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Scripta Nova.
 Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 94 (89), 1 de agosto de 2001

MIGRACIÓN Y CAMBIO SOCIAL

Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

TECNOBRACEROS, LOS NUEVOS INMIGRANTES

Mar Serrano Segura
Doctora en Geografía
Universidad de Barcelona


Tecnobraceros, los nuevos inmigrantes (Resumen)

En el pasado, las grandes oleadas de inmigrantes estaban compuestas en su mayoría por personal no cualificado dispuesto a cubrir los puestos de trabajo menos disputados en los países de destino. Actualmente, la situación parece haber cambiado y el objetivo de estos países es lograr atraer mano de obra cualificada en aquellos sectores de la nueva economía en los que escasea.

Las nuevas tecnologías y, más concretamente el sector informático, está experimentando en los últimos años un desarrollo tan grande y tan rápido que los países del Primer mundo se ven necesitados de personal informático en una cantidad mucho mayor de la que pueden preparar en sus centros de formación. Por esta razón, algunos de estos países han optado por abrir las fronteras a estos nuevos inmigrantes procedentes del Tercer Mundo que comienzan a ser denominados tecnobraceros.

Palabras clave: trabajo / tecnología / informática / tecnobraceros


Nuevas oleadas de inmigrantes están llegando a los países desarrollados desde hace pocos años. Estos inmigrantes tienen en común con los que llegaron en el pasado, el deseo de encontrar una vida económicamente estable y mejores condiciones laborales, en eso se parecen. Lo que los diferencia es su formación: vienen con un título universitario bajo el brazo, lo cual es requisito indispensable para obtener un visado en algunos de los países que han abierto sus fronteras a este nuevo tipo de inmigrante, o al menos con un documento que acredite su dilatada experiencia en el campo de la informática.

Ocuparán puestos de trabajo que los trabajadores del país al que llegan no han ocupado, ésta vez no porque sean trabajos poco apreciados, sino porque los centros de enseñanza nacionales, hoy por hoy, no pueden formar personal capacitado al frenético ritmo que el mercado laboral lo solicita. Por lo general, será un personal más dócil y menos exigente que el personal propio del país y se dirigirá exclusivamente allí donde las nuevas tecnologías exijan su presencia. Esta es la razón por la cual se les ve como unos nuevos braceros, ahora del campo de la tecnología y la informática: los tecnobraceros.
 

Algunas cifras sobre migraciones

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un 2'5 por ciento de la población mundial, es decir, 150 millones de personas viven como inmigrantes legales en otro país. De éstos, 25 millones lo hacen en EE.UU. y 18 millones en la Unión Europea.

El país europeo con mayor número de inmigrantes es Alemania, con 7'3 millones, al que sigue Francia con 3 millones y medio. En España hay 551.000. Esos datos corresponden a los inmigrantes legales, ya que la cuantificación más o menos exacta de los clandestinos es imposible. Se calcula que sólo en la Unión Europea superan los 3 millones, de los cuales medio millón están en Francia y 150.000 en España.

En cuanto a la procedencia, la mayoría de los inmigrantes asentados en Europa proviene de países mediterráneos: Argelia, Marruecos, Turquía y la ex Yugoslavia, aunque en los últimos años se registra un incremento de los inmigrantes procedentes de la Europa del Este y de Asia.

Entre 1988 y 1997, más de 9'3 millones de emigrantes se asentaron en los Estados Unidos, mientras que 5'3 millones lo hacían en Europa occidental. La opinión de muchos es que permitir un incremento en las cuotas de inmigración cuando existe un excedente de trabajadores en la eurozona, con un 9 por ciento de desempleo, no parece tener mucho sentido. Sin embargo, los gobiernos parecen convencidos de que permitir la entrada a más inmigrantes y atraer a los más cualificados es un hecho imparable.

Otra evidencia es la situación demográfica en Europa, un continente con una población envejecida y tasas de natalidad en continuo descenso, especialmente en el sur.

Un informe publicado en marzo de 2000 por el departamento de población de la ONU ponía de manifiesto lo que consideraba un grave problema y sostenía que para mantener el tamaño de la población activa en el año 2050, Italia necesitaría 6.500 inmigrantes al año por cada millón de habitantes y Alemania 6.000; en el caso de EE.UU. serían necesarios 1.300. Sin esa entrada de población activa, sería imposible continuar con los actuales sistemas de pensiones europeos.
 

La carencia de informáticos

Se afirma que la carencia de expertos en informática en su más amplia acepción, es decir, expertos en redes, servidores, software, etc., es global y que la suma de puestos de trabajo por cubrir en todo el mundo asciende a casi dos millones de empleos, lo que supondría el 29 por ciento del total. Ese 29 por ciento se incrementa en Hispanoamérica hasta un 63 por ciento.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la falta de expertos en informática en Europa, podría poner en peligro su futuro crecimiento económico. Las conclusiones del informe (1) que elaboró esta organización con ocasión de la Sexta Reunión Regional Europea celebrada en Ginebra entre los días 12 y 15 de diciembre del 2000 mantienen que, de seguir la tendencia actual, en el año 2002 podría haber en Europa más de un millón y medio de puestos de trabajo sin cubrir en el sector, ya que Europa ha sido el continente que ha registrado un mayor crecimiento en el uso de Internet y se prevé que en el 2004 un 75 por ciento de los trabajadores europeos utilizarán la red en su empresa, frente al 25 por ciento que lo hacía en 1999.

El informe advierte que la falta de expertos en el continente y la masiva fuga de cerebros que probablemente se dará, podría acentuar la distancia entre países ricos y pobres en la propia Europa. Ya en la actualidad, miles de jóvenes rumanos, búlgaros o húngaros graduados en disciplinas informáticas, están abandonando sus países de origen para asentarse en el Reino Unido o Alemania, países que ofrecen visados especiales para atraer a profesionales extranjeros del sector. Sin embargo, según la OIT, una buena parte de estos jóvenes permanecen poco tiempo en estos países y acaban dirigiéndose a Canadá o Estados Unidos, donde las expectativas económicas son mejores.

Por otra parte, un estudio elaborado recientemente por la consultora International Data Corp. (IDC) y ampliamente difundido, asegura que Europa necesita 1'2 millones de informáticos más para dar respuesta al auge de Internet y que esa cifra aumentará hasta 1,7 millones en el 2003. Mantiene que la falta de personal cualificado hace que un 12 por ciento de los puestos de trabajo ofertados queden vacantes.

Por lo que respecta a España, este mismo informe estima que en el año 2002 quedarán por cubrir cerca de 90.000 puestos de trabajo en el sector de la informática.

La respuesta de algunos países europeos ha sido la de importar especialistas informáticos procedentes, sobre todo, de países del Tercer mundo o en vías de desarrollo, tal ha sido el caso de Alemania, Reino Unido o los Países Bajos. Estados Unidos ha seguido la misma línea de actuación.
 

La respuesta de EE.UU.

En EE.UU., las empresas de alta tecnología están en tal grado preocupadas por encontrar informáticos, que el gobierno inició en enero de 1998 un plan de formación para tratar de cubrir los 346.000 empleos vacantes en el sector. El informe presentado por el grupo Virginia Tech señalaba que ese era el déficit que existía entonces en las empresas con más de 100 empleados.

El plan gubernamental iniciado en 1998 depende del Departamento de Trabajo y su objetivo es formar a trabajadores que hayan perdido su empleo en otro sector. En el plan deben colaborar las escuelas, las empresas y las administraciones locales, pero todo ello no ha impedido que EE.UU haya abierto las puertas al personal cualificado extranjero.

Los directores de empresas informáticas dirigieron el pasado año una carta conjunta al Congreso pidiendo facilidades para fomentar la inmigración de trabajadores extranjeros en su sector. Su lema era "Green cards, not guest worker visas", aludiendo a la necesidad de contar con trabajadores con un visado permanente y no temporal. Tras meses de intensa presión, la industria tecnológica de Estados Unidos logró su objetivo y el Congreso aprobó en octubre del año pasado aumentar a 195.000 el número anual de visados H-B. Está previsto que la cifra se mantenga durante tres años, y que cerca de 600.000 extranjeros emigren a Estados Unidos hasta el año 2003 para trabajar en empresas de la nueva economía.

Mientras todo esto sucedía, el Washington Post recogía la opinión de algunos críticos que mantienen que el gobierno había caído en la trampa de las empresas informáticas, las cuales inflan sistemáticamente las cifras de empleos vacantes. Este sector crítico opina que lo que la industria informática pretende es conseguir que la administración conceda más visados para técnicos en ordenadores procedentes de países donde los salarios son inferiores, de manera que sean una fuente de mano de obra barata y dócil. Por otra parte, la alarma social logra que sea el gobierno el que cargue con la labor de formar a las nuevas canteras de informáticos.

Se calcula que en la actualidad existen unos 300.000 puestos de trabajo del sector sin cubrir por falta de mano de obra adecuada, al tiempo que la tasa de desempleo es bastante baja en Estados Unidos (no llega al 4%) y la demanda de profesionales especializados, sobre todo informáticos, es muy alta. La industria tecnológica mantiene que si estos puestos de trabajo no se cubren con las personas adecuadas, el crecimiento económico del país se podría ver afectado ya que los análisis coinciden en que el empuje de la economía estadounidense de los últimos años se debe, fundamentalmente, al comportamiento de las empresas de la nueva economía y al aumento de la productividad propiciado por el uso de las nuevas tecnologías.

El año 2000 el Inmigration and Naturalization Service de Estados Unidos concedió 115.000 visados de la clase H-1B. Las peticiones fueron tantas que al poco tiempo ya no quedaba ni uno. Estos visados se conceden según el orden de llegada de la solicitud, siempre y cuando el solicitante cumpla con los requisitos: tener un título universitario y unas habilidades especiales que justifiquen su contratación. De los 115.000 visados, casi la mitad fueron a parar a trabajadores de nacionalidad india y el segundo grupo en la lista fue el de los trabajadores chinos. Una buena parte de esos visados se concedieron a jóvenes extranjeros que ya están estudiando en alguna universidad estadounidense.

Para los inmigrantes obtener un visado H-1B significa vivir sin problemas en el país durante tres años, ampliables a seis, pasados los cuales podrán solicitar la residencia permanente, si bien las gestiones administrativas para ello no son en absoluto fáciles y muchos optarán por irse.

Hoy por hoy, el volumen de contratación de trabajadores extranjeros en las empresas del sector va aumentando y, por ejemplo, Intel tiene en su plantilla un 4 por ciento de empleados inmigrantes.

Una de las paradojas que se están produciendo en el mercado de trabajo del sector de nuevas tecnologías y, más concretamente de Internet, es el despido masivo de empleados en las denominadas empresas punto com. Al tiempo que la demanda de profesionales con experiencia en Internet sigue siendo elevada, en el verano del pasado año 5.400 empleados en este tipo de empresas habían perdido su empleo debido al reajuste que están sufriendo los negocios online. Estas compañías, dedicadas al comercio electrónico de todo tipo de productos, experimentaron un gran auge hace muy pocos años y fueron naciendo por doquier. El comercio electrónico era el futuro y se invirtieron grandes capitales en este nuevo modo de compra y venta de productos. Pero, contrariamente a todos los augurios, una buena parte de estos negocios quebró al no obtener el éxito esperado y las empresas menos productivas están cerrando, dejando al personal en la calle. Cierto es que los profesionales que pierden su trabajo en este sector pronto son de nuevo contratados ya que la demanda de profesionales de su tipo sigue siendo alta, pero no debería echarse en el olvido este aviso del mercado laboral.
 

Situación en Alemania

En Alemania, representantes del gobierno y de la industria se pusieron de acuerdo en abril del 2000 para poner en marcha un plan que permita buscar fuera de las fronteras de la Unión Europea los expertos que necesitan. El gobierno alemán considera que sin estas medidas su industria de nuevas tecnologías quedaría estancada o retrasada.

Así, Alemania está ofreciendo un permiso de trabajo especial para contratar a 20.000 informáticos expertos en ordenadores, bancos de datos y programación y se prevé que sean extracomunitarios, dado que el resto de los países de la Unión Europea pasa por la misma situación de carencia.

Los inmigrantes informáticos reciben la denominada grüne karte, un permiso de residencia y trabajo por cinco años, prorrogables, y una fórmula de contratación que les permite cambiar de empresa durante ese período. La revisión de las solicitudes de los permisos de trabajo es más rápida en Alemania que en Estados Unidos, donde suelen durar meses y en junio del año 2000, dos meses después de la puesta en marcha del plan, se habían recibido ya unas 4.700, la mayoría procedentes de India (932), y de los países del Este de Europa.

Mientras que la patronal considera insuficientes estas medidas y mantiene que debería abrirse más el cupo de inmigrantes informáticos, los sindicatos alemanes no han tardado en protestar, alegando que en Alemania hay cuatro millones de parados, 31.000 de los cuales pertenecen al sector informático y que las empresas son reticentes a contratar a personas mayores de 35 años. Mantienen también los sindicatos que son muy conscientes de que los parados alemanes del sector informático, "no trabajarán al mismo precio que una persona de Bangla Desh".

Las oposiciones al plan de visados y contratación de extranjeros proceden también de frentes conservadores que proclaman el lema "niños en lugar de indios", aludiendo a la baja natalidad en Alemania. Y ha sido esta última oposición la que está frenando la llegada de informáticos extranjeros o, al menos, el asentamiento en algunas zonas del país. En agosto Berlín, por ejemplo, había logrado captar únicamente 432 informáticos. Aunque el ritmo de llegada es de unos 100 profesionales extranjeros especializados en nuevas tecnologías, la mayor parte prefiere dirigirse a los länder de la Alemania occidental y esa preferencia guarda relación directa con la imagen actual de algunos Estados alemanes en los que los grupos y movimientos xenófobos no han perdido fuerza. La imagen de hostilidad a los extranjeros, y muy particularmente a los de otra raza, sigue vigente.
 

La situación en los países exportadores de informáticos

Al otro lado de la balanza están los países potencialmente exportadores de informáticos tales como Rusia, Rumanía, la India, Pakistán o Argelia, además de los países hispanoamericanos. Todos ellos ven cómo cientos o miles de profesionales tecnológicos abandonan cada año el país para afincarse en el occidente rico, ensanchando más la brecha tecnológica y económica entre los países desarrollados y los que no pueden alcanzar este desarrollo, entre otras cosas, porque la mano de obra cualificada necesaria, se prepara en su país de origen para ejercer luego su profesión allí donde es mejor pagada.

El déficit de personal cualificado en el área de la informática en general es más acusado en los países hispanoamericanos, lo cual se explica por la presión que ejerce EE.UU. ofreciendo visados de trabajo especiales y unas buenas condiciones salariales a los informáticos hispanos. Es decir, que actualmente existe un considerable flujo migratorio desde Hispanoamérica a EE.UU. que tiene muy poco que ver con los "espaldas mojadas". Ese flujo merma el número de informáticos en Hispanoamérica que ya es deficitario de por sí, debido a la gran tradición que existe en muchos de esos países de orientar los estudios hacia las carreras de derecho y de administración de empresas, puesto que esas carreras universitarias se las ve como una garantía para ocupar luego puestos de prestigio en el país.

La respuesta de las empresas de los países hispanoamericanos está siendo la de ofrecer contratos a los estudiantes de informática e ingeniería de software antes de que terminen su formación, de tal manera que la relación de ofertas de trabajo dirigidas a un recién licenciado en informática es de 8 a 1, es decir, cada licenciado recibe un promedio de ocho ofertas de trabajo de distintas empresas nacionales.

¿Y cuál es la respuesta de los informáticos hispanoamericanos?. La de emigrar a Estados Unidos. En algunas revistas digitales hispanoamericanas se insta abiertamente a ello. A pesar de que se reconoce que el "robo de cerebros" ha hecho que países industrializados como Estados Unidos lograran grandes y rápidos avances tecnológicos a costa de los profesionales altamente cualificados que abandonan sus países de origen y, por consiguiente, que creciera la brecha existente entre el Primer y el Tercer Mundo, están convencidos de que si se abrieran las puertas a la migración en Estados Unidos completamente, emigrarían todos "al país del Norte —y cito textualmente— donde al menos existe niveles inferiores de corrupción política a los que existe en nuestros países y el dinero de los impuestos se utiliza apropiadamente." A continuación, la citada revista digital proporciona una larga lista de direcciones en Internet, hasta cuarenta y cuatro, en las que se da información sobre trabajos para profesionales tecnológicos en Estados Unidos (2).
 

Situación en España

En 1998 el Centro de Predicción Económica (Ceprede) y el Instituto L.R. Klein, de la Universidad Autónoma de Madrid elaboraron el informe denominado Evolución del Empleo en España ante las Nuevas Tecnologías. Según este informe, sólo en el terreno de las tecnologías de la información entre el año 1999 y el 2003 se necesitarían en España 275.000 nuevos profesionales especializados para hacer frente a la demanda, eso sin contar los empleos directos en el sector de las telecomunicaciones. El déficit se estimaba en 100.000.

Por otro lado, el informe consideraba que por cada empleo de especialista directamente generado en las nuevas tecnologías se necesitaría crear dos en otros sectores dependientes y que este rápido crecimiento generaría una demanda de nuevos profesionales que el mercado laboral sería incapaz de cubrir. Las actividades relacionadas con entidades financieras, servicios profesionales y Administración pública, serían las que más sufrirían los desajustes provocados por la revolución tecnológica de los próximos años.

El citado informe se presentó durante la Jornada Nuevos Empleos, Nuevas Tecnologías que se celebró en Madrid y que patrocinaron empresas como Ericsson o Microsoft, entre otras (3). Precisamente un directivo de Microsoft (4) mantuvo en la jornada que su compañía se dirigía a los institutos de enseñanza de todo el mundo buscando jóvenes prometedores entre 16 y 17 años para formarlos en conocimiento y en el estilo de trabajo de la compañía y que los últimos los había encontrado en Egipto. La empresa probaba así su filosofía de contratación, similar a la de otras empresas del sector, que consiste en preferir la contratación de personal muy joven, más familiarizado en principio con las nuevas tecnologías, para darles luego una formación dentro de la empresa. Por otro lado, mantienen que estos jóvenes tienen una distinta percepción del equilibrio entre la vida profesional y la familiar, de la evolución de su carrera y, sobre todo, del concepto de autoridad y, por tanto, del modelo jerárquico de la empresa, todo lo cual puede resumirse en una frase: son más dóciles o pueden llegar a serlo. La opinión es de la empresa, el resumen de la misma es mío.

Según un estudio elaborado por BIT (5), el cual se realizó analizando las ofertas de trabajo aparecidas en los anuncios clasificados de La Vanguardia de los domingos, la demanda de expertos en informática se ha duplicado en Barcelona y su área metropolitana desde 1997 al 2000 y hoy roza los 22.000 puestos de trabajo. De todas las demandas de trabajadores, un tercio estaban relacionadas con la informática, aunque sólo fuera por la exigencia de estar en posesión de un cierto dominio del funcionamiento general de un ordenador. Siempre según BIT, durante el primer semestre del año 2000 se registraron 2.948 demandas de informáticos, de las cuales 533 requerían titulación oficial y, en este caso, sobre todo la de licenciados en Informática o en Ingeniería Superior Informática (290), diplomados en Informática e Ingenieros Técnicos en Informática (83), y Formación Profesional II Informática (63).

Los perfiles profesionales más solicitados en el sector informático son los de ingenieros consultores, analistas de organización y analistas técnicos, diplomados en informática, programadores y personal relacionado con los multimedia e Internet. En cuanto a los anuncios que exigían a los candidatos conocimientos de informática a nivel de usuario sumaron 15.988 plazas entre el año 1977 y el 2000. Se pedían sobre todo conocimientos de software relacionados con el área de Microsoft (Word, Access, PowerPoint y Windows...). A pesar de lo expuesto, la tendencia es que cada vez se exige menos tener una licenciatura o una diplomatura en estudios informáticos.

Más allá de Barcelona, por lo que se refiere a la totalidad de Cataluña, la Conselleria de Treball considera que falta mano de obra en algunos sectores como son la hostelería, algunos oficios tradicionales y, particularmente la informática. Entre programadores, analistas, ingenieros e instaladores de sistemas, considera que faltan 16.000 informáticos en total, según el estudio elaborado por la Conselleria de Treball a partir de estimaciones sobre las ofertas tramitadas por las empresas en el Servei Català de Col.locació.

La situación afecta no sólo a Cataluña sino a toda España, de manera que la oferta formativa de las universidades españolas en las áreas de tecnología de la informática o las telecomunicaciones, no parece suficiente.
 

La postura gubernamental en España

Aunque no existe una política unificada entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, la Generalitat de Catalunya anunció ya en el verano del pasado año que buscaría en el extranjero 16.000 especialistas en nuevas tecnologías ante la falta de personal cualificado en España; la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, por su parte, no descartó la contratación de personal extranjero y afirmó que la Administración proporcionaría el soporte necesario para que se incrementaran las relaciones internacionales de centros educativos y empresas, que facilitara la captación en el extranjero de profesionales formados en las nuevas tecnologías. Sin embargo, el subdirector general de estudios sobre el empleo, dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Alfonso Prieto, afirmó que antes de importar profesionales del extranjero, había que pensar en los dos millones y medio de parados que hay en España y en la posibilidad de reciclarlos.

En definitiva, no existe, de hecho, una formulación conjunta del Gobierno con respecto al problema en cuestión y la importación de personal extranjero, ni tampoco el Gobierno ha puesto todavía en marcha un plan específico de formación para los profesionales del sector.

En España, al problema de la escasez de especialistas en tecnologías de la información en general, se añaden dos problemas: el primer es el escaso equipamiento informático de la sociedad; el segundo, la insuficiente penetración del inglés, que se ha erigido como el idioma de las nuevas tecnologías.
 

La formación de los informáticos

La demanda de informáticos parece estar muy por encima de la capacidad de las universidades españolas. Según otro informe, elaborado éste por Infoempleo después de analizar 186.000 ofertas de trabajo entre abril de 1999 y abril del 2000, la demanda de titulados en carretas técnicas, particularmente de informáticos e ingenieros de telecomunicaciones, suponían el 60 por ciento del total, mientras que en las universidades españolas las carreras técnicas representan sólo el 23'6 por ciento de las plazas.

Sin embargo, dado que cada vez se exige menos en las ofertas de trabajo la titulación universitaria como ingeniero informático, por ejemplo, hace pensar a muchos que la Formación Profesional podría satisfacer las necesidades del mercado laboral, puesto que, como expresó el propio Rector de la Universitat Politècnica de Catalunya, Jaume Pagès, en una entrevista (6), lo que faltan son profesionales prácticos más que teóricos. No obstante, en Cataluña ya se estudia la creación de un postgrado en Informática.

En noviembre del pasado año el DURSI (Departament d'Univesitats, Recerca i Societat de la Informació) presentó Form@tic, Pla per al desenvolupament de la formació universitària en l'àmbit de la informàtica i les telecomunicacions 2000-2003, un plan en el que se definían las estrategias adecuadas para impulsar nuevas actuaciones encaminadas a aumentar el número de profesionales en este ámbito, tanto a corto como a largo plazo a fin de, mantenía, hacer frente a los retos que plantea el acelerado cambio tecnológico para el progreso económico y social de Cataluña. Explícitamente se dice en el texto del plan que éste no contempla de manera expresa la posibilidad de importar técnicos universitarios de otros países, si bien esta posibilidad no se descarta por completo.

Sí se hace más hincapié en la necesidad de aumentar el número de plazas de aquellas titulaciones ya existentes y en la de crear nuevas titulaciones de primer y segundo ciclo. De hecho, la programación universitaria aprobada por la Junta del Consejo Universitario para los próximos cuatro cursos contempla un incremento de 570 plazas en el sector de las TIC.

Volviendo a la situación en Alemania, cuando el ministro de Trabajo, Walter Riester, propuso imponer la obligatoriedad de la titulación académica para los 20.000 inmigrantes del sector informático que el gobierno pretende importar, los empresarios se negaron en redondo alegando que esa cláusula implicaría entrar en formalismos innecesarios. El deseo de los empresarios ha prevalecido y no se exige un título universitario.

En algunos países europeos como Irlanda, Reino Unido o Suecia se están llevando a cabo proyectos de formación especializada dirigidos a trabajadores poco cualificados y a desempleados. En el Reino Unido, por ejemplo, se ha creado la denominada Iniciativa para la Sociedad de la Información, cuyo contenido formativo es amplio. La mayoría de estos proyectos de formación suelen partir de una estrecha colaboración entre las empresas que demandan informáticos y la Administración, con el objeto de diseñar currículos formativos realmente adecuados para los puestos que supuestamente demanda la nueva economía. Cada vez más las titulaciones y certificados de estudios son particulares, expedidas por empresas relacionadas con los suministros de hardware y software (7).

De hecho, el sector de las telecomunicaciones es tan cambiante y los cambios se producen tan rápidamente, que el criterio de los empresarios es que los cursos de postgrado son mucho más eficaces cuando el profesional trabaja ya en la empresa.
 

La opinión del sector empresarial

El sector empresarial, por su parte, opina que la carencia de informáticos a medida que crece la demanda de éstos los ha convertido en un bien escaso y la consecuencia inmediata ha sido que se hayan elevado los sueldos. Las pequeñas y medianas empresas dedicadas a la informática son las que resultarán más perjudicadas por el incremento de los salarios ya que no podrán asumir ese constante aumento. Esa es al menos la opinión que tienen los empresarios al frente de estas empresas.

La directora de recursos humanos de una conocida empresa informática en España manifestaba (8) no hace mucho que pasaba la mitad de su tiempo reclutando personal técnico informático y la otra mitad intentando retener el personal ya contratado. La política de retención se basa en compensaciones extrasalariales que pasan por el tiempo libre, horas para formación e incluso pago de la cuota del gimnasio.

Otra de las estrategias para lograr nuevos profesionales o mantener a los antiguos, es primar a los empleados para que aporten a la empresa familiares, amigos o conocidos cualificados (9).
 

La opinión de los profesionales de la informática

La opinión de los informáticos difiere de la de los empresarios del sector, puesto que, por lo general, no consideran necesario buscar en el extranjero los expertos que necesita el país para mantener la competitividad. En el caso de España, por ejemplo, tienden a considerar que hay suficientes profesionales preparados para trabajar en los puestos tecnológicos y que, en todo caso, la solución pasa por la formación y el reciclaje profesional y no por la importación.
 

¿No será otro "efecto 2000"?

Raro es encontrar una publicación dedicada a la informática y su entorno, ya sea ésta digital o tradicional, que no incluya una noticia o una opinión acerca de la escasez de informáticos y de la catástrofe que supondría para una sociedad el no ponerse al día inmediatamente, contratando o importando personal especializado. El tono recuerda a la alarma que se creó no hace demasiado tiempo con respecto al "efecto 2000".

A mediados de 1998 la CEOE hizo llegar un comunicado a sus Organizaciones Empresariales Confederadas acerca del denominado "efecto 2000". El problema, recordemos, era que la mayoría de los ordenadores representaban las fechas mediante un formato convencional de seis dígitos, dos para el día, dos para el mes y dos para el año, de manera que cuando se pasara del año 99 al 00, los ordenadores no serían capaces de discernir si los dos ceros correspondían al año 2000 o al 1900 y eso conllevaría un sin fin de problemas cuando los programas informáticos comenzaran a calcular seguros de vida, réditos, pensiones, préstamos, bases de datos o casi cualquier información.

El comunicado, de unos tres folios de extensión, decía que en la historia de los ordenadores jamás había existido una amenaza igual y que no se trataba únicamente de un problema informático sino que afectaba al conjunto de nuestra sociedad. Y terminaba diciendo que a medida que se fuera aproximando el año 2000 la demanda de informáticos para resolver el problema sería mayor y que llegaría un momento en que las empresas que no los hubieran contratado ya, podrían encontrarse con que no quedaran técnicos disponibles que les pudieran ayudar. Y ¿qué sucedió al llegar el año 2000?. Básicamente, nada. Lo que el comunicado denominaba "bomba del milenio" no estalló o la explosión fue muchísimo menos contundente de lo que se afirmaba, tal vez porque no era una bomba sino un globo.
 

El teletrabajo en las relaciones laborales

Si la prensa en los últimos meses ha estado y sigue estando llena de noticias y comentarios acerca del crecimiento de la demanda de informáticos y de técnicos de la información en general y si también ha seguido de cerca la actuación de algunos gobiernos como el alemán o el estadounidense en lo que respecta a la ampliación de los visados para permitir la entrada de nuevos inmigrantes con conocimientos en el sector informático, sorprende entonces algo: la poca atención prestada a un fenómeno paralelo al del crecimiento de las tecnologías informáticas como es el teletrabajo.

Por primera vez en la historia, las nuevas tecnologías permiten trabajar en cualquier lugar y enviar el trabajo vía correo electrónico a cualquier otra parte del mundo en pocos minutos. Las fronteras entre horario laboral y horario libre se difuminan con esta nueva modalidad de trabajo, las relaciones laborales cambian también pero, sobre todo, las fronteras geográficas pueden cambiar puesto que la presencia física en el lugar de trabajo ya no es imprescindible. Así pues, ¿por qué se pone el énfasis en la imperiosa necesidad de importar mano de obra?. ¿Tiene algo o mucho que ver el que esa mano de obra será en la mayoría de ocasiones más barata y más dócil que la autóctona, algo así como tecnobraceros?.

Todo los cambios de los que he hablado hasta aquí: las nuevas profesiones, las nuevas demandas, los nuevos inmigrantes a los que ya se comienza a denominar tecnobraceros... son bastante recientes y por tanto, se prestan más a la formulación de preguntas que a facilitar respuestas seguras. Pero la formulación de preguntas es la primera fase de la reflexión, el primer paso para obtener respuestas en un futuro próximo.
 

Notas

(1) En el encuentro la OIT presentó los informes Globalizing Europe y Decent Work in Europe and Central Asia.

(2) Revista en Línea, nº 78. Editor Jorge E. Pereira.

(3) La Jornada Nuevos Empleos, Nuevas Tecnologías se celebró el 5 de junio en la sede de la CEOE en Madrid. El evento se incluía en los actos previstos por la Iniciativa SUMA, proyecto de formación y empleo desarrollado por diversas instituciones públicas como el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Comunidad de Madrid, la CEOE, y la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con algunas empresas privadas como Microsoft, Airtel y Ericsson.

(4) El presidente de Microsoft Corp. (EE.UU.), Steve Ballmer.

(5) BIT es una empresa catalana dedicada a la formación en informática.

(6) La Vanguardia, 1 de agosto de 2000.

(7) Así, por ejemplo, Internet Cisco Systems con su Networking Academy Program, con certificación oficial o Microsoft mediante el Microsoft European Service Academy Program.

(8) Ciberpaís 21/9/2000.

(9) Según Vicente Gasulla, director de Marketing del Instituto Catalán de Tecnología (ICT) algunas empresas informáticas están pagando primas que rondan las 400.000 pesetas. En Expansión Directo, 9/6/2000.
 

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