J. VILELLA, «La epigrafía cristiana de Hispania durante los dos últimos decenios (1970-1990)»,
Actes du X
e
Congrès International d'Épigraphie grecque et latine
, Paris 1997, pp. 439-448.
Josep VILELLA MASANA
LA EPIGRAFÍA CRISTIANA DE HISPANIA
DURANTE LOS DOS ÚLTIMOS DECENIOS
(1970-1990).
Un balance de la epigrafía cristiana hispánica en los últimos años debe
partir necesariamente de la publicación, en 1969, de la segunda edición
-con un suplemento de 70 inscripciones y muchas correcciones a su
edición de 1942- de las
Inscripciones Cristianas de la España Romana y
Visigoda
de J. Vives. Huelga decir que pueden hacerse muchas críticas
metodológicas a J. Vives pero no es menos cierto que su obra representa un
paso de gigante todavía no superado en la sistematización de la epigrafía
cristiana hispana. Buen ejemplo de ello son sus detalladísimos índices y sus
conclusiones -en general, todavía válidas- fundamentadas en la
confrontación de inscripciones, en particular las referidas a las dataciones y
fórmulas funerarias, señalando su evolución y su diversidad geográfica.
Si consideramos la evolución de la epigrafía cristiana hispana posterior a
la obra de Vives, uno de los aspectos a señalar es la paulatina inclusión de
los epígrafes cristianos de época romana y visigoda dentro del acervo
epigráfico de la Antigüedad -constituyendo unos mismos índices-, po-
niéndose de manifiesto la ausencia de cesuras entre las inscripciones cris-
tianas y la restante epigrafía. Así se observa en muchos de los
corpora
1
1. ABASCAL, J. M. (1990); ALFÖLDY, G. (1975); ALMAGRO BASCH, M. (1984);
ARIAS, F. - LE ROUX, P. - TRANOY, A. (1979); BONNEVILLE, J.-N. - DARDAINE, S. - LE
ROUX, P. (1988); CASTELLO, J. J. (1988); ELORZA, J. C.-ALBERTOS, M. L.-GONZÁLEZ BLANCO, A. (1980);
ESPINOSA, U. (1986); ETIENNE, R. - FABRE, G. (1976); FABRE, G. - MAYER, M. - RODÀ, I.
439
Josep VILELLA MASANA
publicados en España en los últimos años y este criterio es también el se-
guido en la reedición actualizada del
CIL
II
2
. Se evidencia así la paulatina
cristalización, en la investigación histórica, de la Antigüedad Tardía. Ahora
bien, como es lógico, la trabazón existente entre toda la epigrafía no puede ir
en detrimento de los estudios sectoriales. Y es, en este sentido, poco lo
realizado en el ámbito de la epigrafía cristiana hispana. Además de la
ausencia de estudios de conjunto y totalizadores, debe señalarse también que
han sido muy escasos los trabajos dedicados a aspectos particulares de la
epigrafía cristiana. Entre estos estudios se hallan el de J. Gil
3
acerca del
léxico usado en las dataciones de las inscripciones de época visigoda o el
estudio de los
elogia feminarum
hecho por J. del Hoyo
4
. Entre los estudios y
comentarios dedicados a algunas inscripciones merece destacarse el
dedicado por J. Fontaine a
ICERV
341
5
.
Tampoco creemos que se han explotado suficientemente las posibilidades
que proporciona el relacionar y contrastar la documentación epigráfica
cristiana con otros conjuntos documentales con los cuales esta epigrafía se
halla orgánicamente vinculada. La misma confección del volumen
correspondiente a Hispania de la
Prosopographie Chrétienne du Bas-Empire
nos evidencia los buenos resultados que proporciona esta confrontación
6
.
Las novedades son, sin embargo, considerables en lo que respecta al
material epigráfico. Durante los últimos años la epigrafía cristiana ha par-
ticipado también del auge que han adquirido en la Península Ibérica los
estudios de carácter epigráfico, auge al cual ha contribuido de manera
considerable la preparación del nuevo
CIL
II. Han sido muchas las lecturas
anteriores que se han corregido mediante nuevas autopsias y han sido tam-
bién muchas las inscripciones que se han editado por vez primera en estos
últimos años. No es, de todos modos, fácil confeccionar un elenco de estas
nuevas inscripciones y lecturas y ello, básicamente, por dos razones. En
primer lugar, debido a que durante las décadas de los años 70 y 80 la epi-
grafía cristiana hispánica ha estado prácticamente ausente de los resúmenes
(1981); FABRE, G. - MAYER, M. - RODÀ, I. (1983); FABRE, G. - MAYER, M. - RODÀ, I.
(1984); FABRE, G. - MAYER, M. - RODÀ, I. (1985); GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, J. (1989);
HURTADO DE SAN ANTONIO, R. (1977); JUAN, J. (1988); LARA, F. (1973); PASTOR,
M.-MENDOZA, A. (1987); RABANAL, M. A. - ABASCAL, J. M. (1985); RODÀ, I. (1989);
RODRÍGUEZ COLMENERO, A. (1987); SERRANO, E. - ATENCIA, R. (1981).
2. La reedición del
CIL
II -en curso de realización desde 1981- está auspiciada por la
Academia de Berlín y por la Kommission für Alte Geschichte und Epigraphik.
3. GIL, J. (1976a).
4. HOYO, J. DEL(1989).
5. FONTAINE, J. (1972-74).
6. Están colaborando actualmente en este volumen P. de la C. Díaz Martínez, A. Moreno
e I. Velázquez.
440
LA EPIGRAFÍA CRISTIANA DE HISPANIA
realizados en el ámbito de la epigrafía antigua hispana
7
. En segundo lugar,
por hallarse, las novedades, desperdigadas en una amplia y variada
bibliografía, con frecuencia de escasa divulgación
8
.
Ante la imposibilidad de realizar, en esta breve síntesis, un detallado
análisis del progreso de la epigrafía cristiana hispana posterior a Vives -y
Ferrua, autor del apéndice dedicado a las inscripciones griegas en el elenco
de Vives-, nos proponemos únicamente considerar las inscripciones
cristianas seguras o muy probables -con exclusión de los simples cris-
mones o monogramas- que no se hallan en el
corpus
de Vives -algunas
se hallan en el de Hübner- publicadas entre 1970 y 1990 y que se fechan
-al menos con probabilidad- antes del 711. Aunque pretendemos dar
una visión completa, es evidente que resulta muy difícil ser plenamente
exhaustivos. Para su presentación las agruparemos en seis categorías que
reflejan estas novedades: 1) inscripciones funerarias; 2) inscripciones
rupestres; 3) inscripciones en elementos y ámbitos arquitectónicos; 4)
inscripciones en soporte de metal; 5) inscripciones en pizarras; 6) ins-
cripciones en ladrillos y cerámica.
Al citar las publicaciones, nos limitaremos únicamente a las referencias
de
L'Année Epigraphique
(
AE
) -siendo el correspondiente a 1988 el último
consultado- y de
Hispania Epigraphica
(
HEp
) -hemos consultado
números correspondientes a 1989 y 1990- para las inscripciones que se
incluyen en estos dos repertorios.
1. Inscripciones funerarias
En este grupo destaca el incremento producido en cuatro zonas que ya
presentaban un notable conjunto de inscripciones cristianas en el
corpus
de
Vives. Se trata de las ciudades de Tarragona y Mértola (concelho de
Mértola, distrito de Beja) y del área andaluza y extremeña.
Casi todas las inscripciones editadas por G. Alföldy que no se hallan
incluídas en
ICERV
9
corresponden a fragmentos de la necrópolis paleocris-
7. Cf. CANTO, A. M. (1991), con bibliografía. Se dedica más atención a la epigrafía
cristiana en los balances referidos al nordeste peninsular: MAYER, M. - RODÀ, I. (1985);
MAYER, M. - RODÀ, I. (1987); MAYER, M. - RODÀ, I. (1988).
8. Queremos agradecer al Centro de Documentación de Historia Antigua de la Univer-
sidad Complutense de Madrid las facilidades que nos han proporcionado para consultar el
fichero epigráfico de la reedición actualizada del
CIL
II y muy especialmente a la Dra. H.
Gimeno y a la Sra. G. Vargas.
9. ALFÖLDY, G. (1975), n°s. 941, 943, 953, 957, 963, 985, 988, 997, 1005, 1014,
1019, 1021, 1030-1033, 1045, 1050, 1054-1060, 1062-1072. Son 36 inscripciones.
441
Josep VILELLA MASANA
tiana. De este conjunto de Tarragona destaca, sin duda, el epitafio del obispo
Cyprianus
10
, quien envía representantes a los concilios XIII (año 683), XIV
(año 684) y XV (año 688) de Toledo
11
. Además del
corpus
de Alföldy, se ha
editado un fragmento de Tarragona
12
y otro -probablemente funerario-
de Tortosa
13
.
Las inscripciones -la mayoría enteras- publicadas de Mértola
contribuyen a engrosar todavía más el ya importante conjunto proporcionado
por esta ciudad
14
. Entre estos epígrafes podemos destacar el del presbítero
Possidonius
15
.
En Andalucía, región con una considerable densidad de inscripciones
cristianas, en estos años se han producido novedades en casi todas sus
provincias, destacando las de Córdoba y Sevilla. En Córdoba, entre las
nuevas inscripciones sepulcrales
16
, destacan la del
peccator Iohannes
17
, la
de
Achilles
18
-que se inicia con
peregrinus sum
-, el primer ejemplo de
decumbere
19
para indicar el fallecimiento y la inscripción métrica del noble
Euresius
20
. De la provincia de Sevilla
21
, una adaptación parcial del epitafio
de Chindasvinto escrito por Eugenio de Toledo
22
, la inscripción de la
innocens uirgo Cypriana
23
, el epitafio métrico de
Marciana
24
y el de la
10. ALFÖLDY, G. (1975), n° 941.
11. Cf. GARCÍA MORENO, L. A. (1974), n° 568.
12.
AE
, 1985, 632,
HEp
, 1, 1989, 593.
13. MAYER, M. - RODÀ, I. (1985a), n° 31.
14. ENCARNAÇÃO, J. D' (1984), 155, a y b;
AE
, 1985, 505-509; ALMEIDA, J. MENDES DE
(1986), n° 6 + figs. 9-10;
AE
, 1988, 676-678,
HEp
, 2, 1990, 750-752;
HEp
, 2, 1990, 755;
AE
,
1988, 679,
HEp
, 2, 1990, 753;
AE
, 1989, 365,
HEp
, 2, 1990, 754. Son 14 inscripciones.
15.
AE
, 1985, 506.
16. ULBERT, Th. (1971 [1974]), p. 178 + lám. 14;
AE
, 1974, 374;
AE
, 1978, 422;
AE
,
1978, 423-424; MARCOS, A. - VICENT, A. M. (1977), p. 151-176;
AE
, 1985, 558,
HEp
, 1,
1989, 275;
HEp
, 1, 1989, 252;
AE
, 1986, 357,
HEp
, 1, 1989, 262;
AE
, 1986, 364,
HEp
, 1,
1989, 307;
HEp
, 2, 1990, 318-319;
HEp
, 2, 1990, 321;
AE
, 1977, 531,
HEp
, 2, 1990, 340;
HEp
, 1, 1989, 247; LEIVA, F. (1988), p. 40, n° 51;
AE
, 1988, 747,
HEp
, 2, 1990, 353;
GÓMEZ-PALLARÈS, J. (1988-89a), n° 97; CARMONA, R. (1990), p. 25-31. Son 19
inscripciones.
17.
HEp
, 1, 1989, 247.
18.
AE
, 1985, 558,
HEp
, 1, 1989, 275.
19.
AE
, 1977, 531,
HEp
, 2, 1990, 340.
20.
AE
, 1978, 424.
21.
AE
, 1972, 274-275;
AE
, 1974, 377; CANTO, A. M. (1974), n° 13 + lám. 36,13;
RECIO, A. (1976), p. 98-99 + fig. 15;
AE
, 1979, 345-346; FERNÁNDEZ CHICARRO, C. -
FERNÁNDEZ GÓMEZ, F. (1980), n° 10;
HEp
, 1, 1989, 576;
HEp
, 2, 1990, 648;
HEp
, 2,
1990, 622. Son 11 inscripciones.
22.
AE
, 1972, 274.
23.
AE
, 1974, 377.
24. FERNÁNDEZ CHICARRO, C. - FERNÁNDEZ GÓMEZ, F. (1980), p. 187, n° 11.
442
LA EPIGRAFÍA CRISTIANA DE HISPANIA
clarissima femina Eusebia
25
. También hay novedades en
Baelo Claudia
(Bolonia, Cádiz)
26
, en la provincia de Granada
27
, en la provincia de
Huelva
28
y en Cárchel (Jaén)
29
.
El catálogo de la provincia de Badajoz se ha incrementado con inscrip-
ciones de Mérida y alrededores
30
entre las cuales cabe destacar la del obispo
Fidelis
31
, conocido por las
Vitae sanctorum patrum Emeritensium
32
, la del
auriga Sabinianus
33
, la del presbítero
Barusus
34
y la del
fortissimus miles
Alexander
35
. Bastante más escaso ha sido lo hallado en la provincia de
Cáceres
36
.
El resto de las novedades en epigrafía funeraria cristiana aparece, con una
densidad mucho menor a los grandes focos que hemos mencionado, en
diferentes puntos de Portugal y España. En Portugal encontramos novedades
en el concelho de Serpa (distrito de Beja)
37
, en
Conimbriga
38
, en el
25.
HEp
, 2, 1990, 622.
26.
AE
, 1988, 735;
AE
, 1988, 736,
HEp
, 2, 1990, 257. Son 2 inscripciones.
27.
HEp
, 1, 1989, 353;
HEp
, 1, 1989, 354;
HEp
, 2, 1990, 406;
HEp
, 2, 1990, 402. Son 4
inscripciones.
28. CANTO, A. M. (1974), n° 9 + lám. 34,9, GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, J. (1989), n° 48;
AMO, M. D. DEL (1978), p. 353-355 + lám. 3, GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, J. (1989), n° 27.
Son 2 inscripciones.
29. SOTOMAYOR, M. (1979), p. 97-101.
30. ÁLVAREZ SÁENZ DE BURUAGA, J. (1970), p. 205-207 + lám. 31; DURÁN, I.
(1975), p. 365-368 + lám. 37; CABALLERO, L. - ULBERT, Th. (1976), p. 158-160 + fig. 43 y
lám. 30a, cf. p. 195-221, GIL, J. (1976b), p. 570, nota 5; CABALLERO, L. - ULBERT, Th.
(1976), p. 160-161 + fig. 44 y lám. 31, cf. p. 195-221; CABALLERO, L. - ULBERT, Th.
(1976), p. 178- 180 + lám. 32a, cf. p. 195-221; CABALLERO, L. - ULBERT, Th. (1976), p. 196-
197, nota 3 + láms. 32b y 32c; CABALLERO, L. - ULBERT, Th. (1976), p. 197, nota 3;
SCHLUNK, H. - HAUSCHILD, Th. (1978), p. 156 + lám. 49a; FABRE, G. - MAYER, M. - RODÀ,
1(1985), n° 4*;
HEp
, 1, 1989, 109-110;
HEp
, 2, 1990, 27; RODRÍGUEZ DIAS, A. (1986),
n156; REYES ORTÍZ DE TOVAR, J. M. [GARCÍA, S. ed.] (1988), 693, p. 128-129; REYES
ORTÍZ DE TOVAR, J. M. [GARCÍA, S. ed.] (1989), 698, p. 78-79. Son 15 inscripciones. Este
conjunto se incrementará notablemente con la publicación de las inscripciones halladas en las
excavaciones de la basílica de Santa Eulalia de Mérida.
31. ÁLVAREZ SÁENZ DE BURUAGA, J. (1970), p. 205-207 + lám. 31.
32. Cf. KAMPERS, G. (1979), n° 96.
33. CABALLERO, L. - ULBERT, Th. (1976), p. 178-180 + lám. 32a, cf. p. 195-221.
34. CABALLERO, L. - ULBERT, Th. (1976), p. 196-197, nota 3 + láms. 32b y 32c.
35. REYES ORTÍZ DE TOVAR, J. M. [GARCÍA, S. ed.] (1988), 693, p. 128-129.
36. GONZÁLEZ CORDERO, A. - SUÁREZ DE VENEGAS, J. - DE ALVARADO, M. (1990),
n° 32 + fot. 21 y dib. 22; CERRILLO, E. (1983), p. 101-103; CABALLERO, L. (1970), p. 79-
86 y 130 + láms. 27-28.
37.
HEp
, 2, 1990, 760.
38.
AE
, 1975, 492; ETIENNE, R. - FABRE, G. (1976), n° 109 + lám. 19,109. Son 2
inscripciones.
443
Josep VILELLA MASANA
concelho de Estremoz (distrito de Evora)
39
y, según su editor, en el
concelho de Chaves (distrito de Vila Real)
40
. En Portugal hay también una
inscripción griega cuya procedencia es incierta
41
.
En lo que respecta a las restantes provincias españolas, en la zona norte
hay inscripciones no incluídas en
ICERV
en Santa María de Trasmonte (La
Coruña)
42
y en Asturias
43
, siendo una de ellas -fechada durante el rei-
nado de Egica- la del presbítero [
Fl
?]
ainus
44
, quizás el presbítero men-
cionado por Valerio del Bierzo
45
. En la Meseta las hay en las proximidades
de San Pedro de Arlanza (Burgos)
46
, en
Segobriga
(Saelices, Cuenca)
47
, de
las cuales una corresponde al epitafio del obispo
Honoratus
48
, en Polán
(Toledo)
49
y en Valdepeñas (Ciudad Real)
50
. Dentro de este conjunto
funerario, en La Rioja sólo tenemos la novedad de Tricio
51
. En el este
hispano, hay inscripciones en Cartagena (Murcia)
52
, Elche (Alicante)
53
,
provincia de Barcelona
54
, Guissona (Lérida)
55
y Manacor (Baleares)
56
.
39. ENCARNAÇÃO, J. D' (1977), n°s. 13, 14 y 16;
HEp
, 2, 1990, 784. Son 4 inscripciones.
40. RODRÍGUEZ COLMENERO, A. (1987), n°s 226 y 232. Son 2 inscripciones. En nuestra
opinión las inscripciones consideradas como cristianas en la publicación de Colmenero deben
ser tomadas con cautela.
41. ALMEIDA, J. MENDES DE (1986), n° 4.
42. NÚÑEZ, M. (1977), n° 41, NÚÑEZ, M. (1979), n° 40, ACUÑA, F. (1981), p. 64, nota
28.
43. DIEGO, F. (1979), p. 52; DIEGO, F. (1979), p. 52, GUTIÉRREZ GONZÁLEZ, J. A.
(1982), p. 45, nota 74. Son 2 inscripciones.
44. DIEGO, F. (1979), p. 52, GUTIÉRREZ GONZÁLEZ, J. A. (1982), p. 45, nota 74.
45. Cf. KAMPERS, G. (1979), n° 272.
46. FABRE, G. - MAYER, M. - RODÀ, I. (1982), n° 32; RODÀ, I, (1989), n° 14.
47. ALMAGRO BASCH, M. (1984), C-3-5. Son 3 inscripciones.
48. ALMAGRO BASCH, M. (1984), C-4.
49.
AE
, 1986, 430b,
HEp
, 1, 1989, 614;
AE
, 1988, 825b,
HEp
, 2, 1990, 689.
50.
AE
, 1987, 697,
HEp
, 1990, 292.
51. ELORZA, J. C. - ALBERTOS, M. L. - GONZÁLEZ BLANCO, A. (1980), n° 66 + fig. 37,
ESPINOSA, U. (1986), n° 38 + lám. 5, 38.
52.
HEp
, 2, 1990, 483.
53. RABANAL, M. A. - ABASCAL, J. M. (1985), n° 86.
54.
AE
, 1984, 610; FABRE, G. - MAYER, M. - RODÀ, I. (1984), n° 79; FABRE, G. -
MAYER, M. - RODÀ, I. (1984), n° 96; FABRE, G. - MAYER, M. - RODÀ, I. (1984), n° 123. Son
4 inscripciones.
55.
HEp
, 1, 1989, 429.
56. GÓMEZ-PALLARÈS, J. (1988-89b), n° 112.
444
LA EPIGRAFÍA CRISTIANA DE HISPANIA
2. Inscripciones rupestres
Este grupo de inscripciones -totalmente ausentes en la recopilación de
Vives- ha hecho incrementar de manera notable el conjunto de inscrip-
ciones cristianas en las dos últimas décadas. Un importante conjunto, to-
davía en curso de estudio, es el de la cueva de La Camareta (Agramón,
Alicante). La Camareta presenta textos de diversa cronología, si bien la
mayoría parecen corresponder a la Antigüedad Tardía y están escritos, bá-
sicamente, en letra capital y rústica visigoda. Con seguridad son cristianas
-y al parecer anteriores al siglo VIII- siete
57
, mencionándose en una al
sanctus uir Cila
58
y en otra al
clerigus Thomasius
59
.
Otro relevante conjunto es el covacho y la iglesia de Las Gobas (Laño,
Burgos). De entre las inscripciones publicadas de este recinto, son cristianas
seguras -por la onomástica, simbología o léxico- once
60
, al parecer del
siglo VII. La cueva de Nuestra Señora de la Peña (Peñacerrada, Alava)
también ofrece textos cristianos
61
, probablemente de época visigoda. En
Arnedo (La Rioja)
62
aparece el nombre de Cristo -en griego- y, junto a
él, el de Roma. Y ya para finalizar este conjunto, debe mencionarse una
inscripción de Villarén (Palencia) en la que, según el editor, se dedica la
cueva -sin duda una iglesia- a San Martín en el año 587
63
.
3. Inscripciones en elementos y ámbitos arquitectónicos
Además de la inscripción rupestre ya mencionada de Villarén, hay otras
inscripciones que aluden a ámbitos religiosos. En Medina de Pomar
(Burgos) aparece la conmemoración de una consagración, en época de Re-
caredo, de un edificio religioso por
Asterius
64
, obispo de Oca documentado
57.
HEp
, 1, 1989, 36; AA. VV. (1983), n° 4 + lám. 2,4; AA. VV. (1983), n° 5 + lám. 2,5,
VELÁZQUEZ, I. (1988b), p. 317;
HEp
, 1, 1989, 34;
HEp
, 1, 1989, 35;
VELÁZQUEZ, I.(1988b), p. 317.
58.
HEp
, 1, 1989, 36.
59.
HEp
, 1, 1989, 35.
60.
HEp
, 2, 1990, 186a-c;
HEp
, 2, 1990, 186f-h;
HEp
, 2, 1990, 186j-k;
HEp
, 2, 1990,
186m;
HEp
, 2, 1990, 187b-c.
61.
HEp
, 2, 1990, 4a-c;
HEp
, 2, 1990, 4e. Son 4 inscripciones.
62. GONZÁLEZ BLANCO, A. - ESPINOSA, U. - SÁENZ, J. M. (1979), p. 1129-1142,
ELORZA, J. C. - ALBERTOS, M. L. - GONZÁLEZ BLANCO, A. (1980), n° 12 + fig. 7,
ESPINOSA, U. (1986), n° 9 + lám. 2,9.
63. MONREAL, L. A. (1989), p. 36 + lám. 9 y fot. 2.
64. CADIÑANOS, I. (1975), p. 503-504.
445
Josep VILELLA MASANA
también por subscribir tres concilios
65
. En Antequera (Málaga) se
documenta la construcción de una iglesia
a Sixerio et Wisente
66
. Una ins-
cripción de Utrera (Sevilla) se refiere también a la construcción de una
iglesia
67
. Otro epígrafe de San Pedro de Rocas (Orense), fechado en el año
573, se refiere al patronato hereditario que tienen cinco personajes de una
iglesia propia y en la cual se menciona a
Wittimer
68
, obispo de Orense
documentado, además, por otras fuentes
69
. Probablemente se trata también
de una inscripción relativa a una iglesia la recientemente descubierta en
Valencia
70
.
En las excavaciones de Casa Herrera (Badajoz) se ha encontrado una
placa de mármol con inscripción que probablemente pertenece a una mesa
de altar
71
. Un fragmento epigráfico cristiano que parece corresponder a un
calendario o quizás a una enumeración de reliquias
72
proviene de
Fuengirola (Málaga). De Portugal (concelho de Chaves, distrito de Vila
Real) se ha publicado una inscripción que alude a San Cristóbal
73
. En un
capitel de Córdoba aparece el nombre de San Juan Evangelista
74
. De
Bernardos (Segovia) procede un bloque horizontal de caliza con inscripción
cristiana
75
. Y ya para finalizar este elenco, citamos tres inscripciones que
corresponden a pavimentos musivos de basílicas, de las cuales dos son de Sa
Carrotxa de Manacor (Mallorca)
76
y una -que también podría ser judía-
de Illeta del Rei (Menorca)
77
.
65. Cf. GARCÍA MORENO, L. A. (1974), n° 570.
66. ATENCIA, R. (1971), sin paginación, GUTIÉRREZ MÉNDEZ, C. (1987 [1988]),
p. 268-274.
67.
AE
, 1988, 717,
HEp
, 2, 1990, 646.
68. NÚÑEZ, M. (1977), n° 25 + fot., NÚÑEZ, M. (1979), n° 28, CANELLAS, A.
(1979), n° 27.
69. Cf. KAMPERS, G. (1979), n° 85.
70. ESCRIVÁ, V. - PASCUAL, J. - RIBERA, A. (1989), p. 46 (fotografía), SORIANO, R.
(1990), p. 29 (fotografía).
71. CABALLERO, L. - ULBERT, Th. (1976), p. 173-174, cf. p. 195-221.
72.
HEp
, 2, 1990, 478.
73.
HEp
, 2, 1990, 867.
74. SCHLUNK, H. - HAUSCHILD, Th. (1978), p. 193 + lám. 92b.
75. MOLINERO, A. (1971), n° 2629 + lám. 122,1 y 164, SCHLUNK, H. - HAUSCHILD, Th.