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Scripta Nova.
 Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 94 (71), 1 de agosto de 2001

MIGRACIÓN Y CAMBIO SOCIAL

Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

MIGRACIÓN, MOVILIDAD E INTEGRACIÓN: DESPLAZAMIENTOS POBLACIONALES ENTRE EL ÁREA METROPOLITANA DE BUENOS AIRES Y URUGUAY

Rodolfo Bertoncello (*)
Director del Instituto de Geografía,
Universidad de Buenos Aires
 


Migración, movilidad e integración: desplazamientos poblacionales entre el Área Metropolitana de Buenos Aires y Uruguay (Resumen) (1)

Este trabajo tiene por objetivo abordar el proceso migratorio en la Argentina como marco del tratamiento más específico de la migración entre Argentina –y en particular en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)– y la República Oriental del Uruguay. A partir de esto, avanza en el tratamiento de otras formas de movilidad territorial de la población, que escapan a la definición tradicional de migración. Lo hace a partir de dos premisas; la primera plantea la existencia de un universo de movimientos territoriales amplio que excede a los captados por el concepto tradicional de migración; en este sentido, interroga sobre el sentido que tiene la disminución de los saldos migratorios que se vienen constatando en los últimos períodos intercensales, al tiempo que permite también preguntar por las limitaciones del concepto tradicional de migración. La segunda plantea indagar sobre el rol que juegan las distintas formas de movilidad territorial de la población en procesos de integración territorial, tanto los que podrían ser definidos como de "integración formal" (los relacionados con la consolidación del Mercosur), como lo de "integración de hecho" que tienen a la población como sus actores privilegiados.

Palabras clave: migración / movilidad / intregración /Área metropolitana de Buenos Aires / Uruguay


La investigación que da origen a este trabajo se está llevando a cabo en el Instituto de Geografía de la Universidad de Buenos Aires. La misma se basa en el análisis de información secundaria para la caracterización de la migración y de los desplazamientos entre las áreas consideradas; utiliza asimismo información primaria relevada mediante encuestas a pasajeros que se desplazan entre el AMBA y Uruguay indagando sobre frecuencia y razones de los desplazamientos según nacionalidad y lugar de residencia habitual; se complementa con un conjunto de historias migratorias realizadas entre estos pasajeros.
 

Migración y crecimiento poblacional en Argentina

Entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX la Argentina ha sido uno de los principales países receptores de migrantes internacionales; esta inmigración tuvo un rol fundamental en el proceso de poblamiento del país, como lo muestra el hecho de que en las primeras décadas del siglo –más precisamente en 1914, año de realización de uno de los censos nacionales de población– los habitantes nacidos fuera del mismo constituían el 30 por ciento de su población.

A lo largo del siglo XX, sin embargo, la proporción de no nativos en el conjunto de la población ha ido disminuyendo permanentemente; el último relevamiento censal muestra que en 1991 ellos representan sólo un 5,1 por ciento de la población total que habita en el país. Junto a esta disminución del volumen de no nativos, se produce un cambio en su composición por origen: el absoluto predominio de inmigrantes de origen ultramarino de principios de siglo va cediendo paulatinamente su lugar a los inmigrantes oriundos de países limítrofes. De tal modo, en el último relevamiento censal algo más de la mitad, el 52,2 por ciento, de los residentes no nativos eran oriundos (es decir habían nacido) de alguno de los países limítrofes; entre ellos, alrededor del 30 por ciento eran chilenos, otro tanto eran paraguayos, un 17 por ciento eran bolivianos y un 16 por ciento uruguayos.

La disminución de la inmigración ultramarina pone en un lugar central a la migración proveniente de países limítrofes. Se trata de una migración que, si bien siempre estuvo presente, quedó en gran medida oculta por la proveniente de ultramar, ya sea por su volumen, ya sea por los discursos que la valoraban diferencialmente. Un fenómeno asociado a la inmigración limítrofe, aunque menos visible y conocido que el precitado, es el hecho de que los argentinos constituyen, asimismo, el principal grupo de inmigrantes residentes en muchos de estos países limítrofes. Todo esto permite hablar de un sistema migratorio regional cuyo centro es la Argentina; como todo sistema, mantiene su permanencia a lo largo del tiempo y, en gran medida, al margen de las condiciones socioeconómicas coyunturales.
 

La migración entre Uruguay y Argentina

La proximidad geográfica y la historia común aparecen entre los antecedentes que permiten interpretar la permanente interacción poblacional existente entre la República Oriental del Uruguay y la Argentina, ocupando el Área Metropolitana de Buenos Aires un lugar destacado en ésta. La presencia en cada una de las áreas consideradas, de población oriunda de la otra, es constante y significativa, como lo muestran los datos sobre migrantes residentes en ellas.

El cuadro 1 muestra datos sobre población residente en ambos países y en las últimas décadas, según condición migratoria. En ambos países se reconocen situaciones y tendencias similares, a pesar de la gran disparidad en el volumen de población total. En primer término, es posible reconocer en ambos la permanente disminución del porcentaje de población nacida en el exterior respecto al total poblacional, debida fundamentalmente a la extinción de los contingentes de migrantes ultramarinos llegados en el pasado. En segundo término, también se reconoce en ambos la estabilidad del porcentaje de población residente extranjera nacida en países del Cono Sur, lo que permite ver la estabilidad de la dinámica migratoria establecida entre estos países. Como consecuencia de lo anterior, en los dos países el porcentaje de extranjeros oriundos de países del Cono Sur se incrementa a lo largo de todo el período, hasta alcanzar casi el 50 por ciento; su visibilidad social creciente puede interpretarse, entonces, más en función de su crecimiento relativo que del absoluto.

Cuadro 1
Argentina y Uruguay: población total, por origen e impacto de la migración, 1970, 1980 y 1991

Fuente: Cepal/Celade, 1999. Tomado de Maguid, 1999, cuadro 3.


Información disponible para 1990 sobre movimientos migratorios entre países del Cono Sur (provenientes de procesamientos especiales de información censal realizados por Cepal-Celade) permite avanzar un poco más en la caracterización de la migración entre ambos países. Del total de inmigrantes a la Argentina provenientes de países del Cono Sur (780.278), el 17,1 por ciento proviene de Uruguay. En el caso de los inmigrantes a Uruguay (43.391), el 60,5 por ciento proviene de la Argentina. Esto permite constatar que, al tiempo que Uruguay es un origen importante pero no predominante de los inmigrantes regionales a la Argentina, en el caso de la inmigración regional a Uruguay la Argentina tiene un peso fundamental como lugar de origen de este flujo (Maguid, 1999, cuadro 4 en base a datos de Cepal/Celade, 1999).

Si se observan los flujos emigratorios entre los países del Cono Sur para la misma fecha, se constata que Uruguay es el destino de un porcentaje bajo de los emigrantes nacidos en Argentina: el 17,2 por ciento. En cambio, los emigrantes nacidos en Uruguay que se dirigen a la Argentina representan el 83,1 por ciento de los que salen de ese país y se dirigen hacia alguno de los del Cono Sur (elaboración propia en base a datos de Maguid, 1999, cuadro 5).

Los datos presentados permiten constatar la importancia que tienen las migraciones entre ambos países. La información para 1990 muestra que, al tiempo que Argentina es un destino fundamental para la emigración uruguaya, es también el principal lugar de origen de su inmigración regional. (Es claro que estos datos no incluyen los flujos extra Cono Sur, por lo que no dan cuenta de la dinámica migratoria total de estos países, sino sólo de la interacción entre ambos en el marco del Cono Sur.)
 

Migración y urbanización: el AMBA

Las migraciones han sido también un componente fundamental del proceso de urbanización de Argentina, proceso caracterizado por su alto índice (87% en 1991) y por su concentración en Buenos Aires, o más precisamente en el Área Metropolitana de Buenos Aires-AMBA (Capital Federal y municipios aledaños pertenecientes a la provincia de Buenos Aires) donde reside aproximadamente un tercio de la población total del país.

El cuadro 2 muestra el crecimiento poblacional y sus componentes del AMBA desde la postguerra hasta 1991, calculados en base a información censal. Si se observa el crecimiento total, puede decirse que el mismo presenta tasas decrecientes durante todo el período (2,6% anual en 1945-60 a 1,0% en 1980-91); al mismo tiempo, mientras al inicio del período considerado el crecimiento del AMBA superaba ampliamente al del total del país, al final del mismo su crecimiento era inferior (las tasas de crecimiento poblacional del país fueron, para los períodos precitados, del 1,7% y 1,4% anual respectivamente) (Lattes y Recchini de Lattes, 1992). Esto permite corroborar que el dinamismo poblacional de la gran metrópoli muestra un estancamiento relativo respecto al conjunto del país, y también respecto al conjunto urbano. Las interpretaciones que remiten a la decadencia metropolitana y a la pérdida de su poder de atracción, en gran medida, han tomado estas evidencias como su sustento directo.

Cuadro 2
Área Metropolitana de Buenos Aires, 1945-1990. Crecimiento de la población y sus componentes (en miles)

* cifras preliminares, sujetas a revisión.
Fuente: Lattes y Bertoncello, 1999, cuadro 1, p. 170.


El cuadro 2 permite ver que hasta 1970 la migración neta (de nativos y no nativos) fue el principal componente del crecimiento poblacional de la aglomeración urbana, y por lo tanto fue el principal responsable tanto del acelerado crecimiento de la población, como de la concentración en la misma. En las últimas dos décadas la migración neta cede este rol frente al crecimiento vegetativo, coincidiendo tanto con la disminución del ritmo de crecimiento de la población del AMBA, como con la disminución del ritmo de concentración poblacional. Estos cambios constituyen una notable inflexión en la tendencia histórica, y han dado lugar a interpretaciones que destacan la pérdida de dinamismo del componente migratorio. En general, se reconoce que las razones de esta dinámica son múltiples y se las ha estudiado como parte de las transformaciones del sistema urbano argentino y de las funciones de la gran ciudad (Vapñarsky, 1995).

Si se analiza ahora específicamente el componente migratorio del crecimiento poblacional del AMBA distinguiendo a los nativos de los no nativos, se constata que la disminución general del volumen de migración neta es más acentuada entre los nativos que entre los no nativos. Entre los no nativos también se reconocen diferencias según origen: mientras los no limítrofes tienen un saldo negativo, los de origen limítrofe presentan saldos positivos (Lattes y Bertoncello, 1999). El análisis de la distribución de los inmigrantes limítrofes en el territorio argentino muestra que éstos se concentran en el AMBA, y que esta concentración es más alta en el caso de los inmigrantes provenientes de Uruguay.

Lo expuesto hasta ahora sobre la dinámica poblacional del AMBA en las últimas décadas muestra que la disminución del ritmo de su crecimiento poblacional y su menor poder de atracción de migrantes son hechos ya constatados. Lo que interesa aquí es avanzar un poco más en el análisis del componente migratorio y sobre su comportamiento declinante, a partir de la siguiente pregunta: en qué medida esta disminución de los saldos migratorios refleja una disminución de la importancia del fenómeno migratorio (resultante, a su vez, de la disminución de la atractividad metropolitana) o, por el contrario, muestra el crecimiento y consolidación de otras formas de movilidad territorial de la población de las que tradicionalmente no nos hemos ocupado y que no están pudiendo ser captadas por el concepto tradicional de migración. A continuación se avanza en esta dirección.

La movilidad internacional de personas entre el AMBA y Uruguay

Una forma de acercarnos al análisis de las distintas formas de movilidad territorial de la población, que permita ir más allá del estudio de las migraciones en sentido estricto, es observando los movimientos o tránsito general de personas. La información que en los últimos años está procesando el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) junto con la Dirección Nacional de Migraciones de Argentina, relativa al movimiento internacional de personas a través de los principales puestos migratorios de Buenos Aires, permite realizar una primera aproximación al tema (2).

El cuadro 3 presenta un resumen de esta información. Si se lo observa, lo primero que llama la atención es la estabilidad de los flujos de movimientos a lo largo del tiempo, y el enorme peso que tienen los movimientos entre el AMBA y Uruguay, tanto de entradas como de salidas, y a lo largo de todo el período considerado. En efecto, los movimientos con origen en y destino a Uruguay son los más voluminosos entre todos los orígenes y destinos considerados. Con relación a las entradas, los movimientos provenientes de Uruguay representan (en promedio para los años considerados) el 40,5 por ciento del total y el 63,9 por ciento de los provenientes del Mercosur. En cuanto a las salidas, los movimientos que tienen a Uruguay como destino representan el 40,0 por ciento del total de salidas, y el 70,4 por ciento de los del Mercosur.

Esta información, aún teniendo en cuenta sus limitaciones, es indicativa del alto grado de interacción que se establece entre estos lugares. Esta interacción expresa el movimiento de personas con modalidades y fines muy diversos; sólo una pequeña parte de estos movimientos dará lugar a migraciones definitivas.

Cuadro 3
Entrada de personas extranjeras según lugar de procedencia inicial del viaje, y salida de personas argentinas según el destino final del viaje, por los principales puestos migratorios de Buenos Aires

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Indec, 2000, cuadros 2.1 y 3.1


Los datos disponibles permiten avanzar un poco más en la caracterización de estos movimientos, a partir de la distribución mensual de las entradas y salidas registradas. La figura nº 1 presenta esta información. En él puede verse que las entradas de extranjeros provenientes de Uruguay se distribuyen en forma relativamente uniforme a lo largo de los meses. Las salidas de argentinos con destino a Uruguay, en cambio, presentan una marcada estacionalidad, debida al peso que el turismo tiene en la composición de este flujo.
 

Figura 1
Movimiento mensual de personas por los principales puestos de migración de Buenos Aires.
Entrada de uruguayos a Buenos Aires y salida de argentinos hacia Uruguay, enero de 1998 a febrero de 2000

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Indec, 2000, cuadros 2.2 y 3.2.


Los pasajeros y sus características

Con el objetivo de caracterizar mejor estos movimientos, se han realizado entrevistas piloto en estos puestos de migración de Buenos Aires, entre pasajeros que llegaban y partían desde y hacia Uruguay (3). La información se recogió teniendo en cuenta un conjunto de dimensiones que permitieran dar cuenta de características relevantes para los objetivos de la investigación, al tiempo que posibilitaran captar la relación entre estas diversas formas de movimiento y el que tradicionalmente se define como migratorio (es decir, que da lugar a una migración); dado que la investigación tiene un diseño exploratorio y que no se cuenta con un número de casos estadísticamente representativo, no es posible brindar resultados cuantitativos. Las dimensiones relevadas, y los principales hallazgos, se presentan a continuación.
 

Origen y destino

El objetivo perseguido con la indagación sobre lugar de origen y destino de los pasajeros era captar la importancia del AMBA para los movimientos. En general, la información recogida muestra que el grueso de los movimientos son con origen y destino en el AMBA, desdibujándose la incidencia que podría tener su función de punto de embarque/llegada para otras poblaciones.

Si se consideran los argentinos que parten hacia Uruguay, la mayoría de ellos reside en el AMBA, aunque también se encuentran casos de pasajeros que residiendo en el interior del país, utilizan sus puntos de embarque. Si se consideran los uruguayos que llegan, la absoluta mayoría tiene como destino el AMBA, quedando entre ellos más desdibujada la función de punto de llegada para dirigirse a otros lugares.
 

Lugar de residencia habitual

Al momento de interrogar a pasajeros, una dimensión fundamental para su clasificación y análisis es la referente a su lugar de residencia habitual y su cruce con la nacionalidad, lo que permite captar migrantes. Los resultados de esta indagación no distan de los esperados, pues si bien se captan migrantes entre ambos países (argentinos que residen habitualmente en Uruguay, uruguayos que residen habitualmente en Argentina) las proporciones están dentro de lo esperable en base a la información secundaria disponible.

La indagación acerca de si en el pasado han vivido en forma habitual (más de seis meses) en el otro país, en cambio, sí arroja resultados interesantes, dada la alta proporción de personas que sí lo han hecho; además, es alta la proporción de individuos que responde haber estado en esta situación más de una vez a lo largo de sus vidas. Esta situación se detecta con mucha mayor frecuencia entre los uruguayos que entre los argentinos; entre ellos, además, la mayoría ha residido en el AMBA.

En los casos en que fue posible indagar con más detalle sobre esta situación, se han podido constatar historias de movimientos muy frecuentes, vinculados con los ciclos familiares, los períodos de crisis política y económica, y las historias personales. Familias uruguayas con hijos uruguayos y otros argentinos, que residen en ambos países y tienen nietos, hermanos y sobrinos en ambos, son relativamente frecuentes; con asiduidad aparecen casos en los que los miembros de estas "redes" se mueven permanentemente, en función de motivos diversos, por períodos de tiempo variables, y sin mayores obstáculos.
 

Frecuencia de los viajes

El interés por conocer la intensidad de los movimientos e interacciones entre ambos lugares llevó a indagar sobre la frecuencia con que se realizan estos desplazamientos. Los resultados destacan la altísima proporción de indagados que indican que no es la primera vez que viajan, y de quienes afirman haberlo hecho "varias veces", sin distinción de nacionalidad ni lugar de residencia habitual.

Es alta también la proporción de quienes dan respuestas tales como "todo el tiempo" o "permanentemente", y también la de quienes dicen viajar "regularmente" una o dos veces por mes, todas las semanas, varias veces por semana, etc. Esto último aparece con mayor frecuencia entre los uruguayos que llegan a Buenos Aires, mientras que en el caso de los argentinos que viajan a Uruguay muchas respuestas están condicionadas por la estacionalidad turística.
 

Motivos del viaje

Los motivos del viaje han sido otra de las dimensiones privilegiadas en el trabajo, en tanto constituyen una instancia interpretativa de gran importancia para el mismo. La indagación se llevó a cabo permitiendo la autodefinición del motivo por parte de los pasajeros, para luego avanzar en la definición más precisa del mismo.

Los resultados muestran diferencias en las motivaciones según el origen de los pasajeros. Entre los argentinos que viajan a Uruguay, se reconoce el gran peso que tiene el turismo (definido en sentido amplio); durante el verano, el destino predominante es Punta del Este y otros balnearios adyacentes; el segundo destino en importancia es Montevideo; fuera de la temporada estival, el principal destino es Colonia, y el segundo sigue siendo Montevideo. El segundo motivo en frecuencia de respuestas es el de trabajo; en los casos en que fue posible obtener mayor precisión en la respuesta, sobresalen los vinculados al comercio (representantes y viajantes empresariales), a las reuniones empresariales, y a los servicios técnicos (de empresas que operan en ambos países); los trámites relativos a la atención de propiedades y los vinculados con bancos y finanzas también son frecuentes. En tercer lugar aparece como motivo la visita a parientes y amigos; aquí llama la atención la cantidad de parientes directos a los que se alude (hijos, padres, hermanos).

Entre los uruguayos que viajan a Buenos Aires, el motivo informado con mayor frecuencia es, en cambio, la visita a parientes y amigos, también con muy frecuentes referencias a parientes directos. El segundo motivo de viajes es el conformado por un conjunto diverso de respuestas que aluden al uso de distintos servicios de la ciudad de Buenos Aires; lugar destacado tienen los comerciales ("venir de compras porque se consigue lo que no hay en Montevideo, o porque es más barato"), también son frecuentes los vinculados con salud, educación y espectáculos; este motivo también podría ser clasificado en gran parte como turístico (llamativamente, los informantes uruguayos no utilizan esta palabra, que sí se utiliza entre los argentinos). En tercer lugar por la frecuencia de respuestas se encuentran los motivos vinculados al trabajo, reconociéndose un grupo importante de personal jerárquico de empresas y gobierno. Entre los pasajeros de este origen, son numerosos también los que expresan viajar para buscar un empleo, en muchos casos teniendo ya algún tipo de contacto o promesa de trabajo (4).
 

Los resultados en debate: núcleos de indagación

La información que se ha presentado hasta aquí permite avanzar en la indagación en torno a un conjunto de núcleos temáticos cuya exposición y problemática se propone a continuación. Dichos núcleos temáticos se relacionan con las discusiones en torno al papel que tienen las migraciones y la movilidad territorial de la población en la actualidad, con la forma en que intervienen en los procesos de integración y la reestructuración territorial relacionada a los mismos, y con los roles que tienen los grandes espacios metropolitanos.
 

Migraciones y movilidad territorial de la población

Existe en la actualidad un renovado interés por el estudio de las migraciones y la movilidad territorial de la población. La globalización económica está dando lugar a transformaciones en la valorización de los espacios a escala planetaria, y la movilidad territorial aparece como una de las estrategias fundamentales que los individuos tienen para enfrentar estas transformaciones e insertarse en ellas. En este contexto, se reconoce la existencia de un amplio abanico de formas de movilidad territorial, cuya heterogeneidad lleva a considerar que la migración, tal como ha sido entendida tradicionalmente, es sólo una parte del universo más amplio.

Tradicionalmente, se ha definido la migración como aquel movimiento de población que implica un cambio en el lugar de residencia habitual, a través de un traslado realizado a una distancia mínima "razonable"; con esto, el universo de movimientos territoriales de la población se fue recortando y reduciendo a uno determinado: la migración, que, sin embargo, es sólo una parte de un universo mucho mayor. Diversos trabajos muestran la necesidad de superar esta limitación, y de reconocer la existencia de un continuo de movilidad territorial de la población, que va desde la movilidad continua o permanente hasta la inmovilidad (véase Bertoncello, 1994).

Por otro lado, existen elementos que permiten reconocer que hay un aumento de la movilidad territorial, y especialmente de estas "otras" formas de movilidad territorial, a partir de las nuevas condiciones de los mercados, y de los nuevos patrones de localización de las actividades. En este sentido, son relevantes los análisis del aumento de la capacidad de movilización de los distintos factores en el espacio, entre ellos la mano de obra y la población en general (Sánchez, 1992; Sassen, 1993).

El trabajo expuesto aquí intenta ofrecer elementos para avanzar en esta discusión. La información muestra que los lugares tratados se encuentran fuertemente integrados. Por una parte, los datos de migración presentados muestran la importancia que el desplazamiento de personas entre ambas áreas ha tenido y tiene, al tiempo que muestran también que la metrópoli de Buenos Aires viene lentificando su crecimiento poblacional y disminuyendo su capacidad de atraer migrantes. La pregunta que cabe formularse aquí es si esta disminución de la migración es fruto de una pérdida dinamismo de la metrópoli, o si en cambio expresa el crecimiento de otras formas de movilidad que cumplen funciones sociales similares, sin exigir un cambio de lugar de residencia habitual (lo cual hace que no puedan ser definidos como migración).

Es en este sentido en el que la indagación por los movimientos territoriales de la población en general cobra sentido. Los resultados del relevamiento muestran movimientos de notable intensidad entre los lugares objeto de indagación. Dadas sus características, la mayor parte de estos movimientos no puede ser considerado migración; sin embargo, una parte importante de ellos tiene motivos que, tradicionalmente, han estado entre las causas que llevaban a la migración. En este sentido, es posible afirmar que estas formas de movilidad representan alternativas a la migración: permiten alcanzar los mismos objetivos, sin tener que cambiar de lugar de residencia habitual. El gran número de individuos que informan que viven en un lugar y trabajan habitualmente en el otro, viajando permanentemente entre ambos, es una expresión concreta de esto; aquí la migración tradicional parece haber sido reemplazada por una ampliación del espacio de vida, para incluir a los dos lugares, entre los que sólo media un desplazamiento percibido como un simple viaje cotidiano.

Las información provista por las historias individuales permite avanzar en la comprensión de las relaciones que se establecen entre estas formas de desplazamiento cotidiano y la migración en sentido estricto. Muchos de los encuestados informan haber sido migrantes en el pasado, muchos lo han sido en reiteradas oportunidades. La migración, en este sentido, pierde la condición de evento definitivo o de largo plazo que la caracterizó en el pasado, para pasar a ser sólo una posibilidad entre otras, a la que se recurre o no según las circunstancias del momento.
 

Globalización, integración y transformaciones territoriales

En la actualidad existe un intenso debate en el seno de la Geografía sobre las vinculaciones existentes entre las tendencias de globalización y las valorizaciones y reorganizaciones espaciales (Santos, 1994). En este debate es fundamental el reconocimiento de que la incorporación de los distintos espacios a redes de escala mundial redefine el papel de cada uno de ellos, al tiempo que revaloriza sus especificidades (Harvey, 1990). Los procesos de integración que diversos países están llevando a cabo en el marco de la globalización incorporan otras dimensiones a las transformaciones precitadas. Los nuevos territorios resultantes de la integración (como por ejemplo el del MERCOSUR) redefinen los territorios de los estados miembros, en tanto las nuevas reglas económicas alteran su competitividad y obligan en muchos casos a la redefinición de sus actividades. Las fronteras entre los estados que se integran también se redefinen, adquiriendo una nueva "permeabilidad", sin dudas muy diferencial según el tipo de objeto que las atraviese (Ciccolella y otros, 1994).

En relación a estas cuestiones, el estudio permite señalar que la integración en términos poblacionales es efectiva, al tiempo que múltiples indicios señalan que esta integración es previa al proceso de integración del Mercosur. Entre estos indicios se encuentran los relatos de las historias migratorias de los individuos, la existencia de circuitos turísticos consolidados hace ya tiempo, etc. En este sentido, podría decirse que la integración poblacional es un hecho efectivo previo a la integración formal del Mercosur.

Lo anterior no debería, sin embargo, llevar a desconocer que el proceso de integración económico general, y en el marco del Mercosur en particular, tiene incidencia en la integración histórica de estas poblaciones. La indagación sobre los motivos o razones de los desplazamientos son claramente indicativos respecto a esto, mostrando la mayor fluidez territorial en lo relativo al movimiento de trabajadores; las encuestas muestran trabajadores que se mueven entre ambos territorios en forma habitual y sin mayores impedimentos, insertos en redes empresariales o institucionales que despliegan sus actividades en ambos territorios. Sin embargo, lo que se observa es el predominio absoluto de trabajadores calificados, lo que permite incorporar como hipótesis la segmentación social de esta alta movilidad laboral, alimentada por los costos del desplazamiento y las bajas expectativas de que la movilidad sea una estrategia válida para la obtención de un trabajo que no se tiene.
 

Las metrópolis en el marco de la integración

Existe una amplia literatura que analiza las transformaciones que vienen atravesando las grandes metrópolis, vinculadas con procesos de redefinición de sus funciones y actividades, con los consecuentes desajustes y conflictos sociales, y de reorganización de sus estructuras espaciales (Alburquerque, 1990; Sassen, 1991; Fernández Durán, 1993). En este marco también se han analizado las nuevas formas de organización de los sistemas y jerarquías urbanas, y diversos autores han aportado elementos que permitirían cuestionar la aparente crisis de las grandes ciudades, mostrando que muchas veces, aunque se observe empíricamente que la población o las actividades industriales en las mismas crecen a menor ritmo o inclusive decrecen, lo que en realidad está sucediendo es una redefinición del ámbito territorial que, funcionalmente, está formando parte del área metropolitana (Baeninger, 1994; de Mattos, 1994). Esto significa que la gran ciudad dejaría de crecer en el sentido tradicional –densificándose o expandiendo su periferia– para crecer por medio de la articulación con nuevos espacios, a veces relativamente distantes, que le son dependientes. La delimitación empírica de las áreas urbanas basada en los criterios físicos (continuidad espacial) sería insuficiente frente a esta redefinición del ámbito metropolitano, lo que hace necesario indagar sobre nuevos criterios de definición. En estas nuevas "áreas metropolitanas" la movilidad territorial de la población adquiriría una gran importancia, en tanto es uno de los factores que permiten hacer efectivo su funcionamiento.

Los resultados del estudio aportan elementos interesantes para esta discusión, en tanto la información analizada da indicios acerca de los roles y funciones que la ciudad cumple para una población que, en rigor, no forma parte de ella. Lo anterior podría dar lugar a plantear que Buenos Aires, en tanto metrópoli de jerarquía regional, extiende su área de influencia abarcando territorios y poblaciones "extranjeras". Claro que, como otra cara de este proceso, también su población se desplaza fuera de su área para satisfacer necesidades que, como las turísticas, encuentran en otros territorios lugares apropiados (lo cual podría dar lugar a la misma afirmación desde Uruguay). Tratando de superar esta dicotomía, parece importante reconocer las potencialidades que la integración lleva consigo en términos de satisfacción de necesidades y bienestar de la población, y en términos de redefinición de roles y funciones de los espacios metropolitanos.
 

Conclusión

A lo largo de este trabajo se ha tratado de reunir el tratamiento tradicional del tema de las migraciones, con el de la movilidad territorial de la población en general, articulándolo con una serie de preocupaciones disciplinarias y sociales, a partir de la evidencia empírica disponible sobre un caso particular: la movilidad poblacional entre Buenos Aires (Argentina) y Uruguay. Teniendo como marco de fondo las características y dinámica migratoria entre ambos países, se destacó la situación del Área Metropolitana de Buenos Aires; a partir de esto, se avanzó en el análisis de otras formas de movilidad, para interpretar sus resultados a la luz de una serie de núcleos temáticos considerados significativos.

A modo de conclusión, puede decirse aquí que los resultados muestran la existencia de una intensa y permanente movilidad entre los lugares considerados, en la que la migración en sentido estricto no es más que una opción entre otras. Muestran también la existencia de movimientos que tienen causas vinculadas con la integración económica en marcha, en coexistencia con otros cuyas causas se encuentran más en la larga historia de migraciones y movilidad general entre estas áreas; son indicadores, por lo tanto, de un proceso de integración poblacional ya consolidado, que redefine sus características en el contexto socioeconómico actual. Los resultados permiten avanzar, asimismo, en la comprensión de nuevas formas de organización territorial que, atravesando los límites internacionales, definen nuevas especializaciones y nuevas funciones en un contexto de integración creciente.

El trabajo plantea, asimismo, nuevos interrogantes y temas de debate. Uno de ellos es, precisamente, la relación entre las formas tradicionales de conceptualizar y captar las migraciones, y el interés por el tratamiento de otras formas de movilidad territorial de la población. La pregunta respecto a si la migración está siendo reemplazada por estas otras formas de movilidad no tiene una respuesta definitiva, al menos desde la información que ha estado disponible para realizar este trabajo; sin embargo, sus resultados son indicativos respecto a que en muchos casos estas nuevas formas de movilidad se plantean como estrategias que permiten alcanzar objetivos que antes sólo eran alcanzables mediante la migración. Esta constatación tiene consecuencias en varios sentidos, entre ellos en la definición de políticas migratorias, en la medida en que establecen condiciones de "fluidez territorial" heterogéneas según los distintos grupos de población.

Esta situación cobra relevancia en contextos como el que hemos abordado, en el que a una larga historia de integración poblacional vía migraciones, se suma un proceso formal de integración económica. En qué medida estas nuevas formas de movilidad son incentivadas por estos procesos, al tiempo que los facilitan, en qué medida son estrategias vigentes para algunos grupos de población y no para otros, son preguntas abiertas que merecen consideración.

Por último, los resultados son sugerentes a la hora de pensar en nuevas formas de integración y jerarquización territorial, y en particular en el rol que las grandes metrópolis asumen en estos procesos. En este sentido, es interesante preguntarse en qué medida la mayor fluidez territorial constituye una nueva forma de "alimentar" la jerarquía metropolitana, que desplaza al crecimiento poblacional –y a la migración como su componente principal– de este rol.
 

Notas

(1) Este trabajo presenta resultados de investigación llevada a cabo en el marco de un proyecto aprobado y financiado por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires.

(2) El carácter relativamente reciente de esta información hace que aún haya sido poco trabajada y por lo tanto poco evaluada. Se trata de la información resultante del control que se realiza en los puestos migratorios ubicados en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en el Aeroparque Metropolitano y en el Puerto de Buenos Aires, donde se concentra el grueso del movimiento internacional de personas. La información se presenta según nacionalidad de las personas, lo que si bien coincide en gran parte con el lugar de residencia de las mismas, no es exactamente lo mismo, lo que da lugar a dudas respecto a la definición de origen y destino. La estadística recoge movimientos de todo tipo, sin distinguir motivo ni tiempo de permanencia. Los destinos se definen como el lugar de destino final del viaje, lo que puede provocar problemas en casos de viajes con escalas (Mayores precisiones sobre estas definiciones pueden verse en INDEC, 2000, página 4/15).

(3) La información se recogió en los mismos puestos de embarque de Buenos Aires, en días y horas seleccionadas al azar durante el primer semestre de 2000 y en enero de 2001. Para asegurar la comparabilidad con la información secundaria aquí presentada, se seleccionaron para el análisis los casos que coinciden con los criterios de relevamiento de la misma (uruguayos que llegan y argentinos que parten).

(4) La búsqueda de trabajo aparece como respuesta con una frecuencia muy inferior a la esperada. Es posible suponer que las circunstancias del viaje expliquen en parte esta baja frecuencia, dado el hecho de que está asociado a un control migratorio.
 

Bibliografía

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(*) Profesor regular adjunto de Geografía Social y director del Instituto de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Investigador de CONICET.
E-mail: rberton@infovia.com.ar
 

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