Scripta Nova |
PROPIETARIOS DEL SUELO Y DE VIVIENDAS EN
Rosali Braga
Fernandes
Profesora Doctora
de la Universidade do Estado da Bahia, de la Estadual de Feira de Santana y de
E- mail: rosalifernandes@ig.com.br
Propietarios
del suelo y de viviendas en la formación de un barrio popular. Salvador –
Bahia, Brasil (Resumen)
Destácase la acción de los propietarios del suelo y de
viviendas en la formación del Cabula, un barrio popular de la ciudad de
Salvador de Bahia, Brasil.
Dicho texto forma parte de un estudio más amplio en
donde hemos tratado de analizar las políticas de la vivienda en la ciudad de
Salvador y los principales actores que participaron en el processo de
urbanización del referido barrio. Se trata del tema central de
Además de algunas referencias bibliográficas, nuestro estudio
se centra en entrevistas concedidas por agentes importantes en el desarrollo
del Cabula.
The role of land and house
owners in the formation of a low/middle class neighbourhood. Salvador – Bahia,
Brazil (Abstract)
This paper points out the role of land and house owners in the formation of Cabula, a low/middle class neighbourhood at the city of Salvador, Bahia, Brazil.
The text is part of a broader study that analyses the housing policies at the city of Salvador and the main actors that took part of the process of urbanization of this specific neighbourhood. This is the central subject of authors Doctoral Thesis (Fernandes, 2000). The research is based on bibliographic data and interviews with important actors within the development of Cabula.
Key Word: Land owners, House owners, Low/middle class neighbourhood, Salvador.
Analizamos la acción de los propietarios del suelo y
de viviendas en el caso concreto del barrio del Cabula, que se constituye en un
excelente ejemplo de barrio popular en la ciudad de Salvador, donde hay de
todo, desde promociones públicas significativas hasta ocupaciones residenciales
de diversos tipos. Dicho Barrio, que tiene sus raíces históricas en siglos
pasados, presenta una gran transformación en las cuatro últimas décadas hecho
que se expresa, por ejemplo, en la ampliación de su densidad poblacional: en
1980 el barrio tenía 13.150 habitantes distribuidos en 3.247 viviendas y en
2000[1] la población
total era de 47.238 moradores viviendo en 13.535 hogares.
El Cabula fue un área rural localizada en los
alrededores de la ciudad y, por lo menos hasta la década de 1940, estaba
constituida por grandes haciendas que tenían como principal producción las
naranjas. El ambiente rural y la baja densidad demográfica han sido las causas
de atracción de la primera promoción pública llevada a cabo en el Cabula, la
cual estuvo vinculada al ejército de Brasil, que construyó en 1943 una importante
área de operaciones militares, el 19º
Batalhão de Caçadores. El ejército necesitaba para realizar sus
entrenamientos de un espacio verde grande y alejado del área urbana densamente
ocupada. A partir de la llegada del ejército el panorama empezó a cambiar
lentamente. Merece la pena señalar que en la misma época llegó la energía
eléctrica por iniciativa de la Companhia
de Eletricidade do Estado da Bahia.
En la década de 1940 o a principios de los años 1950,
sin que se pueda fijar bien una fecha, se produjeron serios problemas
biosanitarios con los árboles y sus frutos, que acabaron por exterminar la
plantación local y condujeron a la esterilización de
Paralelamente a todo esto se debe citar el proceso de
expansión horizontal que se realiza en la ciudad de Salvador a partir de 1950,
por diversas causas, entre las que destacan: la evolución de los transportes,
el desarrollo del centro urbano, la rigidez de la estructura de la propiedad
del suelo en la ciudad y la fuerte especulación inmobiliaria. Cabe destacar que
ya a partir de los años 1950 llega al Cabula el suministro público de agua, por
iniciativa del estado de Bahia a través de
Los años 1960 señalan también cambios importantes en
la infraestructura vial, entre los cuales, de manera destacada, la creación de
la principal vía de acceso interno en el Cabula,
El crecimiento de los servicios de una manera general
fue acompañado por la llegada de grandes equipamentos
públicos. En la década de 1970 el gobierno construyó seis edificios para servicios
públicos en el barrio. En la misma época, el Cabula también empezaba a ser
atractivo para la iniciativa privada y ahí se edificó, por ejemplo, la sede del
periódico Correio da Bahia. En los
años 1980 el gobierno ubicó en el barrio el Hospital
Juliano Moreira, y hacia fines de la década de 1990 una agencia de
En nuestros días el Cabula sigue siendo atractivo para
la iniciativa privada; como prueba de ésto podemos señalar, por ejemplo, la
llegada de la empresa de móviles VIVO.
En el campo de la vivienda, el cambio ocurrido a
partir de la década de 1970 puede ser definido como vertiginoso. Respecto de la
ocupación formal de los polígonos de vivienda es posible afirmar que la
localización de éstos en el Cabula empezó en dicha década y que de los 34
polígonos ahí existentes hoy, 10 fueron construidos en los años 1970.
Merece la pena señalar también que, además del gran
impulso de los polígonos, otras categorías de vivienda tanto regulares (loteamentos legales) como irregulares (loteamentos ilegales, parcelações e invasiones) también se han
incrementado de manera muy importante a partir del decenio de 1970.
En las décadas siguientes el crecimiento del sector de
la vivienda sigue a un ritmo muy fuerte.
A pesar de este crecimiento, es significativo señalar
que el saneamiento básico no se ha desarrollado paralelamente a los demás
servicios públicos sino que empezó a llegar al barrio sólo a partir de
comienzos de 1990. En realidad, el problema con el saneamiento es común a muchas
áreas de
El Instituto de
Orientação às Cooperativas Habitacionais fue muy importante en el Cabula.
Dicha institución, que atiende a grupos de trabajadores, analiza muy en
profundidad el factor renta, tanto para definir el lugar y las características
del polígono, como para evitar problemas posteriores con el pago de la
hipoteca.
La Habitação e
Urbanização da Bahia, también fue importante pero hoy ya no existe. Ella
fue creada por el gobierno para actuar directamente en las cuestiones relativas
a la vivienda social. Sin embargo, por lo que hemos observado en las
entrevistas con sus empleados, la franja de renta atendida queda alrededor de
los 5 salarios mínimos. Como la mayoría de la población de Salvador obtiene una
renta inferior a dicha cantidad, lo que se observa es que la satisfacción de la
necesidad de vivienda para los más pobres acaba por ser “solucionada” a través
de las construcciones irregulares. En efecto, alrededor del 70 por ciento de
dicha ciudad está constituida por obras irregulares, es decir, está fuera de
los patrones establecidos por el ayuntamiento y no están reglamentadas
oficialmente. Si obtener la información relativa a las construcciones legales
representa una gran dificultad, para las ilegales la situación es más grave
aún.
Son muchos los agentes involucrados en la formación de
un barrio y varios son los papeles desempeñados por ellos. Las acciones de los
propietarios de la tierra y la consecuente expansión del suelo urbano, elevan
los precios de éste. Es sobre el “nuevo” suelo que se realiza la acción de los
promotores inmobiliarios, y, como consecuencia directa de dichas acciones, se
estructura la morfología urbana.
Inicialmente destacamos en referencias bibliográficas, características fundamentales atribuidas al agente “propietario del suelo”, destacando el papel de este en la formación del espacio urbano. A partir de estas informaciones, pasamos a analizar detenidamente los ejemplos de dicha categoría de agentes, en el espacio especifico del Cabula.
El otro apartado corresponde al papel desarrollado por
los propietarios de viviendas. Aquí, buscamos características de los distintos
tipos de habitantes del Cabula, analizando en detalle las entrevistas que hemos
realizado con habitantes del barrio consolidado, del loteamento legal y, de tres categorías distintas de polígonos de
viviendas. Además de todas estas entrevistas, el apartado contiene también
importantes informaciones existentes en los relatos de otros personajes que,
aunque no han vivido en el barrio, tienen mucho que decir sobre las categorías
residenciales aquí analizadas.
Los
propietarios del suelo
Breves
referencias sobre el tema
La acción de los propietarios del suelo en la
producción del espacio urbano es muy fuerte. Esta afirmación está, tanto en la
bibliografía científica del tema como en la concepción de los habitantes del
barrio. En el caso del Cabula, por ejemplo, 16 de los 34 entrevistados señalan
explícitamente la importancia de dicho agente en la formación del barrio.
La adquisición del suelo es condición imprescindible
para la promoción inmobiliaria y el promotor inmobiliario, como coordinador del
proceso capitalista de producción inmobiliaria, tiene como función clave
adquirir el terreno o asociarse con quien lo tiene (Ferreira, 1996). En otros
términos, el primer paso para el inicio del cambio de determinado espacio es la
propiedad del suelo, y el segundo es lo que se hace de ella.
Sobre el agente “propietario del suelo” en España, H.
Capel destacó que desde el siglo XIX la preocupación básica del Estado es no
causar problemas a la propiedad y a la iniciativa privada, lo que se traduce “en una total incapacidad de los poderes
públicos para dirigir el urbanismo de las ciudades españolas. Más aún, puede
afirmarse que la construcción de la ciudad - su expansión y transformación – se
ha realizado esencialmente en función de los intereses de la iniciativa privada
y ha venido determinada en gran manera por la estructura de la propiedad.” (Capel,
1983: 99).
La propiedad del suelo en la periferia urbana de las
grandes ciudades, está directamente sometida al proceso de transformación del
espacio rural en espacio urbano. Sin embargo, las posibilidades de dicho cambio
dependen de una confrontación entre las rentas que pueden ser conseguidas con
la producción agrícola o con la venta de las tierras para fines urbanos. Tarde
o temprano el uso agrícola de la periferia es sustituido por un uso urbano,
pasando, en muchos casos, por una etapa de esterilización de la tierra, seguida
de su valorización (Corrêa, 1989). Dicho proceso se produjo en el Cabula, en
donde las grandes y famosas haciendas de naranjas sufrieron la pérdida total de
sus producciones.
Los propietarios del suelo actúan en el sentido de
obtener mayor renta sobre sus propiedades, interesándose en que tengan el uso
que sea lo más rentable posible. Ellos están particularmente interesados en la
expansión del espacio de la ciudad, en la medida en que la tierra urbana tiene
más valor que
En el caso específico del Cabula, podemos decir que se
han dado los dos tipos de estrategias. En las áreas mejor ubicadas y cercanas a
las líneas de las cumbres de los montes, los propietarios se han beneficiado de
una ocupación más rentable. Al revés, en las áreas más escarpadas y de acceso
más dificil, la estrategia fue la de los loteamentos
populares, de las parcelaciones mas pequeñas y posteriores a estos y el gran
uso de la autoconstrucción.
Propietarios del suelo del Cabula
Hemos realizado entrevistas específicas con
propietarios del suelo, hijos de propietarios del suelo y antiguos propietarios
que hoy no poseen ya tierras en el Cabula. La mitad de ellos vivió y aun vive
en el barrio, pero la otra mitad ha tenido con el Cabula solamente una relación
de ocio, pasando allí periodos de fines de semana, fiestas y vacaciones.
Empezaremos el análisis de dichas entrevistas a partir de los puntos comunes
entre ellas. De esta manera, señalaremos características fundamentales, principalmente
en lo que se refiere a la evolución histórica del lugar.
Una de las cosas más destacadas que aparecen en todas
las entrevistas ha sido el carácter inicialmente no urbano del Cabula. En las
informaciones de Souza,[2] por ejemplo,
desde el paseo para llegar a la hacienda, que era hecho por toda la familia a
pie, hasta los largos periodos de fiestas y vacaciones pasadas allá durante
cerca de 30 años, todo estaba marcado por la tranquilidad de la vida del campo,
con mucha convivencia con
Para Queiroz,[3] que desde 1920
vive en el lugar, además de las pequeñas casitas que había cuando se subía
Según Gordilho,[4] que pasaba con
su familia los fines de semana en una hacienda que tuvo allá por cerca de 30
años, el Cabula era una belleza como barrio de suburbio para recreo.
Viana,[5] que aun hoy
tiene una parte de la antigua hacienda de su padre en el lugar, recuerda los
detalles de la vida en el Cabula ayer y hoy, destacando la proximidad con la
naturaleza, la tranquilidad, las dificultades de accesibilidad existentes en los
comienzos y los vínculos establecidos con el barrio, desde 1944.
Otros aspectos muy marcados en las entrevistas son las
cuestiones directamente relacionadas con el cultivo de
Sobre esta última versión, buscamos informaciones en
el propio Ejército y el entrevistado, Bastos,[6] que tiene
formación en defensa química y biológica nuclear, afirma que en aquellos años,
el ejército brasileño no disponía de este tipo de tecnología. Sea como sea, la
tierra pasó por el proceso de esterilización, anteriormente citado por R.
Corrêa; después de esto, las décadas siguientes estuvieron marcadas por grandes
cambios en el uso del suelo del Cabula: hay registros de explotación de los
recursos minerales, a través de canteras por ejemplo; existen también
referencias sobre la invasión de tierras para la construcción de viviendas, por
parte de los menos favorecidos económicamente; asimismo encontramos registros
de ventas de tierra para la construcción de polígonos de viviendas populares,
entre otros cambios, que acabaran por generar la gran transformación por que
pasó el Cabula.
Con relación a la manera como las tierras han llegado
a los entrevistados, en la mayoría de los casos los padres de estos hicieron la
adquisición a través de la compra de las propiedades. Solamente en uno de los
casos, la hacienda fue dada como pago por cuestiones de trabajo, directamente
al entrevistado. Sobre lo que se hizo de las tierras, el panorama es distinto
y, como este tema es fundamental para entender como ocurrieron los procesos
siguientes de cambio en el barrio, vamos a tratar de cada caso más detenidamente.
En el caso de Souza, la hacienda entró en decadencia,
inicialmente porque su padre la cedió para el uso de un funcionario que,
juntamente con la familia, destrozaron
En la hacienda de los padres de Queiroz, se produjo
una división entre los hijos de la pareja que compró
La propiedad de Gordilho ha tenido un destino distinto
que las dos anteriormente citadas. Los problemas empezaron con los sucesivos
robos y invasiones hechos por los vecinos. Ante dicho panorama, él quedó
atemorizado y abandonandó el solar. Según el entrevistado la propiedad
abandonada fue plenamente absorbida por la población local. Las construcciones
existentes pasaron a tener usos completamente distintos y el espacio fue
fuertemente invadido por una población de bajos ingresos, para la satisfacción
de la necesidad de vivienda. El uso rural quedó extinguido y la densificación
urbana se presenta como característica predominante del lugar, actualmente.
En el caso de Viana, los cambios empezaron a partir de
los años 1960, cuando murió su padre. Una parte de la hacienda fue vendida para
pagar los costes del inventario y lo que quedó fue dividido entre los 5 hijos;
2 de los herederos han vendido su parte pero los otros 3 aun se mantienen en el
Cabula. En función de los altos impuestos tasados por el ayuntamiento de
Salvador para el área del Cabula, los dueños de solares del lugar tuvieron que
vender sus tierras, en general, a bajos precios. Según nuestra entrevistada, de
los cerca de
La situación financiera de la familia quedó, por un
buen tiempo, bastante complicada. Ultimamente una opción creativa ha mejorado
bastante las cosas: nuestra entrevistada alquila su masía, la llamada “Chácara
La presión inmobiliaria sobre los espacios verdes y abiertos actualmente,
sigue siendo muy fuerte. Es lo que nos afirma Viana, considerando las ofertas
tentadoras que recibe para negociar con su propiedad. Sin embargo, ni ella ni
los otros 2 herederos que quedaron en el Cabula, tienen la intención de vender
el que resta de la hacienda original.
En términos de las ventajas y desventajas del Cabula actual, las
informaciones de los que aun viven allá son muy interesantes. Para Queiroz,
aunque el naranjal haya acabado y que el progreso haya traído cosas malas como
los atracos, hoy en día la vida en el barrio es mucho mejor. Señala las
facilidades de los servicios, muy buenos hoy en el barrio.
Según Viana, vivir en el Cabula es maravilloso pues,
incluso con la construcción de varios polígonos de viviendas, su paz no se ha
acabado. Aunque oiga historias de violencia urbana, nadie de su familia ha sido
atracado hasta hoy. Lo que le preocupa sobre todo es la violencia del hombre
hacia la naturaleza y las consecuencias de dichos actos de agresión. De nuestra
parte creemos que la preocupación de la entrevistada está directamente
relacionada a su experiencia de vida, es decir, a la “pérdida” de importante
área verde y la transformación de ésta en espacio densamente construido.
Para la entrevistada la gran desventaja y queja de
todos los que todavía tienen tierras en el Cabula, son las altas tasas cobradas
por el ayuntamiento, a través del impuesto llamado Imposto Predial e Territorial Urbano (IPTU). En términos generales,
la estrategia del impuesto debe servir para evitar el mantenimiento de tierras
sin ocupación en el centro de la ciudad; sin embargo, la presión producida por
los altos precios pagados por los que todavía tienen terrenos, en nuestra
opinión, acaba favoreciendo a la especulación inmobiliaria ya tan fuerte en
nuestras ciudades.
Como se ha dicho en el apartado sobre las referencias
bibliográficas del tema, el destino de propiedades como los de nuestros
entrevistados, por ejemplo, ha sido el origen de los cambios que ocurrieron
después.
Los
propietarios de viviendas
Trataremos de los propietarios formales de las
viviendas o sea, de los que llegaron al Cabula, después del término del periodo
áureo de las haciendas de naranjas. Los informales, también pasaron a ser parte
del barrio, más o menos en el mismo periodo.
El barrio consolidado
Para empezar, hemos de definir lo que entendemos por
barrio consolidado. Dicha expresión tiene sus raíces en nuestra investigación
anterior (Fernandes, 1992), en donde hemos analizado cuatro categorías
residenciales, entre las cuales estaba el llamado “barrio consolidado”. De hecho
esta categoría ha sido la más difícil de identificar, en función de su alto
grado de dispersión. En pocas palabras, podemos definir al habitante del barrio
consolidado como aquel que vive en el Cabula pero no está ubicado ni en los
polígonos de viviendas, ni en los loteamentos,
ni en las invasiones.
Nuestro entrevistado, Cersosimo,[7] que vive en el
corazón del Cabula desde 1951, constituye un excelente ejemplo de la transición
desde las viviendas en las haciendas de naranjas, de las cuales tratamos en el
apartado anterior, a las categorías que han venido después. Él llegó al Cabula
cuando aun tenía 12 años de edad, y fue a vivir en una hacienda, que se llamaba
Chácara Norma. Diez años después,
cuando se casó, el suegro empezó la división de una propiedad suya, y les
regaló una casa del otro lado de la misma calle Silveira Martins, principal vía del Cabula, donde él vive hasta
hoy, con la familia.
Con relación al Cabula anterior a las grandes
transformaciones, el detallado relato de Cersosimo confirma todo lo que dijeron
los antiguos propietarios del suelo, en lo se refiere a las características del
lugar. Él señala, por ejemplo, aspectos como la fama de las naranjas del
Cabula, la tranquilidad, la convivencia fraterna entre los vecinos, las
fiestas, y también apunta las dificultades de acceso al barrio, ampliadas por
las lluvias.
Otras informaciones muy interesantes son aquellas que
se refieren a la construcción del acceso norte de Salvador. Para el
entrevistado, dicha construcción, ocurrida a finales de la década de 1970, por
la falta de planeamiento y por la prisa, han supuesto una gran pérdida para el
barrio. Se trata del corte del acceso original del Cabula,
Con relación a las transformaciones en la vía de acceso
central del Cabula, la descripción también es bastante esclarecedora.
Cuando nuestro entrevistado habla de los servicios, sus
afirmaciones confirman los datos proporcionados por las empresas directamente
responsables de ellos, o por los relatos que nos llegaron antes de Cersosimo.
Él se acuerda que, mientras la gente utilizaba las muchas fuentes existentes,
el agua de
Con relación al crecimiento poblacional, Benito Cersosimo cree que, a
partir de finales de la década de 1970, el Cabula ha sido uno de los barrios
que más se amplió en términos de viviendas, mejor dicho, de polígonos de
viviendas. El crecimiento poblacional fue acompañado de la expansión de los
servicios, como por ejemplo, la ampliación del número y de las opciones de
destino final de los autobuses, única forma de transporte público en dicho
barrio. Sobre otros servicios tales como la salud, la educación y los espacios
de ocio, las informaciones del entrevistado son muy positivas, indicando la
existencia de todos estos tipos en el Cabula de nuestros días.
Sobre las alteraciones en el local en donde se hacían las compras,
Cersosimo apunta un gran cambio. Inicialmente, con excepción de un punto de
comercio general, de propiedad del Sr. Camilo, y de una carnicería, ambos
ubicados en el llamado Largo do Cabula,
o sea después de la subida del tranvía, no había más tiendas en el área del
Cabula. Las compras se hacían en los puntos de compras de
Cersosimo trata también de las alteraciones
estructurales que hizo en su casa, haciéndola más grande y adaptada a las
necesidades de
El loteamento legal
En lo que se refiere a la configuración de los loteamentos legales que corresponden a
aquellas divisiones de terrenos que respetan las reglas establecidas por el
ayuntamiento, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Oliveira,[8] que vive en el Loteamento Planalto desde que este
empezó a entregarse, en 1972. Dicho loteamento
se inició con la compra del área, que es aproximadamente
La financiación de las propiedades se hizo por un
órgano llamado Tradição S.A., y el
periodo del pago variaba entre 15 y 25 años, a criterio del comprador. Los
cambios de moradores en estos años fueron muy fuertes, por varios motivos;
entre ellos el entrevistado señala que algunos tuvieron la necesidad de mudarse
y otros no tuvieran condiciones de pagar los plazos. Lo cierto es que,
actualmente, solamente cerca del 30 por ciento están en el loteamento desde el comienzo.
En opinión de Oliveira, los servicios en general han
evolucionado de forma distinta en el Loteamento
Planalto: el suministro de energía eléctrica siempre ha sido bueno; el
agua, de responsabilidad de
Nuestro entrevistado apunta como desventajas del
lugar, las interrupciones en el suministro de agua que a veces se producen.
Como ventajas él señala la tranquilidad y la seguridad existentes en la
urbanización.
Otra contribución importante es la de Sacramento,[9] funcionario
jubilado del ayuntamiento de Salvador que, como arquitecto, ha sido responsable
de muchas intervenciones en la entonces gran área llamada Cabula. Él mismo,
juntamente con el compañero Armando Pontes, han sido responsables del proyecto
del Loteamento Planalto, que estamos
analizando. Lo interesante es que, como el loteamento
ha pasado por la construcción de las casas, dicho arquitecto lo cualifica de
polígono de viviendas. De acuerdo con la entrevista, ellos han diseñado allí,
proyectos para una empresa llamada Planalto,
y por esto el lugar quedó con
Sacramento ha trabajado solamente en las divisiones de
tierras legales y regulares o sea loteamentos
debidamente aprobados por el ayuntamiento, a través del llamado Termo de Acordo de Compromisso, del
Decreto de aprobación, y después del debido registro en notaría. Para que un loteamento sea legal tiene que cumplir
una serie de exigencias burocráticas, sin las cuales la iniciativa queda fuera
de
Aun sobre los tramites de los loteamentos legales, el entrevistado señala la Ley 6.766 de 1979,
en donde está explícito que un 35 por ciento del total del área debe ser
destinado al sistema viario, y que alrededor del 3 por ciento deben quedar
reservados para construcciones posteriores, como para una escuela, por ejemplo.
De acuerdo con esta Ley, después de definitivamente aprobado, el loteamento debe ser registrado en la
notaría pues, en caso de que en 6 meses esto no haya ocurrido, todo el proceso
queda sin efecto legal.
Sacramento afirma que el Cabula surgió en función de
la necesidad de vivienda y de la acción del Banco
Nacional de Habitação (BNH), a través de la promoción de muchos polígonos
de viviendas allí ubicados. La presencia de tales polígonos de viviendas es tan
significativa que, incluso con toda la espontaneidad de la ocupación, en el
ayuntamiento, hoy en día hay más ocupación legal que ilegal en el Cabula. Sobre
el tema de los polígonos de viviendas en el Cabula, vamos a tratar en el
apartado siguiente.
De acuerdo con el estudioso Ramos,[11] los grandes
cambios en Salvador empezaron a partir de mediados de 1970. Hasta las décadas
de 1950 y 1960 la ciudad tenía aún su economía basada en la agricultura,
desempeñaba el papel de almacén para el comercio y todo estaba concentrado
alrededor del centro antiguo de
El proceso de descentralización de la industria en
Brasil, llevó a la creación de unidades como el Centro Industrial de Aratu (CIA), y el Complexo Petroquímico de Camaçari (COPEC), cambiando la estructura
de Salvador y del mismo Cabula.
El proceso de transformación se produjo de manera
brutal, y en menos de 20 años, toda el área estaba completamente alterada. Con
relación a los loteamentos, el
entrevistado afirma que el Cabula pasó muy rápidamente de una área rural con
haciendas, a un proceso de división del espacio, con razonable capacidad de
valorización.
Los polígonos de viviendas
Por todo lo que hemos visto en los trabajos de campo
de la presente investigación, es posible afirmar que los polígonos de viviendas
constituyen la categoría residencial más representativa del Cabula, hecho
resaltado en muchas de las entrevistas. Entre los que tratan del tema de una
manera más directa señalamos lógicamente, los órganos de acción en la vivienda
o sea,
Existen 34 polígonos de viviendas en el Cabula, con
9.935 unidades domiciliarias. Considerando un total de cerca de 3,49
habitantes/residencia, hay en los polígonos de viviendas del Cabula cerca de
34.673 habitantes.
Aunque los polígonos de viviendas constituyan una gran
categoría, hay una fuerte diversidad interna entre ellos, bajo diversos
aspectos. Sobre el tema del año de inauguración, los polígonos empezaran con
fuerza en la década de 1970 y siguieron su trayectoria durante las décadas de
1980 y 1990.
En las dos principales vías internas del Cabula,
Los responsables de las promociones son muchos, pero
se destacan las promociones de INOCOOP
y de URBIS. Con relación a la
financiación, resalta la acción de la CEF
que esta involucrada, en el 94,12 por ciento de los casos. La cuestión de las
constructoras refleja un panorama muy amplio y poco definido, habiendo
solamente un pequeño destaque para
En cuanto al número de unidades residenciales de cada polígono
de viviendas del Cabula, el panorama también es muy variado. Hay, por ejemplo,
conjuntos con 34 unidades y otros con 1.288 unidades. Del total de 9.935, 4.336
están en las promociones de INOCOOP y
2.410 en los de URBIS. En otros
términos, más de la mitad de todos los polígonos de viviendas construidos en el
barrio, 67,90 por ciento, tienen que ver, directa o indirectamente, con la
acción gubernamental.
Ante todo este panorama resolvimos entrevistar los
representantes de los habitantes de un polígono directamente financiado por la CEF – el gran órgano financiero de la
vivienda en Brasil -, de uno organizado por el INOCOOP, y de otro de responsabilidad de la URBIS, instituciones de acción fundamental en el Cabula. Es sobre
estas distintas realidades, dentro de los polígonos de viviendas del Cabula,
que vamos a tratar ahora.
Los que viven en polígonos en Cabula
La persona del piso directamente financiado por la CEF, Neto,[12] vive en el Conjunto Residencial Recanto do Cabula
desde 1982. Con relación a las mensualidades, las informaciones coinciden
perfectamente con el relato del representante de la CEF, cuando trata sobre el proceso del pago de los que compran
inmuebles a través de
Sobre la estructura del piso, que son 2 habitaciones,
sala, cocina, cuarto de baño y una galería, todos muy pequeños; la entrevistada
afirma que atiende a las necesidades porque viven ahí solamente 2 personas. De
una manera general reconoce como ventajas del Cabula, la presencia de muchos
servicios de cercanías, y la tranquilidad del barrio en términos de la
inexistencia de violencia. Sin embargo, apunta la necesidad de una mayor
presencia de la policía y también de la mejora de los transportes.
La entrevistada en el polígono de viviendas organizado
por el INOCOOP fue Dórea,[13] que vive en el
Condomínio Solar das Árvores desde
1987. Ella compró el piso de manos de terceros y después de dos años saldó
Los elogios al Cabula son muchos. Entre las ventajas
del lugar ella señala la tranquilidad, la buena calidad de los suministros de
agua, energía eléctrica y telefonía, la existencia de plazas y de campos de
fútbol en los alrededores, la presencia de farmacias, mercados, y otros
pequeños comercios, y las relaciones de amistad con los vecinos. Ella señala
también el buen trabajo de la actual asociación de vecinos que, con un coste
muy bajo, ha hecho muchas mejorías en el polígono. Como desventajas cita cosas
como la poca opción de transportes colectivos destinados a otros barrios fuera
del centro de la ciudad y la carencia, tanto de equipamientos de salud, como de
una escuela que tenga el nivel de la academia (Ensino Médio), en los alrededores.
Otra cuestión que queda clara es el intento de los moradores
del área en no identificar el barrio en donde viven como perteneciente al
Cabula. Los que viven en estas inmediaciones prefieren decir que viven en el Resgate – denominación que de hecho
viene del nombre de la calle que es Nossa
Senhora do Resgate.
Las compras grandes, la entrevistada las hace en un
gran mercado ubicado no solamente fuera de los límites del Resgate sino incluso también fuera del propio Cabula. Sin embargo,
las compras pequeñas se hacen en los pequeños mercados de los alrededores.
En el polígono de viviendas construido por URBIS, entrevistamos a Pinto,[14] que está allí
desde la fundación de la promoción, en 1978. Ella fue para allá en busca de la
casa propia y saldó la deuda en 1993, más o menos. El piso tiene 2
habitaciones, sala, cuarto de baño y una pequeña cocina conjugada con una
galería aun más pequeña; en realidad no atiende a las necesidades de la
entrevistada y de su familia por ser extremamente aprietado.
Merece la pena señalar que el polígono, denominado Conjunto Governador José Marcelino,
también es conocido por la antigua denominación de URBIS, Cabula IV; está
constituido por 20 bloques de 10 pisos cada uno - 200 pisos -, y 9 bloques de
10 casas – 90 casas, que son más amplias y ofrecen mejores opciones de cambios.
De acuerdo con la entrevistada, el criterio para la división de las personas en
pisos o casas fue el número de hijos o la influencia con alguien importante que
pudiera intervenir en la decisión.
Además de no estar feliz con el propio piso, Pinto
tampoco está satisfecha con la seguridad en el polígono, con el abandono de las
pocas áreas para ocio allí existentes, ni con los vecinos, que estorban a los
demás utilizando aparatos de sonido con el volumen muy alto. La entrevistada
afirma que hace falta la unión de los vecinos y la detención de las peleas
entre el antiguo y la nueva síndico para que polígono pueda, de hecho, mejorar.
Con relación al Cabula como un todo, la entrevistada
considera buenos los servicios de educación y de salud, aunque estos últimos
todavía tienen que mejorar. Informa también que el transporte ha mejorado mucho
en estos años, pero que las opciones para momentos de ocio prácticamente no
existen.
Con relación al lugar de las compras, nos informa que
siempre las ha hecho fuera del Cabula; sin embargo, desde 1989, cuando los
grandes mercados llegaron más cerca, ella pasó a hacerlas en los alrededores
del barrio. En lo que se refiere al pequeño comercio existente dentro del
propio polígono, las informaciones son de que, en la mayoría de los casos, los
dueños son algunos de sus habitantes y que la situación esta legalizada por el
ayuntamiento.
Conclusiones
Conseguimos construir un amplio panorama de la
producción de la morfología urbana del Cabula, considerando tanto los aspectos
relativos a la vivienda, como también aquellos elementos que han caracterizado
la labor de los agentes fundamentales involucrados en el desarrollo de dicho
barrio.
En el presente artículo tratamos de identificar y
analizar el papel desempeñado por los diversos propietarios existentes en el
Cabula. Empezamos por las características principales de los propietarios del
suelo, destacando su papel en la formación del espacio urbano. Por lo que hemos
visto en algunas publicaciones sobre el tema y de acuerdo con las entrevistas realizadas
con cuatro tipos de propietarios del suelo del Cabula, podemos concluir que de
la actuación de este agente respecto a sus terrenos va a depender mucho lo que
se producirá en el espacio urbano; en otros términos, el destino de las
propiedades se constituye en el origen de los cambios posteriores.
Aquí también tratamos de analizar los agentes que
llegaron oficialmente en la fase siguiente a la del periodo de las haciendas de
naranjas, me refiero a los propietarios formales. Para ello hemos estudiado
algunos casos representativos. Inicialmente destacamos el barrio consolidado. A
continuación señalamos el proceso del loteamento
legal en donde entrevistamos también al responsable del proyecto. Concluimos
que la burocracia y las exigencias involucradas en el proceso de producción de
un loteamento legal son muy fuertes.
Esto, sumado a los costes de la tierra y a los de la construcción posterior de
la casa, determinan que solamente personas con cierto poder adquisitivo puedan
buscar esta opción para solucionar la necesidad de la vivienda.
Otra categoría de propietarios entrevistados fueron
los habitantes de tres tipos distintos de polígonos de vivienda, de acuerdo con
los órganos que los promovieron, a saber:
Como podemos advertir, los agentes inmobiliarios son
muchos y sus actuaciones bastante variadas. Es cierto que cualquier
intervención actual que trate de disminuir la problemática de la vivienda
tendrá que pasar por el entendimiento del proceso de producción capitalista de
ella, y por consiguiente por el análisis detallado de sus agentes de formación.
Entre los muchos aspectos interesantes que nos revelan
las entrevistas destacamos las referencias a los fuertes vínculos afectivos de
gran parte de los agentes involucrados en la construcción del Cabula. Hablamos
principalmente de los que participaron del importante cambio ocurrido a partir
de la década de 1970, sea como habitantes del barrio o como trabajadores que
tenían que desplazarse para dicho lugar todos los días laborables y permanecer
allí muchas horas. En realidad, nos parece que el hecho de haber presenciado e
intervenido directa o indirectamente en las transformaciones del barrio acabó
por desarrollar en las personas sentimientos como el de pertenencia y de cariño
hacia el Cabula. Apuntamos que este tipo de circunstancias es muy útil para la
formación de organizaciones comunitarias. En este esquema, creemos que los
proyectos de desarrollo local basados en las experiencias y deseos de las
organizaciones comunitarias son los más reales y los que ofrecen mayores
posibilidades de obtener éxito.
El Cabula comenzó a transformarse a partir de la
década de 1940 y cambió significativamente desde los años 1970. Para el siglo
que empezamos, los datos, las entrevistas y el panorama configurado en las
décadas anteriores, apuntan a la ampliación de la densificación del barrio.
Dicha tendencia está relacionada tanto a la implantación de nuevas promociones
empresariales, como a la construcción de nuevas iniciativas en el sector de
Es posible afirmar que falta una mayor preocupación de
la política nacional por las necesidades sociales en donde está incluida la
problemática de
En otros términos, en la sociedad capitalista en que vivimos una política
que trate de alcanzar una distribución más equitativa de los recursos generados
es la alternativa básica para la reducción de las desigualdades tan claras
existentes en ciudades como Salvador. Si esto ocurriese, seguramente
caminaremos hacia una sociedad mejor para todos.
* Este trabalho contou com o apoio da FAPESB
[3] ENTREVISTA FILHO, EX - FAZENDEIRO E MORADOR DO CABULA. Theodomiro Ramos de Queiroz. Salvador, 03/8/1999.
[6] ENTREVISTA EXÉRCITO – 19BC (EQUIPAMENTOS INSTALADOS). Marcos Augusto Costa Bastos. Salvador, 15/7/1999.
[10] El Loteamento Jardim Brasília, actualmente está ubicado fuera de los límites del barrio del Cabula pero, en la ocasión de su formación – 1956/1957 -, todo el área era así conocida.
[12] ENTREVISTA MORADOR (CONJUNTO HABITACIONAL FINANCIADO PELA CEF). Maria de Fátima Amaral Neto. Salvador, 27/8/1999.
[14] ENTREVISTA MORADOR (CONJUNTO HABITACIONAL - URBIS). Maria das Graças Pita Pinto. Salvador, 06/7/1999.
Bibliografia
CAPEL, H. Capitalismo y morfología urbana en España. Barcelona: Diamante,1983.
CORRÊA, R.L. O espaço urbano. São Paulo: Ática,1989.
FERNANDES, R:B: Periferização sócio-espacial em Salvador: análise do Cabula, uma área representativa. Dissertação de Mestrado FAU-UFBA. Salvador, 1992.
FERNANDES, R:B: Las políticas de la vivienda en la ciudad de Salvador y los procesos de urbanización popular en el caso del Cabula. Tesis Doctoral UB. Barcelona, 2000.
FERREIRA, A.L. de A. De la producción del espacio urbano a la
creación de territorios en
1996.
© Copyright Rosali Braga Fernandes, 2005
© Copyright Scripta Nova, 2005
Ficha bibliográfica:
BRAGA, R. Propietarios del suelo y de
viviendas en la formación de un barrio popular. Salvador – Bahia, Brasil. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y
ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de
2005, vol. IX, núm. 194 (09). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-194-09.htm>
[ISSN: 1138-9788]
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número 194
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