Menú principal
Índice de Scripta Nova
Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. 
ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VIII, núm. 170 (79), 1 de agosto de 2004

CLAUSURA DEL VI COLOQUIO INTERNACIONAL DE GEOCRÍTICA

Horacio Capel

Universidad de Barcelona

 
Llegamos al final de un Coloquio que, como los anteriores, ha tenido un gran interés. Son muchos los temas que se han abordado en las casi ochenta comunicaciones presentadas. Y, como cada año, son muchas las enseñanzas, sugerencias y clarificaciones que hemos obtenido de las discusiones.
Se ha puesto de manifiesto nuevamente la importancia de los debates interdisciplinarios.  Ese es el objetivo que perseguimos con la renuncia a las sesiones paralelas, a pesar del elevado número de comunicaciones presentadas; pensamos que lo urgente es que nos oigamos unos a otros, que hablemos, que intercambiemos información, que conozcamos nuestros puntos de partida y los respectivos marcos teóricos en los que se insertan las investigaciones.

Las comunicaciones y los debates han puesto de manifiesto el interés de las descripciones. Pero también, al mismo tiempo, la urgencia de realizar comparaciones. Y desde luego, la necesidad de formular hipótesis y de explicitar los marcos teóricos que utilizamos para nuestras investigaciones.

Además de éstos, tenemos en estos momentos varios retos importantes ante nosotros.

Uno de ellos tiene que ver con la lengua. En un coloquio sobre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, tal vez sea oportuno recordar la necesidad que tenemos que crear sitios significativos en nuestras lenguas, aquellas que se utilizan en estos coloquios: el castellano, el portugués y el gallego, el catalán, el italiano. Lenguas en las que podemos entendernos sin dificultad sin haberlas estudiado. Hemos de crear y potenciar sitios webs de calidad y visibilidad para la difusión científica y el debate intelectual. Y hemos de diseñar sistemas para hacer visibles y evaluar las publicaciones que se realizan en esos sitios, y especialmente las revistas científicas.

Pero además, los que pertenecemos al mundo ibérico e ibero-americano debemos de hacer un esfuerzo en el lenguaje, y ponernos de acuerdo sobre los neologismos técnicos que hemos de incorporar. Hay que actuar urgentemente y coordinar el trabajo de las distintas Academias de la Lengua Española, con las Academias de la Lengua Portuguesa y con las instituciones lingüísticas de las otras lenguas a que antes aludía. Creo que podemos, y debemos, exigir a nuestros gobiernos una actitud militante y un apoyo decidido en ese sentido.

La introducción acrítica de neologismos técnicos del inglés está dando lugar ya a escritos como éste:

Para implementar políticas de desarrollo económico podemos apoyar la creación de clusters con producción de hardware y de software. Los sistemas fabriles just in time permitirán una mejor gestión de la producción. Es esencial también el telemarketing y, por tanto, la organización de call centers para concentrar las llamadas.  Un buen servicio de e-mails y de ventas on line puede ayudar a la distribución del producto, etc.

Es posible que con es jerga podamos entendernos. Pero seguramente será mejor adoptar una política lingüística unitaria de adaptación de esos términos a nuestras lenguas.

Las nuevas tecnologías están afectando de forma importante a la ciencia y a la enseñanza. Se crean plataformas digitales de enseñanza superior, universidades a distancia, aumenta la digitalización de la información estadística y de la documentación archivística, todo lo cual supone retos nuevos y de gran importancia para los docentes. El incremento de revistas y de libros electrónicos representa nuevas posibilidades de acceso a la información, y se puede ya entrar desde la mesa de trabajo en bibliotecas virtuales de millones de volúmenes. Los buscadores representan nuevas vías para disponer de fuentes a partir de iniciativas propias de carácter individual. Los avances en la traducción automática nos permiten esperar que en poco tiempo será posible tener acceso también a la información científica fundamental en lenguas que no conocemos. Pero hacen falta criterios para discriminar y seleccionar, capacidad crítica; y para eso los profesores no solo siguen siendo necesarios, sino que lo son mucho más que antes.

Al mismo tiempo las nuevas tecnologías aportan posibilidades insospechadas para la creación artística y para el ocio individual. Podemos producir e intercambiar también música, documentales y películas con medios digitales cada vez más accesibles y baratos, lo que supone una revolución de alcances insospechados.

La telecomunicación potencia la relación con personas alejadas, pero a la vez puede limitar el tiempo disponible para hablar con los vecinos y con los miembros de la propia comunidad. No sabemos como se va a modificar la interacción en los espacios públicos tradicionales. Es posible que, como piensan algunos autores, la relación en el espacio virtual contribuya a intensificar asimismo las relaciones tradicionales que se realizan en el espacio próximo real. También que la cultura cívica de las ciudades mejore con los hábitos crecientes de la sociabilidad. Pero puede suceder todo lo contrario. En realidad, sabemos muy poco sobre todo ello. Los cambios están sucediendo rápidamente ante nuestros ojos asombrados y necesitamos estar muy atentos para seguirlas y entenderlas.

También sabemos que el tiempo se encoge y se estira. Si es cierto que, como defendía en tono humorístico la famosa ley de Parkinson, "toda tarea se dilata indefinidamente hasta ocupar el tiempo completo disponible",  puede ocurrir que en el mismo tiempo las personas puedan hacer más cosas, y puedan tener más capacidad para relaciones diversas, a la vez en lugares alejados y próximos.

La prensa en general, y las revistas sobre internet, en particular, nos están continuamente informando de novedades sorprendentes. Si seguimos las páginas de las publicaciones o secciones especializadas podemos encontrar innovaciones que superan todo lo que podíamos imaginar con la más calenturienta imaginación. Citaré algunas que se publicaron en el Ciberpaís, y que corresponden al mes de octubre del año 2001: un nuevo sistema de navegación personal con un motor unido a unas gafas que proporciona un mapa visible mientras se camina; gafas de enfoque eléctrico, con lentes divididas en multitud de píxeles, y en las que se aplica un voltaje sobre el material; experiencias sobre biometría, para el control de pasajeros en los aviones; desarrollo de la bioinformática, con esperanzas para la cura de enfermedades como el cáncer: por ejemplo, un biochip para el diagnóstico personalizado del cáncer, que ordena decenas de miles de genes y predice el comportamiento de un tumor; bolígrafos con microcámara, que convertirán cualquier trozo de papel normal (no papel electrónico) en un punto de acceso al ciberespacio, a través de la conexión a ordenadores y teléfonos; avances en la medicina virtual, que permiten planificar operaciones quirúrgicas complejas, ensayar terapias y reducir los riesgos para los pacientes, así como diseñar prótesis adaptadas a un enfermo.

Pero las informaciones sobre novedades no se detienen. En las últimas semanas se nos ha informado de que son espectacularmente rápidos los avances en la traducción automática con reconocimiento de voz; que el uso de la  telemedicina está avanzando, y las posibilidades son asombrosas, por ejemplo, para mejorar la atención médica en los medios rurales; también se han puesto a punto bolígrafos digitales que permite llenar formularios determinados en caso de urgencias médicas, para facilitar informaciones a la base de datos. Al mismo tiempo, la comunicación entre sordomudos y personas sin esas carencias puede mejorar con la fabricación de un guante de poliester puesto en la mano de una persona que conoce el lenguaje de los sordomudos, y conectado a un ordenador portátil transforma primero en letras y luego en voz el lenguaje de los sordomudos. La declaración de la renta puede hacerse ya no solo desde el ordenador, sino con un mensaje desde el teléfono móvil a la Agencia Tributaria; el número de personas que en España han realizado consulta de datos fiscales electrónicamente ha pasado de 4.279 en 1999 a 476.783 en 2003.

Problemas éticos y jurídicos en internet

Son muchos los problemas jurídicos que se plantean, desde los de propiedad y accesibilidad, a los que se refieren a la privacidad. Necesitamos urgentemente un rearme ético. Las cuestiones éticas que se suscitan respecto a las responsabilidades de los científicos en relación con determinados tipos de experimentos, se plantean también en el uso de internet.

Necesitamos insistir en la necesidad de medidas legales, pero también pensar en estrategias de resistencia personal y colectiva ante ciertos abusos. Hay crecientemente conflictos y contradicciones entre el derecho a la seguridad y el derecho a la intimidad. La integración de bancos de datos permite interrelaciones de informaciones personales muy valiosas, y existe ya una amplia comercializacón de datos personales, incluyendo datos genéticos humanos. La telemercadotecnia se ha convertido en un mundo en el que las bases de datos permiten disponer de informaciones sobre consumidores, sobre sus gustos y hábitos de compra. Hacen falta, por todo ello, medidas legales que impidan comerciar con  esas bases para disponer de informes sensibles sobre los ciudadanos, y que castiguen ejemplarmente a quienes lo hacen.

El futuro se presenta a veces con novedades verdaderamente asombrosas. Existen ya equipos de investigación que están trabajando sobre redes neuronales, en los que colaboran ingenieros y biólogos. Se trata de aprender de la forma como trabaja el cerebro, para diseñar ordenadores que lo hagan de una manera similar. El chip molecular supone la posibilidad de aumentar la potencia hasta extremos que hace poco eran inimaginables.

Se han diseñado ya marcapasos cerebrales, dispositivos electrónicos aplicados al cerebro y que estimulan eléctricamente las neuronas, restableciendo la circulación de sustancias neurotransmisoras como la dopamina y la serotonina, lo que permite tratar la epilepsia y el Parkinson. Los avances en nanotecnologías y el desarrollo de la nanociencia aplicada, y especialmente de la nanobiotecnología o nanobioingeniería, está avanzando rápidamente en el esfuerzo por nuevos instrumentos que integren las capacidades funcionales de moléculas individuales orgánicas, o biológicas, e inorgánicas; es decir, poner en contacto material vivo e inerte. Las perspectivas que se abren son inmensas y, como expresaba recientemente el biólogo Fernando Palacio, se extienden "tanto como alcance nuestra imaginación", especialmente en el campo de la biomedicina.

Podemos ir más allá. Es posible imaginar módems que interaccionan directamente en el cerebro. Ya no es una fantasía sin sentido la conexión del sistema nervioso al computador, lo que haría desaparecer la diferencia entre hombre y máquina.  Se han hecho ya investigaciones sobre emisiones eléctricas primero en cerebros de ratas y luego en cerebros de monos, con resultados asombrosos. En estos momentos se están realizando experimentos para que personas con dificultades de movilidad puedan efectuar un control remoto neural, sustituyendo el control de la mano por el control cerebral. De hecho los cyborgs (cybernetics organisms) son ya una posibilidad cercana. Se entiende que algunos se atrevan a hablar de la post-humanidad.

Debemos estar atentos ante esos cambios posibles. Los jóvenes en particular deben mirar sin descanso y sin miedo a todo ello. Lo que les exige una gran preparación. Y una inquietud constante. El futuro nos va a deparar todavía otras sorpresas inesperadas. Se necesitan mentes flexibles, bien formadas, abiertas a los distintos campos disciplinarios, con capacidad para reaccionar ante todo ello y de establecer relaciones entre aspectos aparentemente alejados.

Los amigos que formamos parte de la red Geocrítica podemos seguir reuniéndonos cada año y tratar de abordar los problemas actuales con ese espíritu abierto, desde nuestras propias disciplinas, pero con voluntad de diálogo y aprendizaje interdisciplinario.

Seguiremos el año que viene. Y para que no sean siempre nuestros amigos iberoamericanos los que tengan que realizar el viaje trasatlántico, el año 2005 nos reuniremos en Santiago de Chile. Espero que podamos vernos todos los presentes, y otros más, para hablar de los cambios en la ciudad, de los agentes urbanos y de las políticas sobre la ciudad y sobre el territorio. Muchas gracias por su participación a todos los asistentes, a los comunicantes y a los moderadores, y hasta el año que viene en Santiago de Chile.

© Copyright Horacio Capel, 2004
© Copyright Scripta Nova, 2004

Ficha bibliográfica:

CAPEL, H. Discurso de clausura del VI Coloquio Internacional de Geocrítica. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2004, vol. VIII, núm. 170 (79). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-170-79.htm> [ISSN: 1138-9788]

Volver al índice de Scripta Nova número 170

Volver al índice de Scripta Nova


Menú principal