Psicología Patológica
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Mensaje enviado por:
R.Benasayag, A.Góngora, B.Pardo
Fecha: 22-06-98
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Varios
Sobre el tema: Jerarquías


Esta es una aportación colectiva, producto de tres reuniones de debate (aunque al principio pensábamos que sería una) y un trabajo posterior de síntesis y redacción (que tampoco estaba previsto). La intención es hacer nuestra aportación sobre el tema de JERARQUÍA, animados por una primera intervención al respecto en el "correo de la asignatura" y, segundo, porque nos parece que la postura más bien "anti-jerárquica" que hemos visto en clase y en los materiales de la asignatura no está suficientemente justificada. Creemos que este puede ser un foro adecuado para el debate en cuestión. También pensamos que este esfuerzo nos servirá para mejorar nuestra nota de la asignatura.

Nuestra aportación se encuadra dentro de la discusión ya en curso en el "correo de la asignatura". Nos referimos, por tanto, a varias de las cuestiones ya planteadas, como la relación entre jerarquía y tipo de procesamiento (secuencial, paralelo), o distintas interpretaciones de la teoría de la evolución. Entrando en materia, estamos de acuerdo en que una correcta concepción del proceso de la evolución debe descartar cualquier interpretación teleológica o de tendencia a la perfección. Sin embargo, la aparición de organismos cada vez más complejos en el proceso evolutivo es un hecho, lo cual no es incompatible con la aparición simultanea de especies con un nivel menor de organización, e incluso de regresión en este sentido en el árbol filogenético (No es lógicamente incompatible, si bien tampoco se nos ocurre ningún ejemplo. También es cierto que no somos especialistas en la materia). Es claro que mayor complejidad no implica mejor adaptación (ni mejor ni peor: diferente), pero sí es cierto que cuando se da este proceso de aumento de la complejidad, de la dotación cromosómica, etc..., la aparición de nuevas estructuras se acompaña de la conservación de las anteriores. Desde la anatomía comparada resulta evidente que estructuras filogenéticamente más recientes se superponen a otras existentes con anterioridad, especialmente en lo referente al sistema nervioso. Los datos recogidos de la descripción del proceso de ontogénesis en la etapa embrionaria son también muy elocuentes en cuanto a la periodización de aparición de diferentes estructuras. En resumen, la superposición de estructuras en la escala filogenética es un hecho. El punto fundamental de debate, desde nuestro punto de vista, es aclarar si esto se traduce en jerarquía a nivel funcional. Creemos que pueden considerarse válidas estas dos afirmaciones: - en el sistema nervioso tiene lugar tanto procesamiento de tipo serial como paralelo; - jerarquía no es sinónimo de procesamiento serial o secuencial.

Esta última afirmación puede parecer más polémica que la primera. Sin embargo, este es un hecho que se puede inferir del funcionamiento de redes neuronales artificiales, utilizadas en la metodología de simulación: efectivamente, dos estructuras físicamente bien diferenciadas pueden influirse mutuamente dependiendo de las características de las conexiones entre ellas y de su arquitectura, independientemente de que una de ellas reciba un input del medio exterior y otra emita un output. Esto nos lleva a plantearnos porqué la metodología de simulación no se encuentra más extendida en los estudios de psicopatología básica, ya que las posibilidades nos parecen enormes. Existen precedentes muy interesantes (p.ej., la simulación de estructuras y sus patologías en el área del lenguaje, imitando lesiones cerebrales: ver Hinton, Plaut y Shallice en INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, diciembre, 1993). El uso de una metodología adecuada es primordial a la hora de abordar un problema. De hecho, evidencias sobre procesamiento paralelo suele provenir del campo puramente experimental, con procedimientos muy invasivos aplicados en animales (como en el ejemplo de los trabajos de Diamond).

La jerarquía (que, insistimos, no es exactamente procesamiento secuencial) es mucho más difícil de estudiar. Se supone que juega un papel en procesos muy complejos, especialmente en conductas de control (control cortical sobre funciones más o menos simples; de forma parecida podrían interpretarse las aportaciones de Hoffman o de Frith respecto a los síntomas positivos de la esquizofrenia). Se trata de fenómenos difíciles de extrapolar desde su manifestación en el hombre a la conducta animal observable. No es casual que la mayor evidencia de jerarquía provenga del campo de la clínica, especialmente de la psicopatología infantil, donde todo parece un poco más claro. En este sentido es muy interesante la postura del profesor Lluis Folch en cuanto a la comprensión de gran parte de la patología infantil como un déficit de inhibición cortical de los impulsos diencefálicos. Sin duda el enfoque clínico adolece de falta de reproductibilidad y de un elevado nivel de inferencia y subjetividad, pero la metodología experimental es mucho más difícil de aplicar en el hombre que en los animales. Quedan vedadas las técnicas invasivas de ablación, desconexión etc..., y las patologías accidentales que pueden ser estudiadas sin plantear un problema ético son, con frecuencia, lesiones locales o difusas (lo cual ha ido muy bien al localizacionismo) y casi nunca desconexiones (que sería lo que nos podría interesar).

En fin, esperamos nuevas aportaciones a nuestros comentarios, porque el tema nos interesa.


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Asignatura: Psicología patológica

Comentarios:  jgutierrez@psi.ub.es