Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona.
ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. IX, núm. 194 (103), 1 de agosto de 2005

 

CONSTRUCCIÓN FRAGMENTARIA, CARACTERÍSTICA DEL CRECIMIENTO METROPOLITANO DE LA CIUDAD DE MEDELLÍN, COLOMBIA

LECTURA CARTOGRÁFICA DE TRES MOMENTOS SIGNIFICATIVOS

 

Patricia Schnitter

Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín Colombia.

E-mail: schnit@epm.net.co

 


Construcción fragmentaria, característica del crecimiento metropolitano de la ciudad de Medellín, Colombia. Lectura cartográfica de tres momentos significativos (Resumen)

 

Medellín es el municipio núcleo de los que conforman el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Como tal ha generado la mayor expansión, inmerso en un proceso de crecimiento de conurbación metropolitana. La comunicación forma parte de la investigación: Estudio del crecimiento urbano del Valle de Aburrá en la segunda mitad del siglo XX. El avance que se presenta, delimitado en un periodo de 35 años, nos da herramientas para interpretar el proceso de construcción urbana a partir del análisis de la morfología, basado en la elaboración de cartografías temáticas: curvas de nivel, red hídrica, estructura vial, usos del suelo, unidades morfológicas, procesos de urbanización y unidades de paisaje. Se analizaron 3 momentos en el tiempo 1948, 1970 y 1985, que plasmados en la cartografía (esc. 1:25.000) permiten leer a través de la morfología las formas que se adoptaron para ir cubriendo “los vacíos” y dando forma al continuum urbano, que soportaría la metropolización.

 

Palabras claves: Medellín, crecimiento urbano, expansión, análisis morfológico.

 


Fragmentary Urban Construction: characteristic of metropolitan urban growth of the city of Medellín, Colombia. Cartographic Reading of three significant moments in urban construction (Abstract)

 

Medellín is the nuclear municipality of all those conforming the Metropolitan Area of the Aburrá Valley. As such, it has generated the greatest expansion, immersed in a process of growth of the metropolitan conurbation. This paper is part of the research project, Study of the Urban Growth of the Aburrá Valley in the second half of the XXth century, and, is circumscribed within a range of 35 years. It provides us with the means to interpret the process of urban construction from a morphological analysis, based on the making of thematic cartographies: level curves, rivers systems, road structure, soil destination, morphological units, urbanization process and landscape units. Three moments in time were analyzed, 1948, 1970 and 1985, and as they were cartographied (scale 1:25.000) they allow us to read, through morphology, the forms that were adopted to “fill in the blanks” and give shape to the urban continuum that would support metropolitanization.

 

Key words: Medellín, urban growth, expansion, morphological analysis.


 

Introducción

 

 

El estudio del crecimiento urbano del Valle de Aburrá es el objetivo de nuestra investigación sustentada en el análisis morfológico y espera dar cuenta del proceso de crecimiento que dio paso a la conurbación metropolitana en la segunda mitad del siglo XX. Para su análisis se determinaron cuatro momentos, los tres primeros definidos por la cartografía analógica existente en el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC, en escala 1:10.000 que abarca todos los municipios y un cuarto momento basado en la cartografía digital del año 2000 aportada por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, AMVA[i].

 

Las fechas de la restitución cartográfica de los diferentes momentos definen cortes importantes en la evolución del crecimiento y en las transformaciones del tejido; coinciden con la iniciación de intervenciones en el planeamiento urbano, donde sin duda alguna la cartografía fue instrumento básico de trabajo. Para su estudio se ha tomado la cartografía base en escala 1:10.000, que abarcaba todos los municipios del área metropolitana, y se ha reducido a escala 1:25.000, permitiendo retomar la escala inicial para un análisis en detalle de zonas particulares.

 

A continuación, presentamos un avance parcial soportado en la lectura de tres momentos del estudio, definidos por las siguientes fechas: 1948, 1970 y 1985. Cada momento marca un proceso de ocupación urbana en el territorio. Al realizar la comparación entre cada momento, definido por la cartografía, emerge la nueva ocupación, que evidencia la  materialización de las formas urbanas en el rápido desarrollo acontecido en la ciudad en un período de 35 años.

 

La ocupación inicial en el territorio esta definida por la cartografía base, el plano de 1948, éste nos permite resumir la evolución urbana de la primera mitad del siglo XX. El siguiente plano 1970, nos marca un primer estadio en la evolución del crecimiento, aproximadamente 20 años entre 1948 y 1970, que se caracteriza por albergar la explosión demográfica que definió la década del 60. Y el plano de 1985, un segundo estadio de 15 años entre 1970 y 1985, que marca una evolución más lenta de este proceso y evidencia su condición fragmentada. Como se ha hecho referencia anteriormente, estas fechas están asociadas a momentos del planeamiento urbano de la ciudad y el área metropolitana. Es así como en 1948, se contrata la elaboración del Plan Regulador, entregado en 1950. Entre 1969 y 1971 se formula el plan vial y en 1985 se adopta el plan integral de desarrollo metropolitano. 

 

La cartografía registra las formas urbanas, como congeladas en el tiempo, permitiendo leer la evolución del crecimiento que cubre “los vacíos” y da forma al continuum urbano que soporta la metropolización. Asimismo  las formas urbanas permiten evidenciar los procesos y las personas que las construyen. Una primera fase de la investigación parte de la identificación y clasificación de las formas urbanas que cada momento permite registrar, y es la que se expone a continuación. Una segunda fase pretenderá indagar sobre los actores, agentes y promotores inmobiliarios partícipes en el proceso de construcción urbana y explicar desde la perspectiva histórica las formas urbanas como resultado de este proceso.

 

Para la investigación se estableció como metodología de análisis la construcción de cartografías temáticas. Las temáticas levantadas son: curvas de nivel, red hídrica, estructura vial, usos del suelo, unidades morfológicas, procesos de urbanización y unidades de paisaje. Cada plano temático genera una tabla de información que en forma de base de datos permitirá, en un futuro, alimentar un Sistema de Información Geográfica. La sobreposición de los diferentes planos temáticos va produciendo mapas síntesis que permiten la formulación de hipótesis, sobre los elementos que explican las formas de crecimiento urbano.  

 

En esta primera fase, se han seleccionado como prioritarias para la sobreposición de cartografía temática, las unidades morfológicas y la estructura vial en contraposición a las curvas de nivel y la hidrografía. Las condiciones naturales contrapuestas a las acciones antrópicas en la búsqueda de identificar modalidades y actores que participan en la expansión urbana. Esta sobreposición permite definir tendencias y características en la expansión determinadas por las formas urbanas.

 

 

Descripción del Valle de Aburrá

 

El valle de Aburrá esta localizado en la zona centro-sur del departamento de Antioquia, cruzado de sur a norte por el río Medellín. Es una región que alberga el 56% de la población del departamento y es el sector que ofrece el mayor desarrollo urbanístico y económico. El Valle tiene una extensión total de 1152 Kms2, 340 Kms2 de área urbana y 812 Kms2 de área rural, donde se asienta una población de tres millones de habitantes. Esta conformado por 10 municipios. El valle de Aburrá tiene una longitud de 60 kilómetros y una amplitud variable, la zona mas ancha mide 8km, donde se localiza Medellín. La topografía oscila entre 1.300 y 2.800 msnm.

 

 

 

Plano de 1948: La ciudad del territorio 

 

 

El primer momento corresponde al plano de 1948, restituido por el IGAC con fotografías aéreas de los años 1945 y 1946.  El territorio urbano a lo largo del río se caracteriza por los núcleos fundacionales de las cabeceras municipales que en su mayoría responden a un trazado ortogonal derivado de la reinterpretación de las leyes de indias.  Medellín, ubicada en la zona centroriental del valle, en el lugar donde éste se amplía, determina una gran ocupación que sobrepasa considerablemente el desarrollo urbano de las otras cabeceras municipales. Para entonces, Medellín se extiende hacia la ladera nororiental en unidades menores definidas que se desprenden del trazado ortogonal continuando las características regulares de su trazado. Hacia el suroriente se encuentra el trazado del Poblado separado del núcleo central y cuyo origen se remonta al siglo XVII.  Hacia el occidente, al otro lado del río se ubican pequeños núcleos urbanos o fracciones[ii], (Se encuentran principalmente Belén, La América y Robledo. Su emplazamiento se relaciona con cruces de caminos y su forma esta determinada entorno a una plaza regular. En el territorio son característicos también los desarrollos en forma lineal siguiendo el curso de las vías en las dos márgenes del río.  

 

Hacia el sur del valle las cabeceras municipales de Envigado, Itagüí, La Estrella y Caldas; al norte, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa. En su mayoría responden al trazado ortoreticular característico de su fundación. Se evidencia la relación de estos poblados fundacionales con el territorio en su forma de ocupación, éstos se generan en cruces de vías de comunicación que conectan con el resto del territorio. Asimismo hay una directa relación con las características topográficas e hidrográficas y el lugar de estos asentamientos.

 

La situación urbana que resume el plano de 1948, permite leer la ocupación en el territorio de más de 250 años  a partir de la fundación de Medellín, sustentado en el sistema territorial construido en el periodo prehispánico. En 1675, se fundó la Villa de Nuestra Señora de La Candelaria de Medellín y desde entonces se fueron fundando poblados siguiendo la forma lineal condicionante de la geografía del valle, que irían constituyendo las cabeceras urbanas de los futuros municipios del valle. La Villa recién fundada se había ubicado en un lugar estratégico para las comunicaciones con el resto del país, marcando el ámbito de la naciente población como centro comercial. Las buenas condiciones climáticas del valle, la fertilidad de los suelos para la agricultura y la ubicación estratégica respecto a las regiones mineras, favorecerían los procesos de población y desarrollo de la ciudad. En el siglo XVIII la Villa se desarrolló considerablemente debido a las obras públicas que se ejecutaban. Sin embargo no será sino hasta finales del siglo XIX, cuando presenta un importante crecimiento urbano. Medellín pasó de ser centro comercial a un lugar óptimo para el establecimiento de la industria. El cruce del ferrocarril por el Valle de Aburrá, la proximidad a fuentes de agua para generación de electricidad para los procesos industriales y la cercanía de un mercado de expansión se convirtieron en los principales factores para el fortalecimiento de la industria incipiente. La industria fue el motor del crecimiento urbano en las primeras décadas del siglo XX, promoviendo el fortalecimiento de las cabeceras municipales próximas a Medellín, como Bello, Envigado e Itagüí. La construcción del ferrocarril y las vías de comunicación a lo largo del valle irían definiendo la estructura lineal tan condicionada por la geografía.

 

Partiendo del primer momento, el plano de 1948, se construyeron las diferentes cartografías temáticas de análisis de las condiciones naturales y artificiales. De este análisis, en una  primera identificación morfológica de la ocupación del territorio y su estructura urbana, consideramos importante resaltar las unidades morfológicas resultantes y la estructura vial que las soporta. En la identificación de unidades morfológicas se han diferenciado:

 

Núcleos ortoreticulares y expansión: En primera instancia caracterizados por núcleos fundacionales en forma de damero, un trazado ortogonal que se adapta a las condiciones físicas del lugar y en algunos casos próximas a concentraciones de población indígenas y esclavos asentadas en el valle en el siglo XVII, conocidas como poblados o sitios.  Esta estructura inicial en damero con plaza central, iría expandiéndose de forma lenta en el territorio hasta donde las características geográficas permitían mantener su homogeneidad. Característica ésta de las cabeceras municipales que se desarrollaron a lo largo del río Medellín.

 

Unidades reticulares menores: Podríamos hablar de una subcategoría que mantiene las características regulares de la retícula centrada en una plaza pero que corresponden a núcleos separados del núcleo central que hemos denominado de segundo orden. Aunque en número reducido se evidencian sistemas disgregados del núcleo central que forman entidades aisladas. Son estructuras urbanas menores que van dando forma a “los barrios”. 

 

Hilera suburbana: esta situación caracterizada por la concentración en forma lineal se da principalmente a lo largo de las vías de comunicación que salen de los núcleos fundacionales o en algunos casos a lo largo de quebradas. Existe una correspondencia con el uso prioritario residencial o industrial.   

 

Dispersión suburbana: esta caracterizada como su nombre lo indica por zonas de ocupación en forma dispersa conectada con una estructura de carreteras o caminos donde el común denominador es la dispersión respondiendo a una estructura suburbana, pero que genera una unidad definible.

 

Del plano de 1948 emergen estas cuatro formas básicas de ocupación, que representan la materialización en el territorio de la estructura socioeconómica y política que define la primera mitad del siglo XX.  Se evidencia una estrecha relación entre la geografía del valle  y la localización de los asentamientos, cerca las fuentes agua y las suaves pendientes.

 

La infraestructura viaria para entonces soporta la movilidad en el territorio. De ésta se identificaron los distintos elementos a partir del ámbito de influencia y el medio de locomoción o transporte. En el desarrollo urbano del Valle de Aburrá la estructura viaria y ferroviaria enmarcada en las condiciones longitudinales del valle y el eje estructurador del río, del que se adelantaban obras parciales de canalización, permiten evidenciar la estructura de carácter metropolitano que adquiere el territorio.

 

 

Plan Regulador

 

La rápida extensión de la ciudad generaría la preocupación ya manifiesta en décadas anteriores por una élite de la población en direccionar el crecimiento. Y sería precisamente en 1948, que la ciudad después de varias décadas de entender como necesario el planeamiento urbano, contratará la elaboración de un Plan Regulador. Para entonces la influencia de la arquitectura moderna en el país, reforzada por la visita de Le Corbusier a Bogotá en 1947, y el interés de un grupo de arquitectos en la perspectiva del urbanismo moderno, llevaría a la contratación de José Luís Sert y Paul Lester Wiener, representantes del movimiento moderno, para la elaboración del Plan Piloto de la ciudad. Plan que fue entregado en 1950. El plan propuesto conlleva la visión del urbanismo basado en la Carta de Atenas, bajo la óptica de las cuatro funciones. El plan introduce conceptos como el de zonas industriales, centro cívico, jerarquización vial, parques lineales, unidades vecinales en las áreas residenciales y área metropolitana.

 

 

La visión de conjunto del plano de 1948, en su condición estática refuerza la idea de una estructura de núcleos urbanos interconectados por un sistema de vial y una estrecha relación con las condiciones físicas del territorio. Un equilibrio fácilmente legible entre la condición urbana y el territorio. Sin embargo también nos permite entrever las transformaciones que para entones se gestaban en el territorio, la ciudad de la explosión urbana que analizaremos en la cartografía de 1970. (Ver figura Nº1)

 

Figura Nº1

En negro la ocupación compacta del plano de 1948 y en amarillo la ocupación de 1970.

 

 

 

 

Plano de 1970: La ciudad de la explosión urbana

 

El segundo momento analizado corresponde a la cartografía del año 1970. En la lectura del plano nos encontramos una situación que desborda notablemente la ocupación del territorio comparada con la del plano de 1948. Si comparamos el total de la población del municipio de Medellín acorde con el censo de 1973 que sobrepasaba el millón de habitantes, 1.151.762, con las cifras del censo de 1951, 358.189 habitantes, podemos ver como la población se triplicó en un periodo de 22 años. (Ver cuadro 1 que muestra el crecimiento de la población en cada municipio del Valle de Aburrá entre 1951 y 1985, marcando una tendencia importante de crecimiento en los municipios más próximos a Medellín).

 

Siguiendo la metodología de las capas temáticas se han realizado las diferentes cartografías correspondientes al análisis principalmente de las condiciones artificiales. Puesto que sobre las naturales, la topografía se conserva sin muchos cambios y la hidrografía se revisa desde su transformación, canalización de quebradas o cubrimiento. Los aspectos que llevan una atención especial son las unidades morfológicas resultantes y la estructura vial que soportan la mayor transformación de la estructura urbana en el territorio.

 

Al tratar de identificar las nuevas formas de ocupación, como unidades morfológicas, evidenciamos la poca correspondencia con las identificadas anteriormente en l948, lo cual obliga a elaborar otros códigos de lectura tratando de encontrar claves para el análisis de la morfología resultante. Es así como los núcleos ortoreticulares y las hileras suburbanas ya no serán frecuentes en el crecimiento. La nueva situación hace necesaria la definición, basadas en las características del trazado, de nuevas unidades morfológicas como resultado de diferentes procesos de urbanización.[iii] Se identificaron 3 grupos de unidades morfológicas diferenciadas por su nivel de homogeneidad, identificando como A, B y C.  Donde A, agrupa los trazados con una mayor homogeneidad, B características de un trazado regular, que combina tramas de formas geométricas homogéneas y otras irregulares y C que se caracteriza por la ausencia de trazado como tejido urbanizador, una ocupación heterogénea que genera una unidad definible. Una vez identificadas estas tres categorías se hace necesario incluir una cuarta, D, caracterizada por el “vacío”, que comparten con la preexistencia de equipamientos o industrias, carente de trazado que las estructure. Los grupos identificados permiten evidenciar una situación que se va gestando en el desarrollo urbano, la ciudad fragmentada que va llenando los “vacíos” de la ciudad del 48.

 

Si el anterior momento, 1948, la contratación del Plan Piloto para Medellín determinó una visión hacia la planeación de la ciudad, éste momento, 1970,  nos permite leer que tanto de la ciudad construida responde a las directrices trazadas y su aplicación. Sin embargo la ciudad de Medellín evolucionó a un ritmo que no permitió resolver los problemas que se presentaban por el incremento acelerado de la población (Coupé). La ciudad adquiere un gran dinamismo que va dando como resultado una construcción fragmentada o por partes respondiendo a los diferentes procesos urbanos, legales o ilegales. Las dimensiones de estas actuaciones estarán determinadas por las parcelaciones que definían las normas vigentes.

 

No obstante en esta construcción fragmentaria, evidenciada por las unidades morfológicas identificadas, es necesario rastrear el modelo de unidad vecinal propuesto por el Plan Piloto. La unidad tipo A -de trazado homogéneo- corresponde, sin alcanzar en su mayoría las dimensiones propuestas por el plan, a los criterios formales propuestos para la unidad vecinal. Emergen pequeñas actuaciones, limitadas por la dificultad de intervenir sobre porciones importantes del territorio.

 

La lectura registrada en la sobreposición de las unidades morfológicas y la estructura vial nos lleva a evidenciar la relación directa entre los proyectos viales y las áreas residenciales que se generan en esta época. Las intervenciones de Valorización Municipal a partir de 1952 sobre la estructura vial principalmente en la zona occidental de la ciudad tendrán una repercusión importante sobre extensas zonas que no se habían utilizado por falta de vías y drenajes.

 

 

Plan Vial 1970 

 

Entre 1969 y 1971 se realizó por parte de la Oficina de Planeación Municipal de Medellín el Estudio básico para el Plan Vial de Medellín, basado en una sólida investigación de campo que como resultado proponía un sistema arterial en el núcleo urbano principal, e incorporaba conceptos ya esbozados en 1964 del sistema arterial del río, perfilándolo cada vez mas como el corredor multimodal de paso libre y el sistema de puentes con enlaces de trébol, (Botero 1996). El estudio tuvo un enorme impacto en la estructura nuclear-arterial de Medellín, previendo inclusive enlaces metropolitanos. También se trataba el tema del transporte masivo. En 1975 se aprobaría el Metro pero no sería sino hasta 1985 que empiecen las obras y su inauguración en 1995.

 

El plano de 1985, como se podrá evidenciar, refleja la implementación del plan vial de 1970.

 

 

Plano de 1985: La ciudad del plan vial y el patchwork

 

La ciudad por partes a manera de un patchwork o mosaico, empieza a consolidarse, en estos 15 años, como lo evidencia la cartografía del año 1985. La cual permite también leer las transformaciones del plan vial en la ciudad con sus grandes infraestructuras viales. La ocupación para entonces, se caracteriza por un mayor número de intervenciones en unidades más pequeñas que las registradas en el momento anterior.  En la lectura de las formas de ocupación, basada en la clasificación preliminar de las unidades morfológicas,  A, B, C y D, explicadas anteriormente, emerge una nueva categoría que hemos denominamos U y que se relaciona con las “urbanizaciones cerradas” que en el momento anterior no se hacían visibles como categoría de forma urbana. Asimismo se evidencia junto a la nueva ocupación, la consolidación y transformación de unidades morfológicas anteriores, generando como resultado un tejido que va llenando y dando forma al continuum urbano.  (Ver figura Nº2 y Nº3)

 

 


Figura Nº2

En gris la ocupación del plano de 1970 y en naranja los nuevas unidades al exterior de esta ocupación, en el plano de 1985.

 

 

 

Figura Nº3

Las nuevas unidades morfológicas en el plano de 1985, al interior y en los bordes.

 

 

 

 

Las intervenciones de la ciudad planificada están representada en la ciudad del plan vial que se propone en 1971 y que se materializada al analizar la estructura vial en la cartografía de 1985. Al registrar lo nuevo en el lapso de tiempo entre 1970 y 1985, la vialidad ocupa un lugar preponderante en la construcción urbana. Este periodo se caracterizaría por la predominancia de las políticas de vialidad. Se llevaron a cabo grandes proyectos viales que modificaron la estructura urbana. “La implementación de estos proyectos, produjo una de las transformaciones mas visibles del espacio urbano y se conectó con una idea de progreso que colocaba en lo físico y sobre todo, en las grandes vías, el signo claro de aproximación hacia una imagen de ciudad moderna” (Villa  Naranjo, p.76) Las estructuras de circulación, -autopistas, vías arterias, anillos viales, tréboles- al servicio del automóvil se convirtieron en el criterio organizador de la ciudad.

 

 

Plan Metropolitano. De la ciudad a la consolidación metropolitana.

 

 

La lectura del plano del año 2000 pondrá a consideración si es posible medir los efectos de una planeación metropolitana puesto que solo será hasta 1985 que se adopte el “Plan Integral de Desarrollo Metropolitano. Para Consolidar la Metrópoli”. Éste plan condensaba las investigaciones realizadas para identificar la dinámica de la estructura metropolitana.

 

Sin embargo no podemos desconocer los antecedentes de un interés por la condición metropolitana que se remontan a 1717, como lo afirma Restrepo Uribe (p. 144) cuando se decretaron dos caminos a lado y lado del Río Medellín para facilitar el tráfico por el valle, evidenciando una preocupación por integrar los municipios del Valle de Aburrá. Posteriormente, no será sino hasta 1948 con Wiener y Sert, cuando se encarga el Plan Regulador para Medellín, que se manifieste por parte de los arquitectos la necesidad de coordinar con los demás municipios del Valle de Aburrá una planeación regional y no local. Continuando con este propósito encontramos que en 1966, se lograría proyectar una entidad llamada Municipios Asociados del Valle de Aburrá, por iniciativa de varios municipios (ibid). En el plano legislativo solo en 1968, la reforma constitucional autorizaría la formación de áreas metropolitanas y en 1979 por ley nacional se reglamenta el artículo de la constitución. En 1980 se adoptaría la ordenanza que dispuso el funcionamiento del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, convirtiéndose en la primera que se conformó en el país y la que comprende un mayor número de municipios. La oficina de planeación municipal se reestructuraría con funciones metropolitanas a partir de 1982. Y en 1985 se adoptaría dicho Plan Integral de Desarrollo Metropolitano.

 

A manera de conclusión

 

La lectura parcial hasta aquí presentada, a partir de la cartografía temática analizada para los tres momentos, permite evidenciar un proceso de construcción fragmentaria que ha dado forma a la conurbación metropolitana representada en la mancha urbana continua. La construcción fragmentaria se va generalizando al paso del tiempo en estos 35 años que delimitan el avance de la investigación, resaltando la dicotomía planteada entre la ciudad construida y la ciudad del plan, llevando a concluir en una primera aproximación que la fragmentación urbana es condición sine qua nom del crecimiento metropolitano de la ciudad de Medellín. La participación de los diversos agentes urbanos y las políticas de planeación quedan pendientes por entrecruzar en una ciudad que se ha ido construyendo desde una variedad de procesos de urbanización. Por una parte los promotores urbanos y la especulación inmobiliaria y por otra la necesidad apremiante de vivienda al margen de la legalidad; dando como resultado actuaciones que se sucedieron en función de la disponibilidad del suelo y generalmente fuera del alcance del planeamiento urbano. El objetivo planteado por la investigación de reconocer la condición metropolitana, en los cuatro momentos, y las formas de ocupación que caracterizan su crecimiento, esta aun por concluir.

 

 

Cuadro Nº1

Municipios Área Metropolitana del Valle de Aburrá

 

Municipio

Fundación

Creación

Población

Distancia  a

 

 

 

1951

1964

1973

1985

Medellín  km

Medellín

1616

1675

385.189

772.887

1.151.762

1.468.089

0

Norte

 

 

 

 

 

 

 

Bello

1676

1913

34.307

93.207

129.173

212.861

10

Copacabana

1615

1812

10.720

19.403

29.997

40.309

16

Girardota

1620

1833

10.956

12.729

17.879

23.684

26

Barbosa

1795

1812

15.507

15.242

22.271

28.623

38

Sur

 

 

 

 

 

 

 

Itagüi

1743

1832

20.151

68.086

103.898

137.623

11

Envigado

1775

1814

28.797

61.546

73.057

91.391

10

La Estrella

1685

1833

8.698

16.479

23.619

29.918

16

Sabaneta

1903

1968

----------*

----------*

16.518

20.491

14

Caldas

1840

1848

12.431

25.081

33.630

42.158

22

 

 

 

 

 

 

 

 

Valle de Aburrá

 

 

526.756

1.084.660

1.601.804

2.095.147

 

Área Metropolitana

 

 

497.959

1.023.114

1.528.747

2.003.756

 

 

Fuente: DANE y AMV

 



Notas

 

[i] Esta investigación del Grupo LAUR, Facultad de Arquitectura UPB, forma parte de un convenio de cooperación firmado entre la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá en diciembre  2004. Investigación inicialmente aceptada por el CIDI, Centro Integrado para el Desarrollo de la Investigación, UPB, en enero 2004. Dirección Patricia Schnitter, Coinvestigadores Clara Inés Duque, Juan Manuel Patiño. Asistentes de Investigación Sandra Salazar y Catalina Sánchez. Ha contado con la participación de estudiantes de práctica: Emilse Castrillón, Juan Camilo Zapata y Rodrigo Lombana y de monografías dedicados al estudio de cada uno de los municipios.

 

[ii] Como se les denominaba para entonces, hace referencia a los barrios  o núcleo residencial urbanizado distante del centro de Medellín. 

 

[iii] Hemos tomado como base para la definición de los procesos de urbanización la propuesta por Manuel de Sola Morales en: Las formas de crecimiento urbano.  (1997)

 

 

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© Copyright Patricia Schnitter, 2005

© Copyright Scripta Nova, 2005

Ficha bibliográfica:

SCHNITTER, P. Construcción fragmentaria, característica del crecimiento metropolitano de la ciudad de Medellín, Colombia. Lectura cartográfica de tres momentos significativos. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2005, vol. IX, núm. 194 (9). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-194-9.htm> [ISSN: 1138-9788]

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