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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VIII, núm. 170 (24), 1 de agosto de 2004

TÉCNICA Y REORGANIZACIÓN DEL TERRITORIO EN LA PROVINCIA DE MATO GROSSO - BRASIL

Júlia Adão Bernardes

Professora da Universidade Federal do Rio de Janeiro - UFRJ
Departamento de Geografia
Pesquisadora do CNPq

Técnica y reorganización del territorio en la provincia de Mato -Grosso - Brasil (Resumen)

En la contemporaneidad la ciencia, la tecnología y la información constituyen la base de la reorganización del espacio y de la sociedad.  Por lo tanto, es fundamental analizar los impactos de las innovaciones tecnológicas en la reorganización territorial de las actividades, de los recursos físicos e humanos del país, en un momento de transición paradigmática, en el cual pueden ser observadas las direcciones asumidas por la penetración de la nueva frente tecnológica y científica, con consecuencias acentuadas en la división territorial y social del trabajo. Esas transformaciones están siendo seguidas mediante la observación de los nuevos procesos que generan cambios espaciales en las regiones de expansión de la soja en el cerrado de la provincia Mato Grosso, en Brasil. El perfil de esa región señala la necesidad de se avanzar en el conocimiento de los recientes procesos que allí se desarrollan, los cuales acarrean la apertura de nuevas áreas, la implantación y articulación de nuevas actividades y  la estructuración de complejos agroindustriales.  Considerando la complejidad del tema, plantéase como objetivo más amplio la evaluación y sistematización de los efectos ambientales, económicos, políticos y sociales de la commodity soja y sus implicaciones en la reorganización del territorio. Los  temas en estudio están siendo  desarrollados desde sus relaciones con la economía mundial, la cual se manifiesta a través de los cambios científico-tecnológicos.

Palabras-clave: Innovaciones tecnológicas; cerrado de Mato Grosso; reorganización territorial; commodity soja; división  territorial del trabajo.


Technics and territory restructuration in the Mato Grosso province (Brazil) Abstract

It's important to detect and analyse the impacts caused by the innovation of technologies in the reorganization of territorial activities and of physical and human resources of Brazil in a pragmatic transition period, provoking important consequences in the social and territorial division of labour. These transformations have been observed through the processes of soya bean production expansion in the State of Mato Grosso and its spatial results. The characteristics of this region demonstrate the necessity to advance in the knowledge of the recent processes in development, including the expansion to new areas and the implantation and articulation of these recent activities in the structuring of the agro industrial complexes. Considering the complexion of the subject our general object is to detail and systematize the environmental, economic, political and social effects that involve the production of soya bean commodity and it's territorial reorganization. The theme is analysed with its relations to world economy and scientific and technological changes.

Key words: Innovation of technologies; Mato Grosso State; territorial reorganization; soya bean commodity; territorial division of labour.


En el contexto de la globalización, la ciencia, la tecnología y la información constituyen la base de la reorganización del espacio y de la sociedad, pasando los lugares a diferenciarse por su distinta capacidad de ofrecer rentabilidad a las inversiones en función de condiciones de orden técnica y organizacional. Las ventajas competitivas naturales, aunque importantes, van siendo sustituidas por las ventajas competitivas artificiales, y la aceleración de la competencia entre lugares resulta en su envejecimiento rápido, así como del patrimonio técnico. Inmensas áreas son descaracterizadas a fin de ejercer una función que le ha sido atribuida por un nuevo orden fundado en la acumulación del capital.

El geógrafo Milton Santos señala que jamás antes en la historia del mundo hubo un sistema de técnicas tan invasor, con tal capacidad de difusión y de imponerse a los lugares y a los hombres.

El objetivo de este trabajo por lo tanto, es reconocer la innovación a través de su materialización en la forma de técnica y sus implicaciones en la (re)estructuración del territorio de la provincia de Mato Grosso, en Brasil, intentando hacer una lectura que no se limite al nivel material, buscando percibir como la técnica altera las posibilidades de las personas.

Cerrado: las nuevas territorialidades

Creemos, como el geógrafo Milton Santos (2002), que todo lo que es esencial hoy en el mundo, se hace a partir del conocimiento del territorio. Según Santos, "el territorio es el lugar dónde desembocan todas las acciones, todas las pasiones, todos los poderes, todas las fuerzas, todas las debilidades, o sea, donde la historia del hombre plenamente se realiza a partir de las manifestaciones de sus existencias" (Santos, 2002:9).

El territorio de Mato Grosso, hoy dominio de la soja y de otras producciones agrícolas modernas,  de complejos agroindustriales, de redes técnicas, de flujos de circulación de capital, transporte, mano de obra, de relaciones sociales densas, de vínculos con el mercado internacional, crece y se expande, estando el funcionamiento de esa sociedad vinculado a los arreglos territoriales derivados de determinados mecanismos de ordenamiento.

Eso es lo que Santos (2002) denomina de territorio "usado", que es una categoría de análisis. El territorio "usado" de Mato Grosso, dónde la soja se destaca como la principal  commodity, es el lugar del trabajo, de la vivienda, de las truecas, de la circulación, de la identidad. En su crecimiento y expansión se identifica cada vez más con el comercio internacional, conociendo cambios que resultan de relaciones internas y externas bastante complejas y que necesitan de la regulación del  Estado. La fluidez y la velocidad resultantes de las técnicas de información, que articulan las demás técnicas, producen lugares nuevos, con nuevos contenidos. Entretanto, el territorio puede también ser definido en sus desigualdades, en función de la selectividad de los lugares por el capital.

Cuándo afirmamos que el arreglo espacial resulta en parte del proceso de selectividad del capital, estamos planteando que el nivel local y el regional ofrecen tanto las condiciones de adaptación como de resistencia a la expansión del proceso productivo, ocurriendo el proceso de (re)estructuración con la participación de acciones políticas que contribuyen para modificar la dinámica local/regional.

Como destaca Moreira (2002), el ordenamiento de un arreglo espacial significa un direccionamiento explícito, y la intencionalidad que guia el mismo es lo que le confiere sentido. Para el autor, el territorio es un recorte espacial marcado  por el poder, por la regulación y por la hegemonía a nivel global.

En ese sentido, cada  fracción territorial del mundo de la soja significa un nivel de dominio, de orden, de ordenamiento, de distribución del poder económico, de las empresas, del político jurídico, del ideológico, de la construcción de hegemonías. Las distintas territorialidades configuran un conjunto complejo de micropoderes, poderes económicos, de las empresas, del jurídico político, de los órganos que representan la sociedad civil, dónde las tensiones y los conflictos se encuentran presentes.

Si el arreglo del espacio de la agricultura moderna en el cerrado  centrado en la producción de soja resulta, en cierta medida, del proceso de selectividad del capital, también  resulta de las formas de regulación asumidas por el Estado, que orienta la organización de la sociedad. Entretanto, Moreira (2002) también señala que el espacio no puede ser visto exclusivamente como intervención de los dominantes. Si hay conflicto, sea envolviendo las fracciones dominantes, o entre dominantes y dominados, muchas veces sobrepujando la acción del Estado, tales conflictos también conducen  a la (re)estructuración de las territorialidades.

Esa (re)estructuración del territorio, considerando el proceso productivo de la soja en Mato Grosso, es  determinada, en parte, por la capacidad de aplicación técnica, que constituye uno de los elementos básicos para explicar los nuevos arreglos espaciales. La utilización de innovaciones tecnológicas, comprendidas como "alteración en las funciones de producción o creación de nuevas" (Possas, 1987:182), atribuída a los agentes empresariales, puede romper el equilibrio del sistema, aunque ni siempre toda innovación sea capaz de hacerlo, y su difusión se hará a través de los imitadores que las copian cuándo  se dan cuenta de que las mismas aumentan las ganancias.

El proceso de (re)estructuración de los espacios locales/regionales, dónde se incluye el surgimiento o reorganización de los espacios urbanos, hace parte del movimiento del capital en busca de sobre ganancias, en el contexto de ampliación del proceso de acumulación.

El  modelo técnico de (re)estructuración del espacio adoptado en el  "cerrado"  para la commodity soja

En ese movimiento del capital, la producción de la commodity soja avanza, alcanzando elevados niveles de producción y productividad. A nivel nacional, la producción alcanzó  50,3 millones de toneladas en 2002/03, mientras las exportaciones correspondieron a 20,3 millones de toneladas de soja en grano, con un valor total de 4.263 millones de dólares, la exportación de "farelo" de soja se situó alrededor de 14,5 millones de toneladas, totalizando 2.538 millones de dólares y el volumen de exportación del aceite de soja alcanzó 2,400 millones de  toneladas, generando 1.152 millones de dólares  (CESEX/ABIOVE).

Tratándose de la provincia de Mato Grosso, la principal productora de soja del país, el área cultivada se situaba alrededor de 4,315 millones de hectáreas en 2002/03 y la producción alcanzó 12,644 millones de toneladas. La distribución espacial del área cultivada con soja nos revela que una gran parte de ese territorio ya se encuentra ocupado con ese  cultivo. En lo que se refiere  al total producido, los municipios de mayor producción ultrapasan 1.000.000 de toneladas, pero es bastante expresivo el número de municipios que producen entre 500.000 y 1.000.000 de toneladas. Mientras tanto no se puede mirar los lugares de forma homogénea,  una vez que las capacidades de crear y recrear son distintas, así como las dotaciones de los lugares.

En general, el patrón tecnológico de producción mecánico y químico es controlado por las multinacionales a través de sus subsidiarias en el país. Entretanto, el patrón biológico, con adaptación más problemática, permite la participación de los actores locales a través de las investigaciones de nuevas variedades adaptadas a las condiciones climáticas y al suelo de cada región,  resistentes a las enfermedades, investigando,  aún, variedades de ciclos distintos, lo que permite cierta autonomía a los productores.

En la medida en que el factor biológico confiere cierta particularidad a los arreglos espaciales, conviene destacar la presencia de las instituciones de investigación, sea públicas o privadas, a ejemplo de la Empresa Brasileira de Pesquisa (EMBRAPA) y de la Fundação Mato Grosso (FMT), así como de las asociaciones  de productores que reproducen las semillas básicas en "certificadas" y "fiscalizadas", siendo las  semillas mejoradas utilizadas en 95 por ciento de las producciones de la provincia.

El programa de mejoramiento de la soja de la Fundação Mato Grosso desarrolla 28 cultivares, haciendo 1500 cruzamientos al año, atendiendo el 75 por ciento del área de producción de soja en Mato Grosso. Esa institución dispone de 25 investigadores y consultores, realizando articulaciones con las universidades. La soja puede tener esa organización porque  ofrece lucros. Es una innovación tecnológica que pasa a tener valor de mercado,  produciendo y difundiendo tecnología.

El rendimiento, que en 2001 se situaba en Mato Grosso, por encima de 3.444 kg/ha, pero que intenta alcanzar 4.800 kg/ha,  se vincula a la investigación de nuevas variedades y de inversiones en máquinas de precisión, además de hacer el cultivo y  la cosecha en el momento adecuado. Para hacer un cultivo de soja en Mato Grosso en 2002 el costo aproximado era de US$300/ha, destinándose 6 a 7 por ciento para los gastos con mano de obra,  25 s 30 por ciento para fertilizantes, 30 a 35 por ciento para insecticidas y herbicidas,  2 a 3 por ciento para semillas, además de otros componentes.

Del punto de vista de la técnica, se puede afirmar que la soja producida en el cerrrado brasileño es competitiva en el escenario mundial, lo que amplia la inserción del local en el proceso de globalización, proceso que se intensifica con el aumento de la demanda global, (re)estructurando la dinámica productiva local/regional. Por lo tanto, el saber local, que no es independiente del global, permite ofrecer elementos de análisis para un cuadro de reflexión. Es la propia  busca por menores costos y mayores lucros que estimula las empresas a se desplazaren horizontalmente, expandiéndose en nuevas áreas, aunque también verticalmente, introduciendo nuevas técnicas, con destaque para la información,  produciendo un arreglo espacial concentrador de riquezas.

En resumen, la agricultura moderna en la región Centro-Oeste de Brasil no ha sido implantada como una necesidad interna de los lugares o de las regiones. La adopción de ese modelo tecnológico norte americano, estructurado en el modelo mecánico-químico-biológico, resulta de inducción externa, puesto que esa región presentaba abundancia de tierras y mano de obra, y no necesitaba de un modelo ahorrador de tales factores.

La industria de transformación de la soja organizando el territorio

En este capítulo nos proponemos  analizar las articulaciones existentes entre el proceso de producción de soja y las industrias de transformación y verificar en que medida la agroindustria constituye un proceso de recalificación económica del cerrado.

Las dos grandes industrias presentes en Rondonópolis, polo innovador y difusor de innovaciones en Mato Grosso, son las multinacionales Bunge y   Archer Daniel Midlands (ADM). La Bunge dispone hoy de dos plantas, con capacidad alrededor de 5.000 ton/día, con automación de las mismas, produciendo 21 por ciento de aceite "degomado" y el restante de "farelo" (4.000 ton/día), destinándose 90 por ciento a la  exportación, teniendo la Holanda como  principal destinación. Las dos unidades, con tecnología de punta, funcionan 24 horas por día, con elevado rendimiento industrial, deteniendo el patrón de exportación ISO 9.000.

La ADM, con capacidad de producción de 3.500 ton/día y con elevado nivel de automación, produce aceite refinado (25 por ciento) y "farelo" (75 por ciento), siendo la destinación del "farelo" la Holanda, que controla una gran parte del mercado mundial de  soja.

En la actual fase técnico-científico-informacional las fronteras geográficas van perdiendo importancia en función de la emergencia en todo mundo de una organización económica integrada, la cual contempla una integración geográfica de la logística.  Debido a los cambios en el ambiente del agronegocio, representadas por el mercado, la competencia, la evolución tecnológica y la reglamentación gubernamental,  hay necesidad de hacer ajustes en al territorio matogrossense en términos de estrategias y logística, particularmente en lo que se refiere al almacenamiento y transporte.

Cabe destacar la importancia del papel de la logística respecto a las  industrias de transformación de la soja, localizándose las fábricas principalmente cerca de  la producción o del transporte. Considerando la proximidad del transporte, el Grupo Maggi (nacional) y las multinacionales están construyendo sus fábricas al largo de los importantes ejes de circulación, además de garantizar posiciones estratégicas en los puertos fluviales. Las cuatro multinacionales, ADM, Cargill, Coimbra (Dreyfus) y Bunge internacional controlan el mercado porque dominan el patrón tecnológico.

En el caso de la localización cerca de la producción, significa disponer de unidades de almacenamiento. La ADM dispone de 15 unidades en Mato Grosso, con capacidad para 90.000 toneladas. La Bunge también dispone de 90.000 toneladas solamente en  Rondonópolis y el sistema de recibimiento de la soja está controlado por esta multinacional en la BR-163, manteniendo 17 unidades, exportando el grano para la China y el  Japón. Además de otras fuentes de financiación, la Bunge asegura la producción financiando fertilizantes y defensivos, disponiendo al todo de 40 unidades de almacenamiento en la región. En año de 2001 la provincia  disponía de 662 graneros en las regiones productoras de soja, con una capacidad total de 9.781.731 toneladas.

En suma, la distribución de las cosas, de las personas, o sea, la logística, que es establecida en función de un plan racionalmente trazado, con vistas a la reproducción de un mismo proceso en el ámbito de un espectro de acción económica, implica en un cálculo con el objetivo de reducir los costos. Entretanto, para eso es necesario disponer de la "disposición", que  muchas veces se encuentra en manos de otros, es preciso disponer de los clientes, de la totalidad del crédito, del mercado, de la fuerza de trabajo, procurando los empresarios apoderarse de los  mismos a través de la guerra, de la coacción o de la ideología (Weber, 1997).

 La  creación de espacios urbanos

El modelo tecnológico adoptado en el cultivo de la soja en Centro-Oeste no ha logrado absorber la mano de obra existente en la región, tampoco la que se desplazó de otras regiones. Posiblemente eso explique el intenso proceso de urbanización que ocurre en la misma, haciendo con que la región aparezca como la segunda más urbanizada del país, con 86,73 por ciento de población urbana, solamente ultrapasada por la región Sureste, con 90,52 por ciento.

Así, el grado de urbanización vinculado a las articulaciones ciudad-campo depende de las actividades dominantes en el rural. Es interesante observar que, en Mato Grosso, las ciudades crecen más rápido en áreas de expansión reciente de la frontera de la soja, siendo los districtos desmembrados de los municipios de origen, grandes productores de soja. Por lo tanto, el principal responsable por el  notable crecimiento de las áreas urbanas en Mato Grosso y en la región Centro-Oeste ha sido en gran parte el proceso de producción y expansión de la frontera de esa actividad, pudiéndose afirmar que ese es un fenómeno eminentemente urbano, significando el desmembramiento de municipios instrumentalización de la instancia política en la (re)estructuración del territorio.

Machado (1992) señala que la expansión de la frontera agrícola se realiza en un contexto urbano, contribuyendo para el proceso de urbanización el flujo inmigratorio continuo de los "sin tierra", de los subempleados y desempleados rurales o urbanos, la necesidad de creación de reserva de mano de obra, la concentración de la propiedad de la tierra y su elevado precio, resultando en un proceso de reordenamiento del territorio.

Es oportuno destacar que las formas capitalistas de producción, considerándose las actividades agrícolas, necesitan de mano de obra disponible para la  realización de determinados trabajos y en ciertas fases del año, pero solamente el espacio urbano es capaz de abrigar una masa de trabajadores en espacios privatizados, una vez que son los únicos espacios posibles de seren socializados (Machado,1992).

Otro aspecto a ser destacado en las ciudades asociadas a las actividades agrícolas altamente tecnificadas es la implantación de servicios destinados a atender las necesidades de la producción, de la comercialización y de la circulación, así como la incorporación de sistemas de comunicación y flujos de informaciones que posibilitan la reducción del tiempo y redefinen la espacialidad de los circuitos de producción, permitiendo que la región pueda seguir la velocidad de los cambios e incorporar los elementos que facilitan su competitividad en el mercado internacional.

Así, la estructura interna de esos espacios urbanos refleja la división social y técnica del trabajo que se traduce en una división social y técnica del espacio, agravándose la contradicción entre el carácter socializado del espacio urbano y la apropiación  privada que del se hace, resultando en el surgimiento de distintas territorialidades en el interior de eses urbanos. Tales estructuraciones en la frontera de expansión de la soja atienden a la nueva dinámica de acumulación capitalista, asumiendo la escala local significados más amplios, una vez que es remetida a un conjunto de acontecimientos que envuelven la escala global (Barbosa, 2002).

 Incidencia de la expansión de la agricultura moderna sobre los recursos naturales

Comprender la dinámica actual de la producción de territorialidades en Mato Grosso a través de la agricultura moderna significa entender la cuestión ambiental y las relaciones sociedad-naturaleza;  si por una parte se avanzó en la creación de nuevas espacialidades, por otra parte no se avanzó en la superación de antiguas posturas.

Estimulados para obtener  lucros en corto plazo, poca atención ha sido dada al uso de los atributos físicos en el proceso económico de expansión de la soja, no habiendo preocupaciones con los límites de los recursos naturales, bajo la condición de que los mismos  estén a servicio de la expansión del mercado nacional o internacional.

En la medida en que el dominio sobre la naturaleza pasa por las relaciones de dominio entre los hombres, y que las mismas no se realizan de forma equilibrada, el proceso que crea valor y plusvalía para la reproducción de la sociedad crea también la forma y el ritmo de consumo de los recursos naturales, permitiendo la reproducción de las relaciones de poder (Figueiredo, 1994). En ese sentido, la territorialidad en cuanto expresión de las relaciones de poder, constituye elemento fundamental en la comprensión de las prácticas sobre el territorio y de las cuestiones ambientales.

Una de las variables referencia para la identificación de los problemas ambientales en Mato Grosso es el nivel de destrucción de las áreas de bosques, fuertemente asociado con la producción de soja. Los municipios productores de soja en 2001, que han presentado valores superiores a 500 mil toneladas, revelaron fuerte asociación con los elevados niveles de pérdida de áreas de bosques ocurrida entre 1991 y 1999, presentando porcentajes situados entre 40 y 70 por ciento de destrucción de los bosques respecto al territorio del municipio. Hay que tener en cuenta que la base de sustentación de la economía de esos municipios es la soja, lo que cuestiona las relaciones entre el agronegocio y los recursos naturales.

Como señala Books (1992, apud Graziano da Silva), el sostenimiento ambiental está asociado al desarrollo local, variando de acuerdo con las condiciones ecológicas, económicas, sociales y culturales, que determinan los límites y las potencialidades disponibles para las actividades humanas. En el caso de las condiciones ecológicas, los límites son reveladores de la capacidad regeneradora de los ecosistemas y de los recursos naturales.

Es importante considerar que lo que es sostenible en un espacio y tiempo, en cierto estadio de desarrollo, puede no ser en otro. Por otro lado, la fuerte interacción entre sistemas internos y externos, como se pasa en el caso de la expansión de la soja, refuerza la vulnerabilidad del soporte ecológico, debiéndose tener en cuenta que lo que puede ser sostenible aisladamente, puede no ser cuándo sometido a las intervenciones externas.

El tema es una oportunidad para repensar el planeamiento y la gestión ambiental, así como para movilizar las comunidades locales alrededor de objetivos comunes, a fin de hallar los niveles de compatibilidad posibles entre agronegocio y recursos naturales.

Por lo tanto, las nuevas territorialidades que surgen en el contexto de la agricultura matrogrossense solamente pueden ser comprendidas en el ámbito de las prácticas de ciertos segmentos sociales que intentan imponer su lógica y dominio sobre el espacio, prácticas vinculadas a reacomodaciones en el ámbito del sistema capitalista.

Cambios en el mundo del trabajo

No es posible estudiar el desarrollo económico de una región, en un determinado marco histórico, sin analizar el trabajo mismo y las condiciones exigidas de él para poner en acción las fuerzas productivas. A partir del conocimiento del nivel técnico utilizado, hay que conocer las características de la fuerza de trabajo, cuantitativa y cualitativamente que esta técnica necesita en su dimensión espacial.

El efecto directo esencial del nuevo nivel técnico es, por tanto, el cambio sobre la calidad y cantidad de la mano de obra, en cuanto reformulación del espacio productivo, asociado a modificaciones en la división técnica y social del trabajo y a una nueva jerarquización.

Entretanto, a partir de la decisión de cambiar el nivel técnico, que resulta en cambios en la composición de la fuerza de trabajo y, simultáneamente, en las relaciones sociales de producción, se produce toda una serie de efectos derivados. Uno de ellos se relaciona con la producción o reordenación de los espacios  educacionales, con vistas a la preparación de los distintos niveles de mano de obra.

Cuándo se indaga de dónde viene la mano de obra, dónde se instala y bajo qué condiciones vive, detectamos otros efectos derivados. La situación en que se encuentra la fuerza de trabajo y sus condiciones materiales de reproducción sujeta a variados niveles de salarios, formas de contratación y de explotación, resultan en la producción de nuevos espacios residenciales muy diferenciados y en transformaciones en los espacios anteriores, lo que se vincula a la posición ocupada en el proceso de producción y a las relaciones de producción dominantes.

Tratándose de las relaciones entre técnica y trabajo en Brasil, estadísticas del Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE)  han señalado que, considerando los diez sectores de la economía brasileña, el sector agropecuario fue lo que más perdió puestos de trabajo debido a los cambios tecnológicos, totalizando 8.980.000 puestos entre 1990 e 2001, eliminando el sector de exportación 1.425.104 empleos. En el mismo periodo la productividad del trabajo aumentó 5,12 por ciento al año. Las tendencias apuntan continuidad del proceso de modernización y de disminución del número de trabajadores en este sector, que hoy corresponde a 26 por ciento del total, aunque en los países desarrollados se sitúe alrededor de 6 por ciento.

A partir del expuesto, se impone analizar algunos datos que ilustran los efectos directos del nivel técnico aplicado en los 10 municipios mayores productores de soja en Mato Grosso en 2001, en términos de las necesidades de mano de obra en cantidad y calidad. La primera observación a ser hecha es que, en cuánto esos 10 municipios participan con 65,51 por ciento de la producción total de soja de la provincia, apenas utilizan 27,92 por ciento de la mano de obra agrícola total empleada, con vínculos laborales (RAIS).

Otro aspecto a ser destacado es que el municipio de mayor producción de soja, Sorriso (1.269.450 toneladas), emplea solamente 1.246 personas con contrato laboral, situándose en sexto lugar en términos de empleo. Igualmente es significativo el pequeño número de empleados con contrato laboral en Campos de Júlio (39), a pesar de ser el 9º municipio mayor productor de la provincia de Mato Grosso. Respecto al total de hectáreas de soja labrada por trabajador, hay que destacar Campos de Julio con 1.199 hectáreas y Tapurah con 1.052.

En resumen, la dinámica de la modernización en Mato Grosso, respecto al trabajo, es menos de integración y más de exclusión, una vez que las necesidades de mano de obra en esa región para esa actividad en términos de cantidad son pequeñas, alrededor de 10.078 personas en 1996, correspondiendo a menos de 2 por ciento de la población económicamente activa rural (Bernardes, 2001).

Se puede inferir del expuesto que, en determinadas condiciones históricas, a pesar de la expansión de las fuerzas productivas, las relaciones sociales pueden no alcanzar plena coherencia, las nuevas técnicas pueden ser implantadas, significando menos empleo, mayor especialización, ocurriendo muchas veces el desarrollo de la tecnología de la explotación de la fuerza de trabajo, revelando que cada proceso de modernización tiene su peso específico y su concreto contenido histórico en cada tiempo y lugar.

Tenemos, por lo tanto, en la economía moderna, un mundo del trabajo que niega el trabajador, particularmente el menos calificado y que lo estimula a una permanente migración. Así que es importante leer ese territorio como un recurso no solamente hacia la acumulación, pero hacia la vida.

La logística de los nuevos corredores de exportación

Logística:  palabra de orden en Mato Grosso. En ninguna otra época la logística ha desempeñado papel tan importante como en la fase actual, especialmente en función de las nuevas presiones provocadas por los cambios tecnológicos y por los mercados emergentes, exigiendo nuevas formas de organización del flujo de materias primas o de los productos con valor agregado, debido a la incompatibilidad de las infraestructuras logísticas pré-existentes. En el origen de esa evolución se encuentra la búsqueda por mejorías en la integración de los lugares, la cual ultrapasa los límites del tradicional mercado nacional para ubicarse en el ámbito de las relaciones globales (Dornier, 2000).

En la provincia  de Mato Grosso los factores sistémicos de competitividad adquieren una posición estratégica sin precedentes y comprenden tanto el nivel empresarial y de mercado cuánto el institucional y público, englobando acciones sea privadas o públicas. La competitividad puede ser estimulada por el aumento de la eficiencia de la innovación, como también por factores que proveen las llamadas externalidades, que envuelven las condiciones de infraestructura de transporte, siendo subordinadas, aunque no exclusivamente, a la acción pública (Possas, 1993). Es de este último aspecto que nos interesa tratar ahora.

En los principales ejes de transporte de la soja, la agricultura es más tecnificada y competitiva en el proceso productivo pero, para ser más independiente, hay que enfrentar desafíos en la circulación y en la comercialización. Si la capacidad empresarial en el complejo de la soja está largamente demostrada, si los problemas de orden tecnológico han sido superados, el peso del costo del transporte en la composición global de costos de la soja y sus derivados afecta el éxito de la expansión, ya que las condiciones de movilidad entre centros de producción y consumo constituyen un factor desfavorable a la competitividad.

La matriz de transporte para Mato Grosso indica que 56 por ciento del mismo se hace por carretera, hallándose 80 por ciento de ellas en condiciones muy precarias, situando la región del cerrado en desventaja comparativa respecto a las demás regiones y al exterior. En ese contexto, el sistema  ferrocarrilero apunta con nuevas alternativas, conectando la región Centro-Oeste y la Amazonía a los puertos de las regiones Sur y Sureste. Entretanto, el transporte a través de los  ríos, poco utilizado, es lo que ofrece las mayores ventajas económicas.

Un corredor de exportación importante a ser destacado es el de la Hidrovia Madeira-Amazonas, que en 2002  transportaba 1.300.000 toneladas de soja, además de "farelo" y aceite degomado. Son 930 km de Sapezal (MT) hasta Porto Velho (RD) por carretera y 1.140 km de Porto Velho hasta Itacoatiara por hidrovia, con salida hacia el Atlántico. Un otro eje de exportación que pronto cambiará la dirección hacia el norte, es él de la BR-163, que conecta Cuiabá a Santarém, también con salida para el Atlántico. La apertura de este eje, que engloba un polo de más de  8 municipios responsables por 10 millones de toneladas de granos, en un rayo de 150 km, dónde la diferencia de transporte es de 1 dólar por 60 kg, significa 200 millones de reales ingresando por el diferencial del flete..

En algunas regiones de Mato Grosso, los productores hacen parcerías con las diferentes esferas de poder para hacer el asfalto de las carreteras. Tales esfuerzos intentan reducir los costos, ya que los mismos constituyen uno de los límites de la competitividad.

Respecto al papel del Estado en la formación de políticas vinculadas a los nuevos corredores de exportación, precondición para la competitividad en el mercado internacional, los instrumentos disponibles en el cuadro actual permiten ver el Estado no tanto en cuanto disminución de su presencia, pero con una adecuación a su nuevo papel, haciéndose progresivamente más regulador que interventor, fijando normas generales, articulando asociaciones, y como gestor de los procesos de (re)estructuración territorial que envuelvan conflictos alrededor de intereses más complejos. Estamos de acuerdo con Possas (1993) de que competitividad no es un atributo espontáneo de los mecanismos de mercado, pero resultado de acciones estratégicas públicas y privadas.

 Consideraciones  finales

Hemos hecho un esfuerzo para hacer un análisis de la técnica más allá de sus aspectos más aparentes. Frecuentemente analizamos todo como determinado por el presupuesto de que la técnica administra la mano-de-obra,  se apropia de los espacios, de los flujos,  instituye nuevos elementos en el territorio,  controla la organización del campo, etc., y no alcanzamos la esencia de la técnica, porque ésta solamente puede ser alcanzado cuando el aspecto humano es contemplado.

Cabe recordar que la técnica no es solamente materialidad,  y  ahí percibimos uno de los límites de las investigaciones, ya que absorbemos el pensamiento tecnocrático, haciendo una lectura que no privilegia el ser humano y la complejidad, no alcanzando leer para fuera del esquema, para más allá del nivel material. En general, nuestra capacidad de reconocer la innovación se resume en su materialización en la forma de técnica. Pero, usar el espacio de otra forma es innovación, hacer otro tipo de análisis del espacio que supere las formas, también lo es. Nos quedamos presos a una visión utilitarista y funcionalista, intrínseca del pensamiento dominante. No obstante, si no sobrepasamos el  nivel del instrumento, de hecho no somos más que  máquina.

Es necesario transponer la concreción, una vez que la materia es la parte más superficial. Más allá que materia, la técnica es también abstracción, altera sentidos y  posibilita la atribución de sentidos. La técnica es el conjunto de valores y acciones de comportamiento orientadas por valores culturales. Es en función del acceso desigual a la técnica, a las cosas, que es alterado el sentido de la vida, que cambian las posibilidades de las personas, con repercusión en las formas de dominación. "Cuando percibimos que la técnica es más que el objeto, podemos escapar del productivismo y del economicismo" (Ribeiro, 2000).
 

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Ficha bibliográfica:

ADÃO BERNADES, J. Técnica y reorganización del territorio en la provincia de Mato -Grosso - Brasil. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2004, vol. VIII, núm. 170 (24). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-170-24.htm> [ISSN: 1138-9788]

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