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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. X, núm. 206, 1 de febrero de 2006
[Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]

GRUPOS DOMÉSTICOS DE ELITE EN EL OCCIDENTE DE YUCATÁN: ORGANIZACIÓN DE LABORES Y GÉNERO

Héctor Hernández Álvarez
Facultad de Ciencias Antropológicas. Universidad Autónoma de Yucatán
ajkuhul@yahoo.com.mx

Recibido:24 de febrero de 2005. Devuelto para revisión:12 de abril de 2005. Aceptado: 6 de octubre de 2005.

Grupos domésticos de elite en el occidente de Yucatán: organización de labores y género (Resumen)

La excavación y el estudio arqueológico de dos grupos domésticos mayas de elite, localizados en el epicentro del sitio de Sihó, han permitido obtener evidencia sobre la organización de las labores cotidianas realizadas por hombres y mujeres durante el período Clásico Tardío y Terminal (800/850-900/950 d.C.) en el Occidente de Yucatán. El género es una categoría analítica a partir de la cual se han criticado las condiciones previamente establecidas, con respecto a conceptos como la división sexual del trabajo, permitiendo una reevaluación de los diferentes papeles que juegan los individuos dentro de la sociedad. En los grupos domésticos mayas de Sihó encontramos una variedad de labores que van desde las llamadas actividades de subsistencia hasta una producción artesanal que pudiera vincular, a partir del trabajo, a los propios individuos dentro de los grupos y con el resto de la comunidad. 

Palabras clave: mayas, género, labores, grupos domésticos de elite, Sihó.

Elite Households in Western Yucatán: Labor Organization and Gender (Abstract)

The excavation and archaeological analysis of two elite maya households, localized at Siho Yucatan, have provided evidence about men´s and women´s daily labor organization during Late and Terminal Classic period (800/850-900/950 AD) in western Yucatan. Gender is an analitical category that has made critics to previous established conditions regarding concepts like sexual divison of labor and has promoted a reevaluation of the different roles that individuals play in society. At Siho´s maya households we can find a variety of labors ranging from the so called subsistence activities through a craft production that could relate individuals who occupied the inside as well as the outside household with the entire community.

Key words: maya, gender, labor, elite household, Sihó.

En el contexto regional del occidente de Yucatán, para el período Clásico Tardío y Terminal (800/850-900/950 d.C.), el asentamiento de Sihó se desarrolló como una comunidad activa cuyos integrantes implementaron estrategias de subsistencia y desarrollo adecuadas a su época. Los diferentes segmentos de la población, entre los que destaca la elite, ocuparon residencias con departamentos y grupos habitacionales donde plasmaron su modo de vida cotidiano y sus estrategias de organización social. Sin embargo, hoy en día la única fuente de información con la que contamos para reconstruir su peculiar forma de vida son los vestigios arqueológicos de estos grupos residenciales y los artefactos que ocurren en ellos producto de prácticas culturales del pasado.

En la actualidad, los estudios arqueológicos más productivos con respecto a los grupos domésticos mayas se han enfocado al género como un sistema simbólico, un elemento de la identidad social que estructura las relaciones sociales y económicas dentro de estos grupos. Tradicionalmente, sobre todo en antropología, la categoría analítica de la división sexual del trabajo ha sido otra de las herramientas conceptuales utilizadas para conocer aspectos básicos sobre la conformación de los grupos domésticos como unidades de producción y reproducción socio-cultural. Con la inclusión del debate reciente sobre las relaciones de género y la división sexual del trabajo, esta investigación tiene como objetivo proponer una interpretación de la organización de las labores cotidianas de hombres y mujeres dentro de estas unidades sociales de tipo doméstico. En este artículo se muestran algunos resultados preliminares con base en la evidencia arqueológica proveniente de dos grupos de elite excavados en el centro de Sihó y la discusión teórica que aborda la problemática de la organización de las labores y el género en grupos domésticos mayas.

Otra de las ideas que motivaron el estudio de ésta problemática particular es el supuesto de que son las mujeres quienes tradicionalmente realizan el trabajo doméstico. Sin embargo, considero que el trabajo doméstico en la zona maya no se limita simplemente al mantenimiento de los individuos y de los espacios domésticos mediante la realización de las labores propias, más adecuado es pensar que dentro de los espacios domésticos se gestaban toda una diversidad de prácticas sociales tendientes a la subsistencia y el desarrollo de los individuos que formaban parte de dicho conjunto. Las mujeres mayas eran las encargadas de poner en práctica estas estrategias mediante la supervisión de la mano de obra familiar, es decir, la gente que no formaba parte del proceso productivo a gran escala (niños, ancianos, adolescentes), pero que eran fundamentales en este micro nivel doméstico [1].

Definir los papeles en los cuales participaron las mujeres o los hombres debe ser un medio y no un fin en sí mismo, lo importante es el proceso de visualizar quién es el responsable de determinadas acciones y cómo es que dichas acciones fueron llevadas a cabo; esto nos obliga a ser más explícitos en nuestra concepción sobre los componentes operacionales de la sociedad maya y las estructuras de género. Para lograr tal objetivo, el proyecto de investigación incluye la utilización de la atribución de género para los elementos arqueológicos que manifiesten características particulares relacionadas con las labores domésticas [2]. El objetivo es que seamos capaces de concebir una interpretación coherente con respecto a las relaciones de género y su presencia a nivel de los conjuntos domésticos de la época prehispánica.

En este trabajo me interesa investigar acerca de las condiciones materiales, las labores y qué relaciones establecieron estos grupos sociales de elite en el seno de las sociedades del pasado; particularmente se considera la información de género proveniente de los grupos domésticos de elite que habitaron Sihó en el período Clásico. El objetivo es avanzar en el conocimiento de realidades diferentes a las que vivimos en el presente y atajar el uso reiterado de estereotipos o la justificación de situaciones de la vida social actual que, demasiadas veces, se legitiman acudiendo a “los orígenes” como recurso para ofertarlas como naturales, inevitables e inamovibles [3].

La división sexual del trabajo y el género

A partir de los años setentas, derivado de los planteamientos y cuestionamientos de la teoría feminista y el género, los investigadores del pasado han comenzado a preocuparse por la manera en que pudieron estar organizadas cuestiones fundamentales como las actividades de subsistencia, la organización del trabajo y la producción en contextos arqueológicos muy diversos alrededor del mundo. Esta preocupación tiene su origen en la manifestación de una supuesta universalidad de la división del trabajo por sexo desarrollada a partir de las investigaciones antropológicas que se enfocaban en aspectos transculturales en la asignación de las tareas; obviamente las distinciones estuvieron basadas exclusivamente en el sexo (en el sentido biológico) de los individuos.

Los primeros trabajos que se ocuparon de la división sexual del trabajo se enfocaron en los aspectos universales de la asignación de las labores basadas en la diferencia sexual y contestar preguntas acerca de la existencia de ciertas regularidades entre culturas. A partir de lo anterior, los investigadores e investigadoras han basado sus ideas en determinantes biológicas o presunciones sobre una subordinación femenina natural en su afán de generalizar acerca de la relación entre el trabajo y el sexo [4]. Aparentemente, la   invisibilidad del trabajo de la mujer es una de las características de la división sexual del trabajo en muchas sociedades; misma que se ve acentuada por la óptica etnocéntrica de los mismos investigadores y reforzada por las ideologías tradicionales sobre el género.

Por lo tanto, la subordinación de la mujer ha sido legitimada por su papel en la reproducción biológica y su mayor responsabilidad doméstica dentro de la división del trabajo. Esta división sexual del trabajo fue hábilmente arreglada y convincentemente explicada. Los hombres son vistos como fuertes, protectores, dominantes, que cazan animales; mientras las mujeres son débiles, pasivas, limitadas por sus responsabilidades reproductivas y, por lo tanto, consignadas a recolectar plantas. Esto no ocurre solo en el caso de cada sociedad observada etnográficamente, sino se lleva atrás a periodos "extremamente remotos"[5].

Tuvieron que ser necesarias cerca de tres décadas de antropología feminista para enfocarse de manera más comprometida al escrutinio de la división sexual del trabajo, este enfoque ha sido promovido por numerosas contribuciones que luchan contra una supuesta universalidad de la subordinación femenina [6]. Sin embargo, es a partir de la toma de conciencia de las mujeres, acerca del papel que de manera arbitraria se les asignaba históricamente, que la universalidad de la subordinación femenina fue cuestionada. A partir de los años setentas la distinción entre sexo y género se estableció en las ciencias sociales y subsecuentemente se posicionó en la antropología. En un principio, esta “antropología de la mujer” se encargaba principalmente de documentar etnográficamente la vida de las mujeres, buscando explicaciones sobre la posición de la mujer en la sociedad y la supuesta subordinación universal de la que eran objeto. Fue hasta los ochentas que el enfoque crítico cambió hacia la denominada antropología de género que pretendía el estudio de las relaciones que se establecían entre hombres y las mujeres; donde el género y las relaciones de género estaban referidas a la división sexual del trabajo, los papeles sociales y en general a las actividades y posiciones sociales de la mujer y el hombre en la vida social.

A raíz de todo lo anterior, algunos estudios etnográficos recientes han cambiado los estereotipos binarios universales sobre la división de las labores y las cuestiones referentes a la supuesta subordinación femenina. Los universales han sido desacreditados no sólo entre culturas sino dentro de ellas, además, las investigaciones sobre la división sexual del trabajo y en particular sobre la contribución femenina a la subsistencia han sido estudiadas mediante nuevos métodos en el campo etnográfico que registran cuidadosamente las actividades y los trabajos de cada miembro del grupo social [7].

Además, sabemos que los límites analíticos del concepto “división sexual del trabajo” y su uso inconsistente han generado confusión en distintos niveles. Se ha optado por utilizar términos alternativos para revertir la situación y representar los intereses particulares. Al parecer, la línea teórica que divide los diferentes enfoques sobre la organización de las actividades entre hombres y mujeres muestra una tendencia por una dicotomía “sexo-género”, convirtiéndose en un aspecto que ha sido criticado recientemente. Por ejemplo, algunos estudios contemporáneos reemplazan sexo por género o unen los dos conceptos, resultando en términos como división genérica del trabajo o división del trabajo por sexo/género[8]. Considero que lo más adecuado sería comenzar a desarrollar una perspectiva que involucre de manera coherente los elementos que organizan las labores particulares en cada sociedad y su relación con estructuras culturales de mayor escala. Como se ha observado, la conexión entre el género y la división sexual del trabajo surge como consecuencia lógica en la búsqueda por dar una mayor dimensión a estudios referentes a la organización social.

El género se ha constituido como una categoría socialmente construida que incluye los papeles, la identidad, la atribución y la ideología de género. En otras palabras, el género constituye lo que hombres y mujeres hacen, cómo se sienten con respecto a ellos mismos cuando lo hacen, qué piensan otros de sus acciones y qué significan esas actividades dentro de su cultura [9]. Esta categoría está conformada por comportamientos aprendidos y símbolos culturalmente comunicados que “materializan” un conjunto de creencias acerca de la masculinidad y la feminidad. Por lo que las mujeres y los hombres son diferentes y tienen diferentes papeles y responsabilidades en la reproducción social y el mantenimiento.

Por lo tanto, esta investigación se ha planteado abordar el problema relativo a la organización de  las labores domésticas desde una perspectiva de género que ponga de manifiesto su naturaleza como principio que estructura la organización del trabajo de manera particular en cualquier sociedad. Además, es necesario manifestar que existen circunstancias en las que el género no necesariamente se refleja en la división sexual del trabajo, sin embargo, los valores de género están incluidos en las relaciones y los procesos, como la producción o la organización doméstica.

A continuación veremos que información relevante nos puede aportar la región occidental de Yucatán y en especial los grupos de elite de Sihó con respecto a la división de labores por género en un nivel doméstico. Para el caso particular de Sihó, la excavación y posterior análisis de los restos materiales de dos grupos domésticos de elite han mostrado evidencia de distintas y variadas labores realizadas tanto en espacios internos como externos del grupo doméstico.

El occidente de Yucatán en el Clásico Tardío/Terminal

Desde el siglo XIX, la región occidental de la Península de Yucatán ha llamado la atención por la presencia de asentamientos peculiares que presentan características particulares con respecto al desarrollo de la civilización maya. En esta zona se han identificado diversas ciudades cuyos estudios han comenzado a ser decisivos para lograr un mejor entendimiento de la perspectiva regional.  Entre los sitios principales del occidente de Yucatán se encuentran asentamientos que han sido clasificados de primer rango, como Oxkintok, Chunchucmil y sitios que se habían considerado secundarios como Santa Bárbara y Sihó, sitio cuyos vestigios domésticos serán objeto de análisis en el presente trabajo (Figura 1).

Figura 1. Mapa del occidente de Yucatán.
Fuente: Proyecto “Los orígenes de la civilización en el occidente de Yucatán: los orígenes de la complejidad social en Sihó” (Cobos et al. 2004).

La posición del asentamiento de Sihó parece muy similar a la de grandes sitios como Chunchucmil y Dzibilchaltun, situados en una zona crítica para el cultivo agrícola aunque muy cercanos a la costa yucateca. Como ya se ha especulado, es posible que la posición estratégica de estos sitios se debiera a su integración en la red comercial de la Costa del Golfo; quizás Sihó fue un sitio importante en la transferencia de bienes hacia centros de tierra adentro como Oxkintok o la salida de bienes de estos sitios hacia la costa [10].

Otro sitio que al parecer se benefició de su posición estratégica es Chunchucmil, este asentamiento se sitúa en lo que se ha considerado como el centro geográfico de su región económica donde se incluye a Sihó como sitio secundario [11]. La peculiaridad de Chunchucmil estriba en que mientras que el núcleo monumental del asentamiento es típico de los sitios mayas del Clásico, con varios nódulos de pirámides y estructuras tipo palacio conectadas por calzadas, el área residencial es atípica, donde los seis kilómetros cuadrados que rodean el centro contienen una alta densidad de pequeñas estructuras domésticas y albarradas que delimitan los terrenos [12]. No obstante la cantidad de información recuperada de este sitio occidental, ninguna investigación se ha preocupado por estudiar la conformación de los conjuntos domésticos, sus posibles actividades o aproximaciones con respecto al género.

Un aspecto importante a nivel regional es el hecho de que Sihó se encuentra a mitad de camino entre un poderoso sitio de la región Puuc occidental como Oxkintok y la Costa Norte de Campeche. Previamente se ha señalado que el papel de Sihó en la red de intercambio costero parece haber sido el de un contacto entre Oxkintok y la región Puuc al norte y la Costa del Golfo [13]. Este papel pudo haber sido lo suficientemente importante para concentrar un número considerable de población urbana en Sihó en un área de potencial agrícola marginal.

Por otra parte, una comparación de Sihó con Oxkintok, ciudad vecina de la zona Puuc occidental, muestra que el total del área de asentamiento de Oxkintok es igual o hasta menor que la de Sihó. Es decir, el área nuclear de Oxkintok contiene una mayor concentración de arquitectura monumental, un juego de pelota y es uno de los sitios que más estelas tiene en las tierras bajas del norte. Por otro lado, una ciudad con características similares a Sihó fue Santa Bárbara que se ubica 30 kilómetros al norte de Sihó. Santa Bárbara exhibe similitud en muchos de los atributos arquitectónicos de su área nuclear, al igual que algunos monumentos escupidos o planos que también se presentan en el epicentro de Sihó [14]. Por lo tanto, las comparaciones con los vecinos urbanos como Chunchucmil, Santa Bárbara y Oxkintok son relevantes y sugieren que pudieron haber existido diferencias entre las ciudades mayas de la región [15].

Con respecto a Sihó, los estudios arqueológicos más recientes incluyen dos temporadas de campo realizadas entre 2001 y 2003 como parte del proyecto “El Surgimiento de la Civilización en el Occidente de Yucatán: Los Orígenes de la Complejidad Social en Sihó” llevado a cabo por arqueólogos de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán. Durante el primer período de trabajos se realizaron reconocimientos de superficie, levantamientos topográficos y registros planimétricos, la excavación horizontal de la estructura 5D16 y la excavación de dieciséis pozos de prueba para elaborar una secuencia cronológica de Sihó [16]. En la segunda temporada, las actividades se enfocaron a complementar la información del levantamiento topográfico y los registros planimétricos, además de la excavación horizontal de cuatro estructuras en el centro del sitio, un área de plaza, nueve pozos de prueba y la exploración de un chultún o cisterna asociada al conjunto habitacional 5D16 [17]. Los datos que se utilizan en la presente investigación provienen de las exploraciones llevadas a cabo durante las temporadas arriba mencionadas.

Hasta ahora se sabe que la principal ocupación de Sihó se inició a fines del Clásico Temprano (550 d.C.) y continuó hasta el Clásico Tardío e inicios del Clásico Terminal (800 a 850 d.C.) como muestran los restos materiales de los grupos domésticos y los materiales cerámicos. A partir de la cerámica se ha establecido una cronología general para el sitio; la ocupación más temprana corresponde al Preclásico Medio, inicia hacia 600/500 a.C. y finaliza en 200/100 a.C. Además, el material analizado no proporciona evidencias de ocupación sino hasta el siglo VI d.C. Esta reocupación ocurrió hacia 550/600 d.C., a fines del Clásico Temprano. La configuración actual del asentamiento parece corresponder primordialmente a este momento. El sitio continuó ocupado durante el Clásico Terminal (800 d.C.-1050 d.C.) cuando se construyen estructuras de estilo arquitectónico Puuc. También hay evidencias de ocupación Posclásica (1050-1100 d.C.) en algunos puntos del sitio, así como evidencia de visitas esporádicas en ciertas estructuras [18].

Unidades domésticas mayas de elite

Generalmente, se ha considerado que el incremento de la complejidad social es un factor principal que estructura las relaciones de género de las labores dentro y más allá de la unidad doméstica. También es recurrente el comentario con respecto a que, en las sociedades complejas, el trabajo especializado de tiempo completo está supuestamente dominado por los hombres. Se cree que las sociedades estatales, por lo general, reproducen la división sexual del trabajo en la familia a través de la imposición de tributos y control del trabajo remunerado que limitan efectivamente las labores femeninas a la esfera domestica [19]. La diferenciación de grupos domésticos de elite y gente común puede servir para entender los papeles de género y las relaciones entre los habitantes de los grupos residenciales mayas y la organización social a gran escala. En este sentido, considero como elite a todos aquellos individuos con jerarquía de estatus que ocuparon posiciones de autoridad permanente dentro de sus comunidades o unidades sociales correspondientes [20].

La importancia en el estudio de las actividades de elite en espacios habitacionales del pasado es evidente a través de la necesidad por deconstruir las percepciones de que los complejos habitacionales son entidades estáticas y de carácter socio-económico, con un conjunto conocido de estructuras de poder. En este sentido, la arqueología maya ha comenzado a plantear problemáticas sobre la organización a nivel doméstico de las comunidades y su relación con algunas variables como el género y el estatus.

Como ejemplos tenemos los trabajos de sitios primarios como Copán, Tikal, Aguateca y sitios rurales como Cerén donde se ha podido observar que la eficiencia en el sistema organizativo de los grupos domésticos y la especialización lograda a través de la división del trabajo por género permitieron a los mayas reproducir este tipo de organización doméstica hasta los más altos niveles de la estratificación social, es decir entre la elite.

En algunos asentamientos de las tierras bajas mayas como Copan, la interpretación de los contenidos de los entierros, la distribución artefactual y la forma de la arquitectura ha sido orientada primariamente hacia la construcción de modelos de organización social y una caracterización de las labores propias del género femenino, en grupos domésticos de alto estatus. Por ejemplo, el trabajo de Hendon (1997) en la zona de Sepulturas observa los patrones de distribución de las actividades desde una perspectiva de género que se concentra en tres aspectos: 1) la identificación de actividades atribuibles a la mujer; 2) la distribución espacial de estas actividades dentro de los patios residenciales de Sepulturas y; 3) qué nuevos elementos proveen estas actividades y su localización para la comprensión de los papeles de la mujer, específicamente las mujeres de elite, en la economía y la sociedad de Copan.

La evidencia arqueológica de Las Sepulturas provee información de importantes labores domésticas como la preparación de alimentos, involucrando el cocinar y el moler maíz, y la producción textil, incluyendo el hilado y el tejido como actividades predominantemente femeninas. De acuerdo con la información arqueológica recuperada en estos contextos domésticos de elite, al parecer las mujeres no estaban confinadas en áreas específicas del espacio en que vivían o trabajaban. Además se considera que tanto los textiles como los alimentos jugaban papeles claves en las ceremonias religiosas, rituales que servían para mantener las relaciones con el mundo supernatural mientras se cimentaban las relaciones sociales [21].

En otro sitio como Aguateca, donde los vestigios culturales exhiben patrones extraordinarios de abandono súbito, las estructuras residenciales de elite daban espacio para un amplio número de actividades, incluyendo la producción artística, reuniones políticas y el almacenamiento, preparación y consumo de alimentos. Además, los ocupantes de estas residencias constituían un grupo importante que compartía recursos económicos y colaboraba en las actividades diarias [22]. Este sitio se encuentra localizado en el suroeste del Petén en las tierras bajas de Guatemala y constituye uno de varios asentamientos de la región del lago Petexbatún. Uno de los hallazgos más interesantes en los contextos de elite de este asentamiento es que al menos una porción de las actividades artísticas, relacionadas con la elaboración de parafernalia maya de alto estatus, se llevó a cabo en los conjuntos domésticos, cerca de las residencias. Esto ha llevado a sugerir que el sistema de producción artística por parte de las elites pudo estar relacionado con la organización de los grupos domésticos mayas [23].

Por otro lado, un sitio rural con una preservación extraordinaria es Cerén, El Salvador; donde las porciones excavadas son segmentos de una pequeña zona de asentamiento que consistía en estructuras domésticas que incluyen domicilios, cocinas, baños de vapor y almacenes, al igual que milpas adyacentes y algunos jardines. Las estructuras excavadas en el sitio de Cerén se encuentran extraordinariamente conservadas debido a que fueron sepultadas por las cenizas producto de la erupción del volcán Loma Caldera alrededor de 595 d.C. [24]. Sólo se ha excavado una parte de la villa por lo que el patrón de grupos domésticos apenas se comienza a conocer, sin embargo, este caso excepcional de conservación prehistórica es ideal para analizar la organización de los grupos domésticos, sus actividades y las relaciones espaciales y jerárquicas de la gente que ahí habitó. Ejemplos como el de Cerén nos muestran que existen muchos tipos de evidencia que manifiestan a las mujeres y a los hombres interactuando en sociedad independientemente de su rango o posición. Algunas de las actividades antes señaladas requieren la utilización de algunos instrumentos y un espacio específico para realizar dichas actividades. Por lo tanto, la relación entre espacio, artefactos y las categorías de género son inmejorables indicadores de las relaciones de género y han demostrado la existencia de una disimetría social en alguno de los diferentes ámbitos de interacción entre el género masculino y femenino en Cerén [25].

Sin embargo, no obstante el enfoque cada vez mayor en el estudio de los grupos domésticos, es necesario construir consensos entre los mayistas por las preguntas básicas sobre patrones de ocupación, configuración espacial de las actividades y la composición de los grupos domésticos de elite y del común. Existe el peligro de que si no salvamos las diferencias, estudiando las relaciones de poder dentro y entre los grupos domésticos además de la articulación de los grupos domésticos con organizaciones políticas más extensas, nuestro entendimiento de cuestiones como el género permanecerá tenue.

Contexto arqueológico: unidades habitacionales y conjuntos artefactuales de los grupos domésticos de elite de Sihó

En este trabajo se mostrara un breve análisis sobre las unidades domésticas de Sihó y los objetos materiales asociados con el objetivo de ampliar nuestra perspectiva sobre la organización doméstica de las labores y el género en el contexto de una comunidad maya del occidente de Yucatán durante el periodo Clásico Tardío/Terminal (Figura 1). Las unidades domésticas en proceso de investigación están conformadas por los vestigios materiales de las estructuras 5D2, 5D7, 5D16, 5D19 y 5D20. Por su localización en el epicentro de Sihó y la presencia de arquitectura monumental, estas estructuras conformaron las unidades habitacionales de dos grupos domésticos de alto estatus [26] (Figura 2).

Figura 2. Ubicación de los grupos domésticos en el epicentro de Sihó.
Fuente: proyecto “los orígenes de la civilización en el occidente de Yucatán: los orígenes de la complejidad social en Sihó” (Cobos et al. 2004).

El conjunto arquitectónico dominado por la estructura 5D16 se asienta sobre una plataforma artificial de planta irregular. Este grupo de tres estructuras se localiza aislado, a 200 metros al noroeste del núcleo central del asentamiento. Se trata de un grupo de alto estatus cuyos integrantes habitaron una estructura tipo palacio abovedada que contaba con cinco cuartos, además de estar asociada a dos estructuras auxiliares y facilidades como un chultún o cisterna para almacenamiento de agua y un banco de material o sascabera. En este grupo habitacional conformado por la estructura principal 5D16 y dos estructuras auxiliares (5D19 y 5D20), los espacios utilizables y las concentraciones de artefactos cerámicos, líticos y de arqueofauna permiten sugerir actividades de habitación, elaboración y consumo de alimentos, así como la producción, mantenimiento y reciclaje de artefactos de piedra a una escala doméstica. Además, la presencia de rasgos especiales como la presencia del chultún y la sascabera, que forman parte del mismo conjunto habitacional, es reflejo de actividades especializadas (Figura 3).

Figura 3. Estructuras del grupo doméstico 5D16 de Sihó.
Fuente: Proyecto “Los orígenes de la civilización en el occidente de Yucatán: los orígenes de la complejidad social en Sihó” (Cobos et al. 2004).

Aunque se pudo observar que el interior del edificio 5D16 permaneció libre de objetos o desechos culturales, el análisis preliminar de materiales indica que la función de la estructura fue doméstica ya que fueron localizados metates (piedras de moler) in situ al frente de la escalinata y en los costados, en tanto que las formas cerámicas identificadas sugieren preparación y consumo de alimentos. Con respecto a la distribución artefactual, en esta estructura habitacional fueron hallados dos pequeños basureros que contenían restos de vasijas de cerámica, algunos huesos de animales, destacan los materiales de obsidiana y principalmente de sílex. En la unidad habitacional conformada por 5D16, 5D19 y 5D20 se hallaron un total de 2,466 piezas de sílex. La clasificación de tales artefactos ha proporcionado evidencia de que en la unidad habitacional se realizaron las siguientes actividades líticas: manufactura de lascas de percusión casual en el nivel de producción doméstica de subsistencia, manufactura de navajas prismáticas en el nivel de industria doméstica y mantenimiento y reciclaje de herramientas bifaciales. Además, las navajas prismáticas fueron modificadas para obtener puntas de navajas prismáticas y perforadores/taladro [27].          

Para la estructura auxiliar 5D19, la presencia de materiales culturales también es nula en el interior del edificio. En el exterior, la parte frontal de esta estructura auxiliar proporcionó poco material en comparación con la parte posterior donde hay una marcada concentración de materiales. Destaca también la alta concentración de artefactos de sílex presentes en la muestra. La estructura auxiliar 5D20, por otra parte, presenta diferencias con respecto a la otra estructura auxiliar que comparte el grupo. La mayor parte de la cerámica hallada en 5D20 corresponde a formas utilitarias, predominantemente ollas. Además, destaca la presencia de un gran número de tejos y evidencia de reciclado de tiestos cerámicos. También se obtuvieron objetos de obsidiana, artefactos de caliza (destacando cinco manos de moler), muy pocas piezas de concha y caracol además de dos piezas de metal: un fragmento de anillo y un fragmento de un posible colgante de la época colonial [28].

Por su parte, en el grupo doméstico 5D2 se han excavado sólo dos estructuras (5D2 y 5D7) que conforman una plaza en cuyo lado este se encuentra una de las estructuras principales en el epicentro de Sihó, la estructura piramidal 5D1. Este conjunto de plaza se asentó sobre una plataforma artificial de cerca de dos metros de altura. En el lado oeste se encuentra la estructura habitacional 5D2 sobre un basamento se construyó un edificio de una sola crujía dividida en dos cuartos. Las características arquitectónicas de 5D2 sugieren un inicio de actividad constructiva a principios del período Clásico Tardío, probablemente en el siglo VII d.C. Además, las modificaciones arquitectónicas y la cerámica indican una ocupación continua hasta el Clásico Terminal (Figura 4).

Figura 4 . Grupo doméstico 5D2 de Sihó.
Fuente: proyecto “los orígenes de la civilización en el occidente de Yucatán: los orígenes de la complejidad social en Sihó” (Cobos et al. 2004).

En la estructura habitacional 5D2, la arquitectura, los espacios y las concentraciones artefactuales de diversos materiales como cerámica, lítica y huesos de animales también han permitido sugerir actividades de habitación, elaboración y consumo de alimentos. En 5D2 se han identificado dos concentraciones de materiales: la mayor, definida como basurero, se localizó a lo largo del muro norte del basamento con un aumento de acumulación hacia la esquina noreste; la segunda concentración, menos extensa y voluminosa se encontró cerca del muro sur del basamento donde apareció gran cantidad de cerámica y caracoles de mar comestibles. También hay fragmentos de hueso reportados para la estructura habitacional que junto con los restos de conchas y caracoles sugiere el acceso a recursos de moluscos y carne [29].

Con respecto a otro tipo de materiales destacan los instrumentos líticos como los artefactos de obsidiana y sílex. Aunque el sílex se presenta en menor proporción con respecto al otro grupo doméstico, la presencia de navajillas de obsidiana es muy importante ya que se trata de un material alóctono que muy probablemente provenga de las tierras altas de Guatemala [30]. Otro material lítico foráneo, que está presente en el registro de la estructura 5D2, son algunos fragmentos de basalto que posiblemente formaron parte de metates hechos de este material volcánico, estos objetos ocurren de manera regular en grupos domésticos de elite en el área maya [31]. Además, en la estructura habitacional 5D2 destaca el hallazgo de nueve malacates de cerámica, entre completos y fragmentos, que dan cuenta de una actividad textil recurrente en este grupo doméstico.

Para la estructura 5D7 es difícil establecer sus funciones aunque se considera que pudo haber funcionado como una estructura para actividades auxiliares del conjunto. En cuanto a los materiales arqueológicos recuperados, la principal característica de esta estructura es su poca diversidad, predominando la cerámica y en menor grado la lítica, sin embargo, es la estructura que presenta la mayor densidad por el tipo de material de los artefactos (Cuadro 1). Por lo tanto, con base en su localización, en la arquitectura y en los materiales se ha podido inferir que los miembros del grupo doméstico que habitaron la estructura 5D2 y 5D7 también gozaban de un estatus privilegiado [32].

Cuadro 1
Distribución de materiales en las estructuras domésticas de Sihó
 

Grupo Doméstico 5D2

Grupo Doméstico 5D16

 

5D2

5D7

5D16

5D19

5D20

Plataforma

Sílex

230

66

2192

136

119

19

Obsidiana

188

33

291

33

29

5

Caliza

36

8

37

3

8

1

Basalto

3

1

-

2

-

-

Piedra verde

6

3

1

-

-

-

Lítica no identificada

-

2

-

2

4

-

Concha no trabajada

193

17

107

5

7

-

Concha trabajada

22

8

15

-

2

-

Metal

1

-

-

2

2

-

Hueso animal

34

1

-

2

-

-

Hueso humano

-

1 entierro

-

-

-

Coral

1

1

-

-

-

-

Metates

25

13

8

-

-

-

Barro

-

2

-

2

-

-

Malacates

9

4

2

-

-

-

Objetos de cerámica²

9

4

9

-

1

-

Total

798

163

2663

187

172

25

1 Dos corresponden a entierros y dos a fragmentos
2 No se incluyen los tejos
Fuente: Elaboración propia (adaptado de Tun 2004:206)

En general para ambos grupos, además del sílex y la obsidiana, en la mayoría de las estructuras se reportó presencia de diversos artefactos de piedra caliza. La piedra caliza es el material lítico más abundante en la Península de Yucatán. Aparte de ser el material de construcción fundamental para los templos y viviendas mayas, con caliza se realizaron una gran cantidad de instrumentos y herramientas de uso cotidiano.

En el caso de Sihó y otros sitios mayas de las tierras bajas del norte ha sido posible identificar conjuntos de herramientas hechas con piedra caliza que se encuentran relacionados con labores particulares. Por ejemplo, los metates, piedras de caliza que presentan una superficie alisada o de huella profunda, se emplean para moler granos mediante la acción de una mano o piedra de molienda. Estas manos y las piedras esféricas son otros de los artefactos de caliza más representados en la muestra de Sihó (Cuadro 2). Por lo tanto, los conjuntos artefactuales formados por los metates de Sihó y la mayoría de implementos que parecen haber sido utilizados para preparar alimentos, como manos y piedras redondeadas, hacen referencia a la práctica de labores de subsistencia importantes dentro de la unidad doméstica. La atribución de estos artefactos con las mujeres del pasado está muy arraigada en la visión del ideal femenino mesoamericano. Esto se ve reflejado, principalmente. en la evidencia etnográfica y etnohistórica relacionada.

En Sihó, también se han encontrado algunos otros implementos de caliza como alisadores esféricos, alisadores tipo “plátano” y posiblemente también algunas piedras redondeadas pudieron servir en las labores de albañilería o mantenimiento de las estructuras. Esta era una actividad aparentemente masculina entre los mayas del período Clásico. Además, quizás otros artefactos, como los percutores o los bifaciales de sílex, podrían igualmente relacionarse con actividades masculinas como la extracción de material de construcción en la sascabera en el grupo 5D16.

Otro tipo de artefactos de caliza importantes para la discusión sobre labores y género en grupos domésticos son los maceradores. El rasgo común de tales herramientas es la superficie plana y rayada, con un lado ancho para agarrar. Han sido reportados desde Puebla (en el centro de México) hasta Costa Rica y fueron usados para elaborar papel de fibras del agave o de la corteza de algunos árboles [33]. Para el caso de Sihó, los maceradores están relacionados con las estructuras habitacionales de ambos grupos domésticos. En la estructura 5D2 se recuperaron un macerador completo y uno fragmentado y en la estructura 5D16 también se encontró un macerador que se localizaba en la plataforma, frente a las escalinatas. Estos maceradores, cuya función principal fue la preparación de papel, en el área maya han sido atribuidos a las labores femeninas tanto en el ámbito doméstico como en el aspecto ritual [34].   

Cuadro 2
Distribución de los objetos de piedra caliza localizados en grupos domésticos de Sihó

Tipo

5D2

5D7

5D16

5D19

5D20

Plataforma

Total

Alisador

5

4

2

 

1

1

13

Celta

   

1

     

1

Cuenta

1

         

1

Disco

1

         

1

Escultura

1

         

1

Loza

 

1

 

1

1

 

3

Macerador

2

 

1

     

3

Malacate

1

         

1

Mano

12

1

14

 

5

 

32

Manuport

 

1

   

1

 

2

Piedra redondeada

8

1

18

     

27

Punta de proyectil

   

1

1

   

2

Proyectil

3

         

3

Metate

25

13

8

     

46

No identificado

2

     

1

 

3

Total

61

21

45

3

8

1

139

Fuente: elaboración propia (adaptado de Peniche y Fernández 2005)

Por todo lo anterior, se puede mencionar que los artefactos comparados entre los grupos domésticos de Sihó constituyeron los medios básicos para el mantenimiento, la subsistencia y la producción de estos grupos domésticos de elite. Sin embargo, algunas diferencias saltan a la vista como la mayor presencia de artefactos de sílex en el grupo 5D16 o la predominancia de malacates en el grupo 5D2. Esta diferencia está mostrando aspectos relacionados con la organización dentro de los grupos, con una diferenciación de género, manifiesta en quién realizaba las labores predominantes o la organización con respecto a la comunidad expresada a través de una diferencia de estatus en las actividades mismas. Es decir, no es lo mismo, hablando de género y estatus, que estos grupos domésticos mayas se dediquen, parcial o totalmente, a realizar actividades relacionadas con la manufactura, mantenimiento y reciclaje de artefactos líticos que a la producción de bienes textiles.

Organización de las labores y género en grupos domésticos de elite de Sihó

Como ya se menciono más arriba, los estudios más productivos sobre el grupo doméstico maya, socialmente hablando, han abordado el género como un sistema simbólico que estructura las relaciones sociales y económicas dentro del grupo y con la comunidad entera [35]. En el contexto contemporáneo, la mayoría de los estudios han buscado conectar grupos de actividades llevadas a cabo en las unidades habitacionales con los diferentes actores sociales, probando su efectividad al utilizar el concepto de grupo doméstico y la acción doméstica. Además, las consideraciones de los papeles de género han contribuido igualmente a los estudios sobre la especialización en la producción artesanal a este nivel.

En los grupos domésticos de elite de Sihó se han identificado actividades variadas relacionadas con la subsistencia de sus habitantes, además, parecen mostrar relaciones de género singulares entre los mayas del Clásico en el occidente de Yucatán. Aquí podríamos adoptar la definición de labor propiamente como cualquier actividad que implique gasto de tiempo y de energía en la realización de alguna actividad doméstica, toda actividad social realizada por hombres y las mujeres en el seno del hogar [36]. En este contexto, las labores domésticas realizadas por las mujeres y los hombres mayas constituyen un tipo de trabajo relacionado con las tareas propias del mantenimiento de las personas que viven en el grupo –alimentación y vivienda-  y la producción a baja escala  de objetos y utensilios, incluyendo su mantenimiento, –comida, artefactos líticos, textiles- para uso, intercambio o tributo.

Al parecer, las actividades en las que pudiera estar mejor representada la mujer maya son todas aquellas tareas que se realizan dentro del ámbito doméstico. En esta ideología maya del género el trabajo de las mujeres está relacionado con todas aquellas actividades ligadas a la producción, el almacenamiento y el procesado de alimentos. Por su parte, suponemos que, a partir de sus representaciones en el registro arqueológico y siguiendo una caracterización tradicional de la etnografía y la etnohistoria, los hombres pudieron haber realizado la mayor parte del trabajo fuera del ámbito doméstico como la agricultura, la extracción de materias primas del monte o posiblemente el comercio.    

Sin embargo, por todo lo mencionado anteriormente, resulta lógico pensar que las labores realizadas en las unidades habitacionales mayas fueron muy variadas durante el Clásico. Para comprender mejor sus características y la organización de estas labores en los grupos domésticos de Sihó he decidió agrupar las labores domésticas en dos categorías: las actividades básicas o labores de subsistencia y las labores de producción artesanal o de artefactos cuya elaboración requiere cierto grado de especialización.

Labores de subsistencia

Estas labores corresponden a todas aquellas actividades ligadas con las necesidades básicas de los individuos, entre ellas destacan la producción, el almacenamiento y el procesado de alimentos o bebidas. La preparación, el cocinado y el servicio de alimentos son actividades de importancia fundamental en cualquier grupo doméstico y en las cuales las mujeres jugaron un papel activo. La evidencia arqueológica, etnográfica y etnohistórica mesoamericana atribuye una fuerte carga de responsabilidad sobre estas tareas a las mujeres [37].

En Sihó, la evidencia más clara de actividades de preparación de alimentos son las áreas de actividad de los metates o piedras de molienda. También hay evidencia de fragmentos de cerámica con huellas de exposición al fuego producto del calentamiento y cocción de alimentos y líquidos variados. Además, en los grupos domésticos de Sihó sólo se cuenta con evidencia zooarqueológica que indica el tipo de fauna consumida en el período Clásico Tardío y Terminal. Los animales más utilizados como alimento consistieron en mamíferos grandes (venado cola blanca, jabalí y probablemente perro), así como reptiles medianos (iguanas y tortugas) que representaban el lado cárnico de la llamada “dieta tradicional maya” del Clásico [38]. Con respecto a la preparación de alimentos, la evidencia etnográfica, etnohistórica e iconográfica favorece a la interpretación de una actividad predominantemente femenina entre los mayas y las culturas de Mesoamérica en general.

Por ejemplo, Hendon (1996) menciona que la adquisición, el procesamiento y el cocinado de alimentos son consideradas un conjunto de tareas frecuentemente asumidas como funciones esenciales del grupo doméstico. Pero adquirir, procesar y cocinar alimentos requiere el aprendizaje de ciertos conocimientos, habilidades, utensilios y materiales, que nos sugiere un tipo particular de especialización. Muchas de estas actividades consumen varias horas al día, lo que reduce el tiempo de los miembros del grupo doméstico para la realización de otras actividades.

Otra de las labores domésticas importantes, relacionadas con la subsistencia básica, es el suministro y almacenamiento de agua. El grupo doméstico 5D16 destaca por la presencia de un chultún, cuya capacidad de almacenamiento a largo plazo es considerable. Además en la estructura 5D19, cercana al chultún, se cuenta con evidencia de gran cantidad de tiestos cerámicos correspondientes a ollas y cántaros para almacenamiento provisional del vital líquido y sus derivados. Es posible que tanto hombres como mujeres tuvieran dentro de sus labores cotidianas la necesidad de suministrar agua a los individuos que habitan en el grupo. Para el grupo doméstico 5D2, la ausencia de una estructura especial de almacenaje, quizás por problemas de espacio en su ubicación, ya que se encuentra a un costado de la principal pirámide de Sihó, representó la utilización del almacenaje provisional de agua surtiéndose quizás de algún chultún cercano.

El almacenaje de otros bienes, alimentos u objetos cotidianos es una labor que requería indudablemente la utilización de espacios con características particulares. Por lo tanto, las estructuras aledañas 5D7, 5D19 y 5D20 pudieron servir como edificios especiales para realizar esta labor. Al parecer se pudieron almacenar granos, líquidos, cerámica, objetos de piedra, entre otros. En otros contextos domésticos del período Clásico, por ejemplo en las residencias de Aguateca, la evidencia de una amplia variedad de jarras de cerámica indica que fueron usadas como contenedores para almacenar comida, líquidos, o probablemente algunas fueron usadas para cargar y almacenar agua o para el almacenaje de otros líquidos preparados [39].

Por lo tanto en Sihó, a pesar de los diversos procesos de transformación natural y cultural del contexto arqueológico, fue posible determinar la existencia de labores relacionadas con el almacenamiento cotidiano y el de largo plazo. En la estructura auxiliar 5D19, la presencia de cazuelas Holactun variedad Holactun y en menor proporción vestigios de cazuelas Holactun variedad Canela indican labores relacionadas con el almacenamiento cotidiano. Se trata de vasijas cerámicas que por sus dimensiones presentan un desplazamiento mínimo y posiblemente se utilizaron para almacenar alimentos o bebidas. Por otro lado, el almacenamiento a largo plazo bien pudiera estar representado por las facilidades del chultún o cisterna para el agua y las estructuras auxiliares para el almacenamiento de alimentos como el maíz o guardar los artefactos domésticos. Considero que hombres y mujeres fueron encargados de estas labores cotidianas ya que no tenemos referencia a ningún tipo de diferenciación de género con respecto al almacenamiento doméstico.

El mantenimiento es otra actividad importante para la sobrevivencia del grupo ya que sus labores se dan entre individuos y con relación a los objetos materiales. La mujer tiene bajo su responsabilidad la reproducción y el mantenimiento de los sujetos sociales al menos mientras no adquieran responsabilidades propias. El mantenimiento de los individuos, por lo tanto, acarrea labores realizadas entre individuos (como cuidar o jugar con una criatura) e incorpora objetos como los usados para servir comida o el vestido. Los trabajos de mantenimiento suponen cuidados y atenciones sobre todo hacia los niños o las niñas, situando estas actividades como uno de los pilares de la vida económica de cualquier sociedad [40].

Por otra parte, con respecto a una labor de mantenimiento de objetos materiales, entre la elite de Sihó se ha observado que las estructuras habitacionales presentan mayor evidencia de mantenimiento, a pesar de su alteración, en contraposición con las estructuras auxiliares excavadas [41]. También hay evidencia de mantenimiento de utensilios como lo indican las actividades de reciclaje y mantenimiento de artefactos de sílex, principalmente en la estructura 5D16 [42].

Por todo lo expuesto anteriormente puedo señalar que las actividades femeninas relacionadas con la preparación, el almacenamiento y el servicio de alimentos y bebidas fueron las que demandaron mayor cantidad de labor dentro de los grupos domésticos de Sihó. Esto sugiere una importancia predominante de las labores femeninas de subsistencia que obviamente establecieron, a través de la práctica cotidiana, relaciones sociales y laborales fundamentales dentro de los grupos y probablemente a nivel de la comunidad. En otras tareas básicas, relacionadas con el mantenimiento de los individuos, labores domésticas como el almacenamiento de comida o utensilios y el mantenimiento de los bienes materiales, no hay evidencia que las relacione de manera particular con alguno de los géneros por lo que se consideran labores propias del grupo doméstico.

Labores artesanales o de producción

En sociedades preindustriales desarrolladas, es común para los individuos conducir no sólo la producción doméstica para el consumo dentro de los grupos domésticos sino también realizar una producción especializada para el intercambio dentro o entre los grupos domésticos [43]. Comúnmente, la especialización artesanal basada en el hogar es vista como de tiempo parcial y de relativamente baja escala [44]. En este sentido, los esfuerzos más serios por categorizar la especialización artesanal se han enfocado principalmente en el productor y el proceso productivo, generalmente derivando de la economía del grupo doméstico, ligado a un nivel de macro escala en relación con la economía de las comunidades. En este contexto sobre artesanía y especialización, los estudios de género también tienen serias implicaciones para el entendimiento de la organización y la economía política de las culturas del pasado, ya que se vuelve absolutamente necesario considerar la diferencia de estatus y género entre los grupos domésticos que realizan actividades artesanales. Este aspecto debe tener como objetivo desenmascarar las presunciones evolucionistas acerca de la especialización y la supuesta subordinación femenina derivada de un desarrollo cultural que se vuelve más complejo y por consecuencia lógica más androcéntrico.

En el caso de los mayas del período Clásico la evidencia arqueológica sobre la producción artesanal entre la elite es aún limitada y poco se sabe acerca del sistema de producción y sus implicaciones socio-económicas. Además, debido a que la mayoría de las ciudades de ésta época fueron abandonadas gradualmente, los residuos materiales son extremadamente escasos, por lo que investigar las huellas de distintas practicas de agentes individuales en base a los artefactos de los sitios gradualmente abandonados es una tarea difícil [45]. No obstante, recientemente, a partir de la exploración de sitios con características especiales, se ha puesto de manifiesto una mayor evidencia y diversidad de producción artesanal en residencias de nobles y gente común que fue realizada tanto por hombres como por mujeres. Por ejemplo, el trabajo de Hendon (1997), sobre tejedoras en grupos domésticos de elite, y el trabajo de Inomata (2001), sobre los escribas y artesanos nobles, destacan que las habilidades en el trabajo, particularmente la producción de artesanías de alto estatus y con alto contenido simbólico como la escritura y los tejidos, proveen un medio de distinción a través del cual los hombres y las mujeres nobles se diferenciaban económica y simbólicamente de otros [46]. Sin embargo, como menciona Pyburn, muchos autores siguen considerando a las mujeres como representantes de los niveles inferiores de la producción especializada. Es decir, tradicionalmente se propone que el trabajo de las mujeres no es especializado y no da resultado en jerarquías políticas o económicas [47].

Una investigación interesante sobre la especialización artesanal por género es el estudio realizado por Clark y Houston (1998). Su estudio está basado en fuentes etnohistóricas que extraen los términos nativos para nombrar cada una de las especialidades artesanales. El diccionario de Viena, el de Motúl y la Relación de las Cosas de Yucatán del fraile Landa son las fuentes que utilizan con motivo de su análisis. El estudio indica que, para la época inmediata posterior a la llegada de los españoles, los hombres y mujeres mayas de la Península de Yucatán estaban organizados en actividades artesanales patrocinadas por los mismos españoles, actuaban como productores independientes y también se dedicaban al trabajo asalariado. En el primer caso, la manufactura de ídolos hechos de madera es un claro ejemplo de una artesanía encomendada por un patrón; labores independientes pudieran ser el hilado y el tejido, ya que los mayas yucatecos obtenían su propia materia prima, aún cuando el producto final era destinado al tributo. Por último, el trabajo asalariado tiene una amplia representación en terminología de oficios presente en las fuentes como hacer la milpa, rozar y desyerbar para los varones, así como hilar, urdir y tejer para las mujeres [48].            

Estas fuentes etnohistóricas, a la par con el registro arqueológico, deben generar implicaciones de prueba que tomen en cuenta el carácter cambiante de las actividades de hombres y mujeres a través del tiempo. Por ejemplo, el hilado y el tejido han sido dos de las actividades que más han llamado la atención con respecto a la especialización del trabajo femenino en la época prehispánica; al parecer es una práctica, específica de grupos femeninos que se ha mantenido constante a través del tiempo. El material etnográfico y etnohistórico en la sociedad maya y en general en Mesoamérica nos ha mostrado, sobre todo para el período Postclásico, que los textiles y la producción de alimentos son ingredientes importantes en la definición de las identidades sociales de la mujer [49].

Para el caso de Sihó, los malacates recuperados en el contexto de los grupos domésticos 5D2 y 5D16 son parte de las únicas evidencias que tenemos acerca de una producción artesanal especializada. Los malacates son artefactos redondos o esféricos, generalmente de cerámica, que se usaban como contrapeso para mantener la inercia del huso que gira enrollando y convirtiendo la fibra en hilo. Entre los grupos domésticos de Sihó, la elaboración de productos textiles está relacionada indudablemente con las mujeres que ocuparon las estructuras habitacionales de ambos grupos de elite, destacando la presencia de varios malacates decorados (N=9) en la estructura 5D2 (Cuadro 3).

Cuadro 3
Malacates de cerámica recuperados en las estructuras domésticas de Sihó

Malacates (lote)

Estructura

Condición

Diámetro (cms)

Grosor (cms)

Perforación (cms)

Decoración

CA160

5D2

Completo

2.63

1.62

0.82

Zoomorfa (ave)

Rest pintura azul

*CA42

5D2

Completo

1.98

1.19

0.42

No

CA82

5D2

Completo

2.86

1.23

0.85

Fitomorfa (flor) Rest pintura azul

CA173

5D2

Completo

3.12

1.61

0.76

Geométrica

Rest pintura azul

CA85

5D2

Completo

2.56

1.57

0.77

Geométrica

CA128

5D2

Fragmento

2.98

1.25

0.81

Zoomorfa (ave)

Fitomorfa (flor)

CA4

5D2

Fragmento

2.77

1.23

0.78

¿Geométrica?

CA100

5D2

Fragmento

2.81

1.21

0.77

No

CA43

5D2

Fragmento

-

1.47

-

Si, costado

CB9

5D7

Fragmento

-

1.61

-

Geométrica

CB34

5D7

Fragmento

-

1.68

-

¿Zoomorfa(ave)?

Rest pintura azul

CB81

5D7

Fragmento

2.96

1.26

-

Geométrica

CB31

5D7

Fragmento

-

-

-

-

A50

5D16

Completo

2.75

1.59

0.72

Zoomorfa (ave)

A18

5D16

Completo

2.85

1.42

0.66

Zoomorfa (ave)

* hecho de piedra caliza
Fuente: elaboración propia.

Al parecer, en Sihó la producción especializada de textiles se limitaba al empleo del algodón como materia prima en la elaboración de mantas o ropas para el consumo del propio grupo. Aunque, en el caso del grupo 5D2, no se descarta la posibilidad de una producción menor para consumidores externos o para el tributo. Esta actividad femenina también está ampliamente representada en la comunidad de Cerén, donde la distribución de los objetos relacionados con el hilado y el procesado de fibras sugieren que existió una especialización de los grupos domésticos con respecto a extracción y preparación de la materia prima que se hilaba y otros aspectos relativos al procesado de la fibra tanto de algodón como de maguey [50].

Otras de las labores a nivel doméstico que hasta el momento han sido identificadas son la producción, mantenimiento y reciclaje de artefactos de sílex. La evidencia predomina en el grupo doméstico 5D16 donde se encontraron dos áreas, sobre la plataforma en ambos extremos de la escalinata principal de la estructura 5D16, con alta concentración de desecho de talla, artefactos semi-trabajados y artefactos reciclados. A partir de la muestra obtenida de lo depósitos y los contextos de las demás estructuras, se han logrado identificar tres industrias principales en el trabajo del sílex en grupos domésticos de Sihó: industria de talla bifacial que predomina sobre todo en la estructura 5D16 y 5D2; la industria de percusión casual y la producción de navajas prismáticas cuyos desechos están representados de manera uniforme en los conjuntos habitacionales [51]. Podríamos pensar que, siguiendo el razonamiento tradicional, la producción y mantenimiento de artefactos líticos fueron actividades predominantemente masculinas. Sin embargo, el uso de estos artefactos en el tratamiento de carne y vegetales estuvo asociado a la elaboración de alimentos, una actividad femenina, además, probablemente algunas mujeres pudieron intervenir en la manufactura de lascas casuales [52].

A manera de conclusión

Como se ha observado, los grupos domésticos de Sihó manifiestan un variado repertorio de labores discernibles en el registro arqueológico. Por lo tanto, la evidencia proveniente de estos contextos domésticos y la interpretación que se ha dado a las relaciones de género entre los individuos que los habitaron muestran una comunidad activa en el nivel grupo doméstico. Creemos que tanto en el ámbito biológico como cultural, la convivencia cotidiana de individuos dentro y entre los conjuntos domésticos permitió perpetuar su forma de organización a través de varias generaciones como se ha observado en otros grupos domésticos mayas del norte de Yucatán [53].

Los grupos domésticos de Sihó ocuparon espacios privilegiados, sobre todo por su ubicación con respecto al resto del asentamiento y su conformación interna que presenta varias estructuras dispuestas sobre plataformas artificiales. Las estructuras habitacionales, construidas de mampostería y bóvedas escalonadas, constituyen un fiel reflejo de la posición social y económica que ostentaron los hombres y mujeres que las habitaron por varias generaciones. Estos grupos, aunque pertenecientes a la elite, fueron distintos entre sí. Por ejemplo, el grupo doméstico 5D2 tiene una posición jerárquica considerada por su relación con la pirámide principal 5D1, ambos ubicados sobre una plataforma artificial en el centro de Sihó.

Las labores domésticas realizadas por hombres y mujeres de alto status en las unidades habitacionales de Sihó estuvieron relacionadas con las labores de subsistencia básicas como la reproducción, el almacenamiento y el mantenimiento; también se realizaron actividades económicas relacionadas con la especialización de tiempo parcial en la producción, mantenimiento y reciclaje de herramientas de sílex, el trabajo textil y posiblemente el mantenimiento de sus viviendas a través de la práctica de la albañilería y la extracción de sascab como material de construcción (Cuadro 4).

Cuadro 4
Labores identificadas en los grupos domésticos de elite 5D16 y 5D2 de Sihó
 
Grupo Doméstico 5D16     
G.D. 5D2
 

5D16

5D19

5D20

Plataf

Chultún

Sascabera

5D2

5D7

Habitación

*

*

       

*

 

Molienda

*

 

*

*

   

*

*

Preparación de alimentos

*

*

*

*

   

*

*

Servicio y consumo de alimentos

*

*

*

     

*

*

Suministro y almacenaje de agua

 

*

*

 

*

 

*

*

Mantenimiento y limpieza

*

*

 

*

*

 

*

 

Almacenamiento para uso cotidiano

*

*

*

     

*

*

Almacenamiento a largo plazo

 

*

*

 

*

     

Reciclaje de tiestos cerámicos

   

*

       

*

Trabajo textil

*

         

*

*

Elaboración de papel

*

         

*

 

Producción de artefactos líticos

*

*

       

*

*

Mantenimiento de artefactos líticos

*

*

       

*

*

Reciclaje de artefactos líticos

*

*

       

*

 

Albañilería

*

         

*

*

Extracción de material (sascab)

         

*

   
Fuente: elaboración propia

Con respecto al trabajo doméstico, las labores desempeñadas por hombres, mujeres y niños en sus lugares de habitación eran cruciales para la integración con los otros niveles de organización social. Cuestiones como las diferencias basadas en el género y variables como la producción artesanal pueden derivar en conocimientos acerca de la participación social, la riqueza y la legitimación, ya que la especialización es labor social que sirve para crear redes más allá del grupo residencial. Estas posibilidades podrían mostrarnos porqué las actividades en sociedades complejas están material e ideológicamente conectadas a las jerarquías de poder en otros niveles más amplios.

Además, mientras que el registro etnográfico y etnohistórico sugiere fuertemente que el género es una categoría relevante y primaria distribuyendo los recursos, la tecnología y otros factores de producción, en arqueología debemos continuar con estudios que incluyan un programa riguroso de atribuciones de género. Que sean explícitas para evitar el riesgo de perpetuar estereotipos y desarrollas modelos alternativos para los papeles de género y las relaciones genéricas de producción y organización doméstica en el pasado.

En el caso de Sihó pudimos considerar que la integración ciertamente se da a partir de la labor social especializada pero articulada a través del grupo doméstico. Es decir, el grupo doméstico se constituye como la unidad corporativa integrada directamente con la comunidad a través de las labores cotidianas y de producción que desempeñan sus hombres y mujeres en el contexto de relaciones de parentesco, de jerarquía, de edad y por supuesto de género. Por lo tanto, estoy de acuerdo que es necesario considerar que una mera recopilación de descripciones carentes de asociaciones y vínculos derivados de la actividad social en lugares específicos, poco o nada aporta al conocimiento de las condiciones de vida de las mujeres y los hombres del pasado [54].

 

Notas

[1] Castro et al. 1996; Hernández 2002

[2] Costin 1996

[3] Castro et al. 2002b

[4] Brown 1970; Murdock y Provost 1973

[5] Watson y Kennedy 1998:224

[6] Conkey Spector 1998

[7] Du 2000

[8] Ibid

[9] Conkey y Spector 1998; Hill 1998

[10] Dunning y Andrews 1994

[11] Dahlin y Ardren 2002:254

[12] Dahlin 2000; Dahlin y Ardren 2002 ; Vleck 1978

[13] Op cit. nota 10

[14] Ibid.

[15] Op. cit. notas 10 y 11

[16] Cobos et al. 2002

[17] Cobos et al. 2004

[18] Op. cit. nota 16 y 17

[19] Gilchrist 1999; Costin 1996; Pyburn 2004

[20] Hirth 1992

[21] Hendon 1997:44

[22] Inomata et al. 2002:325

[23] Inomata y Triadan 2000

[24] Sheets 2002

[25] Sweely 1998

[26] Fernández et al. 2003

[27] Peniche 2004

[28] Tun 2004:152

[29] Cobos et al. 2004; Götz 2004

[30] Op. Cit. nota 17

[31] Inomata et al 2002; Pool y Hernández 2004

[32] Peniche y Fernández 2004

[33] Cervera 1996:30

[34] Tate 1999

[35] Op. Cit. nota 2

[36] Castro et al. 2002a

[37] Brumfiel 1991; Hendon 1996

[38] Götz 2004

[39] Triadan 2000

[40] Castro et al. 2002b

[41] Op. Cit.  nota 26

[42] Op. Cit. nota 27

[43] Inomata y Triadan 2000

[44] Santley y Kneebone 1993

[45] Aoyama 2004

[46] Robin 2003:325

[47] Pyburn 2004:229

[48] Clark y Houston 1998:37-38

[49] Brumfiel 1991; Clark y Houston 1998; Joyce 1993; McCafferty y McCafferty 1998

[50] Beaudry-Corbett y McCafferty 2002:61

[51] Op. Cit. nota 27

[52] Gero 1991; Peniche y Fernández 2004

[53] Pool y Hernández 2004

[54] Castro et al. 2002a

 

Bibliografía

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Ficha bibliográfica:
HERNÁNDEZ, H. Grupos domésticos de elite en el occidente de Yucatán: organización de labores y género.
Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de febrero de 2006, vol. X, núm. 206. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-206.htm> [ISSN: 1138-9788]

 
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