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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VII, núm. 146(106), 1 de agosto de 2003

EL ACCESO A LA VIVIENDA DE LOS JÓVENES EN LA ZONA SUR DEL AREA METROPOLITANA DE BUENOS AIRES: LA CUESTIÓN HABITACIONAL EN GRUPOS ESPECÍFICOS

Gabriel Fernández
Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, Argentina


El acceso a la vivienda de los jóvenes en la zona sur del área metropolitana de Buenos Aires: la cuestión habitacional en grupos específicos (Resumen)

Esta contribución se fundamenta en el trabajo desarrollado por el autor en la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina). En él se presenta una aproximación analítica a los conceptos de vivienda para los jóvenes y emancipación. Además llama la atención acerca de los particulares efectos que estos fenómenos tienen sobre los objetivos de la política habitacional y reflexiona acerca de los problemas y oportunidades que conlleva para promover una agenda de políticas de vivienda orientadas a los jóvenes a través de metodologías cualitativas.

Palabras clave: juventud, hábitat, vivienda, emancipación,  metodologías cualitativas.

Youth´s housing access of South Zone Metropolitan Buenos Aires:  the housing  issue for especificy group (Abstract)

This contribution, fundamentally based on the working developed by the authors in Quilmes University (Argentina) presents an approach to youth's housing and emancipation. It also draws the attention over the particular effects of this phenomenon on the housing politics transitory and think about problems and opportunities it´s offering, as a matter that must affect a mayor issues of youth houisng and qualitative methodology.

Key words: youth, habitat, housing, emancipation, qualitative methodology.

Durante la década de 1990 los jóvenes argentinos, al igual que la mayoría de los habitantes del país, enfrentaron un número creciente de problemas derivados de las condiciones impuestas por un régimen de regulación social que alteró la calidad de vida de la población. Estos problemas se manifestaron en la totalidad de los ámbitos que componen la vida social pero uno en particular fue perjudicado ostensiblemente: la satisfacción de las necesidades de vivienda.

Los jóvenes, con dificultades de inserción en el mercado laboral y afectados por requerimientos de cualificación que subestiman los saberes adquiridos en los niveles medios y superiores de la educación formal, se encontraron en condiciones desventajosas para acceder al menos a las mismas posibilidades que contaron generaciones para acceder a su primera vivienda.

Estos obstáculos al desarrollo del ciclo vital impactan en la "generación de condiciones emancipatorias" de los sectores juveniles, definiéndose éstas últimas como el conjunto de elementos materiales y simbólicos que  facilitan el tránsito de la situación de joven a la de adulto.

Desde una aproximación exploratoria, este trabajo indaga en las nueva condiciones de acceso a la vivienda de los sectores juveniles residentes del área metropolitana de Buenos Aires; en las circunstancias que hacen posible un debate en torno a la cuestión habitacional que incorpore la problemática de la vivienda para jóvenes y su impacto en la "generación de condiciones emancipatorias".

Como soporte metodológico de la investigación se presentará el diseño de entrevistas grupales e individuales a implementarse por el equipo en el segundo trimestre del año 2003  con el objeto de captar información desde un enfoque cualitativo[1].

Asimismo se indagarán las posibilidades de construir una agenda de políticas públicas ligadas a la cuestión habitacional de los jóvenes del Area Metropolitana de Buenos Aires, y en particular de aquellos localizados en los municipios de la zona de influencia de la Universidad Nacional de Quilmes.

Nuevos escenarios para la cuestión habitacional: transformaciones metropolitanas en los años 1990

En la década del noventa, producto de una combinación específica de reestructuración económica global y condiciones socioeconómicas locales, se suceden en el Area Metropolitana de Buenos Aires significativos cambios que influyeron, entre otros aspectos, en la cuestión habitacional de la región. El punto de arranque es la Reforma del Estado que se implementó en los primeros años de la década definiendo un sendero evolutivo de la sociedad hegemonizado por las necesidades reproductivas del capital privado: desregulación de los mercados; privatización de los servicios públicos prestados otrora por el Estado; restablecimiento de la estabilidad monetaria a través del Plan de Convertibilidad; apertura externa indiscriminada al movimiento de capitales, mercancías y servicios; descentralización y ajuste del aparato estatal y recomposición de las carteras de inversiones directas y financieras a favor del capital transnacional.

Estas transformaciones condujeron a serios desajustes en los relaciones sociales, laborales y en las actividades económicas, tendiendo a dualizar a la sociedad en sectores con dinámicas productivas y reproductivas diferenciales que consolidaron un modelo de exclusión social. La dimensión territorial de estos cambios se revelaron con una intensidad pocas veces manifestada en procesos que suelen demandar plazos mas extensos para manifestarse en su totalidad y diversidad (Cicolella, L y Mignaqui, I; 2000).
Los nuevos usos del suelo comercial, residencial, recreativo, industrial o de servicios produjeron inmendiatamente procesos de renovación, reciclaje urbano y en algunos casos de "gentrificación" tanto a nivel de la ciudad de Buenos Aires como en municipios integrantes del Gran Buenos Aires.
Los nuevos espacios de producción, consumo y residencia a su vez, constituyeron factores que impactaron fuertemente sobre el paisaje y los rasgos distintivos de la ciudad. Dado que el problema habitacional de los jóvenes esta determinado, entre otros aspectos, por la dinámica del mercado inmobiliario y las transformaciones del modelo o residencial, es interesante analizar la producción de espacios residenciales impuestos luego de las transformaciones descriptas arriba.

La Ley de Reforma del Estado y de Emergencia Económica y la implementación del Plan de  Convertibilidad, propiciaron la  reactivación de  la industria de la construcción y el mercado inmobiliario. Los proyectos privado priorizaron los emprendimientos orientados a una demanda de sectores medios-altos y altos. Barrios cerrados, countries en altura, "loft" en lugares privilegiados de la metrópolis dibujaron un nuevo modelo sociocultural de producción, organización y consumo de la ciudad, reflejo espacial de la dualidad socioeconómica de incluidos y excluidos (Cicolella, L y Mignaqui, I; 2000). Las nuevas construcciones inmobiliarias, se localizaron tanto en Buenos Aires como en el Gran Buenos Aires en los barrios de alto estándar, sobre el borde costero del Río de La Plata, y en los ejes de las autopistas (por ej, el caso de la Autopista Buenos Aires - La Plata). En todos los emprendimientos primaron la construcción de viviendas de tipologías sofisticadas y provisión de servicios avanzados y usos suntuarios (Fidel y Fernández, 2000).

Dentro de este escenario fueron claves las reestructuraciones de las instituciones públicas dedicadas al financiamiento de la vivienda social: la descentralización del FONAVI (Fondo Nacional de la Vivienda) y la privatización del BHN (Banco Hipotecario Nacional). El fondo público que financiaba la construcción de la vivienda popular se reestructuró sin aumentar los montos de los recursos destinados a la construcción y el traspaso a mano privada del BHN, entidad históricamente financió el acceso a la vivienda de los sectores medios, amplió la oferta de préstamos destinados a los sectores medios y altos. Dichos créditos fueron establecidos condiciones de calificación muy exigentes  y en la mayoría de los contratos se establecieron cláusulas de reintegro en dólares. Las instituciones mencionadas no compensaron desde la  esfera gubernamental la lógica hegemónica impuesta por los actores del sector privado. En realidad tuvieron un papel procíclico y de seguimiento incondicional al sector privado.

En síntesis, la dinámica del mercado inmobiliario en los noventa orientó la satisfacción de la demanda de los sectores medios-altos y altos y la localización espacial de los emprendimientos privilegió zonas específicas del distrito federal y del Gran Buenos Aires: Caballito, Recoleta, Palermo, Belgrano y los municipios de Pilar, Escobar, Tigre, San Isidro, Berazategui y Quilmes.

La combinación del libre albedrío maximizador de la rentabilidad de los emprendimientos privados y el sobrdimensionamiento discursivo y programatico de las políticas públicas de vivienda de perfil focalizador propició un hiato entre las necesidades de vivienda de los sectores juveniles y las posibilidades concretas de satisfacción. Como en ningun otro caso, se hizo evidente que la demanda revelada no contenía la totalidad de la demanda.

Los jóvenes, sobre todo aquellos que han querido emanciparse durante este período, han quedado excluidos por las transformaciones impuestas en el régimen de regulación social, en particular en la disposición a acceder a las normas impuestas por el mercado inmobiliario.

Un factor importante del boom inmobiliario fue la creación de un tipo de vivienda, grande, unifmiliar y de lujo. Comúnmente los jóvenes entran al mercado de la vivienda a través de dos vías alternativas: la compra de la propiedad o el alquiler. En la primera vía la modalidad más habitual es la adquisición en cuotas de una vivienda usada con fondos provistos por fuentes no formales. El alquiler es una modalidad considerada como un "segundo mejor" por razones de orden cultural: la concepción de la vivienda como una inversión a largo plazo que supone un costo de oportunidad menor al gasto incurrido en la renta de un departamento o casa se articula con una tradición arraigada en los orígenes inmigratorios de la mayoría de la población.  La radicación vitalicia en una vivienda y en una localidad determinada, estimulada por la creación de círculos de residentes de la región de origen del inmigrante, propició una identidad firme entre "vivienda" y "hogar" que fue transmitida a las generaciones sucesivas. De esta forma las disposiciones por el lado de la demanda se complementaban con la dinámica desplegada por el lado de la oferta de vivienda.

Jóvenes y juventud: delimitación conceptual

La identificación de la juventud como categoría social es trascendente para el desarrollo de la sociedad ya que ellos contribuyen al funcionamiento de la sociedad, su aporte no se limita a una contribución económica, sino que su participación resulta esencial en las instituciones como una forma de inyectarles la flexibilidad necesaria para la adaptación a los cambios, a parte del papel que desempeñan en la reproducción biológica y en la socialización de las nuevas generaciones.

Si bien no existe un criterio único para definir el concepto de juventud, de todos modos, a los fines de este trabajo se considera que la noción de juventud  refiere al período de la vida en que las personas transitan de la niñez a la condición de adulto. La extensión de este período de transición varía según las sociedades, las culturas, las clases sociales y el género.Como diría el sociólogo francés Galland "la juventud no ha existido siempre, en una invención social, históricamente situada y cuyas condiciones de definición evolucionan con la sociedad misma".

Esta primera aproximación, que hace de la condición de joven una cuestión de transito entre dos etapas vitales condicionada culturalmente, se complementa con caracterizaciones positivas como la siguiente: "los jóvenes constituyen un grupo con características específicas y comunes que no solo viven la transitoriedad hacia la adultez, sino también, vivencian su actualidad con modalidades propias y participan de la vida social con posibilidades diferenciadas". El camino que los jóvenes deberán transitar entre la total dependencia de sus padres (infancia) y la autonomía plena (condición adulta), constituye el eje central de la emancipación. Este concepto no puede reducirse al concepto jurídico de emancipación. Para los juristas la emancipación es un acto legal por el cual los padres o encargados del menor ceden su responsabilidad al menor ante acontecimientos específicos (por ejemplo, el matrimonio).

Sin dejar de tener en cuenta la heterogeneidad del grupo, a los fines de la investigación en curso, se utilizará por cuestiones prácticas un rango de edad como criterio para identificar a la población joven. Para establecer la edad de entrada a la juventud se observa un razonable consenso en dar prioridad a los criterios derivados de un enfoque biológico y psicológico, la cota inferior considera la edad en que ya están desarrolladas las funciones sexuales y reproductivas, que diferencian con claridad al adolescente del niño y tienen profundas repercusiones en su dinámica física, biológica y psicológica. A su vez, la cota superior se identifica con el momento en que los individuos llegan al logro de la madurez social, es decir, al cierre del ciclo educativo formal, enfrentando así el ingreso al mercado de trabajo y la formación de un hogar propio, con lo que pasan a la categoría de adultos (CEPAL; 2000). El significado de los roles adultos si bien se han modificado pro las transformaciones de la producción en la constitución de las familias, consideraremos que descansa en la asunción de responsabilidades en el hogar y en el trabajo.

En términos estadísticos, la juventud se define como el conjunto de individuos de la población que se ubica entre los 15 y los 29 años, rango que utilizaremos en nuestro estudio. Sin embargo según la caracterización de CEPAL se distingue que en contextos rurales o de aguda pobreza, el entorno se desplaza hacia abajo e incluye el grupo de 10 a 14 años, en varios casos el contexto de estratos sociales medios y altos urbanizados se amplía hacia arriba para incluir al grupo de 25 a 29 años. Desde esta perspectiva los jóvenes -según diversas circunstancias particulares- pueden identificarse como el conjunto de las personas que tienen entre 10 y 29 años. No es cl caso de los requerimientos de la presente investigación, habida cuenta que las requisitos legales para obtener el reconocimiento formal del joven emancipado establecen un mínimo de 18 años.

La problemática planteada al hacer referencia al déficit habitacional de los jóvenes del AMBA remite a la falta de una condición económica favorable para acceder a una vivienda y de esa forma completar el proceso de emancipación. Se trata de indagar en los factores que obstaculizan el acceso de este segmento etario a la vivienda y no en la limitaciones de la oferta habitacional pública y privada.

Por otra parte, desde la perspectiva de este trabajo el acceso a una vivienda constituye el primer paso por parte de los jóvenes hacia la vida adulta. Adquirir una vivienda propia les permite construir una nueva familia, conformar un hogar y asumir en tal sentido roles de adultos. Si se tiene en cuenta que: la familia conforma un espacio de acción en el que se definen las dimensiones más básicas de la seguridad humana: los procesos de reproducción material y de integración social de las personas. Entonces, es evidente, que aquellos jóvenes que no logran  conformar una familia o construir un hogar unipersonal no logran construir identidades propias.

Una política de vivienda para jóvenes no es una mera cuestión de generar desde la orbita gubernamental acciones específicas para cubrir una necesidad de orden material. Desde una perspectiva amplía y multidimensional, el derccho al goce de habitat y vivienda según "estandáres mínimos aceptados socialmente" forman parte del concepto de ciudadanía, estrechamente relacionado con la democracia y el ejercicio de derechos y deberes en forma igualitaria. La ciudadanía se ejerce y se aprende en la vida cotidiana y en las prácticas sociales concretas, es decir, merced a la participación en la sociedad. Esto es válido para todos y especialmente para los jóvenes. La participación es el eje central para el desarrollo de cualquier ser humano: participar es una necesidad humana fundamental (Max Neef, Elizalde y Hopenhayn; 1998).

Pero la participación en su doble faz de inserción genuina y activa en el destino institucional de la comunidad y como capacidad consciente de formación de una identidad individual, en constante recreación y adaptación al medio social. En este sentido " La participación se da en el momento en que las cosas que uno realiza hacen sentido a la comunidad social a la cual uno pertenece, contribuyendo de esta  manera a crearla, y eso pasa solamente en tanto uno tiene presencia, y se tiene presencia cuando se participa, es decir, en tanto las cosas que uno hace cobran sentido para uno" (Maturana; 1999). Al participar socialmente se genera a su vez la identidad, lo es otra necesidad humana fundamental (Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn; 1998). Y si hablamos de jóvenes, es obvio que la consolidación  de su identidad está condicionada por su participación en espacios comunitarios, públicos y societales en general.  Hay que entender la participación de este grupo etario en proyectos propios como un camino de desarrollo no sólo en que concierne a ideas y metas, sino también a la creación y configuración de la identidad juvenil y del ciudadano a futuro.

Las agendas de los organismos internacionales han comenzado a sensibilizarse respecto a la situación de los jóvenes. En 1998, en la conferencia mundial de ministros encargados de la juventud se emitió una declaración que da la pauta para las acciones a favor de los jóvenes: "Permitir y alentar la participación activa de los jóvenes en todas las esferas de la sociedad y en los procesos de toma de decisiones, en los planos nacional, regional e internacional, y asegurar  que se tomen las medidas necesarias que aseguren la no discriminación por razones de género, a fin de conseguir el acceso igualitario de los hombres y mujeres jóvnes y crear las condiciones necesarias para el cumplimiento de sus obligaciones cívicas" (CMMJ; 1998).  Pero en los ambitos gubernamentales y académicos de Argentina las agendas de debate han permanecido cerradas recurrentemente ante las necesidades de políticas de habitat y vivienda específicas, no reconociendo el impacto negativo sobre las condiciones de vida presentes y la planificación de un proyecto individual de formación de hogares y desarrollo integrale  de los jóvenes.

En los últimos años se han desaprovechado las facilidades de extrapolación de las múltiples experiencias del mundo europeo en la implementación de programas y proyectos de vivienda joven. Las áreas de Juventud de las Comunidades Autónomas de España son un banco probado de acciones eficientes para eliminar los obstáculos obsoletos e innecesarios que limitan el acceso a la primera vivienda. Por ello una segunda etapa en la investigación iniciada por el equipo radicado en la Universidad Nacional de Quilmes contempla el estudio comparado de las experiencias emprendidas en distintas latitudes como paso inicial en la construcción de una agenda de política de vivienda para jóvenes en la Argentina.

Estrategias habitacionales alternativas para grupos específicos: la utilización de metodologías cualitativas

En este estudio se privilegió un abordaje a travès de técnicas cualititativas. La naturaleza del objeto de estudio propone desafíos a la hora de captar información y, fundamentalmente, las expectativas y previsiones de los integrantes de la población-objeto.

No se trata de una selección antojadiza el centrar una mirada reflexiva de los jóvenes en su relación con el habitat. La misma responde a la necesidad de romper con un debate sobre las características de las politicas públicas orientadas a satisfacer las necesidades de vivienda y habitat, caracterizado por un movimiento pendular autoreferencial e inmovilizador que ha delimitado dos campos antagónicos e irreductibles: los defensores de las políticas universales y los partidarios de los enfoques focalizadores.

En este sentido, partimos de un enfoque cualitativo es decir, entender a la vivienda como un conjunto de componentes que involucre aspectos físicos, sicolóicos y sociales relacionados con el desarrollo integral de las personas. Lo anterior implica preocuparse no sólo de aquellos elementos medible: recursos, materialidad,  tecnología, etc. sino también las necesidades, características y cultura del hombre que la habitará. De esta forma la vivienda es un lugar para morar, par establecer raíces, para identificarse como individuo y grupo, con una historia pasada y por construir.

Este enfoque apunta al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, desde una perspectiva humanista e interdisciplinaria, basada en el protagonismo real de ellas como individuo y sociedad, teniendo claro que el hombre requiere satisfacer necesidades que trascienden lo básico (por ejemplo, protección del medio ambiente) que es un sistema dináamico o dialéctico de necesidades y satisfactores, que varían según lugar y tiempo (Max Neef, 1986) y no un mero proceso secuencial, como lo plantean otros autores cercanos a enfoques cuantitativistas.

Al revisar la experiencia habitacional social, se puede observar que tradicionalmente ha sido abordada en forma cuantitativa, que define las acciones desde una perspectiva centralizadora, con una visión de resultado inmediato en que la vivienda es un bien escaso, en que por ejemplo, el diseño habitacional se entiende como una acción focalizada en un conjunto de elementos operacionales con una escasa consideración de los elementos valóricos (por ejemplo, fijación de estándares cuantitativos en las bases de licitación técnica). En esta situación, el diseño se presenta como un instrumento de quienes toman decisiones con toda la ideología, valores, responsabilidades sociales y condiciones de la práctica política que hay en un determinado contexto, en los que se busca es una mayor eficacia y eficiencia basada en el conocimiento científico.

En contraposición, puede existir una práctica técnica mas acorde con dichos valores, que define formas alternativas de proyección (por ejemplo, con la participación de la comunidad) con un sistema abierto de decisiones y, por ende, descentralizado.

Se trata entonces de ubicar a las acciones habitacionales dirigidas a grupos específicos en la fase de transición desde  un enfoque cuantitativo, aquel que encapsulaba tanto a las orientaciones universalistas y focalizadoras, hacia la construcción de un enfoque cualitativo. Esta transición supone el abandono crítico de los sistemas cerrados de decisiones, concentrado en los niveles centrales de la función pública y con un restringido componente de participación de los beneficiarios; de visualizar la carencia como demanda inmediata, objetiva y cuantificable a escala nacional en un proceso secuencial de necesidades donde la vivienda se entiende como un objeto que da respuesta funcional a las necesidades del hombre; donde se entiende que el problema se termina cuando se entrega la unidad de vivienda.

Trabajar en soluciones habitacionales para grupos específicos demanda un sistema abierto de decisiones con un lugar hegemónico de la participación del beneficiario al concretar la respuesta. La carencia se deberá visualizar como una demanda cuantificable y cualificable, según un contexto local determinado.  La vivienda se conceptualizará como un conjunto interrelacionado de componentes, que involucra aspectos físicos, sicológicos y sociales relacionados con el desarrollo integral de las personas. La concurrencia de miradas multidisplinares combinará la participación de disciplinas tradicionales a la hora de programar las intervenciones públicas con el aporte de nuevos campos del conocimiento dentro de las ciencias sociales.

Este trabajo parte de un enfoque que pretende superar las limitaciones del debate citado anteriormente y avanzar en la construcción de un banco de experiencias concretas en países que aplican programas y proyectos hacia la población-objetivo juventud.

La mayor parte de los estudios dedicados a analizar la relación entre juventud y vivienda, y más específicamente, aquellos orientados a las posibilidades emancipatorias de los jóvenes se caracterizan por haber sido enfocados de una manera cuantitativa.

En la investigación en curso se propone otra orientación metodológica como metodología de acercamiento a la realidad social y aportartando otras visiones analíticas que complementen el enfoque cuantitativo.  El objetivo es abordar la problemática de juventud y vivienda desde un enfoque cualitativo sin crear una falsa contienda o contradicción entre ambos enfoques ya que los creemos complementarios. Souza Minayo, en el "Desafío del conocimiento" aborda adecuadamente esta cuestión cuando menciona que "la discusión relativa a los métodos cuantitativos y cualitativos en el abordaje de lo social se ha desarrollado en forma inadecuada. La dicotomía que se establece en la práctica, de un lado, deja al margen relevancias y datos que no pueden ser contenidos en números, y de otro lado, a veces solo contempla significados subjetivos, omitiendo la realidad estructurada" (Souza Minayo, 1997).

La cuantificación de lo social no es un fenómeno nuevo, y se constituye en una fuerte herencia que nos ha dejado el positivismo, ya que éste transformó a la cuantitficación en un mito de la racionalidad científica, donde la investigación dejó de ser un arte conjetural para convertirse en una ciencia exacta, donde el único camino para la investigación estaba dado por las estadísticas. En síntesis "la cuantificación como eje de la cientificidad terminó por estructurar respuestas totalizantes para problemas complejos, no reconociendo que hay cosas muy difíciles de medir, se antepuso la medida a la comprensión del problema, los abordajes cuantitiativos sacrifican los significados en el rigor del altar matemático" (Souza Minayo,1997).

Nuestra propuesta cualitativa no intenta conformarse como único enfoque de la realidad social sino que intenta compensar y equilibrar la fuerte presencia de los estudios cuantitativos en lo que a estudios de vivienda se refieren.

Objetivo es producir información confiable  para la realización de un diagnóstico empírico descriptivo sobre la situación y las diferentes estrategias que implementa la población joven para acceder a la vivienda y  a futuro diseñar una agenda de políticas.

Este objetivo específico se encuadra en un marco más general, en un proyecto de investigación cuyo proposito es el de contribuir a pensar estrategias alternativas orientadas a la mejora de la calidad de vida de poblaciones-objetivos escasamente ponderadas por los enfoques convencionales que orientan el diseño de la política habitacional en las últimas décadas.

Características del estudio

Nos proponemos realizar un estudio que aborde la problemática de la vivienda en los jóvenes haciendo hincapié en las características y problemáticas del proceso emancipatorio. El abordaje al problema es, como se manifestara anteriormente, eminentemente cualitativo, y el instrumento de recolección de datos que se utilizará son las entrevistas en profundidad. El universo de análisis está comprendido por jóvenes de entre 18 y 35 años de edad que vivan en la zona sur del conurbano bonaerense, más específicamente, en los partidos de  Avellaneda, Quilmes y  Berazategui y La Plata. La muestra será del tipo intencional, y estará estructurada según sexo y nivel socioeconómico. El tamaño de la muestra será de 30 casos.

Justificación de la entrevista en profundidad como instrumento de recolección de datos

A diferencia de la entrevista estructurada y estandarizada propia de los estudios cuantitativos de las encuestas de opiniones y actitudes, la entrevista cualitativa en profundidad, es flexibles, dinámica, no estandarizada y no directiva.

El cuestionario estructurado empleado por los cuantitativos tiene su razón de ser en la creencia de que un instrumento estandarizado, con respuestas codificadas previamente, y que utilizan un lenguaje neutro trae aparejado una doble ventaja: precisión cuantitativa y objetividad científica. La critica hacia este instrumento no está relacionada con la técnica sino en que este tipo de instrumento restringe la realidad social solo a lo que puede ser observado y cuantificado.

En contraste, la entrevista en profundidad  ha sido definida según Taylor y Bogdan como "no directivas, no estructuradas, no estandarizadas y abiertas. Por entrevistas cualitativas en profundidad entendemos reiterado encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, encuentros dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como lo expresan con sus propias palabras" (Taylor y Bogdan, 1998).

No sólo difiere el instrumento de recolección de datos entre los métodos cuantitativo y cualitativo, sino también el rol del investigador. En el primero, el entrevistador (encuestador) actúa como un recolector de datos, que no debe ejercer influencias en las respuestas que brinde el sujeto bajo análisis, debe manejar un lenguaje impersonal y mantener una actitud neutra. Su función es captar, medir, y obtener una respuesta ante un estímulo estandarizado (la pregunta). Debe cumplir el rol de un instrumento de medición en el área biológica.

La entrevista en profundidad, en cambio, "sigue el modelo de una conversación entre iguales y no de un intercambio formal de preguntas y respuestas" (Taylor y Bogdan, 1998). Lejos de tener una actitud neutra, el investigador trata de establecer lazos de confianza  e intimidad con el informante a fin de obtener rapport. El cuestionario no se encuentra estandarizado ya que las preguntas van a depender de la historia de vida de cada informante y del curso que muestre cada conversación en particular.

En el caso particular de la problemática de investigación propuesta, juventud y vivienda, se realizará una entrevista en profundidad que rescate aspectos de la vida de los jóvenes en vinculación con el proceso emancipatorio. Interesa especialmente rescatar tanto sus experiencias respecto del problema de investigación como los modos de ver y las interpretaciones que el actor brinda a sus propias experiencias.

Los ejes sobre los cuales pretende "girar" la entrevista en profundidad son inicialmente los siguientes:

Emancipación y trabajo; emancipación y familia; vivienda y estado civil y emancipación y edad.

El cuestionario que oficiará de guía para el desarrollo de las entrevistas se compone de los siguientes items:

A) Datos Personales: zona de residencia, edad y ocupación; nivel de estudios; ingresos personales y del núcleo familiar.

El nivel de ingresos les permite: Aportar al presupuesto familiar; cubrir sus gastos básicos; cubrir sus gastos básicos más estudios; cubrir sus gastos básicos, más estudios, más emanciparse ("vivir solos").

Si esta emancipado: ¿que porcentaje de sus ingresos totales destina a solventar los gastos de vivienda (alquiler, cuota de crédito hipotecario, préstamos, etc)

B) De estar desempleado:

Enumere necesidades que satisfaría prioritariamente si pudiera emplearse; vincule actividad laboral con la construcción de un proyecto de vida; compatibilidad estudios-trabajo; articulación de estudios- proyecto de vida-trabajo; considera que la posiblidad de contar con un espacio propio (vivienda), sin importar la naturaleza del mecanismo de acceso (alquiler individual o grupal, compra individual, compra colectiva, herencia, préstamo, usurpación, etc), contribuirá a mejorar esa articulación.

C) De estar empleado: Enumere necesidades que satisface prioritariamente desde que tiene empleo; vincule actividad laboral con la construcción de un proyecto de vida; compatibilidad estudios-trabajo; articulación de estudios- proyecto de vida-trabajo. Considera que la posiblidad de contar con un espacio propio (vivienda), sin importar la modalidad de acceso (alquiler individual o grupal, compra individual, compra colectiva, herencia, préstamo, usurpación, etc) contribuye a mejorar esa articulación.

No emancipado (edad si + vive hogar paterno)

El transcurso y temas de la entrevista dependerá posteriormente de las historias individuales de cada uno de los informantes relevados.

A la fecha se ha iniciado un período de capacitación del cuerpo de entrevistadores, entrenándolos en las metodologías cualitativas de investigación. Las tareas de formación apunta a cristalizar un equipo de investigadores en distintas etapas de formación  de sus estudios de grado y posgrado.

El cuestionario guía se propone orientar la captura de información que permita estructurar ejes conceptuales para el debate posterior de una agenda de políticas orientadas al sector. A grandes rasgos se presentan algunos de esos ejes y futuros nucleos problemáticos de la agenda citada.

¿Cuáles son las estrategias de acceso a la vivienda de los jóvenes?

¿ Cuáles son los cambios registrados en materia de tenencia por parte de los jóvenes, diferenciando situaciones en términos de estratificación social?

¿ Cuáles son las condiciones de calidad de la vivienda y el grado de satisfacción existente entre los jóvenes al respecto?

¿Cuál es el grado de conocimiento existente entre los jóvenes sobre los planes habitacionales?

¿Cuál es la disposición a participar en dichos planes?

 

Notas

1) El profesor Raúl Di Tomaso (Universidad Nacional de Quilmes) ha colaborado en la sección referida al diseño metodológico y es el coordinador de los trabajos de campo vinculados a la investigación. ) En la elaboración de la presente comunicación han participado en la revisión bibliográfica e integran el equipo de entrevistadores los Gisela Vilabrille, Carolina Oberti, Ana Hernández,  Alejandro. Seifert y Suria Pezzetti, estudiantes de la Diplomatura en Ciencias Sociales de la UNQ.
 

Bibliografìa

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© Copyright Gabriel Fernández, 2003
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Ficha bibliográfica:
FERNÁNDEZ, G. El acceso a la vivienda de los jóvenes en la zona sur del área metropolitana de Buenos Aires: la cuestión habitacional en grupos específicos. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2003, vol. VII, núm. 146(106). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(106).htm> [ISSN: 1138-9788]


 
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