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Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98
Vol. VII, nº 345, 1 de febrero de 2002

SANCHEZ DE JUAN, Joan-Antón. Civitas et Urbs. The Idea of the City and the Historical Imagination of Urban Governance in Spain, 19th-20th Centuries. Ph.D. Thesis (Supervisor Prof. Rafaelle Romanelli), European University Florence, 2001. 308 p.
 

Horacio Capel
Universidad de Barcelona


Palabras clave: gobernanza, municipalismo, urbanismo.

Key words: governance, municipalismo, urbanism.


La Universidad Europea de Florencia es la primera gran institución universitaria europea específicamente creada como centro de educación superior, y está desarrollando una importante tarea en la configuración de una identidad científica común en el campo de las ciencias sociales. Su actividad se centra en los estudios de tercer ciclo, y su énfasis en los trabajos comparativos a escala internacional es especialmente beneficioso para que los jóvenes investigadores tengan una visión amplia de la realidad cultural europea, de los desarrollos paralelos, que son los más, y de las especificidades nacionales, que también existen.

En ese contexto ha realizado Joan-Antón Sánchez de Juan su Tesis doctoral sobre Civitas et Urbs. The Idea of the City and the Historical Imagination of Urban Governance in Spain, 19th-20th Centuries, que ha sido dirigida por el profesor Rafaelle Romanelli. Una Tesis que trata, como él mismo escribe, de la idealización de formas históricas de gobernanza urbana y, en concreto, de la "reaparición paradójica de puntos de vista del siglo XIV en las imaginaciones históricas y políticas del siglo XIX".

En el siglo XIX la alternativa de un mundo organizado en pequeñas repúblicas y ligas urbanas, que había sido casi realidad en algún momento del pasado, volvió a presentarse por algunos como una posibilidad imaginada para el futuro. "El pasado como futuro" es el título sugestivo del primer epígrafe de la Tesis, que sitúa la investigación en una dirección que muestra el enfoque que se adopta: el análisis de la imagen que se formaron del pasado algunos políticos e intelectuales a fines del siglo XIX y que afectó a la idea que tuvieron sobre la ciudad; y ello en un contexto en el que la reflexión sobre la organización de ésta podía ser al mismo tiempo un cuestionamiento del estado liberal o una propuesta de descentralización del mismo.

El autor analiza el papel que podían tener las reconstrucciones históricas de la ciudad realizadas en el siglo XIX. Reconstrucciones que podían presentar la ilusión del autogobierno urbano tanto desde el pensamiento conservador o la derecha clerical que se oponía al Estado liberal (como en caso de los carlistas o de autores como Torras y Bages en Cataluña), como desde la izquierda (utopías libertarias).

Su enfoque pone énfasis en que la ciudad -y sus instituciones- "lejos de ser una simple noción legal y política, aparece [y yo creo que deberíamos añadir también] como una construcción cultural encajada e interactuando entre los diferentes cuerpos de la sociedad". En el cambio del siglo XIX al XX la ciudad emerge como una fuente de poder autónomo en diferentes países europeos. En ese contexto, el autor examina el debate sobre la reforma del régimen local en España durante el siglo XIX. Y analiza las discusiones que hubo sobre la regulación local y la administración de servicios municipales, que el autor apropiadamente denomina municipalismo, y que considera "una ideología administrativa más que política, la cual presta más atención a la provisión de servicios públicos, transporte y vivienda a los municipios" (pág. 21).

Joan-Antón Sánchez realiza siempre comparaciones sistemáticas internacionales y se mueve fácilmente en diferentes campos del conocimiento. Tuvo una formación de antropólogo con amplia atención a la geografía en los últimos años de su Licenciatura, habiendo publicado incluso trabajos desde esta disciplina. Luego durante su estancia en Florencia, bajo la dirección del profesor Rafaelle Romanelli, ha tenido ocasión de profundizar sus estudios históricos, y especialmente sobre el poder local. Lo que es una suerte para cualquier licenciado, pero mucho más para un antropólogo que seguramente va a actuar como tal en el futuro.

No cabe duda de que los antropólogos son una comunidad muy competente y valiosa en el campo de las ciencias sociales, pero también que sus interpretaciones, siempre imaginativas y sugestivas, quedan sesgadas a veces por su escasa sensibilidad a la historia, lo que les lleva a hacer generalizaciones abusivas. No hay más que visitar el Museo de América en Madrid, organizado por antropólogos, para darse cuenta de los errores de interpretación que pueden hacerse; por ejemplo, generalizando las estructuras de poder o de carácter religioso, sin atender a las diferencias históricas que existen entre la época prehispana y la hispana así como, dentro de ésta, entre las situaciones matizadamente distintas que se desarrollaron durante los tres siglos en que los reinos de Indias formaron parte de la Monarquía Hispana. O basta con recorrer una exposición temporal como la que estos días se celebra en Barcelona sobre la inmigración con el título "Mosaico de culturas", organizada por el Museu Etnológic de la ciudad, para comprobar la superficialidad y confusión de los trabajos de algunos antropólogos -afectados, además, por el nacionalismo-: que se yuxtaponga la llamada "inmigración española" a Cataluña (como si Cataluña no formara parte de España desde el siglo XV) con la guineana, la saharaui (de cifras verdaderamente limitadas) o la ecuatoriana (mucho más reciente), entre otras, no es más que una de las terribles confusiones culturales que se difunden, por no hablar de la sección sobre la diversidad gastronómica, que incluye la receta del pan con tomate, la escudella y el cuscús.

Por ello, que un antropólogo adquiera una buena formación histórica, además de la geográfica, creo que ha de ser motivo de satisfacción, ya que le proporciona una excelente preparación para ser un mejor científico social.

Creo que el autor consigue en esta Tesis sus pretensiones de integrar la historia urbana, la historia de las ideas, la historia social, la historia política y la historia del planeamiento y de la administración. De todo lo cual utiliza una amplia bibliografía, muy pertinentemente integrada y relacionada en el texto. También intenta avanzar hacia una antropología histórica de las instituciones urbanas, aunque ésto lo consiga de forma más limitada.

Más que ello, la Tesis conecta con el desarrollo de las investigaciones sobre la dinámica urbana del gobierno municipal y sobre los estudios del poder local, acerca de lo cual el profesor Rafaelle Romanelli ha realizado importantes contribuciones. Tuve ocasión de conocer los trabajos de este historiador italiano con ocasión de la lectura de la Tesis doctoral de Eliseu Toscas, de cuyo tribunal también formó parte, y desde entonces he apreciado y aprendido mucho con sus investigaciones sobre la administración pública y sobre el poder local.

Sánchez de Juan muestra que el uso del pasado para sostener y legitimar las instituciones urbanas era normal en el periodo bajo medieval italiano y lo fue también durante el siglo XIX. En el ochocientos los materiales antiguos se utilizaron para construir las tradiciones de un nuevo tipo, y la recuperación de la experiencia histórica de instituciones urbanas antiguas y medievales desempeñó un gran papel en los debates que tendían a la reforma del régimen local. Dicha reforma es analizada en la Tesis desde la perspectiva de que el pasado fue frecuentemente usado para mostrar el camino al futuro, o para mostrar alternativas al presente.

La Tesis doctoral que realizó Santiago Quesada nos había enseñado que eso ya se hacía en el Renacimiento, en especial en las historias de ciudades de los siglos XVI y XVII. Un artículo publicado en la revista Geo Crítica a partir de dicha Tesis se llamó significativamente "Las historias de ciudades. Utopía y conocimiento histórico", y ponía énfasis en la importancia que alcanzaba en ellas la presentación de alternativas y de ideales de ciudad, como programa político o intelectual de grupos sociales que pugnaban por imponer sus ideas de lo que debía ser el desarrollo futuro de la suya propia. De manera semejante se puede decir de las historias de ciudades escritas en los siglos XVIII y XIX, tema éste último de otra Tesis que se está realizando (la de Antolín Espinosa).

Una larga línea de pensamiento ésta de las historias de ciudades, que Joan-Anton Sánchez de Juan no desconoce y cita oportunamente, pero de la que tal vez no habla suficientemente preocupado como está por las grandes ciudades y las más brillantes manifestaciones del debate municipalista y del asociacionismo municipal. Una tradición que dio lugar durante el período que él estudia a una importante floración de historias de ciudades que tienen gran interés no solo por la concepción histórica que en que se integran y por los datos concretos que aportan, sino también por la idea de ciudad que está implícita en ellas y por el orgullo cívico que transmiten al público general. Pienso que es muy grande el interés de tener en cuenta esas historias, incluso -o tal vez sobre todo- las de aquellas que se hicieron de las pequeñas ciudades (como, por citar una, la Historia de Lorca de Francisco Cánovas Cobeño, publicada en 1894).

Ese mismo orgullo cívico por la ciudad se aprecia también en otras producciones intelectuales de la época. Como en las guías urbanas, estudiadas por María del Mar Serrano, que servían en el XIX no solo para proclamar las antigüedades, bellezas, monumentos, hitos históricos o ilustre progenie, sino también las más modernas realizaciones económicas (fábricas, comercios...) o de gobierno y control social (ayutamientos, cuarteles, cárceles, etc).

Algo similar puede decirse que ocurrió con el urbanismo y la construcción de edificios; que se realizó durante el XIX mirando también al pasado, pero construyendo una realidad urbana totalmente nueva. Eso se hizo en el contexto de un ambiente arquitectónico en el que dominaba el neohistoricismo y el eclecticismo. Y en el centro de la misma Florencia en que se defendió la Tesis es posible ver un ejemplo magnífico de esa referencia al pasado, al mismo tiempo que se destruía y se construía otro marco edilicio totalmente nuevo. Ese centro urbano florentino, modelado durante la edad media y el Renacimiento y que conservaba todavía destacados vestigios romanos, fue totalmente remodelado y transformado a fines del XIX. En la plaza de la República, en el mismo lugar donde se encontraba el foro romano, un edificio porta una inscripción muy expresiva de lo que se hizo, al tiempo que se construía un nuevo marco urbano: A vita nuova restituito.
 
 

Urbanismo y municipalismo

Los diferentes capítulos de la Tesis están organizados en una estructura cronológica, que parte de la mitad del siglo XIX y llega hasta los años 1920, a la que se superpone otra estructura temática que pone énfasis sucesivamente en el planeamiento urbano en España, las relaciones entre el municipio y el Estado, la regulación de la ciudad, los debates sobre la autonomía municipal, y el impacto de dichos debates en la aparición de un sentimiento municipalista que trata de gestionar la nueva realidad urbana con nuevos métodos de gestión y con una creciente atención a los servicios públicos. Finalmente, en el capítulo 7 se sitúa el movimiento español para la reforma municipal en el contexto internacional de principios del siglo XX, con la formación de asociaciones de ciudades y la organización de conferencias internacionales sobre el urbanismo y el municipalismo

El desarrollo del planeamiento urbano moderno en España tiene una aportación fundamental con la obra de Ildefonso Cerdá, que escribió, como es sabido la primera Teoría general de la urbanización. Sánchez de Juan utiliza de forma amplia no solo ésta sino también otras obras recientemente descubiertas de Cerdá, y en particular la Teoría de la Ciudad y sus trabajos sobre el plan de ensanche de Madrid (Cerdá, 1991). A partir de ellas analiza la mutación semántica radical en el concepto de ciudad y la categorización de lo urbano (urbanismo, política urbana, planeamiento urbano...). Muestra la forma en que desde el enfasis de la ciudad antigua en la comunidad y la ciudadanía se pasa a un énfasis funcional y administrativo en el estudio.

El crecimiento urbano planteó problemas en lo que se refiere a la salud de la población y al orden social. Lo cual amplió la escala de la intervención del urbanismo, que empieza a abordar problemas de regeneración urbana, y orden social a través de la segregación y de los discursos médicos, legales y arquitectónicos. El autor alude también a la influencia de las propuestas de los socialistas utópicos, y dedica atención al impacto de las ideas de furieristas, masones y liberales en el pensamiento de Cerdá.

Durante el siglo XIX el urbanismo abordó no solo el ensanche de las ciudades sino también la reforma interior. Tanto uno como otra conducían a muchos urbanistas, entre los cuales Cerdá, a una atención a la historia urbana para la regeneración de la ciudad. En su plan de Madrid (1860) Cerdá desarrolló asimismo sus ideas sobre la regeneración urbana del viejo centro e hizo una descripción histórica incipiente sobre el desarrollo de la fábrica urbana.

El estudio de esta tendencia conduce a Sánchez de Juan a un análisis sugestivo del desarrollo de la historiografía que se produjo sobre la ciudad antigua en el siglo XIX (de Niebuhr y Mommsem a Fustel de Coulanges) y a los debates de la filología indoeuropea sobre el origen antiguo de palabras y de instituciones europeas. Cerdá no fue ajeno a dichos debates filológicos e historiográficos, como muestra, por ejemplo, la discusión que realizó sobre el origen de la palabra urbs, que relaciona con raíces célticas (ur-).

El concepto de "urbanización", acuñado por Cerdá como un neologismo, tiene unas implicaciones importantes. Tal como escribió el ingeniero catalán, y oportunamente recuerda Sánchez de Juan, "reducir un terreno a las condiciones de ciudad, urbs, es decir convertir en ciudad lo que no lo era, no puede expresarse de otro modo más a propósito que con el verbo urbanizar" (Teoría de la Viabilidad urbana, pág. 95, nota 1). En relación con ésto, el autor de la Tesis señala que "al negar cualquier rasgo específico a la civitas en la constitución del mundo urbano, Cerdá concentró todos sus esfuerzos en situar la urbs, esto es, la estructura física de la ciudad, como la fuerza impulsora de la transformación urbana" (pág. 64). Y añade: "de hecho ésto era la asunción compartida con los principios políticos liberales de su época, que le impulsaba a comprender la esfera urbana com algo políticamente dependiente del estado moderno, negando a la ciudad cualquier poder de constitución política".

El capítulo 3 de la Tesis se dedica a "La ciudad y el Estado". Trata de interpretar la forma liberal de administración local a la luz de los estudios históricos del siglo XIX que presentaban visiones alternativas de organización municipal.

Sin duda el siglo XIX supone la culminación de un proceso paulatino de pérdida de la autonomía municipal, que es paralelo a la configuración de los Estados modernos. Con la constitución del Estado liberal el ayuntamiento pasa a ser considerado como el último escalón de la administración del Estado.

El cambio que eso representa respecto a la situación existente a fines de la edad Media y el Renacimiento es considerable. A comienzos de la edad Moderna la autonomía municipal tenía un alcance político y jurídico considerable. Muchos datos lo muestran de forma clara. Me limitaré a aportar dos que me parecen bien significativos.

Uno tiene que ver con la conquista del imperio azteca. Siempre me ha causado admiración la habilidad política de Hernán Cortes cuando desoyendo las órdenes del gobernador de Cuba, Diego Velázquez, y convertido, por tanto, en rebelde a la Corona, decidió continuar con la conquista del imperio azteca. El procedimiento político usado para ello fue la fundación de la ciudad de la Vila Rica de Vera Cruz (actual Veracruz), el reparto de las tierras entre los soldados, la elección de su concejo y la obtención de un mandato del mismo para proseguir la conquista. De hecho, aunque afirmaba enfáticamente el reconocimiento de la autoridad suprema del rey, con ese acto se sustraía a la autoridad legítima del gobernador. Lo cual solo podía hacerse a partir de la legitimidad y la importancia política que tenía el poder municipal en esos años iniciales del XVI.

Otro tiene un valor más simbólico, pero me parece también significativo. Se trata de una carta del rey Carlos I de España y emperador Carlos V de Alemania, conservada en el Archivo Municipal de Lorca (y cuyo conocimiento debo al director del mismo Juan Guirao), fechada en Bruselas el 12 de enero de 1556, por la cual el rey comunica a la ciudad de Lorca que ha decidido abdicar como emperador. He reproducido y transcrito dicha carta como apéndice a este artículo, así como otra de Felipe II en la que comunica que ha aceptado el trono y que confía en la lealtad de la ciudad (Anexo).

Que el emperador, y luego el nuevo rey, sientan la necesidad de comunicar ese hecho a una pequeña ciudad murciana que ni siquiera tenía voto en Cortes muestra, me parece, la importancia jurídica que tenía todavía el concejo municipal en la estructura política del Estado.

Frente a eso, en el siglo XIX el municipio se convierte, como hemos dicho, en el último escalón de la administración estatal. Pero en esta situación el recuerdo de la historia podía servir como un acicate para reclamar una autonomía creciente, que las sucesivas leyes municipales les fueron poco a poco concediendo en algunos aspectos concretos.

El desarrollo de la historiografía liberal y la recuperacion de la edad media como fuente para las nacionalidades europeas modernas permitió sostener esas pretensiones.

Las dimensiones políticas del gobierno urbano en el siglo XIX fueron apoyadas por el descubrimiento de los orígenes urbanos de las libertades municipales. Con ello la ciudad fue concebida como una comunidad política en sí misma y luego como una parte de más amplias estructuras nacionales centralizadas. El discurso político de algunos grupos sociales se dirigía a la recuperación de la autonomía política regional y local. El autor relaciona hábilmente el debate sobre la autonomía municipal con los que se realizaron sobre la descentralización regional en la España de la segunda mitad del XIX.

Otro tema importante abordado en la Tesis es el de la regulación de la ciudad, a lo que se dedica el capítulo 4. Se analiza el poder municipal dentro del estado liberal a partir del análisis de las ordenanzas municipales de algunas grandes ciudades. Las normas tendían a regular y modernizar el espacio urbano en relación con la aplicación de los principios de la ciencia política.

El autor, que adopta generalmente la perspectiva municipal, tal vez no tenga suficientemente en cuenta la escala estatal y su impacto en los municipios. Muchas decisiones municipales, y en concreto las ordenanzas, se elaboraron después de que se promulgaran normas estatales ordenándolo. Desde luego en su redacción se comprometieron en seguida los poderes locales, pero el estudio en profundidad de ese proceso de elaboración tal vez nos podrá mostrar mucho no solo sobre la articulación entre poderes estatales, regionales y locales, sino también sobre los conflictos de intereses que se enfrentaban en ella.

Había, además, una tradición de ordenanzas municipales que se remontaba al periodo medieval, con una continuidad grande durante la edad moderna y hasta el siglo XIX. El autor destaca que en este siglo las ordenanzas cambiaron en relación con nuevos problemas que se hacen presentes en la ciudad, desde la gestión del nuevo marco urbano y la construcción de las infraestructuras hasta el del orden y la disciplina urbana. A través del análisis de las ordenanzas municipales medievales y de la segunda mitad del siglo XIX se intenta llegar al conocimiento de las principales fuentes de legitimación de los poderes locales.

El estudio de la autonomía municipal de la ciudad moderna es el objeto del siguiente capítulo, el 5. Se destaca que la ideología municipalista estuvo influida por los estudios sociales e históricos. Los principales temas de debate fueron las libertades medievales, las ideas sobre los impuestos, el derecho consuetudinario y la propiedad del suelo. Se muestra también que el desarrollo de los estudios históricos y sociológicos de las normas consuetudinarias que sobrevivían en comunidades aldeanas supuso nuevos retos al modelo de administración municipal. También se analiza el uso de las ciencias sociales por los reformadores y la búsqueda de las experiencias de otros países europeos.

En España el movimiento para la descentralización administrativa iniciado por el republicanismo federal, fue reforzado durante este periodo por las formulaciones políticas del regionalismo vasco y catalán, que incluían en sus programas un fuerte interés por la reforma del régimen local.

El capítulo 6 trata de las políticas desarrolladas por los municipios en relación con el autogobierno. El desarrollo de estudios históricos medievales ayudó a legitimar esos intentos y apoyó las estrategias de los municipios para reelaborar y celebrar el pasado urbano de autonomía local.

Al mismo tiempo el uso de métodos científicos de administración (estadísticas...) permitió la reorganización de las políticas y servicios municipales. En diferentes países europeos van apareciendo cuerpos de gestores y burócratas bien preparados para abordar la gestión de los nuevos servicios públicos que se fueron organizando para atender los problemas urbanos. En la Tesis se analiza la relación entre esos cuerpos de gestores y los intereses políticos y sociales más generales, y se alude a la situación de las ciudades alemanas, donde se organiza "un sistema dinámico de administración municipal gestionado por expertos bien preparados", pero donde -como ha señalado George Steinmetz y recuerda el autor- "estos cuerpos profesionales promovieron la aparición de una cultura administrativa separada de los intereses políticos y económicos locales" (pág. 235-236).

En los años 1900 la reforma municipal era indispensable para mejorar los servicios municipales y la administración (pág. 162). En la tesis se analizan los esfuerzos hacia una "prudente descentralización" y para conseguir un aumento de la participación política, impulsados por el partido conservador. En ese contexto se presta atención a los intensos debates municipales que se realizaron en España en los años 1908-09. Me parece muy útil la presentación de ese debate político y de los puntos de vista conservadores y liberales sobre la autonomía municipal y su relación con los proyectos de reforma administrativa provincial, incluyendo la posibilidad de mancomunidades de provincias.

En la Tesis se analiza también la obra de Ramiro de Maeztu y de otros autores sobre la ciudad liberal y la evolución hacia formas de socialismo moderado (solidaridad a través de gremios y corporaciones) y de apelación a la tarea de los técnicos.

El debate se mantiene siempre en el plano de las ideas. Pero me parece que en dicho debate habría que introducir también la desamortización y la desaparición de las propiedades de propios y comunales. Pienso que pudo ocurrir aquí como en el caso de la destrucción de monasterios románicos y góticos, que dio lugar bien pronto a una reacción contraria. Un texto de Azcárate que se cita en la Tesis, en el que ese autor defiende la existencia de una propiedad municipal y de los bienes de propios, no puede desligarse de la desamortización de bienes municipales que se había realizado poco antes, y que daba lugar a una reacción contraria por parte de algunos intelectuales.

El último capítulo de la Tesis sitúa el movimiento español moderno para la reforma en un contexto internacional. La constitución de la Union International des Villes y la organización de conferencias internacionales da paso a una nueva comprensión de los problemas urbanos a escala internacional. La conferencia internacional de ciudades celebrada en Barcelona y Sevilla con ocasión de las Exposiciones Internacionales de 1929 supuso un paso decisivo en lo que se refiere al municipalismo español y su conexión con el movimiento internacional.
 
 

¿La Europa de las ciudades?

La Tesis es, sin duda, muy útil para el público europeo no español, que tendrá ocasión de ponerse en contacto a través de esta obra escrita en inglés unas tradiciones y debates que son poco conocidos en otros países. El panorama que presenta del regionalismo es de gran utilidad para un lector extranjero, ya que sintetiza muy bien una buena parte de la extensa bibliografía existente.

Para el lector español tiene el interés de que sitúa la evolución de nuestro país en un contexto internacional europeo y americano, lo que permite reflexionar sobre lo que posee de común con la evolución de otros países y lo que tiene de específico. Al dialogar con el pensamiento europeo, por tratarse de una Tesis elaborada en el Instituto Universitario Europeo y tener casi el mandato de ser comparativa, introduce novedosas perspectivas. La utilización que se hace de las fuentes y de la rica bibliografía secundaria española le permite adquirir nuevas luces. Desde el punto de vista español es interesante esa comparación sistemática, que facilita entender desarrollos paralelos que a veces pasan desapercibidos. Muestra la íntima relación del pensamiento español contemporáneo con el europeo. Permite redescubrir y reinterpretar a figuras como Joaquín Costa, Adolfo Posada, Eduardo de Hinojosa o Ramiro de Maeztu.

En la Tesis se muestra convicentemente que el conocimiento y la investigación histórica se utilizaron para justificar la lucha por la autonomía municipal. Leyendo esta Tesis uno se pregunta a veces si es que no había antimunicipalistas. Seguramente había numerosos argumentos contra el municipalismo, igual que contra el regionalismo. Son los mismos que utilizaban los defensores del Estado liberal, herederos de los ideales de la Ilustración.

De hecho la aspiración a la homogeneidad del Estado es la aspiración a la igualdad. Se observa en los defensores de los fueros y de la región, que eran en España los carlistas. Se oponían al centralismo y a la homogeneización, pero con ello defendían privilegios y se oponían también a la igualdad democrática. Lo cual se ve claramente en la defensa que a veces se hizo del foralismo vasco.

En un libro que se cita en la Tesis, el de Javier Fernández Sebastián sobre La génesis del fuerismo. Prensa e ideas políticas en la crisis del Antiguo Régimen (País Vasco, 1750-1840), se citan textos contra "la universal nivelación"; un autor vasco de comienzos del siglo XX advierte contra ella, "proyecto el más quimérico, pero el más aplaudido de nuestros días, (y que) es el fin a que aspiran los modernos reformadores"; el mismo autor avisa de las "continuos trastornos y rebeliones, originadas por la decantada y quimérica igualdad en todas clases y en todos géneros".

Es indudable que el regionalismo y el municipalismo de las grandes ciudades puede tener a la vez aspectos positivos y negativos. Entre éstos, el introducir desigualdades; lo que puede venir reforzado por la distinción entre campo y ciudad así como la valoración de esta última.

Habría sido interesante aludir a estos argumentos. Pienso que en el futuro el estudio detenido de los debates de las Cortes, a través de las Actas de las Sesiones de Cortes, puede arrojar luz sobre los argumentos que tenían los que se oponían al municipalismo. Es posible que no todos lo hicieran por miedo a la pérdida de poder del estado, o porque junto con ello se planteara también la descentralización regional. En todo caso, el tema de la municipalización de los servicios públicos merece una mayor atención, que seguramente el mismo autor de la Tesis podrá dedicarle en el futuro.

Sería también interesante relacionar el tema de la Tesis con los problemas actuales del municipalismo. Al menos debería haberse hecho en la conclusión, que seguramente el autor no ha tenido tiempo de redactar por la urgencia de poner punto final al trabajo, de forma que pudiera defenderse en un plazo razonable.

Porque en realidad esta investigación sobre el pasado no se refiere solo a él. Posee también una gran importancia desde la perspectiva actual. Tiene que ver, en efecto, con el debate que han planteado aquellos que se oponen a la Europa de los Estados respecto a dos alternativas sobre las que no existe acuerdo político: la Europa de las ciudades o la Europa de las regiones. Se trata del debate sobre municipalismo y autonomía municipal y el marco legal necesario y los recursos para ello (que pasan directamente del Estado a las Comunidades Autónomas y no a las ciudades); sobre la contraposición entre municipalismo y regionalismo, y en especial, en el caso de Cataluña, entre comarcas y municipios; o sobre autonomía política y autosuficiencia económica.

La visión de una Europa de las ciudades, frente a una Europa de los Estados o una Europa de las Regiones se propone por algunos como un camino para el futuro. Un camino que parece enlazar otra vez con la historia.

Tal como se recuerda en esta Tesis, en los siglos XIV y XV existe un crecimiento de las ciudades, de las repúblicas urbanas y de las ligas comerciales. Es posible desde luego imaginar otra forma alternativa de desarrollo político diferente a la formación de los estados centralizados. Porqué eso no ocurrió es una cuestión histórica interesante. Pero proponerlo como alternativa política en el momento actual es algo muy distinto.

Si se piensa en ello, me parece que ha de ser planteada en serio, es decir, discutiendo a fondo las ventajas que esa alternativa ofrece y retomando las propuestas sobre el modelo de organización de abajo arriba, es decir, con la devolución del poder a las ciudades (y no a las regiones).

En este sentido, una carencia sorprendente en esta Tesis que trata de municipios y municipalismo es la nula presencia de las ideas del movimiento anarquista. Si algún movimiento político defendió la autonomía municipal y la organización de abajo arriba fue precisamente el anarquismo. Existe una larga tradición en ese sentido, continuada luego con el pensamiento libertario, que sería interesante explorar.

En todo caso el camino hacia la Europa de las ciudades plantea hoy numerosos interrogantes, y en particular el del protagonismo de las grandes ciudades y áreas metropolitanas y la posible creación de ciudadanos de primera (los de ellas) y segunda (los de las otras y, sobre todo, los del campo, algo que no sabemos si sigue existiendo en Europa, pero sí que existe en otras áreas).

Esa distinción vendría justificada por la que existe tradicionalmente entre ciudad y campo, un rasgo que los autores de comienzos del siglo XX ya utilizaban para señalar la diversidad política que había que dar a la ciudad y al campo, algo que Adolfo Posada formulaba de forma clara en el lenguaje de fines del XIX:
 

si la ciudad y la aldea son el producto de condiciones tan distintas, dirá el legislador, si han persistido a través de los tiempos en pueblos, primero de razas diferentes -semitas y arios- y luego en los pueblos de la misma raza, creando y caracterizando dos civilizaciones distintas -la civilización helena y romana, la aldea, la civilización celta, germana y eslava-, aun cuando la civilización europea actual sea la consecuencia del entrecruzamiento de aldeas y ciudades, ¿como someter a la ciudad y la aldea a un mismo tratamiento legislativo? (A. Posada, "Aspecto sociológico de la vida local", 1896; cit. pág. 225).


Argumentos a veces semejantes a los que se utilizaban a comienzos del siglo XX para justificar el gobierno municipal pueden emplearse hoy para defender la Europa de las ciudades, como si se quisiera "no someter a la ciudad y a la aldea a un mismo tratamiento legislativo". El problema es que pueda sospecharse que eso se hace en contra de los intereses de los habitantes que no viven en la ciudad.

Podría decirse que las cosas han cambiado hoy y que todo es ya ciudad en los países desarrollados; ya se habla, en efecto de la ciudad-región, de la ciudad difusa, de la posmetrópolis. Pero, entonces, conviene aclarar qué es lo que se defiende realmente cuando se habla de la Europa de las ciudades.

A veces se tiene la impresión de que los que hoy sostienen esa posición podrían defender otra distinta en una diferente situación política. Por ejemplo, es posible que si Pascual Maragall hubiera sido presidente de la Generalidad y no alcalde de Barcelona tal vez no habría hablado de la Europa de las ciudades, sino de las regiones, como hace hoy Jordi Pujol.

De todas maneras, tal vez la ciudad sea otra vez la esperanza de la democracia, como decía el mismo título del libro de F.C. Howe en 1905, citado en la Tesis. Es aquí donde se hace urgente ensayar fórmulas nuevas de participación. Distintas seguramente a las que se ensayan en los ayuntamientos de hoy, incluso los de izquierdas, que parecen desconfiar a veces de las asociaciones vecinales y están demasiado preocupados por no perder el control de las situaciones.

Leyendo la Tesis se suscitan otros muchos problemas. Como el del debate sobre el papel del municipio en la administración de los servicios públicos, un debate hoy desvanecido en la ola neoliberal que nos envuelve, y que habría también que resucitar. O el de la tragedia de la primera Guerra mundial que rompió un movimiento intelectual rico y vigoroso hacia la democracia cívica, la municipalización de servicios públicos, al mismo tiempo que la Revolución soviética, si por un lado abría nuevas perspectivas de reforma social, por otro asustaba a la burguesía y les llevaba hacia posiciones autoritarias y estatalistas que frenaban los impulsos para la reforma municipal. Aunque al mismo tiempo, en ese contexto, después de la Gran Guerra Europea, la ciudad y la asociación de ciudades parecía un modo de contrarrestar el conflicto entre Estados, un tema muy bien abordado en el capítulo 7 de la Tesis

Muchos de esos debates de principios del XX se han desvanecido hoy u olvidado. Convendría enlazar otra vez con ellos, a lo cual puede ayudar la lectura de esta Tesis. Sorprende hasta qué punto se han olvidado por ejemplo en lo que se refiere a la gestión de las Areas metropolitanas, tan poco queridas hoy por los gobiernos de la derecha. Hoy es muchas veces en las ciudades donde se plantean los problemas, y donde hay que abordarlos. Aunque eso requiere sistemas de gestión y control que la ciudad sola no puede garantizar, como se ha visto con los atentados del 11 de septiembre. Pero también en muchos casos es más fácil comprometer a los habitantes de una ciudad con la responsabilidad cívica o social. En todo caso, con esa llamada general podemos acabar el comentario a esta Tesis. Como decía Alfonso Posada
 

El crecimiento enorme de la ciudad moderna (...) plantea el problema sociológico de una vigorización y aplicación eficaz de un espíritu social o municipal, de un espíritu cívico: o sea la formación de una conciencia general, despierta, de la responsabilidad social, en razón de la cual las gentes se convenzan de que el gobierno de la ciudad exige una constante vigilancia del interés común y un acción de presión, obra de una opinión pública fuerte y sensible" (A. Posada, Reflexiones sobre el gobierno de la ciudad, cit. en pág. 230 )
Bibliografía complementaria

CERDA, Ildefonso. Teoría de la construcción de las ciudades. Cerdá y Barcelona. Madrid: Ministerio para las Administraciones Públicas/Ajuntament de Barcelona, 1991. vol. 1.

CERDA, Ildefonso. Teoría de la viabilidad urbana. Cerdá y Madrid. Madrid: Ministerio para las Administraciones Públicas/Ayuntamiento de Madrid, 1991. vol. 2.

ESPINOSA, Antolín. La idea de progreso en las Historias de Ciudades españolas del siglo XIX. Suplementos. Materiales de Trabajo Intelectual. Barcelona: Anthropos, nº 43 ("La Geografía hoy. Textos, historia y documentación"), abril 1994, p. 75-74.

FERNÁNDEZ SEBASTIÁN, Javier. La génesis del fuerismo. Prensa e ideas políticas en la crisis del Antiguo Régimen (País Vasco, 1750-1840). Madrid: Siglo XXI de España Editores, 1991. 568 p.

QUESADA CASAJUANA, Santiago. La idea de ciudad en la cultura hispana de la edad moderna. Barcelona: Publicacions Universitat de Barcelona (Colección "Geocrítica. Textos de Apoyo"), 1992. 273 p.

SERRRANO SEGURA, Mª. del M. Las guías urbanas ylos libros de viaje en la España del siglo XIX. Repertorio bibliográfico y análisis de su estructura y contenido (Viajes de papel). Barcelona: Publicacions Universitat de Barcelona (Colección "Geocrítica. Textos de Apoyo"), 1993. 386 p.

TOSCAS, Eliseu. L'Estat i els poders locals a la Catalunya del segle XIX: una visió des de Sarrià (1780-1869). Barcelona: Publicacions de l'Abadia de Montserrat, 1997. (Resumen y comentario en Biblio 3W, revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, nº 38 http://www.ub.es/geocrit/b3w-38.htm)

Centralización y 'autonomías locales' bajo el Estado liberal en España: una confrontación de normas con prácticas. Hispania. Revista Española de Historia, LVIII/1, nº 198, 1998, p. 213-232.
 


ANEXO I

[Carta de Carlos I comunicando al concejo de Lorca que ha
decidido renunciar al trono en favor de su hijo Felipe]

El Rey

Concejo justicia, Regidores cavalleros scuderos oficiales y omes buenos de la cibdad de Lorca. Por las cartas que os he mandado scrivir despues que salí desos Reinos teneis entendido el subceso que han tenido mis cosas, y como enprendí la guerra de Alemania por lo tocante a la Religión deseando como era Razón por la obligación que tenía de reducillos y bolverlos al gremio de la Yglesia, procurando de poner paz y quietud en la Xristiandad, asistiendo y haziendo por mi parte todo lo posible para que se convocase el concillio, procurando que se concluyese e hiziese la Reformación tan necesaria para mejor atraer a los que se an apartado desbiado de la fe, y teniendolo por la bondad de dios en buenos términos. El Rey de Frania ronpió húltimamente la guerra por mar y tierra sin tener ninguna justa causa ni fundamento ayudándose de los Alemanes que contra su fidelidad hizieron liga con él y trayendo el armada del turco con tanto dagno de la Xristiandad y especialmente de mis estados y señoríos queriendolos ynbadir de manera que por lo uno y lo otro fuy forcado y nescesitado a levantar los exércitos que he juntado de que se me an segudido grandes trabajos así por aber andado en canpaña como por aber tratado negocios tan continuos y pesados que se an ofrescido, que han sido cusa de la mayor parte de las enfermedades e indisposiciones tan largas que he tenido y tengo de algunos años a esta parte, y de hallarme tan ynpedido y falto de salud, que no solo los he podido ni puedo tratar por mi persona y con la brevedad que conveníia, mas conozco que ha sido inpedimento para ello, de que he tenido y tengo harto escrúpulo, y quisiera mucho aver antes de agora dado orden en ello, pero por algunas suficientes causa no se a podido hazer en ausencia del Sermo Rey de Ingalaterra de Nápoles principe despaña ntro. muy charo y muy amado hijo por ser menester comunicar asentar y tratar con él cosas ynportantes, y para este propósito de más de venir a efectuar su casamiento con la Serma Reyna de Ingalaterra, le hordené que pasase últimamente en estas partes E aviendo venido aquí acordé como primero lo tenía determinado de Renusciarle cederle y traspasarle desde luego como lo he hecho esos ntros Reynos y señoríos y estados de la corona Real de Castilla e León e lo anexo dependiente a ellos como más ampliamente se contiene y declara en la scriptura que desto avemos hecho y otorgado el día de la fecha desta, confiando que cn su mucha prudencia e esperiencia según lo ha mostrado hasta aquí en todo lo que ha tratado en mi lugar e nonbre, e por sí propio, lo governará administrará defenderá e terná en paz e justicia, y siendo cierto que vosotros siguiendo una loable y antigua fidelidad e lealtad, y el amor que a mí e a él aveis tenido y teneis como lo avemos siempre conoscido por obra, le servireys como lo meresce la voluntad que ambos os avemos tenido y tenemos E así os encargamos y mandamos que alçando pendones y haziendo las otras solenidades que se requieren y acostumbran para la execución de lo sobre dho de la misma manera que si Dios uviese dispuesto de mi, obedezcays, sirbays acateys e Respeteis al dho Srmo Rey cumpliendo sus mandamientos por scripto y de palabra de aquí adelante como deverdadero Señor, y Rey natural según y como lo aveis cunplido debíades cumplir los míos propios que de más de hazer lo que soys obligados me terné en ello por muy servido. De Brusselas a XII días del mes de enero de 1556.

Yo el rey.
(Firmado)


ANEXO II

[Carta de Felipe II comunicando al concejo de Lorca
que ha aceptado la renuncia de su padre]

El Rey

Concejo justicia Regidores cavalleros scuderos oficiales y omes buenos de la cibdad de Lorca. Por la carta que el empor y rey mi señor os escrive vereis la determinación y resolución que Su Mag ha tomado en renunciar y ceder y traspassar en mí esos reynos, de que ha otorgado la scriptura necessaria en forma y he sentido en el grado que es razón hallar a Su Mag tan ynpedido y falto de salud por sus muchas y continuas enfermedades q por su persona no pueda tratar ni entender en la expedición de tantos y tan graves negocios como cada día se ofrescen por la grandeza de sus estados y estar tan divididos y separados, porque con su larga experiencia y prudencia lo pudiera mucho mejor hazer, pero conformandome con su Voluntad lo he aceptado confiando en Dios mi Señor me dará fuerças para administrar bien lo que Su Mag me a encargado alivyándole de tantos trabajos y cuydados para q más libremte atienda al descanso de su conciencia que es su principal fin e a la conservación de su salud que la desseo como la mía propia, e siendo cierto porneis luego en execución lo que Su Mag cerca de aprovar e ordenar no me queda que deciros, sino certificaros que acordándome de Vra fidelidad y antigua lealtad e al amor y afición special q en vosotros siempre he conocido mandaré mirar por lo que general y particularmente os tocare haciendoos md. y favor en lo que justo sea como lo mereceis e assí confío que en lo que me ocurriere me servireis e ayudareis como lo aveis mostrado por obra en lo que se a ofrecido e sobre todo terné el cuydado que es razón de que seais bien governados e mantenidos en paz y justicia E aunque aquel no me ha de faltar estando ausente enderezaré e disporné las cosas a propósito de yrlo a hazer en persona con la más brevedad q sea posible como lo desseo. De Bruselas a XVII de enero e quinientos y cinquenta y seis años.

Yo El Rey
(Firmado)

Fuente: Archivo Municipal de Lorca, Monográficos: Cartas, cédulas y provisiones reales de Carlos I y Felipe II (He añadido la acentuación moderna, para facilitar la lectura).
 

Notas

1. La Tesis fue defendida en el European University Institute de Florencia el 11 de diciembre de 2001 ante un tribunal presidido por el Dr. Horacio Capel, Catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona y formado por los Drs. Patricia Dogliani, Universitá di Bologna, Engin F. Isin, University of Tornto y Raffaelle Romanelli, European University Institute.
 

Ficha bibliográfica

CAPEL, H. Sánchez de Juan, Joan-Antón. Civitas et Urbs. The Idea of the City and the Historical Imagination of Urban Governance in Spain, 19th-20th Centuries.Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. VII, nº 345, 1 de febrero de 2002.  http://www.ub.es/geocrit/b3w-345.htm [ISSN 1138-9796]



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