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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. 
ISSN: 1138-9788. 
Depósito Legal: B. 21.741-98 
Vol. X, núm. 218 (63), 1 de agosto de 2006 

LOS PROCESOS GEO-CULTURALES EN LA EDAD MODERNA:
EL DESARROLLO DE LAS ACADEMIAS EN EL SUR DE ITALIA

Emilia Sarno
Faculty of Human and Social Studies
University of Molise


Los procesos geo-culturales en la edad moderna: el desarrollo de las academias en el sur de Italia (Resumen)

Este trabajo analiza el desarrollo de una institución cultural particular en la edad moderna: las academias literarias en el sur de Italia. Las academias se volvieron populares como institutos culturales por efecto de la capacidad de reunir a los literatos y facilitar las relaciones intelectuales. La academia entonces era una micro sociedad con reglas específicas, espacios y tiempos; en Italia hubo 2050 academias desde el año 1500 hasta el 1700. Un estudio detallado de la expansión territorial prueba que la difusión académica iba desde el centro hasta la periferia, con la formación de una red intelectual. Con este trabajo se quiere estudiar la función cultural de estas academias y su relación con estas áreas territoriales gracias a la importancia de tres centros: Nápoles, Bari y Cosenza. Este artículodemuestra la importancia de las instituciones culturales en los análisis geo-históricos de las áreas territoriales.

Palabras clave: instituciones culturales; transformaciones geo-históricas.



The geo-cultural processes in the modern age: the academies development in Southern Italy (Abstract)

This work analyses the development of a particular cultural institution in the modern age: literary academy in Southern Italy. The Academy becomes a popular cultural institution as a consequence of its capability to assembly literary men and facility the intellectual relationships. Then, Academy is a micro-society with specific rules, spaces and times, indeed in Italy 2050 academics arose from ‘500 up to ‘700. A detailed study of territorial expansion proves that the academic diffusion starts from centre and moves towards the suburbs, forming an intellectual network. This contribute intends to study the cultural function of these academies and their ties with territorial areas through the rule of three cities: Naples, Bari, Cosenza. The paper demonstrates the importance of cultural institutions for analyzing the territorial areas by geo-historical point of view.

Key-words: cultural institutions; geo-historical trasformations



Premisa metodológica

El análisis geo-histórico de un territorio se vuelve generalmente a macro-estructuras, como los instalaciones, las ciudades, la evolución del paisaje agrario, y las infraestructuras que representan en un modo claro y lineal las características distintivas de un área territorial y permiten poner en evidencia los cambios y las transformaciones. El problema no es sólo identificar un territorio en su compleja constitución, sino también por aspectos que pueden aparecer de forma complementaria y, sin embargo, son expresiones de una realidad social. De hecho, sociedades evolucionadas y complejas han sido estructuradas de manera que organizan la división y la especialización de los espacios teniendo en cuenta los factores políticos, económicos, religiosos y culturales. Una realidad regional entonces puede ser reconstruida como una unidad espacial en la que los macro-factores y los micro-factores interaccionan.

Este planteamiento, que considera el papel de los factores culturales en una reconstrucción geo-histórica, tiene en consideración las sugerencias de Carl Sauer y de su escuela en conjugar geografía e historia en una óptica cultural, como sintetiza Clark: “Pero en general, es sobre el juego recíproco de cultura y naturaleza en la distribución y difusión de diversas caras de la cultura y del papel del hombre en la alteración de su mismo ambiente material dónde se fija la atención”(Clark, 1981,p.220)¹. El debate se enriquece con la posición de Claval para el cual la geografía cultural debe hacer suyo el concepto de duración (Claval, 1989 ); la estudiosa Andreotti refiriéndose a H. Clifford Darby, pero sobre todo a Johnston, determina que “este recurso en la historia hace que para Johnston (1987, p.41) la geografía cultural no sea más que una de las aproximaciones reconocidas en la geografía histórica” ( Andreotti, 1994, p.15).

Son, por esta razón, importantes y significativos los análisis que toman en consideración la variación de la población, la reestructuración de los procesos agrarios y las transformaciones de los núcleos habitados. Sin embargo, cuentan aún con micro-fenómenos culturales que son expresiones de exigencias de grupos específicos que desenvuelven de cualquier modo un papel y una función en la construcción de la identidad territorial.

Es oportuno, no obstante, retomar el concepto de cultura para poder volver a proponere en una óptica geo-histórica; el problema afrontado más veces en un lugar de geografía cultural encuentra la adecuada reflexión por parte de Claval: “la cultura es la suma de los comportamientos, las habilidades, las técnicas, los conocimientos y los valores acumulados por los individuos en el curso de la vida y, sobre otra escala, por los a grupos de los cuales forman parte. Es una herencia transmitida de una generación a otra, pero no es rígida, porque las comunicaciones en actos en grupos sociales la trasforman continuamente” (Claval,2002, p.49).

Es un concepto de cultura entendido antropológicamente como saber “edificado” y transmitido por los hombres, en paralelo con la posición de Harm De Blij, “la cultura por consiguiente es el modo de vida de una población, todas sus formas de hacer las cosas, todas las maneras de comportamiento que ella ha aprendido y transmitido a las generaciones sucesivas. El lenguaje, la religión, la arquitectura, la música incluso las preferencias alimenticias y los tabúes son parte de la cultura. La cultura consiste en las creencias y en los valores de un pueblo (religiosos, políticos), en las instituciones (jurídica, educativa, gobernativa) y en las tecnologías (habilidad, utensilios). ( De Blij,1977, p.142).

Andreotti, mostrando la problemática del concepto de cultura y de este último aplicado a la geografía, a su vez ilustra: “Pasando de los enunciados generales a lo concreto del tema, todo aquello que ha sido dicho significa que, por geografía cultural se puede entender la interpretación de la geografía humana según dos tendencias: considerar cultural cualquier elemento material que refleja el estado de la civilización de los hombres de modo que, a través de ello, se llega a comprender el estado de su cultura o bien privilegiar la huella elitista, porque sólo ella nos puede brindar las caracteristcas auténticas de los momentos gloriosos de aquella civilización”(Andreotti, 1994,p.39).

Emerge, en el interior del concepto antropológico de cultura, un siguiente paso, aquel que censura factores culturales especialmente elaborados, como pueden ser los aspectos artísticos, literarios, espirituales.

A esta posición, hace eco la amplia reflexión de Vallega sobre el hecho de que “una amplia parte del mundo científico se inclina a pensar que la cultura consiste en la creación y en la transformación de símbolos” (Vallega, 2003, p.44). En esta lógica más compleja, la producción de símbolos “se convierte en una manifestación intelectual, que considerada en el contexto social de relación dará forma a la cultura. (…) Adoptando este concepto de cultura la geografía cultural identifica su proprio campo de investigación delimitado” (Vallega, 2003,p.62). Si, pues, la cultura es patrimonio de símbolos, éstos son investigados y analizados en sus funciones por los análisis de las geografías del pasado, bien aquellos que puedan ser comunes expresiones de condiciones materiales, bien aquellos elitistas.

El análisis de particulares manifestaciones como el arte o la literatura son leídas como símbolos específicos de progresos geo-históricos, teniendo en cuenta que expresiones elitistas no pueden ponerse como elementos aislados, sino como pertenecientes a la trama territorial y se pueden investigar en su consistencia simbólica y recaída conjunta en el área de pertenencia.
 
 

El desarrollo de las Academias en Europa e Italia en la Edad Moderna

Un tal planteamiento se pretende aplicar a un fenómeno particular: el desarrollo de las academias como centros culturales en la edad moderna. La edad moderna es un periodo de particulares evoluciones socio-políticas en las cuales la formación de los Estados nacionales producen una sociedad articulada y estratificada, también por la formación del precapitalismo que contribuye a la particularidad del periodo. En tales circunstancias, también los literatos y los estudiosos buscan y construyen un papel más específico y reconocido en la sociedad a través de la constitución de los grupos homogéneos que se organizan en espacios propios.

La academia de la edad moderna es una reunión que recoge a los estudiosos, sobre el ejemplo de los doctos encuentros platónicos, con la finalidad del cambio de las relaciones intelectuales que se impone como institución para toda la edad moderna como una micro-sociedad con proprias reglas, espacios y tiempos.

“Cada academia es una micro-sociedad con un estatuto que le quita territorialidad con la intención de distinguirse de otros espacios, centrandose sólo en la propia reproducción en ámbitos nuevos y formando una sociedad de las academias que se difunden en toda la península. Se forma así, un estado con un propio territorio: un reino de las letras, que del centro a la periferia, promueve un espacio específico reservado al literato, semejante a la geografía política diseñada por los reinantes. Este espacio adquiere una función precisa: garantiza el trabajo intelectual, señala los límites de la territorialidad literaria, y también retomando actitudes cortesanas no comparte los ambientes políticos” (Sarno,2003,p.54).

Las Academias forman un propio territorio en el sentido de que cada grupo tiene un punto de referencia o sede que esta muy bièn identificada: cada sede es igual a una isla cultural que a su vez se relacciona con las otras estableciendo una red de comunicaciones. De este modo se crea un “archipielago” cultural constituido por todos lugares que los Academicos han elejido,como en las ciudades y en las àreas perifericas. Al interior del territorio que comprende esta sociedad, se crean espacios bastante especificos para los intelectuales, que son reconocidos tambièn por otros grupos sociales.

Cada Academia estaba formada por un grupo de intelectuales que establecían un estatuto, se daban una contraseña de identidad que era dada por el nombre y por la empresa que consistía en un símbolo representativo, escogían una sede, generalmente la casa de un noble, un convento o una sede pública. El grupo establecía los argumentos para tratar y discutir la frecuencia de los encuentros, la posibilidad de apertura de nuevas sedes y contactos con otras academias.

Las academias representan la organización del espacio por parte de los intelectuales, los cuales en el interior de una sociedad compleja y articulada, buscan una realización concreta igual al poder político o religioso. Claramente la organización académica no está en condición de producir abadías y centros de poder, tiene al revés sedes de limitada importancia y transitorias; sin embargo la misma existencia de una academia se convierte en una forma de denominación del territorio, un nombre literario que a menudo es recluído en una insignia o un escrito puestos en un palacio nobiliario.

Es el signo de una presencia específica, una forma de agregación que marca el trabajo intelectual y le da autonomía; aun siendo el testimonio de la especialización y de la sectoralización de los espacios y del surgir del papel de los intelectuales, debe ser entendido como un proceso cultural que contribuye a aclarar la dimensión geo-histórica de los Estados Europeos en la edad moderna.

En toda Europa y, sobre todo, en Italia, Alemania, Francia y España, entre el 1500 y el 1700 florecen Academias que se ocupan de Literatura, Ciencia y Artes. Las mas importantes son: la “Real Academia Española”, fundada en el 1713, las Academias Francesas di “Belles Lettres” fundada en el 1663 y la de “Sciences” en el 1666, y la “Deutsche Akademie der Naturforscher”, fundada en el 1652. Alrededor de estas prestigiosas Academias se forman un número muy largo de círculos y grupos gracias a la voluntad de los artistas de trabajar juntos y de relacionarse. En Italia, gracias al archivo de Maylender2, el estudioso que ha querido organizar todas las informaciones en relación a tales fundaciones, se encontraron aproximadamnte 2050 academias, a las cuales hay que añadir las colonias difundidas por la Arcadia, que es la institución que recoje la experiencia precedente y representa en el 1700 la máxima expansión de la institución académica. El análisis de la expansión territorial de las academias muestra que el modelo de desarrollo es en círculos concéntricos: el nudo inicial es una capital y la difusión llega de los centros urbanos a aquellos en el campo. De la ciudad líder se difunde a aquellas menores con una diseminación siempre mayor entre el Seiscientos y el Setecientos. El aspecto más interesante es la presencia hasta las areas rurales, como demostración de un proceso cultural que tiende a difundirse en ámbitos provinciales y crear de esa forma la red de comunicaciones literarias. El mapa (figura.1) que reconstruye la expansión de las academias entre el Quinientos y el Setecientos en los diversos Estados italianos, desde el punto de vista numérico, muestra la importancia de estos espacios.
 
 

El desarollo de las Academia en la Italia meridional

En la Italia meridional el fenómeno es de una particular amplitud, con especial intensidad en algunos centros, y de importancia en un problemático periodo socio-económico, en el cual se registran procesos de desestructuración y reestructuración. Los procesos de la destructuraciòn se realizan en el Seicientos cuando el Mediterraneo deja de ser el centro del commercio, como consecuencia del decubrimiento de las Americas, y se translada al Atlantico, mientras la crisis economica crea condiciones de carestias y pestilencias la cual determina la reducciòn de la poblaciòn.

 
Tan solo y muy gradualmente en el Setecientos se notarà la mejora economica de la Italia Meridional, con la difusiòn del cultivo con màs valor comercial como citricos y el olivo.La renovaciòn del paisaje agrario y la mejora del commercio favorecen la formaciòn y consolidaciòn de la burguesia.En un periodo tan completo, los intelectuales hacen todo lo posible para reforzar sus mansiones y mostrar la vitalidad por medio de la fundaciòn de las academias
Así pues, podemos analizar la localización, la difusión y el radio de acción de las academias. La difusión en Italia meridional3 tiene inicialmente centros de desarrollo en: Nápoles, Bari, Cosenza, cada una para un área territorial. En el paso del 1500 al 1600 se vio un aumento notable y una elevada difusión en las zonas limítrofes a los centros urbanos con una fuerte radicación en el territorio.
 
Nápoles desenvuelve su función de capital también desde el punto de vista cultural, en el 1500 fueron registradas cerca de 29 academias de las cuales 17 están en la ciudad y las otras en los centros cercanos. En el lapso de un siglo las academias numericamente se cuadriplicaron con cerca de 120 presencias de las cuales 67 en la ciudad y el resto con una amplia difusión desde los centros limítrofes hasta las zonas rurales. La difusión en el interior de la ciudad es, sin embargo, muy notable y hay que tener presente también el papel de Nápoles y de su densidad de población, si se tiene en cuenta que entre el Quinientos y el Setecientos era una de las ciudades que contaba entre 20000 y 40000 habitantes, a la par que París o Viena (Smith, 1974).
 
En el Setecientos esta presencia se refuerza sobre todo en la ciudad con la fundación de otras 64 academias; entonces cuenta con un conjunto de 146 fundaciones y otras pocas en la provincia. Se valora la tesis de Nápoles capital de un reino con una particular riqueza cultural y con una limitada expansión circunstante, porque es la capital y desenvuelve su función de atracción.
 
En tal caso la Academia con su función cultural justifica el papel estratégico de Nápoles como centro de confrontación política y cultural, lugar de encuentro entre intelectuales provenientes de regiones y estados diferentes y al mismo tiempo lugar para la concentración del poder. En las pequeñas ciudades cercanas se formaron en tres siglos cerca de 51 academias representando una presencia limitada.
 
También es oportuna la comparación con las otras grandes ciudades: Nápoles fue superada por Roma (177 Academias), pero es con mucho el centro con más academias respecto a Venecia, Bolonia, Milán. Por consiguiente, es un desarrollo de carácter interno a la ciudad con una difusión intensa y con un radio de acción limitado en la amplitud, pero dispuesto a demostrar que cada barrio urbano muestra los signos de una profunda territorialidad literaria.
 
Diferente es el desarrollo de las academias en el ámbito de otros dos centros meridionales: Bari y Cosenza, en tal caso el desarrollo en el area interior es mayor que en los centros. En lo que se refiere a Bari, en comparación con una frecuencia mínima en el 1500 (de 4 academias), el desarrollo entre el 1600 y el 1700 es 7 veces, pero con solo 7 complejas presencias en la ciudad y todas las otras en la provincia. La difusión es considerable tanto en los pequeños centros alrededor de Bari, como en las pequeñas ciudades vecinas, con una recaída en el último periodo, en las zonas rurales.


En la región de Calabria, nos encontramos ante una inicial descentralización en el 1500 en que las academias se forman en tres centros: Cosenza(3 academias), Catanzaro(3 academias) y Regio Calabria (1 academia). En el siguiente siglo emerge Cosenza que adquiere una función central con 8 presencias y en su área interior se forman entre el Seiscientos y el Setecientos alrededor de 22 academias en conjunto. En el Setecientos Catanzaro se pone a la cabeza con apenas 4 presencias, Regio Calabria 5 y Cosenza sobresale por su vocación cultural. En estos dos casos el desarrollo ha sido amplio y difuso en el territorio alrededor de dos centros menores: Bari y Cosenza.Bari es una ciudad que en la edad morderna, va tomando gradualmente una cierta importancia, por la difusiòn de cultivos de un cierto valor comercial, entre tanto Cosenza se aventaja por el hecho de ser un centro importante por sus mismas tradiciones culturales.

 
La difusión con un amplio radio de acción demuestra que las academias suplen en Bari la falta de Universidad y bibliotecas. Se ponen como espacios para la discusión sobretodo de problemas locales, para difundir obras de sabios, para afrontar también problemas de desarrollo agrario.
 
En Cosenza desde el siglo XV se construye un ambiente cultural vivo que confluye en la formación y constitución de círculos, y luego de academias, entre las cuales la más importante es la Academia Cosentina(1511), famosa por las discusiones de carácter filosófico. En esta realidad la presencia académica crea las condiciones para el rescate político y para formas de rebelión hacia el antiguo régimen. De hecho los miembros discuten sobre como realizar formas de reveliòn a los governantes y proseguir con formas de gobierno màs liberales.Tales argumentaciones hacen que la Academia Cosentina sea un punto de referencia. A diferencia de Nápoles, que centrando cada organismo cultural, favorece la proliferación de centros académicos como lugares adicionales para discusiones y encuentros, en la provincia la academia no es un símbolo cultural, pero es el inicio de un recorrido cultural.

En el primer caso representa un nucleo de procesos culturales,y de este modo simbolo de un desarrollo de estudios conjuntos, de actividad, de distintas asociaciones,con el proposito de desarrollar la vitalidad cultural, mientras tanto en provincia empieza el fermènto de la actividad culturaly, se pone como punto de referencia para otros. Por lo tanto, los números y la frecuencia muestran que el nudo principal para la fundación de las Academias es una capital o un centro de una cierta relevancia y la difusión llega de éstos a los menores circunstantes. De la ciudad líder se difunde a aquellas minoritarias, con una diseminación siempre mayor entre el Seiscientos y el Setecientos también en el ámbito rural. Los lugares escogidos son: las casas solariegas, los conventos, también espacios abiertos, hasta la fundación de las Academias reales. En estos espacios, los intelectuales establecen sus rituales de encuentro, con tiempos y objetivos culturales definidos. Las figuras 2 y 3 sintetizan el número de Academias de las tre areas y muestran el desarollo entre el 1500 y el 1700.
 

La función social de las Academias

El desarrollo y la difusiòn de las Academias en la Italia Meridional, la cual ha sido ya demostrada en el anterior paragrafe, no es importante solo desde el punto de vista por su cantidad, sino por su calidad, porque consente una valoraciòn de la funciòn social de esta instituciòn cultural.

 
Cada academia formada por un grupo de intelectuales, que a su vez se reunian de forma periodica en su propia sede, para discutir de temas que se habian ya elejido anteriormente, y que eran caracteristicos de esa entidad. Los componentes eran sobretodo nobles o burgueses, teologos y medicos, abogados y músicos, escritores y matemáticos, que, no cubriendo ninguna carga importante en la sociedad, buscaban en la ocupaciòn cultural la compensaciòn de su misma debilidad económica y politica.
 
En las academias se encuentran aparentemente ocupados en la construcciòn de un ámbito autónonomo, de uniones externas y de influencias politicas, pero se reproducen comportamientos y jerarquias que hacen de esta microsociedad un reflejo de la sociedad en su totalidad. De hecho, em el grupo venian asignados encargos especificos, los cargos - aquellos de Principe y del secretario -encargos adecuados segun la competencia de cada uno, que tenia que respetar rigidamente la organizaziòn ya preestablecida. Los cargos son una simulaciòn de una sociedad real, por este motivo las academias representan una proyecciòn de reglas sociales en la edad moderna , y llenan un vacio social ofreciendo un espacio apartado, en el cual la clase media encuentra un lugar adecuado.
 
Estos estaban protegidos por la clase que reinaba y tambièn por los principes porque les garantizaban el control sobre las fuerzas intelectuales. La posibilidad de tener un encargo reconocido socialmente, se transforma para las Academias en un el modo de hacer ver que la cultura tiene su propio poder, mientras la clase que gobierna acepta las academias como proyecciòn de ellos mismos. Por lo tanto , en cada reuniòn cuya finalidad era la de tratar un tema, se ponia en acto un verdadero acontecimiento social, con todo un ritual parecido al que se utiliza en las cortes.
 
Los temas que se proponian dependian de la orientaciòn que la Academia tenía en su estatuto, de hecho cada uno elegía un argumento: cientifico, literario, religioso, social . Los Cenáculos, que se dedican a las ciencias, tratan la filosofia de la naturaleza sobre todo, poniéndose a la misma altura para poner a punto una correcta metodología de investigación de la misma edad moderna. Los que eligen el sector literario, en las reuniones discuten de problemas de estilo, y de las novedades que se pueden aportar en gènero literario. Aquellos religiosos tratan de problemáticas de origen teológico, pruebas que pudieran acertar la existencia de Dios, debates sobre las distintas religiones, diferencias tras estas y la católica. En fin, otros se ocupaban de normas de comportamiento y de cuestiones jurídicas. El tema que se elige, llega a ser representativo de cada grupo y se sintetiza en el nombre de la academia .
 

El título académico

 
El título académico, o sea el nombre escogido por los participantes en el momento de la fundación, se vuelve significativo del compromiso literario, pero también del valor simbólico que se transmite al territorio: la denominación escogida está conectada al fundador laico o religioso y al lugar de fundación, pero en la mitad de los casos aproximadamente, los pertenecientes escogen un nombre que identifique su compromiso y actitud. Así en Nápoles se comparan Academias con tales nombres: Agitadores, Errantes, Ociosos, Reservados, Serenos, Desapercibidos (Cuadro 1); también en Bari : Desapercibidos, Vagos, Valientes, Despreocupados, Errantes, Sinceros y en los países vecinos: Especuladores, Espías, Serenos, Audaces, Intrépidos(cuadro 2).
 
De este modo los intelectuales dejaban un signo tangible de reconocimiento y de apoderamiento del territorio, que está enriquecido por la simbología de sus sentimientos y modalidades comunicativas. Las diversas denominaciones se pueden agrupar en tipologías distintas: la que representa una actitud de interés por la ciencia en su más amplio significado, que se sintetiza en nombres como Incógnitos, Especuladores, Intrépidos. La que compendia actitudes de autonomía por Ociosos, Reservados, Errantes, Serenos, la que estigmatiza la intensidad del sentir de los literariós: Agitados, Audaces y Despreocupados.
 
La función adquirida por las academias es entonces doble: una primera está estrechamente conectada a la función de la literatura que tiende a la autonomía, la segunda está proyectada sobre el territorio. En el primer caso estigmatiza el papel del intelectual que adquiere un espacio propio y por consiguiente su propia autonomía, teniendo un ámbito que le corresponde para la discusión literaria: la academia se convierte en un rito donde tiene importancia la palabra. Además cada academia es una mónada sin territorio, que tiene relaciones con otras mónadas. Se crea así un reino de las letras con tantos centros y después el proceso se radica en el territorio y se regionaliza con un amplio radio de acción. En una sociedad que ahora ya estima poder la cultura, la presencia de la academia es la prueba al denominar el territorio con una forma refinada de antropización. Los intelectuales tienen así su condición de estado que emula la geografía política de la edad moderna.
 
Al mismo tiempo las Academias proyectan una función simbólica sobre todo el territorio porque cada nombre enriquece una determinada área de su dimensión intelectual, y representa un sentido ulterior. En la complejidad de la edad moderna este micro-fenómeno cultural permite comprender la evolución de la organización estatal, el desarrollo económico con formas de renovación desde el punto de vista productivo, el debate sobre problemáticas religiosas y científicas: las Academias, representan otro testimonio de un desarrollo social articulado y estratificado. La variable cultural es una prueba ulterior de los procesos geo-históricos y permite conocér las áreas territoriales también por medio de los inteletuales.
 
 
Notas
1) Las traducciones de los pasajes sacados de los ensayos citados son a cargo de Emilia Sarno.
2) Se hace referencia al estudio de M. Maylander, Storia delle Accademie in Italia, vol.5 Cappelli, Bologna, 1926-1930 y al estudio de A. Quondam “L’ Accademia” en Letteratura Italiana. Il letterato e le istituzioni, vol. I, Torino, Einaudi, 1982,pp-823-898.

3) Se hace referencia al Reino de Napoles menos que la Sicilia.

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ANEXOS

Se aporta, a continuación, un elenco de las academias presentes en la ciudad de Nápoles entre el Quinientos y el Setecientos subdivididas por lugares de fundación según las indicaciones de C. Minieri Riccio, Cenno storico delle accademie fiorite nella città di Napoli. Napoli, 1878
Cuadro 1
Academias de Napoles
 
Academia Real
Academia Alfonsina ,fundada por el Rey Alfonso en Castel Capuano-
trasladada a Castel Nuovo próxima a la Biblioteca, después llamada Pontoniana;
 
Academias próximas a lugares sacros
Adornati , (1685), próxima al monasterio de S. Tommaso d’ Aquino
Agitati, (1665), próxima al convento de S. Tommaso
Alitina, próxima a la iglesia S. Maria della Verità
Belle lettere, próxima al Monasterio de S. Luigi di Palazzo
Discordanti, (1666),próxima al monasterio de S. Domenico Maggiore
Erranti, (1626), próxima al monasterio S. Tommaso d’Aquino
Incauti, (1621), próxima al Convento del Carmine Maggiore
Infervorati, próxima al Claustro de S. Lorenzo Maggiore
Infuriati, próxima al claustro de S. Lorenzo Maggiore
Mergellina, (1781), próxima a la Iglesia de S. Anna de Lombardi
Oziosi, próxima al claustro de S. Maria delle Grazie
Riservati próxima al Monasterio de los P.P. de S. Giorgio maggiore
Sileni próxima al claustro de S. Pietro a Maiella
Svegliati,(1585), próxima al monasterio S. Domenico Maggiore
 
Academias en lugares abiertos
Antiniana, cerro Antignano
Ardenti, en el trono de Capuana
Incogniti, patio de la iglesia dell’Annunziata
Sereni, Trono del Nido, patio de S. Angelo
 
Academias próximas a palacios gentilicios
De Alteris, casa Ruffo de los duques de Bagnara
Altomare, en casa de Devoto Antonio Altomare
Avena, en casa de G. Battista Avena
Investiganti en casa de T. Cornelio
Lincei, en Casa de Della Porta
Cuadro 2
Academias de Bari y de la Pulìa
 
Bari
Academia de los Incogniti
Academia de los IPGRI
Academia de los Spensierati
Academia de los Gesuiti
Academia de los Errantes
Academia de los Tardi
Academia de los Coraggiosi


Aquaviva delle fonti
Academia de los Ravvivati

Andria
Academia de los Sinceri

Barleta
Academia de San Gaetano
Bitonto
Academia de los Infuriati
Academia de los Infiammati

 
Gravina
Academia de los Famélicos
Ruvo
Academia de los Incogniti
Academia de los Oziosi

Foggia
Academia de los Fantastici
Academia de los Volubili
Academia de los Invogliati

Lecce
Academia de los Transformati
Academia de los Spioni
Academia de los Speculatori
Academia de los Sereni
Academia de los Audaci

Brindisi
Academia de los Erranti

Galatina
Academia de los Resoluti

Galatone
Academia de los Infiammati

Monopoli
Academia de los Venturieri

Trani
Academia de los Pellegrini

Fuente: Elaboracion propia
 
 

Figura 1
Frecuencia de las Academias en los estados italianos en el Setecientos

La Figura presenta el orden político italiano en el 1700.
La frecuencia está reconstruida en base a las indicaciones que provee
A. Quondam L’ Accademia.en Letteratura Italiana. Il letterato e le istituzioni , vol. I Torino, Einaudi, 1982,pp-823-898.
Elaboracion propria.

Figura 2

Difusión de las Academias en los tres centros indicados
en su área de influencia en el Quinientos.

Elaboracion propia

Figura 3
Difusión de las Academias en los tres centros indicados en su área de influencia en el Setecientos

Elaboracion propia

   

© Copyright Emilia Sarno, 2006

© Copyright Scripta Nova, 2006
 
 
Ficha bibliográfica:

SARNO, E. Los procesos geo-culturales en la edad moderna: el desarrollo de las academias en el sur de Italia.  Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales.  Barcelona: Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 2006, vol. X, núm. 218 (63). <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-218-63.htm> [ISSN: 1138-9788]
 
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