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Scripta Nova.
 Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 94 (78), 1 de agosto de 2001

MIGRACIÓN Y CAMBIO SOCIAL

Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

"BURGUESES INMIGRANTES" Y DESARROLLO URBANO
EN EL EXTREMO SUR DE BRASIL

Paulo Roberto Rodrigues Soares
Universidade Federal do Rio Grande, Brasil
Doctorando en Geografía Humana, UB
Becario CAPES, Brasil.


"Burgueses inmigrantes" y desarrollo urbano en el extremo sur de Brasil (Resumen)

La comunicación discute las relaciones entre las migraciones, el desarrollo económico y el crecimiento urbano, en una perspectiva positiva de las migraciones. Las migraciones serán vistas como un factor importante de desarrollo económico y crecimiento urbano. El estudio es un análisis de las migraciones europeas hacia el sur de Rio Grande do Sul al final del siglo XIX y principios del siglo XX. Las actuaciones de los inmigrantes en la ciudad de Pelotas, en la industria, el comercio y en la urbanización son destacadas.

Palabras clave: inmigración / burgueses inmigrantes / desarrollo urbano / Pelotas / Brasil


"Bourgeoises immigrants" and urban development in the south-end of Brazil (Abstract)

The paper deals with the relationships between the migrations and the economic development and the urban growth in a positive perspective of the migrations. Migrations are dealing as a very important factor both economic and urban developments. The study is an analysis of the European migrations toward the south of Rio Grande do Sul State, Brazil, from the lasts 1800s until the earlies 1900s. The work of the inmigrants in the city of Pelotas, mainly in the industry, in the marketplace and in the urbanization is outstanding.

Key words: migration / bourgeoises immigrants / urban development / Pelotas city / Brazil


La ciudad es el espacio de la diversidad por excelencia. No fue por acaso que una gran parte de las ciudades importantes se desarrollaron ubicadas en los cruces de caminos de corrientes de comercio que convergían en ellas. Estos flujos comerciales contribuían a la formación de una población diversa en las ciudades; diferente de las tribus y de las aldeas del campo, donde la sociedad caracterizada por la homogeneidad étnica y cultural reaccionaba negativamente con relación a lo diferente Por su heterogeneidad, la ciudad fue el locus de innovaciones económicas, sociales y técnicas que son producto de la mezcla de distintas experiencias de sus habitantes. Los comerciantes del Renacimiento, que tantas innovaciones aportaron a las ciudades europeas, eran hombres libres, andarines que circulaban por las ferias y mercados y hablaban diversos idiomas. Inmigrantes que finalmente se establecían en alguna ciudad donde echaban raíces (1).

Nuestra intención en este artículo es discutir las relaciones entre las migraciones, el desarrollo económico y el crecimiento urbano, en una perspectiva positiva de las migraciones. Es decir, las migraciones serán vistas como un factor importante de desarrollo económico y urbano. Un recurso que diversos países ya utilizaron en períodos en que las posibilidades de acumulación económica se enfrentaban con la escasez de fuerza de trabajo. Pretendemos mostrar en esta comunicación que la migración es un factor de progreso, añadiendo a las ciudades nuevos capitales, fuerza de trabajo, experiencias sociales y culturales, además de técnicas y costumbres innovadores.

Como ejemplo trataremos del desarrollo urbano de la ciudad de Pelotas, en el extremo sur de Brasil, cercana a la frontera con Uruguay, que debe su fundación a un "inmigrante" del norte de Brasil que a finales del siglo XVIII inauguró la empresa de las charqueadas en la región. A finales del siglo XIX se produjo en la ciudad un ciclo de desarrollo, resultado de la acumulación comercial de la economía local y regional, cuya actividad principal era la producción y exportación de carne salada, el "charque". Dicho ciclo atrajo población y produjo la diversificación de capitales que se dirigieron a otras actividades comerciales e industriales, formando un dinámico centro económico en el sur de Brasil. Gran parte de este desarrollo económico fue debido a aportaciones de inmigrantes europeos o americanos que se dirigieron a la ciudad atraídos por su crecimiento económico.

Régimen de acumulación y migraciones

Los cambios en el régimen de acumulación del sistema capitalista son, en nuestra opinión, el substrato de la aceleración de los movimientos migratorios a escala mundial. En este sentido vale la pena tener en cuenta las teorías de la regulación de los ciclos de acumulación del capital. Estos ciclos, serían determinados períodos de la historia económica capitalista en que las condiciones técnicas y sociales de la producción y de la realización de las plusvalías presentarían una cierta estabilidad, manteniendo durante años los parámetros de reproducción del capital. Durante ese período, las crisis cíclicas del capitalismo serían superadas a través de la concertación entre los distintos agentes del sistema (empresarios, trabajadores, el Estado), hasta el momento en que cuestiones políticas, económicas, sociales o tecnológicas impidiesen la posibilidad de esa reproducción.

La imposibilidad de continuidad de las condiciones de reproducción capitalistas lleva al cambio de régimen de acumulación. La transición entre un régimen de acumulación y otro se produce a partir de la concentración de capital (fusiones de empresas), de las innovaciones tecnológicas, de nuevas relaciones de producción y de la movilidad de la fuerza de trabajo. De esta manera se produjo la transición del capitalismo de libre competencia hacia el capitalismo monopolista en la segunda mitad del siglo XIX. Así está produciéndose hoy una nueva transición del régimen de acumulación capitalista desde la década de los 1970, que culmina en la llamada mundialización del capital o la globalización de la economía. Dicho proceso, que se desarrolla desde la crisis del régimen fordista de los años 1970, se caracteriza por una profunda reorganización de las empresas y de las políticas económicas, que redefine por ende el propio Estado nacional. Algunos autores identifican los cambios producidos en el régimen de acumulación fordista como el preanuncio de la fase de globalización o de la mundialización capitalista(2).

Entre los "aspectos importantes de la mundialización", podríamos señalar la reorganización, concentración e interpenetración de los capitales en las empresas, añadiendo que "el movimiento de la mundialización es excluyente" rspecto a algunos países, pues solamente unos pocos seguirían siendo competitivos frente al movimiento tendente a la marginalización de los llamados países en vías desarrollo. Crecen las desigualdades de renta entre los más ricos y los más pobres, y entre la población en general y la de los países ricos(3).

Las desigualdades sociales y económicas se intensifican en un contexto político de amplia libertad de circulación de capitales y mercancías. La fuerza de trabajo también intensifica su movimiento por el planeta, aunque los "países ricos" apliquen cada vez más reservas a la inmigración y a la libre circulación de las personas.

Los actuales movimientos migratorios mundiales guardan semejanzas y diferencias con el proceso migratorio emprendido a finales del siglo XIX. Semejanzas, en el sentido de que es un profundo cambio en la organización del sistema capitalista el que está generando el movimiento de las personas por el planeta. Diferencias, porque actualmente (al contrario del siglo XIX), las relaciones capitalistas de producción están plenamente desarrolladas, los avances tecnológicos son rápidos y complejos, lo que dificulta la inserción de una fuerza de trabajo inmigrante en los circuitos más rentables de la acumulación. Si en el diecinueve América era un continente abierto y "para ser explorado", hoy día la economía globalmente oligopolizada y desregulada genera mecanismos que impiden que los inmigrantes alcancen la misma escala de progreso social que muchos europeos alcanzaron en América.

Migraciones en la transición hacia el capitalismo monopolista

La transición entre uno y otro régimen de acumulación se produce con la concentración de capital, el cambio tecnológico, el cambio en las políticas económicas y las migraciones. La concentración de capital que se produjo en la segunda mitad del siglo XIX generó una serie de consecuencias en la Europa Occidental, un periodo histórico bien abordado en las ciencias sociales. Diversos investigadores ya demostraron que el ritmo de las migraciones transcontinentales entre Europa y América en la segunda mitad del siglo XIX decrecía cuando había relativa prosperidad en Europa y depresión en Norteamérica, y se incrementaba cuando Europa se enfrentaba a situaciones de crisis y América vivía ciclos de desarrollo(4). El avance tecnológico de la agricultura generado por la penetración del capitalismo en el campo produjo la expulsión de una parcela importante del campesinado europeo hacia las ciudades. La constitución de la gran industria y de las grandes regiones industriales europeas provocó la liberación de fuerza de trabajo artesanal que vivía en los pequeños pueblos entre el ambiente urbano y rural. Los dos procesos originaron movimientos migratorios del campo hacia las ciudades que contribuyeron a la concentración de pobres en las grandes ciudades.

El crecimiento urbano acelerado y desordenado, tuvo consecuencias en las condiciones de vida de la clase obrera, que fue segregada y hacinada en los barrios marginales de las metrópolis, en las cuales la riqueza de la burguesía fluía. Es bien conocido el análisis que Frederich Engels realizó de las condiciones de vida de los barrios obreros ingleses, como consecuencia del crecimiento industrial. También en la misma obra, Engels abordó el tema de las migraciones y la discriminación sufrida por los inmigrantes irlandeses en Inglaterra, donde "los peores barrios de todas las grandes ciudades" estaban "poblados por irlandeses"(5).

Otra alternativa para la continuidad de reproducción tanto de la artesanía, como de la propiedad campesina en la tierra, era la de las migraciones intercontinentales. Desde entonces, los principales países americanos, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Uruguay, a los cuales debemos añadir Australia, Nueva Zelanda y África del Sur, recibieron miles de inmigrantes que salían de Europa, muchas veces con apoyo gubernamental, para la "tierra de las oportunidades". Tales migraciones han favorecido el bienestar social en Europa, con la exportación de excedentes de población y el alejamiento de una crisis demográfica, en un período de fuerte concentración y acumulación de capital. La organización del proletariado y sus luchas sociales han mejorado los salarios y presionado el Estado a realizar políticas de distribución de una parte de las plusvalías a través de los gastos sociales. Sin embargo, podemos también afirmar que el incremento del crecimiento económico en Europa a finales del XIX fue sostenido por las emigraciones como "válvula de escape"(6).

En América, el desarrollo económico en un continente en el que se producía la consolidación de las relaciones capitalistas de producción abría una amplia posibilidad de trabajo y negocios. Era el caso de Estados Unidos, el país que más inmigrantes recibió en el mundo, y que desde el final del siglo XIX se convirtió en una gran potencia económica mundial.

En Brasil, la transición tardía de una economía esclavista y exportadora de productos agrícolas hacia una economía urbana e industrial (últimas décadas del siglo XIX) también ha creado un medio propicio a las migraciones. Es el momento en que una parte de la elite dominante brasileña optó por la realización interna de una parte del ciclo de acumulación del capital. De ahí la necesidad de formación del mercado consumidor interno y la implantación de relaciones sociales capitalistas que se produjo con la participación de los europeos. Tal hecho permitía que los inmigrantes recientemente llegados de Europa, donde ya convivían con la racionalidad de las relaciones capitalistas de producción, prosperasen en los negocios. Se consolidó una diferencia importante entre los europeos y las clases subalternas brasileñas, aún sujetos o recién liberados de relaciones sociales precapitalistas y esclavistas.

Sin embargo, no fueron solamente campesinos, artesanos y obreros los que migraron. Entre estos también tenemos la figura de los llamados "burgueses inmigrantes", que en muchos casos eran pequeños empresarios o técnicos que habían estudiado en universidades europeas y que al acumular algún capital migraban a América para organizar negocios, huyendo del proceso de concentración de capital. También había científicos, profesionales aventureros, personas que encontraron en América la libertad para la realización de experimentos e innovaciones, como fue el caso de los europeos (ingleses, franceses y alemanes) que realizaron una serie de experimentos científicos en la ganadería de Uruguay y en el sur de Rio Grande do Sul, como ha apuntado Stephen Bell (7).

En Rio Grande do Sul se produjeron diversos casos de inmigrantes que vincularon sus conocimientos técnicos con las actividades económicas desarrolladas en la provincia, básicamente actividades agrícolas y ganadería. Los "burgueses inmigrantes" venían a Rio Grande do Sul para fabricar utensilios agrícolas, herramientas, o también, en muchos casos, para dedicarse al comercio en las llamadas "colonias", donde la dinámica del trabajo familiar en la pequeña propiedad fertilizaba las actividades económicas. La ganadería de la Campanha también proporcionó un circuito de acumulación para la industria y algunas de las más importantes fábricas del Sur de Brasil fueron implantadas utilizando como materias primas los residuos de las actividades de producción de mercancías de exportación, en este caso la carne. Tal fue el caso de la Compañía Unión Fabril de tejidos del comerciante Carlos Guilherme Rheingantz, en la ciudad de Rio Grande y de la fábrica de jabones y velas de Frederico Carlos Lang, en la ciudad de Pelotas (8).

En la ciudad de Rio Grande, Rheingantz, un "burgués inmigrante" de segunda generación, cuyos familiares estaban relacionados con los negocios de colonización, instaló en 1873 la que fue la primera gran industria del sur: la fábrica Rheingantz de lanas y tejidos. Aprovechaba la lana producida por los rebaños de ovejas de la Campanha Gaucha brasileña y de Uruguay. Importó la maquinaria de Alemania. Construyó la fábrica en las afueras de la ciudad, organizando, además, un conjunto urbano con casas para los obreros, escuela, iglesia y cooperativa de consumo, mútua y club social, innovaciones significativas en una sociedad que aboliría la esclavitud quince años más tarde. Sin embargo, representaba también la necesidad que tenían los propios capitalistas de organizar las condiciones de regulación de su fuerza de trabajo, en un contexto en que las estructuras jurídicas de la sociedad brasileña no contemplaban dichas condiciones. Es decir, es un momento en que los empresarios deberían formar y controlar la mano de obra fabril, organizando el espacio de producción de la fábrica igualmente que los espacios de reproducción de la fuerza de trabajo.

Frederico Carlos Lang, un "burgués inmigrante" de la primera generación, empezó a operar su fábrica de jabones, velas y colas en 1864, en la ciudad de Pelotas. Había estudiado química en Alemania y se trasladó al extremo sur de Brasil, donde la actividad de la ganadería y de producción de carne salada propiciaban una serie de residuos (huesos, grasas, sebos) que eran utilizados como materias primas por su industria. La fábrica de Lang llegó a exportar a Inglaterra a finales de la década de 1860 una jalea alimenticia obtenida también a partir de estos residuos, como señaló Stephen Bell(9).

Son ejemplos de como en la periferia del capitalismo la ciudad también podría ser un "milieu de innovación", como señala Peter Hall. Para el autor, aunque sea difícil construir una teoría de la localización de las innovaciones, es posible, a partir de estudios de casos significativos, dibujar algunas características generales de los procesos de innovación. En este sentido Hall apunta que muchas de las innovaciones técnicas son resultado de iniciativas de emprendedores individuales con alguna formación técnica y provenientes de capas medias de la sociedad (10).

Son también ejemplos del proceso que se ha considerado como de innovación y desarrollo económico, proporcionado por las migraciones, en este caso de europeos que desarrollaron el comercio, la artesanía y la pequeña industria en diversas ciudades americanas (11). Además, los europeos rápidamente se integraban a la sociedad local, participando activamente de la constitución de la elite económica y social de la ciudad. Su posición de europeos, es decir, de llegados de la "cuna de la civilización occidental" era privilegiada y abría puertas en los salones cerrados de las elites terratenientes regionales. Sin embargo, solamente en una segunda generación, después de uniones matrimoniales con familias de la elite, empezaron a participar de las instituciones políticas.

Migración extranjera en el municipio de Pelotas

En la segunda mitad del siglo XIX la provincia de Rio Grande do Sul estaba dividida en dos economías regionales distintas y no complementarias. Una, la economía "colonial" (como era llamada la economía campesina de la pequeña propiedad familiar), del norte del territorio, basada en las áreas de colonización alemana e italiana, donde se desarrolló la pequeña propiedad agrícola. El núcleo central de esta economía era la capital de la provincia, la ciudad de Porto Alegre. Otra, la economía del charque, basada en la ganadería y en la gran propiedad de la Campanha Gaucha, cuyos centros estaban en las ciudades de Pelotas (centro productor y comercial) y Rio Grande (el puerto de exportación). Las dos economías fueron capaces, a partir de sus excedentes, de generar el surgimiento de una economía capitalista e industrial en sus núcleos más importantes. Aunque éstos presentasen características bastante distintas: las industrias de Porto Alegre se dedicaban más al mercado interno que a la exportación; y las industrias de las ciudades de Pelotas y Rio Grande dirigían su producción más hacía al mercado externo que al mercado interno, que en la región de la Campanha era más restringido que el de la región "colonial"(12).

Esta organización espacial estaba de acuerdo con la descripción que E. Soja hizo de la era del capitalismo de libre competencia (hasta fines del siglo XIX), donde la forma espacial predominante sería la de la yuxtaposición regional de la industria y de la agricultura, con el capital y la producción concentrados y localizados en los centros urbanos dinámicos. Estos estaban "cercados" por regiones agrícolas suministradoras de materias primas y alimentos, que, igualmente, eran el mercado consumidor y las proveedoras de mano de obra barata a la industria regional(13). Eran justamente los núcleos de estas regiones los que tenían la capacidad de atracción de las corrientes migratorias transcontinentales y continentales que se producían en aquel momento.

De esta forma la ciudad de Pelotas se convirtió en un polo atractivo para las migraciones internas e internacionales. Además de su posición como centro regional y de la proximidad con la frontera con Uruguay, la presencia del puerto también era un factor de atracción de flujos migratorios. Sin embargo, es en el dinamismo de la economía local y en las posibilidades de desarrollo urbano que podríamos fijar las principales razones del flujo migratorio para el municipio en la segunda mitad del siglo XIX.

En un análisis de la migración extranjera al municipio de Pelotas durante el siglo pasado podemos definir tres tipos principales de migraciones: las migraciones de patrocinio oficial en la zona rural del municipio; las migraciones espontáneas de trabajadores extranjeros al centro urbano; y las migraciones de extranjeros con algún capital para la instalación de negocios en la ciudad. Nuestro mayor interés recae sobre las migraciones urbanas. Sin embargo, también presentaremos una breve descripción de las migraciones rurales, ya que estas también tuvieron reflejos en el centro urbano.

Migraciones en la zona rural

En la zona rural del municipio de Pelotas se crearon a partir de 1848 las llamadas Colonias Municipales. El objetivo era la producción de alimentos, para abastecer la fuerza de trabajo de las charqueadas, y la ocupación de las tierras "vacías" del municipio. Las mismas estaban asentadas en los terrenos de la Sierra de los Tapes no utilizados por las principales actividades económicas relacionadas con la ganadería que se desarrollaban en las tierras llanas de la planicie. Además, en la sierra era relativamente pequeña la población indígena y de negros fugados de las charqueadas.

La colonización fue de tipo privado, es decir, el municipio autorizaba a entidades privadas a realizar los proyectos de colonización en sus tierras o de particulares que vendían sus parcelas. Las promociones unían intereses de las elites locales (la ocupación de tierras "desocupadas" de su propiedad) e intereses capitalistas en la financiación de la colonización por los inmigrantes (viaje, compra de las tierras, instalación). Tal fue el caso de la colonia irlandesa, creada en 1850, con cerca de 300 colonos llegados de Liverpool. A continuación, entre 1850 y 1858, se realizaron catorce promociones privadas de colonización que formaron dieciséis nuevos núcleos agrícolas en el municipio.

El más importante promotor de la colonización europea en el municipio de Pelotas fue el empresario alemán nacido en la Prusia Renana, Jacob Rheingantz, que empezó a actuar a partir de 1856, a través de contratos con los gobiernos imperial y municipal. También actuó comprando tierras y realizando proyectos de colonización en sus propiedades. A través de todas estas empresas en la Sierra de los Tapes se estableció una corriente de inmigrantes que generalmente no llegaba directamente de Europa, sino de otras regiones de la provincia, siendo en su mayoría alemanes, pero también italianos, españoles, austríacos, polacos y franceses. La única colonia francesa de Rio Grande do Sul, la Colonia "Santo Antonio" se estableció en tierras de particulares en 1880, llegando a tener 77 familias y 460 habitantes, siendo, además, un polo productor de vino y conservas hasta la mitad del siglo XX(14).

De manera similar hasta 1922 se formaron cerca de 61 núcleos coloniales en el municipio de Pelotas, con más de 1.700 propiedades y 8.000 personas. La población rural del municipio en 1920 era de 37.000 habitantes(15). Como la actividad de las charqueadas y de la gran propiedad utilizaba pocos trabajadores en sus tareas, podemos suponer que la mayor parte de estos habitantes vivía en el "área colonial".

El crecimiento demográfico y económico de las "colonias" posibilitó la implantación del capital comercial, interesado en los intercambios entre la ciudad y la zona colonial. Así que a finales del siglo XIX empezaron a instalarse en las vías de conexión entre el centro urbano y la "zona colonial" establecimientos comerciales dedicados a intercambiar productos entre la zona rural y la zona urbana. Actuaban comprando y vendiendo mercancías industriales necesarias para la pequeña propiedad, así como comprando productos de los colonos para después revenderlos en los mercados de la ciudad.

En la "Estrada do Retiro", se instalaron los primeros "almacenes coloniales", como eran llamadas estas casas comerciales que vendían productos "de la ciudad" (utensilios domésticos, ropas, herramientas, etc.) al mismo tiempo que comercializaban productos del campo (cereales, carnes, grasas, manteca, miel) entre los mismos agricultores. Los almacenes eran propiedad de inmigrantes con algún capital que llegaron a la ciudad atraídos por la presencia de las colonias en el interior del municipio, o de agricultores que habían tenido mayor suerte en la producción. Entre estos almacenes coloniales se puede destacar el de João Schild, el de Jacob Brod y Gustavo Brauner y los de las familias Peter y Tessmann, entre otros. Con la acumulación de capital proporcionada con el comercio, muchos de estos almacenes coloniales dieron origen a pequeñas industrias de procesamiento de cereales y frigoríficos de producción de embutidos. Los inmigrantes propietarios de los almacenes luego pasaron también a ser propietarios de tierras y promotores inmobiliarios en esta área de la ciudad, realizando buena parte de las parcelaciones ahí localizadas a partir de las primeras décadas del siglo XX, como veremos más adelante.

A lo largo del camino que relacionaba la ciudad y la región de la Campanha se instalaron también algunos almacenes coloniales. Fue el caso del de Manoel M. Vieira, el de Francisco Ferrer y el de João Vaz da Silva. Estos se dedicaban a la venda de productos de la ciudad y "de la colonia" (cereales, manteca, harina), dado que servían a un área de predominio de grandes propiedades, donde la fuerza de trabajo estaba dedicada sobre todo a la ganadería. Se percibe por los apellidos de los propietarios una clara diferenciación de territorios en el comercio de la ciudad. Estos almacenes al contrario de los del Retiro, abastecían a un hinterland en el que existían pocas propiedades de colonos de origen alemán.

En general ya se percibía que algunos inmigrantes se insertaban en circuitos económicos más amplios, organizando redes de comercialización y diversificando sus actividades en el núcleo urbano. El mercado consumidor formado tanto por el crecimiento de la población y de la productividad de las "colonias", como por el propio desarrollo urbano de la ciudad, proporcionaba a los inmigrantes un "espacio de acumulación" importante, en lo cual los mismos desarrollaban sus negocios.

Migraciones extranjeras hacia el núcleo urbano

El geógrafo Nilo Bernardes, comparando las migraciones de portugueses y de alemanes hacia Rio Grande do Sul, afirmó que el desplazamiento de estos grupos hacia áreas diferentes de sus asentamientos tradicionales (portugueses hacia el norte y alemanes para el sur del estado) se daba con mayor frecuencia en el "ambiente urbano", donde se producía, según él, "todo el mestizaje"(16). De hecho, un análisis de las migraciones hacia el núcleo urbano de la ciudad de Pelotas echa por tierra cualquier teoría de segregación y dualidad de la migración en el estado, con la presencia de inmigrantes de distintas etnias por todo el territorio. Efectivamente, en la ciudad de Pelotas, el comercio se desarrolló a partir de la mitad del siglo XIX, con la llegada de inmigrantes portugueses, españoles e italianos que realizaban el papel de intermediarios en las exportaciones e importaciones desde Europa.

Otra corriente migratoria importante hacia la ciudad en el siglo XIX fue aquella formada por trabajadores y artesanos de diversos orígenes (franceses, españoles e italianos principalmente) que integraron el tejido social y económico de la ciudad. Según los registros, la mayoría procedía de Montevideo y llegaron a la ciudad en la década de 1840. Muchos no se fijaron, volvendo a migrar hacia Uruguay y Argentina, o incluso hacia Porto Alegre, São Paulo, Estados Unidos o Europa. Empero, otros se fijaron en la ciudad y sus talleres posteriormente formaron el embrión de algunas importantes industrias. Entre los franceses encontramos un gran número de zapateros, carpinteros y ebanistas. Entre los españoles se encuentran los confiteros, panaderos y albañiles. Igual que los italianos, pero distintamente de los portugueses donde encontramos un número más elevado de "caixeiros- viajantes"(vendedores que circulaban de ciudad en ciudad vendiendo mercancías(17).

A finales del siglo XIX, la mayor parte de los comerciantes eran inmigrantes (o hijos de) portugueses, españoles, italianos, franceses, alemanes, sirios y libaneses y judíos entre otros, como atestiguan sus apellidos. Entre los principales comerciantes de la ciudad a principios del siglo XX, encontramos apellidos como Ruelle, Bardou, Jantzen, Scholberg, Cirer, Etchegaray, Barcellos, Salgado, Alsina, Laport, Gadet, Levy, Rheingantz, Perez, Arnús, Pitrez, Timm, Rocco, Scholl, Llullier, Bromberg, Echenique, Gotuzzo, Behrensdorf, Trápaga, Zambrano, Zabaleta(18). Igualmente, destacamos establecimientos como Scholberg & Cia. (fundada en 1854), M. Rosselli (de 1867), H. Krentel (1871), Bromberg & Cia. (1875), éstos de inmigrantes alemanes e italianos(19). También son importantes la "Casa Beiro" (de inmigrantes portugueses), "A Favorita" (de Aziz Nacib Al-Alam), "Flor da Syria" (de J. Nicolau Abduch), "A Iberia" (de J. A. Fernandes), "Bazar da Moda" (después Casa Mazza) y las librerías "Globo"y "Mundial" (la última propiedad de la familia Echenique). Las casas comerciales de los inmigrantes realizaban intensos actividades de importación de artículos de lujo desde Europa, conectando la lejana Pelotas en las modas de la Belle Époque.

Los comerciantes e industriales atrajeron otros técnicos extranjeros (ingenieros, arquitectos, tipógrafos, químicos, agrónomos) también de nacionalidad alemana, francesa o italiana para trabajar en la ciudad. Por otra parte, otros profesionales más relacionados con la elite y sus deseos de lujo y opulencia también llegaron a la ciudad. Fue el caso de profesores, artistas, pintores, músicos que impartían clases a los hijos de la aristocracia local.

El arquitecto de origen italiano José Izella Merote en la década de 1870 proyectó los palacetes de algunas de las familias más importantes de la ciudad, además de importantes edificios públicos. Muchas de las construcciones de sus proyectos fueron realizadas por Carlos Zanotta, constructor nacido en la ciudad y también de origen italiano. Otro constructor descendiente de italianos que actuó en la ciudad fue Caetano Casaretto. Igualmente, entre los profesionales que actuaron en la ciudad, podríamos citar el "proyectista" de origen francés Dominique Pineau y el "arquitecto" Stanislau Szarfarki que proyectó el Theatro Guarany (20). Evidentemente la calificación profesional de estos técnicos no siempre correspondía a una titulación universitaria, pero tenían gran prestigio en la ciudad y el estado de Rio Grande do Sul. Además estos profesionales actuaban en una época en que prácticamente no existían universidades en Brasil, lo que facilitaba su inserción profesional en las ciudades en que operaban.

Migración y desarrollo industrial

Como apuntamos anteriormente, a finales del siglo XIX, el desarrollo de la economía exportadora de charque posibilitó una acumulación de capitales en la región que tenía como centro dinámico la ciudad de Pelotas. Estos capitales, además de la presencia de un mercado consumidor urbano en crecimiento y del puerto (que facilitaba las exportaciones) fueron factores de atracción de empresarios que deseaban llevar adelante sus negocios. Muchos de estos industriales eran inmigrantes o hijos de inmigrantes dedicados al comercio que deseaban diversificar sus actividades huyendo de la dependencia de comercialización de los productos agrícolas de las colonias (21).

En 1864 el alemán Frederico Carlos Lang adquirió la fábrica de jabones de Luiz Eggers donde trabajaba desde que vino de Alemania, en 1861. La fábrica se situaba en las afueras de la ciudad de Pelotas, cerca de las charqueadas. En 1870 compró terrenos de João Cirer en los márgenes del arroyo Pepino en la zona norte de la ciudad y transfirió su fábrica a la nueva localización. Entre 1878 y 1880 estuvo estudiando en Alemania y adquirió maquinaria para su fábrica, pasando a fabricar además de jabones, jabones perfumados, velas y otros productos que utilizaban los residuos de la producción de las charqueadas (grasas, huesos, sebo). Podemos decir que la moderna industrialización de la ciudad fue obra de Lang.

En 1874, el inmigrante portugués José Alvares de Souza Soares hijo de padre médico y madre farmacéutica, fundó el Laboratorio Homeopático Souza Soares, que llegó a tener en la ciudad de Oporto una filial (fundada en 1901). El laboratorio fabricaba diversos fármacos, exportados a todo el Brasil y al exterior.

En 1876, el hijo de inmigrantes alemanes Carlos Ritter estableció en los márgenes del arroyo Santa Bárbara la Cervecería Ritter. En su finca, entonces en el suburbio Fragata construyó su palacete (la Villa Augusta) en estilo "palladiano" un jardín botánico privado, que era abierto al público en general durante los fines de semana. Además, como "naturalista amateur", Ritter organizó una gran colección de insectos en su museo particular. Ritter tenía familiares en Porto Alegre y en las colonias alemanas de Rio Grande do Sul, que también se dedicaban al comercio y a la industria. Su establecimiento en la ciudad de Pelotas ya representa una decisión consciente de diversificación de los negocios familiares. En 1901 se incorporó a la sociedad su hermano Frederico Jacob Ritter. La empresa, localizada en el área central de la ciudad, en los márgenes del arroyo Santa Bárbara, fue una de las mayores cervecerías de Brasil, llegando a fabricar 4,5 millones de botellas al año de 12 tipos distintos de cerveza y participando de diversas exposiciones internacionales. Utilizaba maquinaria importada de Alemania y Suiza, y sus principales técnicos eran alemanes contratados para trabajar en la ciudad de Pelotas.

La Cervecería Riograndense entró en funcionamiento en 1889 y era propiedad de Leopoldo Haertel, descendiente de alemanes nacido en Porto Alegre. Estaba localizada en la zona del puerto, distante de la cervecería de Ritter. Sin embargo, en 1909, fue la misma Cervecería Ritter la que realizó el préstamo para la ampliación de capitales de la fábrica de Haertel. A partir de 1911 la producción se amplió llegando a la producción de 1,5 millón de botellas, además de la fabricación de hielo y gaseosas. Es decir, que las dos cervecerías de la ciudad producían 6 millones de botellas de cerveza al año, que además de ser consumidas en el mercado local eran exportadas a todo el sur de Rio Grande do Sul y otros estados de Brasil. Las dos cervecerías de la ciudad llegaron a tener juntas cerca de 250 obreros(22).

Igualmente importante fue la fábrica de bebidas Cristiá & Compañía, que en 1885 inició la fabricación de licores en la ciudad. Propiedad de Francisco Auguet Cristiá y Francisco Carrera, inmigrantes catalanes de Girona, a los que en 1887 se unió Francisco Cuntillè. Posteriormente se asociaron a la empresa Carlos Grau, Hemetério Riú (llegado a Brasil en 1900) y Miguel Pons. La empresa fabricaba bebidas alcohólicas (ron, brandy, ginebras), licores de anís y de crema de cacao, además de refrescos de limón y gaseosas. La producción era para el mercado local, además de ser exportada a Cataluña principalmente a través del puerto de Tarragona(23).

En 1891 fue adquirida por Francisco Rheingantz y Carlos G. Rheingantz, la Fábrica de Sombreros que había sido fundada por Cordero y Wiener en 1881. La fábrica de Pelotas estaba asociada a la producción de la fábrica de Rheingantz en la ciudad de Rio Grande. Otros ejemplos de fábricas que mantenían relaciones estrechas con las actividades de ganadería y charqueadas en la ciudad son los curtidos de Julio Hadler (fundado en 1895) y de Arthur Lange y la fábrica de prensas de lana de Jacobs & Tomberg Ltda (todos descendientes de alemanes).

Una empresa no industrial, pero que merece ser citada es la de Guilherme Echenique & Irmãos, inmigrantes españoles y propietarios del Haras Euskalaria (para la cría de caballos de raza) y de la librería y gráfica Mundial. También los descendientes de portugueses, españoles e italianos organizaron muchas empresas y despachos comerciales, como fue el caso también de judíos e ingleses. Además, éstos, como los alemanes y franceses, también formaban una parte importante de los cuadros médicos y farmacéuticos. El "Laboratorio Pasteur de Pelotas" fue fundado por en 1926 por João Rouget Perez egresado de la Escuela de Veterinaria de Alfort y del mismo Instituto Pasteur de París. Producía distintos tipos de vacunas y fármacos de uso veterinario y era el laboratorio más avanzado del estado en la época(24).

Con todo este dinamismo, la ciudad de Pelotas experimentó un importante desarrollo industrial durante la primera mitad del siglo XX. Gran parte de este desarrollo se debe a las industrias fundadas por inmigrantes, aunque en la división territorial del trabajo brasileña la tendencia demarcada para el núcleo industrial de Pelotas fue la de una especialización en las industrias de alimentos, vinculadas a la base agraria de la economía regional. Ya en 1937, un 56 por ciento del valor de la producción industrial y 30 por ciento del empleo industrial del municipio estaban en este sector. Los intentos de desarrollo industrial diversificado llevados a cabo por los inmigrantes fueron desmantelándose lentamente por la competencia de la gran industria de los centros de Porto Alegre y São Paulo. La formación de un mercado nacional unificado en Brasil fue perjudicial al desarrollo industrial de Pelotas, cuya industria se basaba en la "cautividad" de determinados mercados regionales(25). Sin embargo, las industrias que resistieron a la concentración de capitales en los centros más potentes de la economía nacional permitieron el crecimiento de las actividades urbanas en la ciudad durante muchos años.

El asociacionismo de los inmigrantes en la ciudad

Un ejemplo más de desarrollo de la ciudad fue el gran número de organizaciones y asociaciones creadas por los inmigrantes y sus descendientes.

La Masonería fue fundada en 1843 por franceses que vivían en la ciudad. En 1857 la colonia portuguesa fundó la Sociedade Portuguesa de Beneficiência que originó un hospital en 1861. El también inmigrante portugués José Alvares de Souza Soares, inauguró en su finca el Parque Pelotense, en 1883. Otra iniciativa de inmigrantes en la ciudad fue la creación del Colegio Bachellery, fundado por maestros franceses en 1878.

Además, se debe citar las sociedades de inmigrantes, mezclas de clubes sociales y sociedades de auxilio mutuo: el Centro Portugués, la Sociedad Italiana Dante Alighieri, el Club Germania (de alemanes), la Sociedade Guilherme Marconi (de italianos), la Sociedad Sirio y Libanesa y la Sociedad Israelita, que fueron las principales asociaciones de inmigrantes (algunas de las cuales todavía se mantienen hoy).

También las iglesias fundadas por inmigrantes representaban iniciativas sociales (escuelas, cursos, fiestas). A modo de ejemplo podemos citar la Iglesia Anglicana, fundada por los pastores ingleses James Watson Morris y John Gaw Meen en 1892; y las Iglesias Evangélica Luteranas en 1924 (en las Tres Vendas) y en el área central de la ciudad.

Los extranjeros también participaron como profesores en las primeras iniciativas de implantación de la enseñanza de nivel superior en la ciudad, datadas de 1883 cuando se fundó la Escuela de Agronomía y Veterinaria, la primera de Brasil. También actuaron en las otras facultades implantadas en las primeras décadas del siglo XX (farmacia, odontología, artes y comercio).

La existencia, aún en 1922, de un periódico en la ciudad llamado Imigração (fundado en 1885) atestigua la importancia de la población inmigrante en todo el municipio.

Migraciones y desarrollo urbano

A todo este movimiento migratorio también debemos considerar los que se realizaban entre las poblaciones de trabajadores que emigraban de la Campanha o desde los municipios vecinos a la ciudad. El crecimiento económico e industrial atraía un considerable contingente de población que hacía crecer el centro urbano, cuya población alcanzó los 45 mil habitantes en 1920.

El área central de la ciudad reflejaba los cambios que se producían. La elite de la ciudad deseosa de ostentar su riqueza programó o reivindicó una serie de obras importantes en el área central. Sin embargo, los primeros ingenieros civiles o arquitectos que actuaron en la ciudad fueron técnicos alemanes o italianos contratados por los gobiernos municipal o provincial entre las décadas de 1830 y 1850. Algunos de las primeros planos de la ciudad fueron diseñados por el ingeniero alemán Eduardo Kretschmann en 1834. La iglesia matriz de la ciudad (1874) y el mercado público municipal (1849) fueron proyectados por el también alemán Roberto Offer, contratado por la Asamblea Provincial desde Montevideo. Posteriormente, en los decenios finales del XIX, fueron italianos los principales constructores de las casas de la elite, además de los teatros y otros edificios públicos.

El primer gran plan de la extensión de la ciudad fue proyectado en 1922 por el arquitecto descendiente de alemanes Fernando Rullmann. El técnico municipal pretendió implantar en la ciudad diversas innovaciones urbanísticas que fueron consagradas en la década anterior, como el zonning y la adopción del trazado de la ciudad jardín para los nuevos barrios de clase media. Aunque su plan (tal vez por demasiado ambicioso) no fue realizado integralmente, sus propuestas influenciaron en gran medida la actuación de los agentes productores del espacio urbano, y consecuentemente, el crecimiento de la ciudad durante las décadas posteriores.

De acuerdo con esta "nueva visión" de la ciudad y de lo urbano, en las primeras décadas del siglo XX, fueron los industriales de la ciudad los que contrataron a los arquitectos descendientes de franceses, alemanes e italianos responsables de la introducción de innovaciones arquitectónicas siguiendo el estilo europeo de las "villas residenciales". Las mismas estaban localizadas en algunas de las calles periféricas del área central, donde los solares más baratos permitían la construcción de la villa y la presencia del jardín. La mayoría fue proyectada a petición de las familias de industriales descendientes de europeos, que de esta manera imitaban el nuevo modelo de vivienda burguesa que se implantaba en Europa en esa época.

También la arquitectura bancaria tuvo la participación extranjera en su implantación en la ciudad. El emblemático edificio del Banco Pelotense fue construido por la empresa uruguaya C. Pérez Montero & Compañía. La constructora tenía su sede en Montevideo. Sus propietarios eran Carlos Pérez Montero, Donato Gaminara, Mario Moreau y Luis Súarez, todos ellos descendientes de españoles o italianos(26).

De inmigrantes a propietarios de tierras

En una sociedad cuyas raíces estaban en la conquista de la frontera la propiedad de la tierra era una fuente indudable de poder político y económico, además de garantir el prestigio social. Así que estaba bastante justificado que los inmigrantes que ascendían económicamente deseasen convertirse también en terratenientes. En su ya citado trabajo el geógrafo Nilo Bernardes detectó la misma tendencia de los inmigrantes alemanes e italianos de otras regiones del estado para la adquisición de tierras. De tal manera que una de las principales inversiones de los industriales y comerciantes descendientes de inmigrantes en la ciudad de Pelotas era la compra de tierras en la periferia suburbana. Muchos terrenos fueron adquiridos con la intención manifiesta de ubicar fábricas o depósitos. Sin embargo, las dimensiones de las adquisiciones y la rápida orientación de los terrenos hacia las parcelaciones, indica ya la intención de los burgueses inmigrantes en actuar en el mercado de tierras.

Lo urbano como realidad temporal y espacial se desarrolla a partir de la yuxtaposición de distintos mercados: el mercado en sentido estricto (comercial), el mercado de tierras y el mercado de la fuerza de trabajo. El mercado del suelo está estrechamente relacionado con el mercado de la fuerza de trabajo, ya que la mano de obra "libre" debe buscar su lugar de asentamiento en la ciudad (27). En la ciudad de Pelotas, las sociedades de parcelaciones de terrenos de propiedad de los descendientes de inmigrantes no actuaban solamente para su gente, sino también para el proletariado industrial en formación. Es decir, los burgueses inmigrantes operaban a la vez como industriales y como promotores inmobiliarios, imbricando en la ciudad el desarrollo industrial con el crecimiento urbano (28).

Los inmigrantes o sus descendientes fueron algunos de los principales responsables por las primeras parcelaciones privadas de suelo urbano en la periferia de la ciudad. En el barrio Fragata las villas del Prado y Gotuzzo surgieron en 1915 de la promoción e iniciativa de los hermanos Baldomero Trápaga y Zorrilla y Faustino Trápaga Filho (inmigrantes españoles), y de Caetano Gotuzzo Giacomini (inmigrante italiano), que también era propietario del Hotel Aliança (el más importante de la ciudad en la época) en sociedad con Pedro Zabaleta, también inmigrante español.

En el barrio Areal, la primera promoción fue la realizada por la empresa Caruccio & Rheingantz, una asociación de dos familias de inmigrantes (italianos y alemanes) que también tenían una fábrica de abonos (la base rural de la economía) y negocios de producción de materiales de construcción (la base urbana). La llamada Vila Caruccio do Areal en su primera etapa puso disponibles para la venta 157 lotes y luego la promoción fue acompañada por otras, como la división en lotes la parcela de tierras de Eloah Zabaleta (de la familia Zabaleta) para la creación de la Vila Eloah. Otra promoción realizada en el barrio Areal fue la de la Vila Proletaria Trápaga (1928) de propiedad de Baldomero Trápaga y Zorrilla (que realizaron la promoción de la Vila do Prado).

La empresa Caruccio & Rheingantz actuó en otras zonas de la ciudad. En el barrio de las Tres Vendas, parcelaron terrenos de su propiedad y de Luiz Havermann para la promoción de la Vila Caruccio das Tres Vendas. Fueron puestos a la venta inicialmente 51 lotes, además de 47 parcelados y no vendidos en los terrenos de la empresa Caruccio & Rheingantz. La parcelación estaba localizada en la zona norte de la ciudad, entre la vía férrea y la fábrica de ladrillos de Carlos Guilherme Rheingantz. Una de las más importantes operaciones realizadas en este período fue la parcelación de la Vila Santa Therezinha de Jesus (1929) en tierras también de propiedad de la empresa Caruccio & Rheingantz. El área total de la finca era de 14,46 hectáreas. La propiedad se situaba en la zona norte de la ciudad, en aquel momento en una posición exterior al perímetro urbano legal. Sin embargo, era un área de expansión urbana, donde se ubicaban un gran número de "almacenes" y para donde se extendía la red de tranvías. La promoción trataba de atender a la población inmigrada de las "colonias" de la zona rural del municipio.

El barrio Jardín Europa fue proyectado en 1930 por la Compañía Comercial Buxton Guilayn, de Porto Alegre, para la promotora Comercial e Constructora América S.A. propiedad de Luis Lorea (el propietario de las tierras), un descendiente de italianos con negocios comerciales e industriales en Pelotas y en la ciudad vecina de Rio Grande. En la ciudad de Pelotas, Lorea era propietario, con su hermano, de negocios de exportación de charque, sebo y arroz; de un ingenio de arroz, además de ser el representante de empresas de navegación(29). Una segunda gran promoción realizada por una sociedad inmobiliaria fue la Vila Bom Jesus (1930-31), ejecutada por la portoalegrense Empresa Territorial Riograndense Ltda., propiedad de un inmigrante árabe, en un área de 61,65 hectáreas.

A continuación, se realizaron parcelaciones de menor envergadura como las de vilas Ángela, Cascáis, Marchesi y Prietto (todas en fincas de inmigrantes), que formaron el tejido del barrio Areal, ubicado entre el núcleo de la ciudad y el poblado Dunas, aumentando la población en la zona este de la ciudad. La Vila Cascaes, propiedad del portugués Manoel Tavares Cascaes se construyó a partir de una finca de 3,07 hectáreas la cual fue parcelada en lotes.

En los "fértiles" decenios de 1920 y 1930, en los cuales se produjeron una veintena de operaciones de parcelación de tierras, destacamos aún en el año 1934 la Vila Roschildt, propiedad de Germano Roschildt, de origen alemán, en la zona norte. La promoción consistió en la apertura de una calle que conectaba dos importantes vías de acceso entre el barrio Tres Vendas y el centro de la ciudad. Operación semejante fue realizada en 1936, con la parcelación de la Vila Santa Martha por parte de un propietario de nacionalidad francesa, oriundo de la colonia francesa Santo Antonio, en el interior del municipio en 1911.

Las promociones inmobiliarias realizadas transformaron la morfología urbana de la ciudad, con la inauguración de la "producción" de la periferia" a partir de procesos distintos a los que la orientaban hasta entonces. La institución plena del mercado de tierras en la ciudad está contenida en todo este proceso. El núcleo original de la ciudad se convirtió en su área central. Los "nuevos" inmigrantes - que ahora llegaban para trabajar en las fábricas - ya tenían su lugar de asentamiento definido. Se produjo, entonces, la fragmentación del espacio urbano en la ciudad de Pelotas; y con ello se estableció la primera gran segregación social y espacial en la ciudad, entre un área central planificada y controlada por el poder público y una periferia producto de la acción privada.

Conclusiones

En nuestra exposición hemos tratamos de poner de manifiesto un movimiento migratorio hacia una ciudad específica y sus consecuencias en el desarrollo económico y urbano.

La inmigración extranjera hacia el municipio de Pelotas atravesó diversas fases: primeramente la migración hacia la zona rural, organizando las colonias de inmigrantes agricultores. Muchos de estos agricultores se han mantenido distanciados del centro urbano, formando colonias casi cerradas. Otros participaron en un segundo movimiento migratorio hacia la periferia del centro urbano y fueron algunos de los responsables de los circuitos comerciales entre la ciudad y su zona rural.

A continuación, la inmigración de artesanos y técnicos hacia el centro urbano, movimiento que fue acompañado por inmigrantes que organizaron redes comerciales entre la zona rural y el centro urbano y entre la ciudad y los mercados regionales, nacionales e, incluso, internacionales. Esa segunda corriente migratoria reveló importantes impactos en el núcleo central de la ciudad, con el crecimiento del comercio y las transformaciones en el área central.

Finalmente, en las últimas décadas del siglo XIX, la llegada de los "burgueses inmigrantes" que organizaron sus empresas industriales y que introdujeron innovaciones sociales y técnicas en la ciudad. Estos, con la diversificación de sus capitales, fueron los responsables de la transformación de la ciudad, con la expansión de la periferia urbana y la introducción de un nuevo modelo de crecimiento urbano, que podríamos llamar de "producción liberal del espacio urbano". Sin embargo, fueron también importantes en la formación de una nueva elite urbana y regional, "mezclándose" con las elites terratenientes tradicionales.

Mucho de la modernidad urbana y social de la ciudad de Pelotas se debe a esta ola de inmigrantes europeos que llegados de su continente o de centros económicos más importantes y desarrollados lograron "conectar" la ciudad con los avances técnicos y sociales de las primeras décadas del siglo XX. Aunque aquí nos limitamos a desarrollar nuestros argumentos con base en la acción de aquellos inmigrantes "típicamente caracterizados" como "extranjeros", también podríamos ampliar nuestro análisis con ejemplos de otras personas llegadas de otras regiones de Brasil, un "pais-continente" con intensa movilidad interna de su población.

Lo que pretendemos destacar en esta comunicación es la participación de inmigrantes extranjeros en el desarrollo económico, social y urbano de una ciudad. Aunque es imposible no reconocer que el proceso de industrialización finalmente revela innumerables contradicciones sociales y espaciales, tampoco es admisible ignorar la participación de los "burgueses inmigrantes" en el desarrollo y la modernización de la ciudad de Pelotas. La concentración industrial y comercial generada en gran parte por el asentamiento de capitales de inmigrantes la mantuvo durante décadas como un importante centro regional. Una muestra también de la apertura hacia el exterior y de la "permeabilidad" de la ciudad, que permitió la actuación de grupos inmigrantes y su eficiente integración en la economía y en la sociedad local.
 

Notas

1. Sobre el origen de los comerciantes ver PIRENNE, H. Las ciudades de la Edad Media. Madrid: Alianza Editorial, 1972.

2. Sobre las transiciones del "modo de regulación" ver HARVEY, D. A condição pós-moderna. São Paulo: Loyola, 1992.

3. Sobre la mundialización ver CHESNAIS, F. A mundialização do capital. São Paulo: Xamã, 1996.

4. KING, R. Migrations, globalization and place. In MASSEY, D. and JESS, P. (eds.) A Place in the World? London: Open University Press, 1995, p. 5-44.

5. ENGELS, F. A situação da classe trabalhadora na Inglaterra. São Paulo: Global, 1985.

6. KING, R. Migrations, globalization and place. Op. cit., p. 16.

7. BELL, S. Redes sociais e inovação na industria sul-americana na época da pré-refrigeração: uma perspectiva comparativa entre o Brasil meridional e o Uruguay. Scripta Nova, 1 de agosto de 2001. Número extraordinario dedicado al II Coloquio Internacional de Geocrítica - Innovación (http://ww.ub.es/geocrit/sn-69-84.htm)

8. PESAVENTO, S. J. História da indústria sul-rio-grandense. Guaíba (RS): Riocell, 1985.

9. BELL, S. Redes sociais e inovação na industria sul-americana na época da pré-refrigeração... Scripta Nova, op. cit.

10. HALL, P. The city as Innovative Milieu. In Cities in Civilization - Culture, Innovation and Urban Order. London: Phoenix Giant, 1998, p. 291-502.

11. CAPEL, H. Los inmigrantes en la ciudad: crecimiento económico, innovación y conflicto social. Scripta Nova (Revista electrónica de geografía y ciencias sociales), nº 3. Universidad de Barcelona, 1 de mayo de 1997 (http://www.ub.es/geocrit/sn-3.htm). También publicado en DELGADO, M. (ed.) Ciutat i immigració. Barcelona: Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, 1997, p.83-112.

12. SINGER, P. Porto Alegre. In Desenvolvimento Económico e Evolução Urbana. São Paulo: Editora nacional, 1977, p. 141-198.

13. SOJA, E. A Geografia Histórica da Reestruturação Urbana e Regional. In Geografias Pós-modernas. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor, 1993, p. 191-230.

14. GRANDO, M. Z. Pequena agricultura em crise: o caso da colonia francesa no Rio Grande do Sul. Porto Alegre: FEE, 1990, p.85.

15. Municipio de Pelotas: Relatório da Intendencia Municipal, 1922, anexos 21 y 22.

16. BERNARDES, N. Bases Geográficas do Povoamento do Estado do Rio Grande do Sul. Ijuí: Editora UNIJUÍ, 1997, p.83 (original publicado en 1962).

17. BECKER, K. Imigração. In Enciclopedia Rio-Grandense. 5º Volume. Canoas (RS): Editora Regional, 1958, p. 328-354.

18. OSÓRIO, F. A cidade de Pelotas - corpo, coração e razão. Pelotas: Officina Typográphica do Diario Popular, 1922.

19. LOPES NETO, J. S. Historia de Pelotas. Pelotas: Armazém Literario, 1994 (original de 1911 y 1912).

20. MOURA, R. e SCHLEE, A. R. 100 imagens da arquitetura pelotense. Pelotas: Pallotti, 1998.

21. PESAVENTO, S. J. História da indústria sul-rio-grandense. Guaíba (RS): Riocell, 1985.

22. KRESTER, A. As industrias de Pelotas. Serie especial del Diario da Manhã. Pelotas: de 1 de agosto a 18 de octubre de 1992.

23. MONTE DOMECQ, R. O Estado do Rio Grande do Sul. Barcelona: Monte Domecq & Cia. Publicistas editores, 1916, p. 261-266.

24. PIMENTEL, F. Aspectos gerais de Pelotas. Porto Alegre: Tipografia Gundlach, 1940.

25. SOARES, P. R. R. "Décadence avec élégance". Uma crítica ao discurso da Metade Sul do Rio Grande do Sul. Revista Ágora. Volume 2-I. Santa Cruz do Sul: 1996, p.67-85.

26.  Almanach de Pelotas, 1928.

27. LEFEBVRE, H. La revolución urbana. Madrid: Alianza Editorial, 1972.

28. Los datos presentados hacen parte del material de la Tesis Doctoral que estoy elaborando sobre la morfología urbana de la ciudad de Pelotas en el programa de doctorado "Pensamiento Geográfico y Ordenación del Territorio", del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona, bajo la dirección del Dr. Horacio Capel.

29. Luis Lorea llegó de Italia a Brasil en 1887, fijando residencia en la ciudad de Rio Grande. En 1914 constituyó su primera empresa individual. Mantenía negocios comerciales de importación y exportación; fábricas de cuerdas, estopas, aceites vegetales, de salga de pescado y un astillero naval en Rio Grande. PIMENTEL, F. Aspectos gerais do municipio do Rio Grande. Rio de Janeiro: Imprensa Oficial, 1944, p. 448-450.
 

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