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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VII, núm. 146(076), 1 de agosto de 2003

ACCESO A  SUELO URBANO Y GRUPOS SOCIALES EN LA PERIFERIA DE HERMOSILLO, MÉXICO

Cristina I. Martínez Rascón
El Colegio de Sonora, México


Acceso a suelo urbano y grupos sociales en la periferia de Hermosillo, México (Resumen)

Las prácticas de ocupación y apropiación de suelo urbano en la periferia de Hermosillo, México son el recurso más efectivo de los grupos sociales de mediano y bajo ingreso para resolver el problema de vivienda. Este fenómeno que data desde 1940 no se ha interrumpido porque la política urbana no resuelve la demanda satisfactoriamente; tampoco los grupos sociales han  conquistado  estos espacios políticos-jurídicos y prefieren la acción  colectiva de las movilizaciones.  A través de éstas han desarrollado dinámicas comunitarias solidarias que permiten  cumplir metas en la construcción de su entorno territorial. Analizar este fenómeno  desde la perspectiva de los nuevos actores sociales es el objetivo de este trabajo.

Palabras claves: periferia urbana, acciones colectivas, políticas territoriales.

Social access to urban ground and groups in the periphery of Hermosillo, Mexico (Abstract)

The practices of occupation and appropiation of urban land in the periphery of Hermosillo, México are the most effective ways of getting housing by middle and lower class groups.This phenomenon date back from 1940 and has not changed until now due to the fact that municipal urban policies do not satisfy housing needs. Since these groups have not participated actively in the formulation of urban development plans, they use social mobilization as means of acquiring land for housing. This paper evaluates the collective actions of these groups by using the perspective of new social actors.

Key words: urban periphery, collective actions,  territorial politics.

Las prácticas de ocupación y apropiación de la periferia urbana en Hermosillo datan desde 1940 cuando la ciudad se "modernizó" y atrajo corrientes  migratorias de todos los puntos del estado de Sonora. Desde entonces a la fecha, este proceso no se ha interrumpido debido a que la política urbana local es construida y ejercida verticalmente sin ofrecer  espacios reales de participación social. Tampoco estos grupos han conquistado dichos espacios,  pues la historia demuestra que la acción  directa de las movilizaciones es el recurso más efectivo para lograr sus objetivos aunque no hayan trascendido hacia los espacios jurídico-políticos donde se elaboran leyes, planes y programas de ordenamiento territorial. Esto último es un problema y a la vez una tarea por resolver. Mientras esto ocurre, ellos valoran dicha capacidad y la ejercen todo lo necesario para lograr los frutos esperados: principalmente posesionarse  y/o regularizar los terrenos urbanos; pero también para introducir infraestructura  y servicios públicos a la colonia, entre otros. Esta ponencia rescata dichas acciones a la luz de la discusión de los nuevos actores sociales  y su capacidad de transformar el  entorno urbano.

Actores y participación en la construcción social  del territorio

La periferia Sur de Hermosillo es un territorio que se construye poco a poco a partir de un conjunto de colonias populares gracias a la actividad desplegada por los actores mismos, que con resistencia y acciones, exigen sus derechos ciudadanos convirtiendo a este sitio geográfico en un espacio urbano y social; es decir, un territorio entendido como el espacio geográfico transformado por un grupo social, y que da lugar a la apropiación por parte de los habitantes del lugar, quienes lo ocupan y lo consideran como suyo.

El carácter urbano de un espacio geográfico se define por las funciones que cumple y por las actividades que se desarrollan dentro del mismo. Esto quiere decir que cuando nos referimos al espacio geográfico, lo entenderemos como el binomio territorio-sociedad; como el espacio ocupado de una manera planificada o espontánea, pero constituyendo un sitio que juega un determinado papel en los diferentes  campos (económico, social, político y cultural), de acuerdo con el lugar geográfico y con el carácter estratégico del mismo dentro de la región, misma que le confiere el potencial político que representa en la relación de fuerzas que se da en el campo de la política, regional y/o nacional[1].

Las diversas ocupaciones y apropiaciones de suelo urbano son comúnmente conocidas como  invasiones ó asentamientos humanos irregulares, y por esta misma razón, no reciben todos los beneficios de los programas asistenciales del gobierno municipal y federal. Tampoco reciben de éstos asesoría legal en materia de regularización de tenencia de la tierra, por lo que se ven precisados a organizarse internamente para resolver el primer problema que enfrentan como colectividad y que puede durar años para su solución. Paralelamente deben enfrentar todas las dificultades que presenta vivir en condiciones medioambientales y urbanas adversas, esto es, sin los servicios básicos y de infraestructura.

Sin embargo, la conjunción de estos elementos ha dado lugar a la creación de redes de relaciones sociales que se organizan con miras a buscar respuestas a sus necesidades  confiriéndole al espacio urbano características socioeconómicas y políticas que se expresan de la siguiente manera:

1. Las interacciones sociales constituyen lazos de solidaridad y transforman el espacio urbano en espacio social.
2. Los diferentes tipos de habitación típicos de las colonias populares en consolidación denotan la desigualdad social y económica de la población: habitación provisional  (cartón ó lámina); precaria (ladrillo, sin cimiento, techo de asbesto ó de cartón) o popular consolidada (casa bien hecha: mismos de ladrillo cimientos, techos de cemento y pisos de mosaico).
3. La  falta de servicios básicos como agua, luz y drenaje además de infraestructura urbana como escuelas, centros comunitarios de salud y parques entre otros, también es diferenciada y hace notar  ingreso por familia pero principalmente,  liderazgos locales que  capitalizan oportunidades en programas sociales gubernamentales  y potencial político en los vecinos para responder a estas necesidades.

Aunque aflora una discusión teórica-metodológica que tiene repercusiones en el análisis territorial respecto al papel de los actores sociales, en tanto sujetos reales de la sociedad que adquieren formas materiales y simbólicas a partir de la práctica que cada uno tiene al interior del sistema  capitalista y no en su ser de individuo, es indudable que su participación en la transformación del territorio queda fuera de toda duda.

Coincidimos ahora en que el espacio social es una  noción que implica la dimensión humana de la geografía, y nos sitúa de lleno en el corazón de la visión moderna de esta  disciplina. Es verdad, "el espacio no es social sino cuando el hombre lo ocupa o lo transforma mediante sus actividades,. Esto lleva a plantear la hipótesis de que ningún espacio es social en sí mismo, sino en la medida  en que es construido por la acción humana, y más concretamente, por la interrelación de los actores sociales en un  espacio geográfico determinado. En otros términos, si las actividades de la sociedad no se desarrollan en él, no deviene un espacio social. Por ello es importante considerar no solamente el territorio, sino también la sociedad que lo transforma en terruño por el sentimiento de pertenencia"[2].

Hermosillo y su periferia

Hermosillo ha experimentado en las últimas cinco décadas un dinámico crecimiento en diversos campos  de la vida económica y política que la sitúan como el centro urbano más importante en el estado. En  el año 2000 registra una población de 545,928 habitantes, que representa 90 por ciento total del municipio y 24 por ciento de la población total del estado[3].

Durante los cuarenta y cincuenta, el auge de la actividad agrícola en la región costera, la construcción de grandes obras de infraestructura combinada con el decaimiento de los centros mineros del estado, hicieron posible una elevada concentración de la población en la ciudad, logrando alcanzar tasas de crecimiento superiores al 8 por ciento anual.

En las décadas de los sesenta y setenta, el desarrollo económico de la región estuvo apoyado en la explotación intensiva de la agricultura, la actividad agroindustrial y alimenticia, desalentándose el uso de fuerza de trabajo en la rama exclusiva del sector primario, y trasladándose hacia el comercio y los servicios. En este período, la estructura urbana se conformó a partir de dichos requerimientos, expandiéndose la zona urbana en forma considerable y consolidando el núcleo base, el centro comercial y de gobierno, vialidades primarias, y ampliando y mejorando el equipamiento e infraestructura en los  nuevos asentamientos de la ciudad.

El  proceso de globalización que se advierte en los inicios de los ochenta reactiva la economía del estado de Sonora y particularmente la de su capital Hermosillo. La innovación tecnológica, la parcelación de los procesos de producción, la movilidad de capitales y el intercambio comercial, parecen colocar al país, y especialmente a los estados fronterizos, en una región privilegiada para la localización de plantas industriales tanto nacionales como extranjeras, orientadas principalmente a la exportación.

La ciudad de Hermosillo encabeza  este proceso de desarrollo que se vive actualmente en el estado. El espacio físico que ocupa la mancha urbana de 13,991.607 has. ha concentrado los diversos giros de la actividad económica, agropecuaria, industrial y comercial. También es un importante centro de servicios regionales, con influencia en todo el estado y la región noroeste del país. Destaca así la localización de empresas financieras, de comunicaciones y del sector público, convirtiendo a la ciudad en polo de desarrollo económico del noroeste[4].

Esta  preeminencia de Hermosillo, asimismo, denota el crecimiento desordenado de su periferia, misma que algunos autores le han asignado un papel clave pues los usos habitacionales y comerciales predominan imprimiéndole una nueva dinámica a la ciudad.

Un trabajo que  ilustra esta tesis es el referido a los niveles de centralidad del comercio hermosillense. Con la aplicación del índice de diferenciación urbana se obtuvieron resultados aparentemente lógicos, aunque también reveladores: el área de máxima centralidad está ubicada en el centro fundamentalmente, mientras que áreas menores que  concentran 40 por ciento del comercio, se ubican parcialmente en espacios densamente  poblados aunque alejados del área central. Son las vialidades múltiples las que sirven de  enlace entre el centro y la periferia de la ciudad, asignándole un nivel importante a esta última[5].

Este planteamiento sirvió como punto de partida para explicar los cambios recientes  de uso del suelo y el significado de periferia en Hermosillo. Sin embargo, el comportamiento de la mancha urbana discontinua y diferenciada por áreas y actividades, nos sugirió la hipótesis de un modelo urbano desarticulado y disperso en relación con el centro tradicional.

El sustento de este planteamiento radica en la existencia de los varios "centros"  en la periferia urbana y todavía más allá de la misma. Estos se interrelacionan en distintos  grados y hacen "funcionar" la ciudad sin importar la necesaria fusión de la mancha urbana.

Para este trabajo,  he seleccionado cuatro estudios de caso ubicados en la periferia Sur de Hermosillo por su riqueza y complejidad en materia de  ocupación y apropiación del suelo urbano. Estas son: la Colonia Villa Hermosa, Los Olivos, Adolfo de la Huerta y Adolfo López Mateos.  Pero las escogí, además, porque en los Planes Municipales de Desarrollo Urbano se demarca la periferia sur como área de expansión urbana  por excelencia.

Reservas territoriales

Según el Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Hermosillo (PMDUH) 2000-2003 las Reservas Territoriales son ". . . las áreas futuras que ocupará la ciudad en el corto y mediano plazo, las que se clasifican en habitacionales e industriales". Enseguida se describe la clasificación de reservas para uso habitacional y reservas para uso industrial además de identificar las áreas de reserva "condicionadas", pero nunca se revela la cantidad de reservas territoriales con las que cuenta el ayuntamiento. Este último, es un grave problema para los solicitantes de tierra de uso habitacional y también para los estudiosos del tema que se interesan en conocer la cifra para efectos de análisis, la cual por cierto parece muy difícil de obtener. Lo que sí es del conocimiento público es que el gobierno municipal adquiere  predios vía la Sindicatura y/o  Promotora Inmobiliaria del Municipio y las ofrece como "lotes" a solicitantes de tierra que externan su interés y también a ocupantes de asentamientos humanos irregulares que tratan de ser reubicados por las autoridades.

Sin embargo, resulta muy sugerente lo que el PMDUH señala como área crecimiento en el corto plazo Allí dice que la demarcación de reservas está condicionada por la factibilidad de dotación de agua potable y que las áreas que tienen muchas probabilidades de urbanización son:

1) la periferia rural-urbana del oriente de la ciudad;
2) el bulevar Progreso al Norte de la ciudad;
3) los suelos colindantes al Parque Industrial en el sureste de la ciudad; y
4) los cerros del Bachoco al Nororiente de la ciudad.

Aunque las recientes administraciones municipales sean  panistas   (partido opositor del dominante PRI) y hayan sostenido un rechazo total a la acción de las invasiones como lo veremos mas adelante, sí existe la  voluntad política de regularizar los asentamientos humanos pendientes. Estos últimos son los que surgieron en el marco de otras administraciones municipales priístas que no solamente apoyaron sino también promovieron estas acciones aparentemente con fines partidistas, aunque también quizá, como una de las vías mas efectivas de solución al problema de la vivienda en la población de bajos recursos.

Como dijimos anteriormente, las administraciones panistas, han llegado a usar la fuerza pública para impedir las invasiones urbanas; mas sin embargo, también han  ofrecido la alternativa de construir fraccionamientos populares que todavía no son suficientes para la demanda presentada. Por ejemplo, en 1998 se construyeron  los fraccionamientos Pepenadores y Manuel Gómez Morín que beneficiaron 800 familias, pero no se  volvió a saber  de otras construcciones de este tipo.

Muy recientemente, a principios del 2002, se registraron varios desalojos en diferentes invasiones aunque  paradójicamente la misma autoridad municipal también llegó a fungir como mediador de las negociaciones en la regularización  de un amplio sector del Bulevard Progreso al norte de la ciudad. Efectivamente luego de cinco años de posesión de las 350 familias  ubicadas irregularmente en una superficie de 8.5 hectáreas, el Gobierno Municipal medió entre estos y la Unión de Propietarios de Predios Invadidos para llegar al acuerdo de la compra-venta y posteriormente proceder a la regularización[6]. No está de más complementar esa información con otra muy relacionada y que tiene que ver  con la apertura de más de 500 hectáreas en este lugar para usos comerciales, industriales y de servicios, viviendas y vialidades secundarias con una inversión de 50 millones de pesos aportados por el Ayuntamiento, Gobierno del Estado y desarrolladoras inmobiliarios[7]. Actualmente se habla de la existencia de 30 invasiones, las cuales están en su mayoría, en el norte de la ciudad.

Prácticas de ocupación y apropiación[8]

Desde el punto de vista de los grupos sociales hay diversas formas de construir periferia aunque todas éstas se sinteticen  en un patrón que inicia con la ocupación del suelo urbano y posteriormente su regularización. Entre estos dos momentos ocurren también diversas gestiones de los vecinos para construir vivienda introducir servicios urbanos y cubrir otras necesidades de los asentamientos irregulares; justo aquí es donde surgen los liderazgos que orientan a los vecinos a la acción directa de la desobediencia civil ó a organizarse bajo los cauces legales para lograr sus objetivos. Se trata de expresiones que emergen  con la consigna de regularizar el predio que invadieron, pero que poco a poco integran demandas de servicios  e infraestructura urbana. La respuesta de su interlocutor, el Gobierno Municipal, es heterogenea  en tanto que los castiga por ser colonias "ilegales" y les limita el beneficio de los programas asistenciales. Sin embargo las marchas, tomas y paros de estos grupos cumplen con la función de gozar el derecho a los programas y lo consiguen aunque no de manera inmediata. En este sentido, hay que reconocer que los gobiernos locales y nacionales han tenido que albergar en sus espacios políticos y administrativos la participación y la concertación  entre el Estado y la Sociedad. En México, el Programa Nacional de  Solidaridad (PRONASOL) fue la política social más exitosa de la década de los ochenta que sembró la semilla de la participación social que ahora se cosecha en las colonias que nos interesan analizar. Efectivamente, éstas se formaron con algunos  vecinos que participaron en dicho programas y que reclamaron asignación de recursos y compromiso social de utilizarlos convenientemente. Actualmente están organizados alrededor de "Asociaciones de Vecinos". Así también allá del papel de PRONASOL en este proceso, está el trabajo de algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que desarrollaron programas productivos y de ahorro con estas familias; y escasamente la presencia de iglesias protestantes. Enseguida describiré  muy brevemente los cuatro estudios de caso donde todos y cada uno tienen el origen común de la invasión a suelos urbanos aunque desarrollan una historia distinta en base a los liderazgos y a la participación social  que puede culminar en importantes beneficios comunitarios.

Colonia Villa Hermosa

Esta colonia se localiza al sur de la ciudad y a un costado de la Carretera Sur a Guaymas con  una extensión  de 7.5 hectáreas. Tiene una población de 3161 habitantes y posee el status de asentamiento regularizado desde1995. Los orígenes de la colonia se remontan en los años ochenta cuando un grupo de familias se asentaron irregularmente en terrenos rurales. Mientras regularizaban sus terrenos pagaron derecho de posesión  a los campesinos propietarios de entonces hasta 1993 cuando negociaron el precio final del mismo y se decretó la expropiación de 135 hectáreas de las cuales una parte correspondía a la colonia Villa Hermosa. En este proceso  participaron dependencias federales, estatales y municipales tales como la Comisión de Regularización de Tenencia de la Tierra;  la Comisión de Bienes y Concesiones del Gobierno de Sonora y el Ayuntamiento de Hermosillo. Por su parte las colonias tuvieron como representantes a varios lideres de diversos partidos políticos Partido Revolucionario Institucional  y Partido Acción Nacional, principalmente.

En materia de vivienda, podemos decir que sus casas son fabricadas con materiales de tabique  y loza de cemento; son pocas las que tienen jardín  por la escasez del agua, aunque tienen en su mayoría abanicos enfriadores de agua y/o aparatos de refrigeración en las ventanas. Las principales calles pavimentadas son la Avenida  Labradores y la Avenida Enrique de León.

Esta colonia cuenta con los servicios básicos como lo son, luz, agua, drenaje, transporte y escuelas primarias y secundarias,. Hay tiendas y estanquillos, y hacen falta postes en algunas áreas para la línea de teléfono. Las personas que tienen teléfono son celulares o teléfonos prepago recargables con tarjetas. Existen cinco rutas de transporte que entran a la colonia.

La introducción de servicios urbanos  inició formalmente luego de la regularización, pero antes de ésta los vecinos se organizaron y apoyaron a líderes con filiación partidista para hacerse acreedores de los beneficios que gozan ahora.

Colonia Los Olivos

La colonia los Olivos se encuentra ubicada hacia el sur de la ciudad de Hermosillo; más precisamente  atrás de la colonia Villa Hermosa y cuenta con 7,029 habitantes.

Por sus dimensiones esta colonia está dividida en varios sectores:

1) Sector I, que abarca desde el Blvd.. Coyote  Iguana (norte) hasta el Blvd.. Puerto Libertad (sur) y del Blvd.. Pitahaya Madura (este) hacia la calle Alamo Blanco (oeste).
2) Sector II, que abarca la calle ocho (norte) hasta el Blvd., Coyote Iguana (sur) y desde el Callejón Juárez prolongación Pitahaya Madura (este) hacia la calle  Tuna Colorada y la calle del Guayarín, puesto que hace una escuadra hacia el (oeste) en el cual la calle que las une se llama Tunastral.
3) Sector III, abarca el Blvd.. Coyote Iguana (norte) hasta el Blvd.. Puerto Libertad (sur) y desde el Blvd. Toboso Amarillo(este) hacia la avenida del Palocitábaro (oeste).
4) Otra extensión de la colonia la denominan ampliación Olivos I que abarca desde el Blvd.. Puerto Libertad (norte) hacia la calle Dalia (sur) y desde la calle Benito Juárez (este hasta la calle Alamo Blanco (oeste).
5) Además existe una segunda ampliación que es la ampliación Olivos I. Que se extiende desde el Blvd.. Puerto Libertad (norte) hacia la calle Dalia (sur) y desde la calle Alamo Blanco (este) hacia la calle Francisco León (oeste).

Como dijimos, la colonia es bastante amplia y fue necesario que esta se dividiera en varios sectores. Aun así  esta colonia  no ha dejado de crecer y la han hecho sobre terrenos irregulares.

En este sentido , los asentamientos del amplio sector de los Olivos  es mixto: con terrenos regularizados y no regularizados. Y es que en sus orígenes están las invasiones mismas que se han ido reproduciendo, al igual que el problema de los servicios básicos.

En materia de vivienda, existe una mayoría de casas con techo de losa, concreto, tabique y ladrillo ó terrado con vigueta; la minoría tienen techos de materiales ligeros, naturales o precarios. En esta  misma proporción se presentan paredes y pisos; también son mayoría las viviendas con drenaje conectado a la red y minoría al drenaje conectado a fosa séptica ó sin drenaje. En materias de servicios educativos, esta colonia cuenta con preescolar, primaria y módulos del Instituto Sonorense de Educación para Adultos (Educación Abierta); no cuenta con escuelas de nivel medio superior ni de nivel superior. En relación a Salud, Transporte, Comercio y Comunicaciones se puede decir que están atendidas en  un porcentaje mínimo, pues los problemas principales que están a la vista son: falta de agua, inseguridad pública y contaminación por tierras, agua y aire.

Colonia Adolfo de la Huerta

La colonia Adolfo de la Huerta se localiza al sur de la ciudad, rumbo a la salida a Guaymas,  y frente a la invasión Adolfo López Mateos. Cuenta con una población según INEGI de 3323 habitantes. El asentamiento de la colonia esta regularizado puesto que no se fundó como una invasión, ya que se trató de terrenos donados para las familias desalojadas de las colonias Amapolas, la Mosca y la Metalera, y reubicadas  por la amenaza del desbordamiento de la presa Abelardo L. Rodríguez en el año de 1979. En cuanto a los servicios públicos e infraestructura, la colonia Adolfo de la Huerta cuenta con Kinder, primaria y secundaria, con un DIF Estatal, y con servicios de transporte (con rutas como la Luis Orcí, Ruta 2 y Ruta 9). Entre los comercios de la colonia se pueden encontrar ferreterías, papelerías, tortillería etc; también se cuenta con líneas telefónicas y con todos los servicios públicos. Además, sus calles se encuentran pavimentadas.

En cuanto a los  programas de desarrollo comunitario, la colonia Adolfo de la Huerta cuenta con un largo historial de logros que se han alcanzado gracias a el trabajo de un grupo de personas que luchan por la gestión de recursos destinados a promover un mejor desarrollo y las condiciones de vida para los pobladores de la colonia. Una de las primeras gestiones que se realizaron en esta colonia fue la donación del terreno sobre el cual se fundó la colonia y posteriormente la promoción de indemnizaciones para las personas afectadas por la amenaza del desbordamiento de la presa Abelardo L. Rodríguez. Otras actividades  recientes que se pueden mencionar son las gestiones de apoyos para el pago de pavimento en un período de 24 meses; 2 topes para la calle Artesanos, la extensión de pagos de pavimento para 50 familias. Por otro lado se logró que 100 personas fueran exentas del pago de recargos por pagos atrasados y abonos mensuales de 100 pesos, además solicitaron un campo deportivo, Los principales logros han sido la gestión de construcción del DIF Estatal y el Centro de Desarrollo Comunitario. Actualmente esperan la respuesta de un Dispensario, esto es algo que aún no se ha logrado.

Colonia Adolfo López Mateos

El predio que originalmente fue conocido como "Las Víboras", y  hoy   llamado la Invasión "Adolfo López Mateos", está ubicado en el Km. 10 de la Carretera Sur a Guaymas. Cuenta con una superficie de 79.53 has., aunque en ésta se incluyen predios de la colonias Hermosa Provincia y Los Olivos. Se cree que la extensión específica de la colonia es de 35 hectáreas.

De acuerdo al XII Censo General de Población y Vivienda 2000, la colonia cuenta con 875 habitantes. Actualmente es una colonia sin regularización, pues hace poco menos de 10 años que invadieron los terrenos que no estaban siendo ocupados por sus propietarios. Desde entonces se ha catalogado como la "Invasión Adolfo López Mateos". La fecha precisa de este hecho no esta clara, ya que algunas personas dicen que la invasión nace en abril de 1996, pero INEGI cuenta con datos censales desde el año de 1995. Lo cierto es que en el Boletín Oficial #5 con fecha 18 de julio de 1994, el predio ya no aparece con el nombre de "Las Víboras",  sino con el nombre de "Adolfo López Mateos".

Actualmente se realiza el segundo intento por regularizar los terrenos a través de un líder social que también es regidor del Ayuntamiento. En el primer intento, que fue con otro líder, la regularización de los terrenos no se consiguió evidentemente.

Por el momento se esta esperando respuesta de los funcionarios que están estudiado el caso de la invasión mismos que pertenecen a las dependencias  federales, estatales y municipales como la Comisión de Regularización de Tenencia de la Tierra (CORETT),  la Comisión de Bienes y Concesiones del Gobierno de Sonora y el Registro Agrario Nacional que en conjunto con el H. Ayuntamiento de Hermosillo pretenden esclarecer la situación legal del bien inmueble.

En el caso de la invasión López  Mateos, viven tanto personas de muy bajos recursos como profesionistas y también personas que cuentan con una capacidad económica favorable, por lo que se puede decir que esta invasión no es exclusiva de familias extremadamente pobres y que el origen de los habitantes es muy diverso, Por cierto, en su mayoría son familias provenientes de otras colonias de las misma ciudad, pero también existen familias provenientes de los pueblos del Estado incluso algunos casos de familias de otros Estados de la República.

En lo relativo a servicios e infraestructura, hay que decir, en la invasión Adolfo López Mateos se cuenta con un preescolar y con una escuela primaria que se ubica sobre el bulevar López Mateos. No existen servicios médicos aunque  hay una construcción a medias que se destinará para un Centro de Salud; los vecinos de la invasión acuden al Centro de Salud ubicada en la colonia Los Olivos. En cuanto al servicio de transporte tenemos que solamente la Ruta 9 entra a esta invasión; misma que se encuentra en pésimas condiciones.

En la invasión se cuenta con giros de comercio tales como: abarrotes establecidos; tortillerías; casetitas (mercerías); ferreterías; talleres; bloquería; refaccionaria y cenaduría. Las cuales no son muy transitadas debido a las condiciones en que se encuentran, entre ellas pasan arroyos o lo que es peor no están bien definidas o marcadas las calles.

No existe teléfono público, ni contratos particulares con la Empresa Telefónica Nacional  (TELMEX), aunque algunos cuentan con teléfonos celulares.

No todos tienen energía eléctrica en sus casas, solamente los que han podido realizar el gasto que implica el traerla desde las colonias vecinas. No existe drenaje, pero sí  cuentan con fosas sépticas. Tampoco se cuenta con alumbrado público en la invasión; ni centro recreativo y culturales. Los programas de desarrollo comunitario en los que participan  son los siguientes: educación inicial; desayunos escolares; atención psicológica; liconsa; limpieza de calles y oportunidades.

Conclusiones

a) Hermosillo es una ciudad que crece  y complejiza todos sus factores de urbanización y no existe una política clara de reservas territoriales ni mecanismo explícitos de su operativización. Debe entonces construirse ésta con la participación amplia y real de la ciudadanía.
b) Organización y participación social es una práctica ciudadana que se construye y crece solamente ejerciéndola. Es importante valorar cualquier expresión de éstas en la elaboración de planes y programas pues solamente así se ven validados  estos esfuerzos democráticos locales.
c) La heterogeneidad del origen e intereses de los grupos sociales que estudiamos no presentan una posición  unívoca en la participación, sin embargo conocen el poder de la acción directa y la ejercen.
 

Notas

1Hiernaux Daniel y Alicia Lindón. La construcción social de un territorio  emergente. El Colegio Mexiquense y Ayuntamiento Valle de Chalco, México, 2000. p.263.

2 Hiermaux y Lindón, Op. Cit. p.265.

3 Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática. XII Censo General de Población y Vivienda. 2000.

4 Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Hermosillo 2000-2003.

5 Gálvez, Mieles (1996). p.75.

6 Periódico El Imparcial, Hermosillo, México, 6 de octubre de 2002.

7 Periódico El Imparcial, Hermosillo México, 13 de octubre de 2002.

8 Este apartado es resultado del trabajo de campo desarrollados desde  septiembre de 2002 a febrero de 2003, en la Periferia Sur de Hermosillo y aquí se presenta como un resumen.
 

Bibliografía

AVILA, Héctor.  Ideas y planteamientos teóricos sobre los territorios  periurbanos. Las relaciones campo-ciudad en algunos países de Europa y América, (s.f.) .

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GÁLVEZ, Mieles. Localización comercial y estructura urbana en la ciudad de Hermosillo. Hermosillo: El Colegio de  Sonora, 1996.

HIERNAUX, Daniel  y LINDON, Alicia (coords). La construcción social de un territorio emergente, El Valle de Chalco. México: El Colegio Mexiquense y Ayuntamiento Valle de  Chalco Solidaridad, 2000.

MENDEZ, Eloy. Formación de una ciudad región. De la modernización prolongada a la modernidad tardía en Hermosillo. Revista de El Colegio de Sonora, nº 9, 1995.

RAMIREZ, Blanca. Modernidad, posmodernidad, globalización y territorio. Un recorrido por los campos de las teorías. México: Universidad Autónoma Metropolitana y  Miguel Ángel Porrúa, 2003.
 

© Copyright Cristina I. Martínez Rascón, 2003
© Copyright Scripta Nova, 2003

 

Ficha bibliográfica:
MARTÍNEZ, C. I. Acceso a suelo urbano y grupos sociales en la periferia de Hermosillo, México. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2003, vol. VII, núm. 146(076). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(076).htm> [ISSN: 1138-9788]

 
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