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Biblio 3W
REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona 
ISSN: 1138-9796. Depósito Legal: B. 21.742-98 
Vol. XV, nº 857, 30 de enero de 2010

[Serie  documental de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana]


GIMÉNEZ-FONT, Pablo. Las transformaciones del paisaje valenciano en el siglo XVIII. Una perspectiva geográfica. Valencia: Institució Alfons el Magnànim, 2008. 460 p. [ISBN 978-84-7822-507-1]

 

Josep Maria Panareda Clopés
Universitat de Barcelona


Palabras clave: historia del paisaje, Reino de Valencia, siglo XVIII

Key words: Landscape history, Kingdom of Valencia, 18th century


En el sincretismo de la Historia y la Geografía, la llamada geografía histórica representa una perspectiva, más que una rama de conocimiento en sí. Así lo ha entendido Pablo Giménez-Font, un joven geógrafo que ha sabido encontrar en la abundancia de investigaciones previas y en la riqueza historiográfica del Setecientos valenciano (Ardit, 1993), una oportunidad para revisar este período desde una óptica más interdisciplinar, profundizando en los puntos de contacto de la Geografía y la Historia. Éste fue el principal argumento de su tesis doctoral, defendida en la Universidad de Alicante en 2006 y cuyos contenidos recoge, en parte, la presente monografía.

El siglo XVIII es un momento de grandes transformaciones territoriales y por ello ha centrado el interés de numerosos trabajos en las últimas décadas. Sustancialmente, la obra de Giménez-Font recoge el legado de una larga tradición de estudios históricos y geográficos sobre el territorio en las universidades valencianas, a partir de la difusión de discípulos procedentes de la denominada Escuela Valenciana de Geografía (Ramiro, 2002), formada por Antonio López Gómez y alguno de sus discípulos más destacados, como Antonio Gil Olcina o Vicenç Maria Rosselló i Verger. No obstante, las aportaciones novedosas del libro derivan, a pesar de hallazgos documentales puntualmente muy valiosos, de la aplicación de nuevas perspectivas de conjunto para el mundo rural valenciano. En este caso, tal y como reza el subtítulo del libro, se trata de una perspectiva geográfica sobre un período conocido, pero que carecía de un tratamiento global como el que aquí se presenta. Para ello, el autor encuentra en el paisaje un elemento de integración de los conocimientos históricos desde una perspectiva territorial, que incluye los aspectos sociales, culturales y ecológicos que influyeron en los determinantes cambios acontecidos en dicho periodo.  

El libro se inicia con un capítulo introductorio que pretende enmarcar el tema en los estudios geográficos e históricos previos, partiendo de dos esquemas interpretativos de la organización tradicional del territorio y de las fuerzas generales de transformación del paisaje. Dichos esquemas, que denotan una clara influencia de las ideas de Jesús García Fernández, inciden en la importancia, en palabras del autor, “de reconstruir procesos en lugar de acciones”. La heterogeneidad ecológica del territorio valenciano obliga a sistematizar procesos generales de cambio, con el fin de realizar una interpretación de conjunto sobre la consolidación de una cultura territorial que marca, en buena medida, las bases del paisaje tradicional valenciano que ha llegado hasta nuestros días.

 


Indudablemente, esta ambiciosa labor exige centrar la cuestión en la principal característica del Setecientos: la intensificación de la actividad humana sobre el medio, fundamentalmente basada en el avance general de la agricultura. La cuestión requiere la utilización de puntos de vista prospectivos y diacrónicos que enriquecen sustancialmente este planteamiento general y lo dotan de un contexto más amplio y más global, tal y como se reflexiona al final del libro, donde se habla de “la dinámica del paisaje valenciano” como un ejemplo de “la dinámica del paisaje mediterráneo”.

El siguiente capítulo trata de contextualizar los procesos de cambio analizados dentro de una nueva política de colonización y articulación territorial iniciada por el Reformismo borbónico. En este punto se parte de aspectos más teóricos, como la estrecha relación entre la ciencia y las políticas territoriales de la Ilustración, y otros de tipo más práctico, como la cuestión de la propiedad de la tierra en la configuración del paisaje. Uno y otro ayudan a entender la importancia de la vertebración territorial, el poblamiento y la colonización agraria dentro de las “fuerzas” de transformación paisajística que, en ocasiones, se reducen a analizar la relación entre el crecimiento demográfico y dichos cambios. Con especial habilidad, el autor demuestra cómo las singularidades de cada territorio pueden imprimir características especiales. En el antiguo Reino de Valencia el tipo de poblamiento se vincula, en muchos casos, a unas bases institucionales y jurídicas particulares, relacionadas con la conquista medieval y con alguna de las figuras de colonización rescatadas en el siglo XVIII. Tal sería el caso del denominado Fuero Alfonsino, ejemplo del impulso colonizador del momento y que el autor sintetiza recogiendo la larga trayectoria de estudios iniciados por Gil Olcina (1979).

A partir de esta contextualización general, el estudio inicia un interesante capítulo que significa una aportación relevante a la reflexión sobre los usos del suelo y la valoración de los recursos. Es en este momento cuando el autor centra su interés en lo que denomina “espacios periféricos”, que no son otra cosa que los yermos o el incultum.

Su significado, como acierta a descifrar Giménez-Font, encierra una gran complejidad de tipo social y ecológico. Lo demuestra una breve aproximación a las transformaciones históricas de este espacio humanizado. La aceleración en la apropiación y expolio de los espacios comunales, el sobrepastoreo o la gestión ineficiente de muchas formaciones forestales durante la Edad Moderna son reconocidos como consecuencias de la colonización territorial del Setecientos y su proyección hacia el s. XIX. A partir de esta idea, el libro ofrece una de sus principales aportaciones al tratar de sistematizar, de forma cualitativa y cuantitativa, el proceso de expansión agraria en el Reino de Valencia partiendo de una base municipal. La homogeneidad de este territorio plantea una serie de disparidades geográficas patentes, con zonas donde se alcanza prácticamente un umbral agrotécnico –es decir, el máximo de la superficie cultivable con los recursos técnicos disponibles; y otros donde el propio programa político (La Marina), las condiciones de propiedad de la tierra (grandes latifundios) o la importancia de actividades relacionadas con el yermo (explotación forestal, ganadería) prorrogarán el decisivo avance de la agricultura a siglos posteriores.

Para completar una trama municipal bastante extensa, el autor utiliza multitud de fuentes bibliográficas y algunos datos inéditos procedentes de la documentación archivística. Y plasma estos resultados en una interesante cartografía sintética y sencilla (figura II), que representa “dinámicas generales de cambio paisajístico” tales como el avance de los cultivos de secano sobre baldíos, del regadío sobre zonas de secano o marjales, o el espectacular avance de los arrozales sobre huertas, secanos y áreas marjalencas. En ocasiones, la información manejada permite especificar la intensidad de los procesos (roturación importante, poco intensa o máximo de expansión agraria). De forma más genérica, señala la “ampliación de tierras documentada” para aquellos casos en los que no ha sido posible obtener más detalle. El mapa aporta información muy valiosa por sí mismo. De un lado, remarca la heterogeneidad de los procesos de cambio de usos del suelo identificados en cada municipio. De otro, pone de manifiesto la ausencia de datos o estudios sólidos para amplias zonas del Reino de Valencia, dentro de un contexto de crecimiento generalizado que, sin embargo, cabe concretar.

Son aportaciones que permiten ofrecer una visión de conjunto en torno al avance de la agricultura sobre superficies forestales, zonas de pasto y marjales, reflexionando sobre los conflictos sociales y las consecuencias ecológicas de los cambios de uso y transformación de los yermos.

En este análisis de los procesos de intensificación, merece un punto aparte el regadío y sus implicaciones paisajísticas, en ocasiones radicales. La Edad Moderna fue un momento decisivo en la historia del regadío valenciano, y por ello es un período muy bien estudiado desde este punto de vista. Siempre con algún ejemplo documental y con una aportación cartográfica relevante, el autor consigue enmarcar la importancia territorial del regadío, las políticas hidráulicas del momento y el incremento generalizado del aprovechamiento de caudales diversos dentro del capítulo dedicado a la explotación diferencial del medio. Por ello, se trata de una síntesis valiosa, enriquecida con interesantes ejemplos, que completa con valores cuantitativos de crecimiento la más actualizada visión de conjunto sobre la colonización agraria en el antiguo Reino de Valencia del Setecientos.

A partir de este planteamiento de base, el estudio se centra en un capítulo importante de la expansión de la superficie roturada y el regadío sobre un complejo ecosistema característico de las tierras circummediterráneas: los espacios húmedos litorales. Un esquema introductorio plantea los diferentes modelos de explotación económica de estos espacios a lo largo de la historia y sus transformaciones en la Edad Moderna, para centrarse finalmente en el Setecientos. Albuferas y marjales presentaban una dedicación muy heterogénea basada en la explotación de los recursos naturales –pastos, diversos aprovechamientos de especies vegetales como los juncos o las plantas barrilleras, la obtención de sal o la pesca- que, en muchas ocasiones, se relacionaban con figuras de propiedad vinculadas al Real Patrimonio. Su potencial económico era indudable, y por ello fueron espacios codiciados por los estamentos que ostentaban el poder. La progresiva agrarización también supuso un reordenamiento del incultum con el fin de obtener un control más ajustado sobre las actividades allí desarrolladas, en ocasiones no regladas y con bajos rendimientos. En general, la intensificación de la presión antropogénica se produjo de forma indirecta; por ejemplo, cuando la escasez de pasto empujó los ganados hacia sectores más deprimidos, de forma que numerosos espacios húmedos sirvieron para amortiguar la progresiva ausencia de hierbas. Pero también de forma directa, mediante la construcción de complejas infraestructuras hidráulicas que permitieron regular la entrada y salida del agua continental y marina –para incrementar la pesca u organizar nuevas salinas- o, en última instancia, acometer la desecación de carácter temporal o definitivo.

El capítulo más relevante de este proceso tan heterogéneo lo protagonizó la expansión del cultivo del arroz en el óvalo central valenciano, al cual el libro dedica un extenso análisis. No en vano, se trata de un proceso fundamental para entender los cambios socioeconómicos y ecológicos que se produjeron en los llanos aluviales del Xúquer, Túria y en los extensos marjales litorales.

El arroz supuso la mejor estrategia para conquistar espacios húmedos que difícilmente podían desecarse con las capacidades técnicas del momento. A ello había que unir la elevada rentabilidad que ofrecía un cultivo en manos de grandes propietarios y la gran capacidad alimenticia de la gramínea, que podía sustituir al trigo de exportación. Sin embargo, la expansión de los arrozales se realizó en paralelo al incremento de los problemas de salubridad y de las continuas epidemias de paludismo, que diezmaban las poblaciones de la Riberas del Xúquer, del Túria o de la Costera. Este hecho convirtió el tema del arroz en uno de las cuestiones más relevantes en el mundo político, social y científico del siglo XVIII. Aunque la cuestión ha sido bien trabajada en otras monografías (Mateu Tortosa, 1987), el autor retoma el tema desde un nuevo punto de vista que va más allá del mero impacto en el paisaje: el de la discusión científica –completando la conocida postura de Cavanilles- sobre el origen de los espacios húmedos (naturales o artificiales), discusión que alcanzó a las más altas instancias del gobierno de la monarquía (el Expediente General de Arroces es un documento muy valioso al respecto). En este sentido, la aportación del presente libro cierra una contextualización del tema que parece definitiva, y abre el camino a estudios de caso que enriquezcan nuevas perspectivas sobre las consecuencias de cambios de uso del suelo de una entidad similar, como viene haciendo el autor recientemente (Giménez-Font, 2008).

La expansión del arroz y del regadío como un elemento básico en la humanización de muchos ecosistemas húmedos valencianos, sirvió de base para analizar los cambios ambientales de la Albufera de València durante la Edad Moderna y Contemporánea en el magnífico estudio de Carles Sanchis Ibor (2001). Partiendo de esta aportación, Giménez-Font trata de completar la consolidación de otro gran sistema de regadío relacionado con un río alóctono como el Xúquer o el Túria: el río Segura. Las particularidades de la formación de un gran espacio de huerta en su vega baja durante el siglo XVIII dotan a este ejemplo de una gran trascendencia –ambiental y paisajística- en el marco del Mediterráneo occidental. Al igual que hiciera Sanchis Ibor, es muy valiosa la cartografía evolutiva del proceso colonizador, que permite vislumbrar cómo se desarrolló espacialmente, y en unas pocas décadas del Setecientos, el tramo final del macrosistema de regadío del río Segura.

El estudio parte del poblamiento medieval y de la importancia de los espacios húmedos en la economía local. No obstante, al contrario que la Albufera, el tramo final del llano aluvial del Segura presentaba un proceso de sedimentación mucho más avanzado y los intentos de saneamiento se intensificaron en la Edad Moderna, no sin dificultad. Finalmente, a principios del siglo XVIII un gran proyecto encabezado por el Cardenal Belluga inició el proceso de bonificación de los marjales y lagunas que, en un siglo, modificó sustancialmente el paisaje y completó un gran macrosistema de regadío, únicamente superado en extensión por la Ribera del Xúquer. Las denominadas Pías Fundaciones incluyeron tres nuevas poblaciones y el desarrollo o afianzamiento de complejas infraestructuras de desagüe y riego, que dinamizaron proyectos de colonización menores, entre los que destaca los llevados a cabo por Elche en el gran humedal dividido por el abanico del Vinalopó. De esta forma, el proceso de colonización dota de homogeneidad a todo este conjunto territorial, para el cual el autor recupera la denominación clásica de Sinus Illicitanus. Al igual que ocurre con otros temas a lo largo del libro, Giménez-Font plantea algunas cuestiones que quedan abiertas. En este caso, los efectos ambientales de la desecación y puesta en cultivo de este gran espacio tienen una influencia directa sobre las características hidrológicas de los humedales que no llegan a desecarse, con el interesante ejemplo de la antigua Albufera d’Elx, zona de pesca convertida actualmente en una boyante explotación salinera (Salinas de Santa Pola). La relación entre la culminación de la colonización agraria en la cuenca del río Segura, la edificación de su llano aluvial, el cierre de restingas y las posibles oscilaciones climáticas, representan una lectura más profunda que parte de este análisis inicial, sobre el cual el autor sigue trabajando en la actualidad (Giménez-Font y Marco, 2006; Giménez-Font, 2007 y 2009)

Al igual que el primer capítulo, las conclusiones finales que cierran el libro suponen una valiosa relectura de un momento clave en la historia reciente del paisaje valenciano. El autor señala la herencia, presente durante el siglo XVIII, de los profundos cambios culturales acaecidos desde la Conquista cristiana y su implicación sobre el paisaje, la creciente agrarización del territorio, las ideologías y los actores de dicho proceso e incluso las primeras referencias a las consecuencias ambientales de este proceso de colonización. Todas ellas son cuestiones que continúan abiertas y que no se pueden limitar a un período concreto. Por esta razón el presente libro, aunque parezca cerrar algunos temas intensamente trabajados, habilita numerosas direcciones para futuras investigaciones.  

A la extensa bibliografía, que representa un estado de la cuestión en cada una de las temáticas generales tratadas, hay que unir una cuidada edición de bolsillo con numerosas imágenes, cartografía de elaboración propia y cartografía histórica, en ocasiones reinterpretada y comparada con imágenes actuales. Todo ello hace que el estudio de Pablo Giménez-Font se trate de una obra de referencia, por cuanto su consulta debe ser obligada para todo aquel que pretenda aproximarse a alguno de los temas tratados, tanto desde una perspectiva geográfica y ecológica como desde el punto de vista de la historia agraria, las ideas ambientales de nuestros antepasados y el desarrollo técnico en el control de la naturaleza.

 

Otras reseñas publicadas

FERNÁNDEZ, Roberto. El medio físico, en el tiempo histórico. La Aventura de la Historia nº 124, 2008, p. 104 [ISSN 1579-427X]

SANCHIS IBOR, Carles. Una relectura del paisatge valencià del set-cents. Lletres Valencianes nº 24, 2008, pp. 110-111 [ISSN 1578-4096]

http://dglab.cult.gva.es/Libro/revista-lletres/Numero24secciones/ensayo.pdf

 

Bibliografía complementaria

ARDIT LUCAS, Manuel. Els homes i la terra del País Valencià. Barcelona: Curial, 1993, 2 tomos, 320 p. y 331 p.

BUTZER, Karl W. The Realm of Cultural-Human Ecology: Adaptation and Change in Historical Perspective. In: B.L. TURNER (editor). (ed.): The Earth as transformed by human action. Cambridge: University, 1990, pp. 685-701.

GARCÍA FERNÁNDEZ, Jesús. El significado del medio ecológico en Geografía. In: Historia, clima y paisaje. Estudios geográficos en memoria del profesor Antonio López Gómez. Valencia: Universidades de Alicante, Valencia y Autónoma de Madrid, 2004, pp. 481-498.

GIL OLCINA, Antonio. La propiedad señorial en tierras valencianas. Valencia: Del Cenia al Segura, 1979, 276 p.

GIMÉNEZ-FONT, Pablo. Colonización territorial, razón ilustrada y particularidades valencianas en la nueva población de Benadressa (Castelló de la Plana). Cuadernos de Geografia nº 83, Valencia, 2008, pp. 35-53

GIMÉNEZ-FONT, Pablo. La epidemia de malaria de 1783-1786 en el contexto de la Oscilación Maldá (AD 1760-1800): notas sobre la influencia de anomalías climáticas y cambios de usos del suelo en la salud humana. Investigaciones Geográficas nº 46, Alicante, 2008, (en prensa)

GIMÉNEZ-FONT, Pablo. Cultura territorial y cambio ambiental en la Valencia moderna. Una lectura en clave de Geografía Histórica. In: Valerià PAÜL, y Joan TORT (editores) Territorio, paisajes y lugares. Trabajos recientes de pensamiento geográfico. Cabrera de Mar: Galerada / Asociación de Geógrafos Españoles, 2007, pp. 81-95.

GIMÉNEZ-FONT, Pablo. Irrigation and environmental change in Mediterranean wetlands. The Segura River delta from the 10th to the 19th century. In: Wetlands as Archives of the Cultural Landscapes: from research to management, (International workshop), Universidad de Génova, 2009 disponible en http://www.dismec.unige.it/zum/atti.html

GIMÉNEZ-FONT, Pablo y MARCO, Juan Antonio. (2006): “Dinámicas ambientales – dinámicas antropogénicas. Reflexiones sobre los cambios antrópicos en humedales del SE de la Península Ibérica”. En Bragança do Santos, C.A.: VII Congreso Ibérico del Agua. Gestão e Planeamento da Água. Faro (Portugal). Ed. CD-ROM disponible en  http://www.ualg.pt/5cigpa/es/comunicacoes.php?letra=N%20-%20Z

MATEU TORTOSA, Enric. Arroz y paludismo: riqueza y conflictos en la sociedad valenciana del siglo XVIII.  València: Institució Alfons el Magnànim, Institució Valenciana d’Estudis i Investigació, 1987, 192 p.

PIQUERAS, J. (1999): El espacio valenciano. Una síntesis geográfica. Editorial Gules, Valencia, 392 p.

RAMIRO I ROCA, Enric. Aproximació a l’Escola Valenciana de Geografia. València: Biblioteca Nueva/Universitat de València, 2002, 260 p.

SANCHIS IBOR, Carles. Regadiu i canvi ambiental a l’Albufera de València. València: Universitat, 2001, 332 p.

TORRÓ, Josep. Poblament i espai rural. Transformacions històriques. València: Institució Alfons el Magnànim, Institució Valenciana d’Estudis i Investigació, 1990, 132 p.

 

[Edición electrónica del texto realizada por Miriam-Hermi Zaar]

 

© Josep Maria Panareda Clopés, 2010
© Biblio3W, 2010

 

Ficha bibliográfica:

PANAREDA CLOPÉS, Josep Maria. Giménez-Font, Pablo. Las transformaciones del paisaje valenciano en el siglo XVIII. Una perspectiva geográfica. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. XV, nº 857, 25 de enero de 2010. <http://www.ub.es/geocrit/b3w-857.htm>. [ISSN 1138-9796].


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