curbside recycling. New York: Environmental Defense Fund, 1996.

10. 10 ALVES, Joselito O. Gerenciamento de sistema de limpeza urbana. Salvador: Ramo Saneamento ambiental, 1996.

11. 11 BID/OPS. Diagnóstico de la situación del manejo de residuos sólidos municipales en América Latina y el Caribe, versión preliminar, 26 de noviembre de 1996, 159 p.

12. 12 ROLNIK, Raquel. Planejamento urbano nos anos 90: novas perspectivas para velhos temas. In RIBEIRO, L. Queiroz y JUNIOR, O. A. Dos Santos. Globalizaçao, fragmentaçáo e reforma urbana, Rio de Janeiro: Civilizaçao Brasileira, 1997, p. 351-360.

13. 13 RIBEIRO, L. Queiroz y JUNIOR, O. A. Dos Santos. O futuro das cidades brasileiras na crise. In: RIBEIRO, L. Queiroz y JUNIOR, O. A. dos Santos Globalizaçao, fragmentaçáo e reforma urbana. Rio de Janeiro: Civilizaçao Brasileira, 1997, p. 11-19.

14. 14 SANTOS, Milton. Por una nueva geografía, Madrid: Espasa Universidad, 1990.

15. 15 PUJADAS, R. Y FONT, J. Ordenación y planificación territorial, Madrid: Síntesis, 1998.

16. 16 MENDEZ, Ricardo. Geografía económica, la lógica espacial del capitalismo global, Barcelona: Ariel, 1997.

17. 17 CONDER & CEPED. Remoçao e destinaçao final dos resíduos sólidos na RMS, 1ª etapa, Salvador: 1978.

18. 18 SEI. Revista Bahia Análise e Dados, Vol. 7, Nº 1, Salvador, Junho, 1997.

19. BID/OPS. Diagnóstico de la situación del manejo de residuos sólidos municipales en América Latina y el Caribe, versión preliminar, 26 de noviembre de 1996, 159 p.

20. HEBER, Florence C. Gestáo do lixo em Salvador (Salvador, 1970-1990). Salvador: Dissertaçao de mestrado apresentada a Universidade Federal da Bahia, 1991.

21. LIMPURB. Termo de Referencia para Elaboraçäo do Projeto de Promoçao Social dos Badameiros. Salvador. 1997.

22. PMS/SMS. Projeto: Açóes de Saneamento Ambiental em Canabrava. Salvador: Distrito Sanitário de Pau da Lima, outubro de 1993.

23. Cit. en nota 21, pág. 7.

24. ALENCAR, B. S. Catadores de Materiais Reaproveitaveis em Áreas de Destinaçáo Final de Resíduos Sólidos. In SEI. Bahia Analise & Dados. Salvador, vol.7, n.1, 1997.

25. Cit. en nota 25, pág. 83.
 
 

© Copyright: Hilda Maria de Carvalho Braga, 1999

© Copyright: I Coloquio Internacional de Geocrítica, 1999



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